Wednesday, January 20, 2010

La historia del atorrante loco



Ninguno sabe lo que ese hombre oye
que se golpea las orejas,
que se mata el yunque del oído;
pero él tiene la boca todavía y echa gritos.
Pasos oye en la azotea, ruidos como pisadas
de sólido tormento, truenos que rumoran
las más grandes desgracias
que han de sufrirse bajo este cielo.

Es otro haitiano paranoico, se dice.
Oye lo que no existe. Alega que le espían
voces de démons bleus et blancs,
espíritus destructivos.
Hambre debe tener que está tan flaco.
Por droga alucinará de esa manera.
Golpea y golpea sus oídos y les pone mal agüero
a los futuros y horizontes de esta tierra.

Aunque sea un hazmereir de los mercados populares,
otro aberrado más de muchos que pululan,
fantasmales y hambrientos,
por el triste Puerto Príncipe, él ha dicho
con su boca por quiénes se originan sus temores.
Ha dicho que son diablos blancos y azules
con técnicas de control y vigilancia
a su cerebro, con apetencias de herir
profundamente sus lealtades.

Voces de la rebelión de febrero del 2004
que no dejarán que él escape a no sabe dónde.
Voces que urden aplastados arrabales,
La Saline, por ejemplo, porque allí comenzó
con Titide apoyando la Teología liberadora
de la pequeña iglesia, Ti legliz —
que, con radio y prédicas en Kréyòl,
iniciara su amigo, Jean Bertrand, Titid.

2,

Ahora sí que lo tienen en sus manos.
Saben verlo aunque se meta en una cueva oscura
y en silencio. Envian serpientes para que muerdan
sus talones, provocan pestes que contaminen
lo que bebe, quebrantan con sequías
a través de radares, lo ahogan en medio
del Artibonite anegado en el fango...
Ellos pueden desbordar las torrentes,
ensordecerlo silenciosamente
y aún así... crear ilusión del descreimiento
que lo acusa de simple paranoía.

Ninguno sabe lo que oye ese hombre;
pero alguna vez, bajo el régimen militar,
él fue preso y, entre 1991 a 1994, asesinos
de los que, con los diablos blancos y de añil,
derrocaron a Aristide, le dieron escurrajos
de unos mocos verdes diluídos en agua.
Eran fármacos experimentales, tóxicos
de afrodisia que convierten el semen
en homicida armamento. ENTONCES,
él era un funcionario ecuánime, demócrata,
educado en el Colegio Notre Dame
y, en Cap-Haïtien, colaborador
de Jean-Bertrand Aristide,
ex-alumno católico del mismo colegio.
Viajó con él a Italia, Israel, y quiso ser
el Ministro de Comunicaciones
cuando el comandante Cédras le puso el alto.

Al loco le llevaron una hembra
y falsamente le dijeron tiene SIDA
y, para ENTONCES, ya se había acostado
con ella... él era soltero y, después de la patria,
este Haití tan pobre, lo que más quiso
en su vida es el sexo
porque verse dotado era su orgullo.
Sexo y patria. Pene y discurso.
Entonces, los mismos diablos blancos,
demonios vestidos de azul que derrocaron
a Aristide y le llevaron la hembra,
le dieron a beber escurrajos
de unos mocos verdes diluídos en agua.

Y no son, como dijeron, para curar el SIDA
... no son para curar la sífilisis, no...
Son para que él contamine y tenga el pene erecto
y vaya al barrio de La Saline a matar a sus hermanos,
a los pobres, porque las mujeres se hinchan
si copulan con él, mueren como si las acuchillara
con su pene en sus sexos, mueren como su novia.
Moldeo genético se experimentó con su desgracia
y se lo susurran, se lo dicen los diablos blancos
que con él conversan a su oído y demonios de añil
que forzaron, con la rebelión del 2004,
que Aristide se exiliara en Sur Africa.

A él lo dejaron como conejillo de Indias,
entre la cárcel de torturas,
y el barrio en Puerto Príncipe
«para que sigas pecando mientras
te vigilamos, atorrante».


08-02-2005 /
Cuaderno de amor a Haití

___

El soplón más grande del mundo: En: El Librepensador / Los giros serpentinos: Entrevista en El Librepensador / Rebeldía con esperanza / Oggie / .La tentación de Marta / No soy Misiá Berraca / Vallejo: Poemas seleccionados / El agua tiene pies ligeros / Esteta caribeño: CLD / Cuando la metáfora es un laberinto / Crítica: El pueblo en sombras / Hijo armado de sol y luna / Requiem por la Revolución Mexicana / Miguel López Ortiz: Un vistazo a los estantes de libros / Indice: Canto al hermetismo / Revolución Mexicana: Poema

No comments: