1.
MI TICHER FAVORITO
«I'm satisfied about my tenure as the FBI's
leader in Puerto Rico. My eventual successor would have plenty of work still to
do. If the focus of the office remains on corruption, they will have a full
plate... There are political figures under investigation by the FBI. I don't
want to get into details, I don't want to give a number, but yes, it could be
that political figures are charged before the election. We have not fixed the
system, not yet»: Luis S. Fraticelli, FBI Special Agent in Charge
Topamos, en torvas funciones, con todo el mundo. Todo tipo de
gente. Un poco más y somos omnipresentes. Estiorbos. Rivales. Mujuecas as vs. sonrisas. Como siempre, en regímenes hiénicos, las
visitas ya no son discretas. Se publicitan el rigor de tu poder. Un espiador antiguo que de repente oprime. Se observa más claramente lo que ejecuta. Ya su mirada se completa y perturba su aparente calma examinadora.
Fue Luis quien vino armado de autoridad
para examinar muchas corruptelas. Avatares políticos. Levan-tó la ráfaga de
polvo. Cagazones que ni imagino y los que
elementos emotivos [de quienes tendrían una
pizca de vergüenza] quedarían debajo de la alfombra.
Desde 1988, reasignado a tareas trabajo
en Puerto Rico, pidió todo expediente, incluyendo el mío. Sólo
que ya no lo creí amigo. Fue demasiado opaco para ser más, que un material
o circunstancial vecino. Amigo pudo serlo hasta que con el motejo de Perencejo Bonalde el Chivo, comenzó a crear
sus extrañas connotaciones. Mas bien, el Chivo en contraposición
de cualquier otra persona a la que se responsabilizara por la proliferación de las ratas callejeras. Para el cuarto año
de Secundaria, ya fue un discípulo amargo, uno que cree que sabe más que el maestro,
que desafía para de ese modo probarlo. Uno que envidia.
Mi chivería fue evitar el anamú, la
yerba de los aventa’os. Dicen que los chivos no la mastican. Tienen la
sabiduría de evitarla, hoy. que la mastica para golpear a inocentes y atontar a
los listos y sacar ventaja de ellos.
—¡Tú
comes ratas! —me dijo años después cuando releyó la investigación de la que daría cuenta a Washington, D. C.,
como Supervisor y Agente Especial de la División Criminal del FBI. Y, claro
está, tenía el acceso al expediente con la foto que me presentaban como mal
aldeano. Yo, uno de los jóvenes maestros en la Gabriela Mistral H.S., en
Puerto Nuevo. Era un creciente gesto retorcido que se enseñara Historia o
Literatura, y se animara la asistencia al Grito. A él, si alguien picara su
consciencia de aprendizaje de lucha
nacional y de clase, fui yo. Apenas un gimo por quien fue su amigo.
El recuerda muy bien mi rostro, mi
agradable temperamento de entonces. Humilde, pero culto. Gentil, pero tenaz.
— ¡Quién fuera un perencejo de esa calaña!—, decía cada alumno y maestro que me conociera. Hasta
Luis lo dijo. La única cascarita amarga es que va a Lares. No falta en las
marchas.
Y no lo puede creer. Tiene más simpatía por el
ex-Secretario de Educación, Víctor Fajardo, que por su vecino. Fajardo quitó el empleo a
Perencejo, el Chivo. Días en que todavía, como hiena, decía: —¡Pero sí fue el mejor maestro de la 'Gabriela', mi tícher favorito!
Lo recordó en sus clases, citando a
Aracelio Cardona, otro (QEPD) que como él hablara diez o más idiomas y
dialectos y decía: «¡Nunca está demás aprender verbos extraños, idiomas
desconocidos!» Entonces, lo recuerda cuando, por igual, Perencejo imitaba
sonidos animales. Su favorito fue el del chivo, cuyo mote obtuvo. Canta
canciones de Julio Iglesias para hacer sus imitaciones divertidas. De burla.
Además se reía como las hienas. Y,
dicho sea de paso, añadió que también lloran. Y, por hablar sobre hienas, se
desvió a temáticas que, posiblemente, le costaron el empleo, el coloniaje
tomado al servicio de la chacota. Aún no se había conocido cómo en New York, Perencejo
cayó en el alcoholismo. Durante el gobierno de Romero y Rosselló ya lo velaban.
Le 'sembraron' una evidencia por joderlo. En la cajuela trasera de su
automóvil, hallaron un paquetillo de mariguana con valor comercial y gallos cantaron.
Amarraron unas mentiras a otras No descansaron hasta dejarlo en desempleo, yendo
y viniendo al Norte, porque en Puerto Rico es que el Chivo quería estar con sus
berridos.
Al perencejo con calaña del aldeano y
que a mediados de 1970, desde jovencito, lo carpetearan por independentista, en
Nueva York, si ll arrestaron varias veces, por ebrio verse noctámbulo, en la
urbe que nunca duerme. Ha de ser un roedor
peligroso..
Cuando se mudó a Puerto Rico, Luis
también ya estaba aquí con sus padres y un hermanito. De hecho, su padre fueron
quien le dijo: «En aquella casa, vive el maestro que tuviste y admirabas.
Uno que habla todos los idiomas del mundo». Y Fraticelli, casi la plena
infancia la pasó en contacto con bases extranjeras, idiomas diversos, gentes de
países extraños, supo. «Será el Chivo». Con él había confirmado que de veras hay
en Puerto Rico gente que en esferas federales, merecería ganar un sueldo como
el suyo.
—Si estás lamiéndote un caldero, te sería
ventajoso, que en vez de ser maestro, se te posicione en el Departamento de
Comercio, o de Estado, o en la Armada. ¿Por qué no en el FBI? [Yo te recomiendo
a la vida buena], pensaba.
—Lo menos que yo creería de ti,— le dijo a su madre y a él cuando lo vio. —Que mi tícher haya sido un tecato y que hoy, por
los barrios, se le diga Lunanco, zopenco.
Se produjo un silencio.
—¡Ah, Fraticelli en persona!
Abre y cierra los ojos para
cerciorarse que es el. —Dichosos
los ojos que te vieron, muchacho. I
know that you're a big success. A man tough-as-nails. A man who has the
testicular fortitude to challenge me to a fight!
—¡Nada de eso! Sólo quería venir y acaso…
verte, pero el tiempo pasa. Inutiliza la gente, Chivo. No me dejaré joder por
la Nostalgia de Gabriela Mistral H.S., donde fuiste mi maestro. Me animaste en
los '80 a sacar mi B.A.. Lo tengo, en Administración. UPR. 1984. Y el FBI me
reclutó, me mandó a Puerto Rico... no pienses que vengo por ti. Tengo las miras
más altas en este asunto de la verdadera patria. Soy un soldado—, explica Luis, llevándolo a un negocillo de café con
donas, cerca de la vieja preparatoria.
—You!
Incredible!
A Perencejo le viene la memoria del
Credo de Soldado que marcó la vida de su alumno. ¿Cómo no ha de ser soldado / o
policía / o marino / quien se ha criado en bases de las Fuerzas Armadas? ¿Cómo
carecerá del instinto de combate o, al menos, esta paranoia que forja a los
violentos?
I stand ready to deploy, engage, and
destroy
the enemies of the United States of
America
in close combat.
I am a guardian of freedom and the
American way of life.
I am an American soldier.
I shall live by the Soldiers Creed.
... y, según las
teorías del Asesor Incómodo como designan al Chivo / ahora que sólo unos pocos le
dan el mote de Lunanco, Luis
es una hiena. De las pocas que hay. Es hiena. Positivo. Como todas las hienas
que ha conocido desde que teorizara sobre estos fenómenos del colonialismo, él clasifica
como una.
Hienismo es
la creencia de que todo animal político, por esencia natural, es anti-altruista,
despreciador, torvo, hediondo. Esta es la frase favorita de la que la hiena se
ríe y se lamenta alternativamente:
«La política es sucia; el poder un garrote». En marcos de la
política, ni hay democracia ni dictadura, que se diseñe para que se evadan las
situaciones críticas. La guerra debajo de la apariencia de política es una
sucia colección de estratagemas engañosos.
Admite que hay individuos que
sustentan ideales. El Chivo lo llama saliva. No se puede vivir sin tal
salivación. En el mundo hay mucha mascadura de anamú, experiencias
desagradables en la forma de mascaduras. Hay mucho opio y coca, mascadura de
tabaco, yerbajos vomitivos; pero dice el Chivo que, unos pocos hombres, procesan
endulzadores.
El ideal es la saliva de los dulces
roederes de vida. Con un ideal la gente se cohesiona, integra a sí lo dulce y
nutricio y se mueve activamente por el buen alimento. Deja las mascaduras por
alimentos ideales. Disfruta su saliva; la pega como marca, como un sello a la
carta de su Destino.
Las hienas pegan hormonas de mierda
a todo; los perros orines; pero el ciudadano bueno, su palabra, saliva de su
espíritu. Las hienas escupen el espíritu de sí, malgastar la saliva escupiendo
y ni siquiera se lavan con la saliva, como el gato, que lengüetea sus
genitales.
2.
Por lo menos, aprendió las parábolas
del gato que se lava las verijas y de los roedores que se comen su propia
mierda que es lo mismo que la hiena que lame el ano de otra. Luis oía al Chivo
y lo comprendía.
