Tuesday, March 11, 2008

La Maya

Maya: energía material regida por las severas leyes del Universo, ataduras kármicas y el ego falso («anankara»). Literalmente, Maya significa «aquello que no es»: Swami Prabhupada

Se te emboza la raja, yo sé,
como si te llovieran
los besos desde los cielos
o de las copas de los árboles.

Relampaguea su clorofila
la piel que te obtuvo, o que fundas
al romperse en los dolores de tu colcha
tu lumia de muchos velos,
la fenoménica sed de destino
y de tiempo, aquí y ahora,
toda la Maya, toda la Maya.

2.

Los ilusionados. con desórdenes interiores,
se conforman. Con mapas carcomidos
y desorientadores accesan la memoria.

En las rajas de sus cuerpos, en la madera
cortada de sus vidas, esconden la ceniza
y la sangre menstrual envenenada.

Ningún dinamismo les permite ir contra el miedo
de ser desposeídos y nunca tener nada.
Tímidos son quienes desvalorizados se perviven.

Y con temor se acuestan en cama que es
la zona más insegura de sus gozos.
Búsqueda fracasada del Deleite.

Los ilusorios son los hijos de hilanderas
sin hilo; cosen los cursos normales sin aguja
y sin tino; despliegan muchas formas de capricho.

Quienes hilan de ese modo nunca entretejen
lo verdadero y hermoso; pero se les llenan
los dedos de agujeros y se pinchan y sangran.

Los ilusorios ni manipuras ni puros de alma.
No abren canales para el aliento sutil que los anima
ni NADI(e) les desepulta, o echa cal a sus lápidas.

Triste es la vida de los residuos psíquicos:
lenta, ansiosa, grisácea, ruedas atoradas
en los radios del Tiempo, bandas sin bandhas.

Los ilusorios no examinan a Shakti, mas…
¡qué perfectamente ven el ave migratoria,
condenada, qué fácilmente se abisman!

No remontan el vuelo. No reciben la Gota
del Ananda,
aptitud para hallarse en el Bindu,
con la puerta abierta del Absoluto cósmico, Brahma.

3.

… a los árboles de misericordia

Los blasfemos ofenden al vaisnava.
Menosprecian al Arbol de Deseos
y a los afortunados que sus frutas
cosechan del Kalpa-taru,
el árbol de gracia.

Los devotos de la misecordia crecen
ajenos a las vanaglorias del poder
y los reconocimientos; ninguna cosa codician.
Ningún obsequio les viene de este mundo.

Nadie detendrá la felicidad que el destino
tiene preparada al que come su alimento
de los árboles cósmicos, verticales, infinitos.
Nadie la aflicción y la caída de quienes quieren
en vano entorpecer lo irremisible del karma.

El destino material es soberano y justo.
Unas veces trae la congoja, la situación
que hiere; otras veces han de crecer
las raíces despreciadas, la semilla
del árbol inescuchado, el más compensador
y el más puro, sin embargo.

4.

No pegarás tu boca a la pared y callarás
tu consciencia y tu necesidad, Nara.
Vendré a verte y pondré el dedo en tu llaga.
Un bajareque, choza hediente, hicíste de tu cuerpo.
Juguete inmundo es tu bálano.
Bachata de ofensa, tus labios.

Nara, ente bocacho, camilucho,
jornalero de la Maya, pido cuentas.
Tú, ni tus canas veneras, nara cacorro.
En cada dos por tres, agredes
al que te da avataras y días y ollas
y milagros del Agna.

Sé pues, gusano, y deja tus cagaletas
en caminos; hereda los chinchulines
a tu nueva vida, pero, para tí no es
mi bienaventuranza ni el Manas de mi luz
ni el Absoluto presente del Ocaso.

5.

Hoy en día la gente piensa que lo perruno es vida, pero la verdadera vida consiste en el progreso espiritual. La energía humana debe ser utilizada para el avance espiritual: Srila Prabhupada


Competir con el perro, éso es la Maya.
Entrenado a obediencia, no importa quien sea
el amo, imitando lo necio, reagitar el rabo,
guardián del agresor y del cobarde,
fiel a quienes lo sirven, siempre interesado,
si le faltara un hueso, burdas compensaciones,
aúlla, se lamenta. Sufre y ataca.

Como un perro, el hombre, el alma, (ig)nara.
Como llamar a Cachano, la misión inútil
de hacerse humano, porque éso es la Maya.

Sacarlo del ladrido, controlar su terror,
su adrenalina, su rebelión ante fantasmas,
evitar que busque un hoyo y se defeque
o su árbol a cuyo pie se orine, o condicionar
que tenga hembra y dé espectáculo
de sus burdas necesidades naturales,
éso es la Maya. Competir con el perro,
la tarea de los hijos caídos
de Mula(d)hara.

6.

Como perros de presa, bestiales
y devoradores, demonios son los de Patala,
así, vándalos de la antigua Germania,
así, guerreros que a Panonia llegaron,
empujados por los hunos y los (s)otros.

Como perros de presa, los romanos,
como perros lujuriosos, itálicos de circo,
césares que gritaron por la muerte
en el combate al ver morir a otros
pues ésto equivaldría al dictum:
¡Bueno está lo bueno! Bueno el lujo,
la venganza, el sexo, el vino.

Perros de Atila, Gengis Kan, del Führer, caudillos,
duques fascistas, sabuesos de las mongoladas
que esclavizan, captores, todos nefarios,
inquisidores que perpetúan los yugos
y las humillaciones, gran verros
de tortura, machos estériles
ante los dulces panales de lo femenino.

Como perros, ya se han raptado de Europa,
y son carcundas retrógradas
del odio, bien armadas. Asaltarán
los cielos del misterio, la absoluta noción
de la Verdad y lo Hermoso, la energía
Shiva, siva-casto, trascendente,
protector, padre de tres ojos,
dueño de la Estética y el Bien,
danzante cósmico, concesor
de los dharmas sin lamento.

7.

Nature unrelenting’s dominion’s and its pattern, The Ardhanarishvara, the union of spirit and material, the Being and his Shakti (force) are inevitable: Vajrayana, maestro budista


En vísperas de la irrupción de los nuevos etruscos
(de la tecnología, el ocio, el lujo y frívolas bisuterías
de la conducta), en escenario decorado
con la Maya del civismo, te raptaron, Mujer.

Los que no merecen la reina, los ágamos,
seductores gimnofóbicos, pistoleros
con las caras de gualda, abejorros
de jolgorio violento, te llevaron consigo.

En la época del lenguaje dividido
del amor, te raptaron, Europa,
y pensaron de pronto en violarte
y robarte la (k)cama y tus nichos sagrados
en los montes y el río que tienes como fondo,
lo tentador que atrae por su humedad,
tu ritmo cósmico de luna, tu olor
de yoguini, tu cadera que amenaza
cuando rota, en chacra-puja.

A tu hogar llamaron la prisión materna.
Tiranía, Materia voluntariosa, bruja perversa.
De tus ritos dijeron que son peligro de opresiones.
Temieron en tus bosques los cipreses escondidos
(esperaron tener armas de hierro,
caballo y cuchillerías). Sólo después
llegaron los fuñinges / cobardones con alardes.

Como hordas de arrebato se presentaron
ante tí, Europa, te quitarían el poder,
la colmena, la unidad bienhechora,
tu rol matriarcal, tu frenesí emocional,
Grandiosa Reina… y tú, mera Devadasi,
eras el más perfecto y limpio de los lotos.

Alumna que danzas con sabiduría,
hembra que del orgasmo
hicíste un arte de melao, el mahasukha,
¡oh! más azuquita, mami!

En ese bosque, womb-like-place,
tu cueva abierta entre el mons púbis,
¿acaso no se cantaron idóneamente
los mantras más potentes y feraces,
tu Fertilidad, tu mística leche,
nuestro alimento, el pasto abierto?

En ese altar de la Kula,
¿acaso no nos díste el lenguaje
y el reloj del corazón los primeros latidos
y te aprendimos tanto, porque no fuimos
otra cosa que zánganos, lo más estéril
e inmaduro del ser-entitativo,
lo meramente orgánico,
sin la noción del Atman?

8.

Este es el ritual: Tejido, hilo, cadena: crear y destruir un mundo, venerar las deidades. Dialogar con el Amado, unir los poderes celestiales a la vida, a la esposa, al tiempo eterno: Marc Roberts




El primer rasgo del ego, mujer, el que te miente (es),
conforme con presencialidades transitorias;
el que dice, no hay deidad, yo soy ateo,
es el que pone tranquillas a lo auténtico.

Sin sinceridad, no hay devoto ni discípulo
ni alguno que comprenda, ni originador
de la buena palabra; lo que está más allá
de la apariencia enmudece; el ruido es
el que da su habla, su visión, filosofemas.

El mentiroso vive por su narcisismo.
El hedonista se proclama el real,
objetiva virtud, allende a toda habladuría.
Se ufana como el prudente entre todos los maestros.

Pues, comenzaré a callar. No soy un sacerdote
de Afrodita. Tengo sexo. Soy Lisandro a nados.
Cruzo el peligro de Helesponto.
Vengo humedecido de arrecifes.

Vengo cansado de la torre donde apenas
se visualiza fuego y luz del leño ardiente
y el mensaje de Hero enamorada
que me anuncia el maithuna, lícuas ansias
de sus tempestades, juegos de su Deseo
y de su amor y la cadena que nos vincula, el Tantra.

9.

Tri-netra: Un tercer ojo para mirar lo femenino desde la carne y entrejer otros planos del Ser: Marc Roberts


Mi nombre fue tan básico y real: tierra, agua, fuego, aire,
pero me llamaste Espacio. Mujer del Eesaana.
Me díste el ojo sagrado, la Tri-Netra, noción
de la hilandera que me quiere. De la amante,
Mahadeva. de su forma invisible, Sadyojaata,
por vibraciones de su presencia en la bondad del acto.

Me llamaste, tan calmo, inocente como al niño
que renace en el útero. Me rodeaste del agua
con aliento del aire, me dijíste árbol nuevo,
tierra rotada, tiempo maduro, renacimiento
de Tus estaciones y mundos subterráneos.

Ví el sol con un ojo más sutil que muchas dualidades.
Tú rompíste los velos en los bosques
de cipreses, en lo existente que duerme.

Con cuchillo de media luna, me dijíste
más que el Lingam desde hoy eres.

En árbol fálico te concedo los ojos
de los que beben del agua
sin miedo de la muerte.

Vendrá por tí, Cibeles, pequeño Atis, por tí
Afrodita, vástago de Adonis, pero ama
mis azahares, mis olores más puros.

8-26-1989 / Tantralia

10.

Donde los machos, de alas rotas y las hembras
estériles, sin Kama, sin varones, se coinciden,
el camaleón es voz de Maya, hormiguea
sin aguijones verdaderos y se deshila.

Con quien da su pellizco de ñoco, trazas de engaño,
no se teje, no hay urdimbre. El zángano no ganará
a su Reina. Camaleón será y fecundará su propia muerte.
La reina lo acaba. Lo encadena a la Maya.

Quien no valora la cabeza redonda
y bella de su mujer, también ignorará
su mandíbula poderosa, su antena larga.

Camaleón quien no entiende que la reina
quiere más que el nido, huevos fecundados
por kriya quiere, acción de varones afortunados.

Pobre del macho que sólo grita,
«cama-cama» y no es león de oxitocina
para eyección de leche en las glándulas.

Camaleón quien no sabe que el secreto
más arcaico es el sexo y la dicha, un poco
de histamina y la consciencia de Shakti.

Camaleón, el león sin kama, gallo jugado ara morir,
jugándose el cuero, sin beneficio alguno.
El que no teje su muerte con los hilos de dicha
para nada ha servido. La Reina lo mata.

El que busca placer / en lo ilusorio
y no entiende que la Naturaleza / Prakriti
da felicidad no tejerá lo concreto con lo ilimitado.
Camaleón será: vivirá en el lugar equivocado.

De Tantralia

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