Thursday, February 04, 2010

De El hombre extendido


Estado de alma

a los inmgrantes indocumentados en los EE.UU.

La tensión es entre el alma y el cuerpo.
El alma se despasea dentro de él
y provoca la zozobra caminera.
Si no sale a la calle, se lo traga el desvarío,
pierde control de la vida.

Tiene que abrir la puerta prohibida
hacia la calle, integrarse a ese mundo
con el riesgo de que lo vean, en un lugar
y en otro, y lo cepille un extraño con preguntas
en boca, o un colmillo acusador y atediante.
Un guardia de la Patrulla no será
el que diga el pollo, alma de indocumentado.
Lo que hacen es apuntar con un arma
y enseguida vestirlo con cadenas
con las manos arriba de las nalgas,
esposadas, como si fuese un bandido.

Esto no es sólo su doméstico drama,
va como narrativa al hueso de su sobrevivencia,
angustia al alma como un cuento
de misterioso homicidio
o fábula metafísica sobre el dolor inmenso
y él no quiero esta reclusión.

Se enloquece en las cuatro paredes
en estos días que persiguen a inmigrantes
y el vecino pide, como si fuese un funcionarios
pagado como chota, que muestres
un permiso, un pasaporte,
una prueba de legitimidad para la vida.

Y, antes que más confusión y dudas se acumulen...
por la nariz se sale el alma para ejercer
olfato, por la boca se escapa por añoranza
de ser libre, por las orejas salen
para largarse cantando consignas
de Tierra Libre y el poder oírlas
afuera y desde la calle,
aunque le echen el guante...

... pero no mientan: ¿no le dijeron antes
que esta tierra es más libre que ninguna
que aquí se puede soñar?

Entonces, el corazón sale como un pedo,
o como una voz triposa del ombligo,
donde haya un agujero,
aunque se guinde de un moco, el alma
sale, abre la puerta prohibida
hacia el mundo...

<>

El hombre extendido / Indice


<><><>



No comments: