Thursday, August 30, 2007

La piedra del rechazo

Even nagolah me’al libbi…
La piedra salió de mi corazón…


Libero este pedruzco amargo:
Proverbio hebreo


De mi corazón quitaron este peso:
la angustia de mi alma.
La piedra fue devuelta
a la edificación correspondiente.

¿Para qué deseo la piedra no edificadora
si ese ángulo no es mío? Quien no encaja, estorba.
No rectifica la razón que no hermana.
Lo que no es lo mejor de mi costilla,
no forja el pueblo donde pongo mi fe.

Costilla mía, situación de mi reposo natural,
hoy soy más que la bestia, como primero de los creyentes
en Abraham he fructicado y, en la tibieza tradicional
de mis sentidos, llamo a mi pueblo, dispersos
como estrellas en el cosmos, fluídos como peces.

Antes que vengamos a la mesa, todos unidos
como Uno, pedid que una nube bendiga el Monte Sinaí,
que no más de veinte años sea en engaño de Labán
y prospere Jacob y se la pague el trabajo.

Quitemos esa piedra de su corazón y ese pedruzco amargo.
Piedra que perforas mis labios, que hincas a mi boca
y quitas el beso original, el trago dulce de mi vino,
ya me das bascas, ensarmentas, envenas, me estorbas.

Ya destruyes la ostra. El tesoro oculta. La perla
con que se me bendijo. En la garganta del Adam
de tierra roja, vomitaré la piedra oscura.
Gusanos de Jacob, verán la sangre dialéctica futura.

6-15-1997 / De Teth, mi serpiente
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