Saturday, May 22, 2010

Dice Gustavo, el maestro / novela

1 al 19

20.

Le habría gustado que un inmigrante, como el padre de Fa, hubiese sido invitado a la Century H. S. en los días en que la película «The Beautiful Country» causaba furor en el Condado de Orange. En esos días, Fa se sentía feo, «the ungliest boy in the whole world», aunque fue admitido a The Beautiful Country, no al país de la ficción, sino a la nación real.

El año 2004, cuando se presentó la película, fue significativo por muchas razones. Gustavo, en la sesión que aprobará sanciones y expulsiones en la escuela, ayuda en el examen de algunos hechos antes de que se expulse a Fa. Discuten un perfil sicológico a partir de la fecha de agosto. Primero: en 2004, murió la que fue la personita bella en el mundo de Fa Boulon. El luto tuvo al alumno extremadamente susceptible. Y, ¿cuán fría, afectivamente neutral, puede ser una escuela? Pasó una semana sin saberse y, cuando se supo, fue porque Gustavo, «el entrometido», fue y lo dijo. Hay que firmar una tarjeta de condolescencias y decir simbólicamente: la Century simpatiza con la pena que embarga a la familia de Fa Boulon, aunque sólo tenga cuatro días de ser alumno en el campus. Ni Fa tiene un solo amigo en Century ni su padre más familia que él en los EE.UU.. Son dos laosianos anónimos.

Según pasaron los días, Fa agradeció el gesto. Significaría que la escuela no sólo se identifica con los mexicanos, que son el 93% del estudiantado. En el Condado, o más bien, en toda la nación, la producción cultural y musical destacó un tema que afectó directamente a Fa Boulon. Muchas escuelas comenzaron a planear Semanas Culturales de Homenaje a los Asiáticos-estadounidenses. En Century H.S., son el 5%; «pero eso no importa, la mayor parte de los gringos, al parecer, dudan que los hispánicos sean caucásicos». Hasta el mismo Fa, se da cuenta cómo en la escuelas, en las oficinas públicas, privadas y religiosas, no hay seres humanos, sino listas de estadísticas y nomenclaturas.

El tema de la ley «Amerasian Homecoming Act of 1988» se ha tocado en la prensa, por de pronto, y por cualquier razón, hay que citar lo que diga un vietnamita. East Asian Week... y todo, por «Mrs. Saigón» que está en las carteleras... ¿Cómo ha de ser ésta escuela? Hay necesidad de hablar en siete diferentes idiomas. Fa Boulon es privilegiado. Se puede comunicar en casi todos ellos, pese a que él pertenece, si se le clasificara, en el grupo del 5%.

Y leyendo sobre estos temas, el mismo Fa se planteó si una visa para laosianos tan feos como él y su padre se diseñó alguna vez y no lo sabe... O si la visa lo benefició fue solo para vietnamitas con genética anglocaucásica. A su madre, «Polvito», le dieron una visa y ella es la única mujer linda que había en su familia. Tíos, o parentela más lejana de Boulon, ha escrito alguna vez pidiendo que su padre interceda, con amstades, para inmigrar también a los EE.UU., y le dicen que no. Ya pasó el dolor y la pena por Vietnam e Indochina. Dornan lo dijo: «Este fue el último pataleo de Mrs. Saigón en la cama de Bill Clinton».

Una visa que sólo tomó en cuenta la apariencia para decir: «Bienvenido a Norteamérica», se concedió a su madre y la aparencia que valía era la de ella, porque si él hubiese asomado las narices no se la dan. Fa tenía una madre muy linda, extremadamente linda y blanca. Sólo que era hija de una prostituta y de un gringo mercenario. No hubiese sido igual si Fa Boulan hubiese nacido en Vietnam o Laos y la reclamara mucho después. La definición del criterio de apariencia habría ido en su desventaja.

Si no fuese por ella, a su propio padre / al esposo / no le habrían permitido su ingreso en los EE.UU.. Habrían investigado más sobre si tuvo simpatías comunistas, asunto que, en su caso, es fácil de probar. «Es más. En el primer coraje que le diera, bajo una de sus depresiones, lo habría cantado él mismo. Quiero quedarme o volver a Laos; yo soy comunista. Odio a estos yankees asesinos que redujeron a escombros mi tierra».

Pero Boulon se enamoró de Polvito, la hija del asesor de la Unidad Especial de Guerrilla, misma que se puso en manos del General Vang Paoln. La criatura creció entre las tropas y, durante seis años, Boulon la vio espigarse, dejar de ser niña y hacerse una hembra de ensueño, por quien los pelotones se masturbaban, o por quien en protección de su virginidad, en ocasiones, hubo que matar a sangre fría a uno que otro soldado bellaco y penitente. El mismo Boulan que no habría matado, por su terror a las armas de fuego, descabezó de un machetazo a un tailandés que se impuso ultrajarla. El no permitiría que ultrajaran a una niña, por más hermosa que sea o intensamente inspire el deseo.

«Amerasian could obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», le dijo un funcionario en 1989 a Boulon. A la muerte de su superior de la CIA, tramitó su relocalización. Aún en el campamento militar, dio un juramento al oficial de la UEG. «Llévate a Polvito a los EE.UU. No seas pendejo y sálvate de los comunistas. Haz que mi hija viva bien, Boulon». La niña obedeció ciegamente a su padre. Si él moriría, se quedaría con Boulon. El sería el único capaz de llevarla a los EE.UU.y él la hizo su esposa para que el gringo muriera en paz. No quiso embarazarla hasta que no dejaron el infierno, Laos.

El expediente que los militares estadounidenses prepararon para Boulan es impresionante. Escrito por una mente privilegiada de la CIA. Boulan es descrito generosamente. No es necesario mentir en torno a un hombre con credibilidad. El pasante de medicina es recomendado por oficiales de rango de la Guardia Monárquica de Laos, hay dos carta, y una fue adquirida del Archivo personal del Rey y dos carta son de la Comandancia de la Unidad Guerrillera de la CIA que obstruyó la Ruta de Ho Chi Minh. Cartas que mencionan los «valiosos servicios» y «méritos especiales» que tiene este hombre.

Posteriormente, quienes leyeron las cartas observaron a Boulon: Es de piel oscura, demasiado oscura. Boulon es, efectivamente, delgado, fibroso y fuerte como si fuera negro, y tiene los ojos oblicuos y el tono de su voz potente, claro y timbrado; es callado y cortés. La primera impresión al verlo, sombrío porque no es físicamente agraciado; mas todos sus dientes están completos, parejos, limpios y blancos. Su higiene bucal y su aliento no delata vicios. Ni bebe ni fuma y al hablar parece que recita, que rima las palabras. Oírsele, se dijo, es su mayor encanto y habla inglés, francés, varios dialectos asiáticos.

Otras muchas cosas, no constan en los informes sobre su servicio al gobierno de los EE,UU. En alguna ocasión, se le oyó hablar ruso y, en su casa, se hallaron libros impresos en ese idioma. Sus amigos en el Phatet Lao, lo llamaban el Camarada Boulon. O el contacto en Ventiane. Diversos comentarios alegan que, antes de diciembre de 1975, fue el «hombre útil» del Rey Savang Vatthana, quien abdicó y murió en el exilio. Nunca el rey supo que Boulon era anti-monárquico; pero, en nada Boulon le hizo daño, «con el bien que yo sé hacer».

Esta carta fue interceptada, o extraída, de archivos: «Usted me ha enviado a Francia, S. M. y si seré médico, lo debo a usted. Cuando sirva a Laos y a su gobierno que me ha educado, vea la gratitud que tengo». Y Savang decía. «nada hay en tí que sea feo», porque en el Palacio de Savang lo envidiaban y se burlaban de él. «¿Cómo es que siendo sabio, Boulon? pareces tan poca cosa y quisiera darte una princesa, la más hermosa hembra del reino....»

«Una princesa para Fa Boulon». Gustavo recuerda la frase. La utilizó en una composición en español. Fue escrita en prosa poética; no sabe si pretendía ser un cuento o una confesión. Gustavo le dijo: «Fa, este cuento es bello. Es FA-BU-LO-SO». El cuento lo escribió hace un año, pero es una memoria del año en que murió su madre.

Fue a finales del año 2004, el primer año de él en Century. La canción de moda volvió a ser «Straight to Hell» que, en 1982, fue un éxito musical de The Clash, y fue por causa de la película, «The Beautiful Country». Prácticamente, ese año todo lo vietnamita estuvo de moda. La América Asiática es bella. Las palomillas latinas en la escuela se sintieron celosas. El cholo quería golear a los vietnamitas y, ¡que casualidad! hay unos cuantos en el Distrito Escolar de la Ciudad Más Pobre.

Y Fa Boulon, en luto y solo, pareció el más pendejo y feo. Recién llegaba a Century y no tenía un solo amigo de su edad para decir. «Mi mamá ha muerto».

21.

El Dr. Frazier tuvo ese día el primer encuentro con Fa Boulon. Ha extendido una carpeta de su expediente y ha hallado una copia de la identificación que se hizo de su madre. Salió de entre tanto papaleo inútil. «Mira ésto», dijo. «Esto es lo que es una Bui doi, ahora lo entiendo». Y pasó la fotografía y una fotocopia anexa a la misma, con unas anotaciones. Las hizo una sicóloga vietnamita que trabajó con el Distrito y que dejó de hacerlo. Le ofrecieron mejores ofertas en otro empleo...

«A ver», dijeron y cotejan la foto. Se maravillaban. «Preciosa».

Y, finalmente, la foto ya está en manos de Gustavo. No habría sido necesario. «Jah. La madre del feo».

«No utilices estereotipos, Gustavo. Especialmente, si hay riesgo de que te oigan autoridades o niños inmaduros».

«Sí. Yo sé. Bullies».

«Pero yo conozco la historia de este feo. El escribió una historia de otro que es todavía más feo que él y vino gracias a una Bella Princesa, Miss Saigón, al The Most Beautiful Country of the World... Esa que ven en la foto es la princesa más bella del mundo, la madre del feo. De Fa Boulon y su padre».

Y Frazier, quien se sintió muy ignorante e insensible al problema del niño que conoció en 2004, dijo a Gustavo díme cómo cuentas la historia de esa foto, Frazier recuerda pidió la foto para el archivo y pasó el niño al cubículo de la sicóloga como si se tratara de un delincuente, que buscaba problemas con los cholos. Nunca le dijeron que la mujer de la foto había muerto en esos días ni que así de bella era la madre de Fa Boulon, el laosiano.

22.

Una de las ideas estúpidas que la PeTA (la asociación de padres y maestros, asaltada por activistas republicanos), trajo a la escuela cuando se exhíbe la película «The Beautiful Country» fue una presentación del ex-Congresista Bob Dornan, quien aprovechó el mensaje de la película para dar muestras de un cada vez más enfermo y patológico conservadorismo.

La película establecía el tema de la reunificación familiar, la conciliación moral con Vietnam y la dignificación del Bui Doi. Era un comentario sobre la responsabilidad de un padre estadounidense ante una realidad que se vivía en Saigón después de la guerra. Los vietnamitas, con padres gringos, vivían como parias en la capital de la nación comunista y aún destrozada después de la guerra. Allá se les abandonó como unos hijos de puta. Bastardos.

Sin embargo, desde 1988, gracias a una ley de bienvenida a los amerisiáticos o Bui Doi, el Gobierno Federal de los EE.UU. dijo que niños como éstos deben recibir visas y 23,000 de ellos llegaron como inmigrantes a los EE.UU. una vez las solicitaron los padres que se sintieron responsables. «No deben vivir como parias que a los que los comunistas tengan en menosprecio».

«En menosprecio, los tenían las tropas americanas. Todas las mujeres de Vietnam fueron tratadas como una putas, sólo porque en el país había necesidad y hambre. Los yankees las prostituyeron y así hacen donde quiera que tengan una base; hay que tenerles prostíbulos, o salen borrachos de bares, y ultrajan a niñas que vayan por las calles. Hay que ponerles a esos perros sus garitos y tabernas para que dejen tranquilos a las niñas de los pueblos; porque violan campesinas a las que no le preguntan ni su nombre», dijo el padre de Fa.

