Siempre viene y toca a mi puerta,
alguien que pide una oración conmigo,
alguien que dice que me ha visto
y cree que soy un hombre relativamente bueno
porque no hay quien tenga méritos absolutos.
Ha visto mi semblante tranquilo.
Me selecciona.
Cree que Dios me ha llamado
y él, visitante, trae el nombre que forja perdones.
Buenas nuevas de salvación.
No le digo que se calle.
Oro con él, pero él se va y yo me cuido
de que no vuelva a creer que estoy solo,
regrese y concluya que me tiene en sus manos.
18-05-2000 / El libro de la guerra
2.
Soñé que vino un ángel,
con la semejanza que se describe
en los cuentos, alado y vaporoso,
hermoso por todas partes, ser increíble
que me jaló como si fuera de carne y hueso
cuando le abrí la puerta.
Y él me dijo: «no hay tiempo de oraciones».
La calle está llamándonos. Las multitudes
han sido convocadas. Son gente
que, como yo, cree en cambios.
Forja una iglesia viva. No una que viva de coros,
ni ofrendas ni de fe que se tiene ahora
y se muere al rato. Fe no teorizada por tembladores
e invocadores de entelequias y espíritus difusos
que hablan en jeringonza y no claro.
Vamos a desarmar el mundo, venga a oponerse
a las guerras, aunque lo meten preso.
Entregue sus armas, vamos a encender
una hoguera, con fuego de paz y gritar en pro de amor,
perdonarnos los unos a los otros,
cesar tanta violencia.
«No es tiempo de orar», me dijo:
Este año, 720,000 adolescentes en el país,
gente cuya edad oscila entre los 10 y menos
de 24, se llevaron a salas de emergencia
por causa de agresiones y disparos,
«si quieres orar, ora por ellos»,
pero ahora vamos a decirles a millones
de cristianos que están en el ARMY
matando musulmanes, eslavos, negros,
gente de ojos oblicuos, que regresen.
Nada tienen que hacer en sinagogas del Diablo.
No tienen derecho a ser milicos por un salario
o una etiqueta de heroicos si creen en dios,
o en el ángel, o lo que se les haya dicho
que es amor verdadero.
3.
No hay tal cosa como un tal terrorismo
que venga de los Ejes del Mal o del Infierno.
Hay ocasionales actos de violencia, es cierto,
que lo ejecuta un extranjero, enojado
con América, pero bien... hay que hacer algo
para que no se repita.
Ayúdeme usted primero a gritar: «¡Que no vuelva!»
Le voy a enseñar cómo porque yo para eso vine.
No le quitaré mucho tiempo y lo que diré
es duro y parece cruel, pero es el remedio.
Sepa que usted es el terrorista.
Usted es un nido de odio, usted con su religión
que se cree el evangelio de paz y hace la guerra.
Usted que cree que, por sus méritos,
su clase, el uno porciento de los americanos,
acumuló 16.8 trillones de dólares.
Usted que cree que el futuro de sus hijos
se determna por mejores cerebros
y no por la clase social en que han nacido.
Usted que piensa que la segunda enmienda
de la Constitución que le da el derecho a armarse
debe ser la prioridad número Uno en la agenda
del Congreso. Usted es un terrorista.
Ningún pobre pone una fábrica de armamentos.
Ningún pobre decreta una guerra contra nadie.
Ningún pobre lleva a la bancarrota a los países
ni se fabrica a sí mismo, por su gusto y capricho,
esa brecha de ingresos, en la que usted es el !%
de los superbillonarios y, sin embargo,
su riqueza personal crece por 229%
entretanto el 50% de otra gente en Norteamérica
observa un crecimiento que no supera el 6%.
Y, en esta brecha entre ricos y pobres,
que es una brecha de poder y justicia,
usted no ve ningún mal... pues no verlo
(y es duro es que se lo diga)
es la causa del terror.
02-11-2006
4.
Yo conservo mucha esperanza
en el cambio social; yo no me como el miedo,
pero soy muy realista.
La mayor parte de la violencia que nos cuesta,
como estadounidenses, 158 billones de dólares
cada año, la originan adolescentes
y eso es costoso, pero esperanzador.
Los niños, pandilleros, o qué sé como quiera
ofenderlos usted para nombrarles delincuentes,
son vulnerables, van a autoaniquilarse
tarde o temprano, y cierto remanente
son regenerables
si se les diera
verdaderas oportunidades.
Me atemoriza más la violencia del adulto
que se cree sabelotodo, que se jacta
de prudencias que no tiene
porque acumula riqueza y sueña en grande
con perpetuarla, acumularla hasta el infinito
para sus viles fines, sus proyectos
que joden al mundo.
A ellos, viejos empedernidos, si es difícil
darles un consejo, cuando ya están en las juntas asesoras
del crimen, la injusticia, la indiferencia, la codicia
sin límites. Ellos son el Uno Por Ciento poderoso.
Ostentan 2 trillones de dólares más
que la riqueza combinada del 90 por ciento
de la población norteamericana.
Crecen 219 veces más sus ganancias.
Esto no es una bicoca: es una razón
para seguir oprimiendo, deteniendo los cambios
y sentirse unos dioses, árbitros absolutos
de las riquezas terrenales.
22-09-2006 / El libro de la guerra
___
Profecía de la cautividad antillana / Ante la gente tenebrosa / ¿Hay una belleza como forma absoluta? / A un islamófobo / Josefina Mantillita Yparraguirre / Teth, mi serpiente / El canturreo de las frivolidades / Indice: El hombre extendido / Teoría del Daño Inminente / Dora Farm / Desmantelar la agenda neoconservadora / La Tertulia de La Central / Las zonas del carácter / Ante la gente tenebrosa / ¿Hay una belleza como forma absoluta? / A un islamófobo / Josefina Mantillita Yparraguirre / Teth, mi serpiente / Movimiento Independentista Hostosiano /
No comments:
Post a Comment