—Nos dejamos de ver. ¡Por lo menos, triunfaste
profesionalmente! Funcionas.
—¿Ha sido eficaz mi trabajo contra la corrupción>? ¿Es
clara mi guerra?
Se lo dice a todo el que conoce.
Avisa sobre la guerra. El peligro en ciernes. «There
are political figures under investigation by the FBI. I don’t want to get into
details»; pero, lo indiscutible es que el Buró de Inves-tigaciones estará
pateando los cojones, «kicking
adversary in the crotch,, in order to escape from him or evade a more
troublesome situation».
—Hay dos maneras de descojonar a los políticos, criminales
e indeseables... by
grabbing, crushing, step-ping on, slapping, kicking, or merely flicking, or
otherwise violently treating another's testicles in order to distract them.
Se miran con ojos mutuamente azorados.
3.
—... eres soberbio, Luis. Hay hienas que se las pasan llorando, lamentando errores que cometieron
y auto-críticas. Creerán que castigaron sus presuntos errores. A menudo las hienas llorosas y sus quejumbres, están entre ‘populares abochornados’. Les cuadra su estigma
interior, a la postre ser colonizados y colonialistas; en la segunda etapa de su
proceso avergonzante, se convierten en muñocistas arrepentídos. Ya pueden aceptar de donde proviene su hedor. Sus muertos irrecuperados. La
estructura que mantiene al descubierto la cobardía y el poquitismo, la
injusticia, la impunidad, el olvido y las mentiras oficiales.
—Eso es un disco rayado. Puerto Rico
ya no llora sus muertos. Se produce otro Cerro Maravilla, otra Masacre de Ponce y la gente colonial se alista para reprimir. El
poder le asigna la tarea… Somos los perfectos mer-cenarios, asígnale misión a
las hienas…
—... eres soberbio, Luis. Hay hienas que se las pasan llorando, lamentando errores que cometieron y auto-críticas.
Creerán que castigaron sus presuntos errores. A menudo las hienas llorosas y sus quejumbres, están entre ‘populares abochornados’. Pero: ¿quién define a los indeseables, enemigos y subversivos, en este sistema social, con susodichos
valores, estilo de vida y libertades que Fraticelli defiende?
El poder. Un poder mayor.
El Director del FBI Robert S.
Mueller ofreció a Fraticelli una plaza con más responsabilidades, si se mudara
a Washington, D.C., que lo pondría en la cabeza de una unidad de 600 agentes
especiales cuya pericia se relaciona a incidentes críticos de inteligencia,
rescate de rehenes, vigilancia y aviación.
Fue el año en que ellos se
rencontraron. —La vida nos junta de nuevo y yo no te odio, Bonalde. Digo más,
te admiré siempre. Habría querido ser como tú si no hubiese topado con los
valores del Army. El poder no da opciones.
4.
La historia de Perencejo Bonalde /
el Buen Aldeano / en la boca sucia de Fray Mocho, su acusador anónimo. se transmitía adulteradamente. Arrastró su anecdotario
de maestro vicioso y revoltoso, antes de irse a Nueva York. Aquí lo fichaba la
policía. Sobrevivió con el cargo de líder de enlace de una Comunidad Especial,
había caído muy bajo desde que el Luis el Chota le hizo perder su imagen
ante vecinos. En Nueva York donde murió
su madre. Cinco años más tarde, como una flor tronchada prematuramente, murió unas
de sus hijas. Y, como si no lo hubiera descubierto todavía, se decepcionó del
amor y la vida. No se tomó los desafíos necesarios para entender lo que el
matrimonio y puede-y-debe-ser porque. No invertir en ese amor, no investigarlo
a plenitud, fue el error que llevó al alcoholismo y a los paraísos
artificiales.
«Perencejo era un tecato
en New York y pastor sinvergüenza explotó los colores del chisme y el cargo», se quejó Heredia porque quería hincharse el pecho como un piadoso del
evangelismo de aparato.
—Antes no supe amar, sobreponerme, a
lo vulnerable de todo lo humano. Ahora sé que la tarea primaria es redescubrir
ese amor y reexaminar apa-sionadamente sus contenidos más elevados. No lo
medité—, se culpó.
—Hay una calidad de la acción.
En cuanto a la calidad de acción y
moralidad con que los administradores conducen el país, el maestro Pérez en
Cejo vio / que la enseñanza es simple: «El acusador será acusado».
—No vengo por ti. Pobre maestro de
escuelas. Mi presa es mayor. Vengo por funcionarios mayores.
El follón soberanista de hoy, en
el fondo, es falsear lo que dijo Matienzo Cintrón. Ser árbol seco que no acaba
de reverdecer, porque no lo permitimos. Toro que, cuando aun muge, no embiste.
