Tuesday, April 15, 2008

Alegría


Un recién llegado soy
de la bien definida raíz de tu alegría
y no había valorado todo ésto:
¡Que eres la estancia radiante de mi gozo!
todo lo que quise que seas.

Te buscaría, omnipotente, si pudiera,
valientemente, para siempre.
Aún no has muerto en mí.
Eres mi propia vida.

9-9-1993 / Tantralia / libro inédito

El amor existe Testimonio de la separación

Invocación del amor


¡Vamos a hablar de amor de otra manera!
ambiciosamente feroces por bocado,
carnalmente comprometidos hasta la médula!

¡Vamos a ser tiernos, pero realistas!
desafiantes más que el cuchillo y las conspiraciones,
más que el lugar común y el sentimentalismo.

Sí, hablemos del amor, del que tiene nacimiento y etapa
y destino y dolor y esperanza. Amor que es realidad,
objetiva presencia de memoria y proyecto y coherencia continuada.

Si bien el amor ha sido una palabra vaga
que busca lo anhelado, todavía es concretamiento prestigioso
y se escurre del chantaje cotidiano y estremece a la emoción humana.

Yo estoy hasta el hígado en pedazos por atrapar,
ajeno al amor nominalista (no su más allá de luces fatuas
y empalago y coqueta menudencia de rituales),
sino su aquí y ahora de estímulos, su afirmativa certidumbre.

Renuncio a sus formas oscuras de gesticulaciones y extravíos,
a sus cenizas apagadas, a sus llantos soterrados o públicos gemidos
de luna timbalera, a las ínfulas que urden, lo mismo que el capricho
picardías frívolas, pasajeras, ilusorias como poca monta
y cuenta rendida de corazón, entrega y sacrificio,
al estéril embeleso de portada y farandulería,
a la mística ovogénesis o secuencia virtual de saltacama.

¡Me da vergüenza este mero hablar de amor!
Decir soy recto y monógamo y sólo entre dientes,
cálido, amoroso, llevar flores en mano y en cita
de callejón de lobo, mentir como locuaz lleno de letras
y vibras de trasnochado lirismo, aprendido,
crédulo de frases gastadas, aún cuando oculto
que soy apasionado y mulo convencido
de que la carne es deliciosamente traicionera.

Tengo el gaznate seco, sediento estoy
por descubrir amanaceres y temo que vayan a echar
a perder la noche de mi éxtasis, el parto fértil,
hijo de tu epinefrina, el ángel de mis péptidos,
el asombro de mis días.

Me dejaría morir en la palabra diciendo amor, súbitamente,
ufano de coraje y de celo, con auténtica soledad
por falta de mi oyente y aquella igual, que ya desertó del amor de pose,
no verificado, pero que, de repente, está atrapada salvajemente
de un no sé qué, medular e inmarcesible.

¡Ay, amor de penurias me fastidias y, con el mismo temor
del amor de temporada, escozor de los séptimos años,
me atacas y desvelas y ella, que es mujer y hembra,
ya ni admite alarde... y maldice al sicko,
al amor de panderetas y de hostias
en su más allá de grumos y tedio tendencioso,
petardos de hueca hombría!

¡Amor de rosas secas, tiestos plomizos y cursilería,
amor de manos frías, de turba vengadora, de palabras tímidas,
de silencios cobardes, no te consultaría ni pagado ni gratis,
ni en tabú ni en amuletos, ni en fiambre de grata mano amiga
ni en monótono déficit de los desalientos!

¡Amor de monoaminos y glucocorticoides,
de carencias hormonales, de pánico y de histeria,
me aburres, me hiedes, me lastimas!...

... pero tú, amor discreto, socialmente lleno de pupilas,
orejita que estudia a los fracasos, tú que vas y vuelves
en friega negándote a morir a pesar de que el otro
se marcha y se endurece, siempre estás al tiro...

... y yo a veces solo, te veo y te amo
porque contigo se está siempre acompañado,
aunque no estés presente y se te siente nutriciamente alerta,
rica, cómplice, sujeta a un mismo padecer que el mío,
invocable como el primer día que el amor dice:
Quiero, soy, me gustas...

¡Vamos a hablar de la realidad (no de lo que has sido)
de lo que puedes ser, a pesar de todo, lo que eres...
y la distancia afectiva que te burla y el proceso necesario de ser
contra la expectativa, que tiene tu encuentro si la esencia permite
porque ya no hay sombra ni discurso ni fondo por rebasar
ni sementalidad de simulacro!

Aquí, cuando te nombro, ya existes,sin interpretatividades
y curas y solves y eres verdad y honra del ser mío,
el ser-acompañante, aunque siempre hay
quien ama másy alguno que ama menos.

13-4-1989 / Tantralia


Monday, April 07, 2008

El seductor

«Eros: Nada quedará oculto para tí. Los hombres llaman esta flor narciso; yo la llamo Deseo».

«No conoce el cielo quien no ha atravesado por la tierra y los infiernos.

Perséfona: ¿Puedes hacérmelos comprender?»: Diálogo entre Eros y Perséfona

Detrás de los álamos y mirtos,
a orillas de un riachuelo, rumoroso,
en la pradera florida, la halló él: Eros,
el más antiguo, pero el más joven
de los dioses y él es astuto,
seductor, deseable, misterioso…

La madre se había ido, mas antes dijo:
Hija mía, esposa celeste de Dioniso,
¿por qué dejaste la gruta? Regresa y teje.
¡Toma la aguja y no recojas más flores!
La tierra es seductora; no ha de ser tu mundo.
Has nacido para las cumbres del éter;
no pierdas la luz del cielo. Obedece.
¡Sé casta porque en el Empíreo te espera
el prometido! Vuelve a la gruta,
cubre tus senos, que el cielo es tu patria.
El universo es tuyo.


Y Démeter se fue en su carro de fuego,
tirado por serpientes y la niña, hija inocente,
dichosamente desnuda, sin el kalathos,
se fue a cortar más flores a su gusto.

… y llegó él, el seductor, hermoso mozo,
risueño, en apariencia, dulce y débil
como niño, siendo el todopoderoso
y dueño de las llaves de la Tierra y el Cielo.

¿Qué flor es ésta que no sé?, preguntó
al visitante. ¡La maravilla! ¡Pétalos blancos
del narciso! La flor del alma y del renacimiento.

2-07-2003 / Estéticas mostrencas y vitales

* Perséfone: Deidad de los infiernos, esposa del Hades. Hija de Stix, río del Infierno. Hades, hermano de Zeus, la raptó un día que se hallaba junto a sus ninfas, recogiendo flores de una pradera cercana. Aparece, con su madre Démeter, como centro de los Misterios Eleusinos. En Roma fue identificada como Proserpina; Hades, el raptor, fue conocido como Plutón. El evento del rapto sucede al abrirse la Tierra y emerger Plutón de las profundidades en medio de truenos subterráneos. Eros ha entregado a Perséfone por la flor del narciso, la flor mágica del alma, cuyo perfume da el conocimiento de los «monstruos del abismo, la tierra profunda y el corazón de los hombres».

La pobreza espiritual



Live life like a lotus that is untouched by water
even when it dwells in it:
Bhagavad Gita
Madre amada, te bendigo. Agradezco
el loto, flor de tu vientre. Guárdame unos pétalos;
los urgiré algún día. Los suplicaré como besos indispensables
sin los cuales me hundiría en aguas turbias,
me asfixiaría en el fango.

Lakshmi, gracias por la visión de una vida
(que debe ser pura porque lo es en su esencia);
pero, ¿sabes? me ha alcanzado el vendaval
de la impureza; ya resbalé y estoy en lodo.

Ya en el libro de la ley soy delincuente
y el estilete del escriba, no se equivoca.
Te deshoro, hundido en dolor, no veo la vida.
El fondo es polvareda, sucio musgo,
seco, pudrido, decadencia, desecho.

¿Qué puedo dar y recobrar un loto,
sino la muerte? ¿Qué darte, Siva,
señor del libro santo, señor del Juicio,
si apenas tengo el poder evocador de la palabra,
si mis ojos se gastaron, viendo mi desastre,
el limo y los gusanos, mi caída?

¿A qué Asuras, señores invisibles, clamaré,
cómo decirles ángeles, si ya no canto
de alegría? Ya mendigo, pordioseramente,
una tristeza menor a la que tengo.

Agni, alma mía, fuego sagrado,
¿cómo es posible que te hayas apagado,
cómo que yo pueda creerlo, tú, Soma
del Eterno Femenino, alma del mundo,
cómo mi labio reseco, sin beberte,
cómo el hambre de tí, que me pegó
a los huesos, dónde quedaste, Surya,
hija del sol, donde Pushán, dios que alimenta?

Mira esta soledad, dios Agni.
Mira el desamparo, Soma.
El mundo me parece tan frío
desde mi olvido, mi vagar en tinieblas
sobre la tierra densa, amarga, estéril,
sin un hogar como aquel que dejé
y era morada de sol y yo, en él,
embrión e hijo de sus ondas y sus rayos.

Durga, no me ofrezcas tu rostro inaccesible.
Uma, no dejes de ser benefactora.
Retira esta tormenta de miseria.
Acércame al palacio esplendoroso
que un día fue llamado el Alma.


3-11-2000 / Tantralia

El regalo


La vida es, por amor, un regalo generoso.
Un proyecto infinito del origen,
un sacrificio cósmico, dispensación
del Sol de soles, el Padre sagrado,
el Uno de la perfecta armonía.

La vida es energía, edad-de-luz
de la Suprema Idea, lo Real de lo visible,
lo maravilloso de lo oculto e ignorado.

La vida viene de la vida. No se crea,
se dispensa, se guarda en universos
de sustancia, se remite desde sus raíces
que son eternas, increadas y sublimes.

La vida, por regalo, se malvive;
se rechaza, se oculta, se malagradece.
A menudo la vida es un pabilo
cuya llama se apaga y no es que muere.

Nunca muere la vida; sucede que la extraviamos
al confundir lo que es, al menospreciarla.
La vida es para algo que ya hemos olvidado.

¡Amarla, agradecerla, alimentarla!

La vida es un regalo que salió
de un Quien-Espíritu, residente en lo oculto,
en lo menos aparente, en lo secreto
impalpable de la Carne.

3-09-1992 / Tantralia

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-fantasticos-ciencias-ocultas-miticos-y-tecnologicos/140104-el-regalo.html#post1331540

Sunday, April 06, 2008

Canción del éter


¡Oh, Agni! ¡Fuego sagrado! ¡Fuego purificador!
Tú que duermes en el leño y subes en llamas brillantes
sobre el altar, tú eres el corazón del sacrificio,
el vuelo osado de la plegaria, la chispa escondida
en todas las cosas y el alma gloriosa del
Sol:
Himno védico / Ciclo ario

Everything then, emits
LlGHT ... everything ... everything.
We live in a world full of SHINING
matter!:
Barón Karl Von Reichenbach



Como del éter el pan imponderable.
El éter es mi fe, una fe que emite luz,
fe que vibra en mi ventana, la carne viva,
mi luna de apetitos, mi sol de sensaciones.

Yo digo tengo un Alma y no es sólo lenguaje
ni un terreno de símbolos. No es sólo voz antigua
que llega hasta el presente. Con el alma defino
al cuerpo mismo y a la vestidura luminosa
que no veo, pero teje en mí como araña
su misterio y me da gravitaciones, espirales,
quanta, ondas, supercuerdas,
más alma cósmica y espíritu.

Mi fe es un éxtasis cotidiano de sustancia,
entusiasmo dionisíaco, pese a que el mundo
despedaza mi canto y me prohíbe el pan que como.

Digiero el éter, principio capital de la cosmogonía.
Lo proceso como alimento secreto, más sutil
que la tierra, el fuego, el aire. Lo absorbo
como si el viento solar lo metiera en mi boca;
lo como, no por miedo a la noche,
no por arrebato de luna, no por ninguna histeria emocional,
no por miedo a lo invisible; yo no necesito amuleto
para asomarme a la ventana más real,
mis sensaciones, mi cinco sentidos.

Proceso el éter digestivamente. Lo trago.
Lo inhalo. Lo expiro. Lo bendigo
con los ojos abiertos, en razón intelectual
y en emociones; pero el éter es fe, el odylo
que la ciencia no quiso, el chi, el prana,
el orgón, la quinta esencia, el alma del mundo,
el agente universal imponderable,
el fluído cósmico, luz astral del Verbo,
inefable fusión de mi vida y el cosmos.

A veces al aether lo sudo por los poros
y es más luminoso que lo que Aristóteles creyera
cuando lo llamó energía oscura. Contenido en mí,
acudo a más memoria de mis continuidades
y sigo siendo el hombre sembrado
como árbol en carne natural y, sin embargo,
el poeta en mis palabras se conmueve.
Es fe por la acacia perpetua, el árbol que no muere,
siempre verde, el árbol previsor
que dejó atrás el Destino, el pasado, el dolor.

Por eso, en los tiempos de una ciencia cuantitativa,
sin calidad de misterio, y del agnosticismo
con exaltada soledad y dogmatismo fatuo,
seguiré comiendo la palabra, el texto dulce
que transmite mi sonido por la luz.

Agni es mi boca hambrienta, mi intelecto creador;
Soma es lo que como de él, sustancia de su fe,
esencia de su Ser, sol y luna unidos.

El pan que me alimenta a diario tiene la potencia
de un cristal que quema; como el prisma
que origina colores donde sólo hubo resolana.
Ahora vendrán los alcoiris tras el rayo de luz.
Zeus mismo lo dispara.

En los ejes ópticos del cristal, yo siento
la energía; veo chispas, azules de cielo,
la dimensión de la pureza ódica. La luz vibra.
Da calor y dice, desde ese abrazo:
«Encenderé la zarza ardiente del Horeb».

El pan que me alimenta es sensorium Dei,
el cerebro de Dios por Paracelso descrito
en el fondo de los alambiques, por Newton
designado éter que llena intersticios del espacio
entre astros y constelaciones, entre soles y planetas.

Mi pan es fuego purificador, chispa escondida
en todo, hasta en mis sentidos,
a flor de piel; la fe quema. ¡Quema
como si fuera llama gloriosa del sol!

5-11-2002 / Estéticas mostrencas y vitales


http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-espirituales-misticos-religiosos-ateistas-y-o-filosoficos/140096-la-cancion-del-eter.html#post1331453

Saturday, April 05, 2008

Meditación de Teón sobre su hija





A Hepatía de Alejandría, asesinada por los monjes de la iglesia de San Cirilo de Jerusalén en el año 415


¡Qué orgulloso estoy de tí! Eres encantadora:
la belleza te hizo mujer. La curiosidad, memoria;
entusiasmo. Diosa en carne y hueso
que habla en la casa del maestro.

Todo te llama la atención, el cielo y el paso
de las horas, los colores y las penumbras,
ciclos de luna, el sol de la mañana clara,
la noche con estrellas. Constelaciones.

Todo lo exploraste porque tus ojos son grandes
y sueñan, en tres mundos, no sólo en lo aparente.
Tú miras las noosferas; tú, mi pequeña alumna;
oyente desde niña, sabia adolescente.

Mi voz, como alimento, te dio libros y conceptos;
tú, con perseverancia y atención, me das respeto.
Me sorprendes hondamente. Aprendo de tí
mientras te hablo. ¡Cómo me honras!
Es que yo he sido tu maestro.

2.

Todo lo meditas cuando ya duermo; tú escribes
libros propios y cartas, consultas mis pergaminos.
Ya nada puedo enseñarte; ya eres filósofa
y la ciencia brota de tu pensamiento y en el círculo
de Olimpiodoro, más notable eres que Filipón y Hierocles.

Ayer te hablé sobre árboles por esquivar tus temas.
Sociedad, política, fanatismo. Te hablaría de pájaros y ríos
como cuando eras niña y mi devoción fue tu dulzura
de trino, tu rumorosa risa, alegría de vivir. No fue posible.
Eres pagana, entusiasmada, te apasiona el mundo.

Eres empática, hija mía. Eres combativa.
Amarías más que yo a estos pueblos
canallescos, crédulos, explotados, bajo el yugo
de autócratas, dogmáticos, bestiales.

Pero comprende: estoy viejo y te quiero.
Conocí el Imperio de Bizancio y lo que Roma
hoy pretende con su catolicismo; debo advertirte mi visión
para que no te sorprenda, confiadamente,
la porfía y traición que se organiza y viene.

3.

¡Qué orgulloso estoy, Hipatía!
Tu sonrisa te embellece, tu risa canta
con la fuerza de tus convicciones; ¡qué feliz
que aprendas, hija amada! cuando el mundo
se ha tornado tenebroso, necio, intolerable,
y pocos son los observan los astros, pocos,
los que como tú, meditan los números,
esencia secuencial de lo que existe…

Anuncio a quien conozco que contigo ha renacido
la sabiduría en Alejandría; lo digo a todos,
con el orgullo de un padre que te admira
y lo han ofendido los secuaces de Teófilo.

Sinesio de Cirene, obispo de Ptolemaida,
y Oreste, por igual, tus alumnos gratos,
me dijeron que a todo neoplatánico
lo sacarán del pueblo; habrá violencia.
Que Cirilo, el Obispo, es fanático y te odia.
Te envidia, te ama y te odia a la vez.

