No sé si reir con incredulidad o festejar
esos enomes chorros seminales,
esa fecundia; no sé, no sé si ahora admirar
los jabalíes que se besan en la boca,
o esas leonas que se buscan un macho protector
para que ahuyente el violento que hostiga,
porque son quienes matan por un rato de sexo.
¡Qué atroz es la violencia genética!
... yo no quiero estar en las orgías
de las focas criminales, ni en la convocatoria
apareante de las tigresas, que no sea yo la víctima
de los zarpasos cuando se incentivan
por cópulas de un segundo, o dos, o tres,
sea lo que duren estos animales calientes
en cumplir la misión de sus urgencias.
Me atemoriza la cabra y la tigresa
por más atenta esté a que el macho se le encime.
Entonces, que no sea yo el que mate una cabrilla
que me dio sus amores. No me hagas bestia,
Hentai, házme gentil con el beso.
Haz tierna la ocasión, mis soledades.
Sería terrible que naciera con avatar de león
siendo ya tan distinto el tipo de alma que me cargo.
Terrible sino es ése. Ser el león que ruge,
rey de la selva sobre un colchón arropado
de frazadas de holanda.
A mí no me interesa, hora tras hora,
pastar y cuidarme la melena ni relajarme al sol
ni rugir fuertemente para que ella me oiga.
Ellos matan las crías, no comerá junto
a sus hjos. La comida se les sirve aparte.
¡Pero cómo cingan! En un día, entre asueto
y asueto, echan 100 palos a la misma hembra.
El sexo es obsesivo, polvo tras polvo,
una cópula cada dos minutos,
y eso que duerme veinte horas...
... entonces, no bendigo a los que velan,
no con el alma que tengo
hastiada ya del sexo.
2.
Oh, dios Hentai, que habitas en la luz del sexo,
deidad del manga y el ánime,
¡qué romántica porno nos das por evangelio!
Con muñecas de resplandores animados
nos redimes la leche en los derrames,
nos sobreabundas y nos muestras
la belleza del coito, sin inmediata violencia,
pero, a final de cuentas, apoyas
una sublimación maravillosa.
Es tu profeta un artista seducido por el semen.
Es un cantor virtual de los deliquios.
En la vida, la realidad es más dura.
El dolor se nutre más del pene
y la vagina es más amarga
que cuando se ultraja, se prostituye, o se arrebata
con violencia las virginidades.
Te bendigo, dios Hentai, porque con tus mentiras
te transformas en feracidad y gentileza
aunque eres crudo en la gráfica
de los placeres prohibidos.
esos enomes chorros seminales,
esa fecundia; no sé, no sé si ahora admirar
los jabalíes que se besan en la boca,
o esas leonas que se buscan un macho protector
para que ahuyente el violento que hostiga,
porque son quienes matan por un rato de sexo.
¡Qué atroz es la violencia genética!
... yo no quiero estar en las orgías
de las focas criminales, ni en la convocatoria
apareante de las tigresas, que no sea yo la víctima
de los zarpasos cuando se incentivan
por cópulas de un segundo, o dos, o tres,
sea lo que duren estos animales calientes
en cumplir la misión de sus urgencias.
Me atemoriza la cabra y la tigresa
por más atenta esté a que el macho se le encime.
Entonces, que no sea yo el que mate una cabrilla
que me dio sus amores. No me hagas bestia,
Hentai, házme gentil con el beso.
Haz tierna la ocasión, mis soledades.
Sería terrible que naciera con avatar de león
siendo ya tan distinto el tipo de alma que me cargo.
Terrible sino es ése. Ser el león que ruge,
rey de la selva sobre un colchón arropado
de frazadas de holanda.
A mí no me interesa, hora tras hora,
pastar y cuidarme la melena ni relajarme al sol
ni rugir fuertemente para que ella me oiga.
Ellos matan las crías, no comerá junto
a sus hjos. La comida se les sirve aparte.
¡Pero cómo cingan! En un día, entre asueto
y asueto, echan 100 palos a la misma hembra.
El sexo es obsesivo, polvo tras polvo,
una cópula cada dos minutos,
y eso que duerme veinte horas...
... entonces, no bendigo a los que velan,
no con el alma que tengo
hastiada ya del sexo.
2.
Oh, dios Hentai, que habitas en la luz del sexo,
deidad del manga y el ánime,
¡qué romántica porno nos das por evangelio!
Con muñecas de resplandores animados
nos redimes la leche en los derrames,
nos sobreabundas y nos muestras
la belleza del coito, sin inmediata violencia,
pero, a final de cuentas, apoyas
una sublimación maravillosa.
