Wednesday, July 15, 2009

Tantralia, III, Los tres cuerpos (kayas) del Sambhoga



Homenaje a Hebe

Aquí pueden llegar los sedientos
de ideales, los cansados, los hambrientos
(de cambios y direcciones), aquellos en fuga
de jolgorios, tedio y oprobio, desalentados
por tanta recholata, incómoda, vulgar y envilecente.

¡Navegantes con hambre de futuro,
conocedores de la oscura noche del alma,
compulsivos outsiders, realengos
pese a la afinidad social y compasión al grupo,
aquí es la cita.

¡Vengan!
¡Se servirá del néctar de la Diksha!
Aquí se beberá la amrita gratis,
por gusto de transición contínua.
Hebe se inventó la resbalada.
Se ideó los túneles raquídeos.
Tropezó con el chasco
y repartió el deleite
de las copas sagradas.

Esta es la tala.
Aquí llueve el ritmo sobre la calle mojada.
Se lubricó un pedazo de cultura.
Se está en riesgo de recibirla en kundalini.

Anus en mole, átomos del aceite más puro
en la superficie del quiero y no puedo!
¡Caer de nalgas, levantarse y despedirse,
ab irato! Se denuncia, empero,
la incomprendida hebefrenia,
demencia precoz de cada pubertario:
¡la chiquilla está emputada
con tantas rascazones y martirios en vano!

2.

Comecandelas, anarquistas, ilusos,
inmaduros, quijotes, chalaos
de todo cromo: ¡vengan a tiempo!
Los todavía insatisfechos con las cortesías,
incrédulos, no convencionales, los que ladran
hasta morder del rabo remilgos y ortodoxias,
¡aquí es la cita!

Vengan por su nuevo sentido de individualidad.
Si están introspectivos por la luna nueva
y se les llama apopléjicos, turulatos, heboides,
zopencos, vitocos, idiotas, pendangos,
¡enteráos! Hebe se inventó
la rapada de coco,
el desgreñe,
la piojera,
el cartel provocador,
la iconoclasia.

Ella quemó el sostén
y tiró las pantaletas a los perros
y las águilas y los voyeristas.
¡Y le vale, le vale, le vale
tres cochos y diez remiendos!
porque ya vive sin mea culpa,
sin complejo, sin bochorno.
El susto ya pasó.
¡No cayó en balde!

José Clará y Ayats
(que es mi amigo en el mármol)
gritó: Juventa Vive y yo, con él, pigmalionaba.
José Llimona resolvió el Desconsuelo
al mirar la carita de tan modélica nymphette.
Creo que los tres la amamos cuando cayó
tan larga es y cuán cortamente fue vestida
entre las santas mugres del comportamiento.

En fin, que nos gozamos
las vasijas hechas trizas y a Hebe que brinca,
que patalea, que despotrica
y, por cuya causa, fluyó líquido
de eterna juventud a nuestros pies,
lavándonos con su tibia jalea de vulva
y agua celestial de luna llena.

¡Mentira que seamos enteomaníacos,
partida de vulgares voyeristas, yo y los cheos,
taumaturgos en la pedofilia del cincel!

Fueron devas que nos dieron
de la Gñana inaccesible,
un momento tan solo,
un instante,
y salimos del microcosmos,
dualístico y externo,
es decir, del agüite de estos días
sin mínima poesía
hacia la puerta de escape del samadhi,
donde Leda y el cisne
nos agarraron la polla.

Otros la culparon: ¡pobre Hebe!
¡Qué anárquica, qué torpe, qué imprudente,
qué excéntrica, qué impúdica, qué pelos!
Las copas son divinas, se quejaron,
El vino es ambrosía, mil años añejada,
gota a gota (¿y ellos qué saben?)

Pero nosotros, por devas devorados,
la quisimos más, la descubrimos,
la deseamos; la sentimos
en los lícuos arrecifes de las perlas
y en todas las tormentas de los polos,
así y tan punky, tan guácalamente impredecible
y taruga y adorable y la gloria hecha pendejera
por tanto musgo y limo pegajoso y barranqueras
de su cuerpecillo de hidríade,
supimos de su trotar de potrilla mañera
y de sus ganas de joder por amarnos.

3.

No lo sé, no me importa, ¿qué más da?
Se inventó el acomodo reológico del prâna
en nuestras copas... ¡es lo que vale!
¿Por qué con su salto sin pértiga hacia el alma?

Rara avis in terris, entre castas de rajputas,
así lo consumó, sin marometas
de tambores siderales ni torbellinos
de peroratas necias.

Fue el acto simple y súbito
por llevar las bragas en agaches del tobillo:
y, ¡qué obra maestra! cuando a címbalos
hizo un revoltillo con mi aliento y se inventó
the dishonest exposure.

Y los coros de ranas, pargos y guachinangos
(«comediantes» del Agora, como Nietzsche les llamara)
vieron su ombligo y dijeron:
«¡Qué asco!» y los prosudos sin raquis
se hicieron bolas a la vista del cóccix,
a la revelación de su magno coñazo.

Así es la turbulencia natural
de 50 billones de básicos instintos.
Los pobrecitos de hipotálamo,
santiguándose entre ellos, pidieron:
«¡Que sea sustituída de inmediato,
cubrid su endija, tapad su nalgatorio!»

Y los rebaños de la sadhana a Ganímides
ofrecieron el trabajo y él fue por las copas
de cualquier bebedizo, trago amargo...
mientras Zeus hizo vitatrones con el ego,
because the show must go on!

Entonces, La Ballena se llenó de gurudevas
y la flor de loto se destrozó sobre las lozas
y, siendo todos, amantes de utensilios
y mundarros cautelosos y códigos de moral
y gestos previsores, a Hebe la vistieron de hopalanda
y los pobres faquires le obsequiaron taparrabos
y las mojigatas ofrecieron sus velos
y alguna veterana comenzó una plegaria
en tiempo extra y fue cuando dijimos:
¡Nos cagaron!

Dizque su hermano, argumentó:
«Ven a la trincha; ayúdame o aléjate»
y verbalizó del shrutis su odio a la pudenda.

Fue que vimos el ojo más caliente de la hornilla
y adivinaron la katutsha en medio de las cejas
y fue que los vellos horizontes púbicos de Hebe
parecían avionetas y volaron como arañas al tejado
y por su tamal se reveló su doble torta

y el hazteallá se quejó: ¡Qué extravagancia!
ya que su clítoris fue tamaño escarabajo
(¡qué carnoso hesperidio para chupar en privado
y sus nalgas, dos joyas, duplicado deseo al chintamani
(¡qué hermosura! ... házme el favor, yo me la llevo)
y los richis se purgaron el nabo
como obreros del pulmón llenos de cuitas
y se vinieron cuando apenas se habían ido
y los chelas, bebechelas tan chalados,
sustituyeron la amrita por chicoria
y esa noche salieron vomitados
por acusar a la flor inmarchitable
cuando Hebe los puso parejitos,
inventándose, en fin,
que la corrieran.

4.

Así, tan desmadrosa, fue su Diksha
(y la nuestra). Quiso irse sola.
Salir por el ojo invisible de la esquina.
Verse renunciada de estos puercos de kama
para quienes la noche de La Ballena fue chasco.
Mas, digo yo, Hebe fue
lo mejor de miles de ocasiones:
relámpago en la matriz del mundo.

Se quitó el mandil y quedó en cueros
y lanzó la copa del Olimpo sobre el hombro
y cayó redondita como jarro de OM
que flota con su gracia y se arrenja entre olas
como loto en el cieno o la nenúfar
sobre colcha de espuma.

¡Qué agasajo lunar, qué wahine!
Hebe cruzó hasta la salida de los baños
porque su padre la aplastó como a una mariposa
y dijo, voz de trueno:
¡No sirves para nada, niña!

5.

Esta es la senda renovada de Hebe.
Sígala el que oye el sonido primario que ella invoca,
el que guste que sus pies sean refrescados
por la espontánea viña del ritmo de la lira.

Aquí es la cita y vengan todos,
excepto el hazteallá,
el bufón de precauciones saturninas,
el déspota, el sabihondo infalible
con cerebro de bula y privilegios de Papa...

(Basta que existan en los jolgorios del artha),
aquí que no vengan, ni consigo traigan
a los gananciosos, satisfechos de quemón,
ni a los veristas académicos, asalariados sin AUM,
ni a los remendones de posibilidades al azar
ni a los puritanos, cantores de puranas.

Que vengan mejor los de sucios pies
porque aquí, donde Hebe está,
el supernéctar es agua
y canción de torrentes,
revolcón de olas,
rock del salpiqueo, estrofa de lluvia fría,
derrame contínuo, bautismo,
estanque y ánfora de versos,
sangre de profecía y vida,
ritmazo de meada, disparo de semen.

Lo mejor del caldo, la saliva,
el sudor, la adrenalina
lloverá sobre el cuerpo y desde el cuerpo
y el manantial será mano y pies
en pos de las doncellas
y la ninfa irá en pos del varón
que ama y comprende.

Aquí se riega ella, Juventud,
y con ella la regamos.
Las ninfas chapotean
y Venus trae el pomo hecho trizas.
Juventa se rebela contra renacuajos y guabinas;
pero algunos, sumergidos en gozo por su causa
y, por susto de su regazón,
en su lugar, llenos de pelos y vibra,
aplaudiremos.

Cortaremos su paso.
Con ella y por ella, larguémos al tubo,
a la cloaca,
al desmadre, a donde quiera
que se ubique su carajo.
Ella sí que es ambrosía
para los que escuchamos la lira de Apolo
y el canto de los manantiales.

¡Con ella, somos como ella!
jóvenes, desafiantes, enérgicos, impredecibles,
orgullosos, candidatos a otros oficios, lugares y ciencias,
donde el amor echa pelos y se cuelga de la estrella,
y danzamos así con las musas y las Horas
y vamos a las islas encantadas
en aras de las hembras de los mares
y salimos de La Ballena
¡despedidos!
pero llenos de porvenir y dignidad.

1-9-1993 /
Indice / Tantralia

*

Aprenderé tu misterio y detalles de amor

Aprenderé tu misterio de kutasha
que todavía olvido,
soy impuro y celoso...

Yo no sé cuál es tu nombre;
pero tú eres lo más valioso dentro de mi alforja,
tesoro en oro dentro y fuera de la morondanga.

Nos conocimos en Catalunya nova
donde el cuerpo es tan sagrado
como negarlo en ciclo eterno de renacimientos.
Creí que estaba en el paraíso porque te ví...

Mencionaré otros recuerdos de mixoscopía
porque yo sé que fuiste virgen
y hay que sangrarte cada día
para que haya un manantial,
si hoy no lo eres.

En mi carne, sudaste las hebras de plata.
Zanjaste sequedales y de tus laberintos
echaste las aguas de la inercia, uniéndolas
a las aguas de mi bulbo raquídeo
y así nos conocimos bajo una tormenta de meralgia.

Antes de irte con tu mugrero de sílabas sacras,
¿qué hicíste sobre mi ombligo y mis escrotos,
qué marunga bailaste sobre el pene?

¿Con qué trozos de ajenos relámpagos me llenaste
las pupilas de luz, o diluvios, o viscosas madejas?

Garras me sobran... pero yo amo
este vestido que te quitas
cuando me robas la piel.

Me estremecen tus comportamientos
de sattva y de oogonio
y tus gemidos cuando rajas al Tat
y no se sabe quién es madre e hijo
cuando te mueres a plazos
debajo o encima del meteco,
mientras comes el akasha al mataperro.

Tú cuelgas milagros a las ramas,
atrapas energía del sol y te dedeas,
te abres, te excitas, te mojas
y fuera de las bragas,
me complicas en el mundo
de dos macuaches malvezados.

*

La ninfa cotidiana

La ninfa que me gusta es la que dialoga
en autobuses. La que vive en la esquina.
Deja su rastro en mi puerta
y todos la quieren por su apariencia
de ficción en carne viva,
ojos grandes y labios rojos
que llaman a lujuria.

Tiene las piernas
como frondoso tallo
y sus muslos sin dueño
pero ella descansaría
sobre la estrofa que yo escribo.
Ella me gusta.

Cuando la veo navegar de un lado
para el otro, yo sé que me presiente.
Sus aguas pueden compartirse
como parte del camino que ambos seguiremos;
pero ella no sabe de qué predio del viento
mi voz llega...
y yo la llamo igual,
viéndola o no,
haya calma en la mar
o haya tormenta,
como en violentos celos
y ansiedad de unir al fin ambos destinos.

Otros, como yo, la desean.
La tientan, la atacan.
El mar es violento
y en los bosques,
hay bestias.
Pero yo
la amo;
¿y ella
a mí?

*

Las señales sospechosas

La palabra es signo y señal
y origina sospechas, aunque tengas
el perdón y suaves manos
para quedarte con el poco cotidiano
de este hacer y sentir
con los reverenciables
(la mayor parte, reverendas a un lado,
te clavan el puñal en la espalda).
Todos esos cotidianos hilanderos
de la Maya.

En mi experiencia, salvo uno.
Me late su benevolencia.
La ninfa es mi ejemplo.

