Friday, October 09, 2009

Las tareas


... porque vivimos en un mundo lleno de dolor,
alguien tiene que echarse la carga
de consolar al que puede.
Unos no van a querer, hay que saberlo.
Alguien ya se anticipó a llenarlos de una tirria
que es lepra y pústulas de fango,
pero al que pueda hay que decirle que hay algo
así, bajo el polvo y los pantanos,
como un pétalo de loto, o muchos pétalos
que no se contaminan...

Unos seres, desde su corazón o su razonamiento,
se han convencido de que no hay futuro
y el presente es lo único a la mano.
Alguien estuvo diciéndoles que ni siquiera
hay sentido, que es mejor No-Ser y practicar
el odio, desaparecerlo todo, hacer el daño máximo posible
antes de echar el último respiro; pues, uno
(hasta que no haya sido convencido de la patraña
subjetiva, individual, egoica, de esos predicadores)
tiene la dura tarea, decir que no es así,
no es así, no...
aunque el mundo esté lleno de dolor.

... por eso nace el contreras que consuela,
el terco que lleva la osadía a un pedazo
de papel, o al espacio del aire, al eco
donde se pueda cobijar una palabra
sin ese extremo del acábese todo de una vez.
El poeta se atreve decir lo que otro
se niega a escuchar.

... es que nos han convencido de que no hay propósito
ni belleza ni inocencia ni dignidad ni libertad.
Que esperar desespera. Que la angustia
es lo más sublime y lo más trágico
y, sin embargo, alguien nace parecido al loto
y se hunde en el agua y se lava el espanto.

Uno que divide en dos el pan que se come,
aunque no pueda hacer los milagros
de alimentar multitudes...
El nace para consolar y echar sobre su espalda
lo que duele; el tiene buen vientre
para moler dolor y abrir ojos de ciegos.

Unos sólo tienen una canción en los labios
y es la misma tristeza que se pausa
para ayudar a que se detenga
el dolor en el más triste aunque sea un momento;
para eso nace ese terco que sabe que bendice
aunque le toque morir después
de haber cantado...
porque aún las mariposas con sus muchos colores,
sus vuelos, su afán de agitar flores
y escarbar el polen, viven brevemente.

El libro de la amistad y el amor


1 comment:

.:Maika:. said...

Saludos, caballero Dzur. Lamento haberme ausentado tanto de la paz de sus letras, estos tiempos parecen ir conra-reloj y se deshacen los momentos entre los dedos y parece que las horas no son suficientes. Habrá que desarmar los engranajes y olvidarse del minutero.

Solo quería que supiera que lo llevo siempre conmigo, presente, como una imagen imponente que cobija y que protege...por absurdo que ello suene.

Siempre desde este lado del mundo, recordándole.

Atte: Maika.