Es tu profeta un artista seducido por el semen.
Es un cantor virtual de los deliquios.
En la vida, la realidad es más dura.
El dolor se nutre más del pene
y la vagina es más amarga
que cuando se ultraja, se prostituye, o se arrebata
con violencia las virginidades.
Te bendigo, dios Hentai, porque con tus mentiras
te transformas en feracidad y gentileza
aunque eres crudo en la gráfica
de los placeres prohibidos.
3.
Festajaré, con la verga parada,
el ángel que llegó a mi dormitorio.
Tiene pequeñas alas de pétalos de orquídea.
Es un ente azulino, casi celeste, suave,
seductor, muy femenino, pero es zoofílico
y ha identificado un animal humano
con las patas de insecto y con el pene más grande
que el del piojo y, sin embargo, ella es una flor
con cuerpo de muchacha; es un ángel
del sexo femenino y ha comenzado
a comerse a esa figura insectívera
que es otra hembra, posiblemente andrógina.
Y Ella es quien ha montado en la otra
y quiere seducirla y parece feliz con esa orquídea
y derrama su aroma y origina ruiditos
de flor agitada de brisa y gozo, vibra
en sus oídos. Como voyeur, miro cómo
se agrandan y se achican sus orejas.
Examino cuánto salta en su cama
y que hay metonimias
Examino cuánto salta en su cama
y que hay metonimias
en los placeres incomprensibles.
4.
Violencia hay en todas las especies,
pero: ¿quién eres tú?
apariencia temible de tentáculos,
verde madeja monstruosa
que atacas a Catwoman y la masturbas
y la cingas golosamente con esas lenguas
de la seijin manga, ¿quién te puede salvar
cuando esa masa tentacular se vuelva Príapo
y no quiera salir de tu jardín romano
y te muestre su cara del hijo feo,
pero insaciable de Afrodita?
¿Qué harás cuando el amor y el señor
de las florestas, venga con sus cómplices,
4.
Violencia hay en todas las especies,
pero: ¿quién eres tú?
apariencia temible de tentáculos,
verde madeja monstruosa
que atacas a Catwoman y la masturbas
y la cingas golosamente con esas lenguas
de la seijin manga, ¿quién te puede salvar
cuando esa masa tentacular se vuelva Príapo
y no quiera salir de tu jardín romano
y te muestre su cara del hijo feo,
pero insaciable de Afrodita?
¿Qué harás cuando el amor y el señor
de las florestas, venga con sus cómplices,
brute gang-bangers,
después de fornicar todas las niñas-gatas
de Lampsaca?
Las amarra, las dedea con ápices verdosos,
juncos parecen, higueras trepadoras
y terribles, pero ella sonríe, felina de naricita chata,
y yo que creí que temería y no. Está revolcándose
de gusto como una puta gata...
¿Podrá temerle después, no como ahora,
si la faena ha orgasmado sus nalgas,
si humedad le baja de la vulva al ano,
lo deseará para siempre?
«¿Quién, quién, te salvará
de los tentáculos, Catwoman?»
5.
después de fornicar todas las niñas-gatas
de Lampsaca?
Las amarra, las dedea con ápices verdosos,
juncos parecen, higueras trepadoras
y terribles, pero ella sonríe, felina de naricita chata,
y yo que creí que temería y no. Está revolcándose
de gusto como una puta gata...
¿Podrá temerle después, no como ahora,
si la faena ha orgasmado sus nalgas,
si humedad le baja de la vulva al ano,
lo deseará para siempre?
«¿Quién, quién, te salvará
de los tentáculos, Catwoman?»
5.
«Cuando una especie necesita un valedor o guardaespaldas, el violento cada vez es más violento desde el punto de vista genético, de tal manera que la violencia lleva a atacar todo lo que se mueve. Es un claro ejemplo de que la violencia no engendra nada más que violencia en todas las especies»: Dra. Pilar Cristóbal
Oh, hija de Bakunyu, Carnera tetona
de Las Rocosas, más montañosos son
tus pechos estallantes / «bursting breasts» /
que afloran despelotes de testosterona
en tus amantes, carneros urgidos, más cimera
la paciencia alevosa con que los dejas matarse,
oh, hija de Bakunyu,
se cornean, se muerden, se destrozan.
Quieren estar contigo...
y todo un mundo de agresividad se evoca
porque tu busto es hipotálamo de guerra
y el campo de batalla, el sistema nervioso.
