La ruta de los valientes // Cuentos sediciosos y bolivarianos

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La ruta de los valientes

a Alberto de Jesús Mercado,alias Tito Kayak, y Oscar López Rivera,dos patriotas puertorriqueños

«La gente de esta isla Española tenia cierta fe e conocimiento de un verdadero e solo Dios... e lo nombraban Yocahu Vagua Maorocoti: no se lo que por este nombre quisieron significar; (...) pues turey era el cielo y tu-rei-guá, celestial o procedente del cielo»: Fray Bartolomé Las Casas

«E llegándose alguna barca a tierra a hablar con ellos, diciéndoles tayno, tayno, que quiere decir bueno... también se indagó, quién es el zemí, Kemi, señor de la tierra, mi, como contracción de guami, señor»: Dr. A. Chanca

*

Un hombre valiente salió en su kayak de la Isla y ha descubierto lo que un cautivo nos dice desde su larga ausencia. Enemigos, desde lugares pedregosos, tienen corazones agrietados, húmedos y pururantes de veneno, en vez de manantiales anchurosos y fluyentes para cobijar manatíes. Un Imperio en podredumbre ofrece sus cárceles, sus fastidios y agujeros. «Son guabás en nuestras vidas; habitantes de imperios miserables, saqueadores, y pican como bujes y originan dolor intenso, fiebre, tumefacción y encono en la piel o en las consciencias atacadas».

Ahora, en contacto con distintos mares  y cursos del Caribe, Tito Kayac es quien entiende el por qué se hablará, en areitos emergentes, sobre diaiacas y guaicanos, peces dulces, o de enormes manatíes, y tiburones que rondan la Isla de la Sangre. El remero ha comenzado un areito ambulatorio y por eso viaja por las islas. Vio la entereza del behique que sufre en cautiverio, cuando su alma se quiso curar a sus hermanos. No puede verlo, pero lo toca a la distancia y en batalla de resistencia, ambos son solidarios. Se nutren mutuamente.

Cuando Oscar medita en el espacio externo idealizado, en la Madre Tierra, viva deidad de las aguas y ríos del Toa, también menciona que no es tiburón de carroña y ataque el Padre que da ejemplo valiente y servicio revolucionario. Tito, el remero no puede escucharlo, pero adivina y respeta lo que dice, lo que pinta para los cemíes. Es como si Oscar fuese el Cacique / o Behique, de estos tiempos, en la región irredenta del Caribe. Cacique quien con el ejemplo instruye.

Como si fuese un ancestral taíno, cuando habla para Puerto Rico, su palabra se valida en islas de Barlovento; e incluida en la visIón de libertad, va su anhelo por Cuba, la Victoriosa, Haití / Dominicana y su Boriquén. «Todas son habitaciones para la semilla del Valiente de caribó», hembras o varones, caribná y tamanacos (indios del río Cucivero, de Venezuela). 

Carifnás todos en algún instante de unidad. «Entendamos lo que somos y hasta que punto seremos generosos, y nos forzan a estar pasivamente ocultos, siempre en clandestinaje creador como el manatí que resiste, sin arrepentirse de verse inofensivo, porque hay poder en él, poder de babuja en el aire, poder de guabá y araña, grande, negruzca, y peluda, a flor de tierra. Poder de ser prudente sin dejar de ser revolucionario».

Esta es la guasábara en la cercanía, guaca en región de nuestro pueblo, durante un proceso que agujera la patria, o la fortalece ya que cobijar mosquitos y corasis en solitarias penumbras. Oscar anima: «Resistamos como los manatíes; saquemos las flechas del arte del Valiente altivo».

Y el remero escucha cuando la brisa que le habla en arauaco dice, que la isla sólo tiene un nombre validable: La Tierra del Altivo y Valiente Señor, y ésta será la realidad por siempre. Se puede ser valiente y, al mismo tiempo, como el manatí, cuya dulzura, conducta apacible y cortesía sorprendió al ancestral taíno y ante enemigos, lo tomaron como ejemplo. La resistencia pacífica como militancia creciente.

Oscar / seas tú el behique que me instruye y ha dicho que el manatí es el único mamífero marino que discurre sus días, completamente herbívoro, pastando tranquilamente en las aguas costeras, o en ríos ante ojos humanos. «Y el agua en que descansa, o chapotean, es la leche de los estuarios y una vez que lamen las yerbas marinas, las endulzan. Nada hay menos amargo que este habitante del Toa. Este animalejo del que se pide bibí, tenerlo como madre, al chupar el agua de su teta, leche del Toa.

«¿Entendería Fray Pané o Pedro Mártir cuando un niño taíno, por más crecido o adulto estara fue quien pidiera de la Teta / bibí de los manaties?»

Entonces, escucha que contesta: «Lo dudo. Para ellos, colonizadores e invasores, todo lo que vive en la mar es bárbaro y torpe y se vale definirlos como peces y comerlo a dentelladas y darse en derecho sobre ellos, industria, consumo  brutal y dominio; pero el Taíno / Bueno y Noble, hasta en la mar vio a su Madre y en las charcas de mar, donde habitan los manatíes, vio cósmicos senos, xagüeyes».

Verificará en su vida las diferencias de una Isla de Sangre / Oubao Moin / y una con Dulce Altivez, ecológica, humanística. Tito Kayak se ha aventurado por la cuenca del Caribe, y está marcando con su valor la ruta de valientes ancestrales. Tal vez pasó por archipiélagos de Los Monjes, Las Aves, Los Roques, Los Frailes y Los Testigos o tal vez remará, día y noche, hasta que sepa el Caribe palmo a palmo (islas como Anguila, Bermudas o cercanas a islas Vírgenes), tal vez... nadie determinará cómo es que se rema por la Libertad y cómo se ama a la Mar como si fuera la Madre Mar y cómo los Hombres Buenos aún piden Bibí, agua de conciencia clara / agua de mar y amiga de los manatíes. Ha sentido el deseo de gritar:  «Toa, toa, toa».

Fue el 7 de junio que salió en viaje de Ciudad Bolivar, Venezuela a  San Juan, Puerto Rico, y de San Juan, a Washington, D.C., USA, y va proclamado aún el mensaje: «Que 31 años es demasiado y cautiverio injusto al mantener sumergido al Hermoso Manatí que es el patriota Oscar López Rivera», prisionero político de más largo suplicio del Hemisferio y del mundo.