Tuesday, February 03, 2009

Segunda parte / Aforismos sobre la Amiga Secreta


1. Para ser amigo, apréndase esta lección. Uno fue el descarriado alguna vez. Otro, la Mano que lo rescató y lo atrapó para su protección antes que cayera al abismo.

2. Llámesele «necesidad» al descarrío y se verá cuánta soledad y dolor hay en el mundo y tan poca que es la gente cuya mano se ofrece a ayudar.

3. Esta es la filosofía del mundo: «Deja que otro lo haga».

4. La vivencia del Tzadik es la del cazador socorrista. Ir donde lo necesiten y dar de su luz.

5. Quien puso la palma de sus manos, con sinceridad y ternura, sobre nuestras mejillas, cabeza o espaldas, aunque no volvamos a saber de su presencia, adonde quiera que va despierta las raíces de la amistad.

6. Quien bendice se amista y tendrá que querérsele bien.

7. El mentiroso sus bendiciones vuelve blasfemias.

8. Una canción, los versos, el pensamiento declarado con nobleza, es ya una bendición y se agradece, porque la providencia se comunica con la boca.

9. Un «te amo» a tiempo abate muchos rencores en la posteridad.

10. La amistad declarada invita a clarificaciones.

11. La necesidad comienza cuando no se está contento con la porción que nos toca. El abismo, cuando por desesperanza, se filosofa sobre el vacío.

12. Amigo es el que trae; no el que lleva. Amigo el que está lleno y se apresura, fuera de su casa, a compartir, a festejar, a bendecir.

13. Precisamente, por la falta de sinceridad y la mucha vanidad de la gente, es que la amistad es tan a menudo opaca, escasa y casual, en el mundo.

14. El descarriado siempre está forzando algo. Su autoexilio, su adormecimiento definitivo, y el fin conocido de su vejez.

15. La boca de los descarriados vierte muchas quejas.

16. Es el amigo, cuya mano se extiende, el Carbón como esencia divina; es el amigo al que se ha socorrido, la llama de la vela.

17. El Mashiaj / el enviado / el auxiliador / sólo es agradecido por los que lo necesitan y lo saben. Quien está lleno de sí mismo no urge de nadie, aunque sufra. No admite que necesita del mashiaj.

18. El amigo que une algo dentro de tí y te deja con sus palabras su interno «Escucha» / Shema, posiblemente, es el Mashiaj / el enviado del Shinui.

19. Todo pez, navegue a favor o en contra de la corriente, tendrá quien lo pesque.

20. Con el quebranto se acompañan lecciones de amistad que no se pidieron; el hecho es que ser amigo se aprende, como el amor mismo.

21. Quien no estuvo satisfecho de su porción dirá que nunca tuvo amigos.

22. El buen amigo sabe entrar y salir de la boca del pez grande y dejarle su paz.

23. En la boca de un pez grande, el mal amigo deja una estela de pleitos.

24. El poder del Daat es la providencia y ésta se comunica. La providencia observa y habla. Es el poder creativo de PEI oculto en la boca.

25. Amigos que no son providentes poco sirven cuando el día es la angustia y la necesidad.

26. Nuestro aquí y ahora es la esfera de la necesidad y el buen amigo provee para esos días. Mañana puede que sea tarde.

27. Quien mucho se fía en recibir de quien da nunca aprender a dar y defrauda a los amigos.

28. La dádiva no tiene que ser mucha, pero sí eficaz.

29. Caridad no. Providencia. Sólo la segunda abre el ojo interior del corazón y expone las perezas del gandaya y las ganzúas del malvivir.

30. El hombre sin fe es como el filisteo corpulento que se jacta de jariosas aventuras en la cama con dos gamdumbas insignificantes.

31. De las luces en la Siete Lámparas de las que hablara Ruskin, todas deben procurarse que se mantengan encendidas: Vida, fuerza, verdad, belleza, recuerdo, sacrificio; pero, sería celoso por la obediencia, a la que llamo la Fe, porque la humildad que es por la fe no es ciega sumisión sino la confianza es un potencial mayor que es la garantía de todas las demás luces.

32. Cuando se está enfermo y con angustia, la compañía de nuestros cuadros, libros, utensilios valiosos y amados, nos es menos útil que el rostro dulce y sincero de quien sepa cómo comunicar el Shema oculto / Oye amigo.

33. Tenemos que buscar en vida, en nuestro hic-et-nunc, el amigo por quien haber leído y aprendido en la tradición platónico-socrática, haya valido la pena.

34. En la vida privada, sea la cultural y espiritual, sin duda, la amistad parece una acumulación de lo mejor de las élites: el artista te visita, el músico va y lo ves, los poetas ya te rondan y otros los autores conversan de los rangos de las obras coleccionables, las bellas del teatro, el baile, las celebridades. Se alega, entre uno y otro, que ese elitismo es parte de tu mundo, sino todo tu mundo; pero, ya poniendo la vida en el tablero y, entendiendo las rectificaciones que importan al viandero, de la amistad que puede juzgarse en sus tres aspectos de sinceridad, sólo una es la que vale: la amistad que te brinda quien camina de corazón con nuestra emoción y carne. Quien nos fue más humilde y quiso mostrar la plenitud y voluntad que hay en serlo. La amistad real probada en asuntos y carencias de todos los días. Quien nos enseña la sublimidad de la humildad y nos baja de todos los elitismo es el mejor de los amigos.

35. No hay que ser vulgar ni prosaico para dar su ejemplo práctico de Shiflut / Humildad / o de Misericordia / Rajamim. La sinceridad de la humildad es una estética de por sí.

36. Todo lo que me reste de vida será una deuda con cierta mujer, de aspecto indígena, algo encorvada, nariz aguileña, a quien pensé tan fea que la menosprecié. Y ella fue la Amistad Pura, visión de la Rosa Blanca que yo aparté. Advino entonces desdicha para mí. Una amarga racha. Con el tiempo, la Mano que rota los destinos me la trajo al recuerdo nuevamente.

37. Al ofrecer su amistad, la Mujer que referí me dijo: «Eres uno de los niños de las Escrituras»; pero yo no estaba preparado aún para entender lo que me quiso decir, porque, la menosprecié. Benei mikra. Ella también lo era. Y, en rigor, literalmente, la primera persona que ante mí dijo: «Nosotros». Y hablaba del Nosotros, no ya políticamente, como solía yo, sino en términos más subjetivos: Somos de los Hijos del Sacerdote y el Rey.

38. La amistad y la fe tienen su procedencia en lo secreto. Lo callado no se presume porque aún no es lo externo. Lo misterioso / su maravilla / sus procesos sicológicos / el resultado en los pozos profundos / nos vuelven sobre nuestros palabras, las retiene y callamos. Como los úteros fértiles, son la fe y la amistad. La complicidad / haber intimado / entre ambos origina el secreto más grande que existe. Nos iguala, deséemoslo o no. Nos involucra en ese nexo de colectividad unitaria: el Nosotros.

39. Es lo que pasó contigo, Georgiana. Siquiera me gustó tu nombre al que añadíste un adjetivo náhuatl. Ni me agradó tu rostro. Ni tus modales de mojigata. Tenía yo más fe en los buitres que en tí. Te ignoré sin que jamás me hicieras ni el mínimo daño. Me admiraste sin que yo mereciera que conmigo exhibieras esa delicadeza. Sabías sobre mis necesidades y, como amiga que toma cuidado, buscaste satisfacer alguna urgencia mía. Me hicíste «tu elegido» («Der Erwählte») y yo traté de hacerte pasar por la engañada («die Betrogene») y la tonta.

40. Supe que ella se movía en lo no sabido por mí, en lo anónimo de la prudencia y la humildad, para no herir mi orgullo. Saberlo fue mi ocultación externa, evidencia de mi menosprecio. Me produjo coraje y resentimiento. Uno no puede ocultarse, sin embargo, de quien nos ofrece la Rosa Blanca de su amor puro. El bien que hizo me alcanzó muchas veces; me bastó decirle gracias. Si algo hería ella, era mi orgullo. Evitarla para que no hablara de las miserias y dolores por las que yo pasaba por tener mi alma realenga como un perro en las calles fue lo que hice... Y bien que supe que la Mujer Fea / la Mojigata / ante todos quienes la juzgaban, me ofrecía todo. Anclas de esperanza a cada momento, servicio que ella no ofrecía a todo el mundo. Ella era la verdadera Hija del Sacerdote / la verdadera protegida del Faraón.

41. Todo el mundo quiere un amigo como Dios. Es decir, el favor del Poderoso y Perfecto. Todos quieren lo Real e Ideal manifestado. Lo que nadie quiere es la angustia y la perturbación intermedia entre lo potencial y su actualización.

42. El mundo, en la sociología de los días que vivimos, el destino de la amistad es explicable con la parábola de José, el soñador y sus hermanos, quienes venden al primero (a José, el menor) al esclavizador. La amistad falsa siempre funciona en términos de libertad vigilada, así da sus frutos perecederos y se satisface dentro de su funcionalidad. Mas, en su impureza, la amistad corrompida esconde el juego de su marrajería: mala intención disimulada. Es triste cuando se llama amigo [el José de nuestro cuento], aún entrañable hermano, a quien estamos a punto de vender y llenar de mentiras.

43. Cuando no medité sobre estas cosas, Georgina fue el José, el Vice-Faraón recibiéndome a mí y a mis hermanos, traidores, y alimentándome y bendiciéndome en tiempos de vacas flacas y hambrunas espirituales.

44. En tiempos de vacas flacas, en tiempos de hermano/as que venden al que, entre ellos, es quien parece que sueña, los opresores hacen su agosto. Compran las almas a muy barato precio. En tiempos de buitres y palomas, se dice que la amistad no existe. Quien no engaña no come. Aún el que posa como paloma, o parece ser el inocente, algo quiere que es impuro. Sin embargo, en este tiempo impopular y turbulento, es cuando la energía de la sustancia divina se entrega en giros de destino para quien, por afán de paz, se detenga y escuche sin juzgar, con la quietud amorosa que le sea posible. En estos días, la Bruja / la Fea / la Mojigata / puede ser la que salve. La que muestre el Verdadero Nosotros.

45. El que menosprecia la amistad es como el hermano que vende a uno de los suyos. Al benjamín, al que canta. Tal vez no sea uno quien inicia el trámite, pero es el cómplice. Y, paradójicamente, en los tiempos de compraventa y hedonismo extremo, cuando se escupe sobre la purificación moral, la amistad y la fe vienen en el mismo estuche. Son parte de la misma copa.

46. Cuando yo no medité sobre estas cosas, esclavizado por las penurias de mi situación, me dijeron que tenía una «Amiga Secreta». Con las señas obvias describieron a la modesta Georgiana, mi tutora de alemán, la que enseñaba un curso que rompía con la regla en la universidad, por no reconciliarse con la vigente tendencia feminista de los departamentos. Entonces, la llamaron renegada e imitaron su acento alemán, o más bien, yiddish, para decir, que ella es parte del Establecimiento religioso («über religiose Mach») y que no es una de nosotros («eine vons uns»). Quienes me dijeron que tuve una amiga secreta, añadieron que ella me eligió, porque, pese a sus años, es virgen como una doncella. Es la Fea / Mojigata / la Quedada, y que le gusta cómo discuto el mundo y hablo de lo Oculto. Me dijeron que me aprovechara porque la bruja sacó las uñas. Que, desde que llegue, sale contenta a las puertas y ventanas. Se acicla para venir a verme y se le oye vigor en la voz y sus ojos sueñan.

47. Me refería como su amigo y los pocos que conocí que la amaban, me comentaron: «Entre los Niños de la Torah te cuenta». No entre incircuncisos y descarriados. Y, como se refería mi persona con la responsabilidad de «ser-nos sagrados, uno con el otro, como benei Mikra, la evité. Que no diga ninguno, entre quienes la aman o la menosprecian, que me aproveché. Que soy piedra de tropiezo. Que no lo sea ella para mí porque estoy en pobreza y en soledad y sabe que vengo a California, donde no tengo a nadie y se agradece tener un amigo.

48. Ella buscaba, al parecer, el consuelo a los placeres que no dio a su juventud. Los que venden la amistad por un pan estaban al pendiente de nosotros con este pensamiento: «La amistad para el infeliz comienza en la cama». Sin preteder ninguna de estas cosas, yo estaba enamorado de una feminista, quien contra Georgina echa sus roñas, y la segunda mujer, dizque mi prospectiva amante, me avergozaba ante la posibilidad de que, como todo varón, cediera a las ambiciones típicas del machista: Georgiana, hija única, tenía una enorme propiedad que heredó de sus padres. Insinuaba que yo iría por ella. Ya no es tan joven, pero su doncellez no tenía manchas. No tenía otro vicio que beberse una copa de vino sin rigurosa habilitualidad. Viajaba a Europa una que otra vez. «Es conservadora». Odia los saduceos. «Es tacaña» y, en muchos años, a ninguno ha llamado a su casa a que beba de su vino. Ni para que durante los sábados contemple, en reposo, los candeleros de Sabbath. «Conmigo sí», me jacté. Por tan poco, como la compañía para comentar un libro, ella me dio providencia... De quien estuve enamorado, traición. Si vio en mí necesidad siguió de largo. En vano fue cuando la dije: El único judío que me importa es tan espiritual que no alcanzo a descifrarlo. Es tan errante que no sé en qué en un lugar se esconde o vive. El judío de mi Arquetipo es la Verdad / Emet que sólo da Dios.

49. Los hermanos incircuncisos del mundo, es decir, los incapaces de ver el Lado Sagrado de la Vida, el Sitra-de-Kedushá, se burlaron. «A los judíos los tomo demasiado en serio», me reprochan. A los arquetipos junguianos, a los arquetipos divinos, a los Mortales y Divinos, bajo el Cielo y la Tierra de Heidegger, «los tomas demasiado en serio». «Why if you're as wr all in the Shit Street?» Me dijeron que no hay nada que sea sagrado bajo el cochino mundo de los buitres, máxime cuando estamos en dificultades. Al menos, «you're a USA citizen, even if you're a stupid prick, Schamock!»

