Friday, July 03, 2009

Manfiesto Cínico-Sofista de los Dominadores


Te llamaré Pueblo Mío, o mejor, hembra mía,
mi social puterío, democracia prostibular,
hondura territorial del desposeso,
por una razón muy simple...

«Quien nació desprovisto, sin bienes,
con ausencia de riqueza y de respaldo,
sin una televisora que le repita día y noche
'somos buenos, honestos, prudentes,
los únicos provisores, poderosos,
memorables',
los únicos acreditados
por los bancos, los auténticos triunfadores,
quien haya sido hijo de los pordioseros,
olvidados de su madre y de su padre,
hijos de la calle con su mugre, su epidemia,
es un idiota y siempre lo será».

No cuenta para nada.
No vale.
No debe tener voto.
Lo mejor es ... que se calle la boca,
camine con cuidado, no organice, no sueñe,
no trate de imponerse o de hacerse el gracioso
porque a mí, el monarca, sólo así
me será indiferente.
Cuando no traspase la línea de seguridad
que yo defino. Que no se excite mucho,
jamás lo tomaría en cuenta.

A mí y mis amigotes, el pequeño Clan
que me interesa, o algo me desvela,
es el sector Empresa, las finanzas en orden,
el sector del Capital en mano, ese sí cuenta
y escribe bien la Carta Magna y yo le hago
banquetes y homenaje y les llamo
al celular y les chismo
y, si me place, me los llevo a la cama,
a colchones mullidos de mis endorfinas.

Al obreraje lo tengo para que me haga los mandados
y si no aplaude, ni modo, ha de ser socialista
y si se vuelve provocador, lo elimino.
Lo vigilo, lo difamo y le quito el empleo.
Lo pongo en listas negras.
Si lo mando a matar, que lo echen
a las aguas. Desaparezca de una vez
y para siempre.

Al intruso lo expulso y con el demócrata,
que juega aquí y allá, mojigateando el ser
a quien le va, me puñeteo a gusto.
Mejor: Que obedezcan a señales que mando
y se acaben los mitos y los utópicos «Quieros».
Los valores de la especie territorial
coinciden siempre en el mismo imperativo:
el miedo y el resentimiento
humillados, escindidos, en la multitud.

2.

De los pueblos me gusta sólo el esmero
con que levantan vuelo y terminan estrepitosamente
revolcados en caída; que se desboquen, claro.
Yo doy mi ayudita para el catamplún, pal' suelo.
El trabajo, las rodillas, la lambisconería,
las tolero, me hacen sonreir muy satisfecho.
La lealtad con que chupan mis engaños
y me llaman Amor Mío, mi rey, Triunfante Pene,
chocho del Establecimiento, ¡ésas las premio!

La democracia no existe. Si usted quiere paz
y tener la territorialidad muy demarcada
con su bandera y todo, su himno y santoral de patriotismo,
entienda ésto de una vez: «La constitucionalidad depende
del que tiene la sartén por el mango y usted es
un macho sin cojones y usted es hembra
escuálida y flacucha, usted es un ganado
que no vale dos pedos y la democracia de usted
es «Tú, pendejo, pa'l carajo», yo te lanzo encima
la bilis de mis hígados, la mar de los gargajos
y me la recibes con orgullo y agradecimiento.

Cuando veas militares defendiendo
lo que tengo, tú dale Gracias a Dios,
o al Diablo. O a quien se te pegue la gana.
Gracias de que no mando a que te rompan el culo.
Es que la izquierda no existe. Y si existe
no la acepto. No la quiero. No conviene.

Ustedes, los territoriales, van hacia mi centro:
aquí donde está el núcleo del gobierno
sobre la célula de mierda de la masa.
Van a ver lo bello que somos: toros procreadores
corneando la vaca social. Esto es así de simple.

3.

El único orden democrático que existe
no lo decides tú, Pueblo mío.
Puedes elegir un socialista con el 100% de los votos,
limpios y transparentes en las urnas.
El asunto no es ése.
Es que a nosotros nos corresponde definir
al enemigo. Y si la democracia es permitir que
los elijas, Pueblo mío, estás equivocado.
La democracia se volvió nominalismo.

Vamos a refrescarte la memoria.
La democracia tiene dueño, no es una cosa
de epistemología. La democracia es la tiranía
del que sabe y tú no sabes, porque nada sabe
el que no tiene dinero. Donde manda capital
no manda el pobre, que es el obreraje ignaro
del navío. El capital, por su derecho, anula el voto
cuando el voto es adverso.

La democracia es el pacto que existe
entre el bruto y el sabio. Yo te doy la ilusión
de que el voto cambia algo; pero no cambia nada.
El enemigo siempre hace intentos
de estar a donde estamos; pero, el enemigo
es como tú. No tiene capital.
No es el rico, el propietario listo.
Eso sólo lo tiene nuestra clase.

Tú no tienes nada que perder
porque tú no das empleo, sólo nos tienes
a nosotros, que te quitamos el hambre.
Tú nos debes estar agradecido.
No. La democracia es lo de menos.
El orden democrático, la enemistad del mundo,
éso deja que nosotros decidamos.
Mañana es otro día, Pueblo Querido.
Levántante temprano y a trabajar como siempre.

4.

Vuelva el cura a su sotana y deje el rifle.
Mejor es que toque las campanas de la paz en la tierra
y entre los mansos de buena voluntad.
Vuelva el maestro a la escuela y deje la huelga;
algún niño le traerá una manzana aunque no coma bien.
Vuelva el camionero a la ruta y deje de obstruir
la senda hacia la mina, o los campos, la calle hacia el hotel.
Vuelva la sirvienta a las piernas del patrón.
La mujer por el abasto y sus críos no dirá al pueblo
que otra la sustituyó.
Vuelva el taxista al aeropuerto y no hable mal
de ninguno, ni del camino malo, porque tarde o temprano
se acaba del alzao su follón y mando a que se arregle
lo que haya que arreglar.

Acuérdate yo le digo al gobierno lo que tiene que hacer,
yo lo digo, al rico y al pobre, yo lo digo hasta a los funcionarios
de cualquier consulado y, muchas veces, a Washington.


09-12-1985 /
Indice: Canto al hermetismo

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Obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / El pueblo en sombras / cuentos / El libro de la amistad y el amor / Cartas de lectores de Pepimo / Tipos de Pueblo /

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