El eco de tu pisada, tu sola presencia,
grita desde una cima, lo que quieres:
«Just wanted to be loved by someone»,
pero los carneros no saben tu estrategia,
los violentos se matan y tú, con la sonrisa
tranquila, viendo ya que el pacífico se esconde
porque vas a elegirlo.
El agresivo se mata por pegar su boca
a tus picachos, a tu sonrisa cabrona
tan dispuesta, a irse con el manso
y tras ver la refriega de las bestias
y los picados de arañas, a lo tuyo...
satisfacer los deseos del que estuvo
quieto y en reposo.
El si no quedó cansado
ni agotado en los combates.
Es el adecuado amante, el vencedor
después de todo.
6.
Como hiena moteada, tú sí eres agresiva
sobre la colcha verde del follaje.
¿Quién duda ahora que seas la hija de Doujinshi
si cuando estás en celo, te aseguras que estén
los chimpancés en fila para que todos
te satisfagan. ¡Qué linda es la pasión y qué abundante
son las anfetaminas que debajo de tus trenzas
y de tu alto moño, con cintas, hacen que tu corteza cerebral
dispare abundante dopamina! ... y los tienes con placer
y deseo esperando el turno que asignas.
Sin protesta, tranquilos.
A todos disparaste tus flechas / cupidines,
a todos entregarás orgasmos.
Salaces son los chimpancés que acuestas
y la pasión, confirmada en la corteza cerebral,
te premia con el pene del chango.
Son seis o siete. No importa.
Eres toda una hermosura del tálamo.
Eres un hipo que no cesa, te afanas
como heroína titánica, espasmódica,
toda tú... cum squirting all over
and huge tits flapping wildly
para que el río del amor en las selvas
de Crazy Starfire, hija Doujinshi,
fluya con el gozo personal y colectivo.
7.
¿Por qué lo haces, hembra del caníbal?
¿Sé acabo la carne, el alimento, y tienes miedo
que los machos comencen a devorar las crías?
¿Que no vale un ruego de indulgencia
y estás queriendo proteger lo tuyo?
Ahora te comprendo, Mona Guerrera.
Apacientas a los salvajes
con espada de tu sexualidad destrampada.
Con razón se hincha tu trasero
como una rosa morada,
roja de tantos culimpinares.
Defiendas a las crías.
Entretienes al enemigo con la calculada humedad
de los derrames; por eso es pegajoso
el camino que conduce a donde vives...
O las crías que esconde donde el amante no sepa.
Ay, mira lo que me dice el Hentai
de la ferocidad de tu maternidad sobreviviente.
Demonios genéticos te sacan la piel a tiras
A tí que no entiendes de pecado,
sí de instintos. A tí, que no tienes
sentidos de culpa y no temes castigo.
Ay, mira lo que me dice el Hentai
de la ferocidad de tu maternidad sobreviviente.
Demonios genéticos te sacan la piel a tiras
A tí que no entiendes de pecado,
sí de instintos. A tí, que no tienes
sentidos de culpa y no temes castigo.
Tú sí entiendes la vida y me conmueves
y viéndote te amo, te amo porque no tengo
que compadecerte, sino dejarme llevar
por tu alegría y festejar que te derramas,
mona, ardientemente... porque para tí no hay vida eterna
ni garantía de ver crecer tu progenie.
El sexo es tu única ventaja,
por ser placer tan puro. Tu alegría.
Es un premio tan sagrado.
Es un soberbio y primitivo diccionaro
de la risa... ay, mira lo que me dice el Hentai,
que me regocije, que te escriba unos versos
y no te llame puta.
8.
y viéndote te amo, te amo porque no tengo
que compadecerte, sino dejarme llevar
por tu alegría y festejar que te derramas,
mona, ardientemente... porque para tí no hay vida eterna
ni garantía de ver crecer tu progenie.
El sexo es tu única ventaja,
por ser placer tan puro. Tu alegría.
Es un premio tan sagrado.
Es un soberbio y primitivo diccionaro
de la risa... ay, mira lo que me dice el Hentai,
que me regocije, que te escriba unos versos
y no te llame puta.
8.
«El ansia de sobrevivir está grabada a fuego en todos los seres vivos y genera unas leyes. En la Naturaleza, el sexo puede ser una operación de alto riesgo»: Dra. Pilar Cristóbal
¿Quién nos contará, Hokúsai, de la morada profunda
donde el fetiche reina y «El sueño de la esposa
del leñador» materializa sus tentáculos
y se compensa en la erótica?
