EN UNIDAD Y SOLIDARIDAD
Cuando vengan con coacciones a tu vida,
si te tocara revelar tus secretos,
abre la boca bien como una O
de infinito y sé honesto:
me puedo armar hasta los dientes.
Es mi colmillo Shin de luz
porque la honestidad lastima, revienta,
humilla a los intrusos, a grandes valemadres,
mentirosos. Y Shin, con luces que han encendido
y interiores candeleros, grita:
Dales guerrilla y terror
con bombas exterminadoras,
tira verdades contra sus muros de atropello,
sus paredes de
artilugios.
Las verdades matan más que los balasos.
Dilas con la elocuencia de su preciso argumento.
No añadas adornitos, subterfugios.
Hazlas proyectiles, con consecuencias
expansivas, dolorosas. Súrtelas valientemente.
La sociedad envilecida ya no merece
mentiritas piadosas y solemnes baratijas
de sutil retoricismo.
Es la hora de verdades, porque ya no puede
estar más jodido el mundo con tanta hipocresía
y sueñito americano de pendejos.
Es hora de hablar y acabar de una vez
y para siempre el guarimbeo
de los cobardes.
12-01-2004 / cld
*
VENDEPATRIAS
Hay gente que vende la libertad por un mendrugo.
Son renunciantes, pasivas huestes
con los dientes pudridos. Mendigos de sopa boba
y lentejas del imperio, vendepatrias que apagan
la vela y niegan luz al brazo de la patria.
Son divisores cuando engañan la encía
por no querer sus dientes. No han nacido
y ya las caries los reclaman para el vaho
del mal alientos, halitrosos no merecen
ni poder ni libertad, dos cosas
que ignoran, en profundo.
Ignoran el poder que los liberta.
En el poder se viste la libertad desnuda.
En el poder comienza la areté verdadera.
Ser es poder-ser y ser es adueñarse
de uno mismo y hacer que el embaucador
se vaya lejos.
Al que no es ser, en el brazo de Bolívar,
No es el la libertad ni en la autoctonía.
Todo le da lo mismo y es mejor
que no se diga tu amigo bolivariano
y compañero. Que no te desfigure
la noción de virtud
ni de dominio propio.
Está bien que seas individual
y te apartes, si te engañaron ya y traicionaste,
pero no contamines la única riqueza del carácter
ni comuniques la traición como una mosca
que a su paso riega sus huevos.
Y tú, Hijo de Bolívar, heredero de Chávez
no dejes que nadie
se apropie de tu gozo
y te sea desleal de esa manera.
Que te oiga es lo primero para que aprenda
a ser como el poder que libera
y la libertad que lo viste.
30-07-2002 / CARLOS LOPEZ DZUR / DE LIBRO BOLIVARIANO
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