El nihilismo está aquí. Nunca toqué a sus puertas;
ellos sí. Con miserables disimulos y pidieron
que llorase por aquellos extravíados
de alas rotas y evangelio vacío, desmemoriados
que cayeron a tierra (sin el mínimo del ser soteriológico).
Caídos o arrojados, quedaron maltrechos
y burlados sus caballos y el auriga
por la senda del kairós, tiempo oportuno,
y poco a poco se mecieron en olvido,
en pasado destituidor-destituyente
y descreyeron todo, hasta el buen caballo
hasta ser los muy publicitados por su deterioro
y su propio hedonismo, su circo egoico,
su voluntario escarnio. Con gozo discontínuo,
se recompensa el fracasado y el cínico.
A ninguno prometí paraísos. Sólo tiempo,
el mejor de los tiempos, kairós. Más allá
de los huesos pelados y la cal de las tumbas,
sólo invité a vivir, vivan, vivan y regresen
con una meta objetiva, les dije.
Vuelvan al mundo, con cauteloso olvido
de lo-sido, pero sin saldo inmundo.
2.
El nihilismo está aquí, exactamente
entre Marx y Rockefeller, en lema declarado
Novus Ordo Seclorum, en continuum
donde el fundamentalismo
prohija sus ladrones
bajo abrigos de coseidad y las sabandijas salen
de los escondites a sumarse al simposium,
maldicen a Darwin, a Marx, a Freud,
mas no son órfico-platónicos, no creen
en nadie, siendo los Nadie mismos y su Don,
no creen en nada, sólo en sus alacranes.
No conocen el reino del Ser, no agradecen
la Madre que los nutre, se amarran los ovarios
en el alma, se depilan los chochos
en reinos de calvice, pero ¡qué
discursos universalizantes! son los suyos:
sostén y encumbramiento del dominio de los otros
y el lobo cada vez más lobo para el hombre.
<><><>
El conservador nihilista Por caos de las nociones Ocultarán las reconsideraciones. <><><> El conservador autoritario
Los nihilistas, en medio del combate
del capital y la cultura. serán cuasi felices.
En espesura de reinos de escatalogía
y aventolado luto crecerá su germen.
Es un creador de lo infecto.
de universalidad y etnia tendrán sus seguidores,
polarizarán los disensos.
Matarán la historia antes de ser
ellos mismos los cadáveres.
Escupirán las sendas perdidas, las alternativas,
las raíces, las normativas despreciadas
del historiarse-humano.
No creerá en Nada ni en Nadie.
*
Los Conservadores
Aquí lo llaman el Conservador.
Cuando se necesita ese punto de vista
(que asegura que la Civilización existe y necesita
de «ciertas protecciones»), el Consevador se presenta,
custodio del Estado y de las Altas y Puras Esferoides.
Vestirá su boca con giro walrasiano;
aparentemente, infeliz, conmovido, esperanzado
«porque la medicina es amarga».
En vano será alegar que la civilización,
existe, claro está, pero se ha vuelto una putada
a golpe de desgracias y ráplicas de olvido.
No aprendemos y seguimos
cometiendolos mismos errores.
Aquí les llaman los Conservadores
(aunque más conocidos son por los cuchillos
que nos clavan por la espalda cuando mandan
a administrar la cura y movilizan sus turbas en uniforme,
asesinos de verde y moteado, gendarmes
de la paz y el orden).
Siempre que llegan arrasan con cara
de Capitanes-Triunfadores, calculando siempre
la postura moral, lo heroico.
la patriotería y la constitucionalidad dizque
de lo Eterno, Justo y Apropiado...
Los conservadores niegan que en otro corazón
(sólo en los suyos...) exista la benevolencia,
el altruísmo, la virtud... Por eso la prensa cita que bajan
a los endogrupos con salto de altura como si de veras
de los Cielos fuesen los heroicos que arribaron
a salvar el mundo, protegiéndolo
de las ovejas negras y desobedientes.
No se les puede decir que son los respaonsables
de la lucha instituída de todos contra todos.
El conservador siempre tiene la razón
y casi siempre el Poder. Si usted se fija bien,
el Conservador es anti-igualitario, rásquelo y verá
que odia al pobre, inclúyalo y verá que no es cohesivo,
ni es cooperativo, ya que su individualismo es vertical.
El quiere la Vara de Moisés como un garrote.
El es casi siempre el amor.
Arbitra con el rico.
Con el sacerdote de Roma
o el partido de la gran burguesía.
Cuando están bien repartidos en sus jerarquías
y contextos culturales, se sienten tan soñados
[tú en tu lado; yo en el mío y sin colectivismo]
porque tarde o temprano: la lucha es
de todos contra todos...
Cuando se necesite el punto de vista
del gesto autoritario, cuente con él.
Siempre fácil que diga hay que dar guerra
por nuestros principos...
[darle mil patadas en el ano
a los maricas y a las marimachas],
matar a obreros, a ecologistas,
a enemigos del capital,
matar al centro, matar a la izquierda,
matar a los anarcos y los inconoclatas,
matar a los roqueros y a los poetas...
Y por eso el Conservador llegará con SDO:
Orden de Dominación social por la moral verdadera.
El mundo es cínico, cada vez más clamante de relajamiento,
vicio, igualitarismo social y cultura alternativa.
Hay que matar al pordiosero y a todo el que quiera
vivir del Papá Estado. Hay que matar la Misericordia Social.
Hay que deshacerse malthusianamente de quien no tenga mérito,
el enfermo, el anciano, al tullido, el loco, el incalificado.
Aquí lo llaman el Conservador y escuche bien:
al parecer defienden el trabajo, el trabajo como norma
de conducta que enriquece al que es rico
y mata con medio pan al que es pobre.
El mundo es cínico y violento y se evitan
muchos discursos inútiles que, al fin y a la postre,
ninguno oye, cuando llegan ellos. Los Conservadores.
Vendrán con gafas oscuras a endogrupos nacionales.
Siempre son los pintados, primeros
en banquetes, amedallados por su Gran Sí
a medidas de Dominio Social contenidas
en la escala de Sidanius.
Cuente con ello, aunque sean cuatro gatos,
van a robar cámara para sí los Conservadores.
03-03-2000 / De Canto al hermetismo
03-03-2000 / Epica
* Indice: Canto al hermetismo
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