Aún sedientos de amor, a susurros,
los demás se acercan, fieles a medias,
tiernos a ratos, incoherentes,
temerosos y temibles a destiempo.

*

A cámara lenta

Ni amar ni odiar es fácil,
menos vivir, sin pausas, amando.
El olvido evoluciona lentamente.

El fardo del dolor, pesadamente, se carga.
La gente se quiere, se alía, se intercede,
tan a plazos que a veces
tarda la raíz en darse asomos
y una flor no es una flor
ni en lo más alto de la rama.

Raíz, flor y tallo son retazos
de lo hermosamente latente, irredimido,
aplazado, ignoto, incomunicado.

¡Lento es el amanecer que se espera
cuando se ama; y no siendo hostil,
ay, como se espera, cómo tarda!

Vigila, pues, amor, la madrugada.
Alguien siempre llega herido como ladrón
sin suerte y ha de morir, quizás
agradecido al amparo de tus manos...

17-5-1997 /
Indice / Tantralia

*



Las falsas esperanzas

No esperes que la angustia sea
tu propia galera ni que Hércules rompa
el cuerno de Aqueloo para que veas la ninfa
en el larre del aquer
que es el prado del cabrón.

Conclúyase la comedia de la falsa espera
ya que estás soltero y caliente como leño
que no encuentra las brasas.

Captura a Deyanira. Ve por ella,
aprendiéndola a ver sin esperarla
del más allá que jamás da NADA.
No hay cósmico milagro, sólo
intencionalidades.

12-5-1992

*

¿Dónde se ha ido?

¿Qué hogar esconde, qué amparo,
qué ciudad de refugio, a ese cuerpo con colores de alcoiris
y desnudez que deslumbra a las pupilas?

¿Con qué viste la ninfa, poseedora
de todas las edades y provocadora
síntesis y plexo de atracciones
para el hombre que sueña?

¿Quién hila con tela del decoro
para tal hembra
seductora y nínfica
el himatión?

¿Dónde está ella, tan amada:
la mesera,
secretaria, hadas de los teatros,
criatura del aire y la mar,
la que pisca en los campos, la agraria,
la que vende en puertos y mercados,
la que hilvana en telares
y remienda con aguja su dolor de cosmos,
su tiempo, sus desafíos y ocios?
¿Dónde está, con su quehacer, la obrera?

*

Me ofrezco

Alguien, yo me ofrezco,
deberá seducirla, entrar a su cueva, sacarla,
convencerla, robar si es necesario
lo que oculte bajo su chador.

Ella es la bestia, con el alma rica,
y su casa está llena de esplendores.
¡Su caverna es muy secreta
y está transfigurada a pesar del acoso!

En lo profundo es tierna,
comprensiva, jamás mezquina
como somos. Ella es fértil, luminosa.
¡como la esperanza! ¡la felicidad!

Su verdad estructurada es arisca.
Los animalitos se parecen
a las niñas, dulces siempre
y, sin embargo, acorraladas
por dialécticas causales
de la rivalidad.

*

Ritmo

Puede que el mundo lo sepa
(pero quiero decirlo para que no lo olvide):
a la mañana la sigue la tarde
y un día entero tiene forma de mujer.

Tiernamente divertida cumple sus quehaceres,
dulcemente cautivante, aunque esté cansada.
Y la noche es la misma mujer que se pervive.

La tarde es la noche que no quiere acostarse
y el sueño, que al descanso llama como un arpa,
no se detiene, sino para fundar amor,
plácidamente, y acariciar la piel
con la mañana.

8-6-1989 /
Indice / Tantralia


*

Sálvese el hombre

Un cielo promete, río subido al infinito.
Brutalmente salvo al hombre
que bendecirá con las memorias y escupirá
en sus ojos para entrever su presencia
en cada pared de sótano biológico.

Empujo estas paredes
más allá de mi yo desconocido
y dejo cien trillones de letras con mis cuitas,
unas verdes, azules como algas,
unas tristes, grises como lo ignoto,
unas pestilentes por ser, en tentativas,
unas organizadas para huellas de Soluto.

*

No estará oculta su alegría

Detrás del velo y de su manto
está su corazón con sus tesoros
y al hombre que merezca,
sin gesto obligatorio ni sharía,
se dará.

Por eso es que, con ella,
sin mañas agresoras, celoso soy
en la tarea de quererla y buscarla
(porque no es un fantasma
por tules negros cubierta).
Su virtud, su alegría.

Es la necesidad viviente
del gozo y la raíz, su magia.
Sin embargo, tras el luto
de una cueva indeseable
del Oriente, cautiva está.

*



Arte de Luis Royo / español

La mujer está aquí

Como ni ahora ni ayer
han de llover albardas ni lonjas de tocino
como maná del cielo
ni granizos por el fin del mundo,
así o asá, que te la pierdes.

Abre los ojos, bobo,
y cuenta los días con mejor contento
porque no pica la culebra al que sabe bien
el cuento tan atendible del hoy aquí
y siempre ahora (a otro perro
con la falsa providencia y su hueso).

La niña más bella
es el arán por arte de los ojos,
por regocijos de su pinta en células
y presencia de su carne y sus huesos.

La chamaca más perfecta es pan comido
y se observa desde el balcón y la ventana
y se le dice hóla
y se le aprende el nombre
y todos los días y todos los años
con sus horas y sus saturnalias
de cuatro alas como besos que llaman
y de dos piernas abiertas y uno encima
terco, paciente, invitador a que diga:
¡Ténme, ven conmigo,
que ya comienzo a quererte y desearte!


12-5-1992 /
Indice / Tantralia



*

Detalles de amor y deseo

Aprenderé tu misterio de kutasha
que todavía olvido,
soy impuro y celoso...

Yo no sé cuál es tu nombre;
pero tú eres lo más valioso dentro de mi alforja,
tesoro en oro dentro y fuera de la morondanga.

Nos conocimos en Catalunya nova
donde el cuerpo es tan sagrado
como negarlo en ciclo eterno de renacimientos.
Creí que estaba en el paraíso porque te ví...

Mencionaré otros recuerdos de mixoscopía
porque yo sé que fuiste virgen
y hay que sangrarte cada día
para que haya un manantial,
si hoy no lo eres.

En mi carne, sudaste las hebras de plata.
Zanjaste sequedales y de tus laberintos
echaste las aguas de la inercia, uniéndolas
a las aguas de mi bulbo raquídeo
y así nos conocimos bajo una tormenta de meralgia.

Antes de irte con tu mugrero de sílabas sacras,
¿qué hicíste sobre mi ombligo y mis escrotos,
qué marunga bailaste sobre el pene?

¿Con qué trozos de ajenos relámpagos me llenaste
las pupilas de luz, o diluvios, o viscosas madejas?

Garras me sobran... pero yo amo
este vestido que te quitas
cuando me robas la piel.

Me estremecen tus comportamientos
de sattva y de oogonio
y tus gemidos cuando rajas al Tat
y no se sabe quién es madre e hijo
cuando te mueres a plazos
debajo o encima del meteco,
mientras comes el akasha al mataperro.

Tú cuelgas milagros a las ramas,
atrapas energía del sol y te dedeas,
te abres, te excitas, te mojas
y fuera de las bragas,
me complicas en el mundo
de dos macuaches malvezados.

*

Instrucciones de Katyan a las guerreras espirituales

*

Competir con el perro

Hoy en día la gente piensa que lo perruno es vida,
pero la verdadera vida consiste en el progreso espiritual.
La energía humana debe ser utilizada para el avance
espiritual: Srila Prabhupada

Competir con el perro, éso es la Maya.
Entrenado a obediencia, no importa quien sea
el amo, imitando lo necio, reagitar el rabo,
guardián del agresor y del cobarde,
fiel a quienes lo sirven, siempre interesado,
si le faltara un hueso, burdas compensaciones,
aúlla, se lamenta. Sufre y ataca.

Como un perro, el hombre, el alma, (ig)nara.
Como llamar a Cachano, la misión inútil
de hacerse humano, porque éso es la Maya.

Sacarlo del ladrido, controlar su terror,
su adrenalina, su rebelión ante fantasmas,
evitar que busque un hoyo y se defeque
o su árbol a cuyo pie se orine, o condicionar
que tenga hembra y dé espectáculo
de sus burdas necesidades naturales,
éso es la Maya. Competir con el perro,
la tarea de los hijos caídos
de Mula(d)hara.

*



Como perros de presa

Como perros de presa, bestiales
y devoradores, demonios son los de Patala,
así, vándalos de la antigua Germania,
así, guerreros que a Panonia llegaron,
empujados por los hunos y los (s)otros.

Como perros de presa, los romanos,
como perros lujuriosos, itálicos de circo,
césares que gritaron por la muerte
en el combate al ver morir a otros
pues ésto equivaldría al dictum:
¡Bueno está lo bueno! Bueno el lujo,
la venganza, el sexo, el vino.

Perros de Atila, Gengis Kan, del Führer,
caudillos, duques fascistas, sabuesos
de las mongoladas,
opresores, nefarios inquisidores
que perpetúan los yugos y las humillaciones,
gran verros de tortura, machos estériles
ante dulces panales de lo femenino.

*



Los raptores

Carcundas retrógradas del odio, bien armadas.
Asaltarán los cielos del misterio, la absoluta noción
de la Verdad y lo Hermoso, la energía
Shiva, siva-casto, trascendente,
protector, padre de tres ojos,
dueño de la Estética y el Bien,
danzante cósmico, concesor
de los dharmas sin lamento.

*

Genealogía

En cita con la memoria episódica
Visnú me hizo una rama del árbol
de tu genealogía. Por eso existo.

Ya soy un rey, soy el sentido, la semilla
que se pudre y se afana en las ansias
del crecimiento del Ser, germino
en espacios manifiestos, en batallas
esclarezco mi luminar, surjo
en los claros vitales y biológicos.

Tengo un proceso, Rama del dharma.
En la rama de la cita, están las cualidades,
correlaciones de gunas, fuerza y materia,
anhelo, pasión, actividad, urgencia elemental.

Sattwa, Tu Verdad, Tu Bien, Tu pureza,
salta sobre Tamas, que es lo Oscuro,
lo ilusorio, mi ignorancia.

*

El alcoiris

Al alcoiris yo salgo a mirarlo,
en siete cuerpos, lo cargo...
y me gusta que llueva y que surta relámpagos
y ver si se disuelven mis huesos en cascajo.
El día que no me sirvan
las cuencas de mis ojos, me transformo
si puedo en dos sepulcros,
mis ocres avizores, mis sobrantes de luces,
y acomodo a dos pupilas, jactanciosas
de no verse más mustias ni cansadas.

Bajo mis pestañas, el cortijo será sombra
(que a mí, como quinqué y estera,
me dieron olor de leña, aliento de fuego)...
y, claro, yo sueño con luz, con siete colores,
y que mi corazón arda con llamas,
se queme con gusanos, se crezca en la quietud,
todavía ardiendo... ¡tanto a la luz, he amado!

Y, ¿quién, si no yo, sentirá su candela
y su ilusión y preguntará:
¿por qué es precario, Muerte, mi pabilo?...
No es que mueras, respóndeme;
díme si el alcoiris besa mi cascajo...

11-9-1988 /
Indice / Tantralia

*

Genoma

El diccionario del ser
de pequeñas letras sus raíces formó.
Con tres trillones de verdor en sus hojas
abanica un Gran Núcleo que dice:
... Yo unitario...
Ha de ser cromosoma esencial,
texto redondo,
que en 23 parejas de versos
escribe su elegía
porque tres billones de bloques de ADN
atestiguan la mutación del mundo,
sus giros transformados,
sus arterias que circulan invisiblemente
en las ondas, en los saltos cuánticos
de albas, tantra-lokas.

¡Dejad que se dupliquen las palabras,
leed perfectamente,
tras el profundo orden y códigos del ser,
este canto en codones de la biología...

1-9-1999 /
Indice / Tantralia

*


*



*

Indice / Tantralia

_________

Tantralia (1) / Tantralia 2 / Tantralia 4 / De lo ilusorio a lo kármico: Tripod / Tantralia V / Obra y poesía de Carlos López Dzur / El independentismo en San Sebastián del Pepino (1824-1978) / Carlos López Dzur / Tantra / Algunas constantes de la poesía de Carlos López Dzur / Selecciones de Tantralia / Tantrismo / Tantra / 2 / El hombre enamorado de la vida: Sobre Yo soy la Muerte / Heideggerianas en carlos92701 / Yo soy la muerte / Indice / Carlos 92701 / Poetas del Mundo / El hombre extendido / San Sebastián del Pepino / El pueblo en sombras: San Sebastián / Cuentos de sangre (Nueva York, 2008): Libro de Cecilio R. Font / Reseña / El independentismo en San Sebastián del Pepino (1824-1978) / Juanito Rosa / Misa conmemorativa / A Moncho Lira: Ramón María Torres / De Hostos: Ciudadano de las Américas / A Nilita Vientós Gastón / A José Tirado Extremera / San Sebastián en Wikpedia / EL BLOG DEL MÁSTER LÖPEZ DZUR / Profecía sobre la amnesia cultural / 12. Profecía para la tarea que doy, Carlos / Poesis / CLD: Breve Antología / Consejos kantianos para El Flaco / El reloj

No comments: