Saturday, December 05, 2009

El músico rockero



Habían pasado varias horas. Parece que despertó de algún trance... El vacío del Mirador. Regresó al mismo rito.

«Yo me quedé», dijo el viejillo, enrolándose un porrito de greefa. «Es que yo seguía a los desgarra'os, a la Joplin y un día que madrugué y puse la tele, escuché cuando la cuerda se reventó... y también al negro a quien mi camada adoraba, Jimi Hendrix, el alcohol le rompió su guitarra... Sacaba la ira, la violencia que tenía dentro al beber alcohol.

«A los negros se nos acusaba de robar y nosotros, ¿negaremos a quienes nos roban?, él echaba la acusación. Jimi lo dijo: «¡Me robaste!.. Yo, con Hendrix y Joplin muertos, el mismo año, lo recuerdo. Poco antes de 1970, vino a verme tocar. Yo me quedé sin mundo, sin voz que dijera lo que yo siempre he dicho: Hay mucho vampiro, chupasangre, ladrones, hijosdeputas. En mi calle, se sufre ésto se percibe cada instante. «Así es muestro rock», me dijo Hendrix.

Sucedió, con la muerte de Jimi, que el músico se metIó en la boca una píldora criminal. Una sicodélica y se quedó a flotar por siempre... Miré la tristeza que tiene, desde los años en Vietnam, para escribirle este cuento... «Que regreso y el ladrón de Paul Caruso le dice a Jimi Hendrix, 'tú y yo hasta aquí llegamos', rompió la amistad. Eres un puto drogo, borracho, un negro Cannabis... y se acabó la amistad y se mató, con la técnica que seguí yo. Enrolé un puño de greefa y me tragué una sicodélica. Ya no me supe si reaparecí. No más. Ni Jimi».

«Le buscaban las cicatrices de los jerigazos, porque dijeron que Hendrix se mató con una sobredosis de heroína. Del informe de autopsia, se lee que lo único que puede asegurarse es que Estaba Allá Arriba, en el mirador, como yo. No se le vieron las marcas de ampolletas; él no se metía la jeringa... '¿a ver, donde tiraste las agujas, puto?' El hacía lo que yo: Rock y greefa... y se mató la fea y peluda, mi gente, sin color. Mi gente del rock... Ese año se mató Janis Joplin y fue en momentos en que The Beatles se fueron pa'l carajo, porque, sin Lennon valían tres cagadas... y me enrolé, para morir de amor. Ese año, 70 o 71, a Jim Morrison, cantante de The Doors, se lo cargó la Huesuda con una sobredosis... estaba pegado aquella rolita, The Cry of Love... yo la practicaba con mi guitarra... yo hice solos, al estilo de Jimi, ¿recuerdas Purple Haze?»

Y para que viera la gente que era cabrón, cuando estaba Up, super-up, hacía el solo en guitarra de 'The Star-Spangled Banner', se desabrochaba el panttalón, pues a La Pecosa la tenía por calzoncillos y se echaba pedos. Se metía el dedo en el culo para cagar la tela del The Star Spangled Banner, se limpiaba el culo con una bandera... En echarse flatulencias, en imitarlas con un acorde de su guitarra, se volvió una verdadera Machine Gun, «All Along the Watchtower». Tenía su banda. Tocaba. Pero la muerte de sus ídolos lo entregó a la greefa, a la apatía, al dolor. Eres menos insolente, menos soez.

«Yo me quedé», ya no percibo aquel rock de verdad. Ya no hay adrenalina. Ya hay demasiado almohadita fina / «Thin Pillow» / para el «Fat Mattress's showbiz», y las bandas no comunican nada que duela, que proteste... ya todo es parafernalia visual, neutra payasería, escapismo... Para crear experiencias locas con la Luz, mande usted a la gente pa'l carajo, o apague las luces... yo oigo en la oscuridad. Es como me gusta el gozo, o saber sobre mis sentidos. ¿Por qué cree que mi experiencia es Allá Arriba, ascendido a la ira de Dios?»

«Lo que hay ahora es masificación: ¿Quiénes son Led Zeppelin o Pink Floyd, o ese auditorio que se histeriza con heavy metal, hard rock, glam rock? ¿Deep Purple, Black Sabbath, Queen, quién quiénes / son? Nadie. Yo no lo escucho... los oí mencionar... yo me quedé Allá Arriba, con los verdaderos... Entre 1970 y 1971, el rock se fue. Se quedó la fachada, el glamour, el circo, la taquilla, un rock para grabar el virtuosismo de unos pocos, viejillos como yo. Gente del progressive rock. Ahora nada de la calle, nada de la rebeldía y la angustia... Nada anarco por amor. El hedonismo de ahora es antihumano y quizás, puede que la generación que proceda a la mía, aprenda un poco y vuelva a enrolar algo puro; pero vienen como piratas, a bandolerear con el acervo puro. Se creen muy gallos, The Sex Pistols... ruido punk, ya no podrían escribir como Hendrix o Joplin...

Y se quedó, después del discurso lúcido que diera, con la mente en blanco. Y en su silencio, sorbía del porrito de grifa. Y, por más preguntas que le hice, no respondió. Estaba Arriba, en el mirador...

07-12-2003 /

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