Reseña del libro
LAS OSCURAS SENDAS DEL ESCORPION
[Charleston, SC, Nov, 2014, 130 ps.] de Carlos López Dzur
La colección de cuentos Las oscuras sendas del escorpión consta de diecinueve relatos. Entre estos incluye siete asociados a San Sebastián del Pepino, a situaciones y personajes, que son parte del elucidario anecdótico del pueblo. Del espacio social y geográfico internacional, hay cuentos que son estampas de la vida cotidiana en la frontera mexicoamericana.
El libro abre con «Como sin nada hubiese ocurrido». Cuenta que durante el episodio de una detención vehicular por un patrullero de caminos se interviene a tres sospechosos por presunto manejo en estado de embriaguez y la condición legal indocumentada.
El policía interventor muestra el deseo de engañar, humillar, mal servir y aún violar a una adolescente, ebria e indefensa, que es parte del trío. Aún siendo testigos de la violación de la jovencita y los procedimientos tan poco éticos del patrullero,las víctimas se dejan chantajear y el patrullero omite los delitos propios y ajenos, en un ejercicio de franca y apresurada chapucería e incompetencia.
Los personajes, permeados por falsa consciencia, justifican sus conductas y razonamientos racionalísticos que conducen a violaciones a derechos civiles y abuso de autoridad. En el cuento «La marca de La Flaquita», Miguel, el personaje adúltero, administrador de un negocio, tiene la complicidad de las empleadas y la del dueño para explotar sexualmente a todas. En la sórdida psiquis de Miguek, la mujer es reducida a ganado que se 'marca'. La metáfora de res / rebaño / entraña la sexualidad que transgrede y burla honor y empatía
Con estos cuentoa, nos damos cuenta del valor denunciativo de literatura que López Dzur elabora en el libro y cómo su observación como autor se enfoca en las lacras del cinismo, la cobardía de las víctimas y los malos funcionarios. Esto se da con ejemplo más claro en el quinto cuento, «Más vale maña que fuerza». El cinismo es tema que se desarrolla alrededor de los cuentos de «Kim Cli Clin», «Codo e ignorador» y «La marca de La Flaquita».
Algunos de los cuentos dan una mirada más sensible a sus compueblanos. Lo hace ante Luis Ríos Flores, víctima de una ola de homofobia en 1949, por su presunta homosexualidad. De esta serie de siete cuentos sobre Pepino, los más destacados son los que dedicara a los poetas Ramon María Torres (alias «Moncho Lira», 1867-1903), cuando dialogara con su consejero espiritual el Dr. Quintín O. Perdomo, o el que dedicara al poeta Herminio Méndez Perez (1876-1964) cuando evocara detalles sobre el origen y las expectativas de su romance con la damita Camelia Santoni.
López Dzur evoca en sus cuentos a José Luis R. Cancio Cores, fallecido, y tiempos en fue defensor legal de Corretjer. En el cuento sobre Lolo Puya, el delincuente, y Polo Adames, es perceptible una búsqueda y rescate de justicia en pese al caos de sus vidasw que se han empañado en la confusión de valores y el curso de los delitos.
El cuento con que cierra el libro, «Caido en la Hybris / Desmesura» es una evocación del valiente puertorriqueño, Mariano Abril y Ostaló. Hay una interesante reflexión sobre el colonialismo y el sendero de los escarabajos que parecen señalar hacia el por qué López tituló el libro Las oscuras sendas de los escorpión. En dicho relato, la madre en lecho de enfermedad escucha que Mariano le dice: «Para yo despedirme en paz de la vida, déjame antes qure venga la bola de estiércol a arrastrarne al abismo, decirte que ninguno de los escorpiones que odio y me dará muerte será Canovas ni Romero Robleddo, coléopteros de la Liga Nacional alfonsina».
Ante esos hombres-escorpiones, es la madre quien observará: «El escarabajo representa la vida... y la fertilidad... Marianito, ya yo ví. Esquivé mucha mierda en movimiento y estoy lista para la última rodada que la vida me tire...Cuando la bola de nuestras vidas se detenga, la muerte sólo significará que se dejar de comer la mierda en movimiento».
Esta es una lección que Marianito asimila: «Atena escupe sobre la tierra donde los escorpiones se esconden... La bola de mierda es el absolutismo». SEQUOYAH