Parte Tres
Guaridas y resistencias
Echando al intruso
Hay que urdir en secreto,
privadamente,
el modo de echarlos de los predios.
Impugnar la cercanía del intruso
que muerde la sustancia
más propia y anhelada
de los sueños con negligencia de truhán.
Me han herido
cuando el ladrido comienza
y callo porque nadie responde.
Cierro mi libro cuando les veo que llegan.
Mi canto continúo cuando ya están lejos.
Voy al exilio más oscuro, más desconocido,
cuando vienen con quincalla de espejuelos
y trance de alabanza y falsas bendiciones.
12-7-1995
*
El ruido mundanal de las comadres
Te quitaría los sonidos de la boca, la garganta,
la noción de que oyes y que hablas. Sin embargo,
es tan poco lo que escuchas; es tan pobre
lo que dices... que no... ¡mejor quédatelas!
No soportaría muchas chachalacas
y te ahogaría en ellas, al decirlas.
Eres sólo un grajido de rumores,
eco de los gritos de sirenas,
ruido mundanal de tus comadres.
*
La hiena moderna y el zorro eterno
La hiena moderna no hace un ser creador,
no es un ser libre y hacedor como dijo. Sólo devora.
Mi zorro invoca por su parte.
Cada año admite la libertad de su comienzo.
La hiena sabe sólo comer de sus cadáveres.
Se sabe vulnerable ante el terror y el sufrimiento.
Se adelanta a comer primero.
Otros que mueran con hambre.
Pero mi zorro es orgulloso.
Quiere la eternidad para vivir.
Quiere nueva existencia en primavera,
lo puro que se renueva cuando ya todo es
caída, sequía, dolor, pánico en el acontecer,
prohibición, explotación y ultraje.
El invocador cayó en la Historia, pero no cree
en el Todo se vale de los relativismos absolutos
ni en el Ya no hay guía, porque depreca
ante estructuras vivientes, matemáticas,
espirales infinitas de los Tiempos Sagrados,
gestos paradigmáticos de geometría invisible,
puertas hacia la Luz.
No es el camino del Zorro eterno
el de la hiena caníbal que, en la piel del tiempo,
se conforma con carroña, con historia sin proyecto,
con vuelos nocturnos, brujerías que la engaña
con demonios de rondalla...
... cluecas mentiras... puros entes inventados,
rompepoyos del envilecimiento,
cofradías de haraganes, sin espíritu.
*
Nuevos escarabajos
Se trata de mostrar que aquello que es dominado desborda y constituye lo que domina: Jacques DerridaSon subalternos engañados por este devenir
de decadencia; son pedales de gasolina
acelerando la propia permisividad
de sombra / deterioro, luz raída.
Choque aparatoso, aniquilante.
Jactanciosos de estrellarse en el carajo.
Sobrepasan el límite que lee: Jódase
y, ciertamente, se joden, van anómalamente
a la obediencia, no importa un vínculo,
son subalternos engañados
aunque quieran ser excepcionales
(la lucidez hecha estrellitas en el ego).
Son unos pateados en el culo,
masoquistas, narcisados,
por la aviada de una escribiduría
que no es puente para que suba otro
y le ofrezca su mano o su abrazo
o lo que sea.
Estos nuevos coprófagos de ecolalia
tienen su no-existencia, su charlatanería:
son áridos, dispersos, dislocados.
seres de alcantarillas,
sombras de escarabajos.
3-13-2004
*
La Cueva de Cleantes
Cleantes, estoico entre los solitarios,
muele el trigo. Su estampa es triste
en Assos y en Atenas. Amarga es
en el mundo por los siglos.
¿Qué está diciendo el hombre bueno
que habita en la profunda cueva?
¿Qué hogar reclama o tiene
sino el lóbrego mundo y el silencio?
¿De qué vale la vida productiva,
tornada en ese encierro pordiosero?
¿De qué? ... el festejo de la ciencia
que clama ¡civilizo!, doy progreso,
gesto la técnica que conjura tempestades?
¿De qué vale la norma que fija sus ciudades
en costumbres si el hombre está soñando
al lado de la araña y la mabinga,
próximo al escorpión que hiede la miseria,
heresiarca fiel de lo oscuro?
¿Cómo el Himno a Zeus ha de ser gozo
cómo ajusticiar con las fases dialécticas
del canto el orden del futuro?
Solitario está, deprimido, estoico,
en la Cueva de Cleantes, el filósofo.
¿Cuál es la desgracia pergeñada
en el molino de tu pena, sucesor
de Zenón, buscador de catharsis, silencioso?
¿Qué dolor está contigo que me duele?
7-12-1989
*
Los nihilistas
El nihilismo está aquí. Nunca toqué a sus puertas;
ellos sí. Con miserables disimulos y pidieron
que llorase por aquellos extravíados
de alas rotas y evangelio vacío, desmemoriados
que cayeron a tierra (sin el mínimo del ser soteriológico).
Caídos o arrojados, quedaron maltrechos
y burlados sus caballos y el auriga
por la senda del kairós, tiempo oportuno,
y poco a poco se mecieron en olvido,
en pasado destituidor-destituyente
y descreyeron todo, hasta el buen caballo
que alguna vez fueronj, por rom¦nticos.
Ahora son los muy publicitados por su deterioro
y su propio hedonismo, su circo egoico,
su voluntario escarnio. Con gozo discontínuo,
se recompensa el fracasado y el cínico.
*
No prometí paraísos
A ninguno prometí paraísos.
Sólo tiempo, el mejor de los tiempos, Kairós.
Más allá de los huesos pelados y la cal de las tumbas,
sólo invité a vivir, vivan, vivan y regresen
con una meta objetiva, les dije.
Vuelvan al mundo, con cauteloso olvido
de lo-sido, pero sin saldo inmundo.
*
Novus Ordo Seclorum
El nihilismo está aquí, exactamente
entre Marx y Rockefeller, en lema declarado
Novus Ordo Seclorum, en continuum
donde el fundamentalismo prohija sus ladrones
bajo abrigos de coseidad y las sabandijas salen
de los escondites a sumarse al simposium,
maldicen a Darwin, a Marx, a Freud,
mas no son órfico-platónicos, no creen
en nadie, siendo los Nadie mismos y su Don,
no creen en nada, sólo en los alacranes.
No conocen el reino del Ser, no agradecen
la Madre que los nutre, se amarran los ovarios
en el alma, se depilan los chochos
en reinos de calvice, pero ¡qué
discursos universalizantes! son los suyos:
sostén y encumbramiento del dominio de los otros
y el lobo cada vez más lobo para el hombre.
*
Escatológicos
Los nihilistas dijeron que, en medio del combate
del capital y la cultura, serán cuasi felices,
bajo la espesura de reinos de escatalogía.
Aventolados por el luto crecerá su germen,
creador de lo infecto en elcaos de las nociones.
Sea en la universalidad y o en etnias tendrán
sus seguidores, polarizarán los disensos.
Ocultarán las reconsideraciones.
Matarán la historia antes de ellos mismos
convertirse en cadáveres.
Escupirán las sendas perdidas, alternativas,
raíces, normativas despreciadas
del historiarse-humano.
No creerá en Nada ni en Nadie.
*
La nueva ultraderecha
Samuel Huntington pidió que se instinguen
los choques de civilizaciones. La nueva ultraderecha,
docta, fideísta, criminal, mataría con lluvia ácida,
a falta del láser de Luke Skywalkwer.
Crearán las celdas clandestinas, Guantánamos,
campos de tortura, espionajes domésticos.
George W. Bush, Jr. y sus fariseos rezarán
a fin de mentir y arrojar bombas, chantajear,
amenazar y acallantar naciones.
A todo lo llamarán World Security,
seguridad interna.
8-5-1998
*
No habró independencia jurídica
No habrá independencia jurídica, libertad real
ni embeleco que valga, Puerto Rico, sin amor puro
por el fuego que ofrezco. La patria muere en las orillas
de tu playa con piratas subterráneos.
¡Cómo se multiplican! Son una plaga.
¡Extérnalos, sin el olvido del tráfico óntico
que los distribuye y los intensifica en la tarea
de morder tus entrañas! ¡Ensáñate de veras!
¡Velos cual son! Buitres, pirañas, camaleones,
sangüijuelas, vampiros, piojos de La Colchoneta,
aliancistas del imperialismo, barbosistas, pitiyankis
sin querencias, bongoseros de la patria boba
y del extranjerismo, estadolibristas, reformistas
de colonias en pausa, teodoristas mo(s)cosos
de Alianza para el Progreso,
maniquís de vitrinas caribeñas,
novoprogresistas de la ultra Derecha venenosa,
mameyistas, botellas, comisionados residentes
de lealtad mezquina, rosellistas de improntus,
metemiedos carpetistas, ferreístas de museo,
chingaqueditos, milenaristas evangélicos, ultramontanos,
subsidistas del agio, izquierdistas de igualas con fondos federales,
eleccionaristas burgueses de todos los colores y partidos,
maromeros de gofio cultural, retoricistas, rimólogos,
puertorriqueñistas de domingo, con endocrinos déficit,
lesbianas y putólogos de amores escindidos
y lealtad extravagante con el género humano,
olvidadores ad hoc, patea-culos por frívolos motivos,
homofóbicos, machistas, inventores de chupacabras,
boleristas de traición, alegreros de la Macarena, torturadores,
caínes, víboras, mandíbulas de alarde desacralizador,
narcistas, nihilistas profesionales, mi pueblo está en sus manos
y cómo se gozan de comer su destino y devaluar la historia.
¡No sean cobardes! ¡Hipócritas, jupiterinos!
no digan que aman al veedor y le manden el águila
al mártir prometeico, al rebelde hermoso, al ladrón sublime
porque ya está en cadenas como Albizu,
rodeado y bombardeado, preso, atado en arrecifes.
*
Como jigüe de raíces
A los charcos voy,
a Guajataca, a los pozos
del Culebrinas como jigüe
de raíces y juba de trigo.
Tan sólo por ver
que llega y mete su cuerpo
en el canto de las aguas
y del viento, me asomo.
Me baño en su lenguaje burbujeante
y humedezco con mis manos
su pétalo rosado de alegría,
su piel que tiene verbos,
su pelo al que sobran adjetivos.
*
Para desacralizarlo todo
Con el placer demacrado, el dolor viene,
mamparándose en todos los disgustos.
Torcida la noción de Unidad imposible,
en obsesión ante la vil impermanencia
y el Shunyata, la subjetividad ya es mercancía,
o debe serlo y como tal se determina
y niega culturalidades funcionales
y la coronilla sagrada
y la Flor de Loto de mil pétalos.
Ahora claman que el mundo, aquí, el único
que es nuestro con sus balsas menores
de hiyanas, es talega
con inmundos alacranes
y vida nocturna de empresarios
en sociedades permisivas de chantaje.
*
Los antros de la complicidad
Inventaron los antros en complicidad
con lombardos y usureros, esa mousiké
de arañas negras con ponzoñas
que matan al hombre-niño, al niño-viejo
y al proyecto: el Nuevo Hombre.
Alacranes de color céreo, amarillento,
a las hijas de Havvah se acercaron y pidieron
acceso a la Balsa Menor, a nuevos cuerpos,
a sendas que son de musas viajeras de la Dukka
y que úteros llevan adentro,
¡ay! las hijas de Havvah,
robadas como las Sabinas por alacranes
que saben sabotearlas y que las devalúan
una vez que les niegan su alimento.
Cómo maldicen al sol, ahuecan las pinzas
(porque no tienen alas) y se van a lo oscuro.
Desde ahí, por guerra viven, las vigilan
y una vez que juegan a las barajas, se lanzan
a las penumbras, se sumergen bajo las faldas,
rompen el hueso de la luz, el hueso sacro
con que los pastores del Ser hacen sus flautas
y ofrecen un canto conmovido y femenino.
8-5-1998
*
Los alacranes y las hijas de Havvah
Los alacranes (ellos y ninguno otro)
neutralizan a enérgicos, a resentidos.
Legalizan las irreverencias, tocan la flauta,
a cambio de que nada se tenga
como Mallum prohibitum, manzana de discordia,
tabú, fruto prohibido, ¡ay! las hijas de Havvah
son para la noche del stop-club, son para mascar
en el centro vientre, romper sus hímenes y despojar
las pensiones de los Woopies
con estos simulacros de misericordia y amor
(lujuria y sexo), venderlas, esclavizarlas;
¡ay! en el antro-mundo.
El alacrán (ellos y ninguno otro)
clavan el aguijón, pican con el lema:
«Todo está entre nosotros maldito».
*
Pertenencia
Tú, fiera del gruñido que se oye,
eres más que leona con aliento,
más que onda sonora y que palabra,
más que el gesto.
Te oigo en las hojas celosas de tu paso.
Eres un zumbido de silencio.
En la maleza hoy descansas.
Tu energía se reposa con ojos cerrados.
¡Qué satisfecha estás, hembra,
del zorro y la gacela,
compañera del tigre,
cómplice del puma
y el leopardo!
¡Qué mansa eres
con la estrella del instinto!
Te olisco en la distancia
y me conforta tu aroma.
Uno para el otro
somos sin palabras.
2-2-1978
*
Orientación
... guided fantasy are useful shortcuts
to intuitive knowledge that is usually unconscious
or ignored: Phyllis R. Koch-Sheras, Ph. D.
Por los rastros del zorro,
visualizo el alarido,
su temor que estremece.
Lo hallo en las palabras de la bruma
y enciendo mis ojos como llamas.
Sé la dirección por la que llega,
su avance-resuelto y mi paso
en vela se cuida de otros pasos.
La interpretación de lo visto
se pondera como un como
y divisa lo necesitado,
no a la mano.
13-4-1975
*
Como un prieto buey
Ninguno me ha querido conocer.
De casta aparte soy, prieto buey.
Hijo del dios visible, Kynikos.
¿Por qué torturan mi imaginación?
Soy la santidad, en rutas del agua
vertida en vida, en ser, en entidad.
Dulce y jugosa mi sangre es.
Como el árbol, crezco
y mi raíz es profunda
y hay más paz en mi sombra
que en las suyas, dejadme al menos
pasar hoy y no me vayan a golpear, no.
La autodefensa me atrae,
pero prefiero la tranquilidad.
*
El hemisferio en crisis
... pero, mira; el desastre,
voy a decirlo a tu oído mágico-sagrado:
J. P. Morgan, de Wall Street,
llevó a la quiebra el gran sueño
de Ferrocarriles Nacionales Mexicanos,
tal como soñaba Juárez y Romero
y William Palmer; se apropió de la industria
y se fundó el fracaso,
la bancarrota, el lamento...
Perú está a merced del saqueo
de una oligarquía directa de banqueros
de Londres y las líneas ferroviarias
de Meiggs, por tí, recomendadas,
apenas entraron a los Andes;
todo sueño de progreso está en suspenso
de México a Perú, de Brasil a los Andes
y, ¿qué quedó, viejo zorro?
ataques financieros del imperialismo,
desequilibro económico
y un escupido final de Teddy Roosevelt
en tu cadáver Zorro santo.
A J. P. Morgan dio
el monopolio de las industrias
del acero, los ferrocarriles
y las plantas eléctricas
y, peor aún, el Corolario
de la Doctrina Monroe:
la democracia del dólar,
el derecho a invadir cada nación
del hemisferio a voluntad
y cobrar deudas y vidas...
sí, Viejo Abraham,
y matar a los zorros...
3-2-1999
*
La Mano invisible del Manotas
Y con la Mano Invisible
(¡ay, del neocátaro Manotas)
hurtaron y perfeccionaron la usura
y tradujeron al inglés la Biblia
y supo el lego y el letrado entonces
cómo se han de burlar los Mandamientos.
Herederos del Partido Veneciano,
cónyuges tal por cuales, compinches
de brutalidad normando-veneciana,
se acostaron con las golfas tochas
de la calle, con reinas matreras
del castillo pasaron la noche;
pero a las pulgas de la rata
a la casa atrajeron,
a la piel se les pegó como ácaros
en busca de alimento.
*
Retrato del lupanar
Elizabeth I, futura Reina Vírgen,
nació con genitalia deformada
y con diente pudrido asomado
a su boca y el mal aliento
de su padre, Enrique, como cédula.
Y pecosa fue en los pechos y las nalgas
como la reina puta y bruja, La Bolena.
Y queriendo aún al hijo-varón,
su deseado, clon-posible
del Hombre Nuevo de San Pablo,
a diez días de haber matado
a la putísima se casó
con Jane Seymour
quien le dio el hijo del misterio.
Antes de echar el hacha asesina
al cuello de Catherine Howard,
aborreció a Ana de Cleves,
ejecutó a Cromwell, su Primer Ministro.
Howard tuvo dos amantes,
tal para cuales, antes de casarse
con el Papa anglicano y Defensor de la Fe
en los tiempos de Wolsey.
*
Una ménade blasfema
Contrario al alacrán que por la noche maldice
y que en la penumbra mata y se procrea
con los gozos de la Sociedad Permisiva
contrario a él que estimula
la alada avispa social y daña lo mismo
que la falta del pan diario.
Ella, en la iracundia bohemia, cumple su parte.
Es una ménade en el antro de nudistas
y pornógrafos; bajo luces, ejecuta su desgarbo
de alegría. Su panal de hiel lo anida
o coloca a los cuatro vientos la alada avispa.
¡Es tan chismosa! Y orugas de abrazo
no permite ni arañas de posibilidad deja vivas.
A vuelos de mariposas las obstruye.
Blasfema a la luz del día.
Y no tiene mejilla en su diestra
con qué santificarse ni una garganta
o puerta para acceder al divino Ser,
vivo y concreto, que a la derecha
su nombre besa en la mejilla.
No fecundan los huevos; pero...
del macho, zanganote, se alimentan
en un apartadijo afótico, de miedos y rencores.
4-7-1990
*
Los chupasangres
La propaganda del Orden Apolíneo existe.
Desde el comienzo de la historia, los llamó
al sacrificio. Al trabajo, a la obediencia, al deber,
al pago una vez al año.
La espinita se saca sin dolor cuando el partido
les convocan al paseo. Cada año
se premiará el buen esfuerzo
(explotación renal: la cura de la espina).
En el Carro de Febo, uno solo manejará,
el más sabio, laborioso y apto; pasajeros,
pocos van a poder viajar al paraíso,
«pero trabajad, trabajad sin descanso».
*
visualizo el alarido,
su temor que estremece.
Lo hallo en las palabras de la bruma
y enciendo mis ojos como llamas.
Sé la dirección por la que llega,
su avance-resuelto y mi paso
en vela se cuida de otros pasos.
La interpretación de lo visto
se pondera como un como
y divisa lo necesitado,
no a la mano.
13-4-1975
*
Como un prieto buey
Ninguno me ha querido conocer.
De casta aparte soy, prieto buey.
Hijo del dios visible, Kynikos.
¿Por qué torturan mi imaginación?
Soy la santidad, en rutas del agua
vertida en vida, en ser, en entidad.
Dulce y jugosa mi sangre es.
Como el árbol, crezco
y mi raíz es profunda
y hay más paz en mi sombra
que en las suyas, dejadme al menos
pasar hoy y no me vayan a golpear, no.
La autodefensa me atrae,
pero prefiero la tranquilidad.
*
El hemisferio en crisis
... pero, mira; el desastre,
voy a decirlo a tu oído mágico-sagrado:
J. P. Morgan, de Wall Street,
llevó a la quiebra el gran sueño
de Ferrocarriles Nacionales Mexicanos,
tal como soñaba Juárez y Romero
y William Palmer; se apropió de la industria
y se fundó el fracaso,
la bancarrota, el lamento...
Perú está a merced del saqueo
de una oligarquía directa de banqueros
de Londres y las líneas ferroviarias
de Meiggs, por tí, recomendadas,
apenas entraron a los Andes;
todo sueño de progreso está en suspenso
de México a Perú, de Brasil a los Andes
y, ¿qué quedó, viejo zorro?
ataques financieros del imperialismo,
desequilibro económico
y un escupido final de Teddy Roosevelt
en tu cadáver Zorro santo.
A J. P. Morgan dio
el monopolio de las industrias
del acero, los ferrocarriles
y las plantas eléctricas
y, peor aún, el Corolario
de la Doctrina Monroe:
la democracia del dólar,
el derecho a invadir cada nación
del hemisferio a voluntad
y cobrar deudas y vidas...
sí, Viejo Abraham,
y matar a los zorros...
3-2-1999
*
La Mano invisible del Manotas
Y con la Mano Invisible
(¡ay, del neocátaro Manotas)
hurtaron y perfeccionaron la usura
y tradujeron al inglés la Biblia
y supo el lego y el letrado entonces
cómo se han de burlar los Mandamientos.
Herederos del Partido Veneciano,
cónyuges tal por cuales, compinches
de brutalidad normando-veneciana,
se acostaron con las golfas tochas
de la calle, con reinas matreras
del castillo pasaron la noche;
pero a las pulgas de la rata
a la casa atrajeron,
a la piel se les pegó como ácaros
en busca de alimento.
*
Retrato del lupanar
Elizabeth I, futura Reina Vírgen,
nació con genitalia deformada
y con diente pudrido asomado
a su boca y el mal aliento
de su padre, Enrique, como cédula.
Y pecosa fue en los pechos y las nalgas
como la reina puta y bruja, La Bolena.
Y queriendo aún al hijo-varón,
su deseado, clon-posible
del Hombre Nuevo de San Pablo,
a diez días de haber matado
a la putísima se casó
con Jane Seymour
quien le dio el hijo del misterio.
Antes de echar el hacha asesina
al cuello de Catherine Howard,
aborreció a Ana de Cleves,
ejecutó a Cromwell, su Primer Ministro.
Howard tuvo dos amantes,
tal para cuales, antes de casarse
con el Papa anglicano y Defensor de la Fe
en los tiempos de Wolsey.
*
Una ménade blasfema
Contrario al alacrán que por la noche maldice
y que en la penumbra mata y se procrea
con los gozos de la Sociedad Permisiva
contrario a él que estimula
la alada avispa social y daña lo mismo
que la falta del pan diario.
Ella, en la iracundia bohemia, cumple su parte.
Es una ménade en el antro de nudistas
y pornógrafos; bajo luces, ejecuta su desgarbo
de alegría. Su panal de hiel lo anida
o coloca a los cuatro vientos la alada avispa.
¡Es tan chismosa! Y orugas de abrazo
no permite ni arañas de posibilidad deja vivas.
A vuelos de mariposas las obstruye.
Blasfema a la luz del día.
Y no tiene mejilla en su diestra
con qué santificarse ni una garganta
o puerta para acceder al divino Ser,
vivo y concreto, que a la derecha
su nombre besa en la mejilla.
No fecundan los huevos; pero...
del macho, zanganote, se alimentan
en un apartadijo afótico, de miedos y rencores.
4-7-1990
*
Los chupasangres
La propaganda del Orden Apolíneo existe.
Desde el comienzo de la historia, los llamó
al sacrificio. Al trabajo, a la obediencia, al deber,
al pago una vez al año.
La espinita se saca sin dolor cuando el partido
les convocan al paseo. Cada año
se premiará el buen esfuerzo
(explotación renal: la cura de la espina).
En el Carro de Febo, uno solo manejará,
el más sabio, laborioso y apto; pasajeros,
pocos van a poder viajar al paraíso,
«pero trabajad, trabajad sin descanso».
*
Carlancas
1. El folclor que yo respeto es el que honra mi animalidad, esto es, mi zorrez, mi doble, o mi guenda. Dicho poéticamente, mi zorrez significará vitalidad y resistencia, poder y sigilo.
2. Entanto tenga consciencia a partir de la carne y mis huesos, tendré la memoria latente del animal que somos. Yo bendeciré a mi bestia.
3. Si la educación servirá para algo iiluminador y conscientivo que sea para reconocer cuando, o por qué, o si es cierto que la inteligencia animal dejó de ser útil.
4. Las exaltadas subjetividades nos acercan al animal bravo y violento; las profundas, al animal tranquilo.
5. Todo que lo que castre a un animal. o lo acose o provoque en aras de asesinarlo, debe ser considerado lo que llamamos «civilización».
6. Si la cultura fuese zorruna, en el sentido poético de amparar la vitalidad y abrir los prospectos de resistencia al hombre, yo amitiría públicamente la plenitud de mi zorrería y podría ser el más sociable de los hombres.
7. En las condiciones que valoro, presentes en mi ambiente, el zorro me enseña lo que ya no puede el hombre.
8. Lo mejor de mi soledad es zorruno. Y es ética en sí y para sí.
9. El zorro, si cumplió bien con su gramática parda, una vez que medita, muerde.
10. Callar es una forma de saberse con los dientes molidos a palos y ser cómplice, una modalidad de anemia moral.
11. Cada vez que me siento valiente, en lo más oscuro de la condición humana que amenaza, el silencio de un zorro me anima.
12. Las valentías públicas son más alarde que consciencia.
13. El callar del zorro es más profundo que la cultura parlanchina.
14. Para conocer el guenda, o ese animal que somos, hay que sentirse rechazado y verse en el espejo de cada criatura amenazada o en peligro de extinción.
15. A menudo el ruido de los poetas tiene poco que ver con poesía, así como el ruido de los educadores, poco o nada con la tarea de hacer el mundo vivible y cognoscible.
16. Más vale la grámatica parda del hombre zorruno que el intelecto de los nihilistas posmodernos.
17. Si soy zoolátrico, es por gratitud. Mas honestamente dicho no soy zoolátrico. Sólo observador.
18. A muchos de los animales domesticados los sojuzgó por siglos nuestra propia maldad y para conveniencia dominialista.
19. Mi zorrez no me pertenece como una cosa. Es memoria de amistad pura e indomesticada. Viene a decir que resista y, si es necesario, que muerda.
20. Nunca pedí una mascota. Yo tenía un zorro dentro.
21. No sólo en la infancia, durante la vida entera, uno necesita un zorro. Si los niños, en cualquier rincón del Tercer Mundo. volviesen a orar pidiendo el fin de atropellos y el castigo a los explotadores, como cuando se escuchó a los niños de Tebas, los dioses enviarían su versión del zorro Teumesio, el incapturable.
22. La infancia es el tiempo de prueba para la zorrez; en necesidad de sucesivas y pequeñas victorias en las pruebas, se me armó de carlancas.
23. Como ciclo inicial, la infancia nos embellece con dulzura e indefensión. La belleza es un collar con pinchos, hirientes e inhabilitadores para el depredador, alrededor del cuello de la víctima. Una carlanca.
24. Si a la mansedumbre se domestica, como se domeña al perro para que obedezca, la dulzura se pierde.
25. Todos hemos vivido la desagradable sensación de estar indefensos y recibir el primer trago amargo que nos lacta. No siempre viene una bicha apiadante a darnos de su leche más dulce en los derredores de las colinas de Roma.
26. Para protegerme de los depredadores, el zorro me puso una carlanca en el corazón.
27. ¿Quién es el ser más depredatorio sino el hombre?
28. A la edad de 8 años, en la Escuela Ramón María Torres, dos zorritas curiosas, meras cachorrillas, quisieron divertirse con mis vulnerabilidades. Una me metió su dedo del corazón en la boca, con un gesto humillante. «Este es un niño bobo», dijo. Mas, antes que lo intentara otra vez, el zorro me había puesto una carlanca y se hizo zorrera en mi corazón y la segunda vez, el dedo de ella salió corrido de mi boca con pánico. El zorro me dijo: «Múerdela» y lo hice. «Que nadie te vea la cara de pendejo dos veces».
29. Un día, sin tu permiso, te meten el dedo en la boca; si lo permites como burla de tu dignidad, mañana puede que te metan el dedo en el culo.
30. Tarea de poeta: elaboración de carlancas.
31. En antaño, carlanco equivalía a lobo selvático y agresivo.. Cuando más temible que el lobo es ya el hombre mismo, una lobera es una protección, no contra los lobos, o los cánidos depredadores. La carlanca o lobera es la protección contra los hostigados, su virtud y su vitalidad. Las carlancas mientan la resistencia en defensa de los buenos instintos que sofoca el hombre con su civilización.
32. Tengo una lobera por espíritu y una carlanca por canción.
33. Del viejo folclor egipcio, no queda un animal o entelequia capaz de comunicarse con ángeles o demonios. O el Thaloc, que roba robar alma humana, es una civilización petrolera. De la vieja Europa precristiana, ya no hay adoraciones durante los solsticios de primavera e invierno para el zorro. Hay aniquilamientos en nombre del dominio de un Don Nadie más bestial que los perros más bravos y los zorros más sagaces. Los dioses de los bosques, montañas y verdes praderas, ya no tienen aliados humanos. Se ha dejado de creer en la fertilidad y sólo hay dioses de la ganancia y el estupro hedónico y consumista.
34. Cuando escuchen truenos y relámpagos, digan el poeta, como un zorro de fuego, se acerca.
35. En las noches, mis ojos brillan como auroras boreales.
36. La única mujer peligrosa y seductora que daña al género humano no una zorra ni un zorro que se transforma en ella; es la mujer humana que daña al hombre-zorruno.
37. Hay una prostitición colectiva que en nada concierne a un zorro: el instinto de manada de casi todas las bestias. A diferencia de los casi todo los cánidos y de los seres humanos, los zorros rehuyen las manadas. Son solitarios al cazar su alimento y su presa.
38. Un hombre genuinamente solitario, precavido ante sus semejantes, es más zorro que hombre.
39. En el capitalismo, la inmensa mayoría de los seres humanos se adapta como mascota a la burocracia, la forma de manada más sofisticada.
40. Cuando te inviten a las manadas, ténlo por seguro, te exhortan a tu aniquilación. Te entrampan.
41. El único partido en que creo es mi fenotipo. La única tradición, la de Faustolo.
42. Ningún zorro, que se precie como tal, se alimentará del alma de los seres humanos. Esos son cuentos chinos. No lo hará ni por extender su breve vida más allá de los tres años que dura. Bendita sea la zorra-madre que lo parió y la cautela zorreada que lo salva. El no necesita nada más.
43. El lenguaje de un zorro-poeta tiene su propio pantano nutricio y forja sus pezuñas con sus pisadas de vulpeja. Estas son sus verdades y la arcilla de lícuos pezones, su sustento.
44. ¿Quién te coloca al cuello una carlanca protectiva? Díme quién te da el verso, si no es quien te ama...
45. Cuando sales del territorio natural de tu pantano nutricio, prepárate para conocer la hostilidad, la burla, la intolerancia y la escasez.
46. Bendice tu zorreada en la cercanía de tu pantano, aunque huelas a zorrillo.
47. Más vale el perfume de lo propio, que la exquisita sobaquina de los extraños.
48. Hay una mansa dulzura en la indefensión cuando te acuna quien te ama.
49. Bendito sea el ser salvaje que me da naturaleza. Y la cueva entre malezas que llamé mi casa y el olor de pelambre, que he llamado mi refugio.
50. El rostro de lo bello nos los dio la mansa dulzura de la indefensión; pero, a menudo. Dulzura e indefensión se van con los años y la ausencia. En el peor de los casos, queda la indefensión.
51. Cuando no tienes a qué llamar casa o madriguera, quedas en manos de extraños. Tu cotidianidad se vuelve indefensión y vulnerabilidad.
52. Extraño: El que desfigura tu belleza y no siente por tí ninguna simpatía.
53. Depredador: El extraño que te extingue.
54. Los gozos no son promesas verbalizadas. Son triunfos de la maña sobre el músculo.
55. Ser lobo es tan fácil. Los músculos y la violencia te facilitan el camino a la sobrevivencia. Entre los depredadores, junto al león y al tiburón, pueden jactarse de su omnipotencia; pero, la victoria que depende de sabiduría, habilidad e ingenio, es zorruna y tiene su proceso peculiar, que no es el mero ataque sangriento ni la complicidad en manadas.
56. Poder: El disfrute de la autenticidad.
57. Instinto: Armonizarse con la carlanca protectiva.
58. Sigilo: Preservar la carlanca.
59. El problema de las bestias es que cualquier rival depredador las engaña, accediendo ellas a que les pongan un cascabel como estrategema para devorarlas, domesticarlas y sujetarlas a esclavitud.
60. ¿Quién pondrá el cascabel gato? Que la carlanca que pongan no sea manifestación visible, cualquiera sea el genotipo. Mantén y cuida la carlanca en invisible silencio. Que sepan de su morfología observable; pero no de sus propiedades bioquímicas. Evita al que explora en la fisiología, con mano intrusa y ház tu comportamiento impredecible.
61. Carlanca: En un determinado ambiente, los cazadores dominialistas están pendientes a cada expresión del genotipo y si husmean el fenotipo del zorro negligente, como el de cualquier otra bestia, la tendrán en sus manos agresoras.
62. Es inevitable que se conozcan los rasgos físicos; pero una carlanca fenotípica es también la conducta. Cuídala como a un tesoro. Proteje la oreja y el cuello de cualquier cascabel. El hombre tatuado y cascabelero es prácticamente un castrado.
63. Haz tu espíritu como una carlanca: enzima que nadie observa de tu fenotipo.
64. Guárdate los secretos como la identidad de tus alelos. Sé mágico y polifénico en la medida que puedas. Los castrados, plenamente identificados por sus fenotipos, no tienen gramática parda. Escribe sus textos predecibles en el ambiente de sus adversarios y el ego social los atrapa.
65. El rostro de lo bello que hay en tí lo da la mansa dulzura de la indefensión; el tesoro callado de tu fenotipo. Si una bicha zorruna te dio las carlancas, no dejes que el bisturí del castrador, o el pincel del tatuador, te rotule. Tener un cascabel al cuello y la muerte del gato.
66. Un zorro sin carlancas es un zorro genotípico. Un Don Nadie.
67. Por desgracia, ya no abundan los hombres zorrunos. Los fenotipos de los zorros son productos observados y extendidos. Hoy el astuto y el inteligente carece de magia. Se mezcló con la manada de los entes genotípicos. Ya no es viajero en las sombras del crepúsculo. Hay cualquier listillo se llama Zorro y niega el pantano nutricio y a la madre zorra que lo parió.
68. La poesía de la conformidad suele ser un pastel muy decorado, con muy poca dopamina por azúcar. Un producto pegajoso. Con razón, hay tantas moscas sobre él. Y los presuntos sagaces son zorros en el banquete.
69. El zorro verdadero prefiere alimentarse de un saltamontes.
70. En un pastel decorado, con el nombre de poema, se oculta un rata pudrida.
71. ¿Quién prefiere una rata saprógena por alimento si la puede cazar viva y comerla fresca?
72. La decadencia del zorro comenzó cuando fue llamado el «gran intermediario» entre el mundo de los espíritus y el mundo material. O comunicador entre las almas de los vivos y las de los muertos. No. Lo disuelto que vaya al polvo y que la relación nutricia sea viva y fresca. En el mundo de los vivos, olvídese de los muertos: en cuanto son la carne disuelta.
73. La fama de listillo necesario se consumó como símbolo el de la vida salvaje y la diplomacia.
74. Está bien que el hombre sea ágil y encantador en la selva verdadera; pero en la selva de la civilización, si el hombre es zorruno, la diplomacia es una trampa y lo encantador una debilidad del carácter.
75. Maniobrar en la oscuridad, o en las horas crepusculares del amanecer, ¿para quién es útil cuando se va en compañía de una manada de depredadores y se le ha vendido a ella el alma por monedas?
76. El espíritu, cuando se escapa, por su propia dicha, hacia construcciones intelectivas, necesita de un jalón de cuello.Un párale. Y siempre no los da una bestezuela profunda, una bella criaturilla del aliento, que son como raíces naturales que avisan que caminamos juntos. La idea es que comparte esa dicha con el mundo, con las cosas / personas / criaturas sustanciales, que nos dan el cimiento. Yo tengo un zorro dentro, o lo que es igual, su carlanca protectora.
77. Si algo mi zorro se roba y depreda son las distracciones. El zorro es el educador profundo que pide atención y alerta. Para completar cualquier misión que tenga el hombre, cuando quiere ser bueno y útil, vea su bestezuela desde adentro. Evite al distractor intruso. Si no se va, muérdalo.
78. ¿Que hay un espíritu maligno llamado Kyûbi o Zorro de nueve colas? ¿Que Naruto lo tiene dentro de sí? Sabrá Naruto y su autor que del zorro que hablo, como dentro de mí, él sabe poco. No hay vícunculos. Tampoco creo en Zorras con dos rabos. Estas son las distracciones de los que creen en fantasmas intrusos, embelecos de la necrofilia.
