Elaborados por CARLOS LOPEZ DZUR
Estas personalidades, de ancestro latino, han sido heroicas e importantes para la nación y el progreso y prestigio de nuestra comunidad. Sus luchas y talentos en distintas áreas de expresión cultural, social y política, beneficiaron al mundo y son los temas reseñados en Nuestras Estampas.
Don Francisco: fenómeno televisivo
Hay un dicho popular que mienta que
«sin diversión la vida sería intolerable» y que
«olvidarse de sí mismo y sus problemas», de la amargura y del disgusto, es necesario. Esto alude al origen mismo de los pasatiempos y del entretenimiento.
Claro está, el entretenimiento institucionalizado como industria requiere de un poco de disciplina y responsabilidad de quien se convierte en su consumidor. También se dice, con razón, que la mucha diversión conduce al vicio, al escapismo, a la «felicidad falsa» y sustituyente del que no sabe pensar, sin extraer alegría de su propio trabajo.
La industria del entretenimiento es pequeña comparada con otras industrias y en el contexto de una industria mayor que la incluye, las telecomunicaciones. De hecho, la gente está más interesada en la comunicación que en el entretenimiento mismo.
Alguien que entendió este concepto, el formato televisivo ideal será combinar, lo educativo y lo artístico, el juego competivo y el lucro del participante, la información y los negocios, fue Mario Luis Kreutzberger, popularmente conocido como Don Francisco.
Para él, no hay fórmulas mágicas para el éxito de audiencia y la viabilidad económica de su teleproducción. Combinará la necesidad de diversión con otras necesidades que corren parejas: la de educarse, estar orientado o informado. El mismo es un ejemplo de la importancia de varias cualidades. Habla, al menos, cuatro idiomas: español, alemán, inglés y francés. Su curiosidad intelectual es algo que sorprende a quien tiene la oportunidad de conocerlo no como el personaje «Don Francisco», sino como el ser humano, sin máscaras, que halla algún tiempo para estudiarlo todo.
No es un ser ocioso, sino que administra su tiempo genialmente. Con ingenio propio y ajeno se las agencia para divertir a los demás; con las gracias de su corazón fortalece la energía que no lo aburre en la privacidad y le permite saltar de lo artístico-histriónico a las finanzas.
Todo los elementos de lo espectacular y lo circense se integran en su formato: bellas modelos, parodia y comedia, concursos por dinero, entrevistas confesionales sobre asuntos amorosos, familiares y la chismografía farandulera, conducidas con humor y picardía, competencias de talentos y apoyos para otros profesionales desde una plataforma obviamente influyente, como es la suya en el mercado del entretenimento.
Obviamente, las ofertas televisiva como la suya requiere de un mercado y ese mercado existe. El presidente de la Academia Nacional de TV, Peter Prince, dijo durante una ceremonia de premiación a lo que llamó lo mejor entre los programas en lengua española de la televisión que, en los Estados Unidos, únicamente, hay 40 millones de fieles televidentes y que la cifra en ese mercado crece. Esa noche se dio homenaje a figuras como Cristina Saralegui, Fernando Arau, María Elena Salinas y, por supuesto, Don Francisco.
La televisión comercial está disponible desde 1930 y el aparato televisivo casero es uno de los más comunes artefactos en el hogar de las familias para captar noticias, información y entretenimiento. La presencia de un televisor en los hogares latinoamericanos, así como en los hogares de los hispanohablantes en los EE.UU., a partir de los años que van de 1950 and 2000, los últimos 50 años, ha hecho pensar en los beneficios de lo que fue llamado antes la «cajita idiotizadora». El alfabetismo global ha aumentado del 52% al 81% en el mundo.
La industria del entretenimiento es, de por sí, una fuerza del fenómeno de la globalización cultural, siendo que el proceso de la globalización aproxima y unifica mundos, culturas y sociedades que parecían irremediablemente separadas, así como es un proceso que combina fuerzas económicas, tecnológicas y políticas.
Aunque el término globalización comenzó a utilizarse ampliamente entre las décdas de 1981 y 1990, los comunicadores y empresarios del entretenimiento lo predijeron como realidad mucho antes. Los gigantes corporativos lo acuñaron en 1897. Un pensador teórico, en torno a los medios de comunicación, habló sobre una Villa Global, materializada a través de la información, según rompiera las fronteras y cuajara transnacionalmente the mass media.
