... pero, mira; el desastre,
voy a decirlo a tu oído mágico-sagrado:
J. P. Morgan, de Wall Street,
llevó a la quiebra el gran sueño
de Ferrocarriles Nacionales Mexicanos,
tal como soñaba Juárez y Romero
y William Palmer; se apropió de la industria
y se fundó el fracaso,
la bancarrota, el lamento...
Perú está a merced del saqueo
de una oligarquía directa de banqueros
de Londres y las líneas ferroviarias
de Meiggs, por tí, recomendadas,
apenas entraron a los Andes;
todo sueño de progreso está en suspenso
de México a Perú, de Brasil a los Andes
y, ¿qué quedó, viejo zorro?
ataques financieros del imperialismo,
desequilibro económico
y un escupido final de Teddy Roosevelt
en tu cadáver Zorro santo.
A J. P. Morgan dio
el monopolio de las industrias
del acero, los ferrocarriles
y las plantas eléctricas
y, peor aún, el Corolario
de la Doctrina Monroe:
la democracia del dólar,
el derecho a invadir cada nación
del hemisferio a voluntad
y cobrar deudas y vidas...
sí, Viejo Abraham,
y matar a los zorros...
3-2-1999 / De libro Estéticas mostrencas y vitales
Berkeley y yo /
Wednesday, July 25, 2007
El hemisferio en crisis
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