La verdad saliendo de un pozo /cuadro de Édouard Debat-Ponsan
De la verdad nada sabemos. La verdad yace en un pozo: Diógenes Laercio, Pyhrro, Lib. IX,N 72
¿Quién se lanzó al pozo profundo y te llamó
Hermana Pura, quién si te vio y te bendijo?
¿Quién da la vida por tí, quién sacará la cara
porque tu apariencia es hermosa?
No hallo a ninguno.
Diógenes, lámpara en mano, examina el sepulcro.
«Mas no digo que haya muerto; sólo que nadie
ha de tener de ella, monopolio; en todo está
y en ninguna parte. Es un pozo profundo».
No hay más cera que la arde en este afán
de pobreza cognitiva y epistemológica.
Este pozo es profundo, Hermana de Bondad
y de Belleza y han preferido, antes de ir por tí
y completar el proceso de buscarte,
darte al olvido, endechar tu naufragio,
referir tus abismos.
Cambiarán las rutas que van hacia el lugar
de tu reino. Dirán que tú descansas. Aún más,
con rótulos equívocos, concluirán que eres perversa,
engañadora, impúdica, cruel y perezosa.
En La Fatén se deposita tu guata, barrigona.
En algún oráculo, o fuente de Helicón, musa fea,
se oirán tus mentiras disfrazadas y tu voz
será de calincha, vieja de risa estentórea.
Frío viento de biruje y escarnio.
3-16-2002 / De El hombre extendido
Blog 5 / Blogmyway
No comments:
Post a Comment