Saturday, May 29, 2010

Dice Gustavo, el maestro / frag. 14


14. «Y de mí, ¿qué va a decir?»: La Shakira

Entró al salón muy contento para la primera clase de la mañana. Había leído, al menos, la mitad de los Journals / Diarios estudiantiles / que ellos entregaron. En balance, estaba satisfecho por la honestidad de sus alumnos. Claro: no del todo y siempre por el saldo de ortografía o redacción deficiente que se revela en el contenido; pero, al menos, se cumplió con el esfuerzo de llenar el blanco de la página. El motivo para que sonría y salude a todos es que han escrito con sentimiento. «Una página en blanco que dejen en el diario es una inicial derrota; la página se burló de ustedes; pero, en la medida, que anoten algo es como si la golearan, o propinaran efectivos golpes al mentón, o un gancho a la izquierda del rostro. La página tiene un rostro que desafía. No lo olviden. Al escribir, el ejercicio de la mente ágil se iguala al del deportista o al rostro del guerrero que debe vencer. Los hábiles en combate son los anotadores. Lo que sucede al que escribir es que las armas, al hacerlo, son las emociones, recuerdos, pasiones e imágenes que ustedes evocarán y elegirán con las palabras que las identifican».

Como siempre, quien se retrasa en llegar al salón cada mañana es La Shakira. Es la necesidad de obtener la atención de todos lo que hace que postergue su entrada. Siempre espera que todos ya estén para forjar esa irrupción histriónica. El adolescente cree que es hermoso y no tardará en pavonearse. Gustavo le vio, semiqueriendo ocultarse. Abre la puerta del salón. «¡Entra, chico!», siempre le interpela por sus nombre y dos apellidos; pero esta vez, porque leyó su journal ha captado a una criatura más frágil. Un ave que se despluma, con fantasías en torno a lo que es su vida. El quisiera tener una cierta grandiosidad y la fabrica con imágenes. «Shakira» lo absorbe. Con el histrionismo quiere ser como ella, o sustituir lo que él es con algo que se parezca a ella.

«Aquí está por quien lloraban», dice con voz meliflua, voluntaria y premeditamente inflexionada para que sea creíblemente afeminada y no es que esté flirteando con nadie en el salón. Es que está solo. Y le resulta insoportable saberlo y quienes le chifllan, como si él les gustara, dan con ello su burla. El los provoca y pretende que este consuelo engañoso de alborotar es un poder que gana.

La Shakira no quiere a nadie, no es simpático por verdadera interacción de afectos. En el fondo, no siente ni confianza ni identificación con ninguno de su clase. Son como un auditorio que él entretiene como un payaso triste. Sólo que, en el engaño histriónico, que es su vida, no alcanza a entender su narcisismo triste, su soledad.

El no puede seducir utilizando la ropa que le gusta. El no puede enseñar que en vez de calzoncillos utiliza pantaletas y por camiseta una pieza de seda de mujer. Su «flirteo» siempre caerá en un vacío, una distancia afectiva de repudio. Es un puto, faggot, el marica La Shakira y no puede llegar a la escuela, como un personificador de lo que no es. No puede transgredir el código de vestimenta, sin sanciones. El sólo se puede vestir de persona y, en acorde a su género. Es un varón. Es un alumno al que apodaron «La Shakira».

«Siéntate, por favor», le pidió Gustavo. El está modelando su jean, muy ajustado, pero de tela de mezclilla. Es un joven espigado y para sus nalgas y, con movimiento de espinazo, hace que se vean con turgidez y dignas de la cintura fina. Aprendió a mover los hombros, como si estuviese en una pasarela y, al caminar incentiva un encanto femenino. Y son las niñas la que mejor se encandilan con sus gestos.

«¿A usted le gusta Shakira?», preguntó una vez que obedeció. Se ha sentado. Gustavo no sabe exactamente qué pregunta, o si juega a la malicia. Mas no ha perdido el contacto visual con él, una técnica que ha dejado de utilizar. Tal vez, con alumnos anglocaucásicos, funciona. No con niños hoscos, susceptibles, que una mirada fija del maestro pone en guardia, enfurece, se malinterpreta. Prefiere entonces dar la espalda caminar a su escritorio. En ese trayecto, ya sin mirarlo, La Shakira saca de su mochila un estuche, selecciona un frasquito y se aroma con una frangancia. Sobre la mesa del pupitre puso los productos de SkinCare «Resurgence» del Dr. Murad.

Ya se ha sentado en su escritorio y sacó de su portafolio los Journals revisados. Escucha que La Shakira insiste: «Le hice una pregunta». Se digna a mirarlo.

«Sí, contéstale. No le de pena, tícher».

«¿Qué crees de ese fag, impersonator, que se cree un artista?

«He's a sissy-puto».

«¡Basta!», dijo Gustavo ante la ola reactiva de epítetos que le lanzaron. «El es su co-alumno. Lo que pasa es que parece que él no tiene interés en que yo le diga qué opino sobre la cantante Shakira, porque si tuviera interés no habría puesto, en medio de mi clase, una clínica de maquillaje..»

«¡Quiero oír, quiero oír!», chilla él de repente y comienza a guardar su crema Resurgence de la que alcanzó a echarse unas gotas en el cutis.

«Eso lo tuvíste que hacer anoche, o en la mañana antes de venir a la escuela. Repartiré sus Journals / con anotaciones / que les hice. Son mis observaciones sobre el estado de su gramática. No olviden que estamos en una clase de español y que se deben esforzar por conversar en este idioma para que adquieran confianza en su fonética, la sintáxis y propiedad en el uso de los verbos y sus tiempos...»

«¿Y La Shakira cómo lo hizo, se aprobó?»

«¿La probaste y te gustó, tícher?», insistió otro.

«Comenzaría con lo que escribíste sobre Michael Jordan, tu ídolo. Me agradó mucho lo que opinas de un modelo inspirador para tu vida; pero, si de veras quieres ser exitoso como ese baloncelista, escribe bien. Aprende a decir a los futuros contratantes de tus servicios lo que quieres, a ser específico, a firmar bien y claramente tu nombre. La mitad de lo que escribíste no se entiende, te comes las palabras y no tienes interés en hacer letras claras... Se supone que tengas las manos duras, buen pulso y, ¿por qué no le pones fuerza al lápiz? Se necesita una lupa para ver si escribíste, o si tu lápiz tenía grafito... y no que dejara de gustarme el mensaje. Lo ví bien. Sin duda, lo puedes hacer mejor».

«Y de mí, ¿qué va a decir?», se obstina La Shakira.

«That you're a fag!», interviene otro alumno.

«Parece que te gusta esa palabra», comenta Gustavo, y con ello provoca el riserío de sus compañeros. «No. No me malinterpreten. Es que esta palabra es interesante y antes no era ofensiva, sino descriptiva. En Inglaterra, en el siglo XIX, se le decía faggot-gatherer, or fag, a las viudas que vendían leña para la chimeneas. 'Fags', como faggots, eran los pedacitos de leña, bundle. Todavía en el siglo XVI, en Inglaterra, la palabra se aplicaba a la mujer fea o desagradable, por vieja, imagino... y 'fags', si buscamos los orígenes etimológicos, vienen del latín 'fascis', que en el viejo italiano dará origen a la palabra fascista... Esto puede ser un tema que ustedes investiguen... Es modernamente, quizás por la cultura del cine y la música, que faggot se ha convertido, en palabra mala, ofensiva, para insultar a los homosexuales o afeminados y, ¿saben? lo interesante de la evolución es a quien primero se castigó con esa palabra fue a las brujas, o las personas que sustentaban ideas nuevas, o que chocaban con las injusticias y prejuicios sociales. Si una gente perversa, de mente estrecha, cree que una mujer, por vieja o por fea, es una bruja, a lo mejor en su sistema de leyes y moral pública, la condena por bruja, por diabólica, y si esa mujer vende leña, con la misma leña que vende, le encieden una hoguera. Y si la mujer, o una persona, desafía una práctica sexual (que pudo haber sido, besarse en público, o tener un amante de otra raza), algún individuo intolerante dice, es una bruja y la acusa y viene un tribunal y la quema... Es bueno que ustedes sepan historias que hay detrás de las palabras... Una alumna que no está ya con nosotros escribió una entrada para su Journal / que me impresionó mucho. Escribió que hay sociedades calientes y sociedades frías. Gente que juega con el fuego de la injustica, la ambición y la violencia, y destruye los elementos que en su propia sociedad son buenos, armonizadores...»

«¿Ven que yo no tengo nada de fag, ?», se exalta La Shakira. Se puso de pie y habla al grupo. Se sienta otra vez mientras concluye: «si es que significa, vieja fea o viuda que vende leña... no lo soy... No hay razón para que se me queme en la hoguera».

Al ver que otras niñas se conmueven, lo reafirmo:

«Cierto. Bien pensado», le digo, agrego su nombre y dos apellidos. «Y observa ésto: en la Armada de los EE.UU., como en muchos ejércitos del mundo, siempre ha sido una batalla histórica hacer que un joven homosexual obtenga el derecho a servir en las Fuerza Militares o la Marina. En la Gran Bretaña del sglo XVII, el «faggot» fue un hombre contratado, en el servicio militar, para que animara el coraje de los soldados, de modo que no era un afeminado ni un desviado sexual, o 'little bird'. No era un poof ni queer... Era un verdadero gallo...»

«Wow!», exclamó La Shakira.

«Y en un tiempo, no sé si todavía ahora, een la jerga, 'fag' se refería a un cigarro. Y te diré, por qué no utilizaría ese término contigo, ¿quiere que te lo diga?»

«Porque en español se usa más puto, como en mi México».

«No. Los maestros no deben animar el uso homofóbico de ninguna palabra. Observaré simplemente el origen moderno de identificar al homosexual con ese término. Una práctica que comenzó en las escuelas públicas Inglaterra... en ciertos planteles, hay niños o adolescentes que actúan como 'an unpaid servant for an older boy'. Es decir, un niño rico, mayor en edad, se busca a uno más jovencito para que le haga los mandados, traer como si fuera un criado... Eso es intimidación. Un 'bully', como se dice en México, 'agarra de su puerquito' al que se deja. Tampoco en ese sentido tú eres un faggot... Eres un buen chico y, en esta escuela, aunque te digan La Shakira, nadie se atreve ponerte una mano encima, nadie te hostiga y nadie te intimida... Estoy seguro que no lo permitirías y eso habla valientemente sobre tí... No dejes que ningún bully te maltrate. Tú deja la Shakira a un lado, quítate la peluca y dále sus pelucazos».

«Wow!», sí volvió a decir, «Wow!», pero los ojos de La Shakira se llenaron de lágrimas y se mantuvo, por primera vez, en meses, quieto y en silencio.

Este es el niño que, en su Journal / que no pensaba comentar en lo más mínimo su contenido / hizo una descripción de su ritual nocturno sobre todo lo que hace antes de irse a la cama. Describe con detalles cómo se acaracia, se afeita las pierna, se pone ropa de mujer, se mira al espejo. Baila ante él, se lanza besos a él mismo. Se prueba bragas y sostenes que no necesita. Por fin, tiene una hermana que le presta ropa de su closet, o negligés de sus gavetero. Ella le compra o le comparte esos productos del Dr. Murat, ahora que comienzan a salir uno que otro granito, no acné. La Shakira se preocupa innecesariamente por su cutis. A sus años, brilla por su ausencia el envejecimiento genético u hormonal de la piel. Es un chico lozano, limpio, que ni fuma ni toma ni se droga. Pero, ciertamente, sospecho que se siente solo y, en la soledad, sólo se sosiega con las fantasías. Es un narcisista y, en menor y en mayor grado, todos los niños lo son. Se enorgullecen por algo que tiene su cuerpo, la gracia de su juventud y energía.

Medito sobre la líbido de muchos de mis estudiantes. Algunos varones son más lozanos, atractivos por la radiancia de su piel, que las mismas niñas. La Shakira es uno de esos ejemplares varones de la CHS que son dotados de movimientos delicados, parecen bailarines, por rítmicos y ágiles; son blancos o con un color canela muy claro. Se aperciben hermosos, aunque no sean musculosos, agresivos, siimplemente tranquilos y vibrante. Hay más mundo / subjetividad / individualidad / en el interior de La Shakira que en todo su histrionismo externo. Pienso que sufre por algo más que el haber crecido sin otra compañía que la de su madre y una hermana mayor que está casada y se fue de la casa, a edad temprana, cuando La Shakira tenía seis años. Le ha faltado la nutrición emocional paterna; pero es preferible de este modo. He sabido por boca misma de su madre y del Dr. Frazier: «Que su padre lo golpeba por creerlo putito». El padre indecuado no la ofrece nutrición que se espera. Y fue por lo que de México La Shakira se largó con su madre. «No puede permitir que su padre les humille ni les maltrate».

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1. Preámbulo / 2. El Estado Dorado y Exitoso/ 3. ¿Cuál es «El divino tesoro»? / 4. La cazapremios que vive entre ratas/ 5. La llaman Meteorito o La Gorda / 6. «Usted es un progresivista, no un trascendentalista» / 7. Dos papas podridas / 8. El certificado de defunción / 9. Un demonio vestido de santito / 12/ Ver / 13. «Soy de donde mejor me convenga» / TEXTO / 23. Cuando no había princesas, sino hijas de puta / 24. La amistad y la política en el plantel escolar / 25. Amigo es el que aprende a oír / 26. Vivencias del padre del alumno laosiano

Thursday, May 27, 2010

Gustavo, el maestro / Frag. 11 y 12


11. El hijo de un guerrillero

A Gustavo que rasgueaba una guitarra a solas en el patio de la escuela, se lo halló esta vez. Tocaba una tonadilla de su pueblo natal, un aire musical de Sonora. Aunque evita que se la vea, en corillos de mexicanada, Miss Meteoro se sentó frente a él y comenzó el soliloquio. Quería hablar contra Rosie, síndica escolar en la JE. Una mujer nacida en Chichicastenango, y anotar que hay otros alumnos de tales andurriales guatelmaltecos, manchados de sangre, desde la década del Ochenta, aquí cuando. Los designa «subproductos de la Administración Ronald Reagan y soplones, maquiavelos / como Oliver L. North». Los dos pekes mezclaron ingredientes que no se debieron mezclar, asuntos del Mediano Oriente y diplomacia centroamericana.

Por alguna razón, a la roca extraterrestre, carne sedienta de Niágara, le parece que hay un aire bohemio en el profesor Gustavo que le place. A él, ya muy pocas cosas lo escandalizan. Que ella, por ejemplo, viva con alguna obsesión por los fracasos políticos de Reagan, es una. «No les des importancia. Reagan era un pantalla. Un Libreto. Una voz. El no tenía otro poder y virtud que hacer el ridículo. El poder no es una persona como él». Abre los ojos como una vaca cagona. Como si dijera: «Cuidado con este Gus»... Ella dice que, durante su tiempo en Casa Blanca, la guerra entre Irak e Irán creció a más de un millón de muertos. Asesinaron a Sadat en Egipto. Israel se vio forzada a restituir el Sinaí a Egipto en 1982. Los socialistas regresan al poder en España. Y la manera como venciera Felipe González fue por mayoría absoluta en las elecciones generales en España. También venció el socialista François Mitterrand, elegido como presidente de la República Francesa. El Pentágono, después que bombardeó a Libia, y le hizo tantas caras de enojo a los soviéticos, no pudo evitar que se repudiara a Pinochet y Gorbachov representara más honor y valor que Reagan.

Ni en América Latina, ni en los EE.UU., la gente inteligente del mundo, ha creído que la revolución es algo que se exporta. Se cree, más bien, en el encanto de las ideas y de personajes que encarnan ese encanto. Ché Guevara es un ícono, símbolo de humanismo y valor, y los gringos lo rescatan de las extrañas y sombrías situciones de su emboscada y asesinato. Nadie puede exportar al Ché, sino como una idea; no como un sistema de poder / invasión o exportación / que pueda resistir lo que otro pueblo no quiere, u otra nación evita.

Es que La Gorda / Catarata / está en estudios de posgraduado y necesita gente que pueda confirmarla, sacarla de dudas, quitar ese fantasma de miedo que la acosa. Sufre al pensarse en la posición de defender las causas del Tercer Mundo. Se siente feo y de mal gusto, ante círculos adinerados, defender a los pobres, gente de ropa barata, joyas de bisutería, gente naca, juventud como la que habita como comunidad estudiantil en las prepas del Distrito Escolar Unificado.

La Gorda dice que está contenta con que Phillips el Distrito le reconozca el derecho a la defensa propia. «Ese niño que lo atacó es usubproducto de esa cultura que creara Reagan, desde 1981... ¿No ha sido los EE.UU. quien ha promovido, con el pretexto de que harán reformas sociales, regímenes militares anticomunistas? ¿Qué derecho hay a criticar el uniforme del Ché, su guerrilla de cuatro gatos, cuando estamos por otra parte, como nación, financiando a criminales... Y lo que sabemos del Escándalo Irangate en 1986, en los EE.UU., es sólo la puntita del iceberg».

«¡Qué bueno que simpatices con Phillips! Aunque parece de temple duro, tiene un corazón muy tierno para los estudiantes. Esa opinión no es sólo la mía. Es como un rumor. En las escuelas, se corre la voz sobre todo. Los niños son opinantes y dicen en cuanto a los maestros, si es bueno o malo. Detectan el desafecto y la prepotencia. Ellos saben quiénes, entre docentes, administradores y estudiantes, son los indeseables, verdaderos agresores y papas podridas...»

«¡Ojalá no opinen así de mal acerca de mí, Mr. Gustavo!» Y el profesor no evitar sonreir con un poquito de picardía, recordando tres o cuatro de los sobrenombres que le cargan, esencialmente por autoritaria.

«A veces, con esos salvadoreños y guatemaltecos, me hago de la vista larga. Tengo un estudiante que viene con una boina negra, con botón rojo. Utiliza camisetas con el emblema del Ché, o su rostro... yo no sé que admiran, no sé si a Cuba, o al Fidel Castro, o a las mismas revoluciones, que hizo a sus padres que llegar a los EE.UU.; pero yo no me voy a arriesgar a que sean tan resentidos y malagradecidos que, después que se inmigran a los EE.UU., forman sus pandilla de maras y tienen esas actitudez de desafiantes e izquierdistas... Yo no sé si lo sabes, Mr. Gustavo, ese muchacho que quería estrangular a Mr. Phillips fue hijo de un guerrillero, suponiendo que ya no lo es y él está en este país. Ha sido beneficiado por las misericordias que le hacen sus paisanos; pero mientras haya un gobierno de derecha en Guatemala, él no va a decidir nada sobre si va o se queda de los EE.UU. Los hijos que tienen en la escuela, hayan o no nacido acá en el Norte, viven como en un limbo cultural e histórico. Tal vez no saben suficiente sobre cómo fue la vida de su padre en la guerrilla, en el país destrozado, y tal vez sí se la cuentan, y por eso hablan más español que inglés, se resisten a asimilarse, porque quieren esa memoria que el padre les da como un aspecto de identidad... en fin, I tell you, puede que esas nostalgias sean peligrosas. Querrán, así como quieren una camiseta del Ché, una pandilla de resistencia, otra identidad que no sea ese país, otras lealtades».

«Es interesante, doctora, que medite sobre esas cosas».

«Es que usted es bohemio. Yo también me derrapé por San Francisco y Berkeley. Hablo sobre los tiempos en que había La Causa. Lo triste es ya no hay causa ninguna... Habrá uno que otro loco con la nostalgia del Ché; no sé si entienda lo que es. o lo que fue. La gente usa los afiches, como artículo que la moda promociona. Recuerdo la fiebre del Nintendo o los NES de 1983 y cuando Madonna cantaba Like a Virgin... hoy es otra cosa. Por eso me impresiona dramáticamente, me preocupa, el hijo de ese guerrillero que atacó a Phillips...»


12. La exportación del miedo

En medio de las confesiones sobre su nostalgia del Sesenta, «aquellos días en que Khrushchev, el premier ruso, amenazó con usar armas nucleares si no se resolvía la cuestión de Berlín, aquellos días que fueron como la fuga o diáspora de Mariel», comparó el poder que tienen ciertos hombres. Con sólo decir «a las armas nucleares, la uso si es necesario», Nikita espantó a 30.000 alemanaes que se fueron del área de Berlín hacia la Alemania Occidental. «Fidel Castro le dijo lo mismo a Kennedy en 1962: Cuba tiene misiles nucleares soviéticos, con alcance de 1.800 kilómetros y tan a sólo 14 kilométros de la Florida. Si no quieren combate, ni con Khrushchev ni con Castro, que se comprometa los Estados Unidos a retirar sus misiles de Turquía y que no invada a Cuba. Y Kennedy respetó esa promesa y se libró el mundo de una crisis peor».

Gustavo asiente. Evita muchos entusiasmos con el tema. Miss Catarata es provocadora y lo que se le diga puede ser usado en contra.

«Interesante. Entre quienes escaparon de Alemania y los marielitos en Cuba, ¿existe una relación?»

«El factor común del miedo. Cuando se crean crisis como ésas, cuando hay intensas inducciones de miedo, la gente huye y se levantan muros. Quien huye no espera documentos y si edificas un Muro de Berlín en la frontera de Tijuana a Arizona es lo mismo, hacen un agujero de ratas, túneles subterráneos, pero se cruzan. Esta es la raíz del problema, con la frontera mexico-americana y con la enorme inmigración ilegal. Se les mete mucho miedo, aquí y allá. Estados Unidos el exportador de miedo más grande del mundo.Gente con miedo que consume nuestros miedos, huyen de posibles guerras atómicas, huyen del gobierno matando a indígenas, obreros, estudiantes, guerrilleros; huyen y forman barricadas, reclutamientos obligatorios, en grupo el miedo es menos... Aunque parezca una acusación exgerada, es de esos años de posguerra y del baby-boom, que vivimos de miedo en miedo... yo creo que el más grande Vendedor de Miedo fue Ronald Reagan».

«Me sorprende, doctora, por la escuela se dice que usted es repubicana», comenta Gustavo.

«Yo soy de donde la mejor brisa venga», dijo.


13. «Soy de donde mejor me convenga»

Gustavo aprendió una tarde que tocaba guitarra que la vieja Canuta, tan burlada por sus alumnos, siente nostalgia de Pat Brown. Entonces, sí había un Estado Dorado. Ella fue de afiliación demócrata a finales de los Años Felices del '50 y su primer voto fue para el nominado a la Gobernación Edmund G. Brown, «el hombre que le dio de beber a todos e hizo los mejores acueductos». Si en algo. Pat Brown la defraudó como votante fue cuando se hizo «blandito» con los criminales. El no creyó en la pena de muerte y, de hecho, creyendo o no creyendo, permitió 36 ejecuciones durante dos términos que fue gobernador antes que Reagan le quitara la gobernación. Es cierto que conmutó 23 sentencias a la pena de muerte. «Y te aseguro, Gustavo, desde que comenzó el Estado Dorado a perdonar a criminales, el Edén se acabó. Cuando él propuso la abolición de la pena de muerte, yo dije la Mafia va a empezar a reirse de nosotros».

Miss Meteoro cuenta que una parte de la decadencia que vive el Estado de Oro se debió a que los electores han perdido la indepedencia de criterio en favor de la lealtad sectaria. «A los Partidos te mandan. Cuando yo comencé a votar en 1959, ser leal a un partido fue estúpido. Lo que importaba era el buen candidato, sentirse libre. Hoy estar en un partido es estar secuestrado por ideologías. Yo creí, como se creyó antes: que tienes el derecho a la práctica del cross-filing, y aunque.el cross-filing fue abolido en 1959, pienso que no debe ser; pero un buen candidato se puede quedar sin los votos de un partido, cuando hubiese podido ganar con los votos si al mismo tiempo estuviese en uno u en otro. Ahora en los partidos, uno es un preso. Un partido adopta una plataforma anti-inmigrante y eres, prácticamente, chantajeada a seguir esa postura por razones de una estúpida fidelidad programática. ¿Crees que Mrs. Rosie puede ser una buena congresista, que es lo que quiere ahora, cuando es cómodamente una soplona que ventea lo que su partido le pide, cabildera a pie de letra de lo que incluso ella ni quiere? Entonces, ocurren cosas como éstas. Ella va ante el Comité Republicano, a las juntas del GOP de mi distrito y les dice: A esa vieja gorda no le den dinero para ninguna campaña, siquiera para un escañito en la Junta Escolar, porque la gorda cree en el aborto y dice que Reagan es el causante de que haya 800,000 pandilleros dispersos entre 2,500 comunidades, esencialmente en área urbanas?»

«Realmente, ¿hizo eso?»

«Lo hizo delante de mis narices. ¿Y no víste como me quitó el premio? Iba yo en camino de ser la Educadora del Año y me echó toda mi plataforma abajo; yo sólo dije lo que pienso. Que el dinero para ayudar a tantas niñas que abadonan la escuela porque están embarazadas y no desean al hijo existe. La misma mujer, candidata al Congreso, que cree legítima la pena de muerte me llama criminal porque pienso que un feto es... y perdóname el término, un renacuajo, un embrión, de lo que, sin amor, será un delncuente. Ella prefiere que se forme el pandillero para después condenarlo a la inyección letal, cuando ya haya matado a dos o tres... y yo, perdón, excuse me! What you're trying to do, my dear?... Pues deja que te diga, Gustavo, que es lo que ella hará... Sumar, a la larga, más miembros a las 30,000 pandillas».

Gustavo no puede creer que la Síndica / a quien miraba sospechamente en compañía de Rosie / urdiera para que no se le premiara. Y fue como «uno de esos golpes de mala voluntad» con que gánsters se combaten entre sí. Gustavo alza los ojos. La mira porque él ni habría sospechado que Miss Meteoro acusación tal saliendo de sus boca. Ni que Miss Catara fuiera quien motejara como gansteril a mujer como Rosie. ¿Cómo? si se trataban como amigas, buscándose, o acudiendo a rumbos selectos por las élites de los anglófilos racistas y excluyentes de Newport Beach, Irvine y las Ciudades Más Ricas, que son de exclusivo dominio republicano. En tales círculos, fungen como la crema y nata de las pretendidas Damas Republicanas Latinas y, en realidad, resultan a la postre como fantasmas de pordioseras coladas entre el mujerío. Creen que en tales reuniones crecen como activistas que representarán sus comunidades. Mas, con ellos, se aislan, con la imagen se engañan.

Miss Meteoro no tardará en volver con Rosie. Ambas son de la misma factura moral. «Cultural beings in denial», piensa Gustavo. Hoy estuvo muy lúcida; salvando su comentario paranoico de que el «hijo del guerrillero», «el que atacó a Phllips, el maestro de Educación Física», debe ser expulsado. No quisiera dar la mayor importancia a su premio. «Me quitó un premio de las manos».

En su asueto, la educodora ha puesto a las chamacas de las escuelas en un nuevo temario. Esto sí lo halló interesante. «Ellas serán madres solteras y no se beneficiarán de la Federación. Un aborto a tiempo bien que podría impedir que sigan en el chantaje que los cholos les hacen, o crezcan ellas mismas como pandilleras, o tengan hijos indeseadps».

Para desquitar el coraje que tiene, Miss Meteoro dice que, desde que se fue el buenazo del anterior Superintendente, en la junta de síndicos quedaron campeando por sus respetos unas mujeres resentidas, «hijas de soplones». Gente que hace tronar chicharrones foráneos. Son las bobas, ingenuas y acríticas, soplapotes de Reagan. Comunicador de Necedades.

Gustavo investigó mayéutica y discretamente lo que ella dijo y sacó en claro que lo que realmente quiso decir sobre Rosie es que mentalidad de guerrillera «contra». Es un engendro como los creados por Reagan. Gente que ha venido a los EE.UU., dizque que porque huyen del comunismo; pero que han sido sacados de las «Listas Negras» de los soplones centroamericanos, no porque sean ovejas santas, en favor de la democracia. «Sólo a los soplones se les corta la lengua».

«Creí que eras simpatizante de Reagan», Gustavo insistió con la pregunta. «¿Cómo crees que voy a ser pro-Reagan si él fue quien creó la Mara Salvadoreña? El fue quien alborotó la stuación con sus equivocadas políticas centroamericanas. Y ahora el 70% de los pandilleros en El Salvador, todos formados y entrenados aquí, en California, en los años 80, hicieron mucho daño. La Mara 13 en el Sur y Los Angeles, la MS 14 en el Norte».

Miss Meteoro cree que la mayoría de las 30,000 pandillas que hay en la nación estadounidense, si bien ya las hay en los 50 estados, prinicipalmente, operan en el Sur del Estado Dorado. «Son el legado residual de Ronald Reagan y su aliados, los soplones».

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1. Preámbulo / 2. El Estado Dorado y Exitoso / 3. ¿Cuál es «El divino tesoro»? . 4. La cazapremios que vive entre ratas / 5. La llaman Meteorito o La Gorda / 6. «Usted es un progresivista, no un trascendentalista» / 7. Dos papas podridas / 8. El certificado de defunción / 9. Un demonio vestido de santito

Gustavo, el maestro / Frag. 9 y 10


9. Un demonio vestido de santito

Como Gustavo, el profesor Phillips tuvo una vez que evaluar si vale la pena quedarse en una escuela donde la directora, junto a su grupo de administradores, piensa que su vida debe ponerse en riesgo, como la pone el soldado, bajo órdenes del Alto Mando. El no es un soldado, a; meno, no uno como son otros dizque patróticos estadounidenses, a quines se festeja durante el «Memorial Day». El es un soldado que nadie festeje y que no va armado a ningún lado. El lenguaje, las artes persuasivas y la paciencia son sus armas.

Phillips cree en el lema: «Mente sana en cuerpo sano». Enseña educación física, salud y deportes. El da el ejemplo. Es un atleta, ágil, experto en una o dos corrientes de artes marciales. Por su altura y rapidez, destacó a nivel colegial como baloncelista. Ha podido, si siguiera los bajos instintos de la ambición, ser hombre rico. Asociarse a las empresas, la publicidad, el deporte profesional en distintos campos. El circo de los estadios recauda más que las escuelas y da salarios millonarios. Pero Phllips es un patriota de los que no necesita el «sacrificio supremo» de los riesgos y la muerte. Su deber está con el alumnado: verlos ejercitarse sanamente y, por fortuna, Santa Ana H.S., «Home of the Saints», en los tiempos en que Gustavo y él, enseñaban allí, tenía las mejores oportunidades para ese vínculo ético-pedagógico con los jóvenes. Allá, en el Oste de la Calle Walnut, junto a los educadores, Scott, Jason y la directora de la Oficina de Atletismo, impartían los cursos cursos diseñados para que el estudiante adquiera el conocimiento del «Bienestar», esto es, niveles óptimos de salud. Algunos estudantes hasta diseñan su muy personal programa de salud, mas es el educador Phillips quien más conscientes les hace ante la resistencia cardiovascular de cada uno, la fortaleza de sus músculos, la flexibilidad de la composición de sus cuerpos y enseña las actitudes apropiadas ante la nutrición, así como habilidades y valores de apoyo al bienestar, la eficiencia y expresividad de los movimientos posibles del cuerpo, la autodirección y confianza.

En el parque al aire libre, o en la cancha Bajo techo, Phillips es hombre importante. Quien tiene aptitudes para entrar en clases deportivas y, sobre todo, en los equipos de SAHS, es porque la carta de recomendación de él da el visto. No basta ser grandullón, físicamente imponente, aparentemente saludable; para que a los ojos de un experto, como Phillips, no quede sin cotejar la lozanía o transparencia de espíritu. A él le gusta el lema, o motto, de la escuela: «Hogar de los Santos» y «Whatever it takes for student success», cualquiera sea el valor y sacrificio necesario, para sacar ese santo de la pasividad y transformarlo en motor activo del cuerpo, Phillips lo hace. Lo mismo Gustavo, quien le dice: «De ahí mismo parto para rescatar el héroe interno, el trascendete espíritu, dentro del cuerpo del alumno. Hay que pensarlos santos, internamente. El más importante momento de sus vidas es cuando uno les muestra la santidad, la divinidad verdadera, que puede estar escondida entre los huesos, en lo profundo de las vísceras».

«Has de saber que no todos los alumnos son santos en SHHS. O no quieren ver esa parte de sí tan fácilmente como otros, que son la mayoría», corrige Phillips. «Hay estudiantes que son sangüijuelas. Se quieren montar al cuello del maestro. Picarlo. Los peores son los que con su ponzoña son infecciosos como el virus. Son moscardones molestos, o mosquitos Aedes aegypti... Los mosquitos, esos aedes aegipti que yo llamo 'etíopes del carnaval', porque arribaron en barcos negreros de los viejos esclavistas al Brasil, son inteligentes. Cuando atacan ni siquiera los notas».

«Ah sí, Phillips, oí que comentaban que regresaste de Brasil. Te fuíste de carnaval en vaciones».

«Debíste oír muchas más cosas porque yo no sé quien es más mitotero en esta escuela, si los alumnos o los maestros. Yo me fui para olvidarme un poco de los etíopes de carnaval, porque aquí en SAHS me hallé con uno. Se me colgó al cuello y me quería asfixiar. Ese no era un santo; pero, como todos los Aedes aegypti, contrario a otras especies de santos en silencio o mosquitos buenos, es muy inteligente. Ha vivido en el sistema y aprendido muchos de su víctima, el maestro o la escuela en general. Entre estos alumnos agresores del maestro, uno me halló, antes de que me fuera a Brasil. Se me echó encima, Gustavo, y la cancha de baloncesto había uno o dos colegas. No sé si se hicieron los que no vieron lo ocurrido. En fin, yo agarré al muchacho por su antebrazo. El me tenía, casi asfixiado, estrangulándolo por el cuello, con agarre terco y, como soy más fuerte que él, me lo quité de encima. Aproveché mi conocimiento. Sólo le pegué un puño en las narices cuando, por más que le dije, te voy a reportar a la Oficina de Disciplina, no hizo caso.Es cierto. Volvió a avalanzarse contra mí. Le dije «insecto, quita ya». En realidad, no estaba profiriendo motes racistas, sino reconectado conceptualmente con la biología, con la antropología cultural, y pensaba sobre el Aedes aegypti, el mosquito que vino en los barcos de los traficantes de esclavos hasta Brasil durante los tiempos coloniales... Y, es cierto, tenía coraje porque, yo le he explicado a Julie, la hoy directora, a los asistentes Tom Hummel e Isaac Estrada, lo que pasa con ese muchacho...»

«Sí, me dijeron que te atacaron; pero que te quieres ir de esta preparatoria. ¿Qué? ¿Te rendíste?»

«No es que me vaya del Distrito. Ni que me vaya al Brasil. Finalmente, regresé y me quedo en el DEUSA. No huyo y nada debo. Yo que puse a los directores a temblar cuando les dije: «Ustedes que me ponen una acusación, o querella por maltrato infantil a un estudiante, y yo que demando a esta preparatoria y al distrito y les saco más de un millón de dólares».

«Me alegra saber que te quedas en el Distrito. ¿Se queda el estudiante?»

«Por mí que se quede. Lo que yo hice contra él no es personal. Yo le he dicho a muchos 'saints', que hoy están en los equipos de lucha libres, baloncesto o en la Unidad de N.J.R.O.T.C., que ellos siempre pudieron estar ahí, tal vez no desde el primer día que lo quieran, pero cuando dejen las drogas y las malas mañas... Es la filosofía de la mente sana para el cuerpo sano. Estos etíopes de carnaval, alborotoros inmigrantes, se sienten danzantes y no saben bailar todavía. Están mal coordinados, exterrna e internamente, mala su mente, mal el cuerpo. No se le podría pedir, en ese instante, el crecimiento de niveles de competividad y la disciplina que exije un deporte... Ese chico me atacó por la espalda, como un criminal, y esa mente es capaz de llevarla a la interacción con otros alumnos, si yo me arriesgo a decir, adicto como eres métete al equipo, te recomiendo.... No. Yo lo que le digo: «Mira, mosquito aedes: aprende primero acerca del dominio propio, confianza en tí mismo; luego, autodirígete a una meta que no contenga ese Latin onslaught. Ese es el virus de ese muchacho guatemalteco... El se comporta como un mosquito y yo estoy entrenado para oírlos y sé que son inteligentes, que son verdaderos demonios camuflejeados de santos... La mosquita Aedes, por ejemplo, se hace la mosca muerta. No oirás nunca ese zumbido («humming' sound») molestoso de los bichos que vienen a picarte... Diablos que son no baten las alas para producir ese zumbido que de no acallar despertaria al que duerme más profundamente... y él vino así, como moscardón; o mejor, como la hembra de Aedes, con vuelo veloz y aquí la inteligencia que hay hasta en el insignificante mosquito, atacó from below or behind, usually from underneath desks or chairs and mainly at the feet and ankles. Y, quería atacar mi rostro y que no le diera un manotazo. Había alertado a sus hommies que me haría algo en la cara. Que estuviese pendientes para ver a Scar-face Phillips, pero, mi manotaso es más rápido que los mosquitos que pican la cara y, por veloces en su vuelo, huyen. Mi puño vale un millón de dólares y si el muchachito, por su edad de 17, es el que el sistema escolar del Distrito quiere proteger, okay, Gustavo, que lo haga; pero que antes me pague un milllón de dólares... y la verdad esque los insectos quedan, sin una bofetada que los pueda castigar en tu mejilla, porque los maestros ponen muchas veces las mejillas para los insultos de los santos vestidos de cordero... No todos son santos, ¿entiendes? Hay etíopes de carnaval que la única manera en que dejan de ser veloces, very fast in flight es cuando se hartan de la sangre de los santos. Entonces, el cuerpo les pesa. Son tardos y perezosos. Mosquitos que se puen matar porque son lentos; pero antes hicieron muchos daño, picaron a muchos maestros muchos estudiantes... A este candidato, portador de fiebre amarilla, de infección de terquedad, dengue de corrupciones, me lo hallé «gorged with blood»... Temerariamente, me quiso matar por la espalda. No tenía una pistola; pero, tenía ese virus que los hace peligroso, dengue hemorrágico... yo le dije: «Si no te vacunaste contra el flú, o la fibre del dengue, házlo. Si es que ya lo hiciste y la apariencia de esos ojos y esa nariz se deben a otra cosa, estás en drogas, muchacho. Tienes que dejarlas si que quieres entrar al programa de cadetes. Esa unidad de N.J.R.O.T.C.»

El alumno le había dicho que quería ser un «patriota americano»; representar los valores de ciudadanía y servicio a la Nación Más Rica del Mundo. Esba muy frustrado que no se le creyera que es ciudadano estadounidense por nacimient. Sus padres son quienes aún no son ciudadanos. Su padre llegó del El Salvador («¡y qué pendejo es mi padre, en vez de casarse cuando vino con una mujer que fuese residente legal, o cudadana, se casa con otra pendeja indocumentada!», se queja. El tiene mucho miedo ya que recientemente el electorado del Estado Más Rico, el estado de Pete Wilson y Gray Davis, aprobó hacerlo a él más pobre. «Que no me permitan ni agarrar mi diploma de prepara, que no se me ofrezcan servicios de nada en un hospital o en ninguna oficina pública. Negarían mi licencia de manejo. Buscarían que no tuviese empleo. Que a mi jefita no le den ni cupones de alimentos... y ahota, en la escuela, pido ayuda y no me la dan. Y yo daría la vida por América USA, sólo que necesito ayuda ahora para entrar a la Unidad de los Cadetes...»

Al chico le explican que en la Unidad de N.J.R.O.T.C. que la preparatoria tiene, hay diez principios de liderazgo, que en él están dormidos o tal vez ni existen. «Te falta pasión», le había dicho Phillips. «Estás en la escuela y todas tus calificaciones, aún en esta clase de Salud, sob bajas. Parece que em nada de lo que haces es pasión. Te puedo aprobar en esta clase; conoces el material, cumpliste con aprenderlo; pero no con aplicarlo... No te presentas impecable. No te he visto que coqueas, in franganti, en mi presencia; pero, las ojeras que traes al salón te delatan. Tus ojos no son impecables y te vistes como guandajo... Quien convenza a su maestro de que es estudiante íntegro, con sentido del deber, con pasión, con deseos de hacer las cosas, con desesinterés y en beneficio no egoísta, sino por el bien de grupo, todo lo haría impecablemente, hasta el ponerse los shorts. Y tú no has tomado el cuidado esmerado, que me convenza de que ahelas liderazgo en esta clase... Oye, no interrumpes, porque te inspiro poder y te puedo callar, a las buenas o a las malas. Tienes miedo y el miedo no es respeto ni autoconfianza... Sigues en el consumo de cocaína. No sabes planificarte. Ni eres leal a la escuela ni a tu casa. Te vas mucho de pinta y, cuando estás bajo el efecto de las drogas, me lo han dicho otros maestros, hablas muy mal sobre tus padres... Eso no es lealtad. Ni un claro indicador de que harás servicios desinteresados... El primer servicio sería que demostraras a tus padres que les amas, que les darías algo porque te dieron la oportunidad de nacer. «Give back something to them». Mas maldices tú la hora en que nacíste, born out from dos pendejos... Es lo último que dijíste borracho... Ningún profesor ni policía gabacho tendrá que insultar a tus padres, o a tu hogar, o a tu persona. Lamentar que seas mal hijo. Tú, a menudo, lo haces cuando estás bebido y bajo el efecto de la cocaína... y, aún así, me pides, que sea flexible, que sea yo quien escriba una carta laudatoria, como si fueses impecable, leal, perseverante, planificado, resolutivo... y no lo eres. Aquí está la verdadera ayuda que te doy. Grábate ésto que te digo. Utilízalo como un recordatorop en beneficio de tí mismo. La Unidad de Cadetes de ROTC no te necesita para nada. Serías allá y ahora tan mal cadete, como mal estudiante eres en otras asignaturas... Te voy a escribir una carta, a ver si la guardas: Deja las drogas. Comienza a respetar a tus padres. Planea y persevera».

A final de cuentas, la negativa de Phillips, la carta que no le escribió, haberlo comparado con un listo insecto como el Aedes aegypti y con el etíope de carnaval, llenaron de ira al muchacho y una tarde, de pinta sangri-gorda, voló hasta la cancha de baloncesto. Delante de quien sea, se propuso matar al educador. Lo atacó en la cancha

«Yo no me iba a dejar», aseguró Philllips. «Hice defensa propia; me lo quité de encima porque me estaba asfixiando... y para mi desaliento y dolor, la dirección escolar se puso de su parte. Es un menor de edad, pobrecito el salvadoreño, el mexicanito al que el gringo abusivo, lo calma a puñetasos. Lo sé... pero es un demonio, vestido de santito. El me atacó primero. Me estaba estrangulando y allí, dos admnistradores, alumnas de testigo, y el insecto haciéndose la víctima, no el victimario».

10. Las sociedades calientes y la ilusión expansiva

En su casa, él abrió una ventana que sólo permitía ver una verja pintada del color de roble, con trenzados de metal. Al menos, abierta la ventana hay brisa ventilda hacia el interior y se hace agradable preparar sus planes, corregir pruebas y leer los Jounals entregados por sus estudiantes. Inspira una sonrisa suya algunos experimentos poéticos que encuentra. Para muchos, el estudio del español es una experiencia de ritmo y rima. La sonoridad musical del lenguaje los seduce. Se han formado en el inglés; son hablantes, hispánicos de segundas y terceras generaciones, así como adolescentes anglosajones, quienes se topan con el aprendizaje del español como un requisito más para graduarse.

Este es el idioma que han decidido descubnr. Tienen la opción de aprender francés, o alemán; pero eligen lo que parece un idioma creciente, más fácil de entrar en contacto con él y la cultura que se le asocia. En el Sur de California, el español se ha convertido en vivamente indispensable y los niños que saben sonreir, al aprender, y no son hablantes nativos del idioma, hallan que con el español se canta, se dibujan rimas y ritmos con sus tiempos verbales, que el pasado suele ser agudo y el presente llano y que los sonidos estrújulos son más difíciciles y retadores que los gerundios; pero, al final, más fascinantes. Se construyen musicales trabalenguas. El ritmo esdrújulo de las articulaciones más que un desafío de comprensióm de la gramática es un arte.

Gustavo ha mermorizado los rostro de algunos de los «raperos» en el salón de clases. Juegan con sonidos del español; hilvanan rimas sobre asuntos de su vida cotidiana. Aprueba, con placer, algunas chistosas construcciones. No son niños, con fines de ir a la universidad; no son prospectivos colegiales, alumnos de honor; pero, saben apreciar algo del español que aprenden. Festejan, con sus composiciones, la musicalidad y el arte a que el idioma se presta. Son ellos quienes dicen que los idiomas orientales, por monosilábicos, son monótonos por igual; otros, requieren un esfuerzo de pronunciación muy grande, hablan así, con choteo mimético, del alemán y el ruso.

De momento, se acordó de La Shakira, uno de los alumnos. «Gay» declarado, al que sólo se le reprende cuando olvida el código de vestimenta de la clase. Debe vestir como varón, no como hembra, cuando asista a la clase. Lo de «loca», o sus muchas alharacas, ya nadie se lo quitará. Cuando se despluma, es histriónico; lo fue el antiayer, cuando se preparaban y se asignan los journals. Lo fue ayer, con su defensa de la musicalidad inherente a los poemas, en cuanto piezas de lenguaje. La Shakira defendió algo que está presente y sugerido en el acento, en la voz, en el grito o gemir de la gente semita, sean árabes de Siria o del Líbano. «No sé cómo llamar a eso; tiene que ver con la sangre que corre por las venas. Está en Skakira, la colombiana; está, en todas las cantantes, o bailarinas de flamenco; a mí me gusta y no sé lo que es».

En cierto modo ya inquieto, entregado al quehacer rememorante por sus niños, Gustavo buscó la carta otra vez. La metió en el fajo, de tres o cinco hojas del «Journal» de su alumna «Niña de Guatemala». La ha motejado así, en honor a José Martí, al considerar un poema que éste dedicara a María García Granado en fecha de 1891. Le ha enseñado los versos que la aluden:

Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

La Niña De Guatemala, «María», le había explicado Gustavo a su alumna, fue hija de Miguel García Granados, Presidente de Guatemala en 1871. Para 1891, uno de los jóvenes e intelectuales que llegó a visitar la casa de este expresidente fue José Martí. «María debió querer mucho al poeta», comentó la estudiante, y Gustavo añadió. «Y José a ella. En el poema, recuerda el beso de despedida. Le besó la frente; pero dice; 'era su frente, -¡la frente / que más he amado en mi vida!' .. Cuando él se va, ella decide ahogarse, el suicidio».

La Niña de Guatemala que Gustavo ha conocido, nacida en la región de El Quiché, dibujó una despedida en una tarjeta. Es una carta cariñosa para Gustavo poque se regresó, con urgencia a su pueblo centroamericano. Alguien querido ha muerto en su familia. Parece que ella dijo que uno de sus tíios fue asesinado. La noticia flotó por la escuela; pero, no hubo tiempo de saber más. Dejó de ir, hasta que un día trajo la tarjeta, donde pintara a un hombre guatemalteco, con su vestidura típica.

Como en su Journal, la única entrada que presentó, esta tarjeta indicia a una estudiante sobresaliente. Caligrafía esmerada, ortografía aprendida, buena acentuación y para escribir como ella lo hace, con ideas organizadas y cada vez más precisas en la exposición, desarrollo y conclusión, dispuso de interés y dedicación. Sólo así se comprende que su «Journal», sea uno de sus favoritos. Se lo iba a devolver; pero no regresó por él y ha decido conservarlo como un recuerdo, junto a la tarjeta de despedida. La habría besado en la frente, como Martí hizo con su propia niña de Guatemala.

Después que informa en pocas líneas, que el muñequito que dibujara representa a un guatemalteco, a que le puso el nombre de «Gustavo con traje típico y sombrero» menciona que lo ha vestido con su pantalón básico de lana, con el estilo de cuatro tiras. Ha incluído por accesorios: banda, saco, ponchitos y rodilleras. La camisa es descrita, con sus puños y cuello, bordado con un adorno popular, en acorde al pueblo de procedencia.

La Niña de Guatemala de su clase, a quien le habría gustado que se quedara en su clase, verla descollar, semestre tras semestre, presenciar el día que se graduara, ha sido la mejor que ha tenido. A su mente en formación, tan juvenil, ha reconocido como la más creadora. Fue su mejor alumna en casi un decenio. Otros maestros tienen el privilegio de tratar con los porcentajes de alumnos sin la presiones de estatus, como sucede en Mater Dei H. S., la prepa de la élite en la Ciudad de «Uncle Billy», la jacaranda y los sicómoros. Estudiantes ricos de privvy que, distinto a la Niña de Guatemala, la nacida en El Quiché e inmigrada a Santa Ana, han tenido que defender el rayito de luz que les sonríe. Quisieran quitarle hasta el lengua, donde mamaron las primeras palabras. Sea en español o en inglés, han querido quitarle hasta los héroes y modelos a seguir.

Cuando tuvo la oportunidad para decir qué siente, la alumna del Journal juntó la información, la organizó y elaboró conclusivamente. «Mi preocupación y enojo es que le quieran quitar el Premio Nóbel de la Paz a Rigoberta Menchú. Sus enemigos la hacen pasar como una mentirosa, que no se merecía el premio».

Le impresionaría de su escrito el tema y el nivel políticamente conscientivo que la alumna tuvo a los 17 años de edad. Gustavo opina que, idealmente, un@ adolescente que salga a los 18 años de la prepa, requiere su formación cívica básica. Debe tener el mínimo de responsabilidad social, siendo que, por ley, cumple la edad para elegir con su voto a funcionarios públicos. No es cosa de sonreir si se observa la imbecilidad como norma. Los mismos ciudadanos adultos se perpetúan políticamemente inaptos. Gustavo podría salir a la calle y preguntar a la gente: ¿sabe alguno quién es Rigoberta Menchú? ¿Saben de la Guerra Civil guatemalteca que 1960–1996, diezmó a ese pueblo?

Por eso, hay tantos guatemaltecos en este sur californiano... Pocos sabrán sobre lo que pregunto; porque, en una nación con los progresos en las comunicaciones como ésta, a más comunicación más sordera intelectual, más miopía ante el conocimiento, más aislamiento y confusión. «A la gente, una vez que se viene para acá, el país que dejó no les importa; unos, porque quieren enterrar el pasado. Esa es gente caliente y gente que calienta, que deja enojos en el país del que salió».

La niña de El Quiché escribe que los «hombres calientes» o todo lo convierten en ruido, o todo en eco. Lejanos ecos que disuelven el mensaje hasta la nada. Gustavo está impresionado con la idea que ella desarrolla y la terminología tan nueva e insospechada. En «hombres / grupos / sociedades / calientes», parece que mete a toda persona, no importa edad ni sexo, etnia o estatus social, que contribuya a la calma y la armonía. En este grupo de los «calientes», incluye a los que hicieron que sus padres dejaran su país. Menciona esta época en Guatemala tal como oyó a sus padres referirla, la época de «fusiles y frijoles». El gobierno de Ríos Montt formó patrullas de autodefensa civil, a la que llamaban PAC. En teoría las PAC debían ser voluntarias; pero no lo eran y, en el Norte, donde había más gente caliente, sea de la gente caliente en las guerrillas o la gente caliente en el gobierno, se reclutaba a la fuerza. Se quiso polarizar, militarizar y extender fusiles por todo el país. Difícilmente, llegaban los frijoles. La prioridad fue dar armas y tener un compromiso, demandado por el gobierno, de que como familia se está dispuesta a matar comunistas y guerrilleros. Tener un fusil del gobierno, de la PAC, y unas garantías de que sólo lo usarán contra comunistas, en defensa de la democracia.

El padre de la niña de Guatemala era frío. Siempre dijo: «No hay que matar a nadie; sólo dedicarse al trabajo. No me tienen que dar frijoles; yo cultivo los míos y me los como en paz, junto mi familia en mi casa; yo ni creo en guerrillas ni me meto con nadie». Con esta filosofía ha vivido, la familia de la alumna. Ha confesado en el Journal que hizo para Gustavo, que cuando ella cumplió casi 4 años, su padre tuvo que emigrar. Las tropas de los calientes, los predicadores de «fusiles y frijoles», legaron a su casa a exigirle que tomara el fusil.

Entonces, él dijo que no necesitaba el fusil. A los calientes se le metió en el entrecejo aquel «No». Tarde o temprano, es el declaración de represalia. Se firma la pena de muerte. En 1984, con miles de sacrificios, la niña de Guatemala y su familia se establecieron en la Ciudad Más Pobre del Condado Már Rico. No les dio tiempo a vender nada. Inmigraban para huir, sin deber nada, sólo que no dijeron: «Sí. Queremos fusiles y frijoles de la PAC». Por fortuna, no fue mucho, materialmente dicho lo que la familia dejara en Guatemala. No eran terratenientes ni siqueira medianos propietarios. Gente fría, de paz. Ha sido triste porque ellos amaban sus campos, su país y a vecinos que se hicieron amados porque son «gentes que armoniza, gentes de los fríos». Los fríos han nacido en medio de las barbaries y, aún así, no matan a nadie. No participan, no polarizan. Dialogan, es cierto, y dicen que no a las armas; pero no quieren sumar a la destrucción, como Ríos Montt que en su breve presidencia, con el embeleco de la PAC, condujo el período más violento del conflicto de 36 años que desangró Guatemala.

«Una pregunta en la escuela, entre los vecinos, si alguien sabe sobre lo que ha pasado en Guatemala desde que me fui y ninguno informa nada, o quiere decir cómo van las cosas allá. Cuando alguien como Rigoberta Menchú, quien es de mi misma región de El Quiché, pero indígena de Laj Chimel, opina e informa, la tratan de callar, o la desmienten, o la llaman mentirosa».

A la postre, el mundo entero sabe que casi 200,000 civiles murieron y que, en su mayoría, fueron indígenas desarmados. Los mataban porque son presuntos guerrilleros izquierdistas y las armas de esos Escuadrones de la Muerte las dio el gobierno. Y, junto con fuerzas militares y paramilitares, cometieron una masacre tras otra, desapariciones forzadas y torturaron a gente fría, no combatiente, ni guerrilleros, sino gente que no tiene otra ambición que la paz. «Que los dejen tranquilos». Que los militares del gobierno se lleven su programa de PAC a otro lado y sus religiones. Al parecer, para quien dice que Ríos Montt es el jefe de los grupos «calientes» y sus «generales», ejecutores de violencia, la Iglesia y el evangelismo es parte de esa corrupción que viene de Ronald Reagan. Cuando el general Ríos Montt tomó el poder de Gatemala, a través de un golpe de estado contra Romeo Lucas, se recalentó la calentura con la «Iglesia de la Palabra», una secta de evangélicos. «Gente caliente de los evangélicos». Y esta cosas que sucedían, al año de que ella naciera, la intrigan. A uno o dos años de llegar a los EE.UU., a su padre le regalaron el libro Me llamo Rigoberta Menchú y así nació mi conciencia. Para escribir este Journal, ha tenido que oír que su padre que lo ha releído muchas veces y lo tiene como una Biblia, como un eco de la consciencia.. La manera, como su padre, ha trabajado para que la niña de Guatemala conserve el español, al tiempo que aprende inglés en la escuela, es leyéndole a la indita maya K'iche, que es Rigoberta. Quiere que su hija sea perfectamente bilingüe. «Cuando hable el español, que lo hable bien», la aconseja y un día, le ha dicho, espera que ella escriba un relato como el libro que le vino leyendo, escrito en 1983.

«Ese año de 1983, antes de leer el libro, dijo mi padre que lloraba mucho; porque él nunca conoció a su país libre, o en paz, y se iba a morir sin verlo. Tenía que salir, con su esposa y su primera hija, y si llegaran a tener suerte, vendrían vivos y sanos a los EE.UU... 'Empezaré este Journal con la misma frase con que Rigoberta se presenta en una biografía. Me llamo Rigoberta Menchú y así comenzó mi conciencia'. Cambiaré su nombre por el mío; pero diré las mismas cosas; porque las que ella dice son las mismas que dice mi padre, aunque él no es un indio k'iche-maya. Estoy seguro que él no miente. Quiero hablar sobre cómo es la gente fría, que es la que me gusta, y quiero hablar sobre la gente caliente, que son las que encienden las guerras y se gozan en el sufrimiento del prójimo mientras dicen que llegan al poder por la voluntad de Dios».

Esto alegó Ríos Montt, el dictador, apoyado por la administración de Ronald Reagan de los Estados Unidos. ¡Qué educación tan diferente, desde su hogar, le dio su padre a la hija, comparada con la que recibiera Mrs. Rosie! Al padre de mi alumna guatemalteca, lo llaman a decirle que en Guatemala la gente caliente sigue matando a sus familiares; a Mrs. Rosie se le anuncia un premio «Educational Excellence Award» por un Concilio que premia el liderazgo de las Juntas Educativas en California. Sin embargo, de niña, Rosie debió criarse de forma muy diferente a la niña de mi clase. Y su padre debió ser uno muy diferente al que la alumna evoca en el Journal.

La educadora Rosie habla sobre sus estudios como alumna de honor en la prepa y en el colegio. Se graduó de Biola University, dizque Cum Laude, en Ciencias Sociales y con una subespecialidad en Historia Latinoamericana. Presume una Maestría en Liderazgo Organizativo y que ha creado una Comisión sobre la Juventud en el Condado de la Naranja. El padre de mi alumna la conoce. Le dijo en 1992: «Usted, que es guatemalteca y sabe cuánto ha sufrido nuestros país, ahora que ha sido galadronado con el Premio Nobel de la Paz y nos llena de orgullo, por su trabajo a favor de la justicia y los derechos humanos, hagamos que informalmete nos hable. Ayúdenos a traerla a esta ciudad; démole un homenaje, una carta que la felicite y anime. Grupos guatemaltecos de Los Angeles están haciendo lo mismo».

Y el No vino rotundo, con visos acusadores. Ella fue designada por el Presidente George W. Bush, Jr. a la Comisión de Casa Blanca que decide quién es adulto o joven meritorio y que hispánico debe ser tema, o conferencista que se invite a jkuntas escolares, foros comunitarios, reuniones con miembros de Gabinete, a niveles locales o regionales. Le presumió su poder a aquel padre campesino de El Quiché... Dijo que ha crecido. Cuida la imagen y con quién se vincula. Está bajo la lupa examinadora del grupo Asesor del Congreso RENEW y del Comité Central del Republican Party, «y usted comprenderá que 'I am a very vocal opponent of Communism; I learned that Mrs. Menchú is a leftist proxy. My father's cousin had his tongue cut off and was shot at the firing squad by the Communists». Pues, ¿a quiénes servían su padre y su primo? porque Guatemala, desde el '60 estuvo en guerra civil y al mando de tiranos... «I mean, I cannot help on this issue».


El no fue rotundo. Y el padre dijo: «Bueno, por lo visto, usted también caliente. Dejó allá la gresca encendida y se fue a expander sus horizontes». Mrs. Rosie pidió que él no tenga una mala impresión. No precisamente es que ella simpatizaría con Ríos Montt, «uno que anuló la Constitución de 1965», disolvió el Congreso, suspendió los partidos políticos y anuló la ley electoral. Admite que fue un dictador; «but, see... I' am a real-new born American Guatemalean. I came from that hell when I was a six-year old girl». El no fue tan rotundo que dolió cuando dijo: «Yo no tengo nada en común con Rigoberta Menchú»; y el padre de la niña, según consta en el Journal, le dijo: «Pues, yo sí. Lamento haberle quitado su tiempo. Creí que usted era de Guatemala; pero usted es del Limbo, señora».

Saturday, May 22, 2010

Dice Gustavo, el maestro / novela

1 al 19

20.

Le habría gustado que un inmigrante, como el padre de Fa, hubiese sido invitado a la Century H. S. en los días en que la película «The Beautiful Country» causaba furor en el Condado de Orange. En esos días, Fa se sentía feo, «the ungliest boy in the whole world», aunque fue admitido a The Beautiful Country, no al país de la ficción, sino a la nación real.

El año 2004, cuando se presentó la película, fue significativo por muchas razones. Gustavo, en la sesión que aprobará sanciones y expulsiones en la escuela, ayuda en el examen de algunos hechos antes de que se expulse a Fa. Discuten un perfil sicológico a partir de la fecha de agosto. Primero: en 2004, murió la que fue la personita bella en el mundo de Fa Boulon. El luto tuvo al alumno extremadamente susceptible. Y, ¿cuán fría, afectivamente neutral, puede ser una escuela? Pasó una semana sin saberse y, cuando se supo, fue porque Gustavo, «el entrometido», fue y lo dijo. Hay que firmar una tarjeta de condolescencias y decir simbólicamente: la Century simpatiza con la pena que embarga a la familia de Fa Boulon, aunque sólo tenga cuatro días de ser alumno en el campus. Ni Fa tiene un solo amigo en Century ni su padre más familia que él en los EE.UU.. Son dos laosianos anónimos.

Según pasaron los días, Fa agradeció el gesto. Significaría que la escuela no sólo se identifica con los mexicanos, que son el 93% del estudiantado. En el Condado, o más bien, en toda la nación, la producción cultural y musical destacó un tema que afectó directamente a Fa Boulon. Muchas escuelas comenzaron a planear Semanas Culturales de Homenaje a los Asiáticos-estadounidenses. En Century H.S., son el 5%; «pero eso no importa, la mayor parte de los gringos, al parecer, dudan que los hispánicos sean caucásicos». Hasta el mismo Fa, se da cuenta cómo en la escuelas, en las oficinas públicas, privadas y religiosas, no hay seres humanos, sino listas de estadísticas y nomenclaturas.

El tema de la ley «Amerasian Homecoming Act of 1988» se ha tocado en la prensa, por de pronto, y por cualquier razón, hay que citar lo que diga un vietnamita. East Asian Week... y todo, por «Mrs. Saigón» que está en las carteleras... ¿Cómo ha de ser ésta escuela? Hay necesidad de hablar en siete diferentes idiomas. Fa Boulon es privilegiado. Se puede comunicar en casi todos ellos, pese a que él pertenece, si se le clasificara, en el grupo del 5%.

Y leyendo sobre estos temas, el mismo Fa se planteó si una visa para laosianos tan feos como él y su padre se diseñó alguna vez y no lo sabe... O si la visa lo benefició fue solo para vietnamitas con genética anglocaucásica. A su madre, «Polvito», le dieron una visa y ella es la única mujer linda que había en su familia. Tíos, o parentela más lejana de Boulon, ha escrito alguna vez pidiendo que su padre interceda, con amstades, para inmigrar también a los EE.UU., y le dicen que no. Ya pasó el dolor y la pena por Vietnam e Indochina. Dornan lo dijo: «Este fue el último pataleo de Mrs. Saigón en la cama de Bill Clinton».

Una visa que sólo tomó en cuenta la apariencia para decir: «Bienvenido a Norteamérica», se concedió a su madre y la aparencia que valía era la de ella, porque si él hubiese asomado las narices no se la dan. Fa tenía una madre muy linda, extremadamente linda y blanca. Sólo que era hija de una prostituta y de un gringo mercenario. No hubiese sido igual si Fa Boulan hubiese nacido en Vietnam o Laos y la reclamara mucho después. La definición del criterio de apariencia habría ido en su desventaja.

Si no fuese por ella, a su propio padre / al esposo / no le habrían permitido su ingreso en los EE.UU.. Habrían investigado más sobre si tuvo simpatías comunistas, asunto que, en su caso, es fácil de probar. «Es más. En el primer coraje que le diera, bajo una de sus depresiones, lo habría cantado él mismo. Quiero quedarme o volver a Laos; yo soy comunista. Odio a estos yankees asesinos que redujeron a escombros mi tierra».

Pero Boulon se enamoró de Polvito, la hija del asesor de la Unidad Especial de Guerrilla, misma que se puso en manos del General Vang Paoln. La criatura creció entre las tropas y, durante seis años, Boulon la vio espigarse, dejar de ser niña y hacerse una hembra de ensueño, por quien los pelotones se masturbaban, o por quien en protección de su virginidad, en ocasiones, hubo que matar a sangre fría a uno que otro soldado bellaco y penitente. El mismo Boulan que no habría matado, por su terror a las armas de fuego, descabezó de un machetazo a un tailandés que se impuso ultrajarla. El no permitiría que ultrajaran a una niña, por más hermosa que sea o intensamente inspire el deseo.

«Amerasian could obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», le dijo un funcionario en 1989 a Boulon. A la muerte de su superior de la CIA, tramitó su relocalización. Aún en el campamento militar, dio un juramento al oficial de la UEG. «Llévate a Polvito a los EE.UU. No seas pendejo y sálvate de los comunistas. Haz que mi hija viva bien, Boulon». La niña obedeció ciegamente a su padre. Si él moriría, se quedaría con Boulon. El sería el único capaz de llevarla a los EE.UU.y él la hizo su esposa para que el gringo muriera en paz. No quiso embarazarla hasta que no dejaron el infierno, Laos.

El expediente que los militares estadounidenses prepararon para Boulan es impresionante. Escrito por una mente privilegiada de la CIA. Boulan es descrito generosamente. No es necesario mentir en torno a un hombre con credibilidad. El pasante de medicina es recomendado por oficiales de rango de la Guardia Monárquica de Laos, hay dos carta, y una fue adquirida del Archivo personal del Rey y dos carta son de la Comandancia de la Unidad Guerrillera de la CIA que obstruyó la Ruta de Ho Chi Minh. Cartas que mencionan los «valiosos servicios» y «méritos especiales» que tiene este hombre.

Posteriormente, quienes leyeron las cartas observaron a Boulon: Es de piel oscura, demasiado oscura. Boulon es, efectivamente, delgado, fibroso y fuerte como si fuera negro, y tiene los ojos oblicuos y el tono de su voz potente, claro y timbrado; es callado y cortés. La primera impresión al verlo, sombrío porque no es físicamente agraciado; mas todos sus dientes están completos, parejos, limpios y blancos. Su higiene bucal y su aliento no delata vicios. Ni bebe ni fuma y al hablar parece que recita, que rima las palabras. Oírsele, se dijo, es su mayor encanto y habla inglés, francés, varios dialectos asiáticos.

Otras muchas cosas, no constan en los informes sobre su servicio al gobierno de los EE,UU. En alguna ocasión, se le oyó hablar ruso y, en su casa, se hallaron libros impresos en ese idioma. Sus amigos en el Phatet Lao, lo llamaban el Camarada Boulon. O el contacto en Ventiane. Diversos comentarios alegan que, antes de diciembre de 1975, fue el «hombre útil» del Rey Savang Vatthana, quien abdicó y murió en el exilio. Nunca el rey supo que Boulon era anti-monárquico; pero, en nada Boulon le hizo daño, «con el bien que yo sé hacer».

Esta carta fue interceptada, o extraída, de archivos: «Usted me ha enviado a Francia, S. M. y si seré médico, lo debo a usted. Cuando sirva a Laos y a su gobierno que me ha educado, vea la gratitud que tengo». Y Savang decía. «nada hay en tí que sea feo», porque en el Palacio de Savang lo envidiaban y se burlaban de él. «¿Cómo es que siendo sabio, Boulon? pareces tan poca cosa y quisiera darte una princesa, la más hermosa hembra del reino....»

«Una princesa para Fa Boulon». Gustavo recuerda la frase. La utilizó en una composición en español. Fue escrita en prosa poética; no sabe si pretendía ser un cuento o una confesión. Gustavo le dijo: «Fa, este cuento es bello. Es FA-BU-LO-SO». El cuento lo escribió hace un año, pero es una memoria del año en que murió su madre.

Fue a finales del año 2004, el primer año de él en Century. La canción de moda volvió a ser «Straight to Hell» que, en 1982, fue un éxito musical de The Clash, y fue por causa de la película, «The Beautiful Country». Prácticamente, ese año todo lo vietnamita estuvo de moda. La América Asiática es bella. Las palomillas latinas en la escuela se sintieron celosas. El cholo quería golear a los vietnamitas y, ¡que casualidad! hay unos cuantos en el Distrito Escolar de la Ciudad Más Pobre.

Y Fa Boulon, en luto y solo, pareció el más pendejo y feo. Recién llegaba a Century y no tenía un solo amigo de su edad para decir. «Mi mamá ha muerto».

21.

El Dr. Frazier tuvo ese día el primer encuentro con Fa Boulon. Ha extendido una carpeta de su expediente y ha hallado una copia de la identificación que se hizo de su madre. Salió de entre tanto papaleo inútil. «Mira ésto», dijo. «Esto es lo que es una Bui doi, ahora lo entiendo». Y pasó la fotografía y una fotocopia anexa a la misma, con unas anotaciones. Las hizo una sicóloga vietnamita que trabajó con el Distrito y que dejó de hacerlo. Le ofrecieron mejores ofertas en otro empleo...

«A ver», dijeron y cotejan la foto. Se maravillaban. «Preciosa».

Y, finalmente, la foto ya está en manos de Gustavo. No habría sido necesario. «Jah. La madre del feo».

«No utilices estereotipos, Gustavo. Especialmente, si hay riesgo de que te oigan autoridades o niños inmaduros».

«Sí. Yo sé. Bullies».

«Pero yo conozco la historia de este feo. El escribió una historia de otro que es todavía más feo que él y vino gracias a una Bella Princesa, Miss Saigón, al The Most Beautiful Country of the World... Esa que ven en la foto es la princesa más bella del mundo, la madre del feo. De Fa Boulon y su padre».

Y Frazier, quien se sintió muy ignorante e insensible al problema del niño que conoció en 2004, dijo a Gustavo díme cómo cuentas la historia de esa foto, Frazier recuerda pidió la foto para el archivo y pasó el niño al cubículo de la sicóloga como si se tratara de un delincuente, que buscaba problemas con los cholos. Nunca le dijeron que la mujer de la foto había muerto en esos días ni que así de bella era la madre de Fa Boulon, el laosiano.

22.

Una de las ideas estúpidas que la PeTA (la asociación de padres y maestros, asaltada por activistas republicanos), trajo a la escuela cuando se exhíbe la película «The Beautiful Country» fue una presentación del ex-Congresista Bob Dornan, quien aprovechó el mensaje de la película para dar muestras de un cada vez más enfermo y patológico conservadorismo.

La película establecía el tema de la reunificación familiar, la conciliación moral con Vietnam y la dignificación del Bui Doi. Era un comentario sobre la responsabilidad de un padre estadounidense ante una realidad que se vivía en Saigón después de la guerra. Los vietnamitas, con padres gringos, vivían como parias en la capital de la nación comunista y aún destrozada después de la guerra. Allá se les abandonó como unos hijos de puta. Bastardos.

Sin embargo, desde 1988, gracias a una ley de bienvenida a los amerisiáticos o Bui Doi, el Gobierno Federal de los EE.UU. dijo que niños como éstos deben recibir visas y 23,000 de ellos llegaron como inmigrantes a los EE.UU. una vez las solicitaron los padres que se sintieron responsables. «No deben vivir como parias que a los que los comunistas tengan en menosprecio».

«En menosprecio, los tenían las tropas americanas. Todas las mujeres de Vietnam fueron tratadas como una putas, sólo porque en el país había necesidad y hambre. Los yankees las prostituyeron y así hacen donde quiera que tengan una base; hay que tenerles prostíbulos, o salen borrachos de bares, y ultrajan a niñas que vayan por las calles. Hay que ponerles a esos perros sus garitos y tabernas para que dejen tranquilos a las niñas de los pueblos; porque violan campesinas a las que no le preguntan ni su nombre», dijo el padre de Fa.

«Yo fui a visitar la casa de Fa Boulon, Dr. Frazier. El día que su oficina lo reportó y detuvo por intimidación, ¿recuerda? Lo que ustedes hicieron esa vez, en que media docena de cholos lo acosaron en el patio de la escuela, queriendo provocarlo y caer en en bola contra él, golpearlo entre todos, fue tan injusto como eximir a los culpables y castigarlo a él. Los intimidadores eran ellos. El no fue el bully. Yo se lo dije, Frazier. Lo vieron extraño. Lo insultaron. El chico les habla con mejor inglés y con mejor español; les pidió que lo dejen tranquilo... y la envidia de saberle inteligente, bien hablado, manejando con palabras la situación, fue algo nuevo en el campus. Ellos sí soltaron mil profanidades y palabras ofensivas; él no.... y, si algo le enojó, usted supo es que le arrebataran esa foto, la que usted nos muestra... La madre estaba jovencita, entonces. Y los cholos le dijeron: «¡Ah, ésa es Brenda Song, la muchacha que sale en «Fudge» y en la película «Like Mike»! Estaba nominada a un premio Emmy por sus series con Disney. «No es Brenda Song», dijo él. «¡Es mi madre!» Le dijeron que no se haga las puñetas con su madre y que Brenda no es una asiática para gente negra y horrible... Y el malentendido crecía. Fa Boulon no sabía quien era Brenda Song y nunca vio la serie de Disney sobre la heredera del hotel London Tipton. Ni vio la película «El Retorno de la Guerrera Wendy Wu»... y recuerdo que, ante usted, los cholos dijeron que el feo se masturba delante de las niñas y que utiliza las fotos de Brenda Song... y Brenda Song tiene, más o menos, la edad de Fa Boulon. Es una adolescente muy bella, celebridad de la tele, estrella de Disney Channel, y es una vergüenza que un estudiante de la Century ofenda a 5.7 millones de fans que en las noches miran las series de Disney... Lo amenazaron con escribir al Canal, a los clubes de fanáticos de Brenda Song, al Distrito Escolar, a todos los que quieran saber lo que Fa Boulon hace porque es un puto puñetero, tan feo que no tiene viejas ni nunca tendrá...

Ante tantas amenazas y burlas que, no pasaban de ser estúpidas ocurrencias de la cholada de la escuela, Fa Boulon lloraba a lágrima viva, suplicaba, pedía que le devolviesen la mochila, porque allí estaban sus libros, su dirección personal, más cartas y fotos de su madre... y él no quería dar a nadie ni su nombre. No a éstos desconocidos que apenas se topa, siendo éste uno de los primeros días en la escuela... «Tú eres nuevo en la escuela; pero vamos a saber dónde realmente vives y balacear tu casa, por puto»... Yo ví, Dr. Frazier, cuando usted llegó con dos guardias y jaloneó por el brazo al chico. Y disolvió el grupo que se burlaba de él; a mí me avisaron que había borlote en el campus por causa del alumno nuevo, de modo que dejé mi clase por unos minutos porque gritos e indicios de que habría pelea... ¡Qué bueno que iba usted en camino!... y se lo llevó a la oficina para tranquilidad de todo; pero, los testigos me contaron lo que pasó antes de que usted y yo llegáramos... y yo he creído, ahora que conozco por años a Fa Boulon, más en él que usted, supe que estuve equivocado en todo lo que me dijo aquella tarde... Hace tres años de eso; yo sólo he querido informar lo que se me dijo aquella tarde, lo que yo hablé con él en su casa y lo despistado que estuvo usted cuando lo juzgó y se lo llevó a empellones, como si el delincuente hubiese sido él... ¿hará usted lo mismo ahora? porque lanzó un rollito de papel al aire?»

23.
No. No. Ahora modificará lo que siente después de oír a Frazier. Le habría gustado que un inmigrante, como el padre de Fa, se invitara a la Century H. S. en estos días, no sólo en aquellos días en que la película «The Beautiful Country» causara furor en el Condado de la Naranja. Entonces, hubo una precaria e hipócrita ola de bienvenidas a los hijos bastardos, callejeros, polvos de vida / genética / coitos y empernamientos con putas / las tropas saciadas, en noches de orgías en el Saigón saqueado. «Sacudir el tedio, matar la angustia de la guerra, con las divertidas asiáticas».

Y se les dijo a los estadounidenses, con una pizca de vergüenza y remordimiento, con la ley «Amerasian Homecoming Act of 1988», es tiempo de enmendar una conducta indeseada: Tío Sam es bueno. Si regresaste de Vietnam y allá dejaste a un hijo bastardo, como pariah en los arrabales, mándale la visa. Tío Sam te ayuda a legalizarlo. Pide una visa para los huerfanitos de tus putas favoritas.

«Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone». Y a Gustavo le gustaría que el padre de Fa contara, cómo su amor pudo más que el odio, más que las simpatías soviéticas y las promesas de ayudar médicamente a los laosianos que, siendo del Pathet Lao nacionalista, quedaban heridos durante la Guerra Secreta. El vio los niñez huérfana de padres, hijos de marinos y agentes de la CIA, fornicarios de toda la gama del ejército invasor; él, con una mezcla extraña de deseo y compasión, de atracción y venganza, le dijo al Asesor de la CIA, al super-yankee que lo tiene en Westminster: «Te voy a quitar a esa niña, que has esclavizado a tí. La llamas tu hija y juegas con sus nalgas; te masturbas con ella; te recuerda la lascivia que ha definido tu vida. Te la quitaré antes que la ensucies, o la ultrajes. No voy permitiré que, por siempre, sea polvito».

En respuesta a esa visa, que anunciaron con un folleto que el padre de Fa guarda como un tesoro, «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», él sdabe que posiblemente más de 23,000 Amerasians / immigraron a los EE.UU.. Los «polvitos de los gringos» con vietnamitas, camboyanas, tailandesas, o las más lindas etnias del Sudeste asiático, aquellas literalmente gentes consideradas hijos / hijas / de putas llegaron, se sumaron a los transplantes, etiquetados con la palabreja bui doi. «No. El nuevo compañerito de los niños latinos y los cholos de Century High School no es bui doi. No el bastardo de un gringo abandonado en las calles de Vietnam; pero es hijo del musical Miss Saigon que se ha puesto de moda. Es la madre de él. Esa es la niña de la foto».

No. No. Ahora modificará lo que siente al oír a Frazier. Le habría gustado que a un inmigrante, como el padre de Fa, se le invitara a la Century H. S. Y recuerda que, en 2004, Frazier no entendía que Fa Baulon nació en Norteamérica, hija de una tailandesa que no tenía que probar si era Hmong Der, o carne deshebrasa. ¿Qué tipo de jamón serrano, o costillita de puerco, fue ella? ¡No importa, Mr. Frazier! La ley de reclamo de bastardos, «Amerasian Homecoming Act of 1988», la ley que da visas, es clara: «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», y mire los ojitos de la madre de Fa Baoulon: Grandes, azules, con pestañas, no son tan oblicuos. Tiene los ojos del gringo; no de la tailandesa». Por echar echar politiquería contra Bill Clinton, Bob Dornan dijo, en 1995, diez años antes que se produjera la película, Clinton había dado ayuda y confort al enemigo. «Oyéndolo, recordándolo, Dr. Frazier, es que he pensado, que invitar a Dornan es una ofensa. El se estuvo vomitando, carcajeando, hilvanando sus chistes con respecto a la niñez sufriente de Vietnam y Laos. Acuérdese que Dornan durante la Guerra de Vietnam fue un asesino, otrro militar mas de piloto en aviación de fantoche».

«Le dije que invitara al padre Fa Boulon a la escuela. Aquí no hace falta que venga el congresista Dornan a decir sus pendejadas».

«Gustavo. Usted es maestro. No columnista del diario del condado. No hable política conmigo».

«Okay, Dr. Frazier. Pues no me diga colega amigo. Usted no es tan colega porque usted no instruye. No trata directamente con el alumno, ni sabe ni mide ni evalúa lo que apreden o ya saben. Yo sí soy maestro porque no pierdo ocasión de meterle en las almas, en los corazones, en los intelectos de esos niños. Quiero sabe qué saben y qué piensa de lo que yo les instruyo... Yo quiero aprender con ellos... Dr. Frazier, no me diga amigo. Yo, por amigo, con la confianza de amigo, siendo que me llama su amigo, le digo que el congresista Dornan vale lo mismo que el rollo de limpiarse el culo que usted dice que Fa Boulon utilizó como proyectil... como amigo le dije: «¡Qué proyectil más pendejo y ridículo!»...Si usted hablara con ese niño y su padre, sabría que ellos sí saben de verdaderos proyectiles. Dan cifras, si se las pides, sobre cuántas bombas cayeron sobre Laos y de cuántos niños han volado en pedazos cuando caminaron por las áreas minadas en Luang Prabang u otros territorios de la Indochina francesa... Usted se escudó. «No se puede invitar a esos laosianios, ni siquera hablan inglés».

Han cerrado ante los ojos de Gustavo el cartapacio lleno de hojas y anotaciones que la Escuela tiene sobre Fa Boulon. Han ordenado meticulosamente los documentos, acomodándolo bien dentro del cartapacio. ¡Ah! Ha quedado la fotografía de la Bui Doi / Polvito / Dusty Thing / sobre la mesa y hay que fijarla al paqutillo adecuado. «Era muy linda la madre de ese niño», dice una de las funcionarias en la junta. En las calles de Saigón, habría crecido como paria, o habría sido discriminada por ser hija de una mujer prostituída y, por encima de ese primer estigma, un militar invasor, que sea francés o yankee da lo mismo. Cualquier nación europea, en Indochina representó el colonialismo y el imperialismo. «Si hubiese sido el padre de Fa Boulon quien disertara, en vez de Bob Dornan, habría asistido a una conferencia aleccionadora. Habríamos conocido cómo funcionó el Protectorado francés en el Reino de Champasak y cómo le fue unido el territorio de Vientiane a tal protectorado. Bajo el dominio francés, Vientiane advino como la nueva capital del Esrado de Laos unficado... yo he ido, Dr. Frazier, amiga directora, a la casa de Fa Boulon, como quien va a la universidad de nuevo... se lo juro, doctor Frazier. Estar en la casa de él, sentarse a oírlo, es más excitante y compensador que estar en un curso de maestría con el mejor académico que haya en Fullerton y le voy a decir por qué... Boulon siente la historia. La ha vivido. Historia no es sólo lo que se aprendió de un libro. Cuando me habló de la ocupación japonesa de Laos, durante la Segunda Guerra Mundial, él era un niño... cuando me habla de la independencia de Laos, seguía siendo niño; pero su alegría de 1945 se multiplicó según creció y comprendió más todo lo que le hablaban sus padres... porque la independencia de 1945, se perdió. De Gaulle llegó al poder y les cambió la indepedencia por una semi-colonia, o un Estado Asociado y no sólo eso, los laosianos, ya para 1954, disfrazaron la colonia dentro de la Unión Francesa con una monarquía constitucional y la Convención de Génova decía... ojalá oyera usted a Boulon, padre: «Trátándonos como niños de teta. Usted necesitan un Rey que sea como el papá de todos; él les va decir, hijitos se mi reino, oh, princesitos». Y el Ejército Monáquico de Laos, controlado por colonialistas del Ministerio de Defensa francés y aún otros ministerios, más homicidas, una oficina especial de evaluaciones de programas de la CIA, que fue la que trajo a la familia Boulan a los EE.UU., la Unidad Especial de Guerrilla, que administró la Política de Contención en Laos para erradicar el comunismo».

«Gustavo, está bien ya. Seguramente, no fue una buena idea de la Asociación de Padres y Maestros que se invitara a Dornan... no es necesario que le hagas más halagos a Mr. Boulan, el padre. Es una pena que no lo hayamos conocido antes, en 2004», dijo Frazier al cerrar el carpacio. La foto de Mrs. Boulan aón quedaba sobre la mesa.

«Usted puede conocerlo. Yo me comprometo y lo traigo a su oficina y a la de la Junta Escolar antes que se tome una decisión sobre la expulsión de su hijo... Si es que lo expulsarán por tirar un rollo de Bounty o Suavidad de Angel, díganlo en la cara a él. No le envíen cobardes mensajitos por correo... yo se lo traigo a la oficina. Tal vez él les explique mejor que yo porque siendo un comunista confeso, deja que sea la CIA quien lo traiga a los EE.UU. y mire... sí, la foto. No la pierdan. Es la foto de su esposa. Esa no es Brenda Song posando con un grupo de damas republicanas de la American Life League y el congresista Dornan, robando cámara. Esa es la madre de Fa, la beneficiada del folleto que guardó Boulan, «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone». Es que era demasiado linda que parece una estrella o modelo adolescente del Disney Channell... pero no es Brenda... Vaya usted a la casa de ese niño. Verá su retrato, ese mismo retrato que tiene usted sobre la mesa; pero ya completo... no solamente el rostro, el perfil. Verá la misma carita de la niña que creció cuando la CIA y el General Vang destrozaban las ciudades laosianas y verá, en una foto la que más me gusta y le gusta a Fa, una en uno de sus senos está al descubierto... y la boca del niño que ella amamanta es la boca de Fa. El niño es él, feo y prieto; sólo que la mente de la madre, como toda la psiquis de la familia Boulon, no es la mente publicitaria estadounidense... ésto no es una foto cochina, pornográfica... Es una foto de familia. Está en una pared. Una foto tamaño cartel que Dornan quería tener, en los días en que murió la madre de Fa».

«¿Y para qué Dornan quería tal foto?»

«Para politiquear, Dr. Frazier, y no le digo para qué más porque ya me dijo que no le converse como amigo...»

«Gustavo, no manipule lo que le digo. No me juegue con ese tipo de cosas....»

«No juego. Ustedes son los que tiemblan cuando les abro los ojos. Ustedes aseguraron que Fa Boulon tenía la foto de Brenda Song y que con ella, él se masturbaba delante de las cholas de la Century... Se atrevieron creer una monstrosidad tan blasfema contra ese niño. Por eso fui que me dediqué a conocerlo, no siendo su maestro todacía. Visité su casa porque ninguna sicóloga de esta escuela lo haría.... no ustedes. El salario se lo ganan cómodamente en sus oficinas, con aire acondicionado, echándose papelitos y mentiras unos a otros. Asumieron que Fa Boulon y su padre son dos prietos hedientes, come-perros, que no hablan ni inglés ni español. Para comunicarse con ellos, habría que buscar un experto con credencial bilingüe, un especialista multicutural y se vuelve todo tan complicado. ¿Por qué molestarse con un simple niño, que es menos del 5% de la matrícula de Century?»
«.. Se las pasan asumiendo y jugando a las primeras impresiones. Me mandan al carajo, seguramente cuando doy la espalda., ya estoy maldito. Fingen si observan que vengo. Yo si soy admtido como amigo, se condiciona cuando es que les convengo. Cuando no pido favores o critico nada, qué buen amigo es Gustavo.... pero, ante este caso, con este alumno mío, pido una consideración especial, Mr. Frazier, señora Rubalcava, Mrs. Gamucio... ustedes creyeron a unos cholos, bullies que lo atropellaban, y guardaron una foto de su madre, mal-identificándola y mire lo que pusieron detrás de la foto... lea, lea, Mr. Frazier... «Brenda Song»... Esa no es Brenda Song... Ni el congresista Dornan, quien es un enfermo mental, se equivocaría al identificarla. El vio esa foto entera. El, adversario de su padre, se metió en la casa de Fa Boulon. Ha visto las fotos a cuerpo entero de la señora Boulon y, en particular, esa en que amamanta a Fa y saca de la blusa el seno... La foto obscena que casi desbarataron los cholos cuando atacaron a Fa... Que, de estampia, les cae el follón de que hay que defender cierta legislación PRO-VIDA y, con Dornan, llegan esas mujeres de la Liga Americana Pro Vida... descubren a una mujer linda. Da la casualidad que es una beneficiada de la Visa diseñada para la niñez, racialmente mezclada... Bui Doi... y la mujer de la foto se parece a una chica que está de moda, nominada para un Premio Emmi... pero no es Brenda Song. Es la madre de mi alumno que alimenta a su crío. Es una chica de 18 años, madre de Fa, y como era fabulosamente hermosa, tendrá un niño fabuloso; y Dornan que es el verdadero enfermo, quiso la foto para politiquear sobre «a federal pro-life legislation». Y como no se la dieron: Habla de fotos obscenas... Utilizarla alguna en un impreso de propaganda sólo es posible matando a su marido, al padre de Fa... Ni por millones que le ofrecieran, ella sería modelo. Ella no se ha vendido a Disney Channel como Brenda Song; su tipo de corazón no funciona como Hollywood o wannabe de radio- o TV shows como los que produce Dornan... y puede que él y quien la haya visto opine que la señora Boulon, a los 18 años de edad, ya madre de su primer hijo, es más hermosa que Brenda... y sabe, Dr. Frazier, un verdadero amigo como Fa me dice: «¡Qué privilegiado he sido! Siendo el chico más feo del mundo, casi tan feo como mi padre, fui amamantado por una princesa, the prettiest girl of the whole world! Tan bella que el Dr. Frazier cree que utilizo la foto de mi madre para mastubarme. ¿No es tal cosa el indicio de una sociedad muy enferma, blasfema, acusadora? ... y mamá sabía que la gente del mundo capitalista, burgueses colonialistas, es así... deshonran todo lo que es hermoso»...

Gustavo ha mirado muy fijamente al Dr. Frazier. Vacila en la idea de si hay amiatad. Quiere quiere la haya. Una amistad basada en conversación franca. Todo asunto, todo tema, sin tabües...
«No juego, Mr. Frazier». Ha recordado que Fa Boulon le dijo cuán profundamente herido se sentía cuando se le creyó a los cholos, no a él. Frazier le dijo por darle consejo que jamás permitiría que se masturbara en público. «Esta herida moral se la dejó usted a ese niño»... Por fortuna, él con su madre hablaba sobre cosas como ésas. Las acusaciones mentirosas. «¡Quién sabe, Fa, si un día te dicen que yo soy una hija de puta! que fue la razón por la que me trajeron a los EE.UU.. Tal vez un día te hablen sobre la visa que le dan a los Bui Doi». Y ese día llegó. Se hizo bien famoso en 2004. Y su madre no estaba viva para defenderse. Ni siquiera podía reclamar su rostro bello y su nombre desde una foto.

El Dr. Frazier toma delicadamente la foto. Es un error. Dice Sandra Long y debe decir: Señora Boulon. Toma valor y tacha el nombre de Sandra. Reescribe. Después, ya corregido el detalle, filtra la foto hacia el interior del cartapacio.

«Gustavo, no tomes estas cosas de un modo personal. Me gustaría ir al fondo de este asunto».

«Pues, háblale a la familia Boulon. Ve a su casa para que conozcas el seno maravilloso de la Bui Doi que alimentó con lecha materna a Fa... No tenga usted miedo a Dornan. O a esos políticos habladores que no van a aportar nada a este distrito escolar... Mike Kaspar, del Partido Demócrata de Orange County, aparece hoy citado en la prensa, y dice: «I think Bob Dornan's character and his own sanity are an issue here» y, en el mismo editorial, Michael Moore escribe que está pasada la hora de que a Dornan se le someta a examen siquiátrico; pero usted le hizo un santuario, un nicho a ese demente, y cree que Dornan tiene a la familia de Boulon, así como a todos los asiáticos del Distrito Congresional de los güevos... Un enfermo mental no puede ser el experto, o quien opine conclusivamente lo que ocurra con los vietnamitas o los laosianos en este condado... mucho menos, con lo que ocurra con los latinos... Usted de veras cree, ¿que yo no puedo ser su amigo? Quise serlo. Usted no quiere. Yo no le digo que no sea afiliado republicano. O que sea en su lugar demócrata... Sea usted lo que quiera, por algo es ciudadano americano; pero, acuérdese, si este país es libre y democrático, Bob Dornan no es nadie para prohibir que Boulon, padre, sea comunista, o que no haya querido que su esposa sea modelo para una campaña republicana y anti-hispánica que nos repugna... Usted es quien, con su actitud, politizó el asunto de la famila Boulon en esta escuela. Usted defiende la posición de una Junta de Educación que ha encontrado una manera de vengarse del padre de un niño en este distrito y después me dice que yo estoy enojado, que le hablo como enemigo, no es verdad...»

«Antes que yo diga la palabra final, Gustavo....»

«Hable con la familia Boulon y vaya y coteje que esa foto en la casa de Fa. Observe quien le chupa la la teta a quien y no se equivoque de niño».

«Sí, maldita sea. Voy a hacerlo para que me deje en paz... vamos a ver esa jodida foto... y el vídeo en los baños de la escuela... tal vez primero recesaremos cinco minutos... usted, señor Gustavo, no se aleje»

24.






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