Saturday, June 05, 2010

Dice Gustavo, el maestro / Frag. 28 y 29


28. En defensa de Fa Boulon

«Relájase. Sabíamos que vendría usted una defensa de Fa Boulon y nos preparamos para contestar a sus inquitudes», dijo una consejera quien se verbalizó de repente como fiscal acusadora con la meta de halagar al Dr. Roger Frazier desde lo profundo de su alma.

«¿Qué es lo nuevo?», preguntó Gustavo.

«¡Fa Boulon es hijo de un comunista!», dijo ella escuetamente.

«¿Y eso lo hace culpable de robo o de lanzar un rollo de papel al aire?»

«Usted tiene que entender, profesor Gustavo, que el haberse utilizado el rollito de papel no representa un proyectil mortal, materialmente destructivo; pero lo es moralmente. Es una agresión emocional a un estado de atención institucional que se pide ante la dignidad de personalidades invitadas. Quienes quisieron romper esa atención y hacer un chiste al burlar la seriedad de los actos merece un castigo. Estos jokers son perturbadores por lo menos... No es que los niños se aburrieron y empezaron a tirarse papelitos dentro de su salón de clase... Esto fue, en condiciones de un acto público. Por cosas menores, ocurren amotinamientos».

«No exagere usted».

«¿Qué tal si en vez de papel, aprovochándose la oscuridad, se tira una botella?»

«¿No son los niños registrados a la entrada del campus? ¿No los observó una guardia y registró sus bolsos al entrar al auditorio? ¿Para qué paga el campus sus policías escolares?», protestó Gustavo.

«Había un plan perturbador y no leemos las menres. Este hecho no se puede detectar».

«Partir de una hipótesis conspiratoria me parece un mal comienzo de esta pesquisa», advierte el maestro.

«Acerca de éso es que queremos que usted nos ayude... no es una casualidad que esos tres rollos se lanzaran. Lo hicieron tres individuos disintos. Algo vincula a esas tres direcciones del proyectil utilizado, con tres distintos individuos, que en común... presuntos pandilleros, como hay quien los llama o supone... y le digo más, profesor Gustavo, que el padre de Fa Boulon sea un marxista declarado, persona non grata en Garden Grove y Westminster... algo tiene que decirnos, ¿o no coincide con nosotros?»

«Hijo de un marxista no significa que es pandillero ni que su padre lo es. Ni guerrillero y pandillero son la misma cosa. Ni marxista es lo mismo que guerrillero, conspirador o simpatizante de la violencia... ni aún ser radical, en términos de ideas, implica la imposibilidad de ser moderado... ni invocar a los Padres Fundadores o la Constitución, leyéndola como los originalistas, o literalistas, implica que se hará justicia».

«Otra vez, acerca de Fa Boulon y su familia, Mr. Gustavo, ¿sabía que ha tenido desacuerdo con la comunidad en que vive? ¿Que le han vandalzado su casa en un par de ocasiones? Y que en diarios vietnamitas, le han llamdo marxista», preguntó la sicóloga.

«El vietnamita no lo quiere porque es laosiano, ¿será?»

«¿Lo sabía usted? ¿Antes de ayer y hoy?», contrainterrogó a Gusavo.

Esa mañana obtuve los datos. La policía los dio.

¿De qué modo será relavante a un robo o una irreverencia no felónica de su alumno Fa Boulon que su padre haya sido un partidario de Pathet Lao y el movimiento comunista en1975, en su tierra natal? Gustavo puede decir que tal hecho afectó, positivamente, a ese chico. Lo hizo mejor persona.

«¿Cree que su padre le ha inducido a mala conducta, a traumas, a convertirse en delincuente? ¿Cree a Century llegó por buscar una escuela de pandilleros, estudiantes pobres y chamacas calentonas, latinas, para ultrajar y echar pari, porque en su vecindario de Little Saigon no puede? ... si esas son las preguntas que me hará, diré un gran NO. Ese no es el tipo de persona que es Fa Boulon».

