Tuesday, December 29, 2009

Carta a la poeta Fanny G. Jaretón


Pido mil disculpas, pero... En general, la poesía erótica me aburre, me deja indiferente, me resbala. Comparte ese estamento con la poesía política, la poesía patriótica, la poesía laudatoria, la poesía pedagógica: son, mal que les pese, algo rastreras. La búsqueda de un objetivo, de un fin, de un "porqué" las deslegitimiza, de alguna manera. [suprimido]

Fanny: Yo no pienso así. Me parece que él {suprimido] confunde las distintas voces que la poesía, en determinado momento, puede adquirir para enviar un mensaje, la voz de una intención o funcionalidad, con los poetas encasillados, que se ponen etiquetas unívocas. Por ejemplo, «como quiero ser un poeta patriótico, yo sólo escribo sobre la patria, la política, protesta social». «Oh, yo soy un poeta LIRICO-AMOROSO, yo sólo escribo cosas románticas, sobre relaciones de parejas e intimismos».

... yo entiendo que eso no le guste porque esos poetas etiquetados, con un sólo tema y una agenda, aburren, no sorprenden, son generalmente repetitivos y puede que tengan uno o varios poemas sobresalientes, pero se hacen predecibles por su única fórmula, su rutinario tema, su lenguaje ya reducido a la necesidad de ese tema; es igual que los rimeros, o los exquisitos, o mucha de la poesía prosaica que se divierte echando las mismas maldiciones y gesticulaciones de descontento. Hay poetas de la penita-pena; que son aburridos [porque todo se les va en lloriqueos y pintar la tragedia de sus vidas, o sus condenas al puto mundo].

El poeta debe tener, cultivar, equiparse con todas las voces, intuiciones, intenciones, tonos, suspicacias, giros del idioma; debe tener todos los olfatos, hacerse receptivo a todas las melodías, así como hasta con los feísmos y maniobreos del lenguaje, debe experimentar con la prosodia y la forma, para intensificar las emociones que transmitirá. Con lo que de plano, estoy en desacuerdo ante la carta que recibíste es con la idea de que el arte debe carecer de un fin, o sea, no tener otra meta que el arte por el arte. Ese análisis es engañoso a menos que uno crea que el fin de arte es narcisístico, satisfacer tu propio ego. Todo lo humano tiene un fin. No hay nada desinteresado, sólo que el propósito, o la actitud, puede ser egoica, o altruística de alguna manera en cuanto su alcance. No se riñe ésto dicho con su idea de calidad. Este es un deseable fin y, subrayaré, fin a la postre.

La poesía que no gira ante un por qué, o un fin, no dice nada cognoscible y nada a la emoción, que es nuestra alma endorfínica, unidad en las collejas emocionales y, por tanto, si ni la idea ni la emoción están presentes en un texto ni su cómo, qué es ni su por qué, ¿comunicarán algo a la gente? No. Entonces, el mejor poema sería quedarse mudo, ciego. El silencio mismo. El arte-pintura, la poesía gráfica, con sus signos silenciosos, conlleva a mensajes, al fin de evocar algo de la mente. Lo mismo diría del gesto silencioso de una escultura. El mero hecho de agarrar una materia muerta u objeto, sea una piedra que exhiba, es ya un concepto y puede que deshumanizante, según lo que el artista tenga en mente. ¿Qué tal si meto una bala, o una plasta de mierda, en una urna de museo y digo: He ahí mi arte? Pues de mi arte a tu arte, mejor mi-Arte. Es distinto a decir que la poesía debe eximirse de palabraría o fraseos manidos y desgastadas confesiones. Mas la mucha abstracción y minimalismo son mudez. Y si no tiene un extra de poder provocador, el verbalismo también aburre.

Esa es la función de la creación, ser una oreja y unos ojos ante todo, ante las cosas visibles y no visibles. El poeta debe ser un intruso, o visitante sin invitaciones, un LADRON Y verbalizador temerario, zorruno en artilugios y que no le importe quedarse con una frase feliz, joyas del pensamiento, que robara, o falsificara con otro lenguaje, no hay nada nuevo bajo el sol sino la transformación misma de lo ya habido. Y tras robar y transmutar, presumir el botín hallado donde otros lo callan, prohiben su fraseo, contenido, fabulación, porque no la esperaban.

Cada poema es como una aportación a una feria en que uno dice: Esto traje, aunque ésto no se respeta todavía, o no es común aquí, vengo y lo expongo... Si observas de lo que de mí has leído, el erotismo que lees en «Tantralia», reaparece en mi «Tet, mi serpiente», que es un libro místico-hebraico. Unos libros míos, como «Cuaderno de amor a Haití», «El libro de la guerra», o «El libro de anarquistas», son intencionalmente políticos y épicos. «El hombre extendido» es pedagógico. Mi libro «El libro de la amistad y el amor» es lírico, como es «La casa». «Heideggerianas» es crítica filosófica. Ahora que reorganizo, uno de mis libros más viejos, «Las zonas del carácter», es sicología aplicada; libro íntimo, si quieres. ¿Y qué tal mi libro sobre taínos y Lope de Aguirre? O mis prosas...

Quizás lo que él trato de decirte es que no te pongas etiquetas, ni te aboques sólo a cultivar el erotismo como subgénero, porque lo erótico puede vaciarse en todo. Quien es erótico / a, por la confluencia natural de sus palabras, puede impregnar ese erotismo en cualquier tema.