«Yo fui a visitar la casa de Fa Boulon, Dr. Frazier. El día que su oficina lo reportó y detuvo por intimidación, ¿recuerda? Lo que ustedes hicieron esa vez, en que media docena de cholos lo acosaron en el patio de la escuela, queriendo provocarlo y caer en en bola contra él, golpearlo entre todos, fue tan injusto como eximir a los culpables y castigarlo a él. Los intimidadores eran ellos. El no fue el bully. Yo se lo dije, Frazier. Lo vieron extraño. Lo insultaron. El chico les habla con mejor inglés y con mejor español; les pidió que lo dejen tranquilo... y la envidia de saberle inteligente, bien hablado, manejando con palabras la situación, fue algo nuevo en el campus. Ellos sí soltaron mil profanidades y palabras ofensivas; él no.... y, si algo le enojó, usted supo es que le arrebataran esa foto, la que usted nos muestra... La madre estaba jovencita, entonces. Y los cholos le dijeron: «¡Ah, ésa es Brenda Song, la muchacha que sale en «Fudge» y en la película «Like Mike»! Estaba nominada a un premio Emmy por sus series con Disney. «No es Brenda Song», dijo él. «¡Es mi madre!» Le dijeron que no se haga las puñetas con su madre y que Brenda no es una asiática para gente negra y horrible... Y el malentendido crecía. Fa Boulon no sabía quien era Brenda Song y nunca vio la serie de Disney sobre la heredera del hotel London Tipton. Ni vio la película «El Retorno de la Guerrera Wendy Wu»... y recuerdo que, ante usted, los cholos dijeron que el feo se masturba delante de las niñas y que utiliza las fotos de Brenda Song... y Brenda Song tiene, más o menos, la edad de Fa Boulon. Es una adolescente muy bella, celebridad de la tele, estrella de Disney Channel, y es una vergüenza que un estudiante de la Century ofenda a 5.7 millones de fans que en las noches miran las series de Disney... Lo amenazaron con escribir al Canal, a los clubes de fanáticos de Brenda Song, al Distrito Escolar, a todos los que quieran saber lo que Fa Boulon hace porque es un puto puñetero, tan feo que no tiene viejas ni nunca tendrá...

Ante tantas amenazas y burlas que, no pasaban de ser estúpidas ocurrencias de la cholada de la escuela, Fa Boulon lloraba a lágrima viva, suplicaba, pedía que le devolviesen la mochila, porque allí estaban sus libros, su dirección personal, más cartas y fotos de su madre... y él no quería dar a nadie ni su nombre. No a éstos desconocidos que apenas se topa, siendo éste uno de los primeros días en la escuela... «Tú eres nuevo en la escuela; pero vamos a saber dónde realmente vives y balacear tu casa, por puto»... Yo ví, Dr. Frazier, cuando usted llegó con dos guardias y jaloneó por el brazo al chico. Y disolvió el grupo que se burlaba de él; a mí me avisaron que había borlote en el campus por causa del alumno nuevo, de modo que dejé mi clase por unos minutos porque gritos e indicios de que habría pelea... ¡Qué bueno que iba usted en camino!... y se lo llevó a la oficina para tranquilidad de todo; pero, los testigos me contaron lo que pasó antes de que usted y yo llegáramos... y yo he creído, ahora que conozco por años a Fa Boulon, más en él que usted, supe que estuve equivocado en todo lo que me dijo aquella tarde... Hace tres años de eso; yo sólo he querido informar lo que se me dijo aquella tarde, lo que yo hablé con él en su casa y lo despistado que estuvo usted cuando lo juzgó y se lo llevó a empellones, como si el delincuente hubiese sido él... ¿hará usted lo mismo ahora? porque lanzó un rollito de papel al aire?»

23.
No. No. Ahora modificará lo que siente después de oír a Frazier. Le habría gustado que un inmigrante, como el padre de Fa, se invitara a la Century H. S. en estos días, no sólo en aquellos días en que la película «The Beautiful Country» causara furor en el Condado de la Naranja. Entonces, hubo una precaria e hipócrita ola de bienvenidas a los hijos bastardos, callejeros, polvos de vida / genética / coitos y empernamientos con putas / las tropas saciadas, en noches de orgías en el Saigón saqueado. «Sacudir el tedio, matar la angustia de la guerra, con las divertidas asiáticas».

Y se les dijo a los estadounidenses, con una pizca de vergüenza y remordimiento, con la ley «Amerasian Homecoming Act of 1988», es tiempo de enmendar una conducta indeseada: Tío Sam es bueno. Si regresaste de Vietnam y allá dejaste a un hijo bastardo, como pariah en los arrabales, mándale la visa. Tío Sam te ayuda a legalizarlo. Pide una visa para los huerfanitos de tus putas favoritas.

«Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone». Y a Gustavo le gustaría que el padre de Fa contara, cómo su amor pudo más que el odio, más que las simpatías soviéticas y las promesas de ayudar médicamente a los laosianos que, siendo del Pathet Lao nacionalista, quedaban heridos durante la Guerra Secreta. El vio los niñez huérfana de padres, hijos de marinos y agentes de la CIA, fornicarios de toda la gama del ejército invasor; él, con una mezcla extraña de deseo y compasión, de atracción y venganza, le dijo al Asesor de la CIA, al super-yankee que lo tiene en Westminster: «Te voy a quitar a esa niña, que has esclavizado a tí. La llamas tu hija y juegas con sus nalgas; te masturbas con ella; te recuerda la lascivia que ha definido tu vida. Te la quitaré antes que la ensucies, o la ultrajes. No voy permitiré que, por siempre, sea polvito».

En respuesta a esa visa, que anunciaron con un folleto que el padre de Fa guarda como un tesoro, «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», él sdabe que posiblemente más de 23,000 Amerasians / immigraron a los EE.UU.. Los «polvitos de los gringos» con vietnamitas, camboyanas, tailandesas, o las más lindas etnias del Sudeste asiático, aquellas literalmente gentes consideradas hijos / hijas / de putas llegaron, se sumaron a los transplantes, etiquetados con la palabreja bui doi. «No. El nuevo compañerito de los niños latinos y los cholos de Century High School no es bui doi. No el bastardo de un gringo abandonado en las calles de Vietnam; pero es hijo del musical Miss Saigon que se ha puesto de moda. Es la madre de él. Esa es la niña de la foto».

No. No. Ahora modificará lo que siente al oír a Frazier. Le habría gustado que a un inmigrante, como el padre de Fa, se le invitara a la Century H. S. Y recuerda que, en 2004, Frazier no entendía que Fa Baulon nació en Norteamérica, hija de una tailandesa que no tenía que probar si era Hmong Der, o carne deshebrasa. ¿Qué tipo de jamón serrano, o costillita de puerco, fue ella? ¡No importa, Mr. Frazier! La ley de reclamo de bastardos, «Amerasian Homecoming Act of 1988», la ley que da visas, es clara: «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone», y mire los ojitos de la madre de Fa Baoulon: Grandes, azules, con pestañas, no son tan oblicuos. Tiene los ojos del gringo; no de la tailandesa». Por echar echar politiquería contra Bill Clinton, Bob Dornan dijo, en 1995, diez años antes que se produjera la película, Clinton había dado ayuda y confort al enemigo. «Oyéndolo, recordándolo, Dr. Frazier, es que he pensado, que invitar a Dornan es una ofensa. El se estuvo vomitando, carcajeando, hilvanando sus chistes con respecto a la niñez sufriente de Vietnam y Laos. Acuérdese que Dornan durante la Guerra de Vietnam fue un asesino, otrro militar mas de piloto en aviación de fantoche».

«Le dije que invitara al padre Fa Boulon a la escuela. Aquí no hace falta que venga el congresista Dornan a decir sus pendejadas».

«Gustavo. Usted es maestro. No columnista del diario del condado. No hable política conmigo».

«Okay, Dr. Frazier. Pues no me diga colega amigo. Usted no es tan colega porque usted no instruye. No trata directamente con el alumno, ni sabe ni mide ni evalúa lo que apreden o ya saben. Yo sí soy maestro porque no pierdo ocasión de meterle en las almas, en los corazones, en los intelectos de esos niños. Quiero sabe qué saben y qué piensa de lo que yo les instruyo... Yo quiero aprender con ellos... Dr. Frazier, no me diga amigo. Yo, por amigo, con la confianza de amigo, siendo que me llama su amigo, le digo que el congresista Dornan vale lo mismo que el rollo de limpiarse el culo que usted dice que Fa Boulon utilizó como proyectil... como amigo le dije: «¡Qué proyectil más pendejo y ridículo!»...Si usted hablara con ese niño y su padre, sabría que ellos sí saben de verdaderos proyectiles. Dan cifras, si se las pides, sobre cuántas bombas cayeron sobre Laos y de cuántos niños han volado en pedazos cuando caminaron por las áreas minadas en Luang Prabang u otros territorios de la Indochina francesa... Usted se escudó. «No se puede invitar a esos laosianios, ni siquera hablan inglés».

Han cerrado ante los ojos de Gustavo el cartapacio lleno de hojas y anotaciones que la Escuela tiene sobre Fa Boulon. Han ordenado meticulosamente los documentos, acomodándolo bien dentro del cartapacio. ¡Ah! Ha quedado la fotografía de la Bui Doi / Polvito / Dusty Thing / sobre la mesa y hay que fijarla al paqutillo adecuado. «Era muy linda la madre de ese niño», dice una de las funcionarias en la junta. En las calles de Saigón, habría crecido como paria, o habría sido discriminada por ser hija de una mujer prostituída y, por encima de ese primer estigma, un militar invasor, que sea francés o yankee da lo mismo. Cualquier nación europea, en Indochina representó el colonialismo y el imperialismo. «Si hubiese sido el padre de Fa Boulon quien disertara, en vez de Bob Dornan, habría asistido a una conferencia aleccionadora. Habríamos conocido cómo funcionó el Protectorado francés en el Reino de Champasak y cómo le fue unido el territorio de Vientiane a tal protectorado. Bajo el dominio francés, Vientiane advino como la nueva capital del Esrado de Laos unficado... yo he ido, Dr. Frazier, amiga directora, a la casa de Fa Boulon, como quien va a la universidad de nuevo... se lo juro, doctor Frazier. Estar en la casa de él, sentarse a oírlo, es más excitante y compensador que estar en un curso de maestría con el mejor académico que haya en Fullerton y le voy a decir por qué... Boulon siente la historia. La ha vivido. Historia no es sólo lo que se aprendió de un libro. Cuando me habló de la ocupación japonesa de Laos, durante la Segunda Guerra Mundial, él era un niño... cuando me habla de la independencia de Laos, seguía siendo niño; pero su alegría de 1945 se multiplicó según creció y comprendió más todo lo que le hablaban sus padres... porque la independencia de 1945, se perdió. De Gaulle llegó al poder y les cambió la indepedencia por una semi-colonia, o un Estado Asociado y no sólo eso, los laosianos, ya para 1954, disfrazaron la colonia dentro de la Unión Francesa con una monarquía constitucional y la Convención de Génova decía... ojalá oyera usted a Boulon, padre: «Trátándonos como niños de teta. Usted necesitan un Rey que sea como el papá de todos; él les va decir, hijitos se mi reino, oh, princesitos». Y el Ejército Monáquico de Laos, controlado por colonialistas del Ministerio de Defensa francés y aún otros ministerios, más homicidas, una oficina especial de evaluaciones de programas de la CIA, que fue la que trajo a la familia Boulan a los EE.UU., la Unidad Especial de Guerrilla, que administró la Política de Contención en Laos para erradicar el comunismo».

«Gustavo, está bien ya. Seguramente, no fue una buena idea de la Asociación de Padres y Maestros que se invitara a Dornan... no es necesario que le hagas más halagos a Mr. Boulan, el padre. Es una pena que no lo hayamos conocido antes, en 2004», dijo Frazier al cerrar el carpacio. La foto de Mrs. Boulan aón quedaba sobre la mesa.

«Usted puede conocerlo. Yo me comprometo y lo traigo a su oficina y a la de la Junta Escolar antes que se tome una decisión sobre la expulsión de su hijo... Si es que lo expulsarán por tirar un rollo de Bounty o Suavidad de Angel, díganlo en la cara a él. No le envíen cobardes mensajitos por correo... yo se lo traigo a la oficina. Tal vez él les explique mejor que yo porque siendo un comunista confeso, deja que sea la CIA quien lo traiga a los EE.UU. y mire... sí, la foto. No la pierdan. Es la foto de su esposa. Esa no es Brenda Song posando con un grupo de damas republicanas de la American Life League y el congresista Dornan, robando cámara. Esa es la madre de Fa, la beneficiada del folleto que guardó Boulan, «Obtain a U.S. visa on the basis of appearance alone». Es que era demasiado linda que parece una estrella o modelo adolescente del Disney Channell... pero no es Brenda... Vaya usted a la casa de ese niño. Verá su retrato, ese mismo retrato que tiene usted sobre la mesa; pero ya completo... no solamente el rostro, el perfil. Verá la misma carita de la niña que creció cuando la CIA y el General Vang destrozaban las ciudades laosianas y verá, en una foto la que más me gusta y le gusta a Fa, una en uno de sus senos está al descubierto... y la boca del niño que ella amamanta es la boca de Fa. El niño es él, feo y prieto; sólo que la mente de la madre, como toda la psiquis de la familia Boulon, no es la mente publicitaria estadounidense... ésto no es una foto cochina, pornográfica... Es una foto de familia. Está en una pared. Una foto tamaño cartel que Dornan quería tener, en los días en que murió la madre de Fa».

«¿Y para qué Dornan quería tal foto?»

«Para politiquear, Dr. Frazier, y no le digo para qué más porque ya me dijo que no le converse como amigo...»

«Gustavo, no manipule lo que le digo. No me juegue con ese tipo de cosas....»

«No juego. Ustedes son los que tiemblan cuando les abro los ojos. Ustedes aseguraron que Fa Boulon tenía la foto de Brenda Song y que con ella, él se masturbaba delante de las cholas de la Century... Se atrevieron creer una monstrosidad tan blasfema contra ese niño. Por eso fui que me dediqué a conocerlo, no siendo su maestro todacía. Visité su casa porque ninguna sicóloga de esta escuela lo haría.... no ustedes. El salario se lo ganan cómodamente en sus oficinas, con aire acondicionado, echándose papelitos y mentiras unos a otros. Asumieron que Fa Boulon y su padre son dos prietos hedientes, come-perros, que no hablan ni inglés ni español. Para comunicarse con ellos, habría que buscar un experto con credencial bilingüe, un especialista multicutural y se vuelve todo tan complicado. ¿Por qué molestarse con un simple niño, que es menos del 5% de la matrícula de Century?»
«.. Se las pasan asumiendo y jugando a las primeras impresiones. Me mandan al carajo, seguramente cuando doy la espalda., ya estoy maldito. Fingen si observan que vengo. Yo si soy admtido como amigo, se condiciona cuando es que les convengo. Cuando no pido favores o critico nada, qué buen amigo es Gustavo.... pero, ante este caso, con este alumno mío, pido una consideración especial, Mr. Frazier, señora Rubalcava, Mrs. Gamucio... ustedes creyeron a unos cholos, bullies que lo atropellaban, y guardaron una foto de su madre, mal-identificándola y mire lo que pusieron detrás de la foto... lea, lea, Mr. Frazier... «Brenda Song»... Esa no es Brenda Song... Ni el congresista Dornan, quien es un enfermo mental, se equivocaría al identificarla. El vio esa foto entera. El, adversario de su padre, se metió en la casa de Fa Boulon. Ha visto las fotos a cuerpo entero de la señora Boulon y, en particular, esa en que amamanta a Fa y saca de la blusa el seno... La foto obscena que casi desbarataron los cholos cuando atacaron a Fa... Que, de estampia, les cae el follón de que hay que defender cierta legislación PRO-VIDA y, con Dornan, llegan esas mujeres de la Liga Americana Pro Vida... descubren a una mujer linda. Da la casualidad que es una beneficiada de la Visa diseñada para la niñez, racialmente mezclada... Bui Doi... y la mujer de la foto se parece a una chica que está de moda, nominada para un Premio Emmi... pero no es Brenda Song. Es la madre de mi alumno que alimenta a su crío. Es una chica de 18 años, madre de Fa, y como era fabulosamente hermosa, tendrá un niño fabuloso; y Dornan que es el verdadero enfermo, quiso la foto para politiquear sobre «a federal pro-life legislation». Y como no se la dieron: Habla de fotos obscenas... Utilizarla alguna en un impreso de propaganda sólo es posible matando a su marido, al padre de Fa... Ni por millones que le ofrecieran, ella sería modelo. Ella no se ha vendido a Disney Channel como Brenda Song; su tipo de corazón no funciona como Hollywood o wannabe de radio- o TV shows como los que produce Dornan... y puede que él y quien la haya visto opine que la señora Boulon, a los 18 años de edad, ya madre de su primer hijo, es más hermosa que Brenda... y sabe, Dr. Frazier, un verdadero amigo como Fa me dice: «¡Qué privilegiado he sido! Siendo el chico más feo del mundo, casi tan feo como mi padre, fui amamantado por una princesa, the prettiest girl of the whole world! Tan bella que el Dr. Frazier cree que utilizo la foto de mi madre para mastubarme. ¿No es tal cosa el indicio de una sociedad muy enferma, blasfema, acusadora? ... y mamá sabía que la gente del mundo capitalista, burgueses colonialistas, es así... deshonran todo lo que es hermoso»...

Gustavo ha mirado muy fijamente al Dr. Frazier. Vacila en la idea de si hay amiatad. Quiere quiere la haya. Una amistad basada en conversación franca. Todo asunto, todo tema, sin tabües...
«No juego, Mr. Frazier». Ha recordado que Fa Boulon le dijo cuán profundamente herido se sentía cuando se le creyó a los cholos, no a él. Frazier le dijo por darle consejo que jamás permitiría que se masturbara en público. «Esta herida moral se la dejó usted a ese niño»... Por fortuna, él con su madre hablaba sobre cosas como ésas. Las acusaciones mentirosas. «¡Quién sabe, Fa, si un día te dicen que yo soy una hija de puta! que fue la razón por la que me trajeron a los EE.UU.. Tal vez un día te hablen sobre la visa que le dan a los Bui Doi». Y ese día llegó. Se hizo bien famoso en 2004. Y su madre no estaba viva para defenderse. Ni siquiera podía reclamar su rostro bello y su nombre desde una foto.

El Dr. Frazier toma delicadamente la foto. Es un error. Dice Sandra Long y debe decir: Señora Boulon. Toma valor y tacha el nombre de Sandra. Reescribe. Después, ya corregido el detalle, filtra la foto hacia el interior del cartapacio.

«Gustavo, no tomes estas cosas de un modo personal. Me gustaría ir al fondo de este asunto».

«Pues, háblale a la familia Boulon. Ve a su casa para que conozcas el seno maravilloso de la Bui Doi que alimentó con lecha materna a Fa... No tenga usted miedo a Dornan. O a esos políticos habladores que no van a aportar nada a este distrito escolar... Mike Kaspar, del Partido Demócrata de Orange County, aparece hoy citado en la prensa, y dice: «I think Bob Dornan's character and his own sanity are an issue here» y, en el mismo editorial, Michael Moore escribe que está pasada la hora de que a Dornan se le someta a examen siquiátrico; pero usted le hizo un santuario, un nicho a ese demente, y cree que Dornan tiene a la familia de Boulon, así como a todos los asiáticos del Distrito Congresional de los güevos... Un enfermo mental no puede ser el experto, o quien opine conclusivamente lo que ocurra con los vietnamitas o los laosianos en este condado... mucho menos, con lo que ocurra con los latinos... Usted de veras cree, ¿que yo no puedo ser su amigo? Quise serlo. Usted no quiere. Yo no le digo que no sea afiliado republicano. O que sea en su lugar demócrata... Sea usted lo que quiera, por algo es ciudadano americano; pero, acuérdese, si este país es libre y democrático, Bob Dornan no es nadie para prohibir que Boulon, padre, sea comunista, o que no haya querido que su esposa sea modelo para una campaña republicana y anti-hispánica que nos repugna... Usted es quien, con su actitud, politizó el asunto de la famila Boulon en esta escuela. Usted defiende la posición de una Junta de Educación que ha encontrado una manera de vengarse del padre de un niño en este distrito y después me dice que yo estoy enojado, que le hablo como enemigo, no es verdad...»

«Antes que yo diga la palabra final, Gustavo....»

«Hable con la familia Boulon y vaya y coteje que esa foto en la casa de Fa. Observe quien le chupa la la teta a quien y no se equivoque de niño».

«Sí, maldita sea. Voy a hacerlo para que me deje en paz... vamos a ver esa jodida foto... y el vídeo en los baños de la escuela... tal vez primero recesaremos cinco minutos... usted, señor Gustavo, no se aleje»

24.






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