Fa Boulon nunca ha estado en el Centro Achievement Reinforcement (ARC) porque es sobresaliente como estudiante y emocional y moralmente disciplinado. Acerca de él, sólo hay una queja. Es el alumno más feo de la escuela (se lo dicen sus compañeros); mas él no ha perdido la compostura por eso. Es un ejemplo de respeto al prójimo, consideración, auto-control y entusiasmo por aprender. Desde que está en el Hogar de los Centuriones, todo el mundo lo quiere. Fa Boulon habla inglés, mejor que cualquier niño gabacho en sus Clases para Alumnos de Honor, quizás un chispitico de acento. Conversa muy bien en francés, español y en su natal idioma laosiano.

Ningún maestro, en Santa Ana ni en ninguna ciudad del Distrito escolar unificado, ha tenido que llenar o iniciar una suspensión, en acorde a los actos enumerados en el «Appendix A, paragraphed 5.0» del BP 5131. «No me explico cómo se ha sacado la Directora Auxiliar la idea de que él haya robado, o lanzado papel al aire, o urdido conspirativamente el Toiletazo. Absurdo».

La Junta Escolar fue quien propuso una expulsión. Y, como otos maestros sorprendidos, quisiera saber quién inició tal solicitud, sobre qué base y motivos. siendo que es un chico brillante. En ninguna escuela, ni en grados primarios, intermedios y menos en preparatoria, ha ocasionado heridas o daños a ningún otro. «Y él tiene derecho a su defensa personal y es buen alumno de artes marciales», me dijeron. «Si Fa Boulon vaciara todo lo que tiene en su mochila, no hallaremos un arma, ni cuchillos ni explosivos ni agujas ni alfileres... mire que ridícula acusación, que se armó de un rollo de papel».

«... para limpiarse el culo...», medita en silenco Gustavo. (Tal vez estos Sherlock-Holmes de utilería piensan que a pedos, o perdigones de mierda, ocasionará una matanza en el campus: ésto fue lo pensado, no dicho).

Gustavo redescribió el alumno que Fa Boulon. Uno no involucrado en la venta ilícita, consumo o posesión de estupefacientes ni adminínculos relacionados a drogas, como los descritos en la sección 1007 de las normas de la JE. Un norteamercano por nacimiento, cuyo padre es de Laos y con quien se puede hablar, en un nivel de corrección formal y gramatical del castellano, con el que difícilmente se hallaría un profesor graduado aquí, entre los que enseñan literatura o gramática castellana, que lo compita.

Y el feo Fabuloso, o fabulosamente feo, como ambos chotean, dice que en francés, que es el idioma que mejor habla, se siente más cómodo, lee más, aunque, por desgracia, muy pocos lo hablan en el Condado de Orange. «Me enorgullezco de conocer a Fa Boulon y lo conocí porque él quiso entrar a una sesión mía, a mi clase. Una en que todo se enseña en español y el profesor sea estricto, así me dijo»; pero, «cuando lo escuché y en tan pocas semanas le dije: «mira que yo no tengo que enseñar nada del material de mi currículo, ya lo sabes, a excepción de que das un ejemplo, a esos mexicanos que yo tengo en la clase».

Le explicó que muchos tienen un nopal en la frente, saben más español que el que dicen; pero se avergüenzan que se le oiga hablándolos. Quieren pasar por gabachos, o segundas o terceras generaciones de cholos, y no tienen papeles. Se avergüenzan de su cultura. Por agachados y asmilistas, es que el gringo los hace menos y les pide hasta lo que no debiera pedirles... your ass and shit, asshole!»


29. Gustavo y el padre de Fa Boulon

No. Gustavo no le contaría a este grupo de sherlockholmes insensatos el tipo de conversaciones que entre Fa Boulon, el padre de éste y él, han tenido. Fa Boulon no es sólo un alumno admirable. Fuera de la escuela son amigos. Independiente, de lo que la Junta de Educación decida seguirán siendo amigos. El sentido de amistad que Fa Boulon aprendió de su padre, como un valor de familia y cultural, es muy profundo. El alumno está consciente que la estructura de poder, representada por la Junta Escolar y el Departamento de Educación del Condado de Orange, siempre interpondrá sus estratagemas y definiciones rivalizantes.

El ha visto a su padre demonizado por la comunidad laosiana, camboyana y la vietnamita. Ellos se pelea entre sí dentro de ese bloque de los llamados asiáticos. Hay muchas diferencias culturales y una lealtad prepotente que es un dilema políticos: «Hay que ser leal a los EE.UU. porque ellos trajeron a todos a este paraíso», el Condado Más Rico del Estado de oro.

Pero ese falso sentido de paz y tranquilidad que se vive en los EE.UU.., cada asiático lo vive, según la cultura que tiene, aprende y hereda. En el caso de Fa Boulon y su familia, la verdad es que su padre, como todo los tíos y parentela que tuvo, vivieron la guerra. Entonces, el Vietnam del Norte era un país fraterno con Laos. Gustavo aprendió que Fa Boulon habla fabulosamente el vietnamés con todos; con Gustavo ha ido por la zona de Bolsa Avenue y el Little Saigón y se han metido a probar alta cocina francesa, servida en restaurantes vietnamitas. Gustavo ha sentido la envidia que inspira la experiencia de ser ampliamente multicultural; observa a un jovencito, no mayor a los 18 años, todavía que conoce muchos mundos y que, como su padre, emjuicia a los EE.UU., con rigor y conocimiento.

«Cuando mi padre fue veterano, lo que sucedió fue que Sur Vietnam, apoyados por los Estados Unidos, invadió Laos. Los vietnamitas del Norte siempre fueron amigos de Laos; comprendieron que Laos también fue una colonia de Francia y queríamos ser libres. Supimos cuando los EE.UU. bombardeaba intensamente el Norte de Vietnam... mi padre que era un enfermero, con la guerra, terminó siendo un soldado... Laos fue una ruta de suministro durante la guerra de Vietnam. Vietnam del Sur, empujada por los intereses de los EE.UU., invadió nuestro país. Inducía golpes de estado, guerras civiles internas, y fricciones entre el Gobierno de Laos con el Partido Comunista, que era la segunda fuerza del país... Mi familia sabía vivir en tiempos de paz, evitarse pfoblemas con el Ejército; pero, Tailandia, EE.UU. y Vietnam del Sur, reuniéndose como fuerzas, para destruir las comunidades de Pathet Lao, tan sólo porque son simpatizantes de la independencia de Vietnam y la Independencia de Laos, es demasiado polarización... Yo no sé cuánto sabe usted de la historia de la Guerra de Vietnam, Mr. Gustavo; pero yo sé quién la vivió, día por día y año por año... yo sé cómo él me la cuenta, así como la cuenta muchos que la vivieron y escribieron sobre ella... Yo sé las muchas cicatrices que tiene mi papá en el cuerpo; otras tantas en los cuerpos de los hermanos de él; yo sé sobre lo mucho que han sufrido los laosianos y, especialmente, en la provincia de Xiangkhouang, donde están las tumbas de la parentela de mi madre, yo espero volver un día... ¿Sabía usted que Laos es el país que más ha sido bombardeado en todo el mundo? Entre 1964 y 1973, ante de yo nacer, cuando mi padre estaba allá, los norteamericanos dejaron caer sobre Laos más bombas que las caídas durante toda la Segunda Guerra Mundial. Cada 8 minutos, durante 24 horas al día, casi por diez años, los aviones B-52 bombadeaban mi país... una cobardía contra un país arrocero... desgraciadamente, entre Vietnam y Tailandia, al norte de Camboya y, sin ninguna salida al mar, al Golfo de Tonkin como Vietnam...»

En minutos que acaecen eternos, en el alma del educador, éste repasa las incesantes conversaciones que con la familia de Fa Boulon ha compartido. Sin duda, que si le dijera que los miembros administrativos, hoy reunidos con él, al examinar el caso del niño laosiano que entró al «Bike Compound», con un rollo de Bounty, juzgan que puede ser un terrorista. Ese papel sanitario pudo haberle pegado en la narices a Rose; o más ofensivamente, pegar en mentón al emisario de Donald Bren, jefe corporativo de The Irvine Corporation.

Y la gente de la Junta Educación se inventa tal embeleco, prepara estos vídeos estúpidos con el close-up del feo, gasta horas de personal técnico del plantel, para documentar con tal close-up, una teoría tan incoherente... que muchacho inteligente, pacífico y admirable, Fa Boulon pueda estar involucrado en una conspiración. «¿Qué conspiración? ¡Por Dios!» ... tan sólo como su padre es un ex-simpatizante del Partido Comunista de Laos, o prestó algún servicio al Pathet Lao... ¿Qué servicio pudo ser? si terminó en los EE.UU., haciendo lo que sabe. Es un enfermero. Sirvió con los franceses, sirvió con hospitales de Vientiane, terminó viajando hacia el Norte, siempre haciendo lo mismo, ayundando a enfermos y heridos, sin preguntar ideologías, o causas políticas.... ayudó a oficiales del Ejército real, pro-franceses, pro-gringos, a vietnamitas del Sur o del Norte... cuando el salió de Laos, lo que había en su país era un caos. No había ganado la gente revolucionaria que él admiró de joven, él, que recuerda los comienzos de Choummaly Sayasone y Bouasone Bouphavanh, dicen que hoy un primer ministro en Laos y miembro del Politburo.

«¡Yo lo que soy es un remienda piernas, un cura llagas! Dondequera que haya que hacerlo lo hago», me dijo una vez el padre de Fa Boulon; pero sí me gustaría que Fa sea médico, o sea grande e importante en los EE.UU. y un día, cuando tenga títulos y triunfos que yo no tengo, le diga a los presidentes de este país, yo soy la semilla de un pueblo sobre cual echaron 260 millones de bombas... Mi familia era de la provincia de Xiangkhouang, donde unas 80 millones no habían estallado aún, Quedó minada... a veces, un niño corría por el área y volaba en pedazos, cinco años después de que fueron echadas todas esas bombas sobre el campo... y, con respecto a la zona de procdencia de mi padre y sus hermanos, son de más al sur, Vientiane, se dedicaron a desminar esas bombas, limpiar campos y enterrar cadáveres... Es cierto, mi padre era simpatizante de Vietnam del Norte, me dio todo el odio político que pudo y dse inscribió en el Pathet Lao; aunque yo no lo hice, me dediqué a estudiar, pero dejé el mensaje: se necesitaría no tener corazón, estar hecho de acero o de palo, para no odiar a los gringos... y me odio resultó pequeñito frente al odio de ellos y de los mismos que llegaron del sur con cuentos sobre los vietnamitas, la democracia, la tierra de las oportunidades que es lo de EE.UU., y que pidieron que ayuden a vencer al comunismo; pero, irónicamente, el precio fue irse matándose entre ellos, la gente del Sur y el Norte, y así le dijeron que hiciéramos en Laos y aún que fuésemos a Camboya a matar a nuestros amigos... y todavía nos dicen que no les odiemos, que no nos hagamos del Pathet Lao, que ellos son los generosos...»


Indice
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Indice / Novela de tesis / pedagógica / 1. Preámbulo / 2. El Estado Dorado y Exitoso / 3. ¿Cuál es «El divino tesoro»? / 4. La cazapremios que vive entre ratas / 5. La llaman Meteorito o La Gorda / 6. «Usted es un progresivista, no un trascendentalista» / 7. Dos papas podridas / 8. El certificado de defunción / 9. Un demonio vestido de santito / 11. El hijo de un guerrillero / 12. La exportación del miedo / 13. «Soy de donde mejor me convenga» / 14. «Y de mí, ¿qué va a decir?»: La Shakira / 15. En el submundo de la Rosa Salvaje / 16. «Los marcianos llegaron ya»: Miss Meteorito / 17. «Tras viciosos, malagradecidos»: Rosie / 18. Cruzarse de brazos / 19. Sobre conejas, premios y el Título X / 20. «Por amor a mi cantón»: El cholo / 21. «Naomi, ese hijo pudo haber sido el mío»/ 22. ¿De qué sueño americano estará hablando? / 23. El sabotaje y la historia / 24. El desaliento / 25. El toiletazo y los 'Homies' / 26. Se harán averiguaciones / 27. El robo y la palabra del día

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