Cómo escribir la historia
A Vicente Fidel López (1815-1903)A usted, doliente Vicente,
ante la muerte de Lucio, su hijo, le confiaría
la historia de la muerte de aquellos
que son meramente combatientes,
llenos de esperanza, y caen con sus errores,
sin presumir de héroes, así como
cayera Lucio Vicente López, en la gran aldea,
herido en un duelo de honor
que les revienta en tristeza.
Haga usted la historia de otras novias
de herejes / protestatarios / abatidos,
como anarcos y locas desobedientes,
rebeldes liberales, utópicos románticos,
anhelosos y apasionados por la imaginación.
Usted que no callaría nada,
ni aún en profundo abatimiento
(¡lo que es tan duro cuando le matan
un hijo! o se ha vivido expulso
por combatir a tiranos!)
¡Qué vulnerables somos, Vicente,
como para asegurar que la historia se escribe
como una ciencia estricta, heroica,
al estilo de Mitre, cuando sólo podemos
sacar un arte del llanto, o un filosófico agorar
del mucho sacrificio, una elegía provisional
porque somos humanos!
Me gusta más su estilo para encarar
las tensiones del pasado, para hilar aventuras
que tuenen el eco de Scott, Fenimore Cooper
o un poquito de Eugène Sué; yo le confío
la organización del discurso narrativo
que nos pona ante Lima en los años coloniales,
que me cuente sobre intrigas, venganzas
hombres funestos y piratas,
virreyes como Francisco de Toledo,
arzobispos como Megrovejo,
piratas asesinos como Francis Drake
y en medio de esa unidad de tiempo
y circunstancia y colorido, procesos del Santo Oficio
y procesos de amor, como el sentido por María
y el hereje que de la prisión inquisitorial
la libera, el amado Henderson,
cuénteme de contestatarios limeños
y del ambiente protestante de Inglaterra.
Hágame memoria de carácter histórico
de los pueblos antiguos;
o sea reciente, dígame cómo se forma
su dolor ante el tirano Rosas, cómo se duele
moralmente ante el exilio, cómo es Sarmiento,
cómo Bilbao, cómo la intolerancia ajena
cierra El Liceo... sí, cuénteme
sobre las cosas trascendentes de la historia social,
como si fuera el poema, o moraleja,
ausente de ciencia estricta y presunciones.
Cuéntemela como si fuera un himno escrito
por su padre, en saludo a los caídos
y los esperanzados de ayer...
04-03-2003
*
Transculturalidad del desorden
Para que usted pueda comer
y gozar de sus festines y adorar los ritos
del gaznate, con cerveza y refrigerio
de alcoholes, su industria
desangra la bestia, expolia bosques,
esquirla materiales,
estanca el flujo de las aguas libres,
diseña la mecanicidad de los trabajadores,
les da horarios y riesgos, desorganiza
lo espontáneo, de todo hace el ultraje
para el futuro producto, y usted dice
por relativismo cultural que es en parte malo
porque tampoco hay nada
absolutamente bueno.
Todo se vuelve al final un salario, una rutina.
Intencionalidad en la transculturalidad
del desorden, en la comprensión
de sólo sus aspectos fragmentarios.
2.
Todos los que dispararon con el arco
de mierda la linealidad temporal de la esperanza,
todos los robin hoods que yo conozco
desde el '18 están jodidos
y enterrados en Vladivostok.
Parece que el Tío Sam forma sus despiadadas
tropas para enterrar lo que tiene un sentido
(que no es explotar a otros ni saquear
sus recursos, con peor anhelo de espacio vital
y espacio de destino, que el nazi-codicioso).
Ahora me queda esta mala emoción,
nostalgia renovada de resentimiento
que me grabo en carne con colores azules
(y veo que pasan los viejos modernos, abuelos
de aquellos beatniks, celebrados mártires beatíficos,
pre-mariguanos a la que ya nadie tiene respeto
y me pregunto si valió la pena, si se abrió realmente
los mentidos trechos a la tolerancia,
caminos a la diversidad.
Y me respuesta es =No.
Socialmente el mundo es un pastel
mal repartido, como ha sido siempre
y los Grandes Ilustrados y los Mártires Cósmicos
(si para algo sirven en papel) es para limpiarse
el culo y que la cadena de Mass-Media
patrocine la verbena y venda
hasta las madres-élites
del Hijo de Gran Puta
que los engendró.
15-09-2000
*
La Mano Invisible y la inmoralidad sistémica
Los pioneros vieron huelgas
de textiles, batallas de ferrocarrileros
y en las minas de acero, pero la Mano Invisible
es descentradora y los pioneros juraron no meterse.
En la centralidad del riesgo
donde un puño los azota no pelearán
contra la sistemática inmoralidad que los circunda;
que se joda el anarquista, si es que mató
a MacKinley, que no se escuche el por qué.
Nadie pregunte sobre el hombre,
siendo que ya se fue y se será por siempre
descrito: criatura de meros apetitos
y sensuales pasiones.
Leyeron a Bacon, Hume, Bentham,
Locke, Mandeville, típicos filósofos británicos.
En la fábula de las abejas están ya sus valores.
La Guerra está a las puertas: «Each in war
against all»; el que sea el rey de su colina,
cómase al prójimo. Bentham lo aconsejó
en su tiempo: Eat Your Neighbord Policy.
Roosevelt se anexó el Canal de Panamá;
ahora se maneja bien en el Caribe,
«nuestro patio / our backyard»
y él y sus seguidores castigarán
lo que definan espionaje y sedición,
anti-americanismo.
Aplicarán los conceptos al negro,
al indio nativo, a los que han ido llegando
del Oriente de Europa, hay que quemar vivo
a Pancho Villa. Y Pershing es general
en comando de seis mil de soldados.
En rincones de frontera por hallarlo,
el tiempo se desplaza inútilmente; pero,
«hay que hacer algo», ya lo dijo el abuelo
y La Mano Invisible no está qieta.
*
Para el carácter del ácrata
Karma is a thing to be accepted, not eluded... The greater part of Karma, or Destiny, works out by means of character, not by means of drastic happeningd which are specially dealt to us out of the blue, as it were: Dion Fortune
Tú no te amas a tí mismo. No te observas
en el radar de tus péptidos, no te ves en la emoción
de nadie, no te almacenas ni en la misericordia.
Y si unos pocos te aman, tienes suerte,
mas a ninguno oyes. Apenas perteneces
a los ecos de ese Ser que te dice: Reacciona.
Tu cuerpo es un desierto, sólo arena, y tu soledad
es oscura. Siempre noche. Sin camino.
La puerta se abre con una solitaria estrella
y no entras; el mar no existe bajo tu barca seca.
No te refiere a las olas. Ni al agua dulce
ni a la sal humedeciente.
La comunidad te ha visto, aún te llama
(aunque, en realidad, son muchos los temerosos de tí)
y huyes al vacío donde te culpa el odio más que ellos
y lo entiendes: No se te convoca.
El perdón es más valioso que tu orgullo.
Dolor cultural __ así le llamas a tu entorno.
Tú, el que no sabes de civilidades, el hostil,
bestializado por adorar la incertidumbre
y convertirla en violencia. Ante nada
adquieres el sentido de valía.
Tú cerraste la bioquímica, díste punto final
al más mínimo de los potenciamientos
y perdíste el control.
Todo lo transformas en disparos de balas,
en vano se te habla de integración, Asesino.
*
Lamia y el Estado
Descrita, empero, como subversiva,
mi conducta fue simple, que llamé
a los que pude y me creyeran...
Dije: 'es posible dirigir las propias vidas',
'se te puede ver en tu hermosura
sin que tengas que vivir en escondite'.
Tú eres, para mí, una vírgen serpentina,
cueva de gnomos, tesoro bajo tierra,
autogestión de quien busca su Luna,
vínculos que armonicen con la Tierra nutricia.
Tú eras Sybaris, Ix Tab, tú eras lo Oculto
eternamente bueno, el sub-divo generoso
que no se reducirá jamás
a la autoridad institucionalizada,
endiosada, de los dueños del Estado
y la economía totalitaria posmoderna.
... pero, aún así, llegaste, Lamia,
alcahueta de no sé qué otros demonios.
Me rodeaste de sicarios que vigilan y controlan,
pusíste en tu servicio a todos
como Guardias, Ejércitos, Gendarmes,
artífices de falanges y crímenes;
me díste oficio de martirio, rutinario,
me llevaste a una cama de hambre,
y podredumbre, me envolvíste en la colcha
de una lujuria que no cesa ni en publicidades.
Me raptaste los ojos y el descanso.
Me negaste el uso de espacio.
Un aparato de controles y trámites
lo llamaste mi mundo, Existencialidad.
Lo hiciste mi estado de vigilia...
Desde entonces, Lamia, no te amo.
*
El fracaso de la cultura
creadores de un plan maravilloso,
dije: «Son protectores de lo universal.
causa de lo conveniente, causa de lo debido,
naturaleza de la ocasión, naturaleza de la oportunidad».
Custodios del espíritu, así lo pensé,
así creí y dije al mundo: Preparan el proyecto
y a nosotros, con su fe, nos darán rumbos.
Sí. Y yo... que lo creí, con la fe apasionada del confiar
y la objetiva terquedad del persistir.
Es humanismo sin violencia, en la physis.
Ellos lo preparan, dije... y yo que lo creí,
como una nueva Ilustración que redireccionará
el desaliento que ocasionan las remanentes,
condiciones subhumanas, la catástrofe,
la enfermedad, la muerte, el llanto...
Y yo que les creí, por renegar ante la arcaica mitología
de mi tradición desconsolada y el arquetipo esencial
de su señal... y yo, que les creí, sin saber lo asesinos
que son, me quedé sin héroes y ví
sus primeros frutos: pilando verde a la fe,
torturando la herencia cultural y emocional
del pueblo mío... ¿Qué estás haciendo, capitán?
Mataba a los ancianos de las juderías, lo ví.
A gitanos, a polacos, a checos, lo ví.
Hambrearon, cuando pudieron, las aldeas.
Invadieron. Quemaron. Bombardearon.
Al Capitán de la SS, Dr. Josef Mengele,
escuché cuando dijo: Todo es necesario.
«Esto es un proyecto de higiene cultural»...
y muerto el perro que la rabia acabe.
Ya no será interrogante necesaria si soportamos el dolor,
no es mucho dolor por soportar, el necesario dolor.
Sí. Lo soportamos. Al fin, morirá la piedad;
al fin, inmunizados quedaremos al dolor.
Y visité las industrias de extracción y las minas
de carbón en Birkenau y Monowitz: «Soy ingeniero;
creo en la industria, en las minas, en la efectividad».
Allí estaban los jefes de la Tierra de la Noche.
El teniente coronel de la SS Rudolf Hoess,
su colega en el rango Arthur Liebehenschel
y el Mayor Richard Baer y ví las caras de Fórcides
y yo que les creí: Nada hermoso tuvo
lo proclamado allí: el exterminio,
el odio, el fracaso cultural...
1-14-2003
*
Para no desaparecer como sujeto
su fársica irrupción con el Estado Topoderoso,
me ha orillado al rechazo, a las fragmentaciones.
Sociedad y capitalismo no son la misma cosa.
Y no los quiero, por mí dejaron de contar.
Su mentira no quiero. A su esencia las llamo
sinsentido, desgarramiento, rechazo.
Y entonces pido: Que no todo se vuelva mi mercado.
Que los valores no se compren y vendan en el tianguis.
No todo es cambio monetario.
Ni transacción por ventaja. Ni perenne captura
del aparato del ser y lo publicitario.
No es la felicidad, razón instrumental por egoísmo.
Que no todo medio sea, el sentido de dinero y los centavos.
Que mi destino se detenga cuando digan:
«Te compro» y mi muerte me advenga
si confieso, «Me vendo».
Están sacrificando al individuo,
el que yo soy y el que concibo en otros.
Se me escupen los pies y al ser en cada paso.
Alegan cuando no quiero oírlo:
Que la liberación es máscara económica
y el amor una cuenta de banco.
En esta sociedad de los mercados,
la civilidad es sólo una apariencia
y la necesidad, la memoria fallida
y la falacia instrumental de poderosos.
Y yo, la vulnerable, el que no tengo que vender
que no sea sangre, mi sangre, mi inocencia.
Por eso los fascistas y los autoritarios
son los irracionales. Su razón ya no existe
y el Yo se debate entre integraciones imposibles
y dominio destructivo de mi rostro vecino.
La subjetividad en compra-venta obligatoria
burocratiza mis existenciarios y el cósmico,
universal sentido, que tiene la existencia en lo profundo.
Y yo, sin ilusión alguna, más pobre que el pobre
en la intemperie oscuro de mis huesos,
nada puedo contra mi instrumentación.
06-08-2002
*
La Huelga del 26 de julio, 1909
Si algo circunstancialmente cierto se redujo
a lo obvio: estuvieron en la huelga,
huelga que nace del dolor del desempleo,
por enormes cantidades de despidos,
resistencia a codiciosos productores de textiles,
a codiciosos mercaderes que chupan
sangre humana, reservistas que defienden capitales
de industriales en Marruecos, y el pueblo dijo
«No» / «Basta» en Barcelona; ya nomás esta injusticia.
No en Barcelona. Todo el mundo supo el por qué
de aquel coraje; los sueldos son una miseria,
y las horas del trabajo muchas: las Autoridades
exigen, 'no te quejes, no quiero tumultos',
pero ya el mensaje de la región de Alcoy
se ha generalizado; ya hay quien en España
diga, clara y colectivamente lo que quiere:
Ocho Horas de Trabajo.
En Barcelona, se escuchó en 1873
ese pedido justiciero. Y la policía no va a escucharlos
con paciencia y el propietario no está dispuesto
a comprenderlo; represor y empresarios
son la autoridad, sin democracia,
son el capricho perpetuado de los pocos.
Entonces disparan a la muchedumbre desarmada,
al obrero que clama 8 horas y dignidad
y permanencia en el trabajo
y, ¿quién oye? ¿quién? ¿y quién ayuda
y organiza y observa y comprende?
Los que desesperan, una decena tan sólo,
asaltó el Ayuntamiento, pero, la Policía
les mata, dispara a quien se mueva,
más vale una puerta cerrada que la gente,
menos valen los obreros muertos
que unas rotas ventanas a pedradas
o un «No converso» del funcionario tirano.
Por consiguiente, se hilvanan
las historias sensacionalistas por la prensa
barata, tracionera, mentirosa, que publicita
el punto de vista de los opresores.
Que el clericalismo católico es la esencia
más sagrada de la patria; que la libertad individual
sin Estado no pueden conciliarse.
Que las huelgas generales son conspiraciones
de asesinos; que Jesús Huerta es un emisario
del demonio, al que Pi y Margall, Fanelli
y Bakunin han levantado capillas.
Las gacetillas venden su cultivo de miedo:
«España, en Cataluña, van camino al desastre».
Un «grupo terrorista» anda quemando vivos
a sus vecinos, a pasivos ciudadanos,
que han crucificado sacerdotes,
y los exhiben en cueras, en pelotas...
y el que huye, incinerado es que va,
como hoguera viviente en medio
de las barricadas de las calles....
Que las comisarías policíacas arden
atacadas por turbas. Cada calle es infierno
de pedradas de exaltados y el Partido Radical
apoya la destrucción de paz y orden:
Ochenta iglesias y monasterios
han sido destruidos.
Son los ateos socialistas.
Son los anarquistas libertarios.
Son discípulos demónicos de La Idea
y de la Mano Negra y del Congreso del '70.
Hay que condenar a cadenas perpetuas;
hay que culpar y ejecutar, por los menos,
a cinco; hay que suprimir los sindicatos
y clausurar las escuelas de Francesc Ferrer i Guardia
e imponer la Ley Marcial hasta noviembre.
06-10-1980
*
Montjuich, 1892
En las mazmorras de un antiguo castillo,
hay 400 vidas infelices, selectos al azar, los más
(los menos prestigiosos por su trayectoria combatiente).
En común, tienen la idea de llamarse obreros,
no importa su cultura, defensores del pobre
por lo menos, gente que dice el SI
de la acción directa capaz de derrocar el Estado
y el capitalismo; en mazmorras de Montjuich
hay 400 prisioneros: algunos cuelgan desde el techo,
o tienen sus genitales retorcidos y quemados,
las uñas arrancadas. Las espaldas sangradas
por los latigazos; algunos han gritado como niños
y otros mueren antes de verse juicio y suplicio.
Cinco serán finalmente ejecutados.
05-10-1980
___
en el radar de tus péptidos, no te ves en la emoción
de nadie, no te almacenas ni en la misericordia.
Y si unos pocos te aman, tienes suerte,
mas a ninguno oyes. Apenas perteneces
a los ecos de ese Ser que te dice: Reacciona.
Tu cuerpo es un desierto, sólo arena, y tu soledad
es oscura. Siempre noche. Sin camino.
La puerta se abre con una solitaria estrella
y no entras; el mar no existe bajo tu barca seca.
No te refiere a las olas. Ni al agua dulce
ni a la sal humedeciente.
La comunidad te ha visto, aún te llama
(aunque, en realidad, son muchos los temerosos de tí)
y huyes al vacío donde te culpa el odio más que ellos
y lo entiendes: No se te convoca.
El perdón es más valioso que tu orgullo.
Dolor cultural __ así le llamas a tu entorno.
Tú, el que no sabes de civilidades, el hostil,
bestializado por adorar la incertidumbre
y convertirla en violencia. Ante nada
adquieres el sentido de valía.
Tú cerraste la bioquímica, díste punto final
al más mínimo de los potenciamientos
y perdíste el control.
Todo lo transformas en disparos de balas,
en vano se te habla de integración, Asesino.
*
Lamia y el Estado
Descrita, empero, como subversiva,
mi conducta fue simple, que llamé
a los que pude y me creyeran...
Dije: 'es posible dirigir las propias vidas',
'se te puede ver en tu hermosura
sin que tengas que vivir en escondite'.
Tú eres, para mí, una vírgen serpentina,
cueva de gnomos, tesoro bajo tierra,
autogestión de quien busca su Luna,
vínculos que armonicen con la Tierra nutricia.
Tú eras Sybaris, Ix Tab, tú eras lo Oculto
eternamente bueno, el sub-divo generoso
que no se reducirá jamás
a la autoridad institucionalizada,
endiosada, de los dueños del Estado
y la economía totalitaria posmoderna.
... pero, aún así, llegaste, Lamia,
alcahueta de no sé qué otros demonios.
Me rodeaste de sicarios que vigilan y controlan,
pusíste en tu servicio a todos
como Guardias, Ejércitos, Gendarmes,
artífices de falanges y crímenes;
me díste oficio de martirio, rutinario,
me llevaste a una cama de hambre,
y podredumbre, me envolvíste en la colcha
de una lujuria que no cesa ni en publicidades.
Me raptaste los ojos y el descanso.
Me negaste el uso de espacio.
Un aparato de controles y trámites
lo llamaste mi mundo, Existencialidad.
Lo hiciste mi estado de vigilia...
Desde entonces, Lamia, no te amo.
*
El fracaso de la cultura
Vivir feliz es vivir de acuerdo a la physis. La naturaleza es fuente de novedades inesperadas: ArcesilaoY yo... que les creí...
Quien mira hacia fuera, ¡sueña! quien mira hacia dentro, ¡despierta!: Carl Gustav Jung
creadores de un plan maravilloso,
dije: «Son protectores de lo universal.
causa de lo conveniente, causa de lo debido,
naturaleza de la ocasión, naturaleza de la oportunidad».
Custodios del espíritu, así lo pensé,
así creí y dije al mundo: Preparan el proyecto
y a nosotros, con su fe, nos darán rumbos.
Sí. Y yo... que lo creí, con la fe apasionada del confiar
y la objetiva terquedad del persistir.
Es humanismo sin violencia, en la physis.
Ellos lo preparan, dije... y yo que lo creí,
como una nueva Ilustración que redireccionará
el desaliento que ocasionan las remanentes,
condiciones subhumanas, la catástrofe,
la enfermedad, la muerte, el llanto...
Y yo que les creí, por renegar ante la arcaica mitología
de mi tradición desconsolada y el arquetipo esencial
de su señal... y yo, que les creí, sin saber lo asesinos
que son, me quedé sin héroes y ví
sus primeros frutos: pilando verde a la fe,
torturando la herencia cultural y emocional
del pueblo mío... ¿Qué estás haciendo, capitán?
Mataba a los ancianos de las juderías, lo ví.
A gitanos, a polacos, a checos, lo ví.
Hambrearon, cuando pudieron, las aldeas.
Invadieron. Quemaron. Bombardearon.
Al Capitán de la SS, Dr. Josef Mengele,
escuché cuando dijo: Todo es necesario.
«Esto es un proyecto de higiene cultural»...
y muerto el perro que la rabia acabe.
Ya no será interrogante necesaria si soportamos el dolor,
no es mucho dolor por soportar, el necesario dolor.
Sí. Lo soportamos. Al fin, morirá la piedad;
al fin, inmunizados quedaremos al dolor.
Y visité las industrias de extracción y las minas
de carbón en Birkenau y Monowitz: «Soy ingeniero;
creo en la industria, en las minas, en la efectividad».
Allí estaban los jefes de la Tierra de la Noche.
El teniente coronel de la SS Rudolf Hoess,
su colega en el rango Arthur Liebehenschel
y el Mayor Richard Baer y ví las caras de Fórcides
y yo que les creí: Nada hermoso tuvo
lo proclamado allí: el exterminio,
el odio, el fracaso cultural...
1-14-2003
*
Para no desaparecer como sujeto
La racionalidad moderna,«Hay sólo el individuo que busca liberarse de toda instrumentalización y que, incluso, ha de procurar no desaparecer como sujeto»: Max Horkheimer
su fársica irrupción con el Estado Topoderoso,
me ha orillado al rechazo, a las fragmentaciones.
Sociedad y capitalismo no son la misma cosa.
Y no los quiero, por mí dejaron de contar.
Su mentira no quiero. A su esencia las llamo
sinsentido, desgarramiento, rechazo.
Y entonces pido: Que no todo se vuelva mi mercado.
Que los valores no se compren y vendan en el tianguis.
No todo es cambio monetario.
Ni transacción por ventaja. Ni perenne captura
del aparato del ser y lo publicitario.
No es la felicidad, razón instrumental por egoísmo.
Que no todo medio sea, el sentido de dinero y los centavos.
Que mi destino se detenga cuando digan:
«Te compro» y mi muerte me advenga
si confieso, «Me vendo».
Están sacrificando al individuo,
el que yo soy y el que concibo en otros.
Se me escupen los pies y al ser en cada paso.
Alegan cuando no quiero oírlo:
Que la liberación es máscara económica
y el amor una cuenta de banco.
En esta sociedad de los mercados,
la civilidad es sólo una apariencia
y la necesidad, la memoria fallida
y la falacia instrumental de poderosos.
Y yo, la vulnerable, el que no tengo que vender
que no sea sangre, mi sangre, mi inocencia.
Por eso los fascistas y los autoritarios
son los irracionales. Su razón ya no existe
y el Yo se debate entre integraciones imposibles
y dominio destructivo de mi rostro vecino.
La subjetividad en compra-venta obligatoria
burocratiza mis existenciarios y el cósmico,
universal sentido, que tiene la existencia en lo profundo.
Y yo, sin ilusión alguna, más pobre que el pobre
en la intemperie oscuro de mis huesos,
nada puedo contra mi instrumentación.
06-08-2002
*
La Huelga del 26 de julio, 1909
Hay casi 2,000 acusados en las cárceles.Una revolución social ha estallado en Barcelona y ha sido iniciada por el pueblo. Nadie la dirige. Ni los liberales ni los nacionalistas catalanes, ni republicanos, ni socialistas, ni anarquistas: Anselmo Lorenzo
Si algo circunstancialmente cierto se redujo
a lo obvio: estuvieron en la huelga,
huelga que nace del dolor del desempleo,
por enormes cantidades de despidos,
resistencia a codiciosos productores de textiles,
a codiciosos mercaderes que chupan
sangre humana, reservistas que defienden capitales
de industriales en Marruecos, y el pueblo dijo
«No» / «Basta» en Barcelona; ya nomás esta injusticia.
No en Barcelona. Todo el mundo supo el por qué
de aquel coraje; los sueldos son una miseria,
y las horas del trabajo muchas: las Autoridades
exigen, 'no te quejes, no quiero tumultos',
pero ya el mensaje de la región de Alcoy
se ha generalizado; ya hay quien en España
diga, clara y colectivamente lo que quiere:
Ocho Horas de Trabajo.
En Barcelona, se escuchó en 1873
ese pedido justiciero. Y la policía no va a escucharlos
con paciencia y el propietario no está dispuesto
a comprenderlo; represor y empresarios
son la autoridad, sin democracia,
son el capricho perpetuado de los pocos.
Entonces disparan a la muchedumbre desarmada,
al obrero que clama 8 horas y dignidad
y permanencia en el trabajo
y, ¿quién oye? ¿quién? ¿y quién ayuda
y organiza y observa y comprende?
Los que desesperan, una decena tan sólo,
asaltó el Ayuntamiento, pero, la Policía
les mata, dispara a quien se mueva,
más vale una puerta cerrada que la gente,
menos valen los obreros muertos
que unas rotas ventanas a pedradas
o un «No converso» del funcionario tirano.
Por consiguiente, se hilvanan
las historias sensacionalistas por la prensa
barata, tracionera, mentirosa, que publicita
el punto de vista de los opresores.
Que el clericalismo católico es la esencia
más sagrada de la patria; que la libertad individual
sin Estado no pueden conciliarse.
Que las huelgas generales son conspiraciones
de asesinos; que Jesús Huerta es un emisario
del demonio, al que Pi y Margall, Fanelli
y Bakunin han levantado capillas.
Las gacetillas venden su cultivo de miedo:
«España, en Cataluña, van camino al desastre».
Un «grupo terrorista» anda quemando vivos
a sus vecinos, a pasivos ciudadanos,
que han crucificado sacerdotes,
y los exhiben en cueras, en pelotas...
y el que huye, incinerado es que va,
como hoguera viviente en medio
de las barricadas de las calles....
Que las comisarías policíacas arden
atacadas por turbas. Cada calle es infierno
de pedradas de exaltados y el Partido Radical
apoya la destrucción de paz y orden:
Ochenta iglesias y monasterios
han sido destruidos.
Son los ateos socialistas.
Son los anarquistas libertarios.
Son discípulos demónicos de La Idea
y de la Mano Negra y del Congreso del '70.
Hay que condenar a cadenas perpetuas;
hay que culpar y ejecutar, por los menos,
a cinco; hay que suprimir los sindicatos
y clausurar las escuelas de Francesc Ferrer i Guardia
e imponer la Ley Marcial hasta noviembre.
06-10-1980
*
Montjuich, 1892
En las mazmorras de un antiguo castillo,
hay 400 vidas infelices, selectos al azar, los más
(los menos prestigiosos por su trayectoria combatiente).
En común, tienen la idea de llamarse obreros,
no importa su cultura, defensores del pobre
por lo menos, gente que dice el SI
de la acción directa capaz de derrocar el Estado
y el capitalismo; en mazmorras de Montjuich
hay 400 prisioneros: algunos cuelgan desde el techo,
o tienen sus genitales retorcidos y quemados,
las uñas arrancadas. Las espaldas sangradas
por los latigazos; algunos han gritado como niños
y otros mueren antes de verse juicio y suplicio.
Cinco serán finalmente ejecutados.
05-10-1980
___
La seducción / Sequoyah 41 / Sequoyah: 45 / Paisaje, empatía, la Fuente en la Montaña / Indice: Simón Güeldres / Memorias del segundo visitante: En El Librepensador / Indice: El hombre extendido / Indice: El libro de la guerra / Indice: El pueblo en sombras / Indice: Cuaderno de amor a Haití / Meditaciones sobre el hijo de Seth / Generación del '60 / Adamar / Poetas de hoy / Cantos del agua / Fundación Nacional de la Cultura Popular / Naturaleza y Camino del medio / Charkito / Papasquiaro / Voz al Mundo / Leopoldo Gartieri / Violencia contra la mujer / Requiem por la Revolución de 1910 / Meditación sobre la muerte de Ana / El sospechoso gobernador multimillonario
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