Sunday, December 21, 2014

LOS GIGANTES A VENCER

LOS GIGANTES A VENCER: Tras la oposicion social de lo racional vs. lo irracional, «oscuras fuerzas tendenciales latentes en un mundo de misterio» se observarán las víctimas. La bruja Circe simboliza las fuerzas del encubrimiento y la nivelación, características del mundo público, que amenazan y socaban, Circe obstaculiza la lealtad, el regreso a lo propio y alhallazgo afortunado de la patria comu suce en el poema cvitado y en la épica de Homero.
            En esta encrucijada, el ideal de aceptación social / la alianza bienhechora y regreso a las raíces se mata o se deteriora. El hombre fracasado deja de existir y causar estupor y repudio cuando hay empatía. La empatía puede más que lo se dice al solidarizar y abrazar a los desclasados.
* La perspectiva SE DICE QUE desautoriza al ser anhelante hasta convertirlo en un DON NADIE / esto es, un 'quién' impersonal, el “se” o el uno [das Man], que si nació pobre será aún más desgraciado. Un loco. No obstante, todos los tipos pueblerinos son seres anhelantes que no quieren ser ignorados en el mundo público y más importante, en el mundo del poder-ser-si-mismo. Lo arduo en esta prueba es probar la calificación. Todos quieren, pere no pueden porque para ser aptos o el mejor / el héroe / hay requisitos.
            Algunos de tales requisitos están plamados en la idiosncracia de los hermanos Padró Quiles, de quienes entre otras cosas destaco en el poema, como su ideario:
  • Ser compasivo
  • Tener ingenio de artesano y civismo pulcro
  • Una memoria histórica: «adquiera en la colonia, voluntad contra el hechizo que no libera la consciencia del olvido».
  • «Adquirir una mente liberada» que invoque pogreso y sabiduría.
  • Ir en pos de un Hallazgo Afortumado  / la puerta de la patria / tener afán dirigente,«guiar ciegos o muertos», a ver ver caminos e identificar a denonios o peligros cuando asoman como demonios de negación y todo beneficio lo quieren para sí, «dejan a un pueblo pobre, clamando, desposeso».  Martin Heidegger llama a esta coyuntura un «hallarse acordado» («gestimmtes»), familiarizado o abierto del Soluto.
  • Identifican los Cimientos, el proceso dialéctico de su quehacer, comprenden la lucha de clases y por eso superan los miedos.

            Este es el por qué como las comunidades, en la medida que desarollan su memorias histórica, llevan una secuencia amorosa de sus héroes y características identitarias. Respetan a sus guías y compadecen a los caídos en su esfuerzo por vivir y luchar. En algunas instancias, mientan los aspectos de racilidad de una etapa en que el hombre negro sufria el rechazo y humillaciones inmerecidas.
            El hallarse acordado en la memoria puede apuntar a lo toponímico,  enfocar su mirada al paisaje. Recordemos la cascada donde murió el soldado Collazo murió o una etapa donde los pobladores pioneros de lo que hoy es el Pueblo bautizaban lugares con vocablos taínos (por su etimología: Cibao, Guajateca, Bahomamey, Yaciloa, etc.), el hito se pretende una remembranza afectiva con lo taíno.
            ¿Cuán remota es la leyenda de Collazo, como para la perpe-tuación una memoria, relacionándola al chorro o cascada de ese nombre en el paisaje natural e insertar en el presente una empatía? Si no es leyenda de un soldado, que estaría obsesionado con la noción de algún indio enemigo, será cierto que Collazo se accidentó por causa de la irrupción de un cerdo salvaje en su camino lluvioso?
            El indígena, el corsario y el negro, son otros elementos  inspiradores al desafío de dar empatía a la protohistoria del luto, el disturbio y el miedo en la vida nacional. Sin embargo, en la ocupación cotidiana, en torno a estas gentes, se adquirió consciencia histórica. La leyenda de Collazo. Esta ha quedado como símbolo.
            Con la leyenda de Collazo, la historia de una persecución trágica, muere o se accidenta el perseguidor peninsular del indígena. En este episodio el olvido colectivo es sintomático. Es una reacomodación colectiva a fin de avanzar-resolviéndose. La leyenda se torna en catharsis. Sólo un abrirse o accesarse a esa consciencia, no el fluir del tiempo per se, tranformaría el mundo material y llevaría a una fase superior de desarrollo cultural y espiritual.
            La preferencia por vocablos que sean útiles por su alusividad es transhistórica, porque no es un trato exclusivamente ubicado en el hallarse perceptivo. Es un avenirse en el detenerse«junto-a» que procura el solver profundo y tranquilo: «zu kommen lassen». Y, de hecho, en la experiencia, además del detenerse junto al paisaje, está el detenerse junto a la mujer taina, al indio vulnerable y pobre..
            Tarde o no, el homenaje es bienvenido. No hay una fecha particular que, por definición, sea más apropiada que otra para insertar o engramar un mito o rescatar una esencia por medio de un vocablo y, con la designación y el nombrar, dar referencia y señal de que hubo o hay un proceso con el cual se tiene un pendiente, una irresuelta relación. Basta que sea el día en que se comprenda la deuda, o la empresa ontológica. Con el solver profundo del detenerse han surgido instituciones. Del trato con el indígena, provino una de las más bellas: elgaitiao.  Compartir nombres.
            A veces se me ocurre que la costumbre pepiniano de no dejar a casi ninguna persona que inspira alguna simpatía sin su apodo es una manera de marcar esa amistad que personalizsa al Don Nadie para rehumanizarlo.
            EL HEROE CONTRA «DON NADIE»: No obstante, hay la opinión a la que se aferra el loco cuando es querido. Dice que es el tipo más indicado para taladrar en el misterio porque la auténtica realidad es irracional y cuanto más irracional, más apto es él. En el loco desaparece la oposición corazón / cerebro, fe / razón, sentimiento / entendimiento. Y si de veras es un loco / o ese excéntrico / que anhela «ser-sí-mismo» en lo cotidiano, él y nadie más que él, será el héroe contra el DON NADIE / o quien lo desafia.
            Don Nadie es la fuerza humana / coactiva / del mundo público que demanda del subordinado que no asuma responsabilidad, ya que «todos y nadie somos responsables del por qué las cosas se hacen como se hacen». El héroe va locamente contra la corriente. El héroe es parte del ser humano más hambrienta de ser y sedienta de luz o de soluto. El filósofo Martin Heidegger utiliza la metáfora de Apertura, o hacer cabida / en un abrirse a lo que destella. Hay personas (Da-Sein, que en su ser-ahí) se abren a ideas y recuerdos, a experiencias. A más apertura más liberad. La libertad es la salud espiritual de los héroes.
            Heidegger diría que la locura, en el modo cotidiano de ser es la tendencia a esquivar la onticidad, la coseidad, la factualidad de lo meramente manifiesto;  los locos apasionados / no los meros dementes / desubicados sociopáticos / se deyectan para enriquecer sus vidas  y sus vivencias profundas pueden ser el resultado de los modosd existeniarios de la aversión, larevuelta y desvío. 
            La sociedad tiene mirada objetora y conservadora. Quiere nivelación, juicio trivializador, ausencia de misterio. Se burla del loco y el héroe, lo descree y se ríe de él para que sea como la masa que obedece a una mecanicidad. Lo convoca a ser uno más del montón. Es por lo que «El uno / Don Nadie» / está en todas partes, pero de tal manera que ya siempre se ha escabullido de allí donde la existencia urge a tomar una decisión.
            FOLCLOR Y VULGARIZACION: Cier

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