Parte 3
CAER DE NUEVO ENTRE MIS GARRAS: La Mujer es el Punto de Apoyo para la liberación humana. Todo trabajo de libertad de los potenciales humanos y de plenitud que la Humanidad plantée para superar la experiencia del vivir en el mundo espacio-temporal requieren la ayuda idónea de la Eva / o la serpentina Lilith, la Gran Madre y la Seductora del varón. Sin contar con ella como el punto de apoyo para el hombre no hay perdón, acceso a otras dimensiones, superación de la Caída. Cuando Fanny Jaretón, metaforiza el Purgatorio, habla en realidad de cuán esencial es la hembra y la pasión que ella ofrece, que es la energía que vemos entre las bacantes o la independencia pesquisadora de Lilith cuando se va del Edén, después de la Caída.
Ante las puertas del Cielo
¿renunciarás a la mentira que nunca me quisiste?
Saber que el infierno a que te sometí con mi pasión
puede pesarte en contra.
Puede pesarte del perdón
y que te abran las puertas para
caer
de nuevo entre mis garras.
[Purgatorio]
Entrar en las garras de la mujer es una hipérbole lírico-descriptiva, no del reino matriarcal, sino del regreso a la libertad original y angélica del Yetzirah. La mujer es el perdón / permislo encarnado / para que el hombre nazca, repetidas veces en el mundo fenoménico. Cada vez que se nace el hombres es perdoinado a través de la mujer. Quien siente el aprendizaje terrestre como una condena (el «ser» arrojado de Heidegger como una maldición), no entenderá la belleza de su origen, la luminosidad de su auténtico Ser.
La mujer como apoyo tiene diversidad de aspectos. Ella es la que apoya al nacer. Nos da el refugio de su vientre: el útero para el proceso de formar la vasija ammiótica y es el ser-coacompañante que más perdura e íntimamente nos conoce y examina durante la crianza. Se comprenderá por qué, desde lo más remotos tiempos, el mito cosmogánico recoge la enseñanza iniciática del Hijo que desciende a los infiernos para recobrar su relación-esencial materna, como hizo Dioniso cuando muere su madre Tione. Una relación-esencial que habla de lo Femenino como punto de apoyo, no sólo en la etapa de crianzas, sino en la etapa sucesiva, en cada etapa hasta la muerte (desencarnación). En los Misterios Orficos, es Orfeo quien baja a los infiernos para rescatar a su esposa (Eurídice). En este texto, Purgatorio de Fanny Jaretón, hay una infierno al que bajar que ella llama la pasión; pero, hay una connotación de apoyo y apertura a una salvación, que no pesa porque es la puerta misma de los Cielos o un regreso a la co-participación, a la simbiosis colaborativa.
Sin duda, este es el aspecto qie más atrae a las hembras. En el poema de FGJ, se representa la bacante en cuanto creyente del éxtasis y de una esperanza de vida posterior a la muerte, que es lo que Dioniso representara antes de asociársele exclusivamente a la «duradera y relevante significación social, cultural, religiosa y económica» del Vino y la locura báquica. En Delfos, donde tumbo «santuario y tumba propios», cuando el vino fue sino una novedad, Dioniso era el eco del influjo de las enseñanzas relacionadas a Isis y Osiris (E. H. Difabio de Raimondo, loc. cit.] En la sociedad de hoy, la mujer es la que más condena y sufre la máscara silénica de Dioniso, el hombre maltratador y borracho, disipador de cuidados o el hombre sin introspección, a la vez invalidado las preocupaciones e ideas de redención, libertad y aspiraciones sociales.
La noción de darse al Origen, o regreso al Cielo, está expresada en el texto Loqui/darme, título del que de adjetivos o verbos ausentes (i.e., loquear, liquidar, locura, líquido ha logrado extraer muchas otras connotaciones misteriosas, tales como la necesidad de completar o saldar un proceso de locura, la noción de darse al proceso es prerrequisito para que cierto asunto fructifique. Por la riqueza líquida (o liquidez acuática que se asocia al proceso, darse no es sacrificio. Loquidarse, paradógicamente, es una aventuera con augurio exitoso, a la que la hablante de FGJ se entrega con locura. Esto es, se loquida. Aquí locura es apasionamiento, entusiasmo, intución desbordada respecto a cualquier vacilación o duda.