Puedes escribir sobre la guerra eróticamente, contra el egoísmo, la política, la ladronería, la hipocresía, Todo. Es decir, el tema es lo que da la diversidad y movimiento y lo que refleja las multifacetas para las que estás educada, o las facetas que son potenciales abiertos a las aptitudes de tu imaginación, porque tienes un nivel dinámico de lenguaje y suspicacia... Ese es el tipo de escritora y poeta que eres. Inteligente, nata, pero aún no has explorado todo lo que puedes.

... pero eso es distinto a descartar el erotismo, o lo social, o lo pedagógico, que son senderos abiertos de poesía. Y nunca desaparecerán.

No hay un género temático, sea lo místico, lo erótico, o filosófico, que sea superior a otros. La realidad es muy rica, siendo impura, y no todo lo que escribe quien sea el mejor de los eróticos, o el mejor de los poetas sociales, es bueno. A veces parecen consignas, discos rayados, o se convierten en artículos de piratería porque viene los imitadores a fusilar, o vulgarizar el tema. Lo que se hace moda pierde autenticidad, a veces no por defecto de su autor y pasa a la escuela de los mediocres, o esos congresos académicos donde cualquier pendejo /a quiere figurar con el título y es ahí que, por lo suyo, que lo volvió canónico, nuevo standard... lo que exigirá que seas más subversiva, pero con calidad...

Fanny: hay que saber cazar en la diversidad, elegir de entre la materia bruta de la multi-tematicidad / multi-circunstancialidad y aplicar lo mejor de nuestro estilo, o absorción / dación personal del Verbo... y hay que entender que hay buenos lectores, lectores que aunque no escriban tienen la sensibilidad para conmoverse, o sorprenderse con las palabras ajenas, o tienen el conocimiento crítico de lo que sucede en el mundo, en el lenguaje, en las ideas. O entienden por qué necesidad un tema cobra una importancia intelectual y trascendente.

Uno le puede ser aburrido a una persona que no tiene la educación para entendernos; ya sea porque haya leído poco, o tiene información filosófica deficiente, o está lleno de conformidad y prejuicio, o sencillamente es un analfabeta ilustrado... Contra eso no se puede luchar. Es como la gente que se quedó en el siglo XIX, leyendo rimas de Bécquer o poetas declamatorios, ¿cómo carajo quiero yo que entiendan lo mío? No es envidia, pero sí es mediocridad.

Conste que yo puedo ser musical y rimero, si quiero, pero no estoy en esos juegos del conteo silábico y sonoridad agradable, la cosa meramente popular... de la gran masa. Si estoy obsesionado por mundos de ideas y esencias, a eso soy fiel. Si estuviera con lo sonoro, me vuelvo rimero o musiquero. Otra técnica.

Son mis urgencias de sensibilidad: las ideas, ciencia, filosofía, historia. El día que yo quiera ser cantarín con mis poemas -- me educo en música y escribo letras para boleros, o luismigueladas, o escribo esos RAPs que son ritmos que me encojonan por ser puro sonsonetes... aunque haya quien lo haga bien. Pero yo no cambio la plena de los años 40 al 50, por la Calle 13. Ni la salsa de la Fania Alls Stars por los salseros de hoy que valen 8 cuartos.

... si ves tú por qué soy prolífico, es porque no voy solo a un tema. Con los dedos de mi palabra, palpo todas las cosas que me son estímulos, todas las temáticas, todas las culturas, satisfago todas mis curiosidades. En poetizar, hay un asombrarse y un aprender procedual. Esencialmente de lo que se trata ser poeta, como Decidor / agente público y privado del lenguaje / es de REFLEJAR los espacios en que está como oyente / como visualizar / y dejar su huella de copartícipe. Participar del Genio, o de lo mejor de la Historia.

Los poetas son muy opinionados; a veces, su opinión es la que ilumina, o convence, porque la energía emocional con que impregna eso que ve, oye, juzga, critica, es un DON y no se aprende dondequiera. Es espíritu que está en uno y vibra fuerte, al punto que otros reparan ante ello; puede que uno no diga nada nuevo; pero uno lo vistió de palabras que agrandan su verdad, o su dormido olvido, o su cotiadiana belleza...

Acuérdate: la poesía no se agota. El erotismo es eterno. Hay buscones de POESIA PURA que a mí no me dicen NADA porque la poesía tiene que ser libidinal, sustancial, erótica, generosa y compadecida, para que sea compartida e identificable en un trámite concreto de historia-cultura, o bloque histórico o generacional [entendido como quieras, Gramsci, Ortega y Gaset o Heidegger]; no es lo mismo que sea coquetería con moralina. Palabra coqueta, como decía Martí O peor, demagógica, o meramente visceral, para dar fuete y aparentar su pataleo. Digo que sea la poesía... para que embellezca lo cotidiano, no con palabras bonitas o vanagloriosas, sin con la GRACIA de la sinceridad y la fuerza del DON... el Genio de su época.

Seguiremos, Fanny. Un abrazo,

CARLOS

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1 comment:

Haunted said...

La poesía siendo un medio de expresión altamente rico, alternativo, camaleónico, fecundo, renovador de formas y lleno de creatividad, no sé por qué ha acabado en el mundo de las letras esteriotipizada con el paso de las centurias. Quizás a lo mejor porque es un tanto egocéntrica...

Un saludo tocayo y que las musas y sus palabras algodonados sigan flotando.

Daminsky

pd- haga un viajecillo por el blog Línea de Montaje cuando pueda
http://lineademontaje.blogspot.com