Tuesday, March 11, 2008

La flor de cuatro pétalos




a los poetas nahuas que guardaron la enseñanza

En tu cuerpo está el herbazal de Xochipilli,
ese tocado donde la alegría suprema se despierta
y te espera la dicha incomparable.

El dios del éxtasis tomó su pantorrilla.
Levantó el huipil, reverenció su carne.
La besaba cariciosamente
hasta que la tibieza del Sol produjo
mucha luz y mariposas.

Estacionaba en Tlapapalli,
vestido con tilmantli
y las flores cantaron desde prado.

Al fin, halló los cuatro pétalos:
era una vulva, era una vulva
o un conejo encantado, o un tejido,
su joya anhelada, el vellocino tántrico.

7-19-1980 / Tantralia

No comments: