Monday, October 05, 2009

Invocación de los Tantrikas


Tú no estás solo.
La atadura de culpa no se hizo para tí.
No te llames perverso. No sientas vergüenza
porque amas ese bello cuerpo desnudo,
ese objeto tan limpio de tu Deseo.

Rememórala si es que alguna vez la conocíste
y era la dakini que cantaba su entrega
vibrando con el Om / sol de tu abrazo.
Invéntala porque hay muchas gopis despreciadas
buscándote en el camino de la Tala y están hechas
a la medida de tus manos, con su aroma remoto
y sólo a tí corresponde la saliva y lealtad
que da territorios de olfato y de voces a tu beso..

Vuelve a quererla y pon en tu boca

la añoranza de quienes extrañaron la inocencia
y el placer que antes les fue negado.
Que comprendan quienes se dieron puros,
unitarios, sin roturas por amor a Eros
y fueron
torturados,
condenados,
prohibidos, sujetos
a las normas sin misterios.

2.

Lujuria no es placer ni erotismo.
Consuela tú y redime a la insatisfecha,

quien es luna y menstruo y te espera.
Por la calle, van los perros y se comen
del rabo y suben a las hembras, encimosos;
y van sin este amor, fabuloso y fabulado,
enzimosos de esquinas y huesos...

pero tú, eres distinto.
De tí depende el Eros.

Erótico quien no reniega el invisible acto
del añorar / compartir / evocar
esa energía por los que ya no pueden
porque los mata el mundo.
Quien no escapa cuando su sortilegio adviene
de Eros, el cómplice... y esta es la verdad.

3.

El mundo mata con sus falsas comprensiones,
con canónica plenitud, logificada;
con posesión fornicante
que ya nada hecha de menos, el placer lo va
dando por sentado y lo degrada y da paso
a las coherencias predecibles
del hostigador y el blasfemo.

Ténla. Haz de la esperanza el ángel.
Ténla eróticamente cautivada para que puedas
cantar
el cantar de los cantares.
Ve donde el deseo combate con las incertidumbres
y has el drama heroico que no comprende Maritornes
ni las zafias campesinas que hacen la puta vida
una razón de pago, espasmos contados
por monedas, sin misterio.

4.

En la ausencia del@ Amad@ no te distenses.
No digas tu secreta sed, no eches cal a la tumba.
Este mundo asesina la inminanecia
y da placer por goteo, oculta con parafilias
el coloquio íntimo, amoroso, confabula
para enredar tu mensaje
con antipatía inmisericorde.

Pero tú rescatas, buen amante,
a quien lo injusto evade y con lo bello abraza fantasías
aunque se haya perdido la conexión sagrada,
el Eros, la eléctrica lujuria del Origen.

No te distenses, así no hay gozo.
Sin Eros, la vida no tiene sentido, él es
la paciente batalla contra todas las plagas,
la dulce solución que calla la Tragedia.
Crécete en los conflictos de este mundo pornográfico,
aberrante; sal de tí mismo con un ser distinto
por pareja. El hombre teórico no apuesta por tí,
porque eres energía y la Caricia Buena
y el Apetito Noble y, en el fondo más oscuro,
caos de esperanza, estás ...
como Eloísa amando
a pesar de estar vedada
para el gozo de Abelardo.

5.

El volcán apagado está fuera de ti.
En el orden cotidiano de las normas
donde abunda más el sexo que el disfrute.
En las conveniencias de los apropiadores
que despojan tu sustancia para hacerla
segura en sus prisiones, en la censura
donde la cautiva sólo gime fisiológicamente
sin que plazca su deseo con gozo liberante.

Otros dijeron que el origen es temible,
libidinoso, indeseable; no tú, Quienes implicitan
el desorden de sus vidas, la fractura del amor
y sus fuentes, que sepan lo que asumes
y el por qué los desdices. Que digan ellos
«el sexo es animalesco y el amante, su bestia».
Dí tú, por el contrario, que el sexo es inocencia,
que embellece,
que ilumina,
que completa...

7.

Ellos se jactan de recorridos que no llevan al amor,
sino a la perversa bancarrota, al quiebre
que experiencia quien, con el sexo,
mata dos pájaros de un tiro:
la inocencia y lo bello
del principio. Dí, inventa que no,
dí SI al sexo que libera.

Ellos son los que mienten.
Tú no estás desorientado: acércate
y mira, huele, toca, ámala a primera vista
y juega con su cercanía, desátala
porque está dentro de tí, soñando en tu confianza
para salir del encierro y juntarse contigo.
El erotismo quiere hacerse amor y no lo dejan.

8.

En presidios de prejuicio se ha llamado
por siglos, carne impura, hervor del vicio.
Pero sin erotismo: es cierto
que la carne se extingue y se encarcela.

Tú mantén la llama como un tantrila
y observa el imprevisible Caos, porque lleva
un caldero ardiente de luz por caminos de sombras.
El erotismo es fuego de albores, es tesoro
de principios, no el final de los decretos.
Es una carga fuerte como el azar,
como lo desconocido
que se encierra en el Cofre de Pandora.

9.

¡Ay, suéñala! que las energías más potentes salgan
y se abra ese misterio de esperanza,
que nos tiente con su ola contagiosa
que nos turbe, pero que no se pierda
el remanrnte del dese
más magestuoso, la erótica esperanza!

Abre a la identidad biológica ese otro ser
aún desconocido, ábrela inocentemente,
practicante del placer, añorado y perdido.
Recíbela con estímulo y plenitud.

Tú no necesitas del vicior larvado
de los faltos de amor y de energía,
estos truhanes mercaderes, ricos
en viles yombinas y viagras
para su feria espectacular de posesiones.
Déjalos que se sequen, pornográficos,
en las secas aguas de sus decadencias,
en la turbia miseria de sus menstruaciones.

Para que ninguno sufra y que haga de sí acusación
ni permita que otro la haga, canto a quien a nadie
hace daño y no traiciona, a quien nunca
blasfema ni traspasa lo prohibido,
a los que aman su coloquio íntimo, amoroso,
con Eros, a los que no sufren
alteraciones hormonales ni se sienten
castrados en su espíritu.

Del libro Tantralia

Tantralia / Indice

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