Friday, May 29, 2009

Lamento del hijo de Kerana





Como un lagarto cavernario, medio perro,
me asomo a donde están los frutos,
pero no puedo comer, yo velo el fruto
con hambre; me gustaría que me alimentara
el Ser que me parió, oh Kerana.

Como una serpiente enorme, a la orilla
de los ríos observo el agua, pero no puedo beber
sin que arruine mis palabras, como el loro
que olvidó quién es el Padre del Lenguaje.

Como una culebra cornuda soy el terror del campo
y huyen de mí. Sólo he querido llamar a mis hermanos.
Como un niño que tiembla, me duermo,
así como dormía Kerana, soñando perfecciones,
y fue traicionada y ultrajada por causa de su soñar.
Como Kuripira, el feo, de enorme pene,
se me condena a estar solo; oveja monstruosa,
pecarí de las colinas me desnombran en la aldea
y en la montaña; perro de cementerio,
ladrido del agonizado, me dieron por tarea
para dejarme solo... entonces...

Desde todas estas muertes gigantescas
me apresto a renacer; fecúndame pues para que no sea
yo, Teju Jagua, el de la verde piel
que se pudre sobre la fruta del hombre;
yo, Mbói Tu'i, no quiero ser ni loro ni culebra
donde exista un manantial,
yo, Moñái, no quiero ser cornudo
ni niño, en siesta de indefensión, como Jasy Jatere
y mi madre, la hermosa; Kurupira, me indigna
mi fealdad y la malquerida fertilidad de la selva.
Yo, Ao Ao, no quiero ser pecarí del monte
ni como Luison, muerte inacabada
de los cemeterios, fecúndame en la muerte
de una vez y que muera el Tau
cuando abra mis ojos y me vista de vida
entre los hombres de buena voluntad.

De Lope de Aguirre

___

Entrevista: Carlos López Dzur / Memoria de la contracultura / Sequoyah: Erotismo en el Arte y la Literatura / Bio / Teth, mi serpiente / Literatura Virtual: Sequoyah / Inquisición, censura / Master Dzur / La Capitaleña / Yo soy la muerte / Blogsite de Literatura / Carlos López Dzur / Tú no te amas a tí mismo / Blog / Carlos López Dzur / Contexto hebraico en algunos poemas de Tet, mi serpiente de López Dzur / Retrato de un verdadero puertorriqueño / Arturo Cardona Mattei / De Hostos: Ciudadano de las Américas / Carlos López Dzur / Meditación de Eliyahu en Beerseba / Esteta caribeño: Carlos López Dzur / Cuando la metáfora es / Codornos y coscorros . Carlos López Dzur y la Generación del Setenta / Una Antología / Galina Gorelova / Contenido Sequoyah / Ella / isla / Cuando la metáfora es / Codornos y coscorros . Carlos López Dzur y la Generación del Setenta / Una Antología / Galina Gorelova / Contenido Sequoyah / Ella / isla /

Thursday, May 21, 2009

El deseo como filosofía


Judith Butler, Ph. D. Yale University


Algunas ideas de Judith Butler

Todo entra y se va
con itifálica forma al fondo del secreto
y el enigma, dionisíaco;
todo regresa eclosivamente,
con espasmos y pelos mojados,
la evidencia.

Con salpicados glúteos,
la hembra llora,
al mismo tiempo canta.

[C. López Dzur: La sexualidad en el Acuarius:
En «Memorias de la contracultura»]


Por Carlos López Dzur / Escritor y poeta


Judith Butler es una filósofa estadounidense. Enseña en los Departamentos de Retórica y de Literatura Comparada en la Universidad de California, Berkeley. La escucho en conferencias cuando la oportunidad me lo permite; la admiro y sé que su disertación doctoral fue sobre el deseo como «cuestión política, pero también filosófica». Topé con ella a mediados de 1980: cuando todavía no había publicado su tesis doctoral Subjects of Desire: Hegelian Reflections in Twentieth-Century France.

Formado con lecturas de la Escuela de Frankfurt y siendo Eros y la civilización (1955) de Herbert Marcuse el primero de los textos, ante el que me impuse un esfuerzo crítico en bien de mi personal vocación filosófica, el tema del deseo está en todo lo que escribo (i.e., Tantralia) y exploro. Es el gusto de mis lecturas que han incluído la variada temática sesentista que me formará como escritor ya en la Generación Creativa del '70: el problema de la agresividad, la violencia y la oposición radical en la sociedad industrial avanzada, el fin de la utopía y el nacimiento del nihilismo posmoderno, lo que explicará que los EE.UU. haya advenido como «sociedad enferma» [Fromm] y que la cultura industrial de Occidente, según lo dicho por Theodor Adorno desde 1927, haya sido tomada por el esplendoroso «engaño de las masas», que son mis temas.

Sí, desde principios del '70, yo canalicé mi energía intelectual y curiosidad por la llamada Teoría Crítica del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Frankfurt y la mayor parte de estos intelectuales pasaron, por causa de la persecusión nazi en Alemania, a los EE.UU. Del paradigma cultural que crearon, ya quedan muy pocos indicios. Judy Butler mencionó que si alguna vez hubo un feminismo militante, o al menos consciencia de un movimiento pro-mujer en los EE.UU. desde sus propias bases, eso ha cambiado. «Hay menos mujeres en la calle, menos acciones concretas, menos manifestaciones, menos militancia en el sentido antiguo». Los '60 y '70 son nostalgia en Norteamérica; pero, hay una lucha que no cesará y que, en cierto sentido es liberal y conservadora: «Las mujeres han sido históricamente privadas de estas posiciones y ahora la obligación del gobierno es que puedan lograr la igualdad. En los Estados Unidos la lucha por los derechos es liberal en otro sentido. No es liberal en el sentido de que el liberalismo significa libertad. Es liberal en el sentido de que no es radical. No se interesa en una transformación social radical. Se interesa en obtener el acceso a derechos existentes. Y en asegurarse de que los derechos existentes sean distribuidos en forma equitativa... En los Estados Unidos, como la política se basa en los derechos, generalmente es muy, muy normativa».

En estos EE.UU. donde el movimiento obrero, la combatividad estudiantil y de las mujeres, tuvo altas y bajas y terminaría casi en lo invisible, es que conozco a las voces valientes y heterodoxas. Judy Butler es una... En principio, leí la literatura de quienes, desde 1973, destacaron en el Institut für Sozialforschung: Georg Lukacs, Karl Korsch, Karl August Wittfogel, Friedrich Pollock y, sobre todo, Marcuse, Erich Fromm, Wilhelm Reich, Walter Benjamin, Max Horkheimer y otros. Ellos fueron profusamente traducidos del alemán al inglés y francés, inclusive al español. Sus influencias catalizarían con su influjo el Movimiento de Derechos Civiles en los EE.UU., el Movimiento Estudiantil, la resistencia a las guerras en Vietnam e Indochina y la Nueva Izquierda, hechos y auges que se desmoronarían desde la base, por la razones que Marcuse expuso en libros como el escrito sobre el surgimiento del hombre / o mentalidad unidimensional --¡qué profecía! y sobre lo que incidiera en la cultura consumista, masa que sueña con las longanizas de la reagonomics y hoy por hoy, pese a su crisis, con sueños americanos neoliberales y ultraderechas conservadoras y, paradójicamente, vividoras que claman por estatismo y ayuda del gobierno para salvar la libre empresa..

En EE.UU., ya como estudiante de posgrado, yo hallaría a Judith Butler, quien si bien navegaba en el post-estructuralismo filosófico, me inspiraba con temas comunes, o paralelos a mi interés: filosofía política, necesidad de una nueva ética, feminismo (en su caso, queer theory), la Filosofía judía en cuanto es posible una crítica pre-sionista contra la violencia del Estado. Como yo, Butler escribía sobre los riesgos de la crítica pública y cómo se castiga, con acusaciones de antisemitismo, aún a los mismos judíos progresistas de los EE.UUU.. La supe muy consciente de la importancia de la filosofía para la integración en etapas combativas de acción social.

LEER PARA MADURAR LA LUCHA: «La filosofía hace pensar a la gente en posibles papeles, le proporciona una oportunidad de pensar el mundo como si fuera de otra forma. Y la gente lo necesita. Durante mi trabajo en el movimiento de derechos humanos, vi que los activistas se quemaron muy rápidamente, se agotaban totalmente y luego siempre querían volver a la escuela, querían leer. Las lecturas los llevaron de vuelta a lo que creían. Les proporcionó imágenes y visiones de futuro. Creo que un movimiento tiene que tener vida, tiene que tener una vida intelectual, de lo contrario sólo repetirá algunos de sus términos. Debe tratar de revisar sus propias creencias a la luz de las nuevas circunstancias políticas», dice Butler.

He ido más allá que JB con mi interés por el tema del Deseo y del judaísmo porque soy estudiante de la Kabalá; pero, ésto no quita el hecho de que Butler me fascina aún. Ella, lectora de Simone de Beauvoir, Julia Kristeva, Sigmund Freud, Jacques Lacan, Luce Irigaray, Monique Wittig, Jacques Derrida y Michel Foucault, siempre alcanza a explicar algún punto iluminador cuando los desmenuza, a partir de sus textos fundamentales. No en balde, como profesora, inspiró un personaje que adoran sus fans en los campos universitarios: «Judy».

Este fanzine intelectual, desde 1994, se movió por la revista Lingua Franca: Larissa MacFarquhar, Putting the Camp Back into Campus y alimentado por Judith Butler misma, Decamping [November-December, 1993].

Una de las teorías más conocidas de JB ha sido llamada la de performatividad. Indica que el género se caracteriza por los influjos de cierta teatralidad, que se sujeta a una sucesión de actos que podrían entenderse como la acción voluntaria de un yo que interpreta o que se expresa. Intenté explicarme el carácter teatral o de performatividad en la expresión poética. Entre autores que recientemente leo, a fin de aplicar la noción performativa, me detuve en textos de Luis Alberto González Viera, y uno publicado en Muestrario de Palabras, con el título Sobre el escenario, me dio claves.

... somos
actores, escribientes, tramoyistas
sobre el escenario de la vida
sin talento suficiente
hablando sin un texto entre las manos
improvisando cada nota sin saber de melodías
le damos a un público expectante
drama definiendo al personaje
el que era ayer
no es como era antes
hay mas mentiras que verdades en los labios
oídos que no quieren soportar una verdad
un conjunto de principios que cambiaron con los años
quien eres, quien soy
se esconde en maquillajes protegiéndonos la cara
sonríes, luego callas
un paño entre tus manos
¿no sabes cómo actuar?; ¡sabes que no puedo!
el acto de nosotros de eufóricos amantes
quedo en esas tardes
de un ayer algo distinto
ahora es todo invierno y cada uno
en su propia primavera
estas sola, me siento solo
y en esta soledad nuestra compañía
¡un cuadro teatral!
¿cuántos otros nos rodean sin ser parte de este acto?
la desgracia impaciente espera el escenario
la nostalgia en cada espacio reaparece
mientras la alegría saca un corto aplauso
estamos tan rodeados que el silencio se hace poco
disfrutamos del aplauso
para luego desgarrarnos con las pifias
sin saber cuando el telón se cae para siempre
un mar con grietas producido por los años
se desliza por debajo de las tablas
mirada ausente que espera a no se quien
me hablas con el pecho y yo con mi armadura
me lleno de locura
intentado
que la escena que formamos
contengan la pasión por otros largos años
¡no quiero una razón de cómo actuar!
quiero un sentimiento saltando de alegría
representar sin miedo a los fracasos
el público es quien menos me importa
es este acto estamos tu y yo
para darle a los minutos un acuerdo
te equivocas demasiado
hablas tanto sin saber cuándo parar
y en ese juego loco soy yo quien da los gritos
si por un minuto apuntáramos lo malo
sabríamos a ciencia que forma esta rutina
si por un minuto dejáramos de actuar con la cara maquillada
podría ver tu rostro y tu también el mío
hay un montón de errores colgando de los brazos
llevarlos al olvido seria bien pensado
¡no tenemos todo el tiempo para hacernos los artistas!
quiero ser yo
espero hallarte a ti
sacarse el personaje hablando con los ojos
el tiempo nunca es partidario
sobre este escenario nada es para siempre
el tiempo es un minuto
la hora una ilusión
la obra más perfecta depende de los dos.

[Luis Alberto González Viera: Sobre el escenario]

Heidegger tematizó que, en nuestra historia de «comportamientos diseñados», la cotidianidad y velamiento de la verdad del Ser, tal como sucede todos los días, pudiera llamarse adorno / «adornamos en la performatividad». Nuestra vida se convierte en un dramón / comedia / ópera bufa / lo que querramos, donde somos actores, escribientes, tramoyistas / bufones / «sobre el escenario de la vida / sin talento suficiente». Pero aún el improvisar («sin un texto entre las manos») es parte diseñada para una nivelación de comportamiento, larga y remotamente soportada, porque en vez de vivir con autenticidad queremos complacer «a un público expectante». Siempre presuponemos que éste está ahí para aplaudir o condenar con su rechazo.

Como sociedad o grupo, respondemos a Don Nadie / somos TODOS / rebaños / sin ser para NOSOTROS mismos alguien en el aquí y ahora. Por eso somos como dramatis personae, gente con máscaras / maquillados como idola / idolon, mentiras en el juego de espejos, entes que no soportarían la verdad ni la de ayer ni la de hoy. Jugamos a ser amantes, pero esa relación es el cuadro teatral que inspira unos cortos aplausos. Unos minutos de vanagloria. Es adorno / dentro de una expectativa, en el fondo otra escena de velamiento, o momentum sicológico donde no hay alegria, sí, miedo y la superversión de quien diseña el adorno colectivo y está presente. El juego de espejos mienta el hecho de que este acto «no es primariamente teatral; en realidad su aparente teatralidad se produce en la medida en que permanezca disimulada su historicidad e, inversamente, su teatralidad adquiere cierto carácter inevitable, por la imposibilidad de revelar plenamente su historicidad». El Don Nadie colectivo nos refiere a la reiteración de una norma o de un conjunto de normas que el Yo admite y, en la medida en que adquiera la condición de acto en el presente, oculta o disimula las convenciones de las que es una repetición.