«Sábado Gigante» es un fenómeno multicultural y publicitario tras el cual hay un hombre excepcional, nativo de Chile y, hoy por hoy, por producir ese programa televisivo desde Miami, una celebridad influyente en Norteamérica con la misma fuerza, o más, que la que origina en América Latina, donde le sintonizan más de 300 millones de televidentes de habla española. En Nuestras Estampas se le dará un vistazo crítico a Mario Kreutzberger y su programa, cuyos contenidos se venden a diferentes televisoras de 44 países.
El ha utilizado su imagen y poder en el mercado para lanzar cruzadas necesarias y solidarias, como es la Campaña de Beneficiencia del Teletón que se origina, desde Chile, destinada a los niños minusválidos y hoy ya imitada en otros países latinoamericanos.
Como forjador con éxitos duraderos y trayectoria consciente, su vida persona da un ejemplo y es de contínuo aprendizaje. Trabajó para su padre (Erik), que fue un inmigrante judío que huyó del Holocausto y la guerra. Superó una timidez acentuada que, en algún momento, lo forzó a abandonar sus estudios en un Liceo Comunal de Educación primaria. Vendió como comerciante viajero ropas en las provincias.
De su madre, Anna Blumenfeld Neufeld, heredó sus cualidades histriónicas , quien lo animó a la actuación en sus ratos libres y participó así en piezas teatrales, auspiciadas por el Club Israelita Macabbi, del cual era miembro. En este lugar nace el personaje que, con el tiempo, se convertiría en Don Francisco y es donde conoce a Teresa Muchnick, con quien se casaría y tendría tres hijos.
Un viaje realizado a los EE.UU. y cuyo propósito fue estudiar Corte y Confección de Vestuario le dio la oportunidad de entrar en contacto con lo que fue la corriente programativa de la televisión estadounidense. A los 21 años de edad, decidió que la TV sería su medio de expresión y vida. Para ese entonces, la TV chilena estaba en pañales. La transmisión de la Copa Mundial de Fútbol en 1962 hizo que, pacientemente, esperara por una oportunidad en el Canal 13 y Eduardo Tironi, el director ejecutivo de la cadena chilena, se la dio con la conducción del Show Dominical, el que estuvo al aire menos de un mes, tras lo cual fue despedido.
Algo de simpatía tendrí que regresó con un show de variedades, concursos, entrevistas y humor, bautizado como «Sábado Gigante». Tuvo que aprender de las críticas y aprender con asesoramientos. Puso oídos y dejó sus salidas socarronas, inspiradas en la ingenuidad y torpeza de muchos de sus concursantes.
En mayo de 2007, Kreutzberger firmó un acuerdo con Univisión que le permitiría percibir percibir $12.7 millones de dólares por conducir y producir por un año ese programa desde Miami. En Chile, el programa tenía una sintonía mayor al 85% del público televidente. El éxito se repetió con «Don Francisco Presenta», por el que percibe $2.8 millones de dólares adicionales al año. Desde 1994, radica en los EE.UU. donde sus proyectos no cesan y «Sábado Gigante» goza del prestigio de alta audiencia y el Récord Guiness que lo registra como el programa de variedad con más horas de transmisión (más de 14 mil horas) en sus más de cuarenta años de vida.
Un compositor y productor, lanzó un disco con música regional mexicana. Escribió cinco temas en el renglón y se lo intepretan grupos como Los Tigres del Norte, Los Huracanes del Norte, Liberación, Rafa Urea, Polo Uría, Jenny Rivera y Graciela Beltrán. Empresario, creyente en la globalización corporativa, en unir a toda América mediante el lenguaje español y, en cierto sentido, en la eliminación de fronteras para el libre movimiento de las personas creativas y productivas, integra a «Sábado Gigante» las secciones como la Cámara Viajera y de búsqueda de soluciones a los casos más desesperados y humanos de legalización del estatus migratorio. Cree en la unificación de las familias y los valores de tolerancia multicultural.
A los 63 años de edad, otras de sus metas se cumplió. "Un vino gigante ha llegado desde Chile", se importa a diferentes países desde Don Francisco Wines, de Chile. Desde 1970, tiene viñas en su ciudad natal. Está a punto de lanzar su propia línea de productos para caballeros: artículos como relojes, carteras, sombreros, portafolios y corbatas. «La globalización premia el trabajo y la creatividad con un nombre de marca. No hay nada malo en beneficiarse de ello. Soy también un empresario», dijo.