Tuesday, September 09, 2008

El corazón es una vasija en la sombras


Uno tiene un corazón que presentar
para su afrenta, para la ira de aquel que no nos ama.

Asechanzas vendrán como un súbito golpe
por enojo, contigencia de lo desesperado.

Y la vida del corazón caerá como vasija,
insospechdamente vulnerable, accidentada.

Vaso despreciado, ya vacío, no siempre hay
a la mano un contenido a sus consolaciones.

Uno tiene un corazón que presentar
como vasija despreciada, puerta cerrada
tras la cual hay el cadáver de sí mismo.

El hedor es la desesperanza. El dueño
que ya no tiene control ni de su sombra.
Espanto, lobreguez, abandono.


Uno tiene una cárcel profunda, la vasija vacía.
cuando la nube es espesa, oscura
y no hay luz de lámpara que alumbre.

No se es ni ruido de molino ni trabajo consolante.
Aún en días de Sol tu vaso es un eclipse
lleno de penumbras hostiles.

El corazón es una vasija
en las sombras. Una noche.

De El hombre extendido /
Indice / Heideggerianas /

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