Es el espectro del yanqui como represor. Es el mismo escenario. Se pone el puño
golpeador e imperial en el rostro de quienes se empeñan en recordar el saldo
histórico de la invasión. A ninguno le gusta hablar de los nacionalistas, de
los asesinatos de Ponce y las hienas rientes son aquellas tan asustadas como
las Conejillos de Indias de ayer, solo que ahora son las roedoras del
colonialismo, enemigos potenciales, adversarios, contra los suyos...
…
en algún aspecto, eres honesto, no fequero como te llamara Riverita. Lo eres porque avisas la
guerra. Te ríes del enemigo. No lo destruyes. No llegas a tanto. Tú avisas que
sirves a un imperio poderoso y prepotente. Te amparas en él Tienes que ser
prepotente porque así es tu imperio... y te gustan esos valores de poderío y
fuerza, te sientes nietzscheano, al menos con un sentido de misión... ARMY
VALUES…
I am an American Soldier.
I am a warrior and a member of a team.
I serve the people of the United States
and live the Army Values.
I will always place the mission first.
I will never accept defeat.
I will never quit.
I will never leave a fallen comrade.
pero la verdad es ésta, Luis. Todo
se cae. Te tocará caer con tu imperio y tus ideologías. Caer es sufrir. Yo he
caído muchas veces y sólo así uno será fuerte... La patria que has admitido
como tuya, allá en Missouri, allá donde naciste, no es la patria aquí. Los
camaradas caídos aquí son Filiberto Ojeda Ríos, al que mataron muy anciano en
Hormigueros, y son muchísimos en la historia... y dices con soberbia, 'nunca
aceptaré la derrota / ni me rendiré'... Pues, carajo, Luis, y puede que sea
este el último consejo que yo pueda darte, eso es un error. Hay días para
perder y aceptar la derrota, días durante los cuales hay que aprender de nuevo
todo lo que uno creyó que sabía, meditar para rendirse. Entregar lo viejo, lo arcaico...
»
5.
—No creo que
eso sea posible. No en mi caso. Llevo 27 años en guerra contra los cínicos, o
esas hienas de las que hablaste—, expresa el ejecutivo de la División Especial.
—Ladéate
como un verdadero animal callejero... yo viví esa experiencia, porque soy más
viejo... Ojalá que un día sepas decir que lamentas el asesinato del 15 de
septiembre, víspera de un Grito de Lares, donde a tu patria ancestral la
entregaste, al fin. Ese es el crimen patrio que no te perdono.
Fue
el vergonzoso acto de fuerza en que murió Filiberto Ojeda Ríos... Y le preguntó
después: —¿Cuántos centenares de tropas, policía federal y estatal, necesitaron
en Hormigueros y para darse mañas y citarse a matar a un valiente, un patriota
de aquella envergadura?
Y
esa batalla a tiros, ¿por qué la organizaron como hienas nocturnas y como
engañosa estratagemas, en aras de influir en el país, en el sistema de miedo y
en el sistema eleccionario? —¿Quisiste que se propalara la imagen de que
soberanismo es conspiración violenta contra los EE.UU. y desviar la atención de
lo que es? Un proceso natural de la patria que despierta hacia su
responsabilidad: ser libre.
—Te
pongo en antecedentes. Fue un ladrón que
realiza un robo de $7.1 millones a una sucursal bancaria de Wells Fargo, West
Hartford, Connecticut, 1983. Y, para mí, es lo mismo cuando persigo el delito
de un machetero que el robo, en recaudos no informados de comerciantes
que donan a la campaña para que Acevedo Vilá se elija... Eso sucedido en 2004 y
el delito, robo y fuga, de Ojeda Ríos en 1983 son las mismas cosas...
—No
lo son, Luis.
—Y
son las mismas cosas, transgresiones, cuando investigo y castigo con mis
operativos, poniéndolas ya ante las Cortes: la corrupción policíaca, fraudes
hipotecarios, robos de fondos federales en Educación y contra los seguros de
salud... No fue nada personal contra el ex-Gobernador Acevedo Vilá... Los
delitos de fraude en la campaña de financiamiento electoral estaban claros...
En octubre, cuando el FBI descubre que hay decenas y decenas de agentes de
policía involu-crados con el narcotráfico la evidencia fue contundente... y mi
servicio a Puerto Rico, como a los EE.UU., se basa en tener imparcialidad...
Perseguimos fraudes y ladrones. No arreglamos el sistema político, lo siento. Quien
venga detrás de mí, como sustituto, tiene mucho que hacer. Más de lo mismo que
yo hago.
Del libro CRONICAS DE LA SENDA OSCURA
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