Friday, December 10, 2010

Parte Dos / Las zonas del carácter / Navegaciones



Parte Dos
Navegaciones en la memoria



La castradora peluda

Como un árbol de almendras es tu cuerpo.
¡Frondosa hembra, cibeliana!
Como colmena de abejas, tu púbis
y penetrarte es un picor que arde,
quema, castra en estallidos por los montes.

Como una hembra del neolítico
tienes los muslos fuertes, pareces
la leona, señora de las bestias
en la maleza en que te amo,
en la cama donde olfateo tu aliento.

Tú eres vida porque te anhelo, contigo
se vive en el deseo creciente, en luna
de tu menstruo y tu tacto es mi piel
y tu pelo una enredadera que me tapa los ojos
y eres cómo la muerte, siendo vida erotizada,
y eres como resurrección en el trecho final
de la mutua lujuria.

Me tapias en tu recinto y tus murallas,
que son sagradas, pero, ¡cómo amo yo tus huesos!
¿Quién tan fuerte, como esa salud
que es el proyecto del campo y todo árbol,
el proyecto de los cerros y los riscos,
y cada barranquera, donde corro como liebre
para darte alcance y llamarte madre, amada,
hija de la espuma del castrado,
mutuo semen de la Urania y de la herida
del cosmos! Cibele, nena peluda,
clitoruda, mari-macha, como un árbol
de almendras es tu cuerpo, y por verme robado
por tus brazos, yo me hago eunuco voluntario
y me entrego a los cuchillos de tu boca
aunque me mates a besos.

3-12-2004

*


No había culpa


Antes, cuando siquiera tenías falda ni hazaleja
que te cubriera, sólo pelos, vellos,
hirsutez por todos lados,
cuando eras la Gran Vagina, cerámica
de la cueva láctea, Vasija amplia
del hueso del misterio,
no había Tyché, tijé no había,
ni siquiera culpa...

Antes no había determinación que limitara
la libertad de amarnos, sólo había transiciones armoniosas.
Tyché‚ se complacía con los variados cambios.
Podía tener tu mala pata y no ser maldita
como Lábda, la coja, podías ser ciego
como Polo y seguir en el remiendo de relojes.

Ninguno, cuyo signo en la memoria
vivo o muerto te supiera, te hacía culpable
en aquella horda primitiva siendo que eras
Simia Peluda, omnipotente, unitaria...
Eras padre y madre, original y vívida Mnemosyne,
colectora de todas las memorias,
alimentadora de todos los hyiás,
transeúnte del territorio din mico y vulvo-fálico
de todo lo inconsciente que asomara
al evolucionismo, a las ganas resurrectoras,
a las alegrías de las regeneraciones,
a la fertilidad del Nilo, a la corona Atef,
al cayado que no es poder ni látigo,
sino incestuosa complicidad de Osiris
con el Uas / cetro y mayal de Ella / tierra y agua /
materia y laguna con sus peces...

No había culpa, tan sólo ese poquito de vergenza
porque Ra maldijo el erotismo y dijo que su esposa adultera
(él fue el primero). Te puso el dedo para fundar
el tiraniis dominatio con la superbia regnum...
y tú, Umbra Ignis,
con la diversidad hilvanarías hasta en el gozo
con que la Luna afortunada se aprovecha
de los rayos solares: forjando a Jonsu.

Nut es polígama, poliándrica, cachonda
y Geb la quiere y Thot la ama, por igual.
Porque no había culpa, vergüenza
había sobre los Valles del Estrum
y nervios y cautela, pero no había culpa,
no había culpa ni dedos acusadores.
En los días epagómenos
de los cinco sentidos, tu dedo Tirano Ra
fue el primero.

22-09-1977

*

Tú eras la Omnipotencia
Un pelo de mujer arrastra m s que una carreta: refrán popular
... siendo tú, la Memoria, por tanto también
eres la omnipotencia. Tirano quien se atreviera a acusarte
con el riesgo de avanzar hacia algo más que la verguenza.
Tú, la omnipotencia, que no había significado hasta entonces
posición ni poder ni jerarquía, sólo líbido libre, generosa.
Un gran enigma. Un armonioso manantial
del que venimos desde lo tiempos nómadas
cuando no hab¡a sino tiempo de sendas y de levantar
alimento ensemillas del suelo como colectores,
apenas civilizados, pero nobles.

No había tiempo para anadar vestidos,
sino con tu piel, Madre del Grupo,
amante de machos en tus alrededores...

... era tu vagina, la memoria de todos.
La hazaleja de todos, el taparrabo colectivo.
Tú dabas la camisa y el calzón
con pegarse a tí, criatura calentica, vibrátill bestezuela
que ense¤aste la primera canción del corazón
con tu latido, nana que no se olvida
aunque pasen los siglos.
Tú nos duermes, embelesas, bruja-Madre.

Crecido ya, llegaba el padre-cazador y te cingaba
y en la noche, puede que cingaras con tu hijo
porque murió el padre, o tu primer marido.
Tú eras puta exogámica, tú eras amada
en el in-cestus. Y te apareabas dentro y fuera
con cualquiera y eras madre-puta, putamadre,
de todo el Universo, sin importar parentesco.