79. La Naturaleza, o sus pantanos nutricios, son los que ponen límites a la fantasía y creo que hay criaturas esencialmente nocturnas, alma de zorro, por ejemplo; pero, ¿qué necesidad real hay de un zorro / kitsune / de nueve colas? ¿O de un hombre con diez penes en la espalda y otros tantos vulvas en el estómago o las rodillas?
80. En el furry fandom, todo capricho se elucubra. No en la naturaleza.
81. En mi experiencia, mi presa es un poema que puedo cazar en la soledad.
82. La técnica de salto sobre el poema la aprendí desde edad muy temprana, pero, perfeccionarla, me ha llevado a estrellarme de pecho sobre la palabraría.
83. Una intuición es la capacidad de aprehender y matar a una presa raudamente. Sólo puede ser veloz en la soledad. Demasiada luz deslumbra y enlentece.
84. Por fortuna, me puedo identificar con un zorro. Para ser, lobo, chacal o un perros de caza son demasiado pequeños.
85. Prefiero comer frutas y bayas a clavar mis dientes sobre mi prójimo; pero no renuncio a morder en defensa propia.
86. Hocico fino mis labios para el poema; espesa cola, mi memoria y collar con pinchos o agujas punzantes para evitar los mordiscos, mi carlanca fenotípica, el acervo.
87. Más vale maña que fuerza; más vale zorro que matarife armado.
88. Más vale zorro flaco, que mastodonte idiota.
89. Aunque mi primo sea un coyote (que pueda cruzarme allende a mi fronteras); prefiero viajar solo que mal acompañado.
90. En un hemisferio en crisis, los coyotes son los banqueros de Londres y las líneas ferroviarias de Meiggs que han entrado a los Andes. Todo sueño de progreso que pueda tener un zorro queda en suspenso por acción de su primo, el Coyote listo del imperialismo.
91. Zorrez, como sana sabiduría animal, es una consciencia de que somos una vasija biológica que lo contiene todo. Esta totalidad es una unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo.
92. Quien no cree en «interrelaciones perfectas», más que un realista, es un pesimista. Los pesimistas no formulan ni inventan nada nuevo y no olfatean la pista la verdad. Una verdad que es simple: el mundo de la recepción ilimitada.
93. Para comprender la lucha por la supervivencia, hay que entender el sentido de lo creado, de lo que está contenido en la vasija que somos. Somos vida que desea recibir placer. Todos los zorros son hedónicos.
94. Contener es ser vasija: Maravillosa metáfora es el Kli hebreo. A la vasija suele llamársele Adam HaRishón, alma viviente, creada expresamente para el Deseo de recibir placer por quien lo otorga de manera infinita.
95. Vivimos en un mundo de supervivientes, es cierto. Hay, sobre todas las hambres, entre las almas famélicas, carencia del deseo de infinita recepción. La mayor parte de los seres humanos son anti-hedónicos, carroñeros, poquiteros, migajeros, apáticos y parasitarios. No en balde buscan la manada, que es la más míope visión de solidaridad de grupo.
96. En la Tradición de Faustolo, me dijo la intuición zorruna, hay uno que se ríe despectivamente de la vasija sagrada (el alma, Kli) de las interrelaciones perfectas en el proceso de Deseo. A éste podríamos llamarlo el puteador.
97. El puteador cava un pozo («puteus»), hueco sin agua y entra a él para ultrajar a su víctima, depredarla espiritualmente. En los pozos o fosas de los antiguos esclavistas, el principal puteador era el dueño del pozo, el Cavador y, entanto que propietario, entraba gratuitamente a satisfacerse con el castigado, sea con azotes o con sexo. La relación entre un prisionero y el dueño o arrendador del pozo de escarmientos o de placeres mezquinos es una relación de puteo.
98. La manada es el pozo donde se echa al zorro. Toda manada es, en su esencia, carcelaria y prostituyente. La Tradición del Puteador es la manada y el jefe de la horda sanciona al disidente, no sólo privándolo de escape en el foso («puteus»), sino golpeándolo o cometiendo actos de lascivia en su víctima.
99. En el origen de toda desesposesión, hay una risa envidiosa.
100. Cuando Rómulo y Remo crecieron, conocieron a un Puteador, el cruel Amulio, tras un viaje a Albalonga, quien tenía secuestrado y cautivo a su abuelo. De regreso a los deltas del Tíber, fundaron lo que hoy se llama la Ciudad de Roma. Fue un hecho acaecido 753 años antes de Cristo.
101. Remo no pudo medir la periferia de una nueva ciudad, como hizo Rómulo en la Colina Palatina, basándose en la multitud de pájaros. El envidió la iniciativa de su hemano y se burló de las marcas fronterizas que daban perímetros a la futura ciudad. Esta fue la razón para que Rómulo lo matara, estableciendo el dictum: «Quien insulte el nombre de Roma que muera».
103. Este evento, envidia que a Remo mata, también es una parábola de desobediencia. Las órdenes que Rómulo diera fueron muy específicas. Un decreto contra los transgresores. Sin su permiso, nadie debía pasar o establecerse en la nueva Ciudad; pero el alma puteadora de Remo creyó que no hablaba en serio y que sería posible transgredir a gusto. Entonces, el Rómulo zorruno lo mordió, aniquilándolo.
104. En la actualidad, ¿cuál es la Colina Palatina de quienes nos sentimos amamantados por una bicha, la hembra zorruna, tal cual Rómulo y Remo en las leyendas? La Vasija. El alma que es capaz de constituirse con unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo. Mas nuestra Roma en la colina, aún sagrada, es un proceso que Rómulo con su crimen enturbió. Aún así, el valor simbólico de lo que hizo tiene un mérito: echó al intruso.
105. En la risa envidiosa del hermano (Remo), que no pudo fundar una ciudad, pero se mofa con transgresiones a la Ley / el trámite de entrar a Roma y habitarla, debe contar con la autorización del fundador, están representados todos los intrusos. La Roma de la leyenda es socio-sicológica y, en rigor, en el nivel más ptofundo de lo social, símbolo del alma.
106 En la Tradición de Faustolo, el hermano insolente se convierte en el intruso. El arquetipo esencial se perfecciona con el Puteador. Rómulo actuó a prisa ante éste; pero él pudo haber sido el asesinado porque la envidia es germen de violencia e intrusión. No es una simple carcajada.
107. Así como la guerra es una depredación sin control de unos contra otros, la intrusión individual es el germen del adversario, el que desafía sin mérito. Como adversario, el intruso puede ser dos cosas: un cómplice del puteador, individual o colectivo, o el puteador mismo.
108. Los puteadores son predatorios. De hecho, entre todos los animales, el más predador es el hombre; pero, como enseña la Tradición de Faustolo y que me comunica mi zorro interior, la actividad predatoria más sacrílega es aquella praticada contra la esencia misma del Alma:, que es el Deseo.
109. Desgastar ese Deseo es más infame que matar. El dolor moral es, igualmente criminal, que la supresión física.a modalidad predatoria que mortifica a un zorro es la que daña esa unidad biológico animística que el alma tiene. Los útiles de uso cotidiano, si se rompen o se destruyen, se tiran. O se rehacen; pero las mutilaciones espirituales y morales son difíciles de reparar, porque lo que se daña es un vínculo del alma con todos los elementos del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra).
110. El puteador desacraliza no sólo la ciudad de Roma, sino sus plantas, animales, árboles, etc. Cava agujeros en el Alma. Es como una carie inflama la raíz del diente y lo destroza. Como horadación en un tonel de vino es la fechoría del puteador.
111. El puteador poda tus árboles. Asiste a todas las podas; pero, para deforestar y dejar estériles tus bosques. De hecho, hay más nobleza en el significado latino de «puta» (esto es, del que derivamos «poda») que en las putadas del puteador.
112. El puteador, agujerador de tu vasija, antes de hacerlo, se roba tus protecciones. Quita de cada perro, o cada animal, sus carlancas; pero, a esta altura del símbolo del alma, estas carlancas son collares espirituales, no meros articulejos de fierro. Y una vez, cuando la víctima está en medio de manadas, sin sus carlancas de protección, mayor es el riesgo de que el puteador lo tire a uno de los fosos que ha cavado.
113. El puteador nos quiere en el pozo. En puteus, desnudos, friolentos, hambreados, podemos ser como la «putta», o chicuela callejera, que lo divierta. El puteador suele ser laxo e irrestricto en materia de agujeros, ano de zorra o de zorro le da lo mismo.
114. Si has pasado por el «puteus» y allí han caído los puteadores a sacar ventaja de tí, a la salida, serás un gato ornado con cascabeles con los que los ratones se divierten. Harán la burla, o caricatura, en los Estudios Disney.
115. En un la sociedad panóptico-disciplinaria moderna, el puteador es el domesticador de toda fiera, siendo la fiera misma. Es el Hombre-Bestia que Thomas Hobbes llamara el Lobo que, siéndolo, es lobo para sus semejantes. Homo hominis lupus est.
116. Por todo lo dicho, en las condiciones de aprovechamiento económico del cuerpo, una vez se ha domesticado, se apertrecha el Lobo.
117. Considerados como a priori histórico de nuestra época, Rómulo y Remo se separan afectivamente al surgir la Ley / Roma es sagrada y castigo a su desacralizador / y se convierten en paradigmas de leyenda en la historia de las actitudes. Cuando ambos eran hermanos en actitudes, uno no presentó la actitud lobuna ante el otro. Les mancomunó el deseo de recobrar la libertad del Abuelo, pese a que ya existía la apropiación política de los cuerpos, previar a la utilización económica de los mismos.
118. Edificar una Ciudad Sagrada es un esfuerzo por invertir la misma palabra Roma, convirtiéndola en Amor, a fin de volver a una ética originaria. Ni aún en la lógica e inferencias de su mito, Rómulo es quien inventa la anatomía política del cuerpo. El sistema de sujeción, que convertía al cuerpo en instrumento predecible y manejable con fines económicos, ya existía.
119. En la Tradición de Faustolo, fue el modo de producción esclavista el que desencadenó la apropiación de las personas. Este modo de producción esclavista es el que encumbra al Puteador, al cavador del puteus de deshonra. Más tarde, el feudalismo despótico estableció el sistema de castigo corporal que subsistirá en el modo de producción mercantil que instituye los trabajos forzados y en el modo de producción capitalista que impondrá el sistema disciplinario.
120. Entre los objetivos que el Cavador de Deshonra desearía subvertir, en el 'acaecer de la mala conciencia' (Nietzsche), siendo que es un resentido, es su propia admisión de culpabilidad y mofa. Rómulo, su hermano, se convierte ante Remo en un acreedor que le acusa y ante el que siente culpa. Esta envidia será la fuente de su violencia.
121. Mas en la Tradición de Faustolo, el Cavador-Puteador no produce un crecimiento orgánico en el interior del hombre ni un catalizante racional que sirva a alguna necesidad histórica. Los Remo(s) del Mundo son perpetuadores de simulacros y verdades instituídas, cada vez más desgastadas. El lobo y los perros (aún los domesticados) continuarán como los enemigos mayores del Rómulo-zorruno y lo que éste tiene de astucia.
122. Los puteadores entran en la Fiesta de los Niños y rompen las piñatas que se confeccionaron para ellos. Mas como intrusos no tienen otro gozo que frustrar la alegría de los niños. No esperan que de las piñatas caiga una lluvia de dulces o regalos. Entran obsesivamente donde no los llaman porque cada piñata que golpean a palos representa la ideología que odian: «el proceso del Deseo», del Otorgamiento en la medida de la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»).
123. Cuando los puteadores golpean las piñatas, golpean las Vasijas sagradas (el alma, Kli) y esencia de Aviut.
124. En el acaecer del acontecimiento de la Bestia con subjetividad, capaz de exhibir cierta sabiduría, como el anhelo de ética originaria, se centra Rómulo, el legendario fundador de Roma.
125. No habrá ética originaria sin la hazaña iruptiva de precomprensión del Alma, o Neshemá. Nietzsche, uno de los Zorros que admiro, dice que esta tarea comienza como una «disgregación, azar, coacción, o separación o vilentación». La voluntad crítica, la visión de la contradicción, el desprecio por lo sacrílego y la posibilidad de la belleza, surgen con la violentación ante la contradicción, de este modo es que se construyen los valores.
126. Puede que ésto parezca cruel: Rómulo asesina a su hermano envidioso, así como en las leyendas cristianas, el hermano envidioso (Caín) mata a Abel. Nietzsche dice algo escalofriante, si no lo entendemos: «Hasta el placer del abnegado reposa en la crueldad. Pues únicamente el placer del propio maltrato puede generar el valor del no-egoísmo o, dicho de otra manera, el altruismo como valor positivo».
127. Si viese que en la historia se operan cambios sin lucha o sin resentimiento, sucede por excepción. El dolor es siempre la constante. Por fortuna, o para menor vergüenza del hombre, el que sufre perdona y el más fuerte entre esos perdonadores, pulsa el cambio con un ejemplo de martirilogio.
128. Mas no se puede ser mártir sin una precomprensión del mensaje de la Vasija y el proceso del Deseo / Deleite. El mensaje de la vasija es tan simple y a la vez profundo: En Kli se configura un diseño de recepción de placer.
129. Tanto Deleite está configurado en tí como tejida está tu voluntad por Deseo con tu entorno.
130. El Puteador confunde la voluntad de Deseo con la voluntad de dominación.
131. El aprendizaje histórico filtra o sirve en la vasija una cierta cantidad y calidad del Deseo de Recepción. Los hombres-zorros lo mismo olfatean el Ruaj que el Neshemá; pero, la lucha por la sobrevivencia y el servicio, los mantiene en las madrigueras del mundo, con limitado deseo de regresar al Mundo del infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»).
132. Hay una precomprensión de lo creado, o lo dado, así como una prehistoria de ésto resumida en el proceso del Deseo o de su recepción.
133. Los africanos fueron los primeros en conceptualizar el vínculo entre todos los seres animados. A esta fuerza vital universal la llamaron magara. En rigor, se trata de la misma enseñanza contenida en El Libro del Zohar cuando dice: «Todos los mundos, los Superiores y los inferiores, se encuentran dentro del hombre. Todo lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre, y todo vive y se desarrolla debido al hombre».
134. En la Tradición de Faustolo, la magara existe. Una Loba te puede alimentar con su leche como si fuera tu madre, siendo que «lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre».
135. Hay una Diosa Madre coexistente en todas las cosas y su manifestación es la fuerza vital sustancial presente en todos los seres animados. Los hinduístas llevan el concepto de Aditi, como la diosa-madre, a la simbolización del vínculo infinito de lo terrestre con el espacio ilimitado.
136 La leyenda del anciano pastor Faustolo («il porcaro di Amulio») y Acca Larenzia, su esposa, es una historia sobre dos cosas: el altruísmo y el animismo como sistemas de creencias. Ambas cosas tienen que ver con la analítica genealógica del poder, o la dominación y con la etapa ética, que Foucault, asociara a la «genealogía del hombre de deseo».
137. Utilizo esta leyenda, con mi análisis hermenéutico, convencido de que el l conocimiento no es axiológicamente neutro, y que antes de hablar de solidez epistemológica o estructuras subyacentes del conocimiento o búsqueda de la verdad, hay que reconocer una historicidad concreta de las condiciones del ser que se juzga. En el entramado de la historia están los valores concretos, los que se atesoran y los que hay que revalorar; en ese entramado vital, se pelea la gran epopeya de la violentación de la que surgió la voluntad con su gramática parda (cf. Núm. 125). En este sentido, la verdad no es atemporal.
138. En regímenes con falsos valores perpetuados, enmarcados en simulacros, «somos los que conocemos» (Nietszche) como a priori el mundo moral en que estamos, o en el que se ha vivido por milenios. La historia, con todas sus mentiras sobre la continuidad progresiva y sus truncos heroísmos, es el plexo de la moral y, por tanto, tiene también su genealogía. Genealogía que deja mucho que desear cuando la analítica se centra en las relaciones de poder, tan torvas y oscuras. Es la razón por la que que Federico Nietzsche en La Genealogía de la moral, si bien intuye muchas sutilezas sobre el a priori del ser que conoce y rompe Tablas de Valores, se aparta de la visión platónica del devenir humano.
139. Como Foucault después, en la primera etapa teórica de una arqueología de la verdad, Nietzsche dice que la verdad no es posible, que la reminiscencia platónica no ayuda y que no hay un origen fundante que oriente a la humanidad en la tarea de ganar su libertad y superas las trabas al conocimiento de la verdad y la ética originaria.,
140. Al negarse el nivel de la transmundanidad, confundiéndo con la Nada, ambos autores (Nietzsche y Foucault), socavan la noción de Otorgamiento. Desdivinizada el alma, convertida en mera subjetividad histórica, la noción de Hombre-Bestia en el sentido hobbeano queda intocada. El barniz moral que ambos le aplican no borra esta idea.
141. El hombre-bestial, o animal político que cava puniciones, es el posibilitador del Estado; pero, a menudo y ésto es casi siempre, no es capaz de forjar un contrato social que como pacto sea justo para todos y haya sido validado de otro modo que no sea la coacción y avasallamiento.
142. Los puteadores se encarrilan hacia el Estado como antes hacia las hordas y la jefatura de los rebaños.
143. Puteadores (libres del «pozo» de la autocontención, más deshonradores del prójimo) o su víctima, el empozado, todos necesitamos del sujeto como alimento, porque no somos meros cuerpos. Foucault define el sujeto / o la vasija / como «un pliegue de la exterioridad».
144. El filósofo-zorro, como el artista, define la Vasija como su Yo para el Deleite, el receptáculo para sus placeres y convivencias (interacciones infinitas y perfectas). La vasija / el alma / o el yo / no es una Tábula Rasa que sólo se ha llenado, o medio llenado, del «afuera del que procede» (Foucault).
145. Lo filósofos o sicólogos que habla sobre el Alma / Klit / del Neshamá / como si se tratara de un cacharro en el que se echa cualquier líquido son cavadores de pozos. Funcionan de la misma manera y con el mismo conocimiento que el limpia un albañal, o el pozo de una letrina. Sacan mierda de un hoyo. Cavan un pozo séptico.
146. Decir como Foucault que «el pensamiento no encuentra en sí mismo nada con qué alimentarse», o que lo impensado reside solamente fuera del sujeto, es trabajo chapucero de albañalero.
147. Nietzsche fue más sutil al expresarlo. Existe una interiorización con muchos contenidos que han debido y deberían ser exteriorizados. «Todos los instintos que no se desahogan hacia afuera, se vuelven hacia adentro, esto es, lo yo llamo una interiorización del hombre: únicamente con esto se desarrolla en él lo que más tarde se denomina el alma».
148. Ahora bien, visto que es posible que haya pensamientos neutralizados o castrados vitalmente para pensar algo nuevo, pensamiento que son como árboles podados por los piuteadores y que han sido «desarraigados de lo otro», lo externo / geografía / animales / semejantes / relaciones amplias de libertad y convivencia con otros cuerpos / y aún con dimensiones anímicas y energéticas /, ¿qué explica sus carencias y anomalías? ¿O la queja foucaultiana sobre las subjetividades inhabilitadas para pensar lo nuevo, lejano y distinto, y producir o participar de una moral?
149. Después de todo, pensar definido como «bosquejar en el adentro los rasgos del afuera» o «plizar lo exterior en lo interior» es una buena idea; pero, es sólo una de las posibilidades del acto de pensar.
150.Hay una estructura del pensar que enriquece la inversión foucaltiana de Yo / o sujeto / como «coágulo del exterior». Los coágulos son malas plataformas para fundar una moral
151. Esta es una estructura que Foucault no examina y que, sin embargo, la llama dispositivo de asttucia no encaja en su noción de «proceso sin sujeto», que sirve como conciliador de las relaciones de fuerzas vigentes en el curso del desarrollo y el mantenimiento en la red del poder.
152. Cuando M. Foucault dice que «el poder produce sexualidad, o individualidad, o deseo, no sólo en la densidad de la red del poder, sino también en sus zonas más laxas», esta genealogia para el hombre del deseo (cf. Núm. 136) no mienta otra cosa que una ilusión de erotismo y libertad. Un placer de simulacro.
151. Hoy por hoy, los hombres-rebaños son los que dicen: «Soy un ser ético» y, sin embargo, no establecen relaciones consigo mismos que sean diferentes al de su manipulador. Ese dispositivo astuto del «proceso sin sujeto», arguido por Foucault es el que crea la falsa noción de ser libre, cuando no se es. «Libre de relacionarme con mi interior mientras me relaciono con el exterior».
152: Cuando me planteo la problemática de la sabiduría animal (cf. Parte Una), mi meditación poética describe la crisis de la cultura externa e histórica como una incapacidad para producir una espiritualidad activa y auténtica que es la que puede enlazarnos a la ética originaria.
153. La ética originaria es la que bendice y la que mira «a la cara y con la frente bien levantada» (sic. Nietzsche) el sufrimiento. En ésto consiste la madurez humana. El zorro-niño de Nietzsche se acerca a la sabiduría animal con una añoranza del juego. Madurar tiene que ir en acorde a «a la seriedad con la que jugaba cuando era niño».
154. Esto me recuerda, en la Tradición de Faustolo, al anciano que evoca el encuentro de los dos niños (Rómulo y Remo) que criará, junto a Laurenzia, como suyos. En el bosque, cerca de un río, en una oscura tarde, tras días de lluvia, testificó que los niños se alimentaban de las ubres de una enorme loba. Escondio tras un árbol, observa la escena. Lo que procederá después es que estos niños selváticos crecerán muy fuertes a su lado, con un carácter juguetón y amable, cada vez con mayores búsquedas de aventuras en medio de los bosques..
155. Este es el tipo de vida, natural y libre, que Nietzsche admira cuando valora el intelecto animal aplicado en la vitalidad humana y que inspira su reflexión siguiente: «Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz».
156. Cuando hablo sobre zorrez, me refiero a este sano intelecto animal: que en los niños Rómulo y Remo es evidente. Los no tocados por el temor a una Loba, niños movidos por el espíritu juguetó como ardillitas alrededor de una bestia mayor.
157. El hombre zorruno o selvático es capaz de amar y jugar. Es un animista natural, no cultivado por el miedo. O por lo que no existe. Es un evocador nato de lo infinito, esto es, la relación con un todo. Su verdadera madre es el Aleph, Aditi, la cardinalidad. Desde su nivel terrestre presiente los conjuntos infinitos, su esencia presente en todo el Universo.
158. Este hombre zorruno y selvático el que tomó seriamente el juego de la vida porque muy claramente Nietzsche, sin negar el dolor, filosofa: «No hay razón para buscar el sufrimiento». Por desgracia, hay sufridores profesionales, llorones de carrera. Y son la mayoría.
159. Puede que en el destino de la criatura humana haya muy pocos momentos felices, pero, la vida tiene esos momentos dichosos para quien sabe buscarlos. No hay épocas felices, o sociedades y civilizaciones que lo hayan sido, mas hay individuos que sí saben de ese sabor de la vitalidad. Son como hombres-niños que se regocijan ya con seriedad de lo que vivieron. Seriedad madura que no dejaron que su alma (vasija / Kli) fuese echada a un pozo profundo por los puteadores, cavadores de deshonra..
160. El niño-sabio-lúdico de Nietzsche busca la esperanza y el placer, pero, al mismo tiempo, es uno que «evalúa, como ser que ama por excelencia» (Nietzsche). Su espiritualidad no es pasiva y dependiente y, como explica el rabino Yehuda ben Israel, no se ata a «algo externo» que no mejora al hombre como persona o ser espiritual.
161. Hay adultos, en el sector de los educadores, jueces y sicólogos dizquie, expertoas y maduros en sus disciplinas, que piensan que ser niño es ser un tontarrón baboso, un pendejo transitorio y que ha dejar de serlo, con los años y lo coscorrones.
162. Estos puteadores de la ingenuidad y la inocencia no comprenden la naturaleza libre que el niño expresa y que ellos se encargarán de quitar y enmalecer, a tono con la cordura de la «gratitud».
163. Es realmente estúpido enseñar a ser agradable, hermoso y feliz, a quien ya lo es. La niñez ya contiene su innata libertad y tiene una carlanca divina, con estrellas animísticas y angélicas. A los niños hay que dejarlos ser y estimularles la esperanza. No se trata de dejarlos a su suerte, en el sentido material, sino que hay que darles la esperanza de que con su libertad descubran su propio destino y la ética originaria. «La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte», meditaba Nietzsche.
164. Para describir la sabiduría animal que preconiza el Zorro, utilizo los elementos o presupuestos, ya aprendidos de Nietzsche. Cuando seas niño, o los tengas a tu lado, cuídate y cuídalos de los puteadores.
165. La pedofilia del puteador es chantaje y engaño. Estos vienen en nombre de las «convicciones» y los Valores Familiares Tradicionales ha echarte al fondo «puteus», donde te sodomizan. Nietzsche advirtió: «Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras», o lo que es igual: «Toda convicción es una cárcel».
166. Con la infancia de sus naciones, ¿qué han echo los grandes pedófilos de la Fosa Pútida que se llama la Milicia, el Servicio a la Patria? Reclutarlas en sus tribus predatorias y llevarlas, como carne de cañón, a la matanza.
167. El resultado está muy bien descrito por Nietzsche: «La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido».
168. Cuando el tipo de cultura e instituciones tradicionales (incluyendo familia, escuela e iglesia), se han aliado como tribus en favor de tantas fosas pútida, controladas por puteadores, más vale nacer de una zorra en medio del bosque o de una loba en los derredores de Roma.
169. No siempre se es tan afortunado de tener a Faustolo por padrastro.
170. No dudo que Rómulo habría dicho lo que yo digo con respecto al Zorro. «Una loba me lacta. Es mi amiga y mi madre putativa. Tomaré a ella como mi doble, sombra de mi alma y guenda»
171. Precisaré un poco más sobre estas cosas para indagar el por qué de mi zorrez. La necesidad de descubrir el animal que nos inviste con su sabiduría, con el «sano intelecto animal», como Nietzsche postulara, tiene una larga trayectoria de documentación histórica. Un ejemplo: el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh con la noción de una hembra animaluna, «la doncella que chilla constantemente», que es llamada Lila, identificada con Lilith (la Eva-Bestia, primera esposa de Adam), en otra tradición que la asimila. Su compañero es descrito como quien alegra todo corazón y, al parecer, es pájaro o Dragón.
172. Todos los animales, sea la hiena, el zorro o el hombre, tienen una percepción sensual potencial y activa («Anschauung») y la fisiología instintiva que procesa los estímulos que percibe. Con este equipo es que se visualiza la externalización, lo natural de las formas, incitaciones y estímulos físico-orgánicos. Este es el «Geist für sich» hegeliano encarnado en los animales lo mismo que en el género humano.
173. Cuando valoro la nobleza de todo lo natural y salvaje, de todo lo animal, que todavía no se proyecta con el concepto («Begrirff») o el método lógico, es porque admito que los reinos con esta cualidad («Anschauung»), sensualidad y resistencia, tiene el valor de almas vivientes. Pasan por el mismo proceso que el hombre y provienen de la misma esencia.
174. Es cierto que cada animal tiene una guarida que le es propia. En cuanto espacial, la guarida es toda la Naturaleza («el afuera»); en cuanto, almática y animística, tal guarida es el Anschauung.
175. Hay una diferencia entre la guarida o madriguera que el animal se elabora con la sabiduría de su Anschauung. o percepción sensual y la jaula y el foso que cava el puiteador que deshonra.
176. Cuando cohabita en libertad y sin coacciones, todo animal elabora su nidaje, su guarida, marca una territorialidad, sagrada para sí, el espacio acorde a su sabiduría sensual y protectiva. Un animal aprende más que lo que suponemos. Aprende lo necesario y maximiza el potencial de su Anschauung en la geografía, flora y fauna que pisa y percibe.
177. Con el hombre, aún con su mayor evolución intelectual y fisiológica y para su mayor desgracia, la maximización de los potenciales que, en su entorno, le brinda su Anschauung, no ha sido posible. Es que el puteador más grande de los animales es doblemente enorme contra el hombre.
178. Aunque los animales, no lo conceptualizan como el hombre son almas sintientes que reconocen al puteador.
179. Sin embargo, precisemos algo que ocurre con el hombre, más dotado de Luz («Or») para la recepción de sus interrelaciones perfectibles de infinito. En el proceso del Deseo y el otorgamiento (cf. Núm. 122), que opera acorde a la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»), el hombre se autodepreda y con ello sufre más que el animal.
180. Este sufrimiento concierne al desaprovechamiento de su luz. La mala administración de su Anschauung. El género humano es el único que, aún conociendo que posee un alma sintiente, con niveles mayores (de mayor apetencia de luz), la niega y la sabotea.
181. El hombre que derrocha su energía animal y su percepción sensual termina haciéndose deudor («Schuld»). Ningún animal se siente deudor o se humilla ante sus acreedores.
182. Ser deudor incentiva la agresión, la envidia y el resentimiento. La envidia incontrolada pasa de la mofa al resentimiento y el resentimiento incontrolado a la agresión. La agresión del resentido se extiende a sus semejantes y a su entorno.
183. La agresión es anti-ecológica y anti-erótica. Es un paulatino suicidio en vida.
184. La depredación innecesaria surge de la envidia. Es una sed y hambre de Luz / Deleite / que responde a una vasija permanente rota, que ya no puede contener ni deseo de recepción ni otorgamiento.
185. Regresar al Mundo del Infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»), según vimos en el aforismo Núm. 131 es cuestión de aprendizaje histórico, que es el hábitat o madriguera de nuestra resistencia.
186. Para el zorro-espiritual, el lugar de nuestra resistencia es pantano nutricio, que es la Vulva del Neshamá. Esa esa es la cima orgásmica del Deleite, desde la cual hay que continuar el Canto Invocativo del Deseo o Voluntad por Deleite fuera de los dominadores o puteadores. Hay que espantar a los intrusos desde el Ruaj evitando que agujeren o violenten nuestro pantano nutricio.
187. La Doncella Lila en el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh es la Sabiduría Animal. La Lilith de Adam. El / la / Guenda. Nuestro doble en el reino de Ruaj. Tomarla, como aliada, para fortalecer la Guarida (cf. Núm. 171..
188. Una vez, con la resistencia, podemos avanzar a las aventuras que brinda la Naturaleza e investidos con dones de Neshemá, seguir hasta colmar la Vasija con nueva Luz. El arribo al Olam Ein Sof.
188. Todos los seres humanos debemos buscar la Doncella Lila. Evitar que se convierta en la hija de Havvah. En la prostituta para la noche del stop-club.
189. La sana sabiduría animal revela que hay alma viviente, olor a propia madriguera de Ruaj, en los árbolos y en las plantas. La creencia animista en los tótems proviene de la esencia de utilidad y belleza que reside en estos cuerpos de la Naturaleza.
180. Un animal vivo es un alma sintiente. Deja su olor / vapor / y su saliva, como un perro en los lugares útiles de su protección. Si usted cree que los árboles son mera materia prima para fabricar un mueble usted es espiritualmente míope y no tiene un guenda. Su percepción sensual es pobre o inexistente.
181. Si usted cree, aunque parezca un paganismo supersticioso, que un árbol es un alma sintiente, puede que lentienda la adoración del hombre antiguo por las deidades maternas, o espíritus forales. Esto lo hace animista, en el mejor sentido, el espiritual.
182. Aún cuando el árbol, o el animal que será sacrificado para uso humano o alimento, muera, antes merece el respeto. Los antiguos druídas, así como los leñadores paganos, antes de talar de talar un árbol, lo bendecían y le pedían perdón. Esto es sana sabiduría animal.
183. Puede que, ante la opinión de los modernos, ésto parezca anacrónica herejía o superstición; pero yo creo en el alma femenina de los árboles. Me encanta la visión de las dríadas del folclor griego y el sacerdocio druída que adoraba la esencia de los árboles.
184. Cuando yo valoro el concepto de Otorgamiento divino (que se desprende de las enseñanzas kabbalísticas), en realidad, precomprendo el hecho de que la Naturaleza (sus ríos, sus árboles, las bestias menores al hombre) son almas vivientes que se nos ofrendan. Son las fuentes del Otorgamiento.
185. Mi zorrez es el primer obsequio que se me da por otorgamiento.
186. El primer Otorgamiento es gratuito. La zorrez es la bendición consciente de la zorreada y la gratitud por la bendición es lo que los kabbalistas nombran como deseo de recepción: lo que yo recibo como obsequio es la vida.
187. Uno se sabe zorro por el deseo de vida y recepción. Hambre y sed de permanencia en lo vulvarmente nutrucio de la vida. Uno sabe que hay más por recibir.
188. Heidegger se preguntaba: «¿Cuál es la esencia del habitar?» Y contestaba ser-en. El hombre es ser-ahí en ese Uno del ser. La esencia del habitar es ser-ahí. En la existencia.
189. Y ser ahí, aunque haya que seguir construyédolo sus latentes esencias, no es una cautividad que condena. No es estar echado en un pozo sin posibilidades.
190. Lo maravilloso del primer otorgamiento de la zorrez es estar fuera de... ¿De qué? Del cascarón que encierra la vida.
191. Si la esencia del ser es estar fuera, habitar fuera de lo cerrado, todo exterior puede servirnos de casa / de madriguera / de selvas para explorar.
192. Toda zorrez es una salida. Un portal a la vida.
193. Cuando se anhela lo cerrado lo que realmente se pretende es el olvido de la gratitud. Olvido del primer otorgamiento.
194. La vida, aún la que los falsos espiritualistas califican como biología animal o carnalidad diabólica, en el sentido de adversaria a la luz, en el sentido de Haborym, satánica, y se Lilith, esposa del Diablo, o del Angel de la Muerte, es la que manifiesta que somos seres auspiciados para una cada vez mayor libertad y delicia.
195. El otorgamiento es endoso generoso y guía. La vida física no es una condena, o captura en un reino denso (el Maljut, la Tierra) sino un auspicio en libertad de quien nos dice: «Vén y ve».
196. La Kabbalá enseña que uno de los nombres del Creador es Boreh. En el término hebreo, se conjuntan dos palabras. Una es Ven, es decir, acércate, regresa; la otra es Ve, esto es, examina, observa. El Creador o Auspiciador de nuestra vida la dio con opciones. No nos tiene del cuello, ni atados de una pierna para el encerramiento.
197. No se le dice Ven al atado ni se le dice examina al ciego, o plenamente estúpido. Boreh es la verdadera esencia divina para describir al que otorga y obsequia. Boreh dice: «Ven por más»; ven para que aprendas, ya no sólo a recibir el Deleite, sino a otorgar. Ven para la abundancia de la luz, que es placer gradualmente infinito.
198. Primero hay que recibir para después otorgar. No se concede lo que no se tiene. Boreh, como creador, lo sabe.
199. El kabbalista Michael Laitman explica el término boreh / ven («Bo» y ve («Reh»), como nombre del Dios Creador como el paso del «deseo de recepción» por el de otorgamiento. Con el rango de otorgador alcanzado («Galgalta Einaim»), se expresa amor.
200. Sólo da amor el que lo ha recibido. El amor es un aprendizaje que procede al ortorgamiento. El amor viene de la revelación y no hay revelación si uno no se aproxima al Auspiciador que dice: «Ven y ve».
201. Poéticamente dicho, la zorrez es cuidado aprendido. El zorro es listo, cauto y cuidadoso, en medio de sus enemigos, las bestias mayores, que son aquellas sin la zorrera bendita, sin madriguera.
202. El Zorro mayor me ha redefinido las bestias mayores y su por qué. Sin madriguera, la bestia sufre. La bestia carece de madre. Es huérfana. Enflaquece por falta de nutrición. La bestia no lactada se vuelve tan devoradora que se come hasta lo que no debe. Se come hasta el auspiciador que le dio la vida.
202. Carecer de madriguera es no ser prohijado. No vincularse al mundo vulvarmente nutricio. Es carecer de pantano. De casa, de monte, de escondrijo. Es vivir en desamparo. Es subsistencia con lo mínimo: una pequeña chispa del placer, «ner dakik».
203. Las bestias mayores no van ni observan a Boreh. Y el primer otorgamiento se vuelve su sentencia de muerte, aunque durante el transcurso de su corta vida hagan depredaciones. De hecho, no conocerá el «Olam Ein Sof» de la recepción ilimitada de Luz / Delicia / ilimitada.
