a la nación Cherokee, una de las primeras
en arribar a Norteamérica
«Evil is thoughtless action, evil is what causes harm to others.
Evil begins in the heart of ignorance and the desire to dominate»:Dhyani Ywahoo
Era yo la energía y el resuello,
Era el dragón tan manifiesto que hizo círculos
en tierra, en el aire, en el fuego.
Era tu rostro en los cristales de la madrugada.
Yo era Tu Alba, la voz que te llamaría
hijo de mis soles, hija de los montes y la luna.
en arribar a Norteamérica
«Evil is thoughtless action, evil is what causes harm to others.
Evil begins in the heart of ignorance and the desire to dominate»:Dhyani Ywahoo
Era yo la energía y el resuello,
Era el dragón tan manifiesto que hizo círculos
en tierra, en el aire, en el fuego.
Era tu rostro en los cristales de la madrugada.
Yo era Tu Alba, la voz que te llamaría
hijo de mis soles, hija de los montes y la luna.
Te quise alado, angélico, luminoso.
Así te quise, hija mía.
Te observé, desde las Montañas Humeantes
como chispas preferentes de Ani Yun Wiwa.
Pero tu cuerpo se hizo rojo como sangre
y tenías coraje y miedo, emocionalmente herido;
bien sé que te pasó. Te olvidaste de Ukdena.
Perdíste la empatía, me cambiaste
por las vanidades de invasores.
Pero yo fui el dragón que te amó
y de las Siete Domadoras del Cielo
te dí el primer aliento, la vibración que danza
en siete estrellas, te dí las guías,
la canción universal, unificadora.
Yo te dí el primer cristal y el corazón generoso
de mis shamanes, te dí la planta que cura,
la ciencia del balance y la armonía,
las espirales que vibran en la vida y la muerte,
¿qué hicíste tú con ellas, cherokee?
... que hoy eres un Casino y una marca de sandalias,
qué hicíste Tsalag que fuíste, en un tiempo
el orgullo de llamarse humano, no hijo
de las cuevas? Yo que te puse en las alturas
de las Montañas, en las mesetas de Ozark,
te pregunto: ¿qué hicíste con los dragones
que te dí, con mis Ukdenas
Así te quise, hija mía.
Te observé, desde las Montañas Humeantes
como chispas preferentes de Ani Yun Wiwa.
Pero tu cuerpo se hizo rojo como sangre
y tenías coraje y miedo, emocionalmente herido;
bien sé que te pasó. Te olvidaste de Ukdena.
Perdíste la empatía, me cambiaste
por las vanidades de invasores.
Pero yo fui el dragón que te amó
y de las Siete Domadoras del Cielo
te dí el primer aliento, la vibración que danza
en siete estrellas, te dí las guías,
la canción universal, unificadora.
Yo te dí el primer cristal y el corazón generoso
de mis shamanes, te dí la planta que cura,
la ciencia del balance y la armonía,
las espirales que vibran en la vida y la muerte,
¿qué hicíste tú con ellas, cherokee?
... que hoy eres un Casino y una marca de sandalias,
qué hicíste Tsalag que fuíste, en un tiempo
el orgullo de llamarse humano, no hijo
de las cuevas? Yo que te puse en las alturas
de las Montañas, en las mesetas de Ozark,
te pregunto: ¿qué hicíste con los dragones
que te dí, con mis Ukdenas
... que los cambiaste por las deudas de sangre
y por el oro de los riachuelos de South Platte?
¿Qué parte tienes con los confederados,
O la Legión de Thomas, si paso a paso
te han ido asesinando tus rivales?
23-09-2002 / El hombre extendido
____
«Los cherokees creen que el cuidado y el amor por los demás y su entorno natural mantienen el equilibrio del planeta y, por consiguiente, la armonía del Universo. Utilizaban cristales a fin de canalizar y manejar la energía positiva de la Tierra para su propio uso. Creía que esta energía provenía de dragones que llamaban Ukdena que representaban el patrón ondulante de la energía magnética del universo»: Shirley Andrews
Como nación nativoamericana, dijeron en sus leyenda que provenían de «Ani Yun Wiwa», intelifencias del Sistema de Estrellas hoy conocido como las Pléyades, donde por primera vez surgió la chispa de la mente individualizada («the spark of the individuated mind»). De ese misterioso vacío, se produjo un sonido que era al mismo tiempo la Luz, llamada «wa», voluntad e intención de ser, nacida de vacío primordial.
A sus dioses los llamaban «seres de luz». Y a las cinco islas del Atlántico las llamaron TLA, o tula, viejo nombre para la mítica Atlántida de la que hablara Platón. Los cherokes se sintieron participantes del mito de la Atlántida, pero sus ancestros, en su tradición como Hijos de las Estrellas, son hijos de las Pléyades. Las Siete Domadoras.
Quienes quieran conocer mis ideas sobre los cherokees y los aportes de uno de sus grandes líderes / caciques / pueden leer mi ensayo: La dimensión ética de Sequoyah, en:
La dimensión ética de Sequoyah / MundoPoesía
y por el oro de los riachuelos de South Platte?
¿Qué parte tienes con los confederados,
O la Legión de Thomas, si paso a paso
te han ido asesinando tus rivales?
23-09-2002 / El hombre extendido
____
«Los cherokees creen que el cuidado y el amor por los demás y su entorno natural mantienen el equilibrio del planeta y, por consiguiente, la armonía del Universo. Utilizaban cristales a fin de canalizar y manejar la energía positiva de la Tierra para su propio uso. Creía que esta energía provenía de dragones que llamaban Ukdena que representaban el patrón ondulante de la energía magnética del universo»: Shirley Andrews
Como nación nativoamericana, dijeron en sus leyenda que provenían de «Ani Yun Wiwa», intelifencias del Sistema de Estrellas hoy conocido como las Pléyades, donde por primera vez surgió la chispa de la mente individualizada («the spark of the individuated mind»). De ese misterioso vacío, se produjo un sonido que era al mismo tiempo la Luz, llamada «wa», voluntad e intención de ser, nacida de vacío primordial.
A sus dioses los llamaban «seres de luz». Y a las cinco islas del Atlántico las llamaron TLA, o tula, viejo nombre para la mítica Atlántida de la que hablara Platón. Los cherokes se sintieron participantes del mito de la Atlántida, pero sus ancestros, en su tradición como Hijos de las Estrellas, son hijos de las Pléyades. Las Siete Domadoras.
Quienes quieran conocer mis ideas sobre los cherokees y los aportes de uno de sus grandes líderes / caciques / pueden leer mi ensayo: La dimensión ética de Sequoyah, en:
La dimensión ética de Sequoyah / MundoPoesía
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