Wednesday, April 22, 2015

5. EL TESTARUDO

5. EL TESTARUDO


                              Es que no son Tu Nación. No bendicen
                              tus ojos; no se sinceran con tus palabras.
                              De ellos nunca será Tu Poesía
                              ni el texto más hermoso de Tu Cuerpo
                              ni la comunión más íntima de Tu Amor.

                                                            ***

                              No hables en torno a la Nación
                              con sordos y ciegos.
                              Gente que no te mira a la cara
                              y con labios torcidos
                              a tus espaldas multiplican sus escarnios.

                              Con esos militantes de oquedad y ruido,
                              con esos parlanchines que se oponen
                              a toda legislación que prohíba
                              el odio, la inclusión,
                              la diversidad, abrazos entre etnias,
                              necesarias armonías en nuestro mundo,
                              el sentido profundo de la democracia,
                              no hables.

               Carlos López Dzur, en Estéticas mostrencas y vitales

            Mi casa y su patio me gustó porque no tenía verjas, a excepción del muro lateral que el padre de la viuda levantó antes de fallecer y yo alquilar.
            En el vecindario casi todo el mundo demarca el sitio que vive. Ahora mi patio se verjó por todas las esquinas. Por las marcas se mientan las fronteras que gritan prohibido el paso / no traspassing. / El espacio cercado es la metáfora de la pertenencia, señal, indicadora de lo que es privado e infranqueable.
            Cerqué una vez que la Viuda incrédula y manipuladora se metía en mi balcón, dizque que me esperaba. Otras veces la hallé sobre una toalla, tomando sol y tapándose los ojos con una gafas negras o azul oscuro. No fue nada agradable que, cuando yo llegaba del trabajo, me recibiera tal imagen: la enorme habichuela, con piecitos, pegada a una pera por cabeza. A veces ella dejaba las chanclas en mi patio.
            Me daba coraje, al final, me comía la pena. Es una viuda, sola, se aburre en su propia casa y yo era la novedad. «Un muchacho guapote», le decían, «sano, en los 30. Doctor en humanidades, simpático». Quien no me conozca que me compre. «Te ganarías la lotería». Ella lo piensa. La diferencia de edad es 20 años y ella, a la edad mía, paría un hijo que la abandonó a los 18, porque, como madre tardía, era posesiva. Una dominatriz que le tronaba los dedos para que él obedeciera.
            Lo conocí. Es una chico decentísimo, quizás apocado.
             —Quiero hacerte una pregunta...
             —¿Sí? Diga...—, al final. Una tontería que aniquila mi privacidad por un rato. Ella se divierte, husmea y se da cuenta de cuán difícil, o impenetrable, puede ser.
            No tengo que responder tan secamente, mas ella no me inspira otro modo.
            —¿Cuál era tu pregunta?
            Que es una pena que, después de trabajar una jornada normal de horas, yo me metiera en la zorrera, mi casa y me aborreciera de solo. Había estudiado mis hábitos para darse cuenta que a visitantes los despacho en minutos, siquiera les abro la puerta. El balcón es la sala. Informo que oigo música, tan suave, que ella no oye. Se le olvidó que existen los audífonos.
            —¿Qué haces para divertirte?
            Música, internet no me ha faltado. Escribo, pinto. Viajo.
            Acertó que no tengo televisor y no quiero uno que dice que me regalaría. Por de pronto, que debo estar pillado económica por el viaje a la India y pagar la casa con tantas premura.
            Con el tiempo meditó que no fue sensitiva. Sin la verja que dispuse, hasta alguien como Adolfo Boves plantaba su culo en mi balcón en charla con ella y al verme llegar ni la delicadeza de unas 'buenas tardes'. Con la compra de la propiedad no adquirí la presencia de ellos, sino el derecho a prescindirlo y echarlos, si me place, a patadas... [Perdón: exagero, pero aún después de comprar y cercar / lo que ante fue solo mi arriendo, tuve tentación de largarme. Con gente así, uno urge a Durga la guerrera. Puñeta].

