Thursday, August 26, 2010

De Trece en Trece: En torno a tus poemas, Fanny (3)


El segundo grupo de trece poemas se concentra en presentar a la hablante, la voz con que Fanny G. Jaretón desea comunicarse con los lectores posibles de estos versos. De Exponencia se desprende la noción de que la poeta y la persona son una / inseparables y curioseada ante / («frente a los que siempre quieren saber»). La hablante de FGJ, si bien escribe o se articula «para ser aceptada y que me quieran», propone con honestidad y valentía que se vaya también a su hondura. Desea escapar del ego que impone y suele ser reactivo. Más sabiéndose amada, más que curioseada de mala fe por otros, se permite lo esencialmente revolucionario, se disfruta la gloria «de vivir paseando por el cielo y / saber volar más alto que la lógica»:

más allá de todo concepto y
que el dolor cantado por balada de rufianes
no me apartará del ron donde hebricia y
siendo parte de las tropas revolucionarias que te protegen plantar y
plantarte un verso como una lanza y
clavada en tu hombre decir: aquí mando yo.

RON DONDE HEBRICIA: Lo revolucionario consiste en tomar la libertad del vuelo, sea por la anulación de las memorias egoicas y por rechazar con decisión las maneras en que los rufianes cantan al sufrimiento; pero sin hallar soluciones. La hipocresía de perpetuar sufrimiento no constiituye un verdadero canto. De este poema, las matáforas más intensas se asoman en la frase,
«ron donde hebricia», que implicaría un beber cuya fuente es especialmente amada y de la que no se apartaría. El destilado de ese alambique es como una hebra. Unitivo. En el nivel oculto de este mensaje, ¿de qué nos hablará la poeta?

Este tópico con que FGJ comienza reconociéndose forjada por una naturaleza vital, dionisíaca, proclive al éxtasis («aquello que nos parte» y nos borra la memoria):

Decir que soy sensual y
que escribo de manera erótica y
saber que me gusta todo aquello que nos parte

[...]

yéndome a mi hondura, darme cuenta que no tengo memoria...

{Exponencia]

contrasta con la noción de la intelectualidad y el ego, el verse movido por el interés propio, en evitamiento de la sabiduría espiritual. La clave para descubrir el misterio de la hebricia y la razón de su beber está en la adición de la letra H al vocablo que más acorde está con «ron» que sería «ebriez», «ebriedad». Mas en este exceso de su beber hay cierta exelcitud que me recuerda a las bacantes. [1} También se me implicita la
Ventana, lugar que alude al trascender, al volar de la vida encarnada hacia la gracia divina. Extasis. ¿Cómo conciliar estas ideas con esa frase Ron donde hibricia cuando al misterio de la hebra o del sorbo lo ha convertido en verbo: el presente en segunda persona de hibriciar? Lo que hibricia es la Fuente de la que se bebe.

La quinta letra del alfabeto hebreo es Hei que representa una ventana. Hei, como Het alude a Pared. Ambas significan que la casa del mundo tiene ventanas en las paredes. Ventanas que se abren hacia otros mundos. Cuando FGJ dice que «temblando un poco», «escribo para ser aceptada y que me quieran», sobreentiendo la energía de la quinta letra (Hei), con la que la persona se manifiesta en gentileza, cuando especifica su individualidad o condición de ego. Esta energía de la gentileza representa tolerancia hacia el prójimo, feminidad virtuosa, el aliento creador y gentil de Dios. Tiene un carácter creativo, porque es ventana abierta, esto es, fuga en libertad. Esta letra nos hace volar, pero identificados y consentidos con y por el prójimo. La voz que Fanny encarna es una que remeda a las Bacantes / a las Divinas Nodrizas. Al recordar la figura de Dioniso, tácita y no nombrada en el poema, infiero lo siguiente, tal como Sandra G. Roger lo explica:
En el propio centro el mito de Dioniso y de las divinas mujeres que lo criaron y que constituyen su eterna compañía, todas ellas padecen sufrimientos y persecución, debiendo morir, como él mismo. Sucede que los padecimientos que les sobrevienen guardan una estrecha relación con los terribles actos a las que las conduce su insania. Si las Tíades despiertan en el día de la fiesta a Dioniso niño en la cuna, no hacen con ello sino remedar lo que hacen las divinas nodrizas que crían al joven dios y que, cuando éste alcanza la edad adulta, se entregan con él a toda clase de excesos. {2}
La estructura de Hei, con su tipo gutural de sonido y una porción inferior izquierda que no conecta con el resto de la letra ha sido interpretada por los rabinos como la existencia de una posibilidad abierta; «aún cuando se descienda espirtualmente», (Rav Ashlag, loc. cit) el arrepentimiento y la misericordia quedan. Si Hei es la letra de la Ventana, Het es la letra de la pared, mas significa la capacidad de trascender las limitaciones físicas y del ego. No hay que mirar sólo a la pared de la casa del mundo, hay buscar la Ventana (la Hei). Significa la búsqueda de salida y oportunidad de vuelo. Afirmación de la libertad.

El trabajo con la pared tiene que ver con la resignación; pero también con la honestidad. Dentro de las limitaciones, ¿tenemos la valentía y la honestidad para aspirar un poco más? Hay quienes viven en cuatro paredes, a las que no buscan las ventanas, y las ventanas existen. El sufrimiento es La Pared, o la Ventana Cerrada. Dioniso, sin embargo, es tipo y figura de una «honda alegría», alegría mística pese a su tragedia personal.

Dije que el más denso y misterioso mensaje de Exponencia es este que menciona el licor / ron / y este neologismo creado por FGJ, «hebricia». Como leo kabbalísticamente cada verso, sin las letras Hei y Hai (sin la ache, H), hebricia equilvaldría a ebriedad), pero, visto a la luz del alfabeto sagrado, HEBRICIA sería la exponencia de los significados secretos de las dos letras mencionadas y la noción de Feminidad Virtuosa (Shejinah) y en cuanto al Varón o tipo y figura que le sea contraparte, pienso en Dioniso, dios de la ebriedad mística. [3]

La ebriedad de Dioniso es éxtasis. No embotamiento de los sentidos. Equivaldría a ese sentido de gloria y sorpresa que FGJ va alegando en sus versos cada vez que descubre cuán individualizada está por la libertad. Durante este éxtasis, lenguaje de vuelo y de autonomía, se entra en contacto con nuevo lenguaje e imágenes:

Hay palabras que no entiendo
pero que siento y además siento
que las palabras que se dieron a conocer
me quedan cortas.

Por eso alargo algunas que me invento
para decirnodecir las ideas que forman parte de otra lectura.
El lenguaje siempre me remite a una música pasionaria.

Por eso escribo sobre la suerte de quererte
rasguñando tu carne abierta al infinito.
Asirte desde el blanco imaginario de tu cuerpo
me hace llegar a construir lápida en el Pasaje.
Porque sólo oscura sombra de esta muerte,
ensayo de la otra, podré conocer la inmortalidad.

[«Lo siento»]

Aunque no de la colección que examinamos, Fanny G. Jaretón es autora de este poema revelador:

EMBRIAGUEZ

(Primera copa)


Estoy hebraicamente ebria
antigua en el testamento
donde todo ha quedado escrito:
delirante razón que por mi amor desemboco
hacia la Fuente de voluntad en esta noche de entrega.
En esta noche de entrega, digo
que he puesto mi intimidad al fondo de la brasa
quiero arder en la zona del límite
a cuatro manos cerrar la distancia.
Quiero, lo quiero a él aquí y ahora
con furia voy mordiendo por sus labios advertidos.
Lo quiero a él con sus ojos de gato
llamando por la hipófisis a esta hembra alzada.
Lo quiero donde cuelga el silencio
él y en su cabeza baja
lengua que a la burla arremolina
tacto y temblor en la palabra inversa
es que si estoy borracha de amor no sé como me llamo.

(segunda copa)

Calzo su nombre entre las tetas
y el corazón me dice:
sí, es así a quién acelerada respondes.
Reducida a su cuarto creciente
con este frío de abril cortándome las manos
mas aun me queda la boca como sexo enardecido
y el último trago en mi tormento.

(fondo blanco)

Desierto que no podrá apagar el grito en el furor de la carne.
Puse límite al horizonte
morir donde el punto extremo de su pene me entierre
donde a puro pulmón su beso
me aparte de este etílico aire.

Para determinar el carácter dionisíaco de la hablante, auduciría una reflexión que hizo Heidegger sobre el sujeto, cuando es perserguido (consideremos a los judíos en las catacumbas, y lo que llamaría con urgencia a sobrevivencia. «En la adversidad necesita el sujeto reagrupar todos sus átomos para sobrevivir y reconciliarse consigo mismo... mientras en el lujo se disgrega y desidentifica bajo el signo del despilfarro». La opción auténtica para el ser, dice Heidegger, está en «solver (elegir) lo que ha de obrar», «poner la hermenéutica, o comprensión de lo Sagrado más del lado de la ontología»; «para saber quién es hay que ponerlo a la luz de esta referencia constitutiva a lo que no es él, a lo que en su desbordamiento y exceso permanente le fuerza a ser el ex-puesto, o el arrojado (geworfen) en su arrojo a un poder imponente y super-potente (Überwältigendes), que no puede domeñar». [4]

En lo que Heidegger se equivoca, por no saber ni experimentarlo, es que lo que llamara poderes imponentes y superpotentes sí se pueden domeñar. Si bien todo arranca, según Heidegger, de la ocultación (Verbergung) y se ex-pone en lo des-oculto (Un-verborgenheit), sí es posible rescatar la comprensión del hombre del cerco objetivista o sustancialista de la metafísica. En términos kabbalísticos, este cerco objetvista o sustancialista de la existencia es La Pared, en cuanto, el hombre la concibe sin ventanas, sin espacios para el obrar ni la consideración histórico / destinal del ser (seinsgeschicklich), pero el kabbalista, en cambio, tiene nociones más altas sobre la pared y la ventana, los sentidos ocultos con que Fanny Jaretón nos presenta el desbordamiento, la alegría honda y la embraguez mística de Dioniso y, claro está, aplicada al arte. [5]

La pesquisadora, aquella quien vuela / medita desde su ventana, en pos de los portones de la Sabiduría, emitirá voces nuevas y exaltadas, semejante a las Bacantes que siguen a Dioniso. Cuando de FGJ leo en Reusarnos:

Sacar la cabeza por el balcón una y mil veces.
Soportando el frio que corta la carne del corazón
para estrechar a la palabra que nos encarcelara
junto a la otra palabra que podría habernos salvado

entiendo la terquedad de La Bacante y por qué la Kabbala llama «pesquisador(as)» / «Choker ve-mekubal» / al buscador con ahinco. Aquellas ninfas del séquito del dios Baco o Dionisio, al saber que El venía, saldrían a acompañarlo. Nada les detendría llegado este punto.

Las bacantes son mujeres con desesos de renovar su conexión con la Luz y la Divinidad, ofrendan su consciencia material al transformar el deseo en amor al prójimo. Ellas son, dice una autora, «Bellezas locas y atolondradas que alborotan al mundo con sus piruetas y su falta de respeto por todo lo humano y lo divino». Mas la misión de estas bacantes, el fenómeno de su estlilo de adoración como séquito femenino, no está dirigido a profanar sino a festejar. Es un festejo del Mundo de la Acción, la Materia o Ashiah. En el Reino de Malkuth, la mujer funda con ellas en la Tradición la palabra de libertad. Nuestra poeta FGJ dice que desafían todo, el frío más intenso, para «estrechar a la palabra» y abrir para la palabra sus espacios de libertad es salvarnos, en entrar en el entusiasmo de la salud y la hebricia.

El grito Evohé dionisíaco de las bacantes tiene una cercanía sonora con las palabras Elohe / Eheie, nombres de la Deidad hebrea con valores numéricos de 28 y 21, ambos múltiplos de 7. Elohé es el nombre histórico-existencial de Dios. Mas Evohé es la palabra griega para valor y grito entre las mujeres que participan en las bacanalias. Festejan el dios que las nutre, al dárle ánimos, al dios de muchos nombres. El dios que proteje a las mujeres y los niños y que es preceptor de los campesinos que cultivan la vid.

MANCHADOS DE UN NOSOTROS: El sentido de seguir al Esperado, al Preceptor, a Dioniso, «dios de muchos nombres», es una de las primeras siete pruebas. Tener un sentido de Nosotros, [6] de Comunidad, o Solidaridad, es tan básico como administrar el tiempo ante las eventualidades de riesgos. Un gran amor, o pasión, puede convertirse en obsesión y aún en enfermedad. Este poema vale como consejo, cautelosa despedida y consciencia de tomar un paso necesario. En Reusamos la poeta explica:

Ha llegado tenaz el tiempo de eludirnos.
Entiendo que no es una manera cobarde
de marcharnos manchados de un nosotros.
Hay momentos que la enfermedad nos gana
y esta obsesiva pasión por querernos
—meretriz que nos vende hora a hora —
no nos da descanso.

Entonces preferimos transitar
la muerta vida sin un nosotros.
Hurgar en el camino del vacío.

LA SOMBRA INTERIOR Y EL ACOMPAñAMIENTO: No es que el pesquisador o kabbalista prefiera la soledad como estilo de vida. Es que durante la etapa de aprendizaje, el iniciado es forzado por las circunstancias a la no distracción, al alejamiento austero. La mayoría de la gente teme a lo velado, a lo misterioso, cuando la curiosidad se alimenta de novelería y se carece de ánimos para entrar a la «sombra interior» de la disciplina y la búsqueda. Hay ciertos conocimientos que exigen una «una manera de ser —en cuerpo y alma— que adoptará una forma diferente de aproximarse al mundo: desde el interior y buscando la metafísica de las cosas, es decir, ir más allá de lo físico» (Rav Yehuda Ashlag, loc cit.]. La vida social y jactanciosa puede parecer al aprendiz del ocultismo una «vida muerta», ante la que es preferible hurgar otro sendero solitario, «el camino del vacío».

En el texto Con Acompañamiento, se explica:

Él se esconde de la noche
sin correr las cortinas porqué no,
porque no le importa lo que digan los vecinos.
En la madriguera hay comida para los pocos.
Aquellos que le sacamos ventaja al tiempo ineludible.
En la sombra interior donde habita el Hambre
no hay nada de qué temer.
Todo está a la vista, de un rayo esX cito/plasmado en eYes.
Y así malgastamos nuestras vidas pro/creadas.
Fumando un puro/sangre de pasión por la escritura
cuando no hay nadie que nos sepa leer.

Sacar ventaja al tiempo ineludible significa que la hora del pesquisar y develar el ocultismo ha llegado. Hay que tener verdadera «Hambre» por ese tipo de Sabiduría, porque está bajo sospecha, desatención o recelo el que la tiene. La mayoría no tiene hambre y rechaza este alimento, aunque nada haya que temer y sí mucho que ganar. «No hay nadie que nos sepa leer» es una alusión de la autora a una de las formas con que se lastima la divulgación de este conocimiento. Falta el entusiasmo de las Bacantes ante Dioniso. Mujeres que salgan a visitar las madrigueras de los Ermitaños, los círculos o esferas dondela Zarza reaparece y los ángeles susurran a quienes desean lo mejor del Desierto, que son las horas en que «marcharnos manchados de un nosotros». En el nosotros se incluye el que da revelación, y es Ruah Elohim, el Espiritu o Viento de Dios en el Desierto.

Ha llegado el momento de eliminar los velos. «En una generación como la nuestra no hay nada que temer al divulgar abiertamente la verdadera sabiduría», dice el rabino Ashlag. Sin embargo, hay miedo y hay circo, ambivalencia, falsas expectativas o espectacularidad..

En el profundo rugir de la conciencia
hay un animal que me amenaza.
Huele a carne buena la pasión
que dejaste en las hojas caídas
sobre el Cuerpo de mi vientre.

Papel maché para enterrar al muerto.

Se habla del amor prolijo
cuando meditadamente me paseaste
por esa plaza romana para pegarme
y pegarme debajo del árbol de la rudeza
tremendo beso.

[Circo]

O recordemos los versos de Sin permiso concebido (una crítica a la noción del «ser-arrojado» a la exiistencia del mundo) y A-cán:

Sentirse como un cuchillo clavado a mansalva.
Como una soga que ajusta más de la cuenta.
Como un colibrí que perdió su floración.
Sentirse con la boca puerca
hundida en el barro de igno/rancia.
Como la crucificada que tropieza con todo
el peso del mundo bajo su propio peso.

[Sin permiso concebido]

Qué manera extraña esta
de sentir tu nombre.
Mi lamento de cachorra
no alcanza para salvarme
de las garras del viejo perro
del abandono.

[A-Cán]

Uno de los miedos es el amor mismo, miedo a la libertad y los cambios. Miedo o lamento nihilista a que no haya salvación, ni futuro, pese a contar con el libre albedrío, y que sin Dios somos como perros abandonados por el amo. Sobre estos temas trata el poema Reverberancia con más generalidad:

Entre la permanencia y el cambio existen las repeticiones.
Oposición del amor al no amor.
Mi Shakespeare que me trajo al amor después de la muerte.
Cual fue la imposibilidad de habernos entendido
en observancia de Palabra que nos deja el honor.
El primer lector de mí no fui yo misma.
Vos me sabías antes de mis Principios.
Y sabías áh como me conducirías a la muerte
cuando el vocablo se me volviera Nada.

