Tuesday, June 10, 2014

EL DIARIO DE SIMON GüELDRES


EL DIARIO DE SIMON GüELDRES
Carlos López Dzur

 

CONTENIDO


1. Escucha al verdadero Príncipe, no a mí...

2. La casa, vida familiar de los Güeldres

3. Cuando el Abuelo hablaba

4. El hospitalillo de Iván Güeldres

5. Un ácrata de Dios

6. La gente de la Otra Orilla

7. Adán Rednitz y los Kumes

8. Un colono muy querido su hija

9. Mi abuelo y mi padre

10. La expulsión

11. La extorsión y el secuestro

12. Me abandonan mis vecinos

13. Fe, consuelo e irreverencia

14. Mi papá y sus diarios

15. Alternancias de los servicios

16. El Dr. Iván Güeldres y la doctrina de la hermosura

17. ¿A dónde me llevan?

18, Cuéntamelo todo...

19. Memoria del esposo sobre Claudia

20. Pamela Arnol, mi madre y yo

21. ¿Estás seguro que no es un Stroganov?

22. Margot y el moralismo preceptivo

23. ¿Quién mató al Dr. Güeldres?

24. La compra de la Viña de Liceaga

25, El arma sedante del poderoso

26. «Vamos a juntar las piezas y a montar el caso»

27. Como una reunión de brujas

28, Cómo ataron los cabos sueltos

29. Más malo fue Fray Sahagún que Hernán Cortés

30. Resolución

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           1. Escucha al verdadero Príncipe, no a mí...

For true evangelical faith...cannot lay dormant; but manifests itself in all righteousness and works of love; it...clothes the naked; feeds the hungry; consoles the afflicted; shelters the miserable; aids and consoles all the oppressed; returns good for evil; serves those that injure it; prays for those that persecute it:Menno Simon

               El origen espiritual de los menonitas se remonta al año de 1117, en Lyon, Francia. Los reformistas que Petrus Waldnus reunía no creyeron ni la doctrina del purgatorio ni el purgatorio del pesimismo y el inevitable sufrimiento. «Lee cada salmo sobre el amor del Nuevo Testamento y vívelo como la única y verdadera doctrina». A esto siempre se reducía lo que. por su parte, el Abuelo Stammvater en el Valle de Guadalupe decía los Domingos en los templos.

            Era muy pequeñito cuando él vivía. Mis padres, si lo escucharon. Es la ventaja del pasado, mas curiosamente  el Abuelo  Molokano profetizaba en torno a mí y lo que le esperaba a la colonia menonita, donde me crié. Se la llevó el pateco. El nos dio una definición de Luz, como energía interior de la Afrodita Urania, sumada al conocimiento. Afrodita Urania era como la Sión del Cielo, una hermandad colectiva, sobre un valle concreto. Uvas del Conocimiento.

            Y lo escucharon / reformulador metafórico en prédica / diciendo que este mensaje lo aprendió antes de Petrus Waldnus que de Menno. Leía mucho. Más aún, entre judíos Haredi, había aprendido algo que revela su  escrúpulo a la política, a la asquerosa política que necesita violencia como en los tiempos de Amalek y los viejos tratos del judío con sus vecinos. O en tiempo de sus meros moles, susactivismo intenso. Tiempos en que, con un montón de rusos, husmeó por el Valle de Ensenada y un valle que le gustó más, con tan simbólico nombre, Valle de Ojos cerrados, que fue como un reto, abrir esos ojos para los colonos... «Había tanta humedad y agua de Dios / que se navegaba entre baches y de Ojos Negros hasta Ensenada nos sorprendían los deslaves».