Heidegger llamaba a este «hallarse» sobre el escenario / a la vida cultural entendida como escenario / el cuarto momento de la cultura: adorno... Hay adorno cuando se olvida la originariedad / el evento fundamental de su Ereignis... Antes de la cultura como adorno, había la cultura como instrumento-organización, pero si ya olvidamos los momentos de la cultura que son fundamentales, originarios, no hay cultura de sentido ni de la búsqueda de la verdad, cultura del esfuerzo desocultante y fundante, que son la fase cultural que vale. En un hallarse-ahí heideggeriano es posible que se construya un exterior / escenario / en el que circulan otras identidades que no participan de la lógica social imperante: «sujetos abyectos, cuerpos que no importan, pero que existen», al decir de Butler en uno de sus influyentes libros que circuló en español: Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del sexo: 2003, Buenos Aires: Paidós.

Leyendo el poema citado de Luis Alberto repaso al Heidegger de los «4 momentos de la cultura» que definió en su Carta sobre el humanismo y, en particular, el de esa fase en que todos queremos jugar al advenir como artistas / aún cuando como dice González Viera «¡no tenemos todo el tiempo para hacernos los artistas!» (loc. cit.) El querer ser-Yo, siendo además «uno-con-el otro» («espero hallarte a ti») requiere antes sacar el falso personaje del Diseño y entender que en la mundanidad el mundo se va, pasa como una hora de ilusión, porque la muerte es señera. En vez de perder el tiempo en adorno-teatralidad-bisutería sobre el escenario, hay buscar fuera de las máscaras el «Mitsein», el copiloto, o ser-acompañante, el otro con quien aprender a ser Dasein / persona / verdadera: «la obra más perfecta depende de los dos».

J. Butler, sin embargo, explica las dificultades sociales de arribar a un ser-Yo y adquirir significación y sentido con ese yo, lejos del Comportamiento Diseñado del que Heidegger hablara, al plantear que «no es un acto fundador, sino más bien un proceso reglamentado de repetición» el que sustancia las diferencias de género o, en términos más generales, provee la natural identidad. Los actos performativos operan en el marco de la significación, esto es, los actos son parte de prácticas de significado y los discursos, dados con máscaras e improvisaciones, «coexisten dentro de marcos temporales e instituyen convergencias impredecibles e involuntarias a partir de las cuales se engendran modalidades específicas de posibilidades discursivas». ¿Qué impide el ser-Yo y la libertad sincera? Por eso, JB responde: «Las propuestas muy normativas, muy represivas. Estoy en contra de las normativas y a favor de la libertad sexual».

Como Martin Heidegger, JB advierte que «no es el yo o, alternativamente, un individuo autónomo el que decide si quiere o no actuar de una cierta forma, puesto que la performatividad está inscrita en la cultura y en las posibilidades históricas que delimitan el rango de acción posible, pensadas ambas, como estructuras que trascienden a los sujetos, o más bien como estructuras que sujetan a los individuos» [El género en disputa]. Una de las razones por las que la teoría de performatividad puede servir a propósitos liberantes es que el lenguaje, «una estructura que ya está ahí», es «determinante en la producción de la subjetividad». El lenguaje, siendo histórico, es la materia con que se hilvanan los discursos para apoyar los «actos» que son internamente discontinuos y que generan «la ilusión de la sustancia». Por tanto, la performatividad puede ser utilizada de modo transformador. «En este sentido, la sustancia no es más que una construcción que no preexiste al acto mismo», dice JP.

La ilusión de «un yo con un género constante» es una construcción cultural. «Una manera mundana de diversos tipos de gestos, movimientos y estilos corporales, una repetición estilizada de actos, en la que la producción y materialización de los cuerpos que importan puede transformarse». Es en tal sentido que le interesa la teoría y praxis de lo queer, como «corriente de pensamiento y de estudios para la comprensión de la diversidad de sexualidades y expresiones culturales. Queer es un argumento en contra de cierta normativa que se empeña en prescribir lo que es normal o adecuada identidad. En este sentdo, el movimiento queer es anti-institucional por su crítica a la normalización. Uno no tiene que volverse normal para convertirse en alguien legítimo».

Por desgracia, aún cuando se habla sobre la bancarrota de las políticas de identidad, «actualmente, este tipo de movimiento colectivo parece no existir». JB lamenta que los medios de comunicación describan al feminismo como un «movimiento de pureza sexual» o uno de «la burguesía blanca» por el que las comunidades minoritarias y étnicas, que son las que hoy son más combativas por razones de su opresión económico-social más intensa, sienten todavía temor. Cree queas luchas por identidad sexual alejan «de las preocupaciones y prioridades definidas por (las) esas minorías». .

El liberalismo en los Estados Unidos se basa mucho en la identidad normal, no en lo «queer». Identidad en el sentido del color de piel y la pertenencia grupal hoy es parte de la afirmación de la diversidad cultural; pero la definición se refiere más a cómo se combate la exclusión racial y socioeconómca. JB admite que la idea de que los EE.UU. sabe mucho sobre los derechos humanos y el femenismo —a pesar de su propia cultura racista— es cuestionable. La transmisión cultural de la idea, aún sobre «cómo la gente se organiza, cómo funcionan políticamente, cómo establecen sus reivindicaciones», está viciada. El temario ha crecido desde esas primeras victorias obtenidas con la representación sufragista de la mujer, su igualdad salarial, protectiva y de competencia con los varones en el empleo, legislación para castigar el acoso sexual: hoy es mucho más la amplitud del temario del Movimiento Feminista: lucha y alianzas posibles por matrimonios gay / lésbicos, la obtención de derechos reproductivos para homosexuales / lesbianas, aspectos de relación de parentescos, usos de la biotecnología, la defensa contra la explotación pornográfica, etc.

JUDITH BUTLER PIENSA ACERCA DE JUDIT, LA JUDIA: Y, en cuanto la lucha de poder es anti-institucional y el género es parte de la disputa, JP cree que «deberíamos pensar en forma más radical acerca de la transformación social de las instituciones». Pero, ¿qué significa la radicalización? ¿Militancia? ¿Combatividad? La anti-institucionalidad es acción creativa; pero, con todo lo combativa que pueda ser, siempre es menos transgresora y nociva que la violencia institucional.

Hace unos diez años, cuando inquirí a JP sobre si la Judit de Betulia, la hija de Merari, viuda del rico Manasés, es emulable como símbolo de empatía, evaluó lo siguiente: «Judit fue la viuda de un Varón Poderoso en un tiempo peligroso, de guerra contra las naciones. La pequeña Israel había sido marcada por la amenaza genocida de Helofernes. La motivación de la heroína para actuar tiene raíz en un rol que ella todavía se asigna, siendo como fue la esposa, ya viuda, representante de la teocracia judía en la cree». JB cree que la manipulación discursiva de Judit, su poder sobre Ozías y de los ancianos de Bedulia, es una defensa del Poder Organizado de la clique frente al popular que criticara abiertamente al primero: «Judit oyó las duras palabras que la gente había dicho contra el jefe Ozías, al verse tan desanimados por la falta de agua. Supo también que él les había prometido entregar la ciudad a los asirios al cabo de cinco días. Mandó entonces a la criada que estaba al frente de todos los bienes, a que llamara a Cabris y a Carmis, los ancianos de la ciudad, y cuando estos llegaron, les dijo: Escúchenme, jefes de los habitantes de Betulia: no está bien eso que ustedes han dicho hoy delante del pueblo, ni la promesa que han hecho, poniendo a Dios por testigo, de que entregarán la ciudad a nuestros enemigos si al cabo de ese tiempo el Señor no nos ha ayudado» [Judit 8: 9-10].

Tengo la carta y anotaciones de Butler al artículo mío que sugiere interpretaciones diferentes a la suya. Yo impugno la noción de un heroísmo promovido por el Comportamiento Diseñado. Entiendo que en este punto del Discurso Escáchenme de Judit comienza un proceso revolucionario. Ella no está en equiescencia con los entreguistas del poder organizado. Sabe quiénes han sido los asirios políticamente: Cuando Manasés, antiguo rey de Judá, quien gobernara durante el periodo de 697 antes aC al 642 aC, se declaró vasallo de Asurbanipal, rey de Asiria, proporcionando tropas contra Egipto, fue evidente que se corrompía la ordoxia religiosa judía. Vista la tolerancia de cultos asirios, que son impuros, sincréticos y contrarios a lo que correspondía al Templo de Jerusalén, invocación de los muertos, sacrificios de niños y menosprecio a los profetas. a Manasés llegó a vaticinársele el castigo, hecho que se cumplió con su misma captura por los asirios y la pérdida del trono.

'Considerado el Discurso de Judit / su Escuchénme, propongo una interpretación en la que Judit es la máscara de un arquetipo, al que debe explorarse desde una lectura jaredí de la Daat Torah y la Emunat Jajamim: la fe en los sabios. No me satisfizo jamás, siendo yo poeta y judío, la noción que describiera a fin de cuentas a una Judit, engañadora y matoide, que se toma la justicia en sus manos, con medios tan perversos como Jezabel. Esta conducta inesperada y desconcertante, hazaña muy arriesgada, no produciría un breve aplauso entre nadie honesto ni que permitiría que fuese respetada tras cumplirla; la hazaña no va en acorde a la primera descripción: Judit, hembra armoniosa, a la que nadie se le oponia ni estaba contra ella; «se vestía con el hábito de penitencia a menudo estaba de ayunas».

Por otro lado, en este libro apócrifo y anónimo, hay la alegación insistente de que Judit heredó mucha riqueza. «Manasés, su esposo, le había dejado oro, plata, criados, criadas, ganado y campos. Vivía de sus posesiones»; mas lo que la hizo figura muy especial entre su gente en su época, no fue sólo su hermosura, sino «sus actitudes y forma de hablar». Es por su discurso muy hábil que el General en Jefe del Tirano Nabocudonosor (Rey de los Caldeos, pero equivocadamente aludido como rey de Asiria) que el militar la invita a un banquete. Es mujer «de bellas facciones, alta educación y enorme piedad, celo religioso y pasión patriótica». En mi propuesta, cuenta más la Torá en cuanto su esencia aún oculta: nistar, que lo revelado literariamente. Desde que ella quedó viuda, se infiere una transformación que no es sólo su consciencia valiente del escenario y memoria histórico-política concretos, en la que Judit piensa actuar, sino que hay una preparación esotérica y oculta que rompe todo diseño y expectativa que ataña a una mujer.

Escúchenme: voy a hacer algo que nuestra nación va a recordar por todos los siglos. Judit les contestó: Esta noche manténganse ustedes a las puertas de la ciudad, y yo saldré con mi criada; y antes del plazo fijado por ustedes para entregar la ciudad a nuestros enemigos, el Señor salvará por mi medio a Israel. No traten de averiguar qué es lo que voy a hacer, pues no se lo diré hasta que esté hecho.

Precede esta reunión, o convocación personal por Judit de las autoridades, su conducta ritual: «Desde que había quedado viuda ayunaba todos los días, excepto los sábados y las vísperas de estos días, o en los días de la luna nueva y su víspera, o en los días de fiesta y alegría del pueblo de Israel». Sin embargo, el ayuno tan contínuo tan no ensombrece a Judit; la vuelve más hermosa, conforme a lo que sea el deseo de Dios, «Yehi ratzón». La belleza que distingue a Judit es la que es aprobada desde el punto de vista divino. La que liberta a la patria / la Tribu de Judá / es alabada de Dios, aunque no lo sea de los hombres. Jud significa, en hebreo, alabada o virtuosa, más que bella; pero Judit, judía bella. Ieudha: judía, de la tribu de Judá. En la interpretación mía, en cierto momento, la expectativa de identidad y género cambia. El Zohar menciona un proceso llamado cambio de lugares / ajlifu dujtaiiu / y se refiere al estado de rectificación y madurez, donde en ciertos contextos masculino y femenino pueden cambiar sus roles. Para entender, el proceso oculto de Judit y el poder que adquiere para reflejar una cualidad masculina («¡Vete tranquila! ¡Que el Señor vaya delante de ti para castigar a nuestros enemigos!»), esto es, la sangre fría del soldado o el espía infiltrado, habría que considerar la teoría de los números de la Kabalah. La Torah afirma que los números son femeninos o masculinos y pueden ser apareados de esta manera. Las letras de Judit / Iehudi / suman 435.

Desglosado por sólo enteros positivos, el valor numérico de Judit es 1 - 5 - 11 - 19 - 29 = 65, donde 65 es un múltiplo de 13 (y el promedio de todos los números). Entonces, es un número relativamente masculino. [Uno de los pares más ubicuos en la Torá es el 7-13, donde 13 es el relativamente masculino y el 7 el relativamente femenino]. Los esoteristas de Guematría concluyen que Iehudit / Judit / refleja una cualidad masculina (por ser múltiplo de 13). En efecto, Iehudit actúa expresando su lado masculino al matar al general griego como un hombre.

En la interpretación de Butler, Judit recibió en su espejo / en su consciencia / la imagen pasiva del Varón Poderoso, esto es, su lealtad política a Manasés y al rol histórico que durante la época de los Macabeos se da a quienes combaten. La aparición de la heroína en la cultura judía data de la revuelta de los Hashmonaim contra los griegos seléucidas. El héroe fue Matitiahu, el Sumo Sacerdote de ésa época, quien junto a sus cinco hijos lideraron la revolución. La heroína fue Iehudit, quien sedujo, sedó y mató al general griego Holofernes.

Alegando el hecho de las imprecisiones, Butler destaca que en la fecha alegada por el autor del Libro ni Judit ni los judíos fueron víctimas de la tiranía de Nabucodonosor en Nínive / ciudad que ya había desaparecido, suprimida por el padre de éste. Nabucodonosor regía en Caldea y consideraba a Asiria su verdadero enemigo. La victoria israelita es posible porque habría escaramuzas aisladas, mas no guerra. Mas bien, Betulia es una ciudad amurallada y sitiada por el ejército extranjero. Entre los judíos el miedo es más que el ánimo de combate. El enemigo que a Nabucodonosor preocupa y desea que sea abatido no es la pobre Israel y su vulnerable plaza de Bedulia. Rival de rango es el rey de los medas, Asfaxad. Nabucodonosor [símbolo en el posterior Libro de Apocalipsis de la Primera Bestia] quiso reclutar mercenarios para que fuesen sus soldados en la lucha contra Asiria y los medas; pero, con el pueblo judío fue difícil que se cumpliese el propósito, aún cuando otros pueblos cedieron ante la intimidación. El judío resultaría terco, pacífico, no como los sirios y jordanos de la época. «Los judíos se retiraron a sus montañas para orar e impedir al opresor su paso por Judea». Era un pueblo desgastado por combatir sus previas opresiones. Un pueblo que regresaba del destierro.

La lectura de JP será política (y la mía, por igual, ya que no negué la escena externa). «Actuar sobre un escenario, entender la vida material, con afán de transformación y nuevas relaciones de poder y lenguaje, es comportamiento político», dice Butler en Lenguaje, poder e identidad [Madrid, España: Síntesis (1997)]. Como personaje femenino que adviene heroico y protagónico, Judit representa el símbolo precursor de algo nuevo y rompe la tradición religiosa: de los judíos de entonces: la mujer como instrumento político. Una que, entre la tribu de Shimeón, es valiente, astuta y sabe HABLAR. Hablar es el poder de entrar al aquí y el ahora, asumiendo un rol en el escenario.

Con Jezebel en los tiempos de Elías, la mujer en asuntos religiosos y políticos era IMPURA, representaba las manchas / negaím / de lo inacepto y caprichoso; en esta nueva etapa de la historia, durante la época macabea, la mujer de la tribu de Shimeón / Judá, puede ser considerada la heroína. Ella oye antes de hablar y luego se hace oír, con la autoridad de sabiduría comunicada. «Escuchadme: Yo me propongo realizar una hazaña que se recordará de generación en generación entre los hijos de nuestra raza. Vosotros estaos esta noche a la puerta; yo saldré con mi sierva» (Judit 8: 32 y ss). La confianza de Judit es que:

------------------------

El resultado final es: «No cayó su caudillo a manos de jóvenes, ni le hicieron tajos los titanes, ni soberbios gigantes pusieron en el la mano: Judit, hija de Merari, con la hermosura de su rostro le paralizó» (Judit 16: 8).

Ahora, concretamente, la tragedia principal de los judíos es la lucha por el agua. Son pocas familias con la angustia de sobrevivir. Carecen de ejército. Y, por sentirse fieles al Dios Eterno, creen que ¡el Señor los protegería!... El sumo sacerdote Joaquín pide que las armas sean la oración y el sacrificio... Pero, al plazo de cinco días, se espera que los israelitas se rindan a Holofernes. Mientras los judíos hablan sobre un Dios de los humildes y de un Pacto de Alianza, sus enemigos mediante el portavoz del segundo Nabucodonosor / o Primera Bestia / planean la extinción de ese pueblo. El primer Nabucodonosor corresponde a los tiempos del profeta Daniel y se replantea en esta historia.

De fe vivirán los santos; pero no Juan de los parlotes. Sin agua que beber desesesperan quienes no valoran la historia y la liberación mosaica que les hizo Pueblo del Libro y la Ley / Torah. Si bien los judíos como pueblo agradecerán que se exalte el patriotismo y la religiosidad piadosa, su disyuntiva se redujo a proveerse de agua o morir y, para evitar lo segundo, sea hipócritamente o sea obedeciendo al invasor, suspenderan la resistencia. Holofernes es el tentador. Tiene la sartén por el mango. El sabio Aquior reprenderá a Holofernes, quien lanzó su plan de guerra sicológica que consistiría en sustituir las creencias religiosas del Dios único, espiritual e invisible, de Israel. Quien abjure del Dios judío y confiese que «Nabocudonosor es el único dios» tendrá agua.

Ambos, la profesora Butler y yo, entendimos que esta novelita histórica hebrea, o relato de resistencia, tiene un trasfondo ideológico, agua, resistencia o fe; sin embargo, hay que observar sus inexactitudes históricas o imprecisiones y su premeditado objetivo: intemporalidad y abstracción al plantear la eterna lucha entre el Bien y el Mal. Yo insistí en que, si bien oralmente al menos Judit sirve al propósito de dibujar un símbolo impulsor de resistencia política-religiosa entre los judíos contra los invasores, cuando del aspecto religioso de la lucha religiosa de Judith se trata, las interpretaciones posibles son mucho más ricas.

Butler explicaba muy bien

Esto es mucho más que un asunto de legalidad o patriotismo. Que Dios cumplirá un papel en la victoria israelita contra los asirios y utilizará a una mujer, la Viuda Hermosa, es una expectativa demasiado profunda, o improbable, para que esté fiada a la suerte del comportamiento diseñado por la Teocracia de la época.

Desde ese punto de vista, el comportamiento diseñado estaría muy limitado. ¿Qué puede el pueblo desmoralizado por la sed y el hambre?

En el sentido heideggeriano, lo que a Judit la llevará a los escenarios, es mimético y culturalmente determinado: ella hablará a los cobardes magistrados (pide el permiso para actuar a funcionarios, a riesgo de que no se le autorice, ir hasta los campos militares del asirio), ella dará sus discursos ante judíos y asirios en defensa de un Pueblo Justo / al que Dios defenderá o castigará si fuese infiel. Judit cumplirá rituales de ayuno y oración y, finalmente, se colocará sobre el escenario principal: el Campamento del Invasor Asirio, desde donde en el interior de su tienda o recámara le cortará la cabeza a Helofernes y hará que se cuelgue de las murallas.

En los estudios hermenéuticos que hice del Libro de Judit, tomé en cuenta el código de las Bestias, siendo Nabucodonosor la primera y Holofernes, segunda bestia, tal como se desprende de los primeros tres capítulos. En Judit, interpreté lo que literalmente en hebreo Judit significa: Una Mujer,

Este es un fenómeno bien conocido en el Zohar llamado “cambio de lugares”, ( ?????? ???????? , ajlifu dujtaiiu ) y se refiere al estado de rectificación y madurez, donde en ciertos contextos masculino y femenino pueden cambiar sus roles.



SOY ESOTERICA: Nunca pensé que mi trabajo sería leído por mucha gente. Soy densa, soy abstracta, soy esotérica. ¿Por qué sería popular? Pero políticamente es importante que la gente se pregunte: ¿Qué es posible Y que crean en la posibilidad. Porque sin el movimiento de la posibilidad, no hay movimiento hacia adelante. La idea de que la gente pueda vivir su género de forma diferente o que pueda vivir su sexualidad de forma diferente, que pueda haber lugar para una vida políticamente informada, feliz, placentera, sustenta-ble, vivible, fuera del escondite.



Vino a mi mente una historia muy conocida entre judíos y cristianos: la novelita viejotestamentaria titulada Judit, de la que hará un decenio ella y yo platicvamos. Planteé a Judith la historia de su tocaya. En dieciseis capítulos, el Viejo Testamento da cuenta de un acto heroico que JN cree performativo, ilustrativo de su teoría, si bien la historia de Judit / la viuda judía / hace que Butler divague con preguntas filosóficas como ésta: ¿es justificable la crueldad cometida por Judit / decapitar a un hombre indefenso, aunque éste fuese un militarote abyecto? ¿no fue más ético lo que las griegas hacían para evitar la guerra: ponerse en huelga de sexo? pues... con la abstinencia sexual, castigaban al destructor de vidas... ¿Es posible construir la paz necesatia con métodos pacíficos o con métodos violentos? ¿Cuál es el papel de lo sexual, en la novelita de Judit?

JUDIT Y EL YO HEROICO: Tramándose un plan, donde su belleza, sus vestimentas de galas, sus perfumes, aún sus sandalias y todo lo que sustituyera su luto, la viuda Judit salvará a los pobladores de Betulia y desafiará las expectativas de la guerra. Sin embargo, los magistrados judíos le dieron la vía libre para que tomara como escenario el campamento enemigo. Había una cobardía que a Judit no le gustaba. Se decidió por una performatividad protagónica; pero, que socialmente se volvió una victoria. «La acción de Judit pudo ser la diferencia entre una comunidad que muriera exterminada, o el personalmente trágico final de ella misma, si no hubiese logrado seducir, decapitar y escapar, tras cometer el asesinato político y material», dice Butler.

¿Por qué una historia como ésta? Para los cristinos no escrituralistas, la bella asesina Judit es el símbolo de la Virgen María en la Iglesia. Es el cumplimiento de una promesa que dice que Dios enviaría ayuda, en un momento en que, tras la invasión, el pueblo israelita se amotinó todo el pueblo contra Ocías, su gobernador, y lloró mejor es ser siervos suyos, que morirnos con nuestros niños, y consumidas nuestras mujeres. Se exalta, además, el cumplimiento de una profecía que se halla en Génesis: Judit le cortó la cabeza al Anticristo, María se la pisó a Satanás (Gen. 3:15 y U.12).

El análisis que a JB le agrada sobre Judit la Judía es político. Tras ese adorno reiterativo / retorizante de su belleza, su condición humilde y piadoso, la Judit dada al ayuno diario, había una gran consciencia social. Ella no es parte del Don Nadie / Das Man porque no lo desea, si bien es cierto que «ser judía y mujer, era ser de lo más humilde de aquel entonces, ¡una don nadie!» Sin embargo, como se cuenta en el capítulo 7 del Libro de Judit, Holofernes en Betulia (Samaria), sacó la casta de la israelita cuando entendió que cometía un crimen genocida: cortar el suministro de agua; hacer que la gente muriera de sed y entregando al ejército asirio al que quisiera escapar.

El ejército asirio del general Holofernes había sitiado la ciudad y sus moradores judíos, ante la posibilidad de morir de sed y hambre, decidieron rendirse antes que los 120,000 infantes de los ejércitos invasores les pasaran por espada. Judit había infiltrado los campamento del asirio y seducido, con su belleza y artes de engaño / teatralidad sicológica e hipocresía, a Holofernes. Fue invitada a una cena de banquete, donde las mismas debilidades del macho, su gusto por la ebriedad, hace que se desplome dormido en su tienda, facilitándole la tarea a Judit, quien lo decapitaría. Cuenta la historia que: «Judit, tras realizar una oración, cortó la cabeza del general, salió del campamento y la entregó a los de su pueblo, quienes, al alba, colgaron la cabeza de la muralla y se dispusieron a atacar el campamento asirio. Cuando éstos fueron a despertar a su general, lo encontraron decapitado, y en el temor y la confusión, huyeron. Así fue como Judit (la judía) salvó a su pueblo (Israel) y, en tiempos de guerra y peligro, la valentía de una mujer rescató a muchos de la cobardía de los magistrados».

Antes de que se diera el asesinato del General Holofernes y la conducta, lascivo y seductora, de Judit que algunos interpretan como en desacuerdo con la moralidad cristiana, hay una preparación. Viene de un Oir y obedecer. Y antes de anunciar el crimen, el Libro de Judit asevera: «Tomó la cabeza de Holofernes, la puso en la alforja de la sirvienta, y ¡se fue a orar en la noche!... llevó la cabeza a los israelitas en Betulia, ¡y la colgó en las murallas a la vista de todos! (14:1)

Es sorprende lo que dice la historia mitopoética de Judit y el poder de seducción que ella obró en Holofernes, una vez se presentó ante él, con el poder de la hermosura natural y el adorno, vestida de fiesta, engalanada con joyas, con las mejores sandalias y con un mensaje, que pudiera interpretarse como insolencia ante un poderoso, siendo que los judíos de Samaria, eran considerados de la gente más humilde y tributaria: «mi linaje nunca es castigado, ni la espada prevalece contra él, si no han pecado contra Dios» (Libro de Judit 11:10-11). Tan cegador sería el infatuamiento amoroso de Holofernes, quien predicaba que Nabucodonosor era el único dios, que otorgó a Judit todo lo que le pidió, hasta lo más absurdo: Que saliera al campo todas las noches a orar a su Dios, ¡al Dios de Judit!; el Dios que me envía a ejecutar en ti una cosa de que se maravillará toda la tierra cuando lo oyeren. Esta cosa fue que cortara su cabeza, cuando dormía, de dos golpes de espada, mientras oraba, dame fuerza, Dios de Israel, en esta hora (13:7-8)..

Entonces encuentro la palabra de Fanny Jaretón, al modo en que la da, prefigurando a la heroica Judith:

supe al fin
cual era mi circunstancia
de lugar y manera
supe de mi apellido familiar
supe que soy de linaje
en el lino de sus aceites reparadores
supe de mi religión
que he predicado por sus proverbos...
[Fanny Jareton, De Modo]

Una poeta que cree que la performatividad puede transformar los patrones de sexualidad del hombre y producir el andrógino espiritual es la argentina Fanny Jaretón, quien a la lírica en lengua española viene aportando una imaginación inagotable, con agudeza significativa y fuerza. Por igual, conozco su interés por la declamación, la danza y otras manifestaciones teatrales. JP explica que la performance theory «viene de de estudios antropológicos que se enfocan en dramas sociales y colectivos, incluyendo múltiples tipos de eventos en vivo: puestas, teatrales, bailes, ritos». Entendamos, por igual que la teoría bultleriana de la performatividad se influye de lo que Richard Schechner llamó twice behaved behavior, «repertorio reiterado de conductas repetidas», esto es, lo resturado.

La labor poética de Fanny Jaretón es moverse hacia el hallazgo de la vieja circunstancia y el linaje restaurado que le permita la manera de ser, acorde con el Hombre y la Primera Mujer. En el poema De Modo el que se sepa cuál era / es / su circunstancia, su religión, su ancestralidad, sus modos, es una restauración, de un estado armonioso posible. Cuando Fanny Jaretón explica los modos de su escribir, la compulsividad es conducta de una reiterativa esperanza que cura y la lleva a un tiempo de bendición: «Me invento al amor o al desamor como recurso para poder escribir porque yo escribo para no morir, también lo hago para no matar. Mis escritos que se acopian desde este lado de mis archivos donde se holocaustan para la Oh diosa compulsión de la escritura. Esos dedos se me disparan insistentemente por lo apremiante de lo primero y entonces… por ahí hago una pausa y es ese bendito tiempo en el que puedo compartir algunos para curarme del empacho... Las motivaciones y a quienes están dirigidos mis poemas, por lo general, son arquetipos pulsados por una observación personal que hago de la vida, instancias salvajistas de este zoológico que somos». [Carta de Fanny Jaretón en Foro / Grupo / Muestrario de Palabras: 20 de Mayo del 2009].

Encontré al hombre
de mis adverbios de modo
y entonces fui
caligráficamente
desquiciadamente
lentamente
perdiendo todos mis pro-nombres.
Y entonces fui
estoicamente
contundentemente
silenciosamente
sabia en el saber
del sabor brotada
subrepticiamente
acaloradamente
sensiblemente
supe al fin
cual era mi circunstancia
de lugar y manera
supe de mi apellido familiar
supe que soy de linaje
en el lino de sus aceites reparadores
supe de mi religión
que he predicado por sus proverbos
Tañida con su bronce
me tocó hasta que dejé de sonar
y soné en la noche más maravillosa
con todas las estrellas
en sus ojos y enojos
servil y reina
me hizo modificante
la Primera mujer.

[De Modo]

En cuanto a este poema, De Modo, lo significativo es cómo se armoniza con su estética general que, a mi juicio, expuso en Con esta boca en este mundo:


El pulso acelerado abre mi arteria a contramano por estas ganas de escribir.
Se vive escribiendo cuando escribiendo se vive.
Escribo con el corazón en el puño.
Escribo para no morir.
Escribo para no matar.
Escribo armada hasta los dientes.
Escribo hasta desarmarme.
Escribo considerando los silencios como una nota musical de mi escala de astrolabia.
Escribo donde la palabra me escribe para inscribirme.
Escribo sin permiso con su permiso.
Escribo desde el kaos para llegar al Orden, a veces no…
Escribo para reivindicarme al amor.
Escribo para no perder los sueños que me sueñan.
Escribo desde mí hacia ustedes.
Escribo en todas las voces, en todas las veces que soy y hasta cuando no soy.
Escribo porque la chispa divina me enciende.
Fuego y pasión mi derecho natural irrenunciable; con la cabeza en alto, con el pecho desprendido
con la pluma ajustada, escribo, escribo, escribo…

Cuando analizamos la estética de Fanny Jaretón (y estética porque es una intencionada búsqueda de orden, a partir de cierto caos, redefinición de su Anymus, tal que discutimos en el ensayo El humanismo erótico de FGJ), vemos su coincidencia con la teoría de la performatividad de JP. De hecho, la noción butleriana del performance sirve para escenificación de las tensiones de la memoria o, en otras palabras, como reflejo o cita social de grupos que llevan el tema de la violencia, la guerra y la violación a los derechos humanos.

La teoría de la performatividad se ha aplicado por grupos de arte y de organización política para compar con los sentimientos de las Madres de la Plaza de Mayo durante la dictadura militar argentina en el campo público o los atentados contra las comunidades judías. Hay otro poema suyo que me inspira la asociación de las teorías butlerianas de performance y la pequeña novelita mitopoética sobre el heroísmo protagónico de Judit en Betulia, antes de morir de 105 años.





LAS MUJERES LIBERADAS SEXUALES: El poema Yudiths de FGJ

¿Ha tenido que venir Heiddeger, Kafka, o Max Scheler
para decirnos que si el hombre no elige a Dios elige a un ídolo?
o sea, dinero, fama, poder y aún sus bienes espirituales...
¿Que sólo ansía para sí, para reconocer quiénes somos?
¿Quiénes somos en la boca que me nombra?
En la muerte anunciada por los nietzchistas.
En los salvoconductos que esgrimen las pautas discursivas.
Y tienen que venir, ahora, representando al falo-falso
paradigma de la mujer
que hebra-hembra Liturgia del Pueblo del Libro
aquel remendón del cuerpo girando hacia atrás.
¿Cuál tu curiosidad?
¿Tal vez el miedo de abandonar lo que mal atesoramos?
Las mujeres liberadas sexuales.
Expirando el sudor frío por las caderas estrechas
Androides esas defensas que se creen con la potencia absoluta.
Tuvieron que venir las anfitrionas del festín del Rey
Para seguir marcando la distancia entre femenino y masculino.
Acaso hay que descubrir la pólvora para explotar en el verso:
«la rosa es sin porqué, florece porque florece»
Pero a la hora de la Verdad le brotan humedades de verdades.
Y he de decir aquí que soy deseada por hombres y mujeres
a igual conducto de una conducta mal aprendida.
Ella es la socialculpable, la absolución hipócrita
en la ¡hostias! de la razón que no larga por temor
a perder la razón.
Están todos locos, hurones raspando la piedra
de la filosofía con uñas impregnadas de tierra corrompida.
Mierda abonando el cementerio de calaveras en el ser o no ser.
Estu-odiosos perdiendo la visión con el cristal libídine mal parido.

¿Estaré hecha de miel enaltecida,
o será que miro con temblor de antes?
No es la sexualidad, no es el cuerpo, no es el rincón
en el que asumimos ser Dios por Saber sin Creer.
Donde dicen que hay huevo pongo los ovarios.
Pongo la sangre estremecida, el terraplén de lo no aprendido.
Con esta pulsión sexual derribo la energía psíquica dispersa vanamente.
Derribo todo blablismo. Escuchar y callar. Sisal apredesaprendido.
La Torá ha venido para los que saben leer sin puntos.
Primaria la be al pe que llena de Luz nos hizo.
Nos Hace en este Presente comprometido.
Porque mujer y hombre a su semejanza
Semblanza en su panaim
que por alguna razón extraña a los extraños
no se les permitió Ver.

analizar






Por otra parte, JB expone reveladoras teorías en su libro Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity [New York: Routledge. 1999. 1990]. Así, como al hablarse de mujeres problemáticas con su consciencia de género, se ha hecho escándalo, el homosexualismo del varón lo es.

En lo personal, pienso que será la neuro-ética la que dará la mejor respuesta a las causalidades de planteos como la verdad de esta condición. Es el por qué iniciamos este número de Sequoyah con unos esbozos de la importancia de los estudios de Georg Northoff y sus aportes a la la neurofilosofía.

Advierto que leí el Eros de Marcuse, entre 20 o 25 años de su primera edición, pues, es la época en que se pone de moda leerlo y los pensadores frankfurianos dominan la escena intelectual norteamericana. Tenemos, Judy y yo, lecturas comunes, aunque mi Teoría Crítica se interesa menos en una subversión de la identidad, o esa ruptura de género que a ella la consolidó en el lesbianismo. Me interesa filósoficamente la líbido, el proceso socio-político que le impone afectaciones, la posibilidad de que con la líbido se pueda armonizar el hombre, en el sentido del anhelo de Reich, al proponer el ergón, o la líbido liberada del odio y la represión. Sin misoginia ni homofobia, estamos en el principio del placer. Para mí, Freud fue importante y será Northoff quien separará, hasta desechar, los prejuicios que hay con su legado.

LA CONSCIENCIA DEL DESEO: La consciencia de deseo, como algo filosófico y como praxis humana, política, data de mis primeros poemas adolescentes y para chico tímido como fui -- tuvo que representar un despertar y un instrumento de autoliberación. Entender la relación de Deseo y Política / o Eros y cultura represiva / lo debo a los filósofos de la Nueva Izquierda (de Marcuse a Reich, de Benjamin a Fromm). En vista del reciente número de esta revista, dedicado al erotismo como humanismo, que es la forma como lo entiendo, según se devela en la poesía de Fanny Jaretón, haré una ligera reseña de las ideas de Judy.

Al menos, desde 1990 al presente, sus libros hablan de dos cosas que aterran al machismo cuando el asunto es la guerra de los sexos, o problemas de géneros («subversión de la identidad», en su jerga) y el temario de Judy Butler es, sin duda extemporáneo: los límites discursivos del sexo, el discurso que excita, el poder y las teorías de sumisión, el «deshacer» de lo sexual, la vida precaria que se esconde detrás del poder del luto y la violencia. Entre más de una docena de libros publicados, los más recientes reencuentran un diálogo con la izquierda; hablan de transformación social y movimientos de mujeres, hablan de contingencia, hegemonía y universalidad y dos que leí recientemente son muy importantes: Los marcos de la guerra [Frames of War: The Politics of Ungrievable Life (2009) y la necesidad de dar cuenta de uno mismo, que es el tema de Giving An Account of Oneself (2005).

Desde esta perspectiva de este último libro es que hablaré acerca de Judy Butler.

Desde la edad de 14 años, JB es lesbiana y feminista. En una entrevista que leí durante el año 2001, realizada en Berlín, dijo a Regina Michalik, que el lesbianismo la llevó al feminismo y la política, es lesbiana «porque quise a alguien, a una amiga, muy profundamente. Y luego me hice política a partir de ello, pero como resultado».

EL SEXO ES SOCIALMENTE CONSTRUIDO: Judy es popular como pensadora. Admite no ser una profesora típica. Es antipuritana. Su libro Gender Trouble [1990] [Género en disputa: en su versión española] vendió más de 100,000 copias internacionalmente y fue traducido a varios idiomas. Se da el lujo de impugnar a las vacas sagradas del feminismon legaloide y académico como cuando se opuso a Catharine MacKinnon y sus argumentos sobre la pornografía que son, como bien dijera JB, el respaldo a que el Estado tenga el poder incuestionado a la censura. Butler entiende que conceder ese poder de censura es un retroceso y reformas legales, realmente interesadas en el cambio social, deben ser más imaginativos para combatir la opresión patriarcal.

Aludida como una de las superestrellas de la Academia en los '90, con estudiantes gradudos que le son devotos a través de la nación, Butler es considerada la más famosa de las feministas de los EE.UU. y la más brillantemente ecléctica de teórica de la sexualidad de la reciente cosecha; además: «the queer theorist par excellence»; pero se queja de que con la celebrida viene, por igual, la desfiguración: «A veces me utilizan como una especie de ejemplo de la monstruosidad. Tiene que ver con puntos de vista homofóbicos o explícitamente anti-semitas o misóginos. Tal vez le preocupa a la gente que sea tan claramente lesbiana y no una lesbiana femenina. Mi tesis sobre la construcción social parece asustar a la gente, la idea de que el sexo es culturalmente construido».

La autora reflexiona sobre el rol del sexo en la concepción de una sexualidad natural o de género coherente y desafía explícitamente las cuentas biológicas del sexo binario y de género asimétrico que impone una heterosexualidad compulsoria. Hay un discurso regulativo que concierne a la construcción cultural de los cuerpos, en cuanto sexuales. El cuerpo es parte de un discurso escondido y la supuesta obviedad del sexo como hecho natural biológico debe ser estudiada. En la opinión de Butler, en su libro El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad (2001) [México: Paidós. Visor]: «El género no debe interpretarse como una identidad estable o un lugar donde se asiente la capacidad de acción y de donde resulten diversos actos, sino, más bien, como una identidad débilmente constituida en el tiempo, instituida en un espacio exterior mediante una repetición estilizada de actos».

LOS CUERPOS EXCLUIDOS: Convocar a los cuerpos excluídos a la resistenca, a que se apropien «del lugar de la exclusión, para desde ahí constituir un nuevo lugar de enunciación» es parte de las enseñanzas de Judy, como filósofa de «lo queer, término despectivo que designa a los maricones y marimachas», pese a que parezcan degenerados en el ejercicio de su exterioridad, ella les invita a mostrarse y dejar de ser excluídos. En consecuencia, la gente reacciona con miedo. «Piensan que hago creer a la gente que sus cuerpos no son reales o que las diferencias sexuales no son reales.Creen que soy demasiado carismática y que estoy seduciendo a los jóvenes. Pero también que marco una generación entre las feministas mayores y una generación más joven de pensamiento queer y temen que pueda haber una brecha».

SER JUDIO ES ALGO SOSPECHOSO: No le preocupa que se le catalogue como parte del «anti-americanismo» o del imperialismo americano o del imperialismo cultural americano. Respeta su diversidad ética y cultural por lo que dice: «No soy religiosa, pero practico algo. Y quiero que mi hijo lo aprenda como una tradición cultural más que como una práctica religiosa. Soy una buena chica judía del medio oeste, con bastante buena educación. Mi familia era de Hungría y de Rusia y mantuvieron vínculos con Europa. Muchos de mis familiares vvieron allí en la década de los treinta y se murieron durante la guerra. Mi abuela siempre fue muy clara y quiso que yo volviera a estudiar a Europa, así que vine a estudiar a Heidelberg en 1979. Mi madre y su generación estaban preocupadas por mi viaje a Alemania y pensaron que podría ser difícil siendo judía. Pero mi abuela me dijo: «Sí, anda a Alemania. Los judíos siempre fueron a estudiar a Praga, a Berlín, sí, anda».



____

Los violentos de la tierra / Cantos de la experiencia; en Sequoyah 18 Blogsite 1 / Contenido de Sequoya / 10 al 26 / La obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / Primera parte / El hombre extendido / Carlos López Dzur: Recognizing Outstanding Individuals in the Community / El Corazon Del Monstruo / Estampas Y Anecdotario Existencial / Descanso y me alimento / Poetas del Mundo / Como una amazona / a Luis Bottari Rico / Red Mundial de Escritores en Español / A Marcianita Echeandía Font / (Per) versiones desde el paraiso. Prólogo / Letras / Parnassus: Carlos López Dzur / John Demjanuk / Holocausto / Entrevista: 250.000 iraquíes han sido asesinados / Harold Bloom / Gabriel del Río: De la historia del Pueblo del Pepino entre 1820 al 1830 / Convocatoria: Pepino / «Red Hot Lies: How Global Warming Alarmists Use Threats, Fraud, and Deception», de Christopher Horner / Piratas judíos en el Caribe / Reseña de libro de E. Kritzler / 35,000 niños mueren a diario por el hambre / Estadísticas del hambre y la subalimentación / Violencia doméstica en México / Jacob Needleman: Etica y dinero (1) / Jacob Needleman: Etica y dinero (2) / Los 17 de Norfolk / Educarse para ser libre

Monday, May 18, 2009

Homenaje a Hefesto

«Cojo, orgulloso de su trabajo, aunque no de sí mismo,
representa el tipo más digno de persona
a que podemos aspirar»:
Richard Sennet


Tengo la impresión de que usted es tan feo
como real; que vive en el materialismo cotidiano;
entiéndase: la cultura de la carne y el hueso,
en el cosmos artesanal de la lucha por la vida
y el odio contra especuladores insaciables
a quienes maldice cuando le niegan
el derecho a ser un pleno ciudadano.

Lo veo en marginalidad porque tiene complejos.
Han dicho que usted es cojo y que el pene
lo tiene pequeño y arrugado.

¿De qué vale que presuma el genio, o diga
que el erotismo es la base del trabajo?

A usted, artífice, lo tienen en apuros.
Sin duda que figura entre los zorros
de mayores sospechas. Potencial subversivo.

Usted desdeña al que mucho consume,
pero, aún más al que degrada lo que hace;
usted pone más amor que la recua de esos otros
intermediarios, dizque artesanos también
y competidores. Chapuceros, ganapanes.

Usted es, pese a sus defectos,
lo mejor que la praxis propone cuando juzga
la codicia y la fantasía del que ya, jodidamente,
no sabe lo que quiere y lo que hace por vivir.
obsesionado por
hágase ésto, cuanto antes,
yo pago, yo compro, yo demando, así se antoja.


A esa masa no le importa
su conexión de cabeza y mano,
su liga en corazón y artesanía.
Le van a administrar y mandar al carajo.

Usted crea la belleza, con materia prima,
y los Olípicos de la Guerra y el Ocio mal-llamado
sagrado, saccer-otium, porque
explotan y mienten en los consumos,
a usted lo esconden, sellan su frente de caín
y lo mandan a los bajos tianguis de la tierra
y a talleres de sudor y desempeño.

2.

Los que elaboran agresión compran barato
y te dicen, antes de clavarte sus puñales
en la espalda:
«Cojo, pendejo, malquerido,
¡qué muchas cosas haces con el fuego,
bendita sea tu Forja de Vulcano,
pero apestas, herrero, como si quemaras
la jiña de caballo!»


No te acerques, sudas como bestia
en la tarde sin viento.
No me toques que tienes cáncer en la piel.
No me hables que tu aliento
como sangre es abundancia de arsénico.
La noche te da color de bronce,
pero nadie agradece que seas tú
el que forjes el relámpago que ilumina
(el rayo con que se crece Júpiter)

Los que administran el fervor no son mejores
porque siguen haciéndote extranjero, habitante
de entornos sostenibles, en perjuicio tuyo.

3.

Pero tú eres el obrero, sin padre
que te bendiga, a no ser que vayas y supliques
y hagas marcha al pasado remoto; te piden
que no rompas la cabeza del verdugo
y que no nazca Atenea, tu hermana, ni fabriques
para ella, pertrechos... te piden que controles
la pulsión, voluntad de poder, que intenta todo
aquello que es posible...
(sí, te sobra Curiosidad, Sabiduría, destreza,
motores que enceder con el conocimiento);
te aconsejan, hipócritas, que no rompas
la cabeza, Hefesto, del Poder y salves algo
como si fueras el fulgor de Prometeo.

¿Qué puedes salvar tú, expulso del panteón
de la gloria, si estás acomplejado
por tus imperfecciones? por tanta burla
y demanda y sorna, gran cornudo,
de testículos calientes
si aún no te resignas a los límites,
a que no todo es posible,
ni casado con la hembra más hermosa,
ni siendo generoso...
qué maldito se vuelve para tí dar amor
la hermosa joyería, ética de irresistible puterío;
¿qué podrá urdirse para que subas a la tierra
de la que fuíste echado y, en lomos de mula,
te encares a Hera, autora transversal de los desprecios
de tu vida y la Caída y tus morbos por la causa
del ego minusválido? Nutrición insuficiente en
las eras de Seno / en la voz de la madre...
¿qué? que no sea emborracharte al terminar
una jornada de labores, ¿qué?
que no sea la venganza proletaria
y la hoz y el martillo
o la alienación del trabajo.

De: Estéticas mostrencas y vitales

__

Mark Levin: Libertad y Tiranía / Drugging America / Drogando a USA / Jason Burk: Islam / Patton / Demjanuk / Iván el Terrible / Criminalidad y narcotrafico / Explotación Infantil / Inmigrantes / Pandillas en Aumento / Pandillas / Feminicidio / Sueño Americano / Libro de la Amistad y el Amor / Erotismo y pornografía / El pacto de la palabra / Fanny Jaretón: Humanismo / Cantos de la experiencia / Parte 2 / Meditación de fin de año / Convocatoria a Estudio de Historia de SS del Pepino / Perros y gatos / Decapitación / Zonas del carácter / Separación de Familias /

Thursday, May 14, 2009

El humanismo erótico de Fanny Jaretón


Por Carlos López Dzur / Fundador de Sequoyah

Fanny G. Jaretón (FGJ) es una poeta argentina con quien, desde 2004, por lo menos, mantengo un fascinante contacto. Sus primeras cartas me revelaron su capacidad para transmitir la mujer que es y cuya personalidad proyecta componentes significativos de su inconsciente personal. El subfondo sedimentado de la conciencia, base de una zorrería intuitiva que dispara las palabras directas al corazón.

Ella escribe con distintos pulsos, no siempre intencional y premeditadamente en pos de un texto logificado:

«Muchas veces escribo dormida... Tengo varias voces, porque en esa búsqueda me comprometo con la celebración y en ella el juego. A veces, las más, son esas imágenes que se agolpan en mí y acomodan su tránsito a su antojo... Me gusta el nivel vibracional que se levanta ante lo oculto, en palabras de un amigo: 'No sé lo que querés decir, pero se siente lindo y me dan ganas de leerte muchas veces'. Y ahí creo que toca la mano de Dios».

FGJ me ha escrito, en variadas ocasiones, acerca de su «manera catártica de escribir, y muchas veces hasta dormida, y la mayoría de las veces de manera desesperante».

Del humanismo erótico que hablaremos aquí, como definitivo logro de su poesía, FGJ ha dicho lo siguiente: «Para mí, la poesía erótica es la que te abre y no cuenta con otro requisito». Este abrirse al que alude es invocación de vida, «ese pozo insaciable de la alegría. / La noche nunca interminable / donde me invita a ser feliz, / con el destino placentero / doloroso». Desde su poesía, se invoca un Sí a la Vida, aunque ahora lo que se observa como escenario en el mundo, en rigor, es nihilismo.

La mayoría de la gente pervive en el determinismo biológico que ha sido propuesto por la sociedad dominante. «Se ha perdido el rumbo frente a la carretera del dolor» y lo que queda, en términos de 'ismos' es «lo que no nos lleva a ninguna parte», concluye ella.

Apertura, como término proveniente de la intensa poesía que le conozco, no es abandono del quehacer social por los cambios necesarios ni ser pesimista ante su posibilidad y la de otros esfuerzos de construcción de alternativas; pero la propuesta a la que como Mujer-Poeta se integra, tiene un rumbo, hacia donde las palabras claves son: «Sed-Rompimiento-Milagro-Trascendencia-Salvación».

Desde este Hei / Dar, se habla en torno al liderazgo y confiesa su Yo fuerte, que la salva y la instrumenta, por cuanto es capaz de ofrecer y proyectar los pensamientos propios y los sentimientos interiores hacia otros. Fanny tiene un destino y misión. No se confirma ese yo fuerte, sin angustia. Por momentos, «he perdido el sentido práctico y el sentido estético. Sólo escucho que las palabras me llaman, me dicen, se ocultan, blasfeman, interrumpen, diseccionan el tropel de la nostalgia. Quieren llegar primero que yo para salvarme del doloroso infinito, todo final me lleva a la pérdida y entonces vivo perdida para no encontrarme en el sí-mismo, misma de mí, y entonces la palabra que me invoca y hace presencia y ahí estoy yo forzándome el útero, pujando pujando para hacerme el eterno poema de lo inombrado».

Para experimentar el milagro trascendente, desde las esencias de su sed y rompimiento, la palabra clave es dar. Hei, la letra hebrea, contiene implícitamente el Dar. Judía, conocedora de la Kabalá, FGJ entiende que al dar de lo propio (de las semillas como palabras) a los demás se patentiza la autoexpresión, el regalo definitivo del ser. Lo propio es su estado de conciencia, que es la vestimenta superior del pensamiento, o propio intelecto interior. Las otras dos vestimentas son el habla y la acción con la que se manifiesta a los demás como acceso y responsabilidad cumplida.

El semejante, el sufriente, merece consuelo y salvación. No hay salvación si no hay habla, con liderazgo. Darse a si misma es un esencial dominio, con liderazgo, porque se rige por el poder de hablar y se comunica el consuelo / el milagro / de que en cada uno del que oye o comparte la palabra del que habla hay un punto interior de bondad. Todos los seres son iguales en esencia. Merecen la felicidad. La raíz de la palabra hablar, en hebreo es davar, que significa liderazgo.

Fanny G. Jaretón dice: «Estoy amparada a un fuerte yo que no me decrece y escribo sobre mis obsesiones hasta agotarlas, pero parece que siempre hay una cuota más; soy un compendio de etnias que me dieron origen, por lo que agradezco tener conocimiento de Kabalah, influencias holísticas, influjos aborígenes y en mi camino de buscadora por apagar esa Sed he sido bastante curiosa, exploradora y expeditiva, logrando así un lenguaje que pareciera ser sencillo, amoroso, pero hay bastante camino, sangre y minerales detrás». A ese lenguaje de su dación lo compara con un río de amor.

... la corriente alterna de la energía
que el río nos trae
y este amor efervescente
que no puede parar
y me arrastra y me arrastra...

[Y si]

Llamaré existencial a la visión amorosa que impregna la insistencia de FGJ por cumplir con la eficaz comunicación (con los demás), comunicación que a veces se antoja imposible. En adición, FGJ aboga por libertad íntima frente a la presencia de las nuevas formas mecánicas de la técnica y el Estado y la sociedad dominante. FGJ batalla por una posición, no atea, no-antimasculina como en los feminismos culturales, sino la posición que integra y concilia las relaciones de género, como hiciera Simone de Beauvoir, en el terreno existencialista.

Jaretón es consciente que la voz femenina debe ser escuchada, si bien viene siendo «seca, seca por Adán» [Y sí]; interpreto el sequedal como postergamiento.

FGJ no asume la actitud intelectual de Elizabeth Gould Davis [The First Sex] y Ashley Montagu [The Natural Superiority of Women] quienes, para fundar el tono del discurso feminista, señalan un derecho al predomonio y liderazgo basado en la noción de que, las hembras son inherentemente generosas y más gentiles, «inherently kinder and gentler». A Fanny le basta recordar que, «por mis venas corre el flujo / la furia bronca de ese hombre que me llama / desde el suspiro que da muerte».

Con la poesía erótica, FGJ hilvana un milagro / toda una praxis / que dirá a Jaspers, lo mismo a Carlos Roldán, el naufragio no es necesario si de veras creemos que el río que nos arrastra es una corriente de amor. No admitirá 'infiernos' sartreanos ni 'caídas' heideggerianas. Ninguna filosofía de la crisis ni del decadentismo (caminos que no llevan a ninguna parte, «ritmos cansados» de vanguardias) la ensombrecerá, porque, el Yo fuerte, que no la decrece ni desmerita, le dice que no merece el miedo ni ser fagocitada:

De qué puedo escribir yo
si ese hombre me come y me bebe
todas las palabras
todo el misterio
todo el miedo que no merezco.
[Vanguardistas]

De modo que el erotismo como lo que abre señala el proceso de abrirse al Llamamiento, convocatoria que es siempre hacia lo «destinado a la intimidad, a lo interior y lo profundo» [Bataille]. El erotismo abre lo obsceno. Nos muestra desnudos. Da palabras e imágenes que son surgidas sólo con el acto valiente que desafía el pudor. Como en el texto Deseo, las imágenes y verbalizaciones de FGJ son exploratorias. El cuerpo es referido a sentir con intensidad, con diversión y juego. La obscenidad erótica se plantea a partir de la infancia.

Aquí, con apertura, va pareja la noción erótica de Bataille de que los niños son los primeros experimentadores de lo obsceno. «La infancia es del orden de lo más íntimo», dice Bataille. FGJ comienza el poema Deseo con referencia al «tacto mañoso» y los orificios corporales, en cuanto se trae el cuerpo a los momentos de las humedades de la infancia, su violencia que se traduce a juego ante el hecho del exceso en el sentir.

El niño explora con divertida intensidad. Es según se crece que se pasa de la manera natural del juego, cuando estuvo atenuado el peligro y culpa, al acto erótico más obsceno, al que suele darse el rango de «excesivo, pecaminoso y condenado», en la crítica erótica de Bataille y que FGJ describe como «un temblor que a subterráneo intenta protegerse / para desmoronarse, o no, de lo que se sabe obsecuente». Este erotismo porta la culpa que Freud llamara «Unheimlich, lo ominoso, lo familiar arcaico que retorna sin ser convocado».

Preferencialmente, FGJ hilvana el erotismo que invoca el Llamamiento del Amante, el erotismo de corazones, según la terminología de George Bataille. Rechaza todo lo que intenta «anestesiar la fuerza primitiva de la creación», hecho que suele ser un interminable juego de espejos o un (macabro) baile de disfraces. O máscaras que hablan del miedo, sin remedio, a la Nada. El Amante de Fanny es el Yo intrínseco / Eros, fuente de la Creatividad, / dado a que un Yo precario no puede ser el portavoz idóneo del Mensaje Divino y quien derramará la semilla. El portavoz del Amante irrumpe con imágenes arquetípicas de victoria. Ese quien es capaz de vencer la Muerte porque es encarnación del Amante arnónico / Espíritu con bríos, encarnación del Sí que, siendo afirmativo de la Vida, tiene la alegría en sí. Este no es un Satán Cósmico / o Nihilista / Siva / de destrucción. Es el Infinito lleno de posibilidades. El Casto Danzante de la Abundancia.

La semilla / verbo espermático / enciende la chispa de los cambios. Con un lenguaje simbólico, que es ruptura, pero también sed, dialéctica con Eros, comienza a describir el Parto, el Alumbramiento de la Obra. En la traidición cristiana y aún en el Oriente, la obra se preanuncia como nacimiento del Niño Divino.

Fanny expone apasionadamente contra los predicadores de espejos, que hay que romper el ilusionismo de que el juego de espejos, espejos donde «Narciso me ha abandonado por la fidelidad hacia él mismo», ese Narciso es el discurso parafrásico que se reproduce y acentúa el discurso de continuidad ideológica, donde ella / la Amante / el Ser / que tiene palabra propia / es censurado, en favor de «convenciones hipócritas».

El miedo al desamparo, a la Nada, a la muerte, formula discursos que son mala sospecha de la realidad. Discursos que se escriben sin Amor y que son, según describe FGJ, «temor y temblor que nos dan los espejos, como le pasaba a Borges, temeroso ante ellos, la fobia que multiplica a los hombres», «la liturgia donde el ideointelectualismo» asume «la condición de balbuceducir por la dialéctica misma». Este neologismo de Fanny crea con las palabras balbuceo y seducir la ha hastiado; más que embaucarla. Se sostiene «con la mirada en el objeto observado del yo intrínseco al que entiende el valor de ser un individuo no masificado por la sociedad». [Carta de FGJ]. Sin este valor de originariedad, el discurso ideológico se vuelve una «forma -aunque ilusoria- de autoreconocimiento»; sujeto «a ser re-conocido vendiendo-nos la fama».