Miedo a la Nada, a la muerte, a la observancia de Palabra / Gran Libro / en que guardan secretos muy profundos que los antiguos filósofos sólo revelarín en historias poéticas (pequeños mitos) que pasan por fantasías para el acervo de la incredulidad. La química cabalística fue uno los misterios más acechados y poco comprendido y experimentados. Son trabajos de la alquimia del Agua y Fuego que llevan al Cielo (en hebreo, Shamaim). Las dos raíces de la palabra Cielo / Shamaim / se refieren al fuego y las aguas. Hoy por hoy, cuando se comienza a hablar sobre campos akáshicos y morfogenéticos, o consciencia cuántica en la Psicología, estamos más próximos que nunca antes a entrar en la materia del Reino de los Cielos, esto es: a ese regreso mediante el viaje místico, que es la dimensión que existe encima del espacio, tiempo y movimiento. Cuando accedamos al plano cuántico, al reino de los cielos, dejaremos de soñar con entelequias. Mas bién, las vivenciaremos,

Los días del Teshuvah, como una oportunidad sinigual de corrección del proceso histórico y eliminar los aspectos caóticos del Universo, así como de nuestras vidas personales, es otro miedo (Ver, en Loc. cit.]. Cuando hablamos, como FGJ, de la energía de Virgo, que es también la energía de las bacantes, pienso en Rajel (Raquel), considerada por los kabbalistas la Madre del Mundo. «Durante la vida de Rajel, su más grande deseo y propósito fue el de proteger y defender a todos sus niños de la maldad» [7].

DEL TRUENO ABSTRACTO QUE HIZO LLOVER AL BARRO: El número 13 representa una hora crucial que han de vivir los aprendices de este Conocimiento. Antes «se debe superar siete pruebas para asegurar que son dignos de adquirir este conocimiento» (Rav Ashlag, loc cit.), lo que explica que, en la imagen histórica y existencial que dejan de sí las vacantes se consigne el acceso con un grito que significa valor / ten valor. Este dárse ánimos está relacionado a la dura búsqueda de la Verdad / que conduce al Gozo de la Kabbalah. Hay que sacar de la hebricia una transmutación de pruebas y retos dolorosos, cambiándolos, paso a paso, en alegría. Esto es lo que Dioniso enseñara a sus seguidores.

En el poema Esparcida, se presenta poéticamente a un elegido. Lo apropiado aquí es determinar quién es la Hablante del poema y quién la persona sobre la que ella habla. Este proceso místico trata sobre separación y, al mismo tiempo, de marcar con el espíritu.

Cuando te Conocí, las palabras
empezaron a replegarse de manera extraña.
Un siseo opuesto a la condena logró traspasar al tiempo.
Y te marqué con trece besos sobre tu espalda la hora
que señalada serviría para tu ida. Sin vueltas
no hablo que me dejaras sin tu cuerpo.
Hablo, como un granizo que ahora golpea todo el cuerpo mío
del trueno abstracto
que hizo llover al barro que sepultara tu espíritu.

[Esparcida]

El barro se humedece en la tempestad del amor. La alquimia de luz (fuego) y agua está presente en este proceso descrito, que es en torno al dispensador del Conocimiento, quehacer reinterpretrativo de las palabras a fin de recobrar la verdad escondida en la metamorfosis de todo lo finito («Natura Naturata»). Este conocimiento se puede representar como el traído poe un Ser entelequial, o un Ave que se transmuta. «Lo vi aparecer con todos sus plumajes, / fue tantos animales en uno», dice FGJ en Entelequia para señalar al quién.

El dispensador del trabajo alquímico-kabbalístico con el Agua mienta la Lluvia, imagen que tiene significado especial en la poesía de Fanny Jaretón, apunta hacia lo que llamaríamos la Tempestad del amor. [8]

El Trueno Abstracto que esparce tanta dignidad al «llover / se» sobre el barro es lo que el místico sefardita Baruch Espinoza llama el Ens Generalissimum. La Deidad está en todo, aún en la esencia general de las cosas finitas. Dios consiste en incontables atributos: Deus sive omna ejus atributa. Cada atributo, porque expresa la infinita esencia de Dios de una manera definida, es infinito en su propia forma y puede estar sujeto, por este hecho, a incontables modificaciones. «Entonces Dios existe sólo en cosas de su universal esencia y no sólo en El, sino también en modos de su realidad, Dios es Naturaleza, en cuanto esencia universal del mundo / natura naturans; y como suma total de las cosas individuales, cuya esencia existe modificada, El es natura naturata». El pensamiento místico de Espinoza coincide así con el pensamiento de Nicolás de Cusa y de Giordano Bruno. El proceso de abstracción arranca de estas dos determinaciones. [9]

LOS ENTERRADORES DEL ESPIRITU: En el poema Mediumnidad se introduce en la sección el tema de la muerte social, más que del fallecimiento efectivo. Es un poema lleno de ironía contra el comercialismo de la muerte y la hipocresía de muchos poses luctuosas. El poema es un comentario sobre la condición que más duele a qjuien ama y que más apesta: el amor desengañado.

Mi cuerpo ha estado tirado a la vera de tu abandono
durante quince días.
Los cuervos se espantaban de mí
por el olor que deja el amor del engaño.
Los enterradores de espíritu apagaron la luz
y se echaron a dormir.
Los alcahuetes y curiosos pasaron hoja mas
hoja menos que no engrosarían el libro de
otra primaverita que no hará verano.
No quiero gastar pegamento en un cartel
que me identifique como muerta desconocida.
Ni ocupar lugar en el frigorífico
por quien nadie reclamará.

Mediumnidad

RESURRECCION: El tema de la esperanza de resurreccón FGJ lo presenta en los siguientes cuatro versos:

No quiero terminar el poema de manera dramática.
Los ataúdes son estrechos y la oscuridad me da miedo.
Espero de la última voluntad de tu mano
que me Levante, pero sin arrastrarme.

Hay a su alrededor poemas muy breves como («Rogativa», «Preludio» y «Poder es Querer») que versan sobre la fe en el amado; prefiguran juegos amorosos, en que dulzura y luz explican el suave placer. El poder auténtico es explicado en términos de profesar el querer; el deber debe ser querer. Respecto esta experiencia, FGJ describe una experiencia del sentir. El sentir es una forma de comprensión que se enriquece con el decir en comunión, cuando resulta cierto entendimiento nuevo de lectura, a la que FGJ designa «decimodecir», que equivale a 'decimos juntos', o es 'un decir entre los dos'. La manera del sentir canta / o alarga / las palabras por lo que el lenguaje se musicaliza. «Me remita a una música pasionaria», dice en el texto Lo siento.

CARNE ABIERTA AL INFINITO: Descrita el alma como lo que trae vida a aquello que ocupa y que, por tanto, no admite la muerte, Sócrates dice a Cebes en el Diálogo sobre la inmortalidad del alma:

... si el alma es inmortal, requiere cuidado no en atención a ese tiempo en que transcurre lo que llamamos vida, sino en atención a todo el tiempo. Y ahora sí que el peligro tiene las trazas de ser terrible, si alguien se descuidara de ella. Pues si la muerte fuera la liberación de todo, sería una gran suerte para los malos cuando mueren el liberarse a la vez del cuerpo y de su propia maldad juntamente con el alma. Pero desde el momento en que se muestra inmortal, no le queda otra salvación y escape de males que el hacerse lo mejor y más sensata posible. Pues vase el alma al Hades sin llevar consigo otro equipaje que su educación y crianza, cosas que, según se dice, son las que más ayudan o dañan al finado, desde el comienzo mismo de su viaje hacia allá.

Y he aquí lo que se cuenta: a cada cual, una vez muerto, le intenta llevar su propio genio, el mismo que le había tocado en vida, a cierto lugar, donde los que allí han sido reunidos han de someterse a juicio, para emprender después la marcha al Hades en compañía del guía a quien está encomendado el conducir allá a los que llegan de aquí. Y tras de haber obtenido allí lo que debían obtener y cuando han permanecido en el Hades el tiempo debido, de nuevo otro guía les conduce aquí, una vez transcurridos muchos y largos períodos de tiempo. [10]

Ningún kabbalista, como ninguna persona sensata, niega ese cambio o transición desde una vida encarnada, vivida con el cuerpo, hacia una disolución de lo físico, o separación del alma de la carne. Mas hay quien teme espantosamente a la muerte, sin entender el proceso del alma y queda preso en la angustia, aún antes de envejecer e ir viendo las señales de pocos años restantes para perdurar orgánicamente. Energéticamente, siempre perdurá la existencia y la memoria esencial de lo que somos, almas con personalidades.

De sujeto temeroso es sobre quien se puede asegurar que ni digerirá ni asimilará el conocimiento de su felicidad auténtica ni de su amor posible. Su vejez ha de ser triste, suma de muchas desazones. Para quien tiene sed del infinito y de amor y lo ha dado en su justa medida, dice FGJ que el quedarse sin compañía y sin amor no lo desconsuela ni en la vejez: «La vejez puede digerir cualquier cosa. / menos que nuestro amor haya muerto / antes que yo» (Asimilación). Esto es parte del significado entelequial: el sentido de expectativa y la capacidad de soñar anticiptivamente con ese amado, esté o no presente. «Él se llevo aquello que dejé en un suspiro, mi último suspiro / mientras lo soñaba». Quienes aman intensamente nunca está solos y siempre evocan lo bello de lo amado:

He vuelto a soñarlo
con su incontenible Belleza
que abraza más allá del Universo.
Con su apacible ternura estallándole los ojos.
Alguna vez escuché su voz calma
y me dio por pensar si tanto le gusta el baile
para ahogarme a un de Él, tendría las manos de agua.
Pero he vuelto a soñarlo
entonces me trajo a otras realidades.
Un hombre que se hunde se hunde en el corazón jadeante.

[Entelequia]

Aún las presencias ausentes de lo que más nos atrae, por empatía, se turnan en las evocaciones; se sueñan (William Shakespeare, Charles Baudelaire, Poe, el Gran Libro). [11] Los / las / grandes amantes se quedan con esenckias indispensables, no con fijaciones materialistas, con lo que realmente es sólo instrumental o mediato. FGJ destaca muchas personalidades que la sellan y la marcan como alma y se pregunta: «¿Quién seguirá a las Palabras / que prometen verdad?»

Yo, Otra de Vos
donde dijiste para nuestro mundo
con la boca grande
amor- Amor.

Los grandes amados son proféticos, se turnan y se parecen unos a otros. Hablan desde el pasado y son el presente de lo que se ama. Cuando hablan desde el presente su palabra es futuro para quienes aún no han nacido.

Jesús o los parecidos a él.
Buda o los parecidos a él.
Moisés o los parecidos a él.

[Protetas]

El beso de la muerte no es tenebroso para los grandes amantes ni para quienes creen en amores como los que brindan los profetas.
Con sabor de almizcle que olía un poco a mis cenizas;
muerte cuando la muerte llama a clavarse
en un beso que gotea, lentamente
sobre un fuego, sin calor
que no busca alivio.

[Si bastara]

*
¡Ahora, recién ahora tengo
su corazón latiendo en mi boca!
Ahora que no sobran las excusas
para tragarme a este hombre muerto.

[Ahora]

Quien no da rango inmortal a su alma, sufre en vano con ideas en torno a la muere y los afanes de su vida material. El amante de lo infinito puede sentirse satisfecho de querer, desde el presente aunque parece breve y fugaz, un ensayo intenso de eternidad.

Por eso escribo sobre la suerte de quererte
rasguñando tu carne abierta al infinito.
Asirte desde el blanco imaginario de tu cuerpo
me hace llegar a construir lápida en el Pasaje.
Porque sólo oscura sombra de esta muerte,
ensayo de la otra, podré conocer la inmortalidad.


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Bibliografía

[1] Las bacantes en el mito de Dioniso son las mujeres que celebraban los Misterios de Dioniso y lo siguieron a la conquista de la India, llevando un tirso o vara enramada o lanza corta cubierta de hiedras y de pámpanos, como sus solas armas. Dioniso fue vencido por Perseo que mató a muchas de las mujeres; Eurípides, dramaturgo griego que escribiera el tema de Las Bacantes pensaba que éstas conservaban la castidad «en medio de la agitación y del furor de que estaban poseídas», siendo que su grito de batalla era Evohé / valor.

[2] Sandra G. Roger: Dionisio: Dios de la Honda Alegría [en: blog LVX Interna].

[3] Ibid. Sobre Dioniso, el dios de los muchos nombres, Roger dice: «Su culto fue muy importante en la cultura griega, ya que confirió a ésta un aspecto oscuro y misterioso, irracional, frente a la racionalidad típica del espíritu helénico. Su significado original era el de un ser divino cuyo poder podría notarse en la savia de la vegetación y, por lo tanto, la primavera en una estación de alegría y gozo para él y el invierno lo era de sufrimiento. De aquí surgió su doble carácter de dios de la vendimia y sus alegres acompañantes y de dios del éxtasis y las ceremonias místicas en las que los sufrimientos durante el invierno eran lamentados. A medida que iba pasando el tiempo fue visto principalmente como la fuente de la felicidad y la alegría que surgía del disfrute de la noble fruta de la vid, mientras después, como sus festivales en primavera y verano, con su alegría y júbilo, dieron ocasión a los primeros intentos de representación teatrales, se añadió la función de dios del teatro al de dios de la vid». Se han estrudiado ciertos parelelos escriturales entre la vida de Jesús y la nociones mitológicas paganas de Dioniso. Ver: Dionysus and Jesus, que enfatizan fundamentalmente sobre Dioniso que, después de descender a los infiernos, en búsqueda de su amada madre, resucitó al tercer día y comenzó a predicar la Comunión Sagrada. Creyéndose que su cuerpo y sangre fueron sagrados, alrededor suyo, surgió la devoción y la creencia en que él puede perdonar los pecados de los seguidores. La Dra. Elbia Haydée Difabio de Raimondo, dice en: «Dioniso, dios del lagar, dador del vino», dice al respecto: «Así como Orfeo había descendido a buscar a su esposa Eurídice, Dioniso se encamina a pedir por su madre difunta a quien, liberada del país de las sombras, le cambia el nombre por Tione. Este viaje, que pocos tienen el privilegio de hacer, y la relación con Zagreo y con Deméter, lo transforman en dios que sufre, muere y renace. Su muerte lo aproxima a la humanidad. La reencarnación del alma en la que confía el orfismo encuentra entonces en Dioniso hondura y consuelo (iniciador en los misterios y el que inspira, 13a y b). La resurrección divina garantiza al iniciado, al misto, un triunfo sobre su propia muerte y una inserción dichosa en un curso metahistórico. Ahora bien, el dios es un amo exigente: demanda de sus adoradores la donación completa de sí mismos. Poseso, cada fiel logra una identidad mística con el todopoderoso y, acaso por un instante, llega a ser Dioniso mismo».

[4] Martin Heidegger, El ser y el tiempo [FCE, México (1974, orig. 1927). EM, 124, 107) [viii].

[5] Aunque Heidegger entiende que «la filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías», la visión kabbalística incluye esa filosofía creativa y otros conocimientos con características muy propias, que «el concepto de las correspondencias, relaciones entre entidades del Universo —estrellas, planetas, gemas, colores— y, por ejemplo, partes del cuerpo humano o sucesos de la vida, de manera que utilizando esos conocimientos se pueden lograr curaciones o conocer el destino. También puede incluir la creencia en seres intermediarios —malajim, dioses menores, ruajim, maestros ascendentes— entre la humanidad y Elohim, con quien, los que son capaces, pueden contactar. El verdadero conocimiento oculto se obtiene a través de la iniciación con aquellos que ya lo poseen o por el estudio de los textos esotéricos en los que se expone». [Rav Yehuda Ashlag, Una Entrada al Arbol de la Vida]. El mito de Dioniso, en cuanto aprovechado por Fanny Jaretón, abre dos caminos: Salud y Arte. «La locura que acompaña al dios no es una enfermedad o degradación de la vida, sino el elemento que acompaña su salud» (Sandra G. Roger, loc. cit): también, Marcel Detienne y Arthur Goldhammer (traductor), Dionysos at Large (Harvard University Press, 1989. Orig, ed. francesa, Dionysos à ciel ouvert, 1986); Albert Henrichs, Between City and Country: Cultic Dimensions of Dionysus in Athens and Attica, (April 1, 1990). Department of Classics, UCB. Cabinet of the Muses y Rosemarie Taylor-Perry, «The God Who Comes: Dionysian Mysteries Revisited». (New York: Algora Press, 2003).

[6] En torno al sentido del nosotros, Fanny Jaretón ha glosado lo siguiente:

[7] La Novia / Bacante que «ya no puede esperar» está simbolizada con Rajel (Raquel) y FGJ afirma «y haces alusión al / los niños … ese es el Niño… tienes que untar tu semen en el flujo no de una mujer cualquiera, no con hambre sucio, no arrastrados, Zentados para seguir el derej. Ya no es los 40 años en el camino del desierto, de lo desierto y soledad... Ya no va más eso de los kabalistas viejos que decían que el hombre debía casarse joven porque a los 40 debían retirarse a meditar, eso ya no va ahora… (y con el tiempo lo comprobarás). Es el esfuerzo máximo pasar el Muro… deberemos Nadar en el liquido amniótico seminal, como un jadeo de vapores azules, que atraviesa la oscura y sedienta esmeralda». [Carta personal de Fanny G. Jaretón, 28 de agosto del 2010]. Obsárvese prefigurado en el comentario la alusión al Cuerpo de Añil, el Niño Divino, sobre el que bablamos en la Sección Primera de los 13 poemas. El Nadar habla del mundo neptuniano, la Mar. El trabajo alquímico de las Aguas. «Los Koan en japonés o según lo vengo viendo Vos, Koaní, insisten, Despertar / Ver en la propia Naturaleza (la normal en la que nos constituyeron es Macho / Hembra, no separados, de tu costado, a tu costado Iajad, nos hizo. Ahora entiendo porque insisto con el Iajad, en los poemas, incluso uno va de titulo; La Alquimia Real, donde nacerá el Hijo / La Novia» (loc. cit.).

CONTINUA

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