Wednesday, April 28, 2010

El monstruo en el Laberinto / Las tormentas existenciales del Ser-ahí



Por pánico de no ver luz en sus huesos,
luz que fluye, no en secas pisadas,
luz de la húmeda sangre que gravita
el lenguaje señero, la Vida / Jaiá, del Viviente,
por pánico de ver la muerte con forma de osamentA,
se enfurece el Minotauro.

El devorador quiere la gelatina de otros entes
con sangre, entró en nostalgia de luces,
se organiza en capricho cuando pide:
«Dáme médula ósea, dáme el agua del rociador.
Pídela al Jardinero, que mi Bestia está cansada.
Sedienta. Quiere sangre. Carne de la espesura
(donde estuvo la luz que hoy me ciega)
es a mi bocado».

El pide sangre y escucha el silbido de la muerte
por las flautas de tubulares huesos.
Está clamando por sangre una bestia
en su aullido y brinca, desesperada,
hasta 206 paredes de huesos reticulares
pero que están vacíos, sin médula, sin gusto,
y él se lastima, desespera, se va llenando
de edemas, de cortezas inflamadas
y ese cisma de transacción bioquímica
que le dice: «Ni bestia ni humano».
«Ni sabio ni en control de tu cuerpo».
«Ni vida ni muerte».

Es él, memoria de una vasija rota
que no tiene en sí todas la luz que anhelara.
Es él memoria de una bestia que se observa
en espejos de lejanía, espejos
del Origen, espejos de un Laberinto
o cementerio filogenéticamente desfigirador.

«Tú, no te llames más Hijo del Hombre,
Monstruo Asesino, que en el córtex cervical
has muerto y no tienes la arquitectura neuronal
de Iiejidá, la Unidad de la vida esplendorosa».

20-03-1998 /
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Las tormentas existenciales del Ser-ahí

El héroe del Deseo te ha de poner a salvo.
Todo ser nacido para el gozo tiene
alguna isla de naufragio y la diana que le anuncia
la muerte antes de salir la madrugada.

Tú, Niña de la Hebra, serpentina danza
en el 'ser-ahí' del laberinto,
precomprensión misma del ser de la Esperanza,
tendrás el Ser a salvo, aunque te mientan
los instigadores de tragedia,
aunque otros sacerdotes del mundanal deliquio
se aboquen a seducirte en Naxos.

Obedece entonces, sepárate de la isla
del ludibrio y no temas al sueño
con que Mercurio amenaza.
No has de morir en isla de naufragio
y el Amante no te abandonará
para siempre, él cumple el trato.


10-22-2000

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Ægla no es tu rival

¿Por qué la dispensadora de luz en lo Alto,
deslumbrante mujer que no echa su plata al laberinto
del peligro humano y la tormenta que azota
al reinado de Minos y al Corral del Instinto,
ha de ser llamada tu rival?

¿No es la Luz de Arriba, como aurora brillante?
¿Acaso no valiosa como la Luz de Abajo?
El que se hace rival de la Luz
por palabras de ebrias bacanalias,
Ariadna, es quien muere, no necesita ser llevado
de Creta a Naxos, muere arriba
y muere abajo.

Niña de la Linda Hebra, del chorrillo
de luz de plata, que conduce al Laberinto,
no digas que es Ægla tu rival.
Ella es tu hermana, gemela y tu reflejo
de amor en otros cielos.


11-02-2000 /
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El laberinto y la luz

A Ariadna, vírgen del fuego celeste

Laberinto de nubes, invierno tempestuoso
es la caverna del Olvido, donde Olam HaBa
penetra como un valiente hálito
y Ruaj con emocionadas intenciones.
No hay cochero con carruaje más hermoso.
No hay Caballos más ágiles para seguir
la pista, meta de esa luz que irrumpirá
liberadora. Se ha de entregar
la Unidad de la radiancia
a la caverna monstruosa del Invierno Oscuro.

Allí, donde la luz de Shekinah se vuelve
Ariadna, pisada de plata para fundar
las vidas inmortales, está el hilo
del hueso más precioso,
tu hilo sagrado, Mortal,
tu voz de resurrección
para el Olam HaBa.


11-02-2000

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Aqui se maldijo el mundo / Teoría de la unicidad del alma tranquila / Iejidá / El laberinto y la luz / Aqui se maldijo el mundo / A mis hijos del otoño / Va’Yifga ba’Maqom / Seforot ha’Midot / Visita nocturna y búsqueda del Amado perdido /

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