Hay un eco de Michel Foucault en esta advertencia de que la repetición es una propiedad constitutiva del lenguaje: la autorreferencia en la literatura y es la razón por la que Fanny G. Jaretón desconfía de la idea de la palabra como espejo, el «sortilegio de tener la palabra de la verdad», palabra hipnotizada, «con ese vaho de vientos contrarios, ¿contrarios a qué, de qué?, es que pregunto. Esputo lanzado al viento, no hacia arriba por si me llueve, sino en la dirección hacia los optimismos donde nos hacen prevalecer a los mismos, siempre los mismos, de zurda o qué, en el contramano donde la necedad se hace oligarquía para vernos en el espejo del canto, del bel canto a capella: en el sólo ío». Sólo Yo / sólo Narciso. En los fragmentados citados de la carta que dirigiera a Carlos Roldán, leo a Fanny haciendo la misma crítica a la escritura moderna que Foucault cuando dice que la crítica de hoy «se repliega sobre sí misma y se enrosca», «... ya no se pretende, como en la época clásica recuperar, traducir aquel lenguaje divino», «la modernidad habla de lo que ya se ha dicho e instaura en esta nueva configuración epistemológica la noción de literatura». [Foucault]

En muchas páginas poéticas de Fanny G. Jaretón lo que admiro es precisamente esa fuga de la canónica discursividad o configuración epistemológica de la literatura que se ha confiado en espejos. El juego de espejos puede terminar siendo un callejón de cóncavos y la fuente de toda deformación. El juego de espejos más monstruoso y desinformador en los medios comunicativos de hoy es el mediático: Cine, Radio y TV.

Me cago en los espejos, rompo a palo limpio los espejos, todos los espejos. Estoy harta de los espejos, de la palabra espejo, de los recurrentes y acatados poetas que se siguen mirando en el espejo de Borges, de la Orozco, de tantos sin intentar un tibio acercamiento al descubrimiento personal.

Por eso me prohíbo terminantemente mirarme donde otros se miran, cansada ya de tanto reverbere de un zumbido poco ancestral... [...] Por eso mi zigzag, vientre al suelo, serpentina efigie que va sobre la corteza reptil, caballo me hago, veneno me hago, mierda me hago. Erótica mierda para inyectar en las mandíbulas de los inyectes, y sí, yo escribo de obscenidad, escribo sobre el amor, esa palabra con la que la gente se asusta... No la reconoce. Están inmersos en la política, en la corrupción, en aspectos dispares donde la guerra se les hace himno y nos vamos devorando patrióticamente unos a otros como estos animales salvajes a puro instinto que somos.

Y sí, lo mío, este arte de prevalecerme, es horrible. Da náuseas. Nadie se quiere subir a esta voz; pero es una voz más que si no le permitimos ser parte del contexto, en estas voces de otras voces quedaremos mutilados por el sueño y el olvido. A dónde saldremos a caminar por la ladera cósmica del sur, sin pisar todas las voces todas…Todas-las-voces-Todas.

La inteligencia femenina de FGJ se representa con el Yo intrínseco, erotizado, que da ese documento estético citado a una sociedad que todavía es regida patriarcal y machistamente. El yo que habla es el Hei / el liderazgo crítico, que dice al Varón: «A parir, hermano, a parir y como condición unánime ya dejé de creer en las cigüeñas, para parir a la palabra. Hace falta del acto sexual creador, encendernos en la “chispita” que se te haga». Es interesante que FGJ haya acudido a una letra hebrea y su connotación kabalística para representar el asunto por el que inquirí. En un mundo transformado negativamente por el dominio patriarcal y la desigualdad, ¿cómo definirá la mujer su virtud y su misión? La respuesta es Hei: con liderazgo. Y la falta de liderazgo es nihilismo. El Marqués de Sade fue el primero en dar la voz durante la Edad de la Razón y la Revolución cuando, con una novelita negra y profética, vaticinó el mundo que crea las estructuras de la opresión en nombre de la Razón y el Sol de Justicia y, en su lugar, violenta la virtud y agrede a los pobres, a los indios, a la mujer y a los extranjeros, como no había sucedido nunca antes. Ese es el mensaje de Justine / Juliette.

La advertencia no puede ser más clara con FGJ: en un cuestionario que le envíe para que me hable de literatura erótica que haya leído o lea aún, responde: «La crítica se quedará al margen de la verdadera creación estética si no toma en cuenta este sentido de la literatura moderna». Los autores hedónicos y eróticos que ha leído incluyen a E. E. Cummings, «por su delicado y sugestivo ¿Puedo Tocar?», Gonzalo Rojas, Eunice Odio, Reina María Rodríguez y, finalmente, Carlos López Dzur, al que se refiere con estas apreciaciones:

El Zorrito Dzur sabe lo que dice, sabe lo que hace que no por maña sino por ah-s-tuto que me quema, que me lleva por el torrente de lo que hay debajo de la enagua de su palabra, sugestiva primero, coitangial en el rápido y violento lenguaje... Después, leerlo se me hace gallinácea en la piel y se me suelta todo el zoológico, el bestiario que lo olisquea y desde ese éter responde mi hembra malherida, porque su palabra mata y de una sola vez y para siempre. Leerlo me hace fácil la escritura. Es un biorritmo perfecto. (López) Dzur escribe, erosiona, alza y una simplemente se deja seducir y comulga con todas esas flores de su bien y de su mal donde nos despacha con sus olores ácidos, haciéndome y en su permiso 'la adorada fiera' de la escritura que naturalmente se concatena».


Fanny G. Jaretón no ha sugerido textos que incluir en este número de Sequoyah para un comentario crítico, aunque sí una observación de Guillermo Sucre: «No se trata ya de hacer una crítica sobre autores sino sobre obras y textos. Detrás de cada autor lo que hay es un lenguaje, no un yo».

Intentaré a través de textos como Deseo, Enardecida, Primitiva, Epidermis, Hilvanes, Inconformidad y otros, dar una lectura expositiva que la festeje. El propósito se inspira o cataliza por un texto que he leído de Fanny y el comentario explicativo que ella diera sobre el mismo. FGJ ha señalado una fuente de censura y menosprecio del arte erótico.

El texto en cuestión se titula Vanguardistas y fue publicado el lunes, 11 de mayo del 2009, en la lista del grupo de poetas y narradores de Muestrario de Palabras y dedicado a Carlos Roldán.

Los poetas de vanguardia
condenan mi poesía carnal.
Los que hablan de revolución.
Los del ritmo cansado:
bostezo de una sociedad
que no quiere caminar más
allá de su nariz.
De qué puedo escribir yo
si ese hombre me come y me bebe
todas las palabras
todo el misterio
todo el miedo que no merezco.

El comentario que acompaña al poema es este: «Concretamente, Fanny, te diré que no creo que la poesía erótica sea otra cosa que un ejercicio menor. Y la verdad es que me gusta la poesía en serio. Si llegara a haber esto sería una concesión que haría Vientos Contrarios a ciertas prácticas que no sé, hay cada cosa en el supermercado»

¿ES LA EROTICA UN EJERCICIO MENOR?: Al leer la obra de Fanny que he ido coleccionando en la medida que la comparte, he descubierto otros rasgos. El señor Roldán no le hace ninguna justicia cuando valora: «Y cada vez lo tengo más clarito. Me parecen pavadas no literatura... Los juegos literarios no sirven sino a quienes piensen la literatura como entretenimiento burgués. No va a ser con este discurso que se invite a nadie. Poesía en serio... Sobre la vida, la muerte, la revolución o lo que sea. No sobre minas calientes ni pajeros».

Fanny Jaretón está en posesión de un lenguaje y una estética que no es un juego. De hecho, el erotismo que se escribe por amor y desde el amor, es lo más honesto que se pueda hacer y dar como estética y no es una pavada. Explicaré el por qué.

La literatura de Fanny Jaretón apela a inteligencias que entienden la «trampa esteticista» y el fácil acarreo por la pornografía que enajena. Conozco su obra para asegurarlo y, obviamente, la poesía de FGJ es una que aprovecha el dolor interior y la soledad del mundo, no para hacer regodeos esteticistas, sino que hace de ese dolor un camino al amor y la holotropía. Recordemos este poema que ella titulara Holotrópica:

Usted me ha sanado con su respiración.
Me ha jadeado inspirándose en mi parto.
Se ha retorcido con vocablos obscenos.
Se acordó de su madre, no tan bien.
Se acordó de todas las mujeres malpasadas.
Se acordó hasta que dejo de acordarse.

Entonces vine yo:
pujo de cisne de cristal para encantarlo.
Vine con mi palabra de plata
bala para ese hombrelobo que nunca termina de morirse.
Vine como una cachetada como el reflujo de usted mismo.
Vine con el grito del para siempre que da la Vida

Vine enceguecida por tanta Luz que me dio su extremo.
Vine y supe de mi sexo, mi nombre y mi lugar
cuando enternecido me llamó amor.

Lo que es posible con la liberación de ese amor no es algo que está en el mercado en servicio del entretenimiento burgués. Es parte de las ausencias. Es parte de los silencios en los Lugares del Habla donde se busca el «privilegio» de hablar en su nombre. Si Fanny viviera en los EE.UU., si escribiera en inglés y tuviera las codicias lucreras y oportunistas de quien mercadea lo suyo, a través de poderosos editores, un poema como el anterior sería ya parte del programa del feminismo o, cuando no, del esoterismo New Age. Esto es, se le darían espacios expositivos y editoriales en el Establecimiento intelectual, hoy en vanguardia de análisis por razón de género y otras batallas contra desigualdad y crisis de empatía. Sin embargo, su poesía está confeccionada para que sea el Opresor que se angustia / ese Hombre-Lobo / el individuo cualquiera que accede a la internet o ella encuentra en su camino, quien tenga su catharasis, sin emplazamiento del modo más casual. Ella es íntima y privada, sin tribuna ni apoyos editoriales. Ella merece su obra antologada y es seria como creadora. Tristemente sólo depende del underground y la internet. No está ni por la fama ni por acumular libros, o impresos de su obra, que nadie leerá, si no cambia la sensibilidad del hombre. Ese cambio llegará el día en que ese Hombre-Lobo ofrezca a cada mujer, a ella, el Lugar que les corresponde y, en el caso de ella, cuando sea quien llene la Ausencia / el Silencio / con su presencia humilde, valiosa: «Vine y supe de mi sexo, mi nombre y mi lugar / cuando enternecido me llamó amor».

De hecho la obra de FGJ y de otras voces afines está en cierta condición de censura y menosprecio más peligrosa porque en América Latina, en el mercado de lo escrito en español, se promociona menos. Se publica machismo solapado de caretas. Ella dicho que no publica libros, su quehacer es más vivencia que figureo y ambición por lo impreso; con mi amistad, ella sólo tiene el apoyo de otro que admite, por honestidad, que su obra vale. No es pavada que la publique o la haga conocer. Ni lo dice un pajero. Para mí, poesía en serio, la suya. La de Fanny. Esta calidad de erotismo se esconde todavía en América Latina y, ciertamente, está lejos de establecerse «como una práctica masiva y reflexiva» [C. Roldán]. Mucho peor si no se colabora con exponerla e igualmente se le deja a la suerte de las dificultades que lo erótico como arte subversivo tuvo y tendrá antes que sea «perseguido, denostado, censurado». (ibid).

Lo que, con desenfreno erótico, se hace por hombres «voyeurs» y «minas calientes» en el mercado latinoamericano, muchas veces como retrato de amor enfermizo, como regodeo de lo «voluptuoso, libidinoso, lujurioso, obsceno, vicioso» [Bataille], no tiene esta apuesta a una continuidad liberadora que es descarga de vida / holotropía, en oposición a la discontinuidad de la vida como pérdida y evidencia de automatismos y, en el peor caso, ausencias. No tiene esta simbología profunda que caracteriza lo jaretoniano. No negamos la existencia de la pornografía en América Latina, o del erotismo vulgar-comercial, con erotismo «light» y cursi y con ésto señalamos con el dedo al nudismo, sexo cinematográfico, telenovela e historias calientes y portadas para la prensa amarillista o el mercado marginal. Hay, por desgracia, la necesidad que degrada / la miseria sexual de quienes leen y para ellos se mercadea subliteratura de tono subido. Hay morbo recrecido por divas de cabarets, putarrería / cultura de juvenalia que cada vez se fascina más a viejos y jóvenes. Y por razones de economía, el que tiene compra y paga y el se siente narcisista y se tiente se vende, se declara la / el modelo. El bolsillo pródigo paga por Playboy / play girls hedonism / Table Dance, xxx-rated stuff, mimetismo, perreo-raggaeton, cocolos culture, el que tiene ambición busca el modelaje frívolo, el escándalo o fisgoneo, las portadas para las grandes magazines, o chismes de paparazzis, el narcisismo cosmético y, de fondo, quien tiene complejos de género, se cambia hasta el sexo, se amaricona, o se involucra en el sexo sadomasoca y estilos de sex-dominatrix, etc. En mucho de ésto, ni hay arte ni erotismo. Mucho menos amor...

No es la misma recursividad y poder publicitario el que artistas como el Marqués de Sade, Anais Nin, Henry Miller, Masoge, Milo Munara, Madonna y Alan Moore, han tenido o consiguen para sí [o para que un filósofo como Georges Bataille les decante] que el que tiene Fanny G. Jaretón a su disposición para hablar de esta nostalgia de lo animal y la necesidad de recuperar una inmanencia humana, su pertenencia al mundo, que el orden imperial, moraloide y militar suprime de modo que el Orden Censor pueda acumular para sí privilegios, renforzantes de sus cosas, para más efectivo despojo del oprimido, o el más pobre. El erotismo es, por cierto, en primer lugar, consciencia de inmanencia, pero, contrario a la pornografía vulgar, es transgresión que la abre la cuando tiende a cerrarse sobre sí y, al transgredirla, de la inmanencia viene la espiritualización como su verdadero orgasmo. Su libertad. El seducido por lo erótico anhela en la muerte ritual del sexo, no hallar un rival, sino el Amante, el Erotismo de Corazones, la intimidad perdida. La lectura de Safo, Ovidio, Pietro Aretino, Gregorio de Matos, aún del mismo Petrônio, Boccaccio, Mirabeau y Charles Bukowski, para decir algunos, origina esa misma apertura. Más obscena que la palabra es la vida sentida como injusticia, oprobio e inmanencia sin libertad.

En nuestra sociedad de subdesarrollo, cuando la pornografía avanza por razones que no son filosóficas, la dialéctica corporal debe ser pensada, no temida, desde esa trinchera que Bataille llamara el «erotismo de los corazones, cualitativamente más sagrado... [...} el ardiente y pasional erotismo donde el ser amado... es asido, donde no se escapa, donde los seres en su discontinuidad se abren a la experiencia de la continuidad en el extásis, jugando así con los límites del ser». [G. Bataille] Sí. FGJ nos habla sobre amores apasionados, aún de aquellos que son amores castos, y que comparten el desfallecimiento y la angustia de la muerte y, como yo mismo soy exponente de la erótica que a Fanny y a mí nos mancomuna, me gustaría afirmar varias cosas:

(1) el erotismo no es un ejercicio menor, siendo que los temas señeros, la vida y la muerte, son la esencia en el campo del erotismo; en la dialéctica corporal nos va la vida. La procreación es importante; pero, en la calidad de la procreación, está la diferencia que el erotismo discierne y donde intenta arbitriar frente a los interdictos de la ley y el lenguaje.

(2) la ley y la transgresión son otros campos de competencia del erotismo. Observa Bataille que el interdicto inicial, definido como «lo que es entre-dicho, o no dicho en su totalidad», comienza cuando el hombre pudo acceder al mundo del trabajo. En la sexualidad y la muerte, hay un violento trasfondo que «atenta contra la paz, el orden y la supervivencia». El trabajo esclavizador es transgresor y violento, aún más que el vivir sin trabajo que reduce la auto-estima.

(3) El erotismo se libera del interdicto / o demanda prohibidora que dice: No hay libertad sexual. No será tolerada. Ocúltese el pene erecto y la desnudez de la mujer; censúrese la imagen del acoplamiento sexual y embobinamiento genital y sus humedades. Que la Espada esté dentro de su Vaina y el Olor de la sangre y la putrefacción sea destruído. El erotismo desafía la ley, aunque esa ley no esté escrita.

(4} Pero, cuando el erotismo transgresor libera e invierte valores es porque cuestiona alguna ley opresora y coloca la sexualidad bajo examen bajo una verdadera luz, no siempre racionalística, pero siempre imaginativa; entoncs, el asunto es Virtud y Vida. No Virtud vs. nihilismo y poder. Esto lo planteó el Marqués de Sade, cuando estuvo preso en La Bastilla durante la Revolución Francesa y creó la sospecha sádica. En Justine, Las Desventuras de la Virtud / Justine ou Les malheurs de la vertu: la misma civilización cristiana fue la pervertidora, llenaba de violencia el estado virginal en la naturaleza. Justine, pese a todas las degradaciones fue quien deseaba que su dignidad permaneciese íntegra, no la arriesgaba su noción del Bien; pero: ¿fue posible en el mundo cristiano donde el Poder no sigue a la Virtud, no practica lo que dice? ya que todo se invierte... Juliette, hermana de Justine, en cierto modo, es el mundo de hoy. Con sus encantos físicos y el placer sexual, Juliette satisface a varones y hembras y medra con rápido beneficio económico y un ascenso de posición social. Así es el mundo que anhela poder y no virtud, que quiere apariencias y no vida.

Sade, el Profeta del Libertinaje y del Satanismo cósmico, ha sido más que bien entendido, pero ha estado ausente de la escena que más necesita de él para que se entienda lo que realmente dice: Que hay que regresar a la escena erótica del Origen, so riesgo de que este nihilismo militante desacrilice y pervierta: «Todo es malo». La Naturaleza es destrucción y su Ley es crimen. La prosperidad induce u oferta sólo el Vicio, como en la L`Histoire de Juliette o La Nueva Justina

Se ha vuelto cada vez más obvio y numéricamente significativo que los hombres de virtud y decantada castidad / curas y sacerdotes de todas las denominaciones religiosas / no pueden contra la incitación de lo obsceno y seductor de la sexualidad. El miedo a la vida les tira de bruces sobre ella misma. El terror sólo está atrincherado en los espejos. Los espejos, culpantes de hipocresía. En la iglesia hay mucha pedofilia y, en el poder laico y público, escanta el escándalo, la deslealtad matrimonial, hijos fuera del matrimonio y otras muestras de la líbido fuera de control.

EL POETA EROTICO COMO EL AUSENTE: El hecho es que, por razones de poder, las prohibiciones que se decretan contra lo erótico no se ejecutan en la práctica porque el poeta que falta en el Lugar del Privilegio y de la Ausencia / el que debe ocupar como representante de la humanidad oprimida / despojada de su sana dialéctica corporal, es precisamente el ausente: el Poeta / la Poeta / que habla sabiamente de la Erótica. Y el / la Poeta erótic@ no es una extravaganza. Viene humildemente. Aunque impresionen sus símbolos. No es un Ego, como dice FGJ. No es el Genio transgresor que Juan Valera dibujara en su ensayo Del romanticismo en España, cuand el Poeta Romántico radical se autorepresentaba cuán Libidinalmente Exaltado Me Puedo, siendo que había necesidad de él. Elaborado alrededor de José de Espronceda, Valera decía: «El poeta no escribía ni debía escribir por arte, sino por inspiración; su existencia debía tener algo de excepcional y de extravagante; hasta en el vestido se debía diferenciar el poeta de los demás hombres; y el universo Mundo le debía considerar como un apóstol, con misión especial que cumplir en la Tierra».

Ingenuo Valera: Las poses de Genio, como las creatividades desde la bipolaridad o los procesos eutímicos, no sirven. El comercio no puede crear una comprensión del erotismo, sino una máscara de él que termina comiéndose a la persona. «Comerse» en ese sentido que FGJ le gusta decir. El mundo de las vedettes, nymphettes, galanes y don Juanes, las figuras de los Super Amantes Seductores, Divas o seudos diosas, íconos de las que mundo parece tener apetito, o procurar un Gran Consumo, no son la solución ni la cura para la sociedad conservadora que expresa su «fastidio universal» y la desesperación. Tras lo visiblemente obsceno y espléndido del manjar de la carne es que está lo íntimo y lo profundamente transgresor: el Secreto.

De hecho, la violencia sexual en América Latina es presencia evidencial. Cuerpo presente y corpus deliti. Es un manjar servido, ignorado, policíacamente examinado, cruelmente puesto al margen. Se asesinan, torturan y violan, desde niñas a jóvenes en plenitud de hermosura. Pero ese dolor de la hermosura censurada no se canta en los poemas / el erotismo que quiere triunfos / es el de las Famosas Prostitutas / de la Burguesía... Si vamos al referente de la poesía tal parece que la violencia contra la niñez / la adolescencia / la trabajadora pobre / no existen. El himno erótico por la más sufrida / la inocencia seducida y robadfa / es la Gran Ausente porque para la Poesía Seria o escrita desde el plano de la Racionalidad, o cuando no, desde las ortodoxias del Sentimiento Cívico, hay una manera, no burguesa ni lumpenizada, de abordar los temas de la bondad, la generosidad, la compasión y el progreso, los premios para el inocente. El inocente no puede tener erótica; al menos, en un mundo, donde el erotismo de corazones parece que no existe.

Quien escribe de la Erótica, abriendo una puerta al subconsciente, corre el riesgo de traer lo objetable a la palestra: los temas de prostitución, pornografía infantil, masoquismo y sadomasoquismo, desenfreno sexual y lo obsceno, nada dirán a la ortodoxia que solapa; es preferible pensar que el erotismo no representa un perdón desde lo profundo del cuerpo violentado y culturalmente reprimido. Lo erótica no es asociado a una vida deseada. Natural, liberada, porque el nihilismo sadista dice: «La Naturaleza es mala; fiera corruptia».

Este Yo consciente, discriminador y pugnaz del que FGJ desconfía llamándolo Yo inferior es el que ella sustituye con otro tipo de inteligencia. Ahora las energías espirituales cumplen y acatan la función del Eros, como fuerza que nos hace vivir, en acode a tres principios o energías básicas [Fohat, Prana y Kundalini].

Los estudios recientes indican que «no less than six million children and adolescents in Latin America and the Caribbean are subjected to severe aggression, and that 80,000 of these die each year as a result of violence unleashed in their own families. Sexual harassment, maltreatment, child labour, violence in the home and sexual exploitation occur with such frequency that they can be considered a daily phenomenon». Es decir, no menos de 6 millones de las criaturas juveniles más hermosas de la América Latina y el Caribe dan evidencia de ultrajes, desamor, lucro y prostitución que cometemos. Al tema lo ignoramos, lo ausentamos; pues es preferible, en la literatura «en serio», al menos, que sepultemos sus cadáveres, desaparezcamos sus cuerpos, evitemos la violencia de su nausebundez, la putrefacción comunicada por cuerpos que no deben ser nombrables para vivir la ilusión de Virtud / aunque haya Crimen. Hacemos la censura desde la poesía y la cultura oficial, pero, esos cadáveres y cuerpos, siguen ahí y se suman a los que, a través del tráfico sexual se exportan o se desaparecen: Dynamics of Prostitution and Sex Trafficking from Latin America. La poesía en serio no quiere que se profundice en lo prohibido y en la crueldad de lo real que incide en lo prohibido. No tiene fe en la palabra que entra transgresoramente en las inmanencias. El erotismo de lo liberador es lo ausente.

¿Cómo dar voz al poeta erótico que nos alertará como humanidad que en el lugar sagrado de la poesía puede representarse el dolor / mezclado con belleza / el ultraje de lo inocente / la frontera inmanente de la explotación? De ahí que:

(1) Tenemos miedo de hablar de afectos callados. Somos capaces de silenciar y matar lo que amamos. Partes disgregadas, desmembradas, ocultas, de una bella unidad que antes amamos y llamamos el cuerpo femenino. Hoy son nuestra vergüenza. Entiendo el grito en estas tres preguntas de FGJ: «¿Qué es lo que se esconde detrás de la no asimilación de una voz poética, qué grado de graduación existe? ... ¿Estaremos concientes en la soledad del libro que nadie lee? / ¿Escribiremos para las verdades que yacen olvidadas en las bibliotecas?»

(2) Ahora, recuerdo de Carlos Alberto Roldán, sus acertadas reflexiones sobre los riesgos del arte que se censura, sea que cumpla o no los requisitos para que sea considerado bueno: «El arte que se piense a sí mismo más allá de la trampa esteticista y acometa la tarea de intentar la transformación de la sociedad en que se produce, o –menos ampulosamente- reflexione sobre la misma y se establezca como una práctica masiva y reflexiva, tendrá dificultades, como siempre las ha tenido, y será perseguido, denostado, censurado».

La concepción teórica que Roldán, creador de Utopoesía y organizador de los Encuentros Poéticos de Vientos Contrarios, tiene del artista me agrada mucho. El habla de una «ausencia» (de la humanidad a la que se ha negado plenitud) y de un ser «humilde oyente del silencio» que produce esa ausencia. «El poeta es el que hablará en el lugar de esa ausencia», sólo en ese sentido, es «privilegio» que se ocupe el lugar del ausente, que es el «hombre explotado». Lo que falta por precisar, como parte de las carencias que ha sufrido el hombre, por causa de explotación, mala vida y mala educación, es que al hombre se le ha despojado de sana sexualidad y la riqueza de su Eros.

En ocasiones, la personalidad intelectual y poética de Fanny me recuerda a de Beauvoir. Curiosa por todo; así, por ejemplo, me escribió que tuvo una etapa en que de mis escritos le atrajo «abrazar(me) del Kabalá... en tú árbol del equilibrio: me hice trapecista de una perspectiva sin nombre»; por mi parte, he leído cuando de lo suyo cuando es celosadel bienestar de la comunidad judía argentina y los brotes de antisemitismo que sufre, manejados políticamente; sé sobre su interés por diversidad de lecturas que van de la salud a las ciencias, del feminismo al tantrismo. Sus colaboraciones recientes para Sequoyah muestran su interés por las mujeres encarceladas o las personas perseguidas. Si pusiera en la boca de Fanny unas palabas de Simone de Beauvoir, como las siguientes: «Me siento solidaria de las mujeres que han asumido su vida y que luchan por lograr sus objetivos; pero eso no me impide –al contrario- interesarme por aquellas que, de un modo u otro, han fracasado, y por esa parte de fracaso que hay en toda existencia», se haría justicia de ambas. La mujer no debe resignarse a ser el «producto cultural que siempre ha sido» [Beauvoir].

También a la mujer ha llegado la hora de ocupar el rol elegido por ella misma y no impuesto desde afuera. Esto es lo que ha sido llamado por Beauvoir «el feminismo de igualdad». Fanny Jaretón es de las mujeres que saben «desconectar el pie de la corriente por donde todos caminan» y «mirar hacia atrás, para prevenirme del engaño. / El enemigo acusa por todas partes» [Cf. Deseo] No se puede mirar hacia atrás sin consultar la historia. Ese atrás es el pasado y el presente desde donde persisten los acusadores.

El trabajo que FGJ hace con el erotismo tiene mucho de vivenciación. «Y sí hay mucho dolor en la inexistencia nuestra, / mucho dolor en ésta hecatombe del deseo que no quiero dejar acostar con nadie; porque si he de irme que sea por otro asesinato, no con éste de la nuestra propia suerte en el suicidio colectivo»; «si he de irme como me estoy yendo que sea con las manos manchadas por amor».

El análisis del texto Deseo que reproducimos en este número servirá para describir el humanismo erótico de esta autora, cómo se arranca de un existencialismo de fe. Jaretón, creyente de lo Sagrado, pasa por una lectura mitólogica («¿Probemos cómo nos habla la mitología?») y, como dice, «Y luego viene un poco del misticismo, así es que FGJ produce una poesía que se da mañas y gira sobre círculos sinuosos hasta «desconocerme, deshabitarme de la torpeza humana». La poesía, cuyo fin es «seducir a la danza de la muerte», abre los Silencios Timoratos, entra desafiantemente a los paredones del Amor Clandestino y se convierte en pesadilla de opresores.

La Potranca hábil / la Mujer Maldita / Intrigante / es también la Deseada que, a través de la magia erotizadora de la palabra y sus imágenes, provocará la catharsis.

Lo que FGJ comparte, hilvana, es una purificación. Cada lector puede convertirse en su Amante, con tal que se sincere. Ella da el acceso a la comunicación, a ese nivel de la posibilidad donde está la raíz del erotismo y el permiso de coparticipación; porque no hay erotismo mi plenitud de fantasía en el Silencio Timoroto, en la cobardía, o el miedo:

Dame todos los adjetivos que me conviertan
en la mujer maldita, en la mujer deshonra,
en la mujer puta que se limpia la boca
en los secretos inconfesables de los hombres
beso a verso, cuerpo a cuerpo,
porque es así como me llamas en silencio,
en cada noche donde me he convertido en tu pesadilla...

Donde hay soledad hay muerte si esta soledad es construída de acusación y ausencia de placer y descanso. La poeta transforma la soledad en que muchos viven, inauténticamente, / la que intuye del mundo / en necesidad de compañía y de liberación.

El erotismo de las palabras es su magia, su arte de clavar alfileres y poseer el fetiche. El machismo, en su impropiedad, es la actividad del Peligroso Jinete. Donde ella lo observa en su cabalgata sin freno, desbocada, le participa de su rescate. «Voy a apoderarme de vos a cualquier precio, / peligroso jinete el elegido, me quedaré dormida / entre tus brazos, / te pediré descanso sin sosiego».

En el cajón de las sicosis contemporáneas, están los excesos del amor propio. Los rechazos de gente que, por neurosis narcisista, juzgan como pavadas el proceso cognitivo e ideológico de los demás.

JUGANDO CON EL ANYMUS: Hay una carga emocional de Amor que me hace sentir atraído y necesario en su vida, en este Juego Erótico de su poesía. Así cotejo las señales de su «Anymus» proyectado hacia mí.

Podría decir que, en principio, ese Anymus comunica una necesidad compulsiva de posesión; pero no es exactamente así, aunque reorganizar el Anymus [con los símbolos masculinos que contiene] es tarea para los fuertes, esto es, los admirables y demandan las atracciones poderosas. El receptor masculino del Anymus femenino no puede el débil, sino el merecedor.

Cuando en Fanny Jaretón se manifiesta una reorganizadora de lo Indócil, no se puede ignorar. Ella sabe que la Palabra / la comunicación efectiva / es un Sable, arma poderosa, una entrada al Paraíso y, a la postre, una bendición / la Teshuvá. Creo que hay una bendición en quien se auto-posee al descubrir su Anymus.

Al verse «sumergida» en mis letras y leerme, ella utilizó un término preciso y junguiano para describir el proceso que la acercaría a mí. «He intentado reorganizar el esquema de mi Anymus, he venido a vos, de manera decente». [Carta personal]. Pero su proyectado «animus» [éste, uno que habla desde la profundidad inconsciente sobre el Ser Arquetípico / «unindividuated women»] tiene ecos de impaciencia ante el diálogo que se dará y se produjo. Han sido cinco años de intercambiar poesía y mensajes. Nuestra amistad y descubrimientos han sido reales. «Sirvo en la bandeja de este cuerpo la mitad de esta unión», me decía Fanny en 2004. «Y yo, terca de codos clavados en el mesón de la espera».

En El segundo sexo, Simone de Beauvoir decía que «no se nace mujer, se llega a serlo» y ésta es la verdadera función del animus como arquetipo de contrasexualidad y transpersonalidad. Hay una paradoja en los simbolismos de los femenino / masculino, respecto a la cual Erich Neumann decía: «En todas las culturas la integridad de la personalidad es violada cuando es identificada con el lado masculino o the feminino del principio simbólico de los opuestos». [The Origins and History of Consciousness (Princeton University Press, 1954) xxii n. 7]. El segundo sexo que Beauvoir apeticiera es la emergencia de una conciliación entre géneros. Se reorganiza el Anymus a ese fin. La violación o transgresión debe terminar. Lo interesante es que la misión que Fanny da a la poesía es plantearse tal cosa y ella lo hace desde el existencialismo, siendo la existencia es el dato fundamental de todo pensamiento. El comienzo de todo. Para hablar del Deseo, de la Carne, de los problemas del Ser y la ultimidad, de los conflictos de género, ella hace este exhorto: «Vamos a tomarnos del existencialismo para hablar de la carne». [Deseo] Y así comienza una obra literaria que me ha fascinado.

LA MUJER QUE ES: Mencioné que FGJ posee la capacidad de transmitir la mujer que es fuera de toda duda. Delata con su palabra su rol y su temperamento. La mujer-escritora que es, estudiosa, inquieta de cuerpo e intelecto, está descrita en el poema titulado Inconformismo. Su lápiz, símbolo de la función escritural, dice ella, «termina de hacer sus deberes»; en su sillón mullido, imagen del ocio creador, cumple con «lecturas foráneas», pero, por igual, ella va aprendineod acerca de su originariedad. Su temperamento es una «licuadora de emociones», su «ojo (es) interrogativo» y su intelecto, preguntón. Cree desempolvar, en desocultar lo escondido, aún lo que se inadmite muy riesgoso en la «curva tremenda de esta carretera de lo prohibido». Transgresora, si con tal de manifestar el amor, hay que violar / dulce sueños , del varón débil / reprimido / al que no se le permite vivir a la altura de la empatía plena. «Animarte a la vorágine de tus deseos».

Fanny G. Jaretón dice que el arte poético requiere de olvidarse de «todo lo leído, todo lo aprendido, sacarme esos ojos», «para mirar(s)e nueva» [Entre-Vista_ Entre-línea / con Fanny Jaretón]. La Mujer-Poeta es la Mujer que Ella es y conforma una unidad de contínua creación. Ella es un universo de palabras. Inclusive, con la capacidad, de dar a otros el «beso de las descarriadas» y sustentar, como religión, «el pecado más desvergonzado», el erotismo.

Yo no hago la poesía, la poesía me hace. En mí es un Don, no escribo desde los “porqués”, escribo porque está en mi naturaleza... Mi vida es reductible, ilimitante, circunscripta a dos estados pasivos de intolerancias, esta adicción que me bipolariza: Leerme y escribirme. [...] Mis poemas no son nacidos por influencias de Otros, sino que responden al Universo de Palabras que me conforman. [...] El fin para mis poemas… que se hagan infinitos en miradas sensibles, pasen, trastoquen algún corazón, se queden y lo salven; ya dice «el que salva a una persona es considerado salvador de todo un mundo»: Entrevista

HONESTA Y ESTETICA: En la misma entrevista, publicada por Gustavo Tinoco, FGJ advierte que el poeta nace, más que hacerse sobre una marcha y lo distingue una habilidad de «Oír» las voces en que «prevalece el coro de aquél Sonido primigenio, Voz-todas en Una- que vino para salvar al mundo». Sólo la Voz de Amor es mesiánica o redime. Este Oír se vuelve después un Decir, canción de vida honesta, estéticamente expresada. En el quehacer, consciente y lógico, del poema, ella se impone una precisión y un aprendizaje que se comparte con otro.

... para que aprendas que conmigo las desviaciones
no son evasiones sino que son la carretera exacta
que va de mi boca a tu boca, de mi piel a tu ignorancia por saberme,
del instinto que nos sacude hasta el extinto último suspiro
que te dejo para aprehenderme y aprenderte
por encima de la barricadas, saltando las trincheras de tu cuerpo
a la bayoneta calada de tu fuerza. [Hilvanes]

Cuando la soledad acecha, ante los desconsuelos, ante las barricadas y prohibiciones, la poesía de FGJ se transforma, sobre todo, el «recuento necesario». Es muy honesto que en el elucidario de sus pasiones (su «buzón de quejas», como dice metafóricamente, «quejas que me escribo»), se entienda la priorización de lo necesario y la pregunta indispensable se dirija hacia la praxis de las precisiones: «¿De qué me quejo yo exac-tamente?» [Inconformidad].

La mujer-escritora que FGJ se fía a la convicción de que la «vida es una eterna primavera» que a través de la poesía («música del alma») rescata lo vivido, crea amor, belleza, sincronía y espanta la muerte. La alegría, vitalidad e inquietud con que se aproxima a cumplir con ese descubrimiento / desocultación de Destino / y los Deseos / hace que se compare a una Costurerita / que cose hilvanes / textos / que peca y cae por amor; o se torna una Guerrera, pero donde las batallas son 'asesinatos sin sangre', disparos de palabras amorosas:

Aquí con estas dos manos que nacieron para la guerra, / es que declaro, te declaro mi amor, aquí donde la vibración suele ser / la única garantía de las verdaderas comunicaciones, / llenas del fuego y el calor que funde sentimientos: tirito esta confesión por ti, / aquí con las manos manchadas de amor es que cometo / este asesinato sin sangre disparando las palabras directas al corazón: Hilvanes

Sea con el hablante de la costurerita o con la guerrera, FGJ se presenta selvática y zorruna en sus textos. Es enemiga de las evasiones. Irrumpe desde ese espacio intrasíquico que da rumbo a «verdaderas comunicaciones llenas del fuego y el calor que funde sentimientos» [Hilvanes].

EL EROTISMO COMO CELEBRACION: El erotismo que postula FGJ contiene ya un principio observado por Bataille. En la cualidad erótica se esconde una relación sexual que no contempla como fin la reproducción. El erotismo es un deseo comunicativo en el que el Dasein / ser-ahí / persona / que ha ido deveniendo en cosa, persona ontificada para su manipulación / desespiritualización / es reenvíada a la inmanencia y a recuperar su pertenencia a lo vivo por medio de la intimidad, una especie de excitación de la que Fanny advierte: «Cuando hablo de calentura, no digo coito, digo esta furia de querer cogerme a la vida».

El erotismo de Fanny es celebración; no obsesión con la vergüenza y la muerte. «Ser-con-el otro-uno, ser ambos contínuos», para que la vida seduzca finalmente la muerte. Tánatos, deseo de oposición y discontinuidad, en el erotismo no triunfa pues la vida lo seduce. El erotismo a lo que apuesta es a una continuidad, en oposición a la discontinuidad, como dice Bataille y se poetiza con FGJ. «Yo tengo furia en la sangre, no soy tibia», dice ella en una carta a Carlos Roldán. «Soy aguacero y chaparrón». Cuando describe el erotismo como celebración de la vida, enhebra un diálogo poético contra lo que separa a los hombres / mujeres / unos de otros y les veda reciprocidad y unicidad. Una de las formas en que se expresa la muerte, además del la soledad y los desencuentros, es dar la espalda a la historia íntima, a la inmediatez o inmanencia perdida, a fin de fortalecer la mera historia económica del mundo y de la enajenación del hombre respecto de un estado animal que Bataille considera importante. Mientan una escisión primordial. La voz que FGJ quiere que se le escuche es la de la continuidad mágica, por la palabra / letras salvajes / que es afín al erotismo, con el que se expulsa «todo el veneno que ha acumulado», esto es, la acumulación y derroche de discontinuidad –el orden social. Es «a causa de su forma de vida falsa», que se perdió la espontaneidad, la libertad y la autoridad creativa para sentirse «dueña del agua de Seltz, de todas las aguas de todas las mareas de todos los fuegos».

Como en Bataille, en los textos jaretonianos, se pueden entrever los tres tipos de erotismo con que el ser humano / el que es abiertamente erótico / trata de conjurar e interrumpir la experiencia de la discontinuidad, la soledad indeseada, el silencio y el aislamiento subjetivo. El primero de los tres tipos de erotismo es corporal. En éste la Potranca Hábil se presta cómplicemente al amante, aunque éste sea egoísta. En todos los tres de erotismos, la misión es una vivencia de continuidad. En Deseo el amante «arrima el dolor» de recuerdo de invalidez, dominio abusivo y furia, pero, aquí la sexualidad viene de un interior («alma terca» que «aunque parezca dócil tras los pasos de Afrodita»), «engaña siempre».

En el texto Deseo se describe el fracaso de la humanidad. Es la niña con el cuerpo en silencio desde que nació, sin testigos que la protejan y la salven cuando es la ultrajada por el hermano o el padrastro, quien hace el esfuerzo amatorio. La inocencia perdida mienta a la Caperucita torturada del poema. Luego hombre / mujer / en conjunto, fieles o lastimosos, representan la Caída / la caída moral y espiritual del hombre que viene de haber perdido la gracia divina. En la resultante «perversidad que asolapa la muerte», no se podrá recuperar la inocencia. O lo que Heidegger llamara la la noción de Cuidado / Sorge, es decir, la aproximación sensible, delicada y no violenta a los semejantes, que es la base desde que se les permite a otros su florecer, desplegarse. Para la postmodernidad, el primer tipo de rotismo identificar la presencia (el ser de la Gracia Divina) como un acto de violencia y la afirmación de la verdad como un acto de imposición igualmente agresivo, que es el que vemos descrito por FGJ. El alma de este erotismo corporal tiene una queja: «Sin embargo nadie va a darse cuanta jamás / de lo que sufre un alma centro de proyectil donde no voy a nacerme».

Porque se trata de eso, morir, morir apuñalada,
morir por la espalda, por el frente, a contra luz de los sexos,
de las garras, del Jaramillo, del apéndice que revienta
calculándonos ermitañamente nuestros,
cuando el plural es siempre un son en el singular de lo que somos,
complejidades del simulacro donde el amor se viste de mil caras diferentes.

[Dolor]

El texto Primitiva también marca el proceso de la Caída de la Gracia divina. No es Dios, sino el hombre, quien crea la desnudez, la vergüenza, la negativa al perdón. Fanny nos cuenta aquí el comienzo del escándalo, la salida del Edén y la preminencia del infierno. «Fue el alba donde vestidos por primera vez nos encontramos».

El segundo tipo de erotismo se cumple cuando hay un amado. FGJ lo asocia al «sexo vestido de amor», «al análisis del despliegue de un instante, / perecedero, que cae cuando maduro –pútrido» Esta atracción y conciliación erótica está bellamente descrita en Enardecida.

Un tercer tipo de erotismo se cumple con la devoción a un dios, o a través del cuerpo o del ser para esa divinidad.

Con este erotismo se vivencia al «habitante androgenital», allí «donde reptan los amantes / cuando me resbalo de todo ello; mas elijo ponerme de pie, / mirarlos por última vez antes de cortarlos en un solo tajo».

____

Bibliografía

Fanny G. Jaretón
Templado: En Mis Poetas Contemporáneos

A modo de biografía: Alas para volar

Gustavo Tisoco, Entre_vista, Entre-Líneas con Fanny Jaretón. En website.

Clandestino: En Mis Poetas Contemporáneos

Otoño: Más Allá de las Palabras

Carlos Alberto Roldán
¿Qué requisitos debe contemplar un poema para ser considerado bueno?

Carlos A. Roldán

Agárrate, vamos a navegar

Remolinos

Georges Bataille: Erotism: Death and Sensuality (1986)

_________: The Tears of Eros [City Lights Publishers; 1989] 258 pages. Translated by Peter Connor


Michael Focault: The History of Sexuality. Volume II. The Use of Pleasure. [1984] . Trans., Robert Hurley. Vintage Books Inc., 1990.

Simone de Beavoir, El segundo sexo (Editorial Suramericana). (2002). Prólogo de María Moreno. 728 pages