Que te cuides de los cristianos
(ellos me han dicho). Que te lo diga, hija sabia
pues enemigos son y se acercan a escucharte
y sólo te espían. Te llaman, ¿lo supiste?
la bruja de los libros, la atea del platonismo,
neoplatónica, hereje venusina y nestoriana.

La ciudad no es como antes, tú sí sigues pagana.
Alejandría ha cambiado, se cristianiza y sin discernimiento.
El populacho se convence de que eres peligrosa,
demonio de pelo largo, bruja por tu conocimiento.

Han comenzado a acusarte de herejía.
Ha triunfado el catolicismo intolerante y pendenciero.
Comienza la tiniebla. Las ondas del Leteo.

Hija, adelante. Jamás te frenaré;
pero, cuida tus tratos. No son los monjes buenos.
Tengo miedo por tí; corazonadas. Me informaron
tus discípulos que, en secreto, contra tí
se conspira y el empeño es matarte.

12-8-1900 / «Estéticas mostrencas y vitales»

_____

Hipatía de Alejandría, nacida en el Siglo IV de la Era Cristiana, superó en sus conocimientos de Astronomía, Matemáticas, Oratoria y conocimiento de diferentes religiones, a su propio padre, Teón. Ella viajó a Atenas y a Roma siempre con el mismo afán de aprender y de enseñar. La casa de Hipatia se convirtió en un lugar de enseñanza donde acudían estudiantes de todas partes del mundo conocido, atraídos por su fama. Desafortunadamente, el fanatismo cristiano durante el Obispado en Alejandría de Cirilo hizo que se desacredita su sabiduría, se le acusara de bruja, idólatra y hereje, y se le asesinara por unos monjes católicos.

Los escritos de Juan Nikio, obispo de Egipto, cuenta la forma en que murió durante un tiempo en que hubo, por igual, matanzas de judíos por cristianos. En su ataque, «la golpearon, la desnudaron y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar a un templo llamado Cesáreo; allí continuaron con la tortura cortando su piel y su cuerpo con caracolas afiladas, hasta que murió». Finalmente, descuartizaron su cuerpo y lo quemaron.

Friday, April 04, 2008

La queja de Eros

Soy yo, Amada mía.
El que más te ama y en la montaña vive.
El que más distante de lo triste funda un nido.
El cazador de amores, el que cautiva
el aliento y vuela como un beso a la boca.

Tu amado soy. No te asustes.
El que llama su jardín tu cama blanda
por el aroma de tu rosa, por tu cuerpo
sabroso, abierto y tibio.

Escucha mi dulzura, amor, mis latidos.
Yo los susurro con la ternura posible.
Entiéndelos con la sensación de mis besos,
con un soplo de alas; con muy pocas palabras
porque el discurso miente.
Y la imagen se vuelve vaporosa.

Tú no preguntas más. Sólo recíbeme.
Abre el abrazo a mi noche; abre el corazón al mío.
Mi pisada es tenue y musical como un arpegio.
Vendré a tí como si realmente volara
por deseos de consumir enteramente tu alimento.

Te elegí entre las más hermosas niñas
de Anatolia y, en verdad, me prohibieron amarte.
Me dijeron: «Házte, serpiente alada,
házte, aborrecible, y ténla»;
pero acaso,
Psykhe), ¿quejas tiene de mí?

Te he amado y me dices: «¡Oh, cazador
de la montañas, eres el más adorable de los hombres!»

Son tus hermanas las hijas de tu tierra,
máscaras aún de la vida y la muerte.

¡Quédate con la delicia que te doy!
Te aseguro son más gratas que las brumas
del Erebo y los conos lunares de la sombra!

2.

Eres tú la más hermosa. No estás sola.
Yo soy el amor; no tengas miedo.
Otras te convocan a dividir tu mundo,
a deshacer lo Uno. Te piden que me quieras menos.

Que fundes la sospecha que extravía,
la incertidumbre que duele, que devalúes la dicha.
¿A quién piensas creer, Amada mía?

Extrañas tus hermanas y, a tus espaldas,
te envidian porque mereces la verdad
que para ellas todavía está en lo oscuro.

Te doy lo que ahora puedo, la caza del amor,
mi propia corazón herido por la flecha.
Es la verdad que ofrezco.

Tú eres el encanto, eres mi alma
y aún, en la carne que resiste,
la atracción mutua nos tiene satisfechos.

No preguntes más. Grata es la noche;
tú, me estremeces con el gozo;
el amor así es tan intenso,
no requiere nada más.
Ni identidad ni nombre.

6-11-2002 / Estéticas mostrencas y vitales


Wednesday, April 02, 2008

La amante oculta

«Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno
cree»:
San Agustín de Hipona

Como una amante oculta eres.
La esposa secundaria, la corteja.
Aparentemente despreciada y, en el fondo,
amada como ninguna, deseada.
Como la acción callada, así eres.
Así se te ejecuta, a la sombra, en anonimia,
sin que nadie lo sepa. Así: tú y ella
y la Ley que los ve y la morada del Yamarash
y el silencio y la esperanza.

Lo que no quieres que sepan
los mensajeros de la Yama,
lo que no quieres que el mundo confirme,
lo cobarde de las lealtades escondidas,
esa es Ella, como un chiste malo
del fracaso, como una cara de ángel
en cuerpo de diablesa o de diva,
Ella es; harapienta en el quebranto
porque está contigo; solitaria, unico apoyo
cuando, en vergüenza y en humillaciones,
a tus ojos corresponde que se vean llorar...

Es única, aún más digna que la pública
y oficial señora de tu casa, ella es la esposa
del eterno secreto, la memoria del éter,
la princesa bendita y olvidada.
Chispa de Jiva-atman, espíritu latente,
original, tan puro, savia dormida
que recorre desde el fondo del árbol
hasta el borde de la copa de los labios
y la niegas, sin embargo, porque…
se llama
Fe, esperanza,
caridad.


6-12-1990 / Tantralia


* Jiva-atman: chispa del Espíritu Divino (atman) que todos tenemos, en latencia como sabiduría original. En el concepto oriental el ser humano olvida su naturaleza superior y se identifica erróneamente con el cuerpo en el momento del nacimiento.

* Yamarásh: Morada del encargado del Karma, el invisible Iama Rash (el «rey de la prohibición») y sus mensajeros «iama-dutas» («mensajeros de Yama»). Después de que una persona abandona su cuerpo al momento de la muerte, los yamadutas le arrastrarían hasta la morada de Yamarásh, donde es juzgado duramente de acuerdo con las acciones, registradas una por una en el libro de la vida, que recita Chitra Gupta, el secretario de Yamarash.

Todo es verbo: el secreto del Kri


Kri: Sanskrit root meaning «to do», «to make». Literally, Karman as noun-form means «doing», «making», action. A chain of causation.


Lo que no veo / ni se ve / ni se oye / estará
por probarse a la vista de todos como kri.
Algún día se hará. Lo escucharán hasta las piedras;
lo verán hasta los ciegos. Dirán: ¡Sí, existe!

Hoy se menosprecia el secreto del Kri.
Hoy pocos son quienes creen que haya algo
más sutil que el aire. Más poderoso que la fe.

Será porque no es todavía el verbo manifiesto.
Es una idea, no más. Aún inmensurable, en apriori,
ideación metafísica. A falta de kri, la duda;
a falta de kri, la nada. Incertidumbre.

Uno no ve las palabras ni la vibración de los sonidos;
uno oye por fe y observa, en el corazón, antes del hecho
de ver y oír sensorialamente. Uno instuye el kri
de lo que existe. El kri del hacer y lo llama, Memoria,

Todo proyecto e ideación es fe. Existe antes
de ser visto. Existe como kri porque todo es
por un hacer. Todo es verbo. Recordar el verbo.

Un día lo invisible será manifiesto.
Ese día palparemos la fe y sabremos que la fe
«es la fuerza de la vida» y su «significado».


Lo que yo forje y construya con alguna suerte
de manos, con alguna herramienta o utensilio,
lo tocará la gente que no creyó que lo tuve en secreto.
De la fe-activa del hacer sentirán consecuencias.

Y, si por la fe que se vive,
uno y cada uno de nosotros, si lo real
no se define en términos de lo que tendrá
que haberse visto a posterori, ¿a qué llamaré
Acción / Karman, sino a la fe? ¿No es la acción
sumar a lo que en sí la tiene, a la posible apofánsis
del kri! ¡La fe activa es mi secreto, la fe
que visualiza un mundo antes y un mundo después!
La fe activa da la memoria de kri y el sentido de la vida.

12-06-2000 / Tantralia