Monday, March 24, 2008

El secreto de la Fortuna



A Tykhé / Τύχη / Fortuna

Daughter of Zeus Eleutherios (Liberator),
Tykhe (Fortune), our saviour goddess:

Alcman, Fragment 64, Lyric II C7th B.C.



Serás afortunado. Beberás de la memoria
de mi Gran Vasija, del Cuerno de Abundancia.
Estaré en la Tierra, sin que tú me veas;
yo seré tu porción, el clamor de tu espíritu.

Te exilaré a donde pueda el timón llevarte.
Yo pongo la mar y el barco, tú navegas.
Y llegarás al puerto, flotarás como un loto.
Y verás, tú harás hallazgo, capitán,
y a las evidencias contiguas a mi Ser,
las llamarás Tu Mundo, teleología,
la potencia propositiva del azar,
lo posible, el kairós, lo oportuno.

Tú sabrás que todo es mío, cosa
es que otros no saben; tú sí sabrás decirlo.
A tí fue a quien hice, poeta. A tí pediré
más cuenta que a ninguno.

De modo que acepta mi vasija
(hoy te parece pequeña, como un haikú
de intensas sílabas); pero, a donde te mando
crecerán tus palabras y la dimensión de tu espíritu
será más abundante que el Cuerno de Amaltea.

2. Nunca estarás solo

Tengo este secreto: voy a musitarlo
casi quedamente a tu alma. Estoy disperso
en cada beso femenino, en lo viviente.
Cada mujer es una luna, cada emoción suya
es esplendor que en mí ha mordido
con ternura. Mi pasión, por ellas, es vida.

El que me quiere ver... hasta en su carne
doy yo la bienvenida; me les cuelgo en el alma
y me los llevo a mi olimpo, mi Fuente.

Nunca estarás solo, hijo mío,
aunque seas mortal y miserable y te sujete
el Karma, con su guadaña oscura y los ciclos
de Saturno y la tristeza que muerde
y la injusticia que faja con su macharrería.

Dejo a tí mi ley que bendice. Respétame
en la Némesis que distribuye justamente
mis ofertas; no hagas que Ella se indigne.
Distribúyeme para el amor de TODOS.

Solo no te dejo, solo no dejo a nadie.
Si crees en mí, llámame el Justo y el Fiel.
Yo soy el padre, Kéter-zeus-júpiter,
pero, en fin, más que nominalismo.
Te doy las novias de mi pasado,
las hijas de mi presente, las herederas
de tus bendiciones.

3. Busca a tus hermanos

Yo, Eleutherio el Liberador, te daré fortuna.
Hijo de la promesa, entonces, elabora pues
la palabra persuasiva.

Defiende la Eunomía cuando vayas a tierra
porque hay demonios duros y siniestros,
hombres bestiales, a donde vas llegando.

Tú sé heroico en cuanto puedas.
No te pido que cortes cabezas,
que seas la guillotina, cámara ardente,
horca, cadalso, silla eléctrica.
No inventes otros aparatos represivos
ni el policía, el soldado, el vengador milico.
No urdas violencia contra el prójimo.
No seas falange ni tortura ni guerrilla.

Solamente, sé eunómico porque existe el Orden.
Y todo tiene una hora en que retoña y secuencia.
Todo va, al fin de cuentas, a mi teleología.

Lo que crece es al final la cosecha.
En el encuentro con lo real, sé insistencia
del significante, no agitación adicionada
al caos ni a ciegos automatismos.
No seas la bestia. Tú no suplantes
al sujeto ni rompas su vasija.

Cuando llegues al campo o a la aldea
de los que nunca encuentran ni siquiera
las sombras de sí mismos, cuando veas los compulsivos
con su impureza y sus alardes, busca
a la niña dulce, tu hermana. Ella compensa.

Abrete paso entre orquídeas y jacintos.
Identifícala. Vive en jardines.
Llámala Tyche Soteira, Salvadora,
o Agathe Tyche, Buena Fortuna.
Es el primer regalo que te haré
por llegar a la tierra y flotar en mis lotos.

4. Abre tus manos a sus bendiciones

Quienes estén movidos por un espíritu de bien
son tus hermanos; a tal familia llámala parentela
aunque no hayan nacido del vientre de la luna.

Los ciegos son sordos. No ven que tu vasija habla,
que es la vasija a la que llamo tu espíritu.
No le des de beber a quien no oye; no acerques
el sabor de tu alegría a la boca del asno.
Selladas fueron sus jetas con yugo,
cortados sus oídos con silencio,
cegados sus ojos con ingratitud.

Tiké, la salvadora, hermosa entre tus hermanas,
les negará providencia; no han de comer nuestros frutos.
No sabrán de la abundancia ni de las bendiciones.

Para que aprendas del proceso,
y no te compadezcas ante quien no merece,
házla que ande contigo y no la llames Caprichosa.
Ella es Agathos Daimon, el espíritu del bien.

Del libro: Estéticas mostrencas y vitales

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-espirituales-misticos-religiosos-ateistas-y-o-filosoficos/137352-el-secreto-de-la-fortuna.html#post1301599

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