***
            —Lo que lamento es que ya no puedo sentarme en tu balcón... me gusta visitarte, testarudo. Eres un cabezón que no agarra consejos.
            Recita su lista de lamentos.
            No va al cine ni a bares. Eso cree. Y en resumidas cuentas, ¿qué le importa?
            Como se extendió por semanas su costumbre, hablé a su banco y, en el mío, dispuse de todo mi dinero y le compré la casa. Consulté mis conveniencias. Cuando me recuperé de tal transacción bancaria, levanté la verja. Le puse candados. Una ex-compañera, con quien tuve una hija, atendía la propiedad durante unos meses que me largué a la India con dinero de vacaciones. El regreso fue el encuentro de unos vecinos enardecidos porque yo no he cooperado, suficientemente, con el reglamento de Fairly Neighbor. No voy a ciertas 'reuniones'.
            Ya dije de un modo categórico: Que no soy luterano. No quiero serlo. Soy ateo. No republicano. Y no quiero ser hostil, pero un puertorriqueño es constitucional-mente ciudadano. Conozco la ley y pelearía el prejuicio y el discrimen de vivienda en cortes, si es necesario. Me dejaron tranquilo. Entendieron.
            Y, de pronto, había mucho celos por la seguridad. Mataron dos chicos. No son motivaciones étnicas. Hay un indicio policíaco que apunta a un rito de la Noche de Brujas.
            Pasado los años, a veces sueño al bo(v)erto,  procurar y pregunta: por su padre en lo que creyera tierra de nadie
            —¡Papá, papá!
            ... pero jódase, cabrón. Hay un boricua al mando. Un islita ñanga y bobarra la dejé en el Caribe. Vine por un más amplio, indómito, lejos del Cordero y la carne de puerco de los politicastros, Luis Ferré y Romero, el asesino. Maravilla de los asesinos.
            —¡Tú si eres, terco!—, me espeta la viuda intrusa, Mrs. 'Y', la señora Qué Vainas, frijol pelado, pegado a un aguacate blando y de podrida pepa.
            Le dice a la hermana de Boverto, la señorita Ingrid: —Los Estados Unidos / Our America / es la tierra de las oportunidades; yo sé que Don Adolfo / aunque habla tan poco inglés / le meterá ganas, triunfará en este país. No digas nada sobre esto... ¡y! ¡Más confío en él que en el dueño de esta propiedad que le vendí, por una comisión que casi parto en dos, y le regalo una parte. A mí me conviene rentar, pero él me salió de repente y me deja de cuarto y medio; «te compro»! Lo habló con quien tuvo que hablarlo. Lección que me dio porque yo conozco a la gente mexicana or Latin people in general, que no es así. No ahorran, despilfarran. Botan el dinero con mujeres o alcohol, cochinadas y drogas.., pero ese muchacho, se educó. Tiene el mundo por delante, salió más listo que mi hijo que nació aquí. El problema con él es que tiene ideas raras... ¿Te habló sobre su vida?
            —No. Yo lo vi par de veces... no hablo con él.
            —¡Se riñó con tu papá!
            —¿Pero quién no? El es insoportable a veces
            —Le dijo: ¿Qué se cree que estoy pintado en la pared? Pero el cabezón puertorriqueño es cordial, pero huraño... si lo agarras de buenas, es tan dulce. Es noble, ¿sabe? ¡Muy cumplidos con sus resposabilidades! De esa que por cumplir con sus mensualidades se lo quita de la boca y no anda quejándose...    
            —Eso debe aprenderlo, Carola, la gorda de casa.
No que sea, o vaya a ser. el güiri-güiri que tendré que escuchar de ellas. Hoy Ingrid se dio cuenta del por qué de la verja y mis candados.
            —El me aconsejó bien. Voy a terminar mis dos años en Santa Ana College. Tomar muchos cursos de inglés y hacer ahorros. Ir a Chapman preparada. Completaría un doctorado en Finanzas, inclusivo que el campus sea pequeño, bonito y que, con becas o  empleo y lo pueda pagar, así dijo el boricua que hizo. «Con ayuda de Durga y mucha voluntad».
            —¿Te dijo eso?
            —En una sesión de orientación sobre  ingreso...
            —Es buen consejo. Lo mejor es que tienes el colegio ahí al lado. ¿Me crees? También yo estudié en el SAC...
            —¿Hay algo que yo pueda hacer por ti?... porque tengo la impresión de que no eres muy feliz. Que no estás donde debieras. Contigo me sucede algo similar a lo que siento con él. Como que sufren... y yo por eso a él lo llamo el boricua testarudo, con cariño y con respeto, claro.

***

Si me  brindan respeto, a mi persona y lo que es mío (que puede ser lo ideológico), soy de lo mejor. Se pega en la Lotto de los amores conmigo. Quiero que se respete la imagen del boricua. Uno, en particular, que es al que yo más respeto y que encarno en mi, en cuanto puedo y es difícil, pero hago el esfuerzo y me juego los cojones para lograrlo. Es el hombre libre. El puertorri-queño liberado y que libera. Para gritar ay bendito o wepa wepa, ya hay suficientes en la colonia. Los hay de todos los colores, razas, tamaños, todos con su brega o sus mañas y son boricuas colonizados, queriendo o no queriendo. Muchos puertorriqueños que parecen pira-guas, hielo raspado a que les pones sirop de todos los sabores… pero, mijito, yo no le creo a cualquier melao y mira que en cuestión de siropes todos son sabrosos.
Ocurre que cuando hablo y me gozo, hasta lo máximo, con mi identidad, descubro la potencia de skakti. La potencia es lo que te hace fértil. Quien no tiene desarrollo en su sentido de potencia, o una imaginería que lo intuya, es un cobarde. Es un ego a quien se lo lleva la corriente. no entiende la verdadera ética de la guerra y la destrucción. El soldado en su vulgar sentido, como todo, combatiente de causas egoístas e invasores imperiales, es un individuo atado y no puede liberarse. No tiene el Suelo Divino de todos los seres, el «alma del mundo». La potencia se intuye, se confirma, cuando admites tu raíz femenina, tu Madre Maya, la propia shakti, quien encarna la fuerza motriz tras todas las acciones y existencia del cosmos fenomenal. Por eso ella es el Suelo, el cimiento. Uno lo puede referir como le pegue la gana… lo indispensable, el secreto es que la potencialidad masculina solamente se actualizada por el
dinamismo femenino. Ten devoción profunda por tu madre. No vayas por la vida matando lo femenino solo porque se te subió la adrenalina y se revolcaron tus hormonas de macho. Lo femenino esta personificado en diosas multitudinarias que termina reconciliadas en una, Sakti.
Como shakta boricua, en vez de llamarla Parvati o energía primordial cósmica femenina (o Shakti), la asocio a experiencias que me son más conocidas que me traje de mi isla, el país que me dio una madre.
Quien no ama a quien le dio vida… no venga a ofrecer a mi persona ninguna forma de amor. No soy amigo de matricidas. No lo puedo ser. Y, entre mujeres, a las que más amo son las que se consideran Hijas de las Montañas aunque hayan nacido en llanuras de las ciudades, o en laderas de las colinas.

***

EN ESTE PAIS, NO DESCANSO: En esta país, no soy feliz. Aquí cumplo una función y, si acaso la cumplo y me satisface, es porque beneficia al sector del que provengo, soy inmigrante, y mi labor no es perjudicar a otros. Así son percibidos muchos de lo que vienen. Los gringos nos juzgan como vividores y explotadores. «Cuestan. No respetan reglas. Son invasores y transgresores». Y, peor, llegan por Walfare. Por benefi-cios.
       Soy inmigrante, como usted, Don Adolfo. Y no trago cuentos, máxime si los desfiguran las crasas mentiras. Bienvenidos a la Tierra de los mentirosos.
       Me satisface cumplir una misión revolucionaria. Esta tarde le doy razón a mi anfitriona. Yo soy un boricua testarudo. Un inmigrante incómodo. Al parecer, lo que hagi no son tareas revolucionarias. La cotidianidad nos da límites, al tiempo que tareas para que sea otro quien despierte a un momento más revolucionario, cuando ya has hecho tú lo básico que te correspondía. Ninguno te va a aplaudir. O te dirá de frente: «Agradezco cuando nos adelantas. Sacas la cara por nosotros. Gracias por tu planteamiento político y comunitario. Nos trasciende».
       No espere de aquellos que constituyen la 'América del capital' un trato con respeto, o gratitud. Son rivales en la sombra porque un boricua revolucionario no puede estar con ellos, sino contra ellos. Quien te comprenderá es un vecino que sufre lo que tú, la expatriación y explotación. En la jactanciosa América / sea California, Chicago o el Bronx (New York), hay quien te lleva la cuenta. Y uno de cada tres niños vive en la pobreza. Una de las peores tasas que caracteriza el mundo rico, en cualquier punto del mapa americano, y añada las gentes encarceladas, etnias detenidas y multadas que se condenan con estos procedimientos a su empobrecimiento sistemático... No crea que yo puedo ir cantando por los rincones cada vez que veo estos. No crea que espero que una persona ver-daderamente honesta corra a solicitar la un estatus de residente legal en pos de una futura ciudadanía americana.
       Ni yo tengo necesidad de hacerlo. No gritaré America the Beautiful mientras yo vea la angustia de mi entorno que puede manifestarse como la tasa de mexicanos, afroamericanos,  'indocumentados latinos, o inmigrantes en general', que el sistema colocó tan abajo y que el tren del progreso, por tal razón los muele bajo las ruedas de su rodada. El país tiene más gente encarcelada, que ningún otro país sobre la tierra. La mayoría son negros y mexicanos; pero no se escapa el blanco. ¿Piensa que yo exagero?
       Ahí tiene las estadísticas... por si quiere saber en qué país puso el pie...
       Este es un país muy mentiroso. En vez de cultura te dan propaganda. Si vine aquí, como académico, es acumplir mis tareas como desmentidor. Es lo que hago aquí cotidianamente. Trabajo como desmentidor y mi role es advertir que el sistema te miente y engaña y, por tanto, es tu rival. Acabo de leer que el Gobierno Federal admite que hay un millón de niños inmigrantes inautori-zados, que son los que llegan sin compañía de sus padres. El Gobierno alega que cuestan al país al país 228 mil dólares cada uno. Costos por su manutención durante el año... Al final, la cifra total anual es billonaria. Y vea cómo se titula lo que la prensa en California destaca: The government is giving every undocumented immigrant child $228,000 every year... Mierda de mierda.
¿Cree que yo me trago tales cálculos y costos?
       Con los números se edificará otra manera del robo gubernamental. La cifra de $228,000 multiplicado por 12 meses del año equivale a 228 billones de dólares a repartirse en servicios y costos de trámites a un millón de niños en dos o tres centros de alojamiento y procesamiento que el Departamento Federal a cargo pueda tener. Otro informe se refiere a cómo se beneficiará / en desglose de generosidad a 75 millones de jovecintos, «or so Americans minors under 19». Y alega este costo: 300 mil millones de dólares. ¿Puede costar más la custodia del millón de niños que cruzaron sin autorización a solas, por si mismos, la frontera que la 75 millones de niños deambulantes?
       Lo que estos números revelan es una burocracia que roba billones y se inventa motivos para hacerlo. Se inflarán los presupuestos de gastos y lo que saca del Tesoro para regalar a un niño indocumentado sus $228,000 every year ese 'chamaquillo no lo ve'. Con sus $228,000 al año, se pudieran enviar de regreso a su casa, en México o Centroamérica, comprar una vivienda a los padres de cada uno, dotarlo de un fondo de ahorro para que se eduque, en la mayoría de edad e ir matándoles sus años en hambre. wow,  mira si no soy utópico que digo esos $228,000 / dólares de recaudos del IRS, para cada uno de tales niños no existen. Son ficciones. El verdadero cash se lo reparte una madeja de ladrones, administradores, la burocracia política.
       A la gente del pueblo se la atosiga con bluff.  No es mentira que la prensa diga que América es supe-rica, sí. Lo es. Mas no es generosa... Con el perdón de la repre-sentante del Comité Local de las Mujeres Republicanas, aquí presente, quien no es perita en dulce para migrantes en estos alrededores, debo decir que es una manipulación estadística y una asquerosa mentira que el Gobierno gaste '$18,972 per month on each illegal immigrant child'. ¿Dieciocho mil dólares por mes en un niño ilegal? ¿Desde cuándo que no sabemos? ¿Qué se les da que cuesta tanto? Si a los mismos padres sin documentos les tratan a patadas, les aterrorizan con la Migra en sus lugares de trabajo, si ellos pagan al IRS... dinero que muchos pierden cuando se les deporta, se les quita o se les desaparece su dinero y lo que se les había des-contado y cotizado a números de contribuyentes falsos, o micas chuecas, como se decía en tiempo…
       ¿Quién puede vivir en país tal si no está preparado para discernir espejismos? ¿Cómo se concilia la Maya / ilusión gravitante de las mentira / cuando el costo de la actividad honesta es tan confuso y disparatado si uno coteja críticamente lo que nuestros 'agentes en el sistema jurídico' dicen: Nuestro mercado / o aparato de lucro en la carrera de leyes, / mueve entre 200 y 300 billones de dólares al año, es decir, más de lo que el Gobierno alega que cuesta la custodia de un millón de 'niños sin estatus migratorio legal en el país' (o los 300 billones de dólares que le cuestan los 75 millones de deambulantes infantiles, sean del país o extranjeros... y América La Hermosa y la Honesta tiene el 70% de los abogados del mundo: 750,000 chupasangre, abogados que en su mayoría son ladrones y miran al Gobierno como la fuente de su lucro y el pueblo pobre, saqueado, inmigrante, necesita de ellos, aún sabiendo lo que son. Explotan el gobierno y al infeliz que le pide servicios. Como me dice un colega en Chapman, para resumir lo que sucede en el país cuando se auto-enaltece por tan lícito y prudente: «Our legal system has become crazy. As it stands now, anyone can sue anyone else for almost anything. Cases proliferate, lawyers proliferate, and craziness seems to rule in some courts over common sense and reason».
       Aquí se lleva a cabo una lucha de repudio a los inmigrantes, menos dura, pero más ruidosa que antes. Cuando es la miseria y la guerra las que motiva migración, del Sur al Norte, la nación se tapa los ojos. Los utiliza porque hay que comer y sembrar. Ahí están los campesinos que procuran que no falten frutas y vegetales en nuestras mesas y la industria-agro expor-tadora se mantenga al día... En estos tiempos orwellia-mos, es asunto predicho, hay que reasignar papeles. Tenemos muchos vecinos internacionales que son alia-dos, cambiaron sus mentalidades, porque una vez fueron nuestros enemigos. Los invadimos y todavía tropas nuestras circulan en sus territorios.
 Casi sesenta años después de la segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos tiene bases militares en países hoy llamados Aliados pero que fueron los grandes perdedores, los rivales de antaño:  Japón, Alemania y Corea del Sur... Terminó la guerra de Afganistán, su invasión, y una guardia pretoriana de los EE.UU. sigue allí.
       ¿Le confieso algo? A nadie, de California a la Florida, le hace la vida más segura y cómoda que haya tropas norteamericanas / 160,000 o cuántas sean / colocadas en 150 naciones extranjeras. Son vestigios de ocupación que jalan gatillos de guerra. Contingentes que provocan peores memorias que las que curan. Navy, Air Force, o Fuerzas Especiales, allá o acá, me ponen nervioso.
Habría gustado que yo llegara a los EE.UU. y cantara a la paz, como un Hare Krisna, o el shakta y que enseñar doctrinas de paz, sin recordar el otro aspecto, el que a ninguno gusta. Crecer fuerte, alejado de la zona de confort, que es la que engaña.
De todos modos, yo vivo y quiero la autenticidad, no la diversión del Amo / que engaña / o este prestigioso estatus de Top successful New Citizen or ImmigrantOr Pendejo of the Year.
 Los egos inauténticos del inmigrante feliz, uno que no hace su trabajo cuando viene al exilio, como si llegara a Disneyland, quiere su dinerito y la zona de confort. Viene a obedecer al gringo, a ser carne de cañón para sus guerras y, obedeciéndolo así, es la peor versión de sí mismo.
       Vea, me agrada el rol de desmentidor, porque este sistema y estilo de vida que veo en mis vecinos es la deshumanización. Una tranquilizadora zona de control y seguridad que no permite que veamos lo necesario y lo que perdemos.

***

            ASIMILADOS Y VENDEPATRIAS: No me quitan el sueño ni un chispito el asimilado voluntario o el enardecido. vendepatria. Como tales son ridículos y jactanciosos, aportar al humor como el folclor exagerado y adverso. Lo que hable o deje de hablar es su cuento, pero esto les digo: así que si hablara inglés y cualquier otro idioma, si me gusta y entiendo, se los diré sin complejo. Por respeten mi caso. A veces, por emoción, uno es el esmayao y se come la s, aspira la jota, y la artificiosidad de los castizos te vale mierda. El leguaje se hizo para comunicar y si entiendo el mensaje ya validó lo suyo. Lo copio. Nos dio pelos y señales. No rechazo a nadie porque tiene acento, como pasa aquí.














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