204. Bendice la zorreada, el endoso gentil y la orientación de Boreh que te llama porque te hice libre y con vida. Mas no hay libertad sin regreso, sin el conocimiento de una mayor luz que se comparte.
205. Bendice a la Madre Vida y llámala como te plazca. Invócala como sepas, pero regresa a ella cuando te diga: «Bo», ven.
206. En el Bo del Ven hay bendición. Se va a recibir algo más; pero, se abrirán los sentidos que a todos, como almas sintientes, se nos dio: la percepción sensual (cf. Núm. 175).
209. Bendice también la guarida porque es el Anschauung.
210. Bendice la fuente del Aditi, o la energía primaria, el Alef de la Madre, porque nos da el sentido de permanecer, residir en la estancia de paz, no en agujeros o pozos de los puteadores.
211. Bendice la examinación, el Ver / que es el Reh de Boreh, porque es la Cura / la Sorge heideggeriana que nos permite la estancia satisfecha, preservada de malignidad y daño, de las amenazas de las Bestias Mayores.
213. Ver es tener cuidado y orientarse para cuidar.
214. Ver es el aprendizaje que acerca el alma sintiente a la libertad orienrada al ortorgamiento.
215. En la tradición de Faustolo, se describe la epopeya de las almas sintientes, pero también la amenaza de las Bestias Mayores. Son las bestias mayores las que abandona a los pequeños gemelos Rómulo y Remo, dejándolo en un cesto al lado del ficus ruminalis. ¡Qué paradoja! La enorme Loba es la que se enternece con el llanto de los niños. La bestia es la la presencia apiadante, tipo y figura de lo vulvarmente nutricio, y el calor del pelaje de la loba es la guarida para la niñez indefensa.
216. La misma tradición enseña que la madre orgánica de los gemelos es Rea Silvia, hija de Numinator, legítimo descendiente de Eneas, y sacerdotisa de Vesta. En esta madre sacerdotisa, elegida por el dios Marte para ser madre de dos de sus hijos, se representa una enseñanza grandiosa sobre los sacerdocios institucionales: el menosprecio por los cuerpos. La estigmatización de la maternidad y el infanticio tácito.
217. La descripción del primer puteador en la penísula itálica es el castigo a Rea Silvi. Se ultrajó en ella su derecho al deleite natural de la maternidad. Se mofó y se condenó su sexualidad en nombre del precepto artificial, antinatural, de un voto de castidad. Se le dijo transgresora, según una estúpida ley.
218. Fue enterrada viva y antes privada de los gemelos de su parto, Rómulo y Remo, a quienes echaron al río Tíber en una cesta a sus pequeños. En un bello libro de José Antonio Ríos González, cuyo título Roma, andar y ver [Visión / Libros: Madrid, 2008] insinúa una familiaridad con el Ven y ve / de Boreh, se cuenta esta tragedia.
219. Y, por transgredir como vestal contra el voto de castidad, encima, se le dice que es una ramera apestosa, o mujer desvergonzada. Este precedentte misógino ejemplifica la cultura puteadora.
220. De lo que ha de inferirse: putear es el arte de tirar la puerta en las narices para que te vayas.
221. Putear es el arte de rebajar al existente, anular el primer Otorgamiento. La vida en libertad.
222. Putear es el peor de los maltratos, la humillación permanente.
223. Putear es inventar delitos que no existen por el gusto de inmovilizar y el falso regocijo de imponer.
224. Putear es el ejercicio del poder para el suplicio dell prójimo.
225. Putear es sacar los ojos de quien más desea ver para que no obedezca una necesidad que es urgencia del alma sintiente: la percepción sensual.
226. Putear es robar los derechos naturales.
229. Quien encesta tu fruto para echarlo al río, tarde o temprano, te ahoga en tristeza. Ahoga tu labor al pie del ficus ruminalis. Llámalo la Bestia Mayor, el Asesino.
225. Todo puteador, aunque sea el sacerdote de tu pueblo o el veedor de las vestales, es un asesino. Es el Depredador vicioso y es el Adversario de Boreh.
224. La definición que da la jerga popular chilena para putear es elocuente y equivale a insultar: Putear es echarle la chuchá a alguien, darle la media foca. En Chiapas (México), del puteador no se dice que es explotador sexual de varias parejas, ni casanova-garañón. Putear es regañar. El puteador te da sermones y reprende con agravios.
225. El putear es un arte de braveros que se place en maldecir con grosería para dar tono al regaño, por lo que es distinto al que exhorta críticamente a un cambio de conducta con el fin de coregirla. El bravero putea y, en el putearse, hay un deseo de enfurecer, estropear o perjudicar y, así, emberracarse mutuamente.
226. Puteada: arte del reniego y la execración.
227. Cuando los antiguos gauchos argentinos, expresaban que había sido «rajada una puteada», en este rajar el insulto pasaba de la madre al hijo. «Hijo de puta». Seguro que Rómulo y Remo eran los hijos de puta de la madre Rea Silvia.
227. Ya que el puteador enoja e indispone a su víctima, en el lunfardo argentino, el puteador es quien emputece a otros. Los emputecidos aprehenden su influencia y el impacto de sus puteadas como degeneración, vicio, corrupción y locura.
228. Distinto a las éticas originarias, que se hilvanan en consensos armónicos, la moral coactiva es el diseño de los braveros y puteadores.
229. La moral de los puteadores rompe narices. Cierra puertas a portazos. Saca ronchas. Ciega los ojos. Ensordece y deja el sabor del verraco.
230. Uno precomprende cuando un decreto moral, o de orden conveniente, es útil y sirve como ley a los grupos humanos. Y sabe cómo se ajusta, o no, a exigencias del puteador y jefe de manadas.
231. Una sociedad, cautiva con la moral del puteador, no merece tener vestales.
232. Cuando la moral social y pública es puteadora, en esencia, el sacerdocio de Vesta es un adorno.
232. Los pueblos que no cuidan la existencia de sí mismos son pueblos puteados y no tienen otra moral que la de rebaño de ovejas bajo la custodia de lobos.
233. Esta distinción entre una moral originaria y una moral coactiva de puteadores es básica en la Tradición de Faustolo. Hay una diferencia entre el «ser-con» (el Mitsein heideggeriano) que define lo relación compartida del Yo, como ser-en en la cotidianidad del mundo.
234. Los puteadores transforman a Mitsein, no en copilotos de un ser-en que se comparte en las aperturas del mundo. Para el puteador, aún la gente (los otros, el prójimo), son meras cosas, útiles / objetos a la mano, de los que pueden disponer arbitraria y caprichosamente. La esencia de Mitsein es existencia, o una relación constitutiva, diferente al tipo de trato con las cosas.
235. Mitsein no es ocuparse de al estilo puteador, sino un preocuparse por al estilo de la ética originaria.
236. Etica originaria: Preocuparse por un habitar con los otros en paz, sin amenaza, construyendo siempre al pie de la higuera la guarida o madriguera del Ser.
237. En la Tradución de Faustolo, la moral originaria nos da a todos como Hijos de la Higuera y nuestra Madre-Higuera es natural. La Madre es quien nos cuida y cobija para un crecimiento. La Madre es una constructora, en el sentido que Heidegger estudiar en la palabra alemana Bauen. Este es verbo, significa habitar. La Madre es quien nos permite habitar hasta que, al crecer, podemos ser los frutos maduros de ella.
238. La Madre-Higuera es la constructora de frutos y es la forma externa del otorgamiento inicial, que es cobijo. La Madre Higuera es la que abriga y cuida a los higos. En esta labor constructora, la Higuera cuida, mas a los higos les competerá una vez cuidados y maduros edificar.
239. Es simbólicamente interesante que una vez rescatados y cuidados por la Loba apiadante, Rómulo y Remo serán edificadores. Se habita en la madriguera para edificar después de una ética cultural de Cuidado / collere que, en el latín, significa cultura.
240. La cultura del cuidado («preocuparse por») es la ética. Es la originaria fase del Mitsein: sorge / la Cura.
241. La Tradición de Faustolo revela que, tras el otorgamiento iniclal de la vida, la Madtre-Higuera, puede ser el lugar de nuestro karma, o del dharma. El lugar en que contraemos deuda es al pie de la higuera. Quien no edifica, como el higo cuidado, seca su propia fruta. Maldice su propia higuere. Remo es un ejemplo de sery emputecido; Rómulo es lo contrario. Termina siendo llevado con el Padre / el Creador / que dice: Boreh.
242. Lo que solemos llamar, como pueblo-nación, la Patria colectiva, es parte del Ser-Con comundano de Mitsein, ingrediente en la nobleza de la Madre-Higuera / matría. La matría es natural, suelo o geográfica y vulvarmente nutricio. La patria / al pie de la higuera-madre, sea humana o sea Loba o Zorra, es una edificación conceptual. Heidegger hace estas distinciones del lugar en el habitar humano.
243. Las bendiciones al zorro-edificador vienen de su patria. Es el lugar de la madriguera el más receptivo a dar la dosis de ética originaria que debe recibir un pueblo-nación. En el lugar de la primera bendición e invocación de la zorreada, se grita: «¡Esta es mi tierra!»
244. Primero se conoce el territorio propio, las cercanías del paisaje al pie de la Higuera del nacimiento, después los bosques lejanos. Las Bestias Mayores se ocultan en bosques o distancias / en la que nadie nos vio cuidados, auspiciados por la Sorge o Curaduría de los padres.
246. Cronista de la Tradición de Faustolo es Tito Livio, autor de una historia de Roma, tiulada Ab Urbe condita / Desde la fundación de la ciudad. Es él quien nos refiere la heroicidad y acervo kármico de Eneas quien, al huir de Troya, recibió la misión de fundar una nueva ciudad o segunda Troya. El vence a muchos enemigos y seleccionó un lugar cercano al río Tíber, en el centro de la península Itálica, para formar una patria, a la que dio el nombre de su segunda esposa, Lavinia.
246. Tito Livio da cuenta de la destrucción de Troya por los griegos. Del hijo de Eneas con su primera mujer y de la fundación por éste de otra ciudad: Alba Longa, al sur del río Tíber.
247. Fundar ciudades y edificar patrias es asungto que concierne a la preocupación en el sentido en que Heidegger la discute en el Ser y tiempo. Quien edifica y funda no debe olvidar que se funda una nueva ciudad porque la guerra / la decadencia y la maldición de invasores / destruyen la primera. Las ciudades en karma deben ser: o abandonadas o redificadas. Esto hizo Eneas al pensar en la segunda Troya, no intervenida por extranjeros ni puesta en llamas.
248. La epopeya de Eneas la leo con consciencia anticolonialista, en el sentido político, y con consciecia filosófico de una hermanéutica del Cuidado y la Cura.
249. Este concepto heideggeriano de Sorge es definido como «pre-ser-se-ya-en el modo propio de ser-en-el-mundo, a través de la cura (Sorge), que no es otra cosa que el cuidar al mundo».
250. Cuando se cumple este cuidar al mundo, entramos al asunto de la ética originaria, personal y social, que describí en un poema al decir:
251. La autodefensa como «sutil ejercicio de las garras» deben basarse en el comprender, en reconocer un fin concreto a través de procesos y, sobre todo, autodefensa por el trabajo. La cautela zorreada salva alolfateador invocador y visionario.
252. Hay que leer políticamente esta crónica de Tito Livio para entender lo que llamaremos el karma y el por qué pienso que ésta es generada políticamente por los puteadores. La historia de Numitor y Rea Silvia, padres de Rómulo y Remo, expresa el aspecto político de la ética originaria y cómo dhármicamente es resuelto o superado por Rómulo, fundador legendario de Roma.
253. La dualidad luz y sombra / la noción de rivalidad o batalla entre estos dos principios / se simboliza con los hijos del Rey Proca (Numitor, el mayor, y Amulio). Amulio, el primer puteador, toma preso a su hermano para que no herede el gobierno del reino itálico. Mata a todos los hijos varones de Numitor, con la excepción de respetar la vida a su hija, Rea Silvia.
264. Mas Amulio, el rey-puteador, jefe de manadas, está ebrio del poder que no merece y que ha robado a su hermano, mediante crímenes. Está temeroso de un día perderlo si la mujer que ha dejado viva, entrre los hijos de Numitor,llegara a tener descendencia. Entonces, de suceder, los hijos de Rea Silvia le disputaran el trono.
265. Aquí es donde el poder se convierte en falsa patria. La Tradición de Faustolo, contiene esta enseñanza. Toda falsa patria y falso poder es kármico.
266. Toda rivalidad desarmonizadora es kármica.
267. Todo poder ilegítimo e impuro es kármico, como lo es el crimen, el robo y la suplantación.
268. Y el karma colectivo es la autoría y arte perfeccionado de los puteadores.
269. Amulio procura que Rea Silvia no tuviese hijos. Y se cree listo al mover a sus cómplices en el poder sacerdotal para que ella sea una vestal, dedicándola a mantener vivo el fuego del hogar en el templo de las Vestales. Mas esta especie de convento, las Vestales, con su decreto de privación de sexualidad (voto de castidad de 30 años) es une engañifa impura y kármica.
270. Como inducida al sacerdocio como vestal, Rea Silvia es coaccionada, so pena de severo castigo, a negar las necesidades de su cuerpo y su anhelo de maternidad. El vínculo kármico amargará su vida, por orden de Amulio. Sin embargo, pese a las precauciones y amenazas de los puteadores, a ella le nacen dos gemelos.
271. En la Tradición faustólica, pese a su karma compartido, ella es mártil y representa el espíritu de la fertilidad o Lupercalia. O los presagios de cercanía de la Primavera: fecundación y floración. Esta tradición combate el karma y es divina. Ser mártir es un inusual modo de sacar las garras, sutiles garra de resistencia, y cuya esencia es la purificación.
272. Durante las cercanías de la Primavera, que en la antigua Italia de la Lupercalia, el espíritu olfatea mujer. Invoca visionariamente la matría y los varones-zorros son nuevos sacerdotes («luperci») de purificación.
273. Cada hombre natural, cada patriota verdadero, es un sacedote refedefinido por la invocación de la pureza ante los puteadores. Es un ser armado con el látigo purificatorio. En latín, el origen de la palabra febrero («februarius») proviene de la palabra que mienta la purificación («februs»).
274. Si usted se levanta en la mañana, prepara con fibras de pátalos de rosa, un látigo y golpea cariciosamente las nalgas de una hembra, usted es un luperco. Un sacerdote purificador; pero, si al contrario, busca la sombra de un rincón y las menosprecia como impúdicas, usted es un puteador. Y su mofa o su sermoneo es criminal y kármico.
275. Las hienas se alimentan del karma de los pueblos. Comen carne y carroña del impuro Acontecer.
276. Son pasivas y retardarias. La hiena sabe sólo comer de cadáveres. Se sabe vulnerable ante el terror y el sufrimiento. Se adelanta a comer primero. Otros que mueran con hambre.
277. Los falsos sacerdotes de Amulio a Rea Silvia la enterraron viva y a sus hijos los enviaron a la muerte. Tras ellos van las hienas.
278. Si usted está obseso con el olor de Démeter y se enternece cuando su madre e hija duermen y las observa con amor, usted es luperco. Si siente que ellas le devuelven sus más profundas certidumbres, es un sacerdote purificador y el látigo en sus manos es una ofrenda mágica, no un instrumento de castigo (cf. Mi zorrita, Parte Uno).
279. Sea usted de quienes sienten para el afianzamiento, no con tonto rito, y entenderá que el mundo necesita de lupercos verdadero, no de maltratadores feminicidas.
280. Aunque le digan zorrillo sospechoso agite la cola. En todos los zorros, la cola es la que huele a lodo cósmico. No se quede en el lamento del hijo de Kerana. No sea como el Loro, «que olvidó quién es el Padre del Lenguaje». Haga su lenguaje el amor mismo. Invoque (cf. Lamento del hijo de Kerana, Parte Uno).
281. La sana sabiduría animal es espíritu faunalio y primaveral. No el machismo enfermizo de los puteadores ni el hermetismo sofístico inspirado por Juno, madre de todos los dioses, protectora de hogares que son ratoneras implantadas por la más hipócrita civilización.
282. Los lupercos de espíritu primaveral invocaban a Fauno, pero también a la Loba que amamantó a Rómulo y Remo.
283. Para ser luperco, entienda el triste hecho: el zorro puede hallarse herido; pero, puede salirse de la paciencia y las resignaciones.
284. Es preferible ser un perro salvaje que perder la sabiduría del olfato.
285. Sin olfato no hay camino ni resistencia.
286. Perro / canído / que pierde el olfato nunca tendrá la zorrez como conocimiento.
287. No busque su otorgamiento entre sacerdotes de Amulio, no sea que como a una vestal desobediente se le entierre viva y a sus narices olfateantos se les eche un portazo que les rompa el hocico.
288. Es preferible que se le vea el culo y se le admire, por las travesuras espontáneas del juego, que se aburra en las apatías solitarias del pudor.
289. Bendita sea la exteriorizada desnudez que hoy es memoria de belleza en los círculos de la prohibición.
290. Tras el mucho ropaje y maquillaje civilizador se ocultan emputecidos garabatos y las fisonomías de los grandes puteadores.
291. Más vale una prostituta, con el alma sagrada, que una vestal pervertida, con el cuerpo virginal e inmaculado.
292. El zorro más zorro, el alboratador de gallineros, dijo: «A las aves de corral, / con cluecas mañas de Bezug / e hipócritas ardides, referencialidades, / yo sí las cazo, voy por ellas, las espanto, / las muerdo y que se vayan» (cf. En oscuros corrales de mentira, Parte Uno).
293. Comprendo más a los donjuanes que a los teólogos de marras.
294. Los mentirosos, sutiles puteadores, son maestros de necesidad y domesticación. Canjeando astucia por razones: «Necios quieren mis zorrillos, / mansa, mi hembra, crédulas las niñas de mis ojos».
295. Es mi espíritu de patria un pez ígneo. Rostro limpio y fugitivo. Y su voz ondas de mis ríos, lo extenso, poema lícuo, «padre de lo físico, vientre primario». (cf. El invocador zorruno, Parte Uno).
*
78. ¿Que hay un espíritu maligno llamado Kyûbi o Zorro de nueve colas? ¿Que Naruto lo tiene dentro de sí? Sabrá Naruto y su autor que del zorro que hablo, como dentro de mí, él sabe poco. No hay vícunculos. Tampoco creo en Zorras con dos rabos. Estas son las distracciones de los que creen en fantasmas intrusos, embelecos de la necrofilia.
79. La Naturaleza, o sus pantanos nutricios, son los que ponen límites a la fantasía y creo que hay criaturas esencialmente nocturnas, alma de zorro, por ejemplo; pero, ¿qué necesidad real hay de un zorro / kitsune / de nueve colas? ¿O de un hombre con diez penes en la espalda y otros tantos vulvas en el estómago o las rodillas?
80. En el furry fandom, todo capricho se elucubra. No en la naturaleza.
81. En mi experiencia, mi presa es un poema que puedo cazar en la soledad.
82. La técnica de salto sobre el poema la aprendí desde edad muy temprana, pero, perfeccionarla, me ha llevado a estrellarme de pecho sobre la palabraría.
83. Una intuición es la capacidad de aprehender y matar a una presa raudamente. Sólo puede ser veloz en la soledad. Demasiada luz deslumbra y enlentece.
84. Por fortuna, me puedo identificar con un zorro. Para ser, lobo, chacal o un perros de caza son demasiado pequeños.
85. Prefiero comer frutas y bayas a clavar mis dientes sobre mi prójimo; pero no renuncio a morder en defensa propia.
86. Hocico fino mis labios para el poema; espesa cola, mi memoria y collar con pinchos o agujas punzantes para evitar los mordiscos, mi carlanca fenotípica, el acervo.
87. Más vale maña que fuerza; más vale zorro que matarife armado.
88. Más vale zorro flaco, que mastodonte idiota.
89. Aunque mi primo sea un coyote (que pueda cruzarme allende a mi fronteras); prefiero viajar solo que mal acompañado.
90. En un hemisferio en crisis, los coyotes son los banqueros de Londres y las líneas ferroviarias de Meiggs que han entrado a los Andes. Todo sueño de progreso que pueda tener un zorro queda en suspenso por acción de su primo, el Coyote listo del imperialismo.
91. Zorrez, como sana sabiduría animal, es una consciencia de que somos una vasija biológica que lo contiene todo. Esta totalidad es una unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo.
92. Quien no cree en «interrelaciones perfectas», más que un realista, es un pesimista. Los pesimistas no formulan ni inventan nada nuevo y no olfatean la pista la verdad. Una verdad que es simple: el mundo de la recepción ilimitada.
93. Para comprender la lucha por la supervivencia, hay que entender el sentido de lo creado, de lo que está contenido en la vasija que somos. Somos vida que desea recibir placer. Todos los zorros son hedónicos.
94. Contener es ser vasija: Maravillosa metáfora es el Kli hebreo. A la vasija suele llamársele Adam HaRishón, alma viviente, creada expresamente para el Deseo de recibir placer por quien lo otorga de manera infinita.
95. Vivimos en un mundo de supervivientes, es cierto. Hay, sobre todas las hambres, entre las almas famélicas, carencia del deseo de infinita recepción. La mayor parte de los seres humanos son anti-hedónicos, carroñeros, poquiteros, migajeros, apáticos y parasitarios. No en balde buscan la manada, que es la más míope visión de solidaridad de grupo.
96. En la Tradición de Faustolo, me dijo la intuición zorruna, hay uno que se ríe despectivamente de la vasija sagrada (el alma, Kli) de las interrelaciones perfectas en el proceso de Deseo. A éste podríamos llamarlo el puteador.
97. El puteador cava un pozo («puteus»), hueco sin agua y entra a él para ultrajar a su víctima, depredarla espiritualmente. En los pozos o fosas de los antiguos esclavistas, el principal puteador era el dueño del pozo, el Cavador y, entanto que propietario, entraba gratuitamente a satisfacerse con el castigado, sea con azotes o con sexo. La relación entre un prisionero y el dueño o arrendador del pozo de escarmientos o de placeres mezquinos es una relación de puteo.
98. La manada es el pozo donde se echa al zorro. Toda manada es, en su esencia, carcelaria y prostituyente. La Tradición del Puteador es la manada y el jefe de la horda sanciona al disidente, no sólo privándolo de escape en el foso («puteus»), sino golpeándolo o cometiendo actos de lascivia en su víctima.
99. En el origen de toda desesposesión, hay una risa envidiosa.
100. Cuando Rómulo y Remo crecieron, conocieron a un Puteador, el cruel Amulio, tras un viaje a Albalonga, quien tenía secuestrado y cautivo a su abuelo. De regreso a los deltas del Tíber, fundaron lo que hoy se llama la Ciudad de Roma. Fue un hecho acaecido 753 años antes de Cristo.
101. Remo no pudo medir la periferia de una nueva ciudad, como hizo Rómulo en la Colina Palatina, basándose en la multitud de pájaros. El envidió la iniciativa de su hemano y se burló de las marcas fronterizas que daban perímetros a la futura ciudad. Esta fue la razón para que Rómulo lo matara, estableciendo el dictum: «Quien insulte el nombre de Roma que muera».
103. Este evento, envidia que a Remo mata, también es una parábola de desobediencia. Las órdenes que Rómulo diera fueron muy específicas. Un decreto contra los transgresores. Sin su permiso, nadie debía pasar o establecerse en la nueva Ciudad; pero el alma puteadora de Remo creyó que no hablaba en serio y que sería posible transgredir a gusto. Entonces, el Rómulo zorruno lo mordió, aniquilándolo.
104. En la actualidad, ¿cuál es la Colina Palatina de quienes nos sentimos amamantados por una bicha, la hembra zorruna, tal cual Rómulo y Remo en las leyendas? La Vasija. El alma que es capaz de constituirse con unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo. Mas nuestra Roma en la colina, aún sagrada, es un proceso que Rómulo con su crimen enturbió. Aún así, el valor simbólico de lo que hizo tiene un mérito: echó al intruso.
105. En la risa envidiosa del hermano (Remo), que no pudo fundar una ciudad, pero se mofa con transgresiones a la Ley / el trámite de entrar a Roma y habitarla, debe contar con la autorización del fundador, están representados todos los intrusos. La Roma de la leyenda es socio-sicológica y, en rigor, en el nivel más ptofundo de lo social, símbolo del alma.
106 En la Tradición de Faustolo, el hermano insolente se convierte en el intruso. El arquetipo esencial se perfecciona con el Puteador. Rómulo actuó a prisa ante éste; pero él pudo haber sido el asesinado porque la envidia es germen de violencia e intrusión. No es una simple carcajada.
107. Así como la guerra es una depredación sin control de unos contra otros, la intrusión individual es el germen del adversario, el que desafía sin mérito. Como adversario, el intruso puede ser dos cosas: un cómplice del puteador, individual o colectivo, o el puteador mismo.
108. Los puteadores son predatorios. De hecho, entre todos los animales, el más predador es el hombre; pero, como enseña la Tradición de Faustolo y que me comunica mi zorro interior, la actividad predatoria más sacrílega es aquella praticada contra la esencia misma del Alma:, que es el Deseo.
109. Desgastar ese Deseo es más infame que matar. El dolor moral es, igualmente criminal, que la supresión física.a modalidad predatoria que mortifica a un zorro es la que daña esa unidad biológico animística que el alma tiene. Los útiles de uso cotidiano, si se rompen o se destruyen, se tiran. O se rehacen; pero las mutilaciones espirituales y morales son difíciles de reparar, porque lo que se daña es un vínculo del alma con todos los elementos del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra).
110. El puteador desacraliza no sólo la ciudad de Roma, sino sus plantas, animales, árboles, etc. Cava agujeros en el Alma. Es como una carie inflama la raíz del diente y lo destroza. Como horadación en un tonel de vino es la fechoría del puteador.
111. El puteador poda tus árboles. Asiste a todas las podas; pero, para deforestar y dejar estériles tus bosques. De hecho, hay más nobleza en el significado latino de «puta» (esto es, del que derivamos «poda») que en las putadas del puteador.
112. El puteador, agujerador de tu vasija, antes de hacerlo, se roba tus protecciones. Quita de cada perro, o cada animal, sus carlancas; pero, a esta altura del símbolo del alma, estas carlancas son collares espirituales, no meros articulejos de fierro. Y una vez, cuando la víctima está en medio de manadas, sin sus carlancas de protección, mayor es el riesgo de que el puteador lo tire a uno de los fosos que ha cavado.
113. El puteador nos quiere en el pozo. En puteus, desnudos, friolentos, hambreados, podemos ser como la «putta», o chicuela callejera, que lo divierta. El puteador suele ser laxo e irrestricto en materia de agujeros, ano de zorra o de zorro le da lo mismo.
114. Si has pasado por el «puteus» y allí han caído los puteadores a sacar ventaja de tí, a la salida, serás un gato ornado con cascabeles con los que los ratones se divierten. Harán la burla, o caricatura, en los Estudios Disney.
115. En un la sociedad panóptico-disciplinaria moderna, el puteador es el domesticador de toda fiera, siendo la fiera misma. Es el Hombre-Bestia que Thomas Hobbes llamara el Lobo que, siéndolo, es lobo para sus semejantes. Homo hominis lupus est.
116. Por todo lo dicho, en las condiciones de aprovechamiento económico del cuerpo, una vez se ha domesticado, se apertrecha el Lobo.
117. Considerados como a priori histórico de nuestra época, Rómulo y Remo se separan afectivamente al surgir la Ley / Roma es sagrada y castigo a su desacralizador / y se convierten en paradigmas de leyenda en la historia de las actitudes. Cuando ambos eran hermanos en actitudes, uno no presentó la actitud lobuna ante el otro. Les mancomunó el deseo de recobrar la libertad del Abuelo, pese a que ya existía la apropiación política de los cuerpos, previar a la utilización económica de los mismos.
118. Edificar una Ciudad Sagrada es un esfuerzo por invertir la misma palabra Roma, convirtiéndola en Amor, a fin de volver a una ética originaria. Ni aún en la lógica e inferencias de su mito, Rómulo es quien inventa la anatomía política del cuerpo. El sistema de sujeción, que convertía al cuerpo en instrumento predecible y manejable con fines económicos, ya existía.
119. En la Tradición de Faustolo, fue el modo de producción esclavista el que desencadenó la apropiación de las personas. Este modo de producción esclavista es el que encumbra al Puteador, al cavador del puteus de deshonra. Más tarde, el feudalismo despótico estableció el sistema de castigo corporal que subsistirá en el modo de producción mercantil que instituye los trabajos forzados y en el modo de producción capitalista que impondrá el sistema disciplinario.
120. Entre los objetivos que el Cavador de Deshonra desearía subvertir, en el 'acaecer de la mala conciencia' (Nietzsche), siendo que es un resentido, es su propia admisión de culpabilidad y mofa. Rómulo, su hermano, se convierte ante Remo en un acreedor que le acusa y ante el que siente culpa. Esta envidia será la fuente de su violencia.
121. Mas en la Tradición de Faustolo, el Cavador-Puteador no produce un crecimiento orgánico en el interior del hombre ni un catalizante racional que sirva a alguna necesidad histórica. Los Remo(s) del Mundo son perpetuadores de simulacros y verdades instituídas, cada vez más desgastadas. El lobo y los perros (aún los domesticados) continuarán como los enemigos mayores del Rómulo-zorruno y lo que éste tiene de astucia.
122. Los puteadores entran en la Fiesta de los Niños y rompen las piñatas que se confeccionaron para ellos. Mas como intrusos no tienen otro gozo que frustrar la alegría de los niños. No esperan que de las piñatas caiga una lluvia de dulces o regalos. Entran obsesivamente donde no los llaman porque cada piñata que golpean a palos representa la ideología que odian: «el proceso del Deseo», del Otorgamiento en la medida de la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»).
123. Cuando los puteadores golpean las piñatas, golpean las Vasijas sagradas (el alma, Kli) y esencia de Aviut.
124. En el acaecer del acontecimiento de la Bestia con subjetividad, capaz de exhibir cierta sabiduría, como el anhelo de ética originaria, se centra Rómulo, el legendario fundador de Roma.
125. No habrá ética originaria sin la hazaña iruptiva de precomprensión del Alma, o Neshemá. Nietzsche, uno de los Zorros que admiro, dice que esta tarea comienza como una «disgregación, azar, coacción, o separación o vilentación». La voluntad crítica, la visión de la contradicción, el desprecio por lo sacrílego y la posibilidad de la belleza, surgen con la violentación ante la contradicción, de este modo es que se construyen los valores.
126. Puede que ésto parezca cruel: Rómulo asesina a su hermano envidioso, así como en las leyendas cristianas, el hermano envidioso (Caín) mata a Abel. Nietzsche dice algo escalofriante, si no lo entendemos: «Hasta el placer del abnegado reposa en la crueldad. Pues únicamente el placer del propio maltrato puede generar el valor del no-egoísmo o, dicho de otra manera, el altruismo como valor positivo».
127. Si viese que en la historia se operan cambios sin lucha o sin resentimiento, sucede por excepción. El dolor es siempre la constante. Por fortuna, o para menor vergüenza del hombre, el que sufre perdona y el más fuerte entre esos perdonadores, pulsa el cambio con un ejemplo de martirilogio.
128. Mas no se puede ser mártir sin una precomprensión del mensaje de la Vasija y el proceso del Deseo / Deleite. El mensaje de la vasija es tan simple y a la vez profundo: En Kli se configura un diseño de recepción de placer.
129. Tanto Deleite está configurado en tí como tejida está tu voluntad por Deseo con tu entorno.
130. El Puteador confunde la voluntad de Deseo con la voluntad de dominación.
131. El aprendizaje histórico filtra o sirve en la vasija una cierta cantidad y calidad del Deseo de Recepción. Los hombres-zorros lo mismo olfatean el Ruaj que el Neshemá; pero, la lucha por la sobrevivencia y el servicio, los mantiene en las madrigueras del mundo, con limitado deseo de regresar al Mundo del infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»).
132. Hay una precomprensión de lo creado, o lo dado, así como una prehistoria de ésto resumida en el proceso del Deseo o de su recepción.
133. Los africanos fueron los primeros en conceptualizar el vínculo entre todos los seres animados. A esta fuerza vital universal la llamaron magara. En rigor, se trata de la misma enseñanza contenida en El Libro del Zohar cuando dice: «Todos los mundos, los Superiores y los inferiores, se encuentran dentro del hombre. Todo lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre, y todo vive y se desarrolla debido al hombre».
134. En la Tradición de Faustolo, la magara existe. Una Loba te puede alimentar con su leche como si fuera tu madre, siendo que «lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre».
135. Hay una Diosa Madre coexistente en todas las cosas y su manifestación es la fuerza vital sustancial presente en todos los seres animados. Los hinduístas llevan el concepto de Aditi, como la diosa-madre, a la simbolización del vínculo infinito de lo terrestre con el espacio ilimitado.
136 La leyenda del anciano pastor Faustolo («il porcaro di Amulio») y Acca Larenzia, su esposa, es una historia sobre dos cosas: el altruísmo y el animismo como sistemas de creencias. Ambas cosas tienen que ver con la analítica genealógica del poder, o la dominación y con la etapa ética, que Foucault, asociara a la «genealogía del hombre de deseo».
137. Utilizo esta leyenda, con mi análisis hermenéutico, convencido de que el l conocimiento no es axiológicamente neutro, y que antes de hablar de solidez epistemológica o estructuras subyacentes del conocimiento o búsqueda de la verdad, hay que reconocer una historicidad concreta de las condiciones del ser que se juzga. En el entramado de la historia están los valores concretos, los que se atesoran y los que hay que revalorar; en ese entramado vital, se pelea la gran epopeya de la violentación de la que surgió la voluntad con su gramática parda (cf. Núm. 125). En este sentido, la verdad no es atemporal.
138. En regímenes con falsos valores perpetuados, enmarcados en simulacros, «somos los que conocemos» (Nietszche) como a priori el mundo moral en que estamos, o en el que se ha vivido por milenios. La historia, con todas sus mentiras sobre la continuidad progresiva y sus truncos heroísmos, es el plexo de la moral y, por tanto, tiene también su genealogía. Genealogía que deja mucho que desear cuando la analítica se centra en las relaciones de poder, tan torvas y oscuras. Es la razón por la que que Federico Nietzsche en La Genealogía de la moral, si bien intuye muchas sutilezas sobre el a priori del ser que conoce y rompe Tablas de Valores, se aparta de la visión platónica del devenir humano.
139. Como Foucault después, en la primera etapa teórica de una arqueología de la verdad, Nietzsche dice que la verdad no es posible, que la reminiscencia platónica no ayuda y que no hay un origen fundante que oriente a la humanidad en la tarea de ganar su libertad y superas las trabas al conocimiento de la verdad y la ética originaria.,
140. Al negarse el nivel de la transmundanidad, confundiéndo con la Nada, ambos autores (Nietzsche y Foucault), socavan la noción de Otorgamiento. Desdivinizada el alma, convertida en mera subjetividad histórica, la noción de Hombre-Bestia en el sentido hobbeano queda intocada. El barniz moral que ambos le aplican no borra esta idea.
141. El hombre-bestial, o animal político que cava puniciones, es el posibilitador del Estado; pero, a menudo y ésto es casi siempre, no es capaz de forjar un contrato social que como pacto sea justo para todos y haya sido validado de otro modo que no sea la coacción y avasallamiento.
142. Los puteadores se encarrilan hacia el Estado como antes hacia las hordas y la jefatura de los rebaños.
143. Puteadores (libres del «pozo» de la autocontención, más deshonradores del prójimo) o su víctima, el empozado, todos necesitamos del sujeto como alimento, porque no somos meros cuerpos. Foucault define el sujeto / o la vasija / como «un pliegue de la exterioridad».
144. El filósofo-zorro, como el artista, define la Vasija como su Yo para el Deleite, el receptáculo para sus placeres y convivencias (interacciones infinitas y perfectas). La vasija / el alma / o el yo / no es una Tábula Rasa que sólo se ha llenado, o medio llenado, del «afuera del que procede» (Foucault).
145. Lo filósofos o sicólogos que habla sobre el Alma / Klit / del Neshamá / como si se tratara de un cacharro en el que se echa cualquier líquido son cavadores de pozos. Funcionan de la misma manera y con el mismo conocimiento que el limpia un albañal, o el pozo de una letrina. Sacan mierda de un hoyo. Cavan un pozo séptico.
146. Decir como Foucault que «el pensamiento no encuentra en sí mismo nada con qué alimentarse», o que lo impensado reside solamente fuera del sujeto, es trabajo chapucero de albañalero.
147. Nietzsche fue más sutil al expresarlo. Existe una interiorización con muchos contenidos que han debido y deberían ser exteriorizados. «Todos los instintos que no se desahogan hacia afuera, se vuelven hacia adentro, esto es, lo yo llamo una interiorización del hombre: únicamente con esto se desarrolla en él lo que más tarde se denomina el alma».
148. Ahora bien, visto que es posible que haya pensamientos neutralizados o castrados vitalmente para pensar algo nuevo, pensamiento que son como árboles podados por los piuteadores y que han sido «desarraigados de lo otro», lo externo / geografía / animales / semejantes / relaciones amplias de libertad y convivencia con otros cuerpos / y aún con dimensiones anímicas y energéticas /, ¿qué explica sus carencias y anomalías? ¿O la queja foucaultiana sobre las subjetividades inhabilitadas para pensar lo nuevo, lejano y distinto, y producir o participar de una moral?
149. Después de todo, pensar definido como «bosquejar en el adentro los rasgos del afuera» o «plizar lo exterior en lo interior» es una buena idea; pero, es sólo una de las posibilidades del acto de pensar.
150.Hay una estructura del pensar que enriquece la inversión foucaltiana de Yo / o sujeto / como «coágulo del exterior». Los coágulos son malas plataformas para fundar una moral
151. Esta es una estructura que Foucault no examina y que, sin embargo, la llama dispositivo de asttucia no encaja en su noción de «proceso sin sujeto», que sirve como conciliador de las relaciones de fuerzas vigentes en el curso del desarrollo y el mantenimiento en la red del poder.
152. Cuando M. Foucault dice que «el poder produce sexualidad, o individualidad, o deseo, no sólo en la densidad de la red del poder, sino también en sus zonas más laxas», esta genealogia para el hombre del deseo (cf. Núm. 136) no mienta otra cosa que una ilusión de erotismo y libertad. Un placer de simulacro.
151. Hoy por hoy, los hombres-rebaños son los que dicen: «Soy un ser ético» y, sin embargo, no establecen relaciones consigo mismos que sean diferentes al de su manipulador. Ese dispositivo astuto del «proceso sin sujeto», arguido por Foucault es el que crea la falsa noción de ser libre, cuando no se es. «Libre de relacionarme con mi interior mientras me relaciono con el exterior».
152: Cuando me planteo la problemática de la sabiduría animal (cf. Parte Una), mi meditación poética describe la crisis de la cultura externa e histórica como una incapacidad para producir una espiritualidad activa y auténtica que es la que puede enlazarnos a la ética originaria.
153. La ética originaria es la que bendice y la que mira «a la cara y con la frente bien levantada» (sic. Nietzsche) el sufrimiento. En ésto consiste la madurez humana. El zorro-niño de Nietzsche se acerca a la sabiduría animal con una añoranza del juego. Madurar tiene que ir en acorde a «a la seriedad con la que jugaba cuando era niño».
154. Esto me recuerda, en la Tradición de Faustolo, al anciano que evoca el encuentro de los dos niños (Rómulo y Remo) que criará, junto a Laurenzia, como suyos. En el bosque, cerca de un río, en una oscura tarde, tras días de lluvia, testificó que los niños se alimentaban de las ubres de una enorme loba. Escondio tras un árbol, observa la escena. Lo que procederá después es que estos niños selváticos crecerán muy fuertes a su lado, con un carácter juguetón y amable, cada vez con mayores búsquedas de aventuras en medio de los bosques..
155. Este es el tipo de vida, natural y libre, que Nietzsche admira cuando valora el intelecto animal aplicado en la vitalidad humana y que inspira su reflexión siguiente: «Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz».
156. Cuando hablo sobre zorrez, me refiero a este sano intelecto animal: que en los niños Rómulo y Remo es evidente. Los no tocados por el temor a una Loba, niños movidos por el espíritu juguetó como ardillitas alrededor de una bestia mayor.
157. El hombre zorruno o selvático es capaz de amar y jugar. Es un animista natural, no cultivado por el miedo. O por lo que no existe. Es un evocador nato de lo infinito, esto es, la relación con un todo. Su verdadera madre es el Aleph, Aditi, la cardinalidad. Desde su nivel terrestre presiente los conjuntos infinitos, su esencia presente en todo el Universo.
158. Este hombre zorruno y selvático el que tomó seriamente el juego de la vida porque muy claramente Nietzsche, sin negar el dolor, filosofa: «No hay razón para buscar el sufrimiento». Por desgracia, hay sufridores profesionales, llorones de carrera. Y son la mayoría.
159. Puede que en el destino de la criatura humana haya muy pocos momentos felices, pero, la vida tiene esos momentos dichosos para quien sabe buscarlos. No hay épocas felices, o sociedades y civilizaciones que lo hayan sido, mas hay individuos que sí saben de ese sabor de la vitalidad. Son como hombres-niños que se regocijan ya con seriedad de lo que vivieron. Seriedad madura que no dejaron que su alma (vasija / Kli) fuese echada a un pozo profundo por los puteadores, cavadores de deshonra..
160. El niño-sabio-lúdico de Nietzsche busca la esperanza y el placer, pero, al mismo tiempo, es uno que «evalúa, como ser que ama por excelencia» (Nietzsche). Su espiritualidad no es pasiva y dependiente y, como explica el rabino Yehuda ben Israel, no se ata a «algo externo» que no mejora al hombre como persona o ser espiritual.
161. Hay adultos, en el sector de los educadores, jueces y sicólogos dizquie, expertoas y maduros en sus disciplinas, que piensan que ser niño es ser un tontarrón baboso, un pendejo transitorio y que ha dejar de serlo, con los años y lo coscorrones.
162. Estos puteadores de la ingenuidad y la inocencia no comprenden la naturaleza libre que el niño expresa y que ellos se encargarán de quitar y enmalecer, a tono con la cordura de la «gratitud».
163. Es realmente estúpido enseñar a ser agradable, hermoso y feliz, a quien ya lo es. La niñez ya contiene su innata libertad y tiene una carlanca divina, con estrellas animísticas y angélicas. A los niños hay que dejarlos ser y estimularles la esperanza. No se trata de dejarlos a su suerte, en el sentido material, sino que hay que darles la esperanza de que con su libertad descubran su propio destino y la ética originaria. «La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte», meditaba Nietzsche.
164. Para describir la sabiduría animal que preconiza el Zorro, utilizo los elementos o presupuestos, ya aprendidos de Nietzsche. Cuando seas niño, o los tengas a tu lado, cuídate y cuídalos de los puteadores.
165. La pedofilia del puteador es chantaje y engaño. Estos vienen en nombre de las «convicciones» y los Valores Familiares Tradicionales ha echarte al fondo «puteus», donde te sodomizan. Nietzsche advirtió: «Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras», o lo que es igual: «Toda convicción es una cárcel».
166. Con la infancia de sus naciones, ¿qué han echo los grandes pedófilos de la Fosa Pútida que se llama la Milicia, el Servicio a la Patria? Reclutarlas en sus tribus predatorias y llevarlas, como carne de cañón, a la matanza.
167. El resultado está muy bien descrito por Nietzsche: «La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido».
168. Cuando el tipo de cultura e instituciones tradicionales (incluyendo familia, escuela e iglesia), se han aliado como tribus en favor de tantas fosas pútida, controladas por puteadores, más vale nacer de una zorra en medio del bosque o de una loba en los derredores de Roma.
169. No siempre se es tan afortunado de tener a Faustolo por padrastro.
170. No dudo que Rómulo habría dicho lo que yo digo con respecto al Zorro. «Una loba me lacta. Es mi amiga y mi madre putativa. Tomaré a ella como mi doble, sombra de mi alma y guenda»
171. Precisaré un poco más sobre estas cosas para indagar el por qué de mi zorrez. La necesidad de descubrir el animal que nos inviste con su sabiduría, con el «sano intelecto animal», como Nietzsche postulara, tiene una larga trayectoria de documentación histórica. Un ejemplo: el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh con la noción de una hembra animaluna, «la doncella que chilla constantemente», que es llamada Lila, identificada con Lilith (la Eva-Bestia, primera esposa de Adam), en otra tradición que la asimila. Su compañero es descrito como quien alegra todo corazón y, al parecer, es pájaro o Dragón.
172. Todos los animales, sea la hiena, el zorro o el hombre, tienen una percepción sensual potencial y activa («Anschauung») y la fisiología instintiva que procesa los estímulos que percibe. Con este equipo es que se visualiza la externalización, lo natural de las formas, incitaciones y estímulos físico-orgánicos. Este es el «Geist für sich» hegeliano encarnado en los animales lo mismo que en el género humano.
173. Cuando valoro la nobleza de todo lo natural y salvaje, de todo lo animal, que todavía no se proyecta con el concepto («Begrirff») o el método lógico, es porque admito que los reinos con esta cualidad («Anschauung»), sensualidad y resistencia, tiene el valor de almas vivientes. Pasan por el mismo proceso que el hombre y provienen de la misma esencia.
174. Es cierto que cada animal tiene una guarida que le es propia. En cuanto espacial, la guarida es toda la Naturaleza («el afuera»); en cuanto, almática y animística, tal guarida es el Anschauung.
175. Hay una diferencia entre la guarida o madriguera que el animal se elabora con la sabiduría de su Anschauung. o percepción sensual y la jaula y el foso que cava el puiteador que deshonra.
176. Cuando cohabita en libertad y sin coacciones, todo animal elabora su nidaje, su guarida, marca una territorialidad, sagrada para sí, el espacio acorde a su sabiduría sensual y protectiva. Un animal aprende más que lo que suponemos. Aprende lo necesario y maximiza el potencial de su Anschauung en la geografía, flora y fauna que pisa y percibe.
177. Con el hombre, aún con su mayor evolución intelectual y fisiológica y para su mayor desgracia, la maximización de los potenciales que, en su entorno, le brinda su Anschauung, no ha sido posible. Es que el puteador más grande de los animales es doblemente enorme contra el hombre.
178. Aunque los animales, no lo conceptualizan como el hombre son almas sintientes que reconocen al puteador.
179. Sin embargo, precisemos algo que ocurre con el hombre, más dotado de Luz («Or») para la recepción de sus interrelaciones perfectibles de infinito. En el proceso del Deseo y el otorgamiento (cf. Núm. 122), que opera acorde a la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»), el hombre se autodepreda y con ello sufre más que el animal.
180. Este sufrimiento concierne al desaprovechamiento de su luz. La mala administración de su Anschauung. El género humano es el único que, aún conociendo que posee un alma sintiente, con niveles mayores (de mayor apetencia de luz), la niega y la sabotea.
181. El hombre que derrocha su energía animal y su percepción sensual termina haciéndose deudor («Schuld»). Ningún animal se siente deudor o se humilla ante sus acreedores.
182. Ser deudor incentiva la agresión, la envidia y el resentimiento. La envidia incontrolada pasa de la mofa al resentimiento y el resentimiento incontrolado a la agresión. La agresión del resentido se extiende a sus semejantes y a su entorno.
183. La agresión es anti-ecológica y anti-erótica. Es un paulatino suicidio en vida.
184. La depredación innecesaria surge de la envidia. Es una sed y hambre de Luz / Deleite / que responde a una vasija permanente rota, que ya no puede contener ni deseo de recepción ni otorgamiento.
185. Regresar al Mundo del Infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»), según vimos en el aforismo Núm. 131 es cuestión de aprendizaje histórico, que es el hábitat o madriguera de nuestra resistencia.
186. Para el zorro-espiritual, el lugar de nuestra resistencia es pantano nutricio, que es la Vulva del Neshamá. Esa esa es la cima orgásmica del Deleite, desde la cual hay que continuar el Canto Invocativo del Deseo o Voluntad por Deleite fuera de los dominadores o puteadores. Hay que espantar a los intrusos desde el Ruaj evitando que agujeren o violenten nuestro pantano nutricio.
187. La Doncella Lila en el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh es la Sabiduría Animal. La Lilith de Adam. El / la / Guenda. Nuestro doble en el reino de Ruaj. Tomarla, como aliada, para fortalecer la Guarida (cf. Núm. 171..
188. Una vez, con la resistencia, podemos avanzar a las aventuras que brinda la Naturaleza e investidos con dones de Neshemá, seguir hasta colmar la Vasija con nueva Luz. El arribo al Olam Ein Sof.
188. Todos los seres humanos debemos buscar la Doncella Lila. Evitar que se convierta en la hija de Havvah. En la prostituta para la noche del stop-club.
189. La sana sabiduría animal revela que hay alma viviente, olor a propia madriguera de Ruaj, en los árbolos y en las plantas. La creencia animista en los tótems proviene de la esencia de utilidad y belleza que reside en estos cuerpos de la Naturaleza.
180. Un animal vivo es un alma sintiente. Deja su olor / vapor / y su saliva, como un perro en los lugares útiles de su protección. Si usted cree que los árboles son mera materia prima para fabricar un mueble usted es espiritualmente míope y no tiene un guenda. Su percepción sensual es pobre o inexistente.
181. Si usted cree, aunque parezca un paganismo supersticioso, que un árbol es un alma sintiente, puede que lentienda la adoración del hombre antiguo por las deidades maternas, o espíritus forales. Esto lo hace animista, en el mejor sentido, el espiritual.
182. Aún cuando el árbol, o el animal que será sacrificado para uso humano o alimento, muera, antes merece el respeto. Los antiguos druídas, así como los leñadores paganos, antes de talar de talar un árbol, lo bendecían y le pedían perdón. Esto es sana sabiduría animal.
183. Puede que, ante la opinión de los modernos, ésto parezca anacrónica herejía o superstición; pero yo creo en el alma femenina de los árboles. Me encanta la visión de las dríadas del folclor griego y el sacerdocio druída que adoraba la esencia de los árboles.
184. Cuando yo valoro el concepto de Otorgamiento divino (que se desprende de las enseñanzas kabbalísticas), en realidad, precomprendo el hecho de que la Naturaleza (sus ríos, sus árboles, las bestias menores al hombre) son almas vivientes que se nos ofrendan. Son las fuentes del Otorgamiento.
185. Mi zorrez es el primer obsequio que se me da por otorgamiento.
186. El primer Otorgamiento es gratuito. La zorrez es la bendición consciente de la zorreada y la gratitud por la bendición es lo que los kabbalistas nombran como deseo de recepción: lo que yo recibo como obsequio es la vida.
187. Uno se sabe zorro por el deseo de vida y recepción. Hambre y sed de permanencia en lo vulvarmente nutrucio de la vida. Uno sabe que hay más por recibir.
188. Heidegger se preguntaba: «¿Cuál es la esencia del habitar?» Y contestaba ser-en. El hombre es ser-ahí en ese Uno del ser. La esencia del habitar es ser-ahí. En la existencia.
189. Y ser ahí, aunque haya que seguir construyédolo sus latentes esencias, no es una cautividad que condena. No es estar echado en un pozo sin posibilidades.
190. Lo maravilloso del primer otorgamiento de la zorrez es estar fuera de... ¿De qué? Del cascarón que encierra la vida.
191. Si la esencia del ser es estar fuera, habitar fuera de lo cerrado, todo exterior puede servirnos de casa / de madriguera / de selvas para explorar.
192. Toda zorrez es una salida. Un portal a la vida.
193. Cuando se anhela lo cerrado lo que realmente se pretende es el olvido de la gratitud. Olvido del primer otorgamiento.
194. La vida, aún la que los falsos espiritualistas califican como biología animal o carnalidad diabólica, en el sentido de adversaria a la luz, en el sentido de Haborym, satánica, y se Lilith, esposa del Diablo, o del Angel de la Muerte, es la que manifiesta que somos seres auspiciados para una cada vez mayor libertad y delicia.
195. El otorgamiento es endoso generoso y guía. La vida física no es una condena, o captura en un reino denso (el Maljut, la Tierra) sino un auspicio en libertad de quien nos dice: «Vén y ve».
196. La Kabbalá enseña que uno de los nombres del Creador es Boreh. En el término hebreo, se conjuntan dos palabras. Una es Ven, es decir, acércate, regresa; la otra es Ve, esto es, examina, observa. El Creador o Auspiciador de nuestra vida la dio con opciones. No nos tiene del cuello, ni atados de una pierna para el encerramiento.
197. No se le dice Ven al atado ni se le dice examina al ciego, o plenamente estúpido. Boreh es la verdadera esencia divina para describir al que otorga y obsequia. Boreh dice: «Ven por más»; ven para que aprendas, ya no sólo a recibir el Deleite, sino a otorgar. Ven para la abundancia de la luz, que es placer gradualmente infinito.
198. Primero hay que recibir para después otorgar. No se concede lo que no se tiene. Boreh, como creador, lo sabe.
199. El kabbalista Michael Laitman explica el término boreh / ven («Bo» y ve («Reh»), como nombre del Dios Creador como el paso del «deseo de recepción» por el de otorgamiento. Con el rango de otorgador alcanzado («Galgalta Einaim»), se expresa amor.
200. Sólo da amor el que lo ha recibido. El amor es un aprendizaje que procede al ortorgamiento. El amor viene de la revelación y no hay revelación si uno no se aproxima al Auspiciador que dice: «Ven y ve».
201. Poéticamente dicho, la zorrez es cuidado aprendido. El zorro es listo, cauto y cuidadoso, en medio de sus enemigos, las bestias mayores, que son aquellas sin la zorrera bendita, sin madriguera.
202. El Zorro mayor me ha redefinido las bestias mayores y su por qué. Sin madriguera, la bestia sufre. La bestia carece de madre. Es huérfana. Enflaquece por falta de nutrición. La bestia no lactada se vuelve tan devoradora que se come hasta lo que no debe. Se come hasta el auspiciador que le dio la vida.
202. Carecer de madriguera es no ser prohijado. No vincularse al mundo vulvarmente nutricio. Es carecer de pantano. De casa, de monte, de escondrijo. Es vivir en desamparo. Es subsistencia con lo mínimo: una pequeña chispa del placer, «ner dakik».
203. Las bestias mayores no van ni observan a Boreh. Y el primer otorgamiento se vuelve su sentencia de muerte, aunque durante el transcurso de su corta vida hagan depredaciones. De hecho, no conocerá el «Olam Ein Sof» de la recepción ilimitada de Luz / Delicia / ilimitada.
204. Bendice la zorreada, el endoso gentil y la orientación de Boreh que te llama porque te hice libre y con vida. Mas no hay libertad sin regreso, sin el conocimiento de una mayor luz que se comparte.
205. Bendice a la Madre Vida y llámala como te plazca. Invócala como sepas, pero regresa a ella cuando te diga: «Bo», ven.
206. En el Bo del Ven hay bendición. Se va a recibir algo más; pero, se abrirán los sentidos que a todos, como almas sintientes, se nos dio: la percepción sensual (cf. Núm. 175).
209. Bendice también la guarida porque es el Anschauung.
210. Bendice la fuente del Aditi, o la energía primaria, el Alef de la Madre, porque nos da el sentido de permanecer, residir en la estancia de paz, no en agujeros o pozos de los puteadores.
211. Bendice la examinación, el Ver / que es el Reh de Boreh, porque es la Cura / la Sorge heideggeriana que nos permite la estancia satisfecha, preservada de malignidad y daño, de las amenazas de las Bestias Mayores.
213. Ver es tener cuidado y orientarse para cuidar.
214. Ver es el aprendizaje que acerca el alma sintiente a la libertad orienrada al ortorgamiento.
215. En la tradición de Faustolo, se describe la epopeya de las almas sintientes, pero también la amenaza de las Bestias Mayores. Son las bestias mayores las que abandona a los pequeños gemelos Rómulo y Remo, dejándolo en un cesto al lado del ficus ruminalis. ¡Qué paradoja! La enorme Loba es la que se enternece con el llanto de los niños. La bestia es la la presencia apiadante, tipo y figura de lo vulvarmente nutricio, y el calor del pelaje de la loba es la guarida para la niñez indefensa.
216. La misma tradición enseña que la madre orgánica de los gemelos es Rea Silvia, hija de Numinator, legítimo descendiente de Eneas, y sacerdotisa de Vesta. En esta madre sacerdotisa, elegida por el dios Marte para ser madre de dos de sus hijos, se representa una enseñanza grandiosa sobre los sacerdocios institucionales: el menosprecio por los cuerpos. La estigmatización de la maternidad y el infanticio tácito.
217. La descripción del primer puteador en la penísula itálica es el castigo a Rea Silvi. Se ultrajó en ella su derecho al deleite natural de la maternidad. Se mofó y se condenó su sexualidad en nombre del precepto artificial, antinatural, de un voto de castidad. Se le dijo transgresora, según una estúpida ley.
218. Fue enterrada viva y antes privada de los gemelos de su parto, Rómulo y Remo, a quienes echaron al río Tíber en una cesta a sus pequeños. En un bello libro de José Antonio Ríos González, cuyo título Roma, andar y ver [Visión / Libros: Madrid, 2008] insinúa una familiaridad con el Ven y ve / de Boreh, se cuenta esta tragedia.
219. Y, por transgredir como vestal contra el voto de castidad, encima, se le dice que es una ramera apestosa, o mujer desvergonzada. Este precedentte misógino ejemplifica la cultura puteadora.
220. De lo que ha de inferirse: putear es el arte de tirar la puerta en las narices para que te vayas.
221. Putear es el arte de rebajar al existente, anular el primer Otorgamiento. La vida en libertad.
222. Putear es el peor de los maltratos, la humillación permanente.
223. Putear es inventar delitos que no existen por el gusto de inmovilizar y el falso regocijo de imponer.
224. Putear es el ejercicio del poder para el suplicio dell prójimo.
225. Putear es sacar los ojos de quien más desea ver para que no obedezca una necesidad que es urgencia del alma sintiente: la percepción sensual.
226. Putear es robar los derechos naturales.
229. Quien encesta tu fruto para echarlo al río, tarde o temprano, te ahoga en tristeza. Ahoga tu labor al pie del ficus ruminalis. Llámalo la Bestia Mayor, el Asesino.
225. Todo puteador, aunque sea el sacerdote de tu pueblo o el veedor de las vestales, es un asesino. Es el Depredador vicioso y es el Adversario de Boreh.
224. La definición que da la jerga popular chilena para putear es elocuente y equivale a insultar: Putear es echarle la chuchá a alguien, darle la media foca. En Chiapas (México), del puteador no se dice que es explotador sexual de varias parejas, ni casanova-garañón. Putear es regañar. El puteador te da sermones y reprende con agravios.
225. El putear es un arte de braveros que se place en maldecir con grosería para dar tono al regaño, por lo que es distinto al que exhorta críticamente a un cambio de conducta con el fin de coregirla. El bravero putea y, en el putearse, hay un deseo de enfurecer, estropear o perjudicar y, así, emberracarse mutuamente.
226. Puteada: arte del reniego y la execración.
227. Cuando los antiguos gauchos argentinos, expresaban que había sido «rajada una puteada», en este rajar el insulto pasaba de la madre al hijo. «Hijo de puta». Seguro que Rómulo y Remo eran los hijos de puta de la madre Rea Silvia.
227. Ya que el puteador enoja e indispone a su víctima, en el lunfardo argentino, el puteador es quien emputece a otros. Los emputecidos aprehenden su influencia y el impacto de sus puteadas como degeneración, vicio, corrupción y locura.
228. Distinto a las éticas originarias, que se hilvanan en consensos armónicos, la moral coactiva es el diseño de los braveros y puteadores.
229. La moral de los puteadores rompe narices. Cierra puertas a portazos. Saca ronchas. Ciega los ojos. Ensordece y deja el sabor del verraco.
230. Uno precomprende cuando un decreto moral, o de orden conveniente, es útil y sirve como ley a los grupos humanos. Y sabe cómo se ajusta, o no, a exigencias del puteador y jefe de manadas.
231. Una sociedad, cautiva con la moral del puteador, no merece tener vestales.
232. Cuando la moral social y pública es puteadora, en esencia, el sacerdocio de Vesta es un adorno.
232. Los pueblos que no cuidan la existencia de sí mismos son pueblos puteados y no tienen otra moral que la de rebaño de ovejas bajo la custodia de lobos.
233. Esta distinción entre una moral originaria y una moral coactiva de puteadores es básica en la Tradición de Faustolo. Hay una diferencia entre el «ser-con» (el Mitsein heideggeriano) que define lo relación compartida del Yo, como ser-en en la cotidianidad del mundo.
234. Los puteadores transforman a Mitsein, no en copilotos de un ser-en que se comparte en las aperturas del mundo. Para el puteador, aún la gente (los otros, el prójimo), son meras cosas, útiles / objetos a la mano, de los que pueden disponer arbitraria y caprichosamente. La esencia de Mitsein es existencia, o una relación constitutiva, diferente al tipo de trato con las cosas.
235. Mitsein no es ocuparse de al estilo puteador, sino un preocuparse por al estilo de la ética originaria.
236. Etica originaria: Preocuparse por un habitar con los otros en paz, sin amenaza, construyendo siempre al pie de la higuera la guarida o madriguera del Ser.
237. En la Tradución de Faustolo, la moral originaria nos da a todos como Hijos de la Higuera y nuestra Madre-Higuera es natural. La Madre es quien nos cuida y cobija para un crecimiento. La Madre es una constructora, en el sentido que Heidegger estudiar en la palabra alemana Bauen. Este es verbo, significa habitar. La Madre es quien nos permite habitar hasta que, al crecer, podemos ser los frutos maduros de ella.
238. La Madre-Higuera es la constructora de frutos y es la forma externa del otorgamiento inicial, que es cobijo. La Madre Higuera es la que abriga y cuida a los higos. En esta labor constructora, la Higuera cuida, mas a los higos les competerá una vez cuidados y maduros edificar.
239. Es simbólicamente interesante que una vez rescatados y cuidados por la Loba apiadante, Rómulo y Remo serán edificadores. Se habita en la madriguera para edificar después de una ética cultural de Cuidado / collere que, en el latín, significa cultura.
240. La cultura del cuidado («preocuparse por») es la ética. Es la originaria fase del Mitsein: sorge / la Cura.
241. La Tradición de Faustolo revela que, tras el otorgamiento iniclal de la vida, la Madtre-Higuera, puede ser el lugar de nuestro karma, o del dharma. El lugar en que contraemos deuda es al pie de la higuera. Quien no edifica, como el higo cuidado, seca su propia fruta. Maldice su propia higuere. Remo es un ejemplo de ser
242. Lo que solemos llamar, como pueblo-nación, la Patria colectiva, es parte del Ser-Con comundano de Mitsein, ingrediente en la nobleza de la Madre-Higuera / matría. La matría es natural, suelo o geográfica y vulvarmente nutricio. La patria / al pie de la higuera-madre, sea humana o sea Loba o Zorra, es una edificación conceptual. Heidegger hace estas distinciones del lugar en el habitar humano.
243. Las bendiciones al zorro-edificador vienen de su patria. Es el lugar de la madriguera el más receptivo a dar la dosis de ética originaria que debe recibir un pueblo-nación. En el lugar de la primera bendición e invocación de la zorreada, se grita: «¡Esta es mi tierra!»
244. Primero se conoce el territorio propio, las cercanías del paisaje al pie de la Higuera del nacimiento, después los bosques lejanos. Las Bestias Mayores se ocultan en bosques o distancias / en la que nadie nos vio cuidados, auspiciados por la Sorge o Curaduría de los padres.
246. Cronista de la Tradición de Faustolo es Tito Livio, autor de una historia de Roma, tiulada Ab Urbe condita / Desde la fundación de la ciudad. Es él quien nos refiere la heroicidad y acervo kármico de Eneas quien, al huir de Troya, recibió la misión de fundar una nueva ciudad o segunda Troya. El vence a muchos enemigos y seleccionó un lugar cercano al río Tíber, en el centro de la península Itálica, para formar una patria, a la que dio el nombre de su segunda esposa, Lavinia.
246. Tito Livio da cuenta de la destrucción de Troya por los griegos. Del hijo de Eneas con su primera mujer y de la fundación por éste de otra ciudad: Alba Longa, al sur del río Tíber.
247. Fundar ciudades y edificar patrias es asungto que concierne a la preocupación en el sentido en que Heidegger la discute en el Ser y tiempo. Quien edifica y funda no debe olvidar que se funda una nueva ciudad porque la guerra / la decadencia y la maldición de invasores / destruyen la primera. Las ciudades en karma deben ser: o abandonadas o redificadas. Esto hizo Eneas al pensar en la segunda Troya, no intervenida por extranjeros ni puesta en llamas.
248. La epopeya de Eneas la leo con consciencia anticolonialista, en el sentido político, y con consciecia filosófico de una hermanéutica del Cuidado y la Cura.
249. Este concepto heideggeriano de Sorge es definido como «pre-ser-se-ya-en el modo propio de ser-en-el-mundo, a través de la cura (Sorge), que no es otra cosa que el cuidar al mundo».
250. Cuando se cumple este cuidar al mundo, entramos al asunto de la ética originaria, personal y social, que describí en un poema al decir:
251. La autodefensa como «sutil ejercicio de las garras» deben basarse en el comprender, en reconocer un fin concreto a través de procesos y, sobre todo, autodefensa por el trabajo. La cautela zorreada salva alolfateador invocador y visionario.
252. Hay que leer políticamente esta crónica de Tito Livio para entender lo que llamaremos el karma y el por qué pienso que ésta es generada políticamente por los puteadores. La historia de Numitor y Rea Silvia, padres de Rómulo y Remo, expresa el aspecto político de la ética originaria y cómo dhármicamente es resuelto o superado por Rómulo, fundador legendario de Roma.
253. La dualidad luz y sombra / la noción de rivalidad o batalla entre estos dos principios / se simboliza con los hijos del Rey Proca (Numitor, el mayor, y Amulio). Amulio, el primer puteador, toma preso a su hermano para que no herede el gobierno del reino itálico. Mata a todos los hijos varones de Numitor, con la excepción de respetar la vida a su hija, Rea Silvia.
264. Mas Amulio, el rey-puteador, jefe de manadas, está ebrio del poder que no merece y que ha robado a su hermano, mediante crímenes. Está temeroso de un día perderlo si la mujer que ha dejado viva, entrre los hijos de Numitor,llegara a tener descendencia. Entonces, de suceder, los hijos de Rea Silvia le disputaran el trono.
265. Aquí es donde el poder se convierte en falsa patria. La Tradición de Faustolo, contiene esta enseñanza. Toda falsa patria y falso poder es kármico.
266. Toda rivalidad desarmonizadora es kármica.
267. Todo poder ilegítimo e impuro es kármico, como lo es el crimen, el robo y la suplantación.
268. Y el karma colectivo es la autoría y arte perfeccionado de los puteadores.
269. Amulio procura que Rea Silvia no tuviese hijos. Y se cree listo al mover a sus cómplices en el poder sacerdotal para que ella sea una vestal, dedicándola a mantener vivo el fuego del hogar en el templo de las Vestales. Mas esta especie de convento, las Vestales, con su decreto de privación de sexualidad (voto de castidad de 30 años) es une engañifa impura y kármica.
270. Como inducida al sacerdocio como vestal, Rea Silvia es coaccionada, so pena de severo castigo, a negar las necesidades de su cuerpo y su anhelo de maternidad. El vínculo kármico amargará su vida, por orden de Amulio. Sin embargo, pese a las precauciones y amenazas de los puteadores, a ella le nacen dos gemelos.
271. En la Tradición faustólica, pese a su karma compartido, ella es mártil y representa el espíritu de la fertilidad o Lupercalia. O los presagios de cercanía de la Primavera: fecundación y floración. Esta tradición combate el karma y es divina. Ser mártir es un inusual modo de sacar las garras, sutiles garra de resistencia, y cuya esencia es la purificación.
272. Durante las cercanías de la Primavera, que en la antigua Italia de la Lupercalia, el espíritu olfatea mujer. Invoca visionariamente la matría y los varones-zorros son nuevos sacerdotes («luperci») de purificación.
273. Cada hombre natural, cada patriota verdadero, es un sacedote refedefinido por la invocación de la pureza ante los puteadores. Es un ser armado con el látigo purificatorio. En latín, el origen de la palabra febrero («februarius») proviene de la palabra que mienta la purificación («februs»).
274. Si usted se levanta en la mañana, prepara con fibras de pátalos de rosa, un látigo y golpea cariciosamente las nalgas de una hembra, usted es un luperco. Un sacerdote purificador; pero, si al contrario, busca la sombra de un rincón y las menosprecia como impúdicas, usted es un puteador. Y su mofa o su sermoneo es criminal y kármico.
275. Las hienas se alimentan del karma de los pueblos. Comen carne y carroña del impuro Acontecer.
276. Son pasivas y retardarias. La hiena sabe sólo comer de cadáveres. Se sabe vulnerable ante el terror y el sufrimiento. Se adelanta a comer primero. Otros que mueran con hambre.
277. Los falsos sacerdotes de Amulio a Rea Silvia la enterraron viva y a sus hijos los enviaron a la muerte. Tras ellos van las hienas.
278. Si usted está obseso con el olor de Démeter y se enternece cuando su madre e hija duermen y las observa con amor, usted es luperco. Si siente que ellas le devuelven sus más profundas certidumbres, es un sacerdote purificador y el látigo en sus manos es una ofrenda mágica, no un instrumento de castigo (cf. Mi zorrita, Parte Uno).
279. Sea usted de quienes sienten para el afianzamiento, no con tonto rito, y entenderá que el mundo necesita de lupercos verdadero, no de maltratadores feminicidas.
280. Aunque le digan zorrillo sospechoso agite la cola. En todos los zorros, la cola es la que huele a lodo cósmico. No se quede en el lamento del hijo de Kerana. No sea como el Loro, «que olvidó quién es el Padre del Lenguaje». Haga su lenguaje el amor mismo. Invoque (cf. Lamento del hijo de Kerana, Parte Uno).
281. La sana sabiduría animal es espíritu faunalio y primaveral. No el machismo enfermizo de los puteadores ni el hermetismo sofístico inspirado por Juno, madre de todos los dioses, protectora de hogares que son ratoneras implantadas por la más hipócrita civilización.
282. Los lupercos de espíritu primaveral invocaban a Fauno, pero también a la Loba que amamantó a Rómulo y Remo.
283. Para ser luperco, entienda el triste hecho: el zorro puede hallarse herido; pero, puede salirse de la paciencia y las resignaciones.
284. Es preferible ser un perro salvaje que perder la sabiduría del olfato.
285. Sin olfato no hay camino ni resistencia.
286. Perro / canído / que pierde el olfato nunca tendrá la zorrez como conocimiento.
287. No busque su otorgamiento entre sacerdotes de Amulio, no sea que como a una vestal desobediente se le entierre viva y a sus narices olfateantos se les eche un portazo que les rompa el hocico.
288. Es preferible que se le vea el culo y se le admire, por las travesuras espontáneas del juego, que se aburra en las apatías solitarias del pudor.
289. Bendita sea la exteriorizada desnudez que hoy es memoria de belleza en los círculos de la prohibición.
290. Tras el mucho ropaje y maquillaje civilizador se ocultan emputecidos garabatos y las fisonomías de los grandes puteadores.
291. Más vale una prostituta, con el alma sagrada, que una vestal pervertida, con el cuerpo virginal e inmaculado.
292. El zorro más zorro, el alboratador de gallineros, dijo: «A las aves de corral, / con cluecas mañas de Bezug / e hipócritas ardides, referencialidades, / yo sí las cazo, voy por ellas, las espanto, / las muerdo y que se vayan» (cf. En oscuros corrales de mentira, Parte Uno).
293. Comprendo más a los donjuanes que a los teólogos de marras.
294. Los mentirosos, sutiles puteadores, son maestros de necesidad y domesticación. Canjeando astucia por razones: «Necios quieren mis zorrillos, / mansa, mi hembra, crédulas las niñas de mis ojos».
295. Es mi espíritu de patria un pez ígneo. Rostro limpio y fugitivo. Y su voz ondas de mis ríos, lo extenso, poema lícuo, «padre de lo físico, vientre primario». (cf. El invocador zorruno, Parte Uno).
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