            Sigue evocándolo a él, al abuelo y cómo pensaba... La memoria se ha abierto y es mi Madre quien fluye y describe los días del Fundador, presentándome su relación con judíos no sionistas / los Haredí / perseguidos en la misma Israel, no se diga en Rusia... porque ellos vieron las bellezas incorpóreas de la Aprodita Uránica y expusieron la política demagógica que incide y desorienta el mundo, con cierto plebeyismo enfocado al materialismo, sin ninguna fe, excepto en el incierto futuro y la Edad de las Máquinas. «Las castas materialistas pelearán por comerse una a las otras. La Fiera Corruptia, Physis con su colmillo sangrador, mostrará sus dientes de hiena a la Fría Tecnología... Entonces, los Haredí  que emigraron a Rusia, serán forzados a callarse por los adoradores del Polo Sur, gente que creerá en prácticas letales, anti-cósmicas y anti-astrales, e inventaron robots que sustituyan sus propias almas» y, en determinado momento, pasado tiempo para que creciera y madurara tras oír estas reflexiones, descubrí una frase de Robert  Heinlein: «Mediante el cultivo de la hermosura que dispersan las semillas de flores celestiales, como haciendo el bien, es que cultivamos a las almas que pertenecen a la humanidad».

            El alma bondadosa, en su diáspora, porque la vida es diaspórica, señala y viaja al Norte, a las estrellas que sirven como guías. No se toma por norte una ruta caprichosa si no que siguen la ruta de los Soles uránicos. Eso es lo que anima al judío bueno, tal vez errante, mas no atado a un territorialismo venenoso, como los sionistas y aquellos que tomaron la guerra como estilo de vida. ¿Cuál es la estrella de un alma inmadura o la de un guerrero vicioso? ¿Cuál? Cualquiera sea el motivo, el rumbo de la contienda, ahí va a dar servicio. La guerra no tiene periodicidad. Es arbitriaria. Sus rumbos son una inmediatez caprichosa. «No hay para un alma celestial / para la Afrodita uránica / un derecho a matarse porque diga un rey o un sacerdote que allá, en otro lado del agua o las orillas, algo que tenemos que tener y su príncipe provoca su querella con el mío aunque yo no la tenga con él»... El menonita dice como Parménides de Elea: «La guerra es el arte de destruir a los hombres. La política es el arte de engañarlos... La milicia es ocupación más propia de bestias que de hombres».

            Cuando el Abuelo  / nuestro  Stammvater / exponía que la guerra mundial había comenzado. Daba una clase de historia y, decía, el Padre de la Historia, dio los antecedentes del repudio a la guerra la guerra. Es un recurso que altera el orden de la naturaleza... En la paz, los hijos entierran a los padres; en la guerra hace que los padres entierren a sus hijos. Herodoto tendría mucho que decir a los rusos que llegaron a Ensenada, en los días en que el sionismo alborotaba sus ciudades... Sólo en la guerra se pierde la dulzura del cantar. Es oficio tan amargo, y en las amarguras se desea la dulzura, y en la guerra, la paz del canto... Aquellos que no volvieron a cantar, graznan como cuervos sólo himnos marciales... «¿Por qué tiene que ser un austro-húngaro, Teodoro Herzl, preguntaba el Abuelo, quien conteste la pregunta del sendero a obedecer? e introduzca el nacionalismo en la diáspora para que vuelvan al sur, donde se les hace daño?  El pueblo iba en camino a dejar la tierra de sus conflictos y de sus padecimientos. Huyó del Amalek que  lo hostilizaba... ahora son ellos, los judíos los neo-amalecitas los agresores y como hienas han caído sobre palestinos... Ahora se los tragó el Siglo XIX, con todas las hipócritas ideologías del Largo Invierno oscuro de una piedad mentirosa y sin la Luz Solar y el fuego, que apenas les alcanza, son la gente sombría y de mal agüero».

            Todos como individuos, cada país y cada época, tiene sus enemigos gratuitos. Su tentador y vampiros internos. Esto es, para la persona de hoy y de mañana, con nuestros hijos, habrá retos.

            — Tengo el mismo miedo que tuvo el Abuelo Ivan / Vorläufer Gründer, por su hijo y mi hijo. Simón es muy pequeño todavía y temo que no entienda la mitad de lo que digo.

            Si mamá viviera hoy le diría: — No temas, ya entiendo.

            Por ahora, quienes siempre están ventilados por las voces de noticiarios, son aquellos que prefirieron cazar a sus enemigos, derramándoles su sangre, aquellos que prefieren hacerse guerreros temperamentales o codiciosos de lo que es de otro.  Las noticias son propagandas que exhortan a cultivar la virilidad telúrica, «antes que abrazar las hembras uránicas, sus hermanas solares»... El ladrón es más famoso que el pensador y el estudiante. El corrupto nos divierte desde los parte de prensa. Los narcos y sus matanzas, sus fugas o sus capturas, se llevan las primeras planas.

            No se habla sobre esto de la Hermandad Hermosa, o el Proyecto Menonita, antes de que fuera lo que ya es, negocio étnico y jamás se ha descrito el bello proceso suficientemente.

            «Somos vulgarmente terrestres. Queremos, desde el 1882, que nos muevan como a reses. Ideólogos del siglo XIX dijeron que, si han de compadecernos, nos ajustemos a sus definiciones. Ser 'sus rebaños', ser los borregos sumisos en segunda, tercera, cuarta Aliyá... si, como en la experiencia prusiana y rusa, de Catalina La Grande a hoy, y ellos nos moverán como fichas de su propio juego, y nos gustará: Regálame tierras, dame 150 acres, yo siembro... no me concedas las tierras cerca de indios devoradores, llenos de odio al europeo... No quiero que los Kumeyaay ronden la hacienda, o el lote de Gustavo Arnol, porque entre sus hijas está la Pamela hermosa, que yo pacto para esposa de mi hijo... ¿Recuerdas cuando me hablabas de esto? de Adan Rednitz. Lo traigo a colación porque si no hay amor, el territorialismo, el tener parcelas en cuanto país acoja al hombre, se vuelve espada de doble filo. Y siempre hay amor suficiente

para que se ofrezca justicia al extranjero, pero el extranjero que ofrezca lo mejor de sí, su buena voluntad, sus talentos... Recuerdo la historia que el abuelo contaba:  —En la Rusia zarista hubo uno, tan fanáticamente antisemita, que el país adoptó legislación fuertemente restrictiva. A niños judíos antes de que cumplieran los trece años se les secuestraba para su entrada en un programa de rusificación, niños de hasta ocho años hubo que no volvían a ver a sus padres hasta cumplir los 40, y lo mismo diría del menonita cuando se les impuso su servicio militar obligatorio... ¿Es o no razón suficiente para que saliese del país que no los amara y les quitara hasta la libertad de movimiento... o la cercanía afectiva? si, el Abuelo molocano, o Vorläufer Gründer como  era nombrado entre alemanes por estas cosas pedía las cartas clara sobre la mesa y eso implicita, un sentido de historia, no para la exclusión de otros, sino para la solidaridad. Les dijo: — En Chichihuatl, no quiero únicamente rusos, ábranse lotes para cada hermano que sufra. Vendrá un grupo de sefarditas, criados entre otomanos, como el propio Isaac Luria, en tiempos de Saladino... Saquen algún Domingo, dialoguen, sean como sus anfitriones... vayan a verlos... Son parte de un paraíso de Unidad que desaparece. La historia perdida de ese paraíso está viva en los corazones de ellos.

            — Viejo molocano, no nos hagas el caldero del basural del mundo. Olla de grillos.

            — ¿Olvidaron que llegaron presumiendo que sóis verdaderos productos del nuevo cristianismo? Y que deseaban tierras para no ser errantes como amalecitas y judíos…

            Dio mucho trabajo, por causa de un ídolo llamado Ius sanguinis / derecho de sangre / aliar en una misma comunidad a prietos y blancos, a alemanes de Bavaria y rusos, a holandeses y belgas. A judíos y ¡ay! hasta carabalíes...  Toda la Cristiandad adora ese demonio / el Derecho de Sangre / en virtud de sus aspectos antropológicos, sociológicos y por una condición de psicología social, es decir, la conciencia de pertenecer a una etnia determinada y no a otra. En morral del Derecho de Sangre metemos la patria... Es difícil que usted pacte una Hermandad Espiritual si alimenta esa barrera y el Chupasangre o el Gran Acaro del Ius Sanguinis dice: «Por la puerta de México, por la esquina de Tijuana, no paso con mi patria, mi familia, mi identidad»...

            Quien viene con su prejuicio viene y lo calla. Boqueando de hambre, muchos llegaron. Saciaron el hambre y dieron ánimos al trabajo. Mas se quedaron con mucho orgullo y ocultos antecedentes de Civilización Blanca, cuidaron sus Derechos de Sangre, o protege el idólatra sus lealtades... Viene a extenderse en una colonia como un extraño en Tierra de Extraños y no quiere compartir. Que se le conozca, sí, mas que se mantenga su círculo cerrado, hasta que urja otro: —Dame mas acres de tierra, ya pagué lo que me concediste primero...

            — No fue un emporio para el capitalismo lo que dispuse como meta, sino una Nueva Doctrina en este experimento de Menno... Que no se parezca lo que hago a la experiencia de los terratenientes turcos, quienes dieron voz de Aliyá, venga el judío y ponga el dinero y su empuje. Levante una zona. Es yerma con tierras estériles y malditas pero si sus manos son las de obreros virtuosos, desesperados, aquí es donde podrán probarlos... y se fueron allá. La experiencia les duró muy pocos años hasta principios de los años 30. El Mufti de Jerusalén empezó a expresar su talante filonazi y su amistad con los jerarcas nazi pudo más que el negocio. No sé si buena voluntad hubo alguna vez. Esto no es un negocio, Hermanos. Quiero en Dios una comunidad. Esto no es vivencia de empresarismo que no invierte en el cultivo del espíritu y se limita al factor económico... esto no es hospitalidad para cualquier tunante. Han jurado en fe su compromiso de virtud...

            Decía el Abuelo, modelo titular del Vorläufer Gründer:

            —Y no es que caigamos en el rechazo a lo nacional, que es la Tradición Occidental. Ni que promulguemos 'porque esto se dijo sobre mí' o lo teorizó Evola como una insurrección solapada de la Vieja Aristocracia contra el Mundo Moderno, o que esta sea una risible herejía, basada en empatía y preocupación social. Herejía porque a la vieja doctrina del pacifismo de los menonitas, aquí se atemperó con la advertencia: «Hay una ley de amor aquí, desde el Valle de Ensenada es la que fue: ama al  prójimo, a la Naturaleza y la hermandad universal como un ideal»... No cometa el error de quien viene a dominar, como el amalecita, que después no quiere que se le golpee o se le pongan reglas, si es él quien inicia la violencia... y, digo más, la hermandad consiste en entender el principio. Si no tenemos más arma que el amor, o la mejilla dura, aprendamos a utilizar esas armas. Armas de Luz y Hermosura. Estar muy conscientes de lo que, siendo el arsenal único del que disponemos, nos sirve... El día que busquemos otras armas para punir y aplastar a los enemigos no faltará quien diga: Son como nosotros, igualmente terrenales, bajo, sin testimonio de cielo... Vayamos a provocarlos y vencerlos... Recuerdo la lectura que compartía, con los rusos de Chichihuatl, primeros menonitas que entraron al Valle de Ensenada... Nunca se les había conversado sobre la Afrodita-Urania de Platón, diosa del amor noble, no carnal. Con ella no se asignaba ningún Derecho de Sangre como objeto de creencia. De hecho, para la pareja que discernía el mensaje, sus almas como afrodisia uránica, a la procreación no la tenía como objeto. La Afrodita Urania como ideal de Belleza Celestial es el único placer, que se experimenta en la hermandad... pero la comprensión de esta cualidad se perdió en las costumbres de la Antigua Grecia y ya en Roma se convirtió, tergiversada por consciencias etruscas, en apetito erótico, separador, clasificador, sin los parámetros estéticos de la fuente platónica... En rigor, se trata de que dejamos de creer en la trascendencia. Y viéndonos como animales, nos proponemos como victimas idoneas para la erotomanía de infrasexuales o macrosexuales. No hay metafísica del sexo. Punto.

            Para mí, fue tan triste la conclusión.

            —No creemos en ángeles.  Trabajamos como animales, como obreros de colmena. A los ángeles no le damos tiempo para que sean instructores y los ángeles se comunican en la ternura de nuestras niños y niñas. Somos, cuasi infanticidas… Estamos pendientes a demonios e ídolos... No entendemos las espiritualidades encarnadas ni el espíritu ni las memorias biológicas. Subvertimos la Historia. La marcamos de olvido, pero somos los sacerdotes boquirrotos de jerarquías de raza / carnalidad / sustancias étnicas / Derecho de Sangre / seudo metafísicas de Norte y Sur y del falseamiento de lo Telúrico y lo Uránico. Asignamos significados arbitarios a todo y utilizamos el trabajo de nuestros niños para enriquecer las colonias y n comprar libros ni cantar juntos durante los ratos del ocio—.

            La voz era de Mamá Claudia lee de diálogos del Sacerdote.  El Stammvater molocano. Para esos días estaba fervorosa, corregía errores cometidos y estudiaba la Palabra, algunas publicaciones que había realizado Nuestro Vorläufer Gründer.

            El diálogo de intención cristalina que, entre mi Mamá Claudia y Papá se empañara, interrumpido en breves lapsos de vida por rencillas maritales e incomprensiones públicas, resurgió poderosamente. Llenó los últimos días con dulzura. Volvieron a leerse textos del Abuelo colonizador y, colectiva y privadamente, a cantar como los haredíes. Toda la congregación.  Sentí que me transmitieron algo muy especial. Me afané en el trabajo. No obstante, siempre tuvo la hostilidad del hijo del subjefe (Adán Jr. y su primo). Rivalizamos por el amor de Pamela, pero, no simplemente fue inmadurez de adolescentes. Tenía que ver con poder en los clanes.

            Fue previo al deceso de mi padre y el del mismo Abuelo, quien murió de 85 años de edad,  y se trata de que según despertaba a la apreciación amorosa de  la hija del molinero, mas se curioseaba en os libros y anotaciones que los Güeldres, mi parentela paterna, acumulaba en baúles con llave.  Fue una guerra de celos contra su Doctrina y el liderazgo que tenia, a partir de la Gran Síntesis de sus ideas . Uno de los libros de su autoria se guardaba en la casa de Chichihuatl, una que otra lo vi.  Mas no lo pude abrir y curiosear.  —Ten respeto por las cosas de tu padre.

            —Sí, mamá.

            Bastaba que lo dijera para que no volviera a abrir y mirar. Claro está, que no se me cortaba la mano. Ni comparo el baúl del Vorläufer Gründer con el Arca del Testimonio. El otro archivo con notas estaba en la vivienda del Valle de Ensenada, donde Mamá vivía con Margot y otras hermanas de la Fe, muy cerca de la casa más amplia de Stammvater molocano y hermanos cabalistas de la Russische Gründerfamilie.

            Estos son los días,  al menos cada domingo, de  reuniones de vecinos / en que se hablaba mucho sobre dos cosas:  ¿Cuán conveniente es la ausencia de un gobierno o Estado / no sólo en la comunidad menonita / sino en el país / cualquier país? Se enfatizo en el anarquismo. No, no. Yo no viví para entonces cuando Flores Magón y el Abuelo eran ‘compinches ácratas’.  Pero, cuando crecí y algunas ideas me entraban por las vías de escuchar el conocimiento de oídas y sin meditarse rigurosamente, leer poco o nada, creí que Ensenada era una república y México algo muy lejano, mucho más que Tijuana, donde Papá tenía otra clínica médica, y amigos en un país cercano. Rumores a pocos días de la muerte del Abuelo, yo entonces de 4 años de edad, mas preparándome para salir de casa como párvulo, tenia actitudes y me comportaba, curioso y atento a todo. Se discutía sobre quiénes  dirigen la sociedad, y me preguntaba si somos una sociedad o una comunidad.  Unos anitos mas y los diálogos con mis padres solían ser como los siguientes:

            —¿Mamá: somos una comunidad o una colonia menonita, somos una sociedad o una república?

            —Somos una sociedad organizada anti estatalmente en una comunidad rural o campesina y parecemos una pequeña república porque nos hicimos una Constitución que define las normas de convivencia, o de amor que idealmente habría entre nosotros. Somos una gran familia, en las que hay holandeses y alemanes y porque hicimos  acuerdos voluntarios, y para el respeto mutuo  de modo que podamos en vivir en paz, entre nosotros y con los vecinos, discutimos todavía como mejorar, nunca quedamos satisfechos… y la República de México que permite que vivamos aquí, entiende el dinamismo comunitario. No interfiere si le van con cuentos...  Por ejemplo, que digan que tenemos ‘comunistas y ateos’ infiltrados, o anarquistas saboteadores de cualquier gobierno, que no se cree en el Orden Moral ni en la Autoridad ni en Dios, o una persona divina… Me gustaría que no nos pensáramos como una sociedad. El término no agrada a muchos aquí. Tampoco que nos digas un Estado. Términos que son parte del vocabulario de etiquetas políticas como son otros desacreditados: si hay que definirse monárquicos, demócratas, populistas, fascistas, socialdemócratas, y eluden el criterio básico de lo que debemos ser, la urgencia de definiciones: cuando lo importante es que meros seres humanos que se empeñan en convivir... eso es lo único que somos e importa que seamos….       

            —¿Y se vale decir que somos holandeses? Ya aprendí español...

            —No es tan importante como criterio básico. Tu abuelo hablaba seis idiomas... La raza humana, antes que urgirse en patrias en base a idiomas, se dividirá políticamente «entre aquellos que quieren controlar a las otras personas y aquellos que no quieren controlar ni ser controlados».  Esto lo dijo, en algún libro de los que tiene el molocano, y lo que dijo antes que Robert Heinlein...

            —Significa que no somos mexicanos.

            —Lo podemos ser, pero en nuestra Constitución y en nuestra Doctrina dice que lo que seamos se decidirá en ausencia de coerción y sin imposición de fuerza. Dos cosas valen para el menonita: el respeto mutuo y la elección en libertad de lo que somos y queremos... Fíjate que interesante es la siguiente paradoja. Soy holandesa de nacimiento, pero hablo francés y alemán y he vivido fuera de Holanda más de la mitad de mis años. Ni territorialidad ni idioma han determinado mi patria…

            —¿Y qué podemos querer?

            —¿No me digas que nos has pensado en cosas que ya deseas? De las cosas que quiero una es continuar siendo una paradoja viva, misterio de Dios, persona que ama…

            —Sí, yo quiero a Pamela, la hija del Hermano Gustavo. Quiero amarte a ti, conocer a ella y amarla tanto como te amo a ti, Mama, por lo que te he conocido…

            —Pues acuérdalo con ella porque aún eso, el amor, tiene que estar sujeto a los principios de la Doctrina: pactado mutuamente, decidido en ausencia de coerción y sin imposición de fuerza... Y eso que has dicho es importante, conocerse. Conocerse, estudiarse mutuamente. dará sus respuestas a la inquietud del por qué amas y por qué es legítimo ese amor aunque a otros les parezca contradictorio e imposible... y se oponga.

            —Pero en la Iglesia hablar de amor, como yo lo siento, es vergonzoso. Un niño que expresa lo que siente recibe un azote. Y sucede que la niña no vuelve a la escuela apenas tiene la primera menstruación. Dime, Mamá, cómo supiste que sentías amor por Iván, mi padre.. ¿Te sacaron alguna vez de la escuela? ¿Qué se supone que haga ahora, si creo que Pamela y yo queremos ser más que amigos... y, por mi edad, dicen que no soy una mente madura ni debo hablar sobre estas cosas...

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