EL RELATO POSMODERNO DE LAS GRANDES ILUSIONES

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 EL RELATO POSMODERNO 

DE LAS GRANDES ILUSIONES

« … desgraciado del ciego de sentimiento o de razón
que pida a una civilización, a una gran ciudad, luz sin sombra,
virtudes sin tacha, riquezas sin miserias, limpidez sin mancha.
Expresión una y otra de la vida de la humanidad, mientras
más expresen su progreso, más expondrán también
sus monstruosidades»: De E. M. Hostos

*

1.

El mundo puede ser materialmente
muy hermoso. Hay que ayudar a forjarlo
y lo quiero así, pero no es suficiente
querer y quedarse inactivo.

Tras idear, la praxis, la lucha, la paciencia
que persiste es la base de todo.

Preciosa es la convicción de alma.
Sin su hermosura, no basta lo bella
que sea la geografía, el será mundo de mentira.
El mundo bello tiene coherencia y no es pedazo
de mundo al que contribuye quien
destruye lo que le da la gana.

Si usted tiene ya un mundo bello y otro
se antoja por hacérselo cloaca,
vómito expandido por la compulsión
de consumo, algo está mal
en la cohesion armoniosa de los hombres.

El trabajo puede ser honorable,
verdadero apero que redime, ilusión
de cada mañana productiva,
anhelo que se tiene
después de la noche de reposo.

Pera cuando planifiquemos el trabajo,
creativo, dignificativo del día en ese mundo;
llame al prójimo, al vecino, al pueblo,
advierta que lo que más generoso
puede verse y fatigado de acoso
por explotadores, roedores la voluntad
y miserables. El trabajo de ese modo
aliena y empobrece.

Un mundo bello y productivo,
justo y perdurable nos compete a todos.
La producción, entre cómplices, se vuelve
la factura que encadena, diseño de mentira
que ceba al sistema de oprobio.

*

2.

El conocimiento es el misterio más amado,
lo inagotable, lo indispensable, victoria que corona
a los puros y pacientes. Es necesario como el alimento.
Sin sentido... las cosas no brillan en sus méritos.
Sin esa luz, el mundo está en lo oscuro;
pero, cuide usted de que lo novedoso y atrayente
no sea ídolo carente de verdad, de valía.
Es sólo una lujuria de los ojos.
Distración frivolizante de los agotados.

Por eso es indispensable que todos
comamos de ese pan y liberemos el conocimiento.
La harina con que empieza y el horno
donde se cuece. Todos debemos
servir / aprender, adiestrarnos con estética
de panaderos y hacer pan sabroso
antes de festejar con vino.

*

3.

Hay un infinito bombardeo de verborreicos.
Si la costumbre es vestida de palabra
y dobles intenciones, aprendamos
que es indeseable. Es cháchara.
Medios que ni valoran ni comunican
los contenidos y ni la pulsión de mercadeo
hasta que aturden, remiendan su parche
de malicia. Manipulan, mienten, entontecen.

Quiero el amor, sentado en paz y empatía.
No conformidad, aceptación, convivencia
con los grandes mediocre y ociosos.

El amor se ha convertido en soledad,
anónimo llanto, dolor escondido en la sonrisa
de muchos y yo apiado la memoria
de la sonrisa. No quiero que venga
la tristeza que mata los anhelos.

*

4.

Hay grandes figuras carismáticas,
modelos de ser que no son tal vez celebridades;
pero son lo profundo, lo ejemplar,
lo modélico. Sería buena que aprendaos
a amarla, cuidarlas hasta alcanzar su medida
y decir, si como ajenas, las amo,
hoy es que siento que están conmigo.

Amemósla, no con el celo de aquel que las controla
y las pasea como a perros de raza por las plazas
de sus presunciones. Seamos como seres sencillos,
humildes, pacientes, que no se prestan a ésto,
simplemente vitales, aislados, en el mercado
de la cultura popular. Seres como yo,
quizás incomprendidos.

... porque ya la ideología está desmeritada
y el contenido del mensaje se condiciona y se vende.
El mundo está rehenchido de mejores postores.
Con la imagen decorada, todo se sustituye.

Es habitual que no quiera amarse lo profundo.
No se cree que haya verdades.
No se profesa convicción por nada
que no se venda y ni pueda comprarse.

Lo mismo vale una ilusión avulgarada de ídolos
que te dañan los ojos y la ansiedad del alma.
Las convicciones valen lo que el apetito
satisfecho porcarroñas vanas,
bisutería de cínicos, audaces
que devoran y corrompen.

*

5.

Por eso estoy donde no está ninguno
y nadie quiere estar.

Ahora no me interesa el mundo hermoso,
ni el avatar de los célebres, tampoco
el mundo de grandes triunfadores.

No me interesa el amor de los felices
ni el dolor de los grandes sufridores.

No me interesa el sentido del fracaso
ni las revalorizaciones fragmentarias
del cosmos y el origen. Me hace daño.
No me interesan las Grandes Ilusiones.

La Maya

carlos lopez dzur