T£ eras el gozo de la vida, sin condena.
Eras la Esfinge que aprieta los esf¡nteres.
Eras el músculo vulvar que exprime
semen y tira las verticalidades del pene
y su espesura en tu fondo caliente de magma
y de jalea y eras el delicioso hybris para todos...

02-19-1977

*

La acompañante que abandona

A tí, que me ciegas para que no te vea,
a tí que me ensordeces para que no te escuche,
te echo la culpa de esta soledad
que se robó tu memoria y me heredó tu olvido.

Vivo por miserias que dejas en mis dedos,
tú, quien parecías que de ningún hecho físico
cortaste el pan que me alimentara,
tú, que espectros tuvíste, o aún escondes
bajo las alas prerracionales con que vuelas;
tú, mariposa, que nacíste para abandonarme
y dejarme en los montes
trasuntos de tu vuelo, arañuda.

En mares de ansiedad incestuosa
por quererte, atraparte, hacer de ti causa grata,
causa perdida tengo, después de haber nacido
e ignorarte; a tí, Esfinge, abandonadora,
quien aprietas como el Hybris ominipotente
a quien pierde la justa medida y las lealtades
por arrogancia racional. Te pierdo sin recuperarte
y por eso a tí dirijo mi llamado recurrente.

Náufrago me llamo y mendicante y paria sin camino
... y pensar que por tí, yo me haría bestia si lo pidieras,
yo mataría a quien te prohíbe, en esta edad del hombre
con cuchillo y el guerrero; yo me educaría
para volver a dominios de Tu Paraíso,
a la paz inmoral, a tus libres y danzarinos ríos.

S esi que acaso eres diosa, sin ley que te limite,
si es que eres el tabú de los tabués
y trasciendes más allá de fantasías posibles,
déjame, ser tu esclavo, tu amante,
el Id animal de Tu Misterio,
en la primera infancia de Tu Reino.

19-08-1979

*

El acompañante incestuoso

­¡Qué nostalgia de tí, paridora calipigia,
con nobleza tibia y tersa de senos, qué nalgas
para llenar mis ojos, qué largo tu pelo
para asignarte el nombre femenino
y no temer al hybris...
y en tu cabeza, tu vulva, tus axilas guardarlo
como el aroma mutuo de pertenecernos,
ayuntados, ¡ntimos, sin tabúes...
­Qu‚ aferrado estoy a que me llames,
porque en tí no hay miseria!
y nadie teje en tí una araña venenosa
con mi avenencia, o mi gusto..

Crezco a tu lado, tú ves mi adolescencia
(la tejes con caricias, nos saciamos)
y no edificas rivales, siempre te abres al hijo
y me das representaciones primiginias
del Gozo... ­¡Qué nostalgia en los huesos
del Tiempo, el contacto perdido!

En las piedras de la vida, agotada se aparta
toda Tu Memoria, de sabroso líbido.
Madre, toda tu delicia y mis hijas contigo,
y toda tu seducción, a mis hermana,
y la gloria parricida de Edipo y esa primera infancia
de funcionamiento exuberante, creativo,
que me atara a tí, cuando urdimbraste,
tántricamente con dedos finos,
hilozoicas babas de vulva cavernaria,
cuando no había culpa,
porque ley no había
Cuando no había desamor porque el amor
daba fue el Unico arquetipo, Libertad.

*

Lo mejor de las memorias

Dice la que teje las cosas alabadas desde antiguo
que existe un Arquetipo de los gozos,
época de orgasmos ancestrales donde los Divinos
cazadores de los ágiles ecos de lo humano
atrapaban las alegrías de las recolectoras,
las atajaban en los montes numinosos,
se acostaban en las cuevas, junto a ellas,
hasta hacerlas soñar con otros cielos,
ultraterrenos, transmundanas esferas,
donde todo es eterno, redondo, delicioso,
abundante, perenne, y se nace sin zurdez
ni mala pata, como se nace en los linajes
del defecto genético. Con los Divinos se heredan
perfecciones y no hay vergüenza ni taras.

Nadie cose. Nadie borda.
Nadie tiñe la lana con púrpura
en esos mundos lumínicos, más transparentes
que las radiancias blancas de la luz,
donde se puede andar desnudo.

Dice la tejedora, veloz dibujante del pasado,
quien hila memorias que embelesan
a todo a quien la oye,
que la diosa de la sabiduría y la guerra
(la verdadera Diosa / no sus profetisas
ni vendecuentos, la verdadera Diosa que habita
los mundos más finos de la raza humana
y quien sólo se asoma a las regiones donde vive
el Arquetipo del futuro andrógino),
vino a sugerir que ella le pinte algún aspecto
de quehacer de esta Tierra, a invitarla
a competir en un concurso de amor
por la Memoria Sagrada de la Madre de las Musas.

Y ella aceptó.
No por engreída.
No por desmesura.
No por ibris impuro.
No por ser pornográfica.
No por ser sacrílega.
Por amor.
Por amor a su pueblo.
Por amor a su padre el Tintorero.
Por amor al primer varón que conoció.
Uno de hermosas pantorrillas,
suaves nalgas,
sin pelo. Creyó que era un ángel.
O un dios.

07-12-1977

*

La fiereza piadosa del meado

El entorno es hostil. Y la Loba teme
como temería el hombre bueno.
Y es que aún el más fiero de los lobos no es un asesino.
Están batallando dos en un claro de sombra.
Uno ser el vencedor que orine; otro la víctima
que reciba el meado.

El adversario no ha de morir.
La Loba no enseña el homicidio.
La naturaleza sólo enseña la penuria
y la naturaleza es sólo un pasajero paisaje
de la angustia. Una luna que aúlla con el miedo.

Aqu¡ la sangre nunca llega al río.
El vencido muestra su yugular para que acabe todo;
ya ha sido sometido; el vencedor sólo orina
encima de su víctima la piedad
de su meadro, su bautizo caliente
que le quita la ira, de momento.

09-12-1977

*

La nobleza salvaje

Tú, cerdaza puta de los matriarcados,
tienes la nobleza salvaje que falta
a estos nuevos jabalíes que no tienen profecía,
sólo enormes colmillos y violencia.
Tú, cerda femínea y materna.
Estos críos son distintos.
La agresividad la convirtieron en violencia
y la ejercen hasta las últimas consecuencias.
Estos sí son asesinos, no magos del orín.
No aprendieron la piedad de la metamorfosis.

Ante la presencia de la sangre,
su compasión es nula. Se infla ese ego presuntuoso.
Se olvida cómo sufres, Cerda de las salvajes,
con tus nobles crías. El más impuro se come
el excremento de la sangre pudrida;
el más puerco es quien condena
el pecado; pero él asalta,
combate hasta la muerte y no te oye.

El código animal de la conducta
ya no es la Líbido amorosa, la instintiva unidad
con sus hermanos en la especie;
ya no es un subsistir y procrear junto a tu carne.
Te olvidaron al menospreciarte;
se redefinieron más allá de la nobleza grata
de tu reino; ahora son artificiales y matoides
y a sus valores de violencia han llamado
CULTURA...kkkULTUra...

19-12-1977

*

La hembra de las avellanas



«El avellano está ligado en la sabiduría arbórea celta, a la apacibilidad, a los remansos de paz y a jardines sosegados. El hombre accede al conocimiento por el avellano y renace a través de él, como un Hombre Nuevo»: Sorcha Xurdewy

En los días del Eoceno, porque su piel
es dura como avellana,
en la madera de sus círculos, sus bosques,
se fabricaron lanzas, postes, artes de pesca.
Y la niña-Vieja-como una estrella,
los bendijo con fertilidad y abundancia
y con hojas de avellano desinflamaba heridas
y con besos de ardilla les curaba
las v rices y con polvos siderales
de ternura, hemorroides.

Ella era la que cayó de soles al agua
del remanso; la que a todos los quiso,
sedentarios, y les daba hijos
y nueces en invierno.
Ella era la que dijo: «No se aparten.
No maten lo que está‚ en el cielo.
Coman el fruto de estas bayas.
Son mi carne, con mis besos molidos
en las piedras»; pero, en aquellos días de Eoceno,
días de 7,000 mil años, por lo menos,
aquellos hombres, sus liebres, se pasaron
de listos. Fabricaron lanzas,
y con ella se hirieron, fabricaron manos asesinas,
que ya no eran tan dulces y suaves
a sus senos, y la niña-Vieja como una estrella,
la Madre Ardilla, vehemente como Luna,
nutricia como soles en las nueces,
entristecía, no se dio abasto
con su cura antihemorrágica.
Ya no quiso seguir pariendo
a cazadores.

02-06-1978


*

La dialéctica de las dos voces

Déjame entrar a tu reino, Rey de lo desconocido.
Descender no ha sido fácil y tiemblo y la sibila
me dio esta rama dorada como si fuera
el pase autorizado, al decir,
con ésto se me admite.

Vengo de un monte colonial. De un espacio miserable
que a imperios se ha asociado; pero yo digo que Luquillo
es el Bosque de Meni y que el Lago Guajataca
es el Espejo de Diana y que todas las indias ta¡nas
asesinadas por la soberanía violenta de invasores extraños
son como sílfides, náyades de los bosques,
ninfas dulces del río; yo digo que los árboles son sagrados
y en ellos tengo escrita mi memoria para que
si no me escucharas hoy, puedas hacerlo
cuando no esté presente, y vayas y leas
en los umbrales de Perséfone donde aún tengo un bosque
y un lago y una sacralidad que urge al nuevo rey,
porque mi dios ha muerto y apesta,
nunca amó a la diosa la Tierra, nos dio miseria
en vez de cosecha, hizo a mis hombres pálidos
con el alma aún más jincha, flaca y podrida
que sus cuerpos.

No sé qué es ser un rey sagrado y mandar
a hombres que obedezcan el amor y canten;
no s‚ amar a mi mujer porque se prostituye
con cada novedad que asoma
en el otoño y el estío.

Admite esta rama dorada
(la obtuve del último árbol que el sol amó
en mi bosque cuando lo amábamos de veras);
ahora en mi tierra se aman los fantasmas,
idola virgilianas, nada que sea sublime,
ahora Virbius, rey del bosque, no tiene más destino realizado
que atropello y la voz épica del narrador del Fatum
que le dice: «El reloj dio las 12:00, véte,
ya no te queda más tiempo.
Tu colonia es un bosque en llamas.
Como una piedra sobre el Espejo de Diana
el Sacrificador exige el rito de violencia purificadora.
un nuevo pacto y con Albizu tiene que morir
todo lo que se pudre antes que vuelva
(por amor a él) a darte una bandera de sol,
el sucesor, lo Sublime».

*

Nekyia / Katabasis

There are in nature neither rewards nor punishments, there are consequences. Robert G. Ingersoll (1833-1899)
Es verdad, Strindberg, son pocos
sobre la Tierra quienes antes de la tumba
soportan la crisis, o el Infierno.

Pocos, los rom nticos de veras,
que son valientes ante la lírica Nekyia,
quienes se paran en los Portales
donde reposan tan callados los difuntos
que el frío parece que tirita de soledad
en las tumbas, son pocos.

­Ay! sabor a infierno y ninguno hay
que quiera bajar a lo profundo
donde el viejo, remoto, necrotipo del Dolor
sale como una mano del foso más oscuro
y aprieta la pobreza del pescuezo
y te da ahogo, crisis, catabasis, agonía
sin muerte, para que abras bien los ojos
sin ponerlos en blanco todavía...

­¡Ay, gallo infernal, vigía! que te inicia en el rito
de ser hombre, con aguante, cojonudo
a dura penas, cabrío... por eso es que son tan pocos,
Rilke, los que se asoman a la Puerta del Muerto
y preguntan como si fuera su consciencia
cómo te va con la erótica Nekyia,
D. H. Lawrence, la Nekyia marital,
los cultos del Sepulcro, Thomas Mann,
cómo se supera el miedo a esas sin‚cdoques
que han sido subvertidas desde las cuevas
para dar el viaje, el sueño, la visión
de que vamos pa'bajo, jodidos en anástesis,
y que no somos tan listos, como habíamos pensado
en el esquema material del desarrollo?

Nos falta mucho todavía para tener identidad
y es que hay que atreverse a detenerse,
antes del regressus, hay que parar
ante el abismo, retirarse antes de ver la luz
y la señal, antes de alcanzar su límite.
Hay que bajar a la cuesta, o rodear el río,
el camino del Cisne, «withing the Budding Grove».

03-12-2002

*

Eis allos genos / «más de la serie»

Antes de que me acabe y me desaliente
que no pueda hallar los límites, ven tú.
Acaba mis contradicciones, Tijé.
Díme que existe Justicia Trascendente.

Que el amor es posible.

Que los procesos, aún divergentes,
su dialéctica cuajan, que la identidad
se conserva en algún punto y no tengo
que caer hasta quebrarse todo.
Hay sentido aunque no lo comprenda
en esos más allás que son tan desgastantes:
met basis eis allos genos.

Muéstrame la resolución de mi proceso.
Que no hay continuación indefinida
hasta la Nada, que hay cosas incompatibles
ahora que he nacido y pienso, estoicamente,
el fatalismo. Díme, Tijé, que en algún lugar
escondido hay alegría. Házlo porque estoy
triste al borde del abismo.

*

El infierno

El infierno es aquí, en esta gran plazuela,
donde tenemos estos dioses de la fama pasajera,
obsesión de ser célebres, gratificados instantáneamente
por las llamas de los espejismos.
El perverso cornudo es el ego que no sabe
ni cómo se hace daño y suma y suma
a su expediente autodestructivo.
El lago de azufre es el reflejo de las ínfulas
de la Gran Sociedad, donde reyes y postestades
son los medios comunicadores, la industria
del aclamo, de las vanidades
que vuelven los opioides naturales
del cerebro en armas de doble filo.
y nunca discuten públicamente el secreto:
«Self-harming is addictive»
y cuando se fracasa, por causa
de esas adicciones, se liberan
los opioides como muerte.

30-08-2004

*

Los seres amigdalíneos


The amygdala, a structure within the limbic system, is where researchers believe the main seat of aggression is... Hormones play another significant role in the biological causes of aggression. The most well known is, of course, testosterone: Jen Taylor

¿Con maña o germen de poder destitituyente
podrán los invasores robarse las almendras?
¿A qué semilla maldicen que la dejan
por testae / por testos / en el texto
de la testosterona?

¿Por qué‚ Toño es el cereto que en vez
de liderago conduce el más alto porcentaje
de la roña, por qué el broncudo Toño
los maldice, los golpea, si estos niños
son dulces, amables pacifistas?

... y dicen que es porque es pobre
y vive en arrabales de emociones.
Nadie lo educa ni lo centra, ninguno
le conversa debajo del almendro,
más son los que les dicen amígdala pudrida,
guataba serotónica del asco
porque pepas tiene dentro, malas semillas
su color de piel, su estampa en el harapo,
su lenguaje deficiente, burda socialidad
de desconcierto, hostil visualidad
que nace tan adentro.

­Cómo lo ningunea el poder destituyente,
cómo lo enseñ a robar lo que a él mismo
se le quita cuando en aras va
de m¡nimas compensaciones!
por eso lo sé disminuído,
bajo en lo bajo de la serotonina;
por eso él se aúpa, alto en lo alto
de siniestra competencias de agresión
y hostilidades. «Quién pudiera ir conmigo
hacia el árbol del almendro y ayudarme
a bajar las altas frutas?»; porque dispuesto
estoy a cacharlas abajo, a meterlas
en la cesta de Mí Mismo?

11-07-1986

*

La matriz espaciotemporal de la Nana


Le temps de l'immanence contre l'espace de la transcendance»: Costin Cazaban

«De quoi souffré-je, quand je souffre du sort de la musique? De ce qu'on
a fait perdre à la musique son caractère affirmatif ...»:
Beethoven
1.


Madre, que habitas
en el tiempo de la Inmanencia
tremendo es el desafío emprendido
hacia el espacio trascendente.

Toda la lógica del mundo, su tiempo
que origina los lenguajes regidos por gramática,
lenguajes imaginarios que redefinen el tiempo
tras un instante y otro, contra tí es
que combaten. Contra tí yerguen
los vectores del acallantamiento.

Adversaria te clasifican cuando gimes
en parto porque quitas lo contingente y predeterminado
para que nazca el Instante móvil y sobrevivan
las lógicas inefables de los Eventos.

¡Inmanente es lo Inefable! ... tú lo quieres
así, así... inefable, inmanente...
porque tiempo y espacio siempre han sido
primero que las reglas que vedan,
primero que todos los discursos
y sus lenguajes hablados y aprendidos,
pero ese tiempo-espacio tuyo,
ese útero que no quiso que lo redujeran
a silencio, quiere cantar la Nana
de las No-Contradicciones.
La materia, como la maternidad, no discursa.
Sólo canta, sólo canta para el Tiempo.

2.

Ella, madre de la Nana,
habita en la dinámica lógica de las contradicciones.
Ella quisiera quedarse en lo Inefable y no puede.
Admite la contienda de la contradicción;
se aventura en el espacio de su voz de cuna,
su voz de primera cantora, avecilla de melifuo gorjeo
y dulces timbres guturales, a capturar
el indecible Decir de su amor
porque está pariendo en el espacio
y desafiando propiedades de objetos existentes.
Conflictos más allá de su vientre con portales;
acullá, fuera, como vectores, heterogénas ínfulas,
el macho, el cazador, el dominio homologante,
lo que no quiere coexistencia, nivel de desarrollo
lo que mutua y simultáneamente excluye,
destruye, cuando no recompensa...

Pero ella, madre de la Nana,
tenga o no la matriz pequeña, habilidades
humectantes de placenta, devoción por las aguas,
ha dicho que nazca, que nazca en su pantano
esta canción de cuna, hijo vibratorio
de su música, que se asomen nuevas caras
a ese punto donde el vector se actualiza
con infinita potenciación ante adversarios
antiestéticos, anticreadores de vida.

Parir que sea una condición inescapable
de valor, de arte.
Creación perpetua de alguna diferencia
y se oponga al tiempo de relojes
y puje el Origen, lo proponga ante los negadores
de vida, futuro potencial y plenitud.

3.



«L'ineffable artistique est donc, lui aussi, strictement immanent.
L'art coïncide avec le faux en logique»:
Costin Cazaban
Tú, la única leal y sintácticamente tautológica,
mi madre eres, con todas las funciones espaciales,
mi verdadero espacio eres, mi leal espacio
con todos sus elementos.
Creas, para mí, el verdadero mundo.
Por tu conducto lo encuentro y puede que no sobreviva
intacto lo que otros das, excepto tú.
En este espacio tuyo, me siento dionisíaco
y es únicamente donde trasciendo
temerario y sin miedo; en tí me doy hallazgo
como individuationis principium, y crezco,
crezo para tu función de Tiempo.
Aquí, arrullado por tu Nana, anticipo mi memoria,
garate seré de tu significado
Sólo de tus significados admito la autoría,
las direcciones jerárquicas
post hoc ergo propter hoc
y mis hechuras perfectamente consistententes.
Toda contradicción que te combata,
o contra tí eche sus levaduras, sus oprobios,
me quitará la identidad estable, el puro nexo
con que te quiero en el espacio
y te oigo cantar para el Tiempo.

4.


«Le passé de l'oeuvre est sans cesse recomposé et la musique perd et refait sa virginité à chaque instant. La tautologie musicale est mise en temps, par le vecteur diversifiant et chaque pli de la tautologie a la forme d'une signification.. La forme y devient une confirmation du salut, un scénario
catharctique»:
Costin Cazaban

Ahora que me díste el Pasado y tu Inmanencia
sosténme en la Nana perpetua, recrea y reconstruye
lo que perdíste, Tu Virginidad, madre mía.
Diversifica estos vectores cada instante.
Cumple el servicio; yo te escucharé
hasta en las tautologías de tu ser
siempre nuevo, siempre reconstruído
y reconstruyente de mí.

Porque tu Ser, tu espacio tautológico,
tenía embarazo, preñez de tarea no convencionales:
no se da como apriori, funda cosas nuevas
en 9 meses, quería una cadencia final
y unos tonos triunfadores al final
impresos por tu canto en mi memoria
para que sean la confirmación
que me salve, mi escenario catárquico
en la oreja de mi Oir.

5.



«Toute musique a pour idée la forme du Nom divin. Prière démythifiée délivrée de la magie de l'effet, la musique représente la tentative humaine, si vaine soit-elle, d'énoncer le Nom lui-même»: Theodore Adorno
Dáme la nostalgia de la cuna,
la tonalidad de la nana porque aún no manejo
el susurro divino, no tengo el nombre
que me pertenece, pónme el nombre de tu voz
con el canto; desmistifica los nombres que me dan
y haz a Carlos, nombre de mi gozo
y magia de tu sustancia
porque nostalgia tengo con mi ser-con tu dolor
en la proximidad de la distancia.

Permite que cielo y tierra permanezcan
pero sé tu mi cielo; yo me hago tierra
que salga de tus muslos, mamá,
si te haces lluvia que me humedezca.

Nana son tus materiales tonales,
nana a posteriori, susúrralos desde Tu Cielo
ahora que la nostalgia me atrapa,
yo los pongo en la escena de mi estrofa
y que su curso victorioso emerja
como estructura agonal
de los dos.

6.


«Son temps d'écoute se superpose parfaitement sur le temps musical, chaque surprise effectivement présente dans le discours est, pour lui, effectivement surprenante et cela même s'il connaît l'oeuvre par coeur»: Costin Cazaban
Hijo sólo el que te escucha,
quien aprendió la Nana sobre tu combate
sobreimpuesta en el tiempo musical
contra discursos, sorprendida
en el gesto con que se escucha
en memoria y corazón.
Soprendida en el espacio de la lógica
como principio inferido de la identidad.
Mira, mamá, que mi espacio es como el tuyo.
Concreto y subjetivo y que el uso del Tiempo
que aprendí contigo es mi forma de ser.
Mira la matría de mi espacio
que me rodea rompiendo esquemas
de mecanicidad;
«paradigme de la vie même, à l'opposé
du mécanicisme de la modernité occidentale».

Mira cómo te volvíste audible más allá
del tiempo inmediato de la Nana
y del control de su material nutricio
y sus interpretaciones lógico-sintácticas
y toda mutación que no quiera inmanencia
ni eco de la Palabra Absoluta
voix de l'absolu.

03-06-2003
*

Prosopografía de la matriz espaciotemporal sin la Nana

1.

Madre, que habitas
en el tiempo cotidiano del que no te quiere
sublime ni santa en la boca del Hoy.
Tremendo es el desafío emprendido
hacia el espacio que crees
que tú mereces.

Toda la maldición del mundo, su tiempo
que origina los lamentos regidos por incomprensiones,
prosaicos hacen los lenguajes que te nombran
y todo lo reducen a faena: «Lava esos platos,
cámbiale los pañales a esos para su mal
y nuestro mal nacidos. Toma la escoba y no cantes».

Tras un instante y otro, cuesta llenar las bocas
de alimento, falta pan en la casa y hay que pagar
cuentas de hospicios y medicamentos.
Parir parece gratis y no lo es, carajo.
«Aprende a callarte y calla al niño», dice él.
Los vecinos se quejan y el salario es escaso
y la impaciencia abundante, por desgracia.

«Cada parto es tu culpa, no te cuidas»,
dice él ante lo contingente y lo predeterminado.
(«ya te dije, no te subas a mí.
Hoy no tengo condones y estoy caliente»).

Para que no nazca como una carga
de instantes de rutina y eche a él sus quejas,
«opérate, niégate», le dice.
«Ya sabré‚ si salgo a eventos
porque fuíste tú quien te quisiste esclava
de la casa, criadora de mocosos
y yo te dije: el mundo tiene otras cosas,
otras diversiones y me condenaste contigo».

«Amarrados estamos», dice ella ...
«pues, tú lo quieres
así, así... pariendo, uno tras otro...»
porque tiempo y espacio sin marido
no tiene sentido, no supo estar sola
y la tirria de sus discursos,
sean o no, lenguajes hablados y aprendidos,
son mutuos modos de soñar pocavergüenzas
y cantar la anti-nana de inculpación y chantaje.
Ellos fabricaron su hastío y ni siquiera
son hoy los buenos padres.

A los hijos no dan atenciones.
Ella emite un grito cada instante.
En destemple de vida habita con la guerra
y la hace sentir con las ollas,
tirando platos, maldiciendo el destino
de que un hombre la mantenga y no sepa hacer
otra cosa, sexo y tareas que ya la aburren.

Ganas tiene de largarse a otros mitos
y no cantar nanas al dormir a esos piojosos
(y, qué va a hacer? cambiarlo por otro marido?
¨quedarse sola? ... no sabe estar sola.
No sabe vivir sin hombre).

El asunto, en esta vil maternidad, era ‚sto.
En el Tiempo, la vida es una tragedia,
un hastío. Se es madre o se es puta.
«Díme tú lo que quieres ser», él le pregunta.
Y no sabe. No sabe.

2.

Ella, madre de las Crías,
habita en la dinámica disfuncional de un criadero.
Ella quisiera ser la puta divertida
en lo prosaico que a él le gusta,
pero ya no puede. Y no quiere ser puta
(ella creyó verse enamorada de su hombre,
pobre y tradicional, como todos en su miserable pueblo).

Admite que ya, por familia engendrada
de sus óvulos, tiene a doce
y que son muy pocas cunas, pero muchos
quienes duermen sin espacio blando en el suelo
sobre el paño hediondo, dizque alfombra.

Y la casa decayendo y el pueblo sin empleo
y su esposo, en la brega, no por ello
afortunado, cómo? con diez diez hijos
en bostezos, uno de cuna, otro
en el vientre de su mujer, creciendo.

Su voz es cada vez m¦s pobre.
Como cantora, ella es avecilla cansada.
Toda desgaste moral y sicológico,
vector de epidemias crecientes.
Gorjea como los cuervos y nada hay que sea
dulce timbre en su garganta.

Son doce críos y el mayor es delincuente
y é no recuerda que haya capturado
una pizca de amor en el indecible Decir
de su madre.

Alguna vez ella creyó que hubo sustento feliz
en el espacio y desafió propiedades
de objetos carentes de existencia maldita
y no fue cierto. De su vientre salen
todos los conflictos y se abren paso
entre portales amplios; himen / virginidad
de puerta estrecha, ­qu‚ falta haces,
aquí, acullá, fuera, con heterogónas ínfulas,
donde la virtud huye y se expresa
en su lugar la madre amarga, el macho,
el cazador,
el dominio homologante,
lo que no quiere coexistencia,
nivel de desarrollo,
lo que mutua y simultáneamente
excluye, destruye y nunca recompensa...

Pero ella, madre de la Nana inaudible,
tenga o no ya la matriz pequeña, hoy es
quien odia la devoción por las aguas,
ahora fluye como lamento libre,
año a año.

Envejece y sigue echando sobre el fango
los mogrullos y no hay canción de cuna
ni hijo vibratorio de su canto,
sólo el asomo por ces rea de nuevas caras
hambrientas, tristes, frustradas,
hijos del desencanto.

Niños que no tienen futuro potencial
ni plenitud. Ya son tres en la droga
y uno en la cárcel de menores
y una madre está pensando
quitarse la vida y dejar una nana
en suspenso.

03-06-2003

*

A Pelo'e rata

De caza sale tras la siesta
a yacer con m‚nades de Baco.
Vuela sobre abetos como guila
y se calienta con el vientre nodrizo
de la Musa, la Dialéctica.

La voz de Pan es ca¤a que crece
con sus sílabas a orillas del Lad¢n
y el flautista es un niño que a trovar
est aprendiendo en Mayabeque
Bien puede ser Matanzas o La Habana,
o el Guacio o Mirabales, Stalingrado.

Desde ya le han llamado,
no sé, el flautista Pelo 'e Rata,
porque con la Siringa a las calles alborota
con concierto de guajanas y cañaverales.

*

Esta es piel de mis muros

­Ay, no hay piedad sobre esta perra calle
que es como mula de tacos y rodines.
La lluvia castiga en el invierno
y el sol arruga mis arepas hasta quemarlas.
El hollín cierra mis ojos
cuando más quiero ver o ser un faro.

Entre banquetas y pazos de acequiales,
un coche alucinaba, serpentino.
Derribó un poste, asaltó zonas
de mis recodos vírgenes.

La noche estuvo oscura y manejó un borracho.
Un muro de vigilia a todos estremece.
Han quebrado la sangre de un anciano
y el asesino corrió, cambió de rumbo,
avanzó impune por callejas
que no son para el tránsito.

2.

Unos que me amaron no volvieron.
Me olvidaron, menospreciaron
mi tez de corconera; yo envejezco
con herencias grises del Cantábrico
y la carne es vulnerable como hollejo.

Esta es piel de mis muros,
yo les digo, color de adoquines a sus pasos;
paredes que piden bendiciones de sus ojos,
faroles que hoy están obnubilados.

3.

Ganas tengo hoy, ayer
y ahorita mismo porque todo soy,
menos estéril, yo jalo a gusto
y no me canso.

Detrás de la brecha que me corta
porque pasa ya la Calle del Generalísimo,
doce leguas de Bajos Fondos he fundado.
Un barrio tengo con chalupas hermosas
que arrechan al feo y al bonitillo,
al coñete miserable y al espléndido,
a golfos que se inauguran en la folla,
al jilipolla, sin la cresta adoquinada.

Ganas tengo hoy, ayer
y mucha vida por semejanza
con el talle y silueta de mis curvas;
se tuerce mi camino al Seno de la Vírgen.

Consuelo de muchos bandoleros ha sido
ir, subir a mis altares, abrir los muslos
al mito de mi nombre.

Bajo un puente de mi rumbo
se han hallado colegialas de cortas hazalejas,
con las bragas vencidas y me salgo de ruta
y veo y me comparto, lito
con ellas y con ellos,
doy sombra y brañas y chumberas
y espanto al perro vomitero
que persigue al gato.

En el gordo maldecir de los gallegos,
son mis besos herencias de baturros,
tercos, nobles, cachondos,
ejemplares.

Virgen, mi nombre de misterio,
vieja sí, a veces, caliente,
siempre y hoy y ayer

y ahorita mismo,
fuera y dentro
de mi barrio.



Diciembre 1982 / Desde Barcelona y Casdemiro, Galicia
*

Retrato de Enrique VIII, de Inglaterra

Algo, sino todo, estará mal
si eres tú santo.
Yo no quiero tu grey ni como sombra.
Tu hediente santidad, Gordo maldito,
es mi cadalso y antes prefiero
ser egipcio, o cirenaico, o zorro,
ardilla con el rabo largo, o rata
o mudo escarabajo bajo estiércol.

Te observé como a tus seis esposas.
Todo es preferible a verte cara a cara
y a oírte disertar contra Lutero
y tomar jactaciosamente en serio
que el Papa te llamara Defensor de la Fe
porque fuíste un panfletista teologal
y un metemiedo, sinarquista
con fueros absolutos.

Santo te declaró la Iglesia,
cómo es éso? A tí...
que eres un sicópata asesino,
bestia que parece formada
con parches de escepticismo
y capricho mostrenco,
engendro frankensteniano construído
con desperdicios del fenomenismo absoluto?

Eres lo más desagradable de la Abundancia Trivial:
gula, eructo, mal aliento, sarna martirizante, macacoa.
Donde se fija tu sombra la plaga asoma
y el escándalo procede a tu presencia.

¡­Qué fea es tu corpulencia, marrano!
Encima de la hembra, la queja brota,
misógino, santo sanguinario, traicionero.

*

En los infiernos

En los circuitos emocionales primitivos,
en lo profundo de mí mismo,
en grutas que no son exactamente piel,
hallé mis tentadores, adversarios
que no he querido ver, que no son bienvenidos
(pero que están ahí, nunca se alejan del todo).

Duermen con uno, se salen por los ojos
de las pesadillas; se meten en nuestros pies
cuando estamos descalzos, se cubren
sin nuestras ropas, se desnudan de suyo.

Nos llevan al infierno y nos gritan
qué somos, con qué defecto o cualidad
los castigamos, qué asignación de miseria
y choza de zozobras les dimos
cuando debimos ser el padre que los cuide,
amigo que no dejamos en el desamparo,
hembra a las que debimos absorber
o entretejerla con ternura.

Entiendo. Yo por mis demonios me juzgo,
yo me echo la culpa
y cuando visito el infierno que les dí,
los abrazo, les pido perdón.
Les digo que me acepten, al menos,
como amigo.

10-02-2005

*

Del amor al odio

Alguien, a menudo no es uno
(tan consciente que no distingue sombras en las calles,
sino su paso cauteloso, bajo el sol iluminante)
se obsesiona con la promesa de los ritos.
Se juró compromiso de amar para toda la vida.

Eso es lo que quiere, zalamero amor,
heroicos juegos de placer en la cama,
mimos al por mayor, faenas que entramen
qu¡micamente el orgasmo, rato por rato,
minuto tras minuto, años tras a¤os,
sin desperdicio.

... porque el amor debe ser perfecto
y la erección contínua y ese clítoris
a chorros con julepe reciprocador.
Ni placer ni amor que pierdan su fuerza
ni hoy ni tarde o temprano.

Es amor para toda la vida,
no compañerismo a ratos indiferente
no complicidad, por la costumbre,
ni perdida su vitalidad
de eterno menstruo
y paraíso.

Aquella que me amó, obsesa
de la mágica frase «para siempre»,
me sale en las noches
con un largo cuchillo, matapuercos.
Es una hermosa Duende, muñeca viva
que parece animada en el Hentai más porno
y surge del bosque, como el Trauco
en los mitos de Chiloé. Como las ninfas.

Dice que le devuelva el hacha
porque es suya. Y no me la merezco.
Dice que ya no amo los árboles y que mi leña
ya no produce fuego para nuestra casa
y coloca, traicionera, súbitamente, su cuchillo
en mi garganta y la corta hasta que sangro
cantidades de feniletilamina,
anfetaminas potentes.

Es cuando ella me parece un nirvana
y la tiro sobre el follaje y la poseo.
la ultrajo debajo de su falda,
dentro de sus vulvares ambiciones..
Todos los árboles sangran oxitocina
por un tajo en el tronco; el mismo tajo
que le calculo, impregnándolo
con semen en sus nalgas.

El universo circunda los placeres
cuando me sangra la cortada.
Yo voy del amor al odio.
Ella del rencor desesperado al amor.
Nos compensamos.

10-02-2005


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