¿Quién narrará, o nos dará las señas
sobre esos fuegos que graban en los genes
urgencias de la memoria evolutiva,
procesos que se pierden, o se callan,
o se internan profundamente en medio del peligro?
¿Quié que nos hable de ese inconsciente
que guarda en un cofre de vulva o genitalia
los orígenes tántricos del chimpacé y los bonobos,
el miedo de la hembra que fue de muchos machos
y confundió, en calculada organización, adrede,
la paternidad de las crías por la creencia
del que tal plan evitará que un macho se abstenga
de matarla, o matar a su hijos, en ausencia
de carne, su alimento?
¿Quién nos hablará con imágenes por guía
en torno al manga erótico del antiguo guerrero
y la anarquía sexual con que una especie
se da sobrevivencia?
¿Quién juzgará, reprobándolo que el hermafrodita
sublime sus placeres, si no tú, profeta del Hentai,
que aludes a la metamorfosis, a lo anormal
que no se socializa, con el código de lo pudoroso
donde el fetiche reina y «El sueño de la esposa
del leñador» materializa sus tentáculos
y se compensa en la erótica?
¿Quién narrará, o nos dará las señas
sobre esos fuegos que graban en los genes
urgencias de la memoria evolutiva,
procesos que se pierden, o se callan,
o se internan profundamente en medio del peligro?
¿Quié que nos hable de ese inconsciente
que guarda en un cofre de vulva o genitalia
los orígenes tántricos del chimpacé y los bonobos,
el miedo de la hembra que fue de muchos machos
y confundió, en calculada organización, adrede,
la paternidad de las crías por la creencia
del que tal plan evitará que un macho se abstenga
de matarla, o matar a su hijos, en ausencia
de carne, su alimento?
¿Quién nos hablará con imágenes por guía
en torno al manga erótico del antiguo guerrero
y la anarquía sexual con que una especie
se da sobrevivencia?
¿Quién juzgará, reprobándolo que el hermafrodita
sublime sus placeres, si no tú, profeta del Hentai,
que aludes a la metamorfosis, a lo anormal
que no se socializa, con el código de lo pudoroso
y clama, en cambio, por tolerancia
o no ser sujeto al riesgo o la represalia
o no ser sujeto al riesgo o la represalia
de la muerte?
9.
Futanari, cuando describes a mujeres
con escrotos o fálica genitalia entre las ninfas,
te bendigo en el nombre del bonobo
que se comporta como hembra
y, en nombre de la hembra que deja
que seas tú quien les cuides las crías,
te doy gracias.
Si el macho dominante siquiera es quien te ataca,
entendiendo que por hembras no compites,
tampoco yo atacaré tu visión, defensor del bonobo.
En esta jerarquía, la palabra hentai seiyoku
no es perversión sexual, es la sola memoria
que nos ofrece sobre las antiguas / presentes bestias /
todavía jugándose la vida, la sobrevivencia,
en esos reinos donde se es rey hoy
y mañana, vasallo, por las guerras contínuas
(donde alguno se ahorra competir, agredir,
matar, para hilarse tántricamente
con sus alianzas de ayuda,
donde alguno se da la autodefensa
sin la presión del medio,
pero no así, todos...
... porque la selva es dura
(y no todos son gaviotas, ni monógamos estacionales,
y no todos, con sexualidad activa, son quienes alivian
sus tensiones, se relajan, o ceden la mitad
de su masa proteínica por una parchada,
con el sexo), yo escribo la oda a los dioses oscuros,
a los evangelistas, sin moral, que presentan
su libro de la vida, el sexo, y recurren
para hacerlo más grato a ese humor cómico
(por no decir pornográfico)
en el que el piojo tiene un pene
cincuenta veces más grande que el tamaño
de su cuerpo...
No sé si reir con incredulidad o festejar
esos enomes chorros seminales,
esa fecundia; si reir cuando me entero
que hermosos hipopótamos, con rostros humanos,
copulan dentro del agua porque sus huesos
son muy frágiles para dispararse el antojo
la posición misionera, o lo perrito,
o treparase a una hembra
en pataletas y con su peso hundir la tierra
sobre la cual pensaron verse cingando.
Oh, qué inteligentes mensajes me dan tus muñequitas
de hipopotámica gracia, en tangas y en falditas..
Se van al agua, como parejas lujuriosas,
sólo asoman las cabezas a flote,
pero en intimidad, cuerpos en agua,
se gozan de lo lindo.
10.
