Wednesday, May 14, 2014

Cremación del niño y primer shraddha / De Yo soy la muerte

Licenciado Ektor Henrique Martínez: Sobre la poesía de López Dzur /MEMORIAS DE LA CONTRACULTURA / LAS HIENAS: BESTIARIO COLONIAL / EPICA DE SAN SEBASTIAN DEL PEPINO / BARNES AND NOBLE: LIBROS DE CARLOS LOPEZ DZJUR / El humanismo erótico de Fanny Jaretón / Sacromental: Visión cabalística del poemario de Fanny G. Jaretón / Entrevista a Fanny Jaretón / NOCHEDAD / FANNY JARETON

 
Cremación del niño y primer shraddha

 

Está esperando el niño la puesta de sol

para entrar en las llamas; será cremado

y, en impureza ritual, le daré mi luto.

Hay un kolam (de mi propio diseño) fuera de la casa.

Lo borraré mañana, o cuando me lo diga.

Encenderé una lámpara de aceite

donde su presencia venga a recordar

que este hijo me ama.

La mantendré encendida los primeros tres días

e iniciaré mi luto. Me dio señales, se despidió

con un canto y se durmió para siempre.
 
2.

Tuvo prisa de irse, o adivinó el alma del planeta al que vino.

Era precoz en todo este diablillo amado.

«Es esta tierra tan amarga», le dije,

mas aún donde lo bello existe

es porque nació la madre que lo pujó con huesos

y para su irrupción infantil, proveyó  mejillas,

hermosos ojos, y él fue capaz de entregar plenitud

a las sonrisas y dulzura de su ánimo infinito.

Pero tenía que irse y no admitirá luto que se extienda,

tras cremado, a la mañana del décimotercer día.

 

No tocaré el altar que le hice, ya no es mío.

Ni iré cerca de éste. Ni puede la familia.

No entraré ya en un templo

o a su lugar sagrado si no tengo el permiso

de quien nació en mi hogar 

con la apropiada encomienda

para el décimotercer día:

«En la mañana, por tu propia shraddha, despierta

antes de la salida del sol. Purifica tu baño

y ceremonia de fe, para que valga el sacrificio de fuego:

yo soy el sacrificio de tu ofrenda y mi vida será

como expresó la kaviá del poeta, mímesis

sobre el Niño que muere, con su canto de guerra.

Batallaré en Vaikunthá donde no hay ‘indolencia’,

ni kuṇṭhá: ‘debilidad, estupidez, tontería’.

y haré de Param Padam tu morada suprema,

tu planeta infinito, y te cantaré,

la eterna bienaventuranza (ananda), allí...

junto a Lakshmi, y Visnú
 
está la Serpiente Shesha Naga y ambos
 
se recuestan sobre ella para que Dios aparezca...
 
Ellos me han llamado.

Ni más ni menos: Visnú y Laksmí

y Shesha Naga (con 19 cabezas);

Brahma que emerge sobre un loto océanico

y un ombligo que es como vaso de Visnú

que recoge todo
 
y aún ‘lo que queda’ cuando creemos

que todo se destruye y que los kalpas son muertes.

Pues no. Shesha permanece inalterado

y me pide que parte de sus batallas.

Yo soy dios de la guerra.

tu Skanda y tu Kumara
 
(deja de ‘cantar que muero fácilmente’).

No, padre. Batallo con sombras y venzo

como en el sexto canto del Kumara-sambhava».

 3.

Obedezco. Es él quien me da versos para el shraddha:

primer aniversario de su viaje,

despedida.

No cederé a cualquier otro rito ni haré

recitaciones o leer escritura sagrada,

siquiera o la Bhágavad gita.

Estaré aislado. No hay sociedad ni grupo

que me sirva cuando me encuentro en luto.

Me vestí de atuendo blanco

(por luto que honra la pureza que me falta).

Yo sí entiendo su viaje y no es el final de nada.

Es un viaje aparentemente sin fin que lleva

al Alma, donde se da la Cesta Hermosa

y se sella la frente con un Beso del Atman.

 

Desde la Rajpath, Vía del Rey,

Nueva Delhi, 2005.

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