En Loqui/darme, la imagen mayor es la del agua tranquila, mar adentro, «a mil millas» de cualquier cosa en que brote la pena, las sombras o el desperdicio, pues, esta es la simbiosis más pura, en la que ella obra por conoimiento al Amado y no por accidente. Es proceso de lavamiento de cada residuo. Bautizo en Agua, catharsis neptuniana, ante de la purificación con el fuego.
A mil millas de cualquier otra cosa
no quiero enterarme de nada que no sea de tu amor.
No quiero nieblas abruptamente agarrotadas en el océano de pena.
No quiero vida donde no pueda escoger mi refugio.
No quiero colinas de pájaros bajando por carroña.
No quiero el accidente de la semilla que cae sin dar fruto.
A mil millas de cualquier otra cosa
sólo quiero la simbiosis de tu agua que estrecha me rodea
para ahogarme.
Este bello poema es un canto al entusiasmo místico, al éxtasis o el arrebato que se ofrenda durante el Trabajo con las Agua alquímicas. Aguas de regeneración. Se escribe cuando ya el Amado / Novio / el que viene / la Entelequia o Meshiaj, ha sido conocido. Este Darse Loco es selectivo. No se califica cualquier Varón. El candidato viene con credenciales idóneas y la Bacante dionisíaca lo ha ido intuyendo paulatinamente, en días de océano de pena y empresas sin fruto. Este ha sido el único enviado fiel. No es el que menosprecia la semilla que se brinda, tomándola por carroña. El no quien al gesto de amor deja desconocido, aislado en el desgaste y submitido al accidente que ni a los cuervos alimentará. Quien viene ha sido el Consolador y Guía. Ha entregado la Palabra / el Gran Libro / el Punto de Apoyo [12] y el Misterio de la Consagración. [13]
La Virgen / la Enamorada / la pesquisadora, en este poema, ya tiene el conocimiento de la Simbiosis del Agua y el significado interior del Caballito de Mar. Esta Virgen / tranquila / es la misma que, con tesón y aviso pregunta a su Amado, en el texto Purgatorio: «¿Renunciarás a la mentira que nunca me quisiste?» En este momento, ella está segura de su amado. Ha pesquisado que no es un aventurero nocturno, o un curioso de su encanto femenino, que es infernalmete atractivo. A esos tipos de macharranes que llama «alcahuetes y curiosos», «enterradores del espíritu» en su poema Mediumnidad.
Se ha pasado a una etapa en que ya no hay excesos, o imgáenes de libaciones o promiscuidad sexual; se ha acabado el juego erótico de las manías y las desmesuras, que alguna vez los rufianes y organizadores de religiones institucionales y nuevas acharon a los discípulos de Dioniso para mantener sus ideas en la clandestinidad y hacerlo pasar como transgresor. No que la hablante está cansada, o discurse sobre un amor a una edad particular, con menos alardes. La bacante [14] siempre es la misma, en cuanto a su pasión.
Lo que ha sucedido a la Hembra báquica que advirtiera a los varones sobre sus garras y su pasión infernal (como creyente de los beneficios del himeno y el placer y de los atributos del contoneo, que Dioniso vibra al bailar y da el calor húmedo) [Elbia Haydée Difabio de Raimondo, loc. cit.], es que ha asimilado, «paso a paso» el Conocimiento. Fanny lo representa con los 32 pasos que «separan de la cocina al cuaderno». En el poema Paso a paso nos confiesa su trabajo con la Kabbalah y el estudio de los 32 senderos del Arbol de la Vida.
Treinta y dos pasos que me separaban de la cocina al cuaderno.
Veintiséis vueltas que giré a 120 grados alrededor de la cama.
Tres sorbos de té de vainilla para despertar a los pulmones.
Dos sorbos de café malheridos en una boca que sólo nació
para tragar palabras.
Papeles con tus escritos, papeles con mis escritos hacia tus escritos.
Una foto pequeña del hombre a quien perteneces.
Un pisapapeles con las cartas que jamás recibirás.
Música para que la melancolía que me lleva hasta vos no me abandone.
Libros que tenía preparados y que jamás empezaremos a leer.
Cuestiones que he dejado escondidas en el ordenador por si
a alguien le quedara la duda.
No creo olvidarme nada más antes de la despedida.
Ah, sí…
Dieciocho pasos hasta el balcón de este primer piso
en falso.
[Paso a paso]
Sileno no es, en realidad, el primer educar a Dioniso. Aunque los himnos báquicos y lo pintan con la comitiva singular de los sátiros o silenos («inquietos genios primitivos y agrestes, símbolos de la vida alegre y desordenada»), las educadoras de mayor impacto y en los momentos más cruciales de la vida son las mujeres. Una muy particularmente importante es la mujer que no representa la civilización opresora, o la cultura tradicional. La mujer que educa al hermitaño, al que vuela por el dios dentro de sí o desciende a los infiernos por la Verdad o Esencia que ama, es revolucionario, anti-olímpico y el más presto de los hombres a «loqui-darse», en el sentido que Jaretón lo plantea. En los Himnos homéricos y órficos, donde está descripción más adecuada del Dioniso es importante que haya crecido alejado de los Olimpos, de la celosa Hera y que sea el mensajero Hermes quien lo conduzca, esta vez ante las siete híades a una Montaña maravillosa (cfr. Himno homérico, XXVI). Este mundo de los montes, bosques y su pasión por los animales de la selva (quizás la Antigua Tracia) se suma a su protección por las mujeres cibelianas, las Magas y ménades / brujas que visten con el piel de zorro y pantera.
Este tipo de mujer identificada con Dioniso, cualquiera haya sido el país de su correría por el mundo como civilizador siendo que lleva la misión de enseñar el cultivo y consumo de la uva, es la que representa el Anverso: la esperanza Original, la llegada del Hijo, del Libro y el Arbol, uno que admita su misión como punto de apoyo, sin tenerla en menosprecio y perseguida. Es la mujer herida y difamada la que encontraría en Dioniso su paladín y el ejemplo del Hijo / Novio / Hombre / Esposo deseado.
Esta es mi herida
Las dentelladas donde las puntas agudas me hirieron
De ser lastimada, soy lastimada
Desde la esperanza Original, así es la cosa.
Todo este tiempo busqué la experiencia
Que me revelara a ser desposeída
Maniatada a la virtud de los falsos pecadores
A parir y a parir con dolor cada una de mis letras
Que florecen por Arboles y me paran frente al Hijo
De mi espíritu Santo. Puedo decir
Me rindo cada vez, cada vez que el Aire
Arrastra una hormona llena
De amor vacío.
[Anverso]
Esta mujer herida y difamada que ha venido pariendo con dolor porque sus hijos no revelan lo deseado por ella (cuando los mira nacidos con las alas tronchasda, con las orejas de burro, como Sileno, como «gente muriéndose») irrumpe enojada en la poesía de Fanny Jaretón. Ninguna como ella para reclamar un «techo de esperanza», la liberación del capital de los justos y misericordiosos, que es la voz misma para expresar lo que desean y necesitan. Según FGJ, en su poesía y pensamiento, se necesita un «replanteo», «espacio para la memoria», «discutir Aquello» que trae la liberación. Lo que Fanny llama el replanteo concierne al Conocimiento de los pesquisadores o kabbalistas que, desde tiempos de Abraham, Moisés y Enoch, trabajan por la rectificación humana sin traicionar el libre albedrío con que la humnidad ha sido privilegiada.
El «De qué» es el conocimiento, en torno a qué tratará el replanteo necesario, y el por qué es necesario Fanny me lo planteó en una carta, un fragmento de la cual dice:
Moré, te sigo leyendo al pie juntillas, me parece… que, como dice el cabalista del que te envié el youtube, ahora se está estudiando el kabbalah, pero, para actualizar sus Ordenes, ajustándolo a los ajustes de la sociedad, comprendo que va bien, ya que así como tuvimos dos Torot, las antes rotas y las de ahora, porque el pueblo no estaba preparado para medidas tan espirituales como marcaban las otras – tal vez para los cuerpos angelicales–, y entonces no creo que debas tomar como ellos decían / dices, de apartarse de la carne... mas el reb, le da un protagonismo Primero a la era donde la mujer comanda y esta mujer que sabe te dice, que el gran Secreto anida, en la polución del semen y el flujo, dice el reb, todo está en memoria Gen, Gen y yo sumo –el puto-G. G (fem) G (masc) se habla del Ge Gen o traducido al Hebreo Iniciático, zazen o zazen, meditación – «meditar sentado» y en qué, sobre quién; –toda esta postura se asienta sobre la Pelvis, Serpiente roja tono siete. Se deja de ver las opiniones y descripciones como tajantes en presencia de un opuesto. Se produce una reintegración de la intuición y la herencia subconsciente, al tiempo que renovada apertura para hábitos o visiones nuevas. [15]De la carta y el poemna, el mensaje es el mismo:
De qué me sirve decir:
habrá gente muriéndose, habrá gente muriéndose
si yo estoy a viva muriéndome
sabiendo que sin vos
sin tu palabra que me nombra
me traduce, me da envión, emplumón
y alas
me da y me da soporte de somnolienta
me da coraje me da corazón espía
me da brocal, me da incompetencia;
el replanteo, el espacio para le memoria.
Sin vos sin temor de discutir Aquello
porque sos el librador del capital para los Piadosos.
Sin vos contemplador de las nubes despellejándose
sin posibilidad de lluvia.
Sin vos reflejada en el techo de la esperanza
que aun guardo para el día de la resurrección de nuestros días.
De qué me sirve decir que en algún lado habrá gente muriéndose
cuando sin vos estoy más muerta que la misma muerte.
[De qué]
LA BUSQUEDA DEL ARBOL: «Siluetas entre la lluvia que buscan al Árbol», dirá Fanny cuando sale al encuentro de la Deidad. / del Amado / del ser con quien sueña / y quien le ha enseñado a volar. Lo ha visto irse; pero también regresar. En la medida que aprende a «traspasar al tiempo» mejor lo comprende y sabe que su belleza «abraza más allá del Universo». En muchos textos, Fanny personifica este ser panteístico (al que diera «manos de agua»); mas, finalmente, se concierne con el fruto más espléndido de su cuerpo, que es el corazón, y por eso lo constituye en Varón, ente amado, como el Cuerpo de Añil de los textos de la primera sección.
Y lo vi aparecer aferrando el puñal del amor
y sin importarle nada:
el aroma a sahumerio, el Gran Libro,
la religión, matarás o no matarás no era de cobarde,
tampoco quedarse con la mujer que le entregó su vida a las Palabras.
Él se llevo aquello que dejé en un suspiro, mi último suspiro
mientras lo soñaba.
[Entelequia]
Puede que sean los sueños, el almacén de imágenes del Inconsciente, las que más obvias hagan las imágenes del Arbol de la Vida como metáforas de la criatura humana. También, por imágenes fálicas y transmutaciones de líbido, del árbol de la vida pueden derivarse sus subimágenes de hembritud y sexo, las polaridades de lo masculino y lo femenino.
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Bibliografía
[12] La poeta FGJ me ha conversado en carta personal sobre el «Punto de Apoyo» describiéndome:
Obtener un punto de apoyo para que la mente tenga su libertad.
Porque lo que no termina no vuelve.
Él ha regresado, entonces, el Libro desde ahora
se abrirá por el Costado Justo.
El punto de apoyo es la mujer, la que te dará la libertad.
«Si no terminas, no vas a poder volver montado en el caballo blanco.
Y, ¿cuál es el costado Justo, de aquí mismo y de justicia?
El que salió de tu costado Adam a tu lado,
la mujer a tu lado, juntos, y justo.
[13] El Misterio de la Consagración está descrito en un poema de FGJ, titulado Consagración que es breve, pero autoexplicativo:
Dicen que los sahumerios con los que se adoran al Buda
están hechos con la materia fecal de las vacas sagradas.
Tantos años pisando mierda, sin poner en duda
que Dios es bueno.
[14] De la bacante como tipo y figura de la adepta, aprendiz y futura sacerdotisa, habría que decir: Ella es quiene observa los atributos del Varón. Es también prototipo de una Novia virtuosa. Dice---
elaborar
[15] Carta personal de FGJ, 28 de agosto del 2010.