Dios del Seijin manga, dispensador del vídeo adulto,
yo sé que las medusas viven pegadas a las rocas
y que parecen paracaídas transparentes,
pero son seres vivos y dentro de sus masas
están sus crías, yo sé que pican,
que son urticantes al intruso,
pero sólo tú me disciernes el secreto
de todo lo baboso, urticante, feces
de coprofilia. Es por tí que comprendo
la lactación erótica, las virtudes mamadoras
de la Familia Sagara... tú haces hermosa
la urolagnia de esas prepubescentes lolitas
que orinan y se cagan por el miedo
del incesto, las punibles ataduras,
la actvidad consensual de lo kinky,
el sexo no-institucional que alarma al ciudadano
y, sin embargo, criminalmente, lo practican.
... pero en el Lolicon todo es espectro.
La realidad criminal está en la boca prohibidora
del que sustenta otros vicios y maltrata a mujeres.
La selva dura, materializada, la promueven
los femenicidas, el tratante de blancas,
no tú. No tus ilustradores.
Culpable es quien produce, filma, recluta niñas
y adolescentes, el chulo que regentea prostitutas.
Sí, él no sólo lucra. Maltrata.
Y no ilumina ninguna realidad oscura
de la vida.
11. Frags. / De Tantralia
9.
Futanari, cuando describes a mujeres
con escrotos o fálica genitalia entre las ninfas,
te bendigo en el nombre del bonobo
que se comporta como hembra
y, en nombre de la hembra que deja
que seas tú quien les cuides las crías,
te doy gracias.
Si el macho dominante siquiera es quien te ataca,
entendiendo que por hembras no compites,
tampoco yo atacaré tu visión, defensor del bonobo.
En esta jerarquía, la palabra hentai seiyoku
no es perversión sexual, es la sola memoria
que nos ofrece sobre las antiguas / presentes bestias /
todavía jugándose la vida, la sobrevivencia,
en esos reinos donde se es rey hoy
y mañana, vasallo, por las guerras contínuas
(donde alguno se ahorra competir, agredir,
matar, para hilarse tántricamente
con sus alianzas de ayuda,
donde alguno se da la autodefensa
sin la presión del medio,
pero no así, todos...
... porque la selva es dura
(y no todos son gaviotas, ni monógamos estacionales,
y no todos, con sexualidad activa, son quienes alivian
sus tensiones, se relajan, o ceden la mitad
de su masa proteínica por una parchada,
con el sexo), yo escribo la oda a los dioses oscuros,
a los evangelistas, sin moral, que presentan
su libro de la vida, el sexo, y recurren
para hacerlo más grato a ese humor cómico
(por no decir pornográfico)
en el que el piojo tiene un pene
cincuenta veces más grande que el tamaño
de su cuerpo...
No sé si reir con incredulidad o festejar
esos enomes chorros seminales,
esa fecundia; si reir cuando me entero
que hermosos hipopótamos, con rostros humanos,
copulan dentro del agua porque sus huesos
son muy frágiles para dispararse el antojo
la posición misionera, o lo perrito,
o treparase a una hembra
en pataletas y con su peso hundir la tierra
sobre la cual pensaron verse cingando.
Oh, qué inteligentes mensajes me dan tus muñequitas
de hipopotámica gracia, en tangas y en falditas..
Se van al agua, como parejas lujuriosas,
sólo asoman las cabezas a flote,
pero en intimidad, cuerpos en agua,
se gozan de lo lindo.
10.
Dios del Seijin manga, dispensador del vídeo adulto,
yo sé que las medusas viven pegadas a las rocas
y que parecen paracaídas transparentes,
pero son seres vivos y dentro de sus masas
están sus crías, yo sé que pican,
que son urticantes al intruso,
pero sólo tú me disciernes el secreto
de todo lo baboso, urticante, feces
de coprofilia. Es por tí que comprendo
la lactación erótica, las virtudes mamadoras
de la Familia Sagara... tú haces hermosa
la urolagnia de esas prepubescentes lolitas
que orinan y se cagan por el miedo
del incesto, las punibles ataduras,
la actvidad consensual de lo kinky,
el sexo no-institucional que alarma al ciudadano
y, sin embargo, criminalmente, lo practican.
... pero en el Lolicon todo es espectro.
La realidad criminal está en la boca prohibidora
del que sustenta otros vicios y maltrata a mujeres.
La selva dura, materializada, la promueven
los femenicidas, el tratante de blancas,
no tú. No tus ilustradores.
Culpable es quien produce, filma, recluta niñas
y adolescentes, el chulo que regentea prostitutas.
Sí, él no sólo lucra. Maltrata.
Y no ilumina ninguna realidad oscura
de la vida.
11. Frags. / De Tantralia
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