¿Qué me traje del Orco que parezco
una rata, curiosa en medio de tinieblas?
¿Qué fármaco ansiogénico desplaza mi poesía?
En exceso de fogota dejo escupida la angustia,
ardo en temor, pero queda exorcisado el mundo.
No. Es verdad. La poesía no salva a nadie.
Ni quita por contera mis estados depresivos.
Tal vez muestra uno que otro
de mis signos vulnerables.
Tal vez ayuda a que vea lo que vale la endogenia
de un par de receptores cuando asechan
salteadores mundanales y concretos del dolor.
Tal vez tres proteínas son, a las que llamo
mis musas: µ (mu), d (delta) y k (kappa)
de mi erótica poética, alquimias de mi verso.
Díme si son lo prescindible, díme
si hay otras moléculas gigantes
que quitan este miedo, este ente
de la rata que sufre...
04-09-2004 / Estéticas mostrencas y vitales / MundoPoesía
Monday, September 08, 2008
¿Qué me traje de ese Orco?
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