50. El falso amigo dice: «Si de veras quieres demostrar que eres un hombre inteligente: «Házle el favor a Georgiana. Entrégale el shofar en forma de corneta (pene)». Los que venden y compran el placer, bajo el Cielo y sobre la tierra, todavía insisten: «Reduce tu retórica universitaria («load of bolshie») por algo más pragmático. Poder, riqueza, fama. «¿Qué? ¿No te cansas? En la época a la ya arribamos, a la etapa de la historia de los cursos y recursos de Vico, la única fe que vale es la que se tiene en los Importantes Protagonistas, a los que los feministas de San Diego llaman King Pippins. La gente importante e influyente toma el sartén por el mango. Todos los demás con suerte ponen la mano en el fondo y los bordes y se queman las manos...

51. «All gong and no dinner». Sabían que estaba jodido y que no había paz ni en mente ni en mis bolsillos. Muchos hablan de sostener al caído. Expresan la necesidad de unidad, amor y fraternidad y, sin embargo, no se pueden sostener a ellos mismos. «Si dejaras el orgullo a un lado, ya tendrías una residencia esplendorosa en San Diego; a Georgiana, en medio de tus piernas, chupando del Shofar y llamándote Kidney-wiper cuando le abanicas los riñones».

52. Siempre, en algún momento de la vida, momento en que la Rueda de la Fortuna gira para los infortunios de Nebekh, una Mano inquisitorial parece copiloteante. Es la mano de la Amiga Secreta, una que parece la sacerdotisa severa y mojigata. Una monja, sin placer, como la que Mercedes, la feminista, burlaba en aquellos años llamándola Lady Penguin. Sin embargo, la fea puede que sea espiritualmente lo puesto. Georgiana fue para mí la primera experiencia con el Ojo de Ayín después del Gran Viaje.

53. Con el ojo interior del corazón, se ve la providencia. El amor providente de la amistad. Para mi sorpresa, la persona que más me bendijo visiblemente fue ella. En el círculo de mis amistades fue la mano más oculta. Lo que me sorprendió es que dijera: «Es tan poco lo que hemos compartido y tanto lo que me has dado». Palabras que habría tenido que decir yo, no ella.

54. Pobres y ciegos los ojos que no ven la Llama exterior de la vela ni que el Amigo verdadero y su poder, que es el Carbón, luz oscura e inmutable.

55. El abismo de la amistad es no creer que la fe es base de unidad y el inicio de la comunicación. La Fe, aunque oculta, vincula a los seres.

55. La fe es el único mesías al que se da la bienvenida todos los días. Es que casi nunca somos conscientes de lo que la fe provee desde sus niveles ocultos.

56. La fe es el ojo interior del corazón. El recurso único para hallar a los amigos antes que lo necesitemos.

57. El amigo falso habla de tal modo que sus palabras se desacreditan al poco tiempo. Cuando reexamina las palabras de aquellos días, mi apreciación por Georgiana es mayor. Quienes me dijeron que me tenderían la mano, nunca lo hicieron. Los que dijeron que Georgiana es miserable, vengativa, indiferente, no saben los detalles que tuvo conmigo.

58. «¿Por que vives solo, Carlos?», me preguntó un día. «No. Somos dos. Mi fe y yo». Entonces, ella habló del Nosotros, como hablo yo en mis poemas y me explicó cuán maravillosa es su soledad. Una soledad que no existe, si hay fe. Al final, ya hablaba sobre el mismo Gran Viaje que yo. «No escribo poemas, Carlos. Cuando las escribas, recuérdame y sabré que vivo en tí».

59. Georgiana murió hace veinte años. Me escribió varias veces antes de que sucediera. Sólo una vez contesté su carta. Cuando quise verla, un rabino me contó que ya es tarde. «Murió».

60. Su amistad no muere, sin embargo, porque su forma de recontinuar lo que una vez iniciamos es, como todo lo espiritual, constante y desafía el tiempo y sobrecoge con su misterio. Un día la soñé, tal como la describiera Mercedes, al utilizar la despectiva metáfora Mujer Pingüino. Dijo que Georgiana era una «farisea arrogante, miserable y que, tras la apariencia de moscamuerta, escondía la ramera caliente». En las secuencias de mi extraño sueño, Ella me dijo: «No creas lo que ves ni lo que oyes. Escucha la Hija del Sacerdote, especialmente, si eres un niño de la Luz».

De El libro de la amistad y el amor/ Indice

No comments: