Tuesday, June 03, 2008
Manifiestos del interés propio (1)
Otto Von Bismarck, creador del Estado Benefector Moderno
Majorities can be tyrannical… What I find must repulsive
in America is not the extreme freedom reigning there,
but the shortage of guarantees against tyranny:
Alexis de Tocqueville
Un fantasma de tradición recorre toda Europa.
Brinca la barda y llega a otro hemisferio.
América ha recibido el Manifiesto del Desmantelador.
El interés propio tiene precedencia.
Abajo sea el grupo que no se pone en pie
sino a través de la misericordia y la benevolencia fraudulenta.
Hay que derrocar a los parásitos que del andrajo
han hecho un Santo Grial, su propia verónica de penas.
Derrocar al bicho que no paga al gobierno sus contribuciones.
A monarcas absolutos a quien dicen «Papá» / Papa Estado
y de la niñez de la masa que se antoja perpetua.
A los prusianos de gesticulación benevolente
dan su culto, su fe, sus viles pasiones
y a Bismarck lo llaman Canciller.
Tradicionalistas: ¡enteráos que Bismarck vive!
Y la ignorancia racional enciende a garrotazos
sus clamores y el tambor es un engaño lógico barato
que depende de los tributos a la renta
en menos de un cerrar y abrir los ojos al futuro.
Declaramos que abajo sea la transferencia
del paternalismo, abajo el que da
y derrocha con el pretexto del pobre,
porque sólo modifica la injusticia y no la acaba.
Sí, que muera el welfarismo, con las sabandijas
de su origen burocrático y robo institucionalizado.
La tradición está tan cerca que América
y el mundo comen Cheerios y el Estado Benefactor
es el que engorda a estos animales económicos,
tímido rebaño de obreros de lentejas congeladas
y de cervezas frías, bocas que aplauden
con cada sorbo al Establecimiento.
Ya no piensan que la caridad es voluntaria.
Demandaron que se viva para otros.
Que el altruísmo sea su dogma contra el ego.
La tradición está a las puertas con su lema:
Abajo el que no piense como yo.
El capital lo que requiere es egoísmo.
Que sea éste el fundamento antes que las mayorías
al capitalismo lo asesinen en las calles.
¡Enteráos, Bismarck vive! Y lo mismo es amigo
de los Woopies jubilados que de un ejército
voraz de carniceros; el Manifiesto ya dice:
¡Desmanteladores, pongan el alto!
Que no viva Solón con su parche en el ojo
de pirata si es la encarnación fraudulenta
de este mal: la protección política del necio,
la perfección de la blasfemia práctica:
Estados intervencionistas que con sus manos
roban lo privado, depauperando al rico…
Este es el Manifiesto del Rational Self-Interest:
Hay que derrocar las mayorías, todavía son verdugos
con su mano tullida, pordiosera. Todavía son la tiranía
que rumia y salta de contento cuando triunfa
cada estímulo inmoral que la sostiene
y le paga el pan y el circo.
La Tradición viene amenazadoramente
para redimirte, Individuo. Cabeciduramente victoriana,
el ala benévola que contra la extracción de la renta
del próspero dirá; ¡Basta!
y a la extorsión de los políticos
les pondrá un remedio. Házte oír, truena los dedos,
abole de raíz tanto parasitismo vestido de piedad
y santos votos.
Guarda este Manifiesto reeditado,
házle sus odas de egoísmo en las urnas
que son cálculos aproximados de consenso.
De Oda al hermetismo
http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-generales/150387-manifiesto-del-interes-propio-2-a.html#post1457140
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