Wednesday, June 09, 2010

Dice Gustavo, el maestro / Frag. 44


44. Vatoz Locos / Pájaros locos

El maestro Gustavo simpatiza con este señor que le acompaña y maneja hacia Artesia Pilar. Nacido en Kansas, don Manuel Esqueda creció desde la edad de dos años en Delhi. Una vez que, con su padre y su familia se mudó al barrio, en 1924, es un santanero más. Su padre fue obrero de los ferrocarriles. Alguna vez don Manuel hizo pisca como un jornalero agrícola, pero, por igual, con el tiempo y la educació, fue un ejecutivo bancario.

Gustavo vio cuando señaló hacia la escuelita elemental en que estudió. Ha rememorado a Fanny Bragg, la directora escolar, de la escuela Delhi en esos tiempos antes de 1930.

«Era una escuelita sin luces ni calefacción. Y la maestra era británica, con una enorme regla para impartir respeto y autoridad... Recuerdo que instaló regaderas y lavabos, por si alguien tenía sed. Con el tiempo, porque iban niños que hablaban español, comprendí el por qué la instaló. Si escuchaba a un niño que lo hablara, Miss Bragg le lavaba la boca con jabón, como si emitir palabras en español fue decir suciedades».

«Pues eso es violencia, Don Manuel, eso es reiterada violación y me ha interesado conocer cuán cotidiana e intensa fue esa violencia, la violencia antipedagógica contra la niñez en nuestros barrios antiguos, como Delhi, Logan o Artesia, donde aún hay memorias de resentimiento... y me usted me ha dicho que Miss Bragg, su maestra británica en la niñez, lavaba las bocas con jabón, humillaba a niños que hablaban español y me inquieta el cuadro mayor al que ella responde con sus actitudes».

Durante esos tiempos, no hacía ni 20 años que los británicos se habían metido en la China. Arrendaron, por 99 años, a Hong Kong, crearon 'racial tension in the area', debido a que fueron a explotarla y, en fin, a hacer lo mismo que en Delhi, tratar de asimilarla, «lavar la boca con jabón al que hablara el chino, ¿entiende el paralelo?»

Gustavo que desde que lee a J. Ortega y Gaset, siempre ha estado inquieto, por lo que éste llamara la «eterna selva problemática, que conserva su virginidad no obtante su reiterada violación». Una selva que es «todo el pasado de meditaciones humanas, senderos innumerables de exploraciones previas», que son la actitud con que cualquier ser humano filosofa, queriendo algo más que objetos que lo induzcan a pensar. Lo que Gustavo quiere, como lo que José Ortega y Gasset quiso como filósofo, fue una comprensión de la tendencia profunda: «Lo que las cosas son, los que se piensa de ella, ayer y hoy, lo que las transforma de filosofía pasiva a filosofía beligerante... Todos somos filósofos en alguna de esas categorías, el dócil y el beligerante y, por eso, yo pienso en un chico como El Buddy, con su 'rap loco', como un alumno que busca un conocimiento progresivo, una sensibilidad vital... Imagino que se pregunta como usted: ¿qué sentido tuvo lo que Miss Bragg hizo... Y, al final, usted me dijo qué pasó, cuando las condiciones en Delhi parece ser las mismas que en Hong Kong... Surgieron los jóvenes resentidos, los chinitos enojados. Aquellas rebeliones de 'boxers' de 1898 y en el primer lustro del 1900, son pandillas, niños que se sienten burlados, despojados, que reaccionarán con violencia y que utilizaron el boxeo como su ritual de protesta a fin de dar a los británicos una probadita de su medicina», explica Gustavo.

Gustavo lo vio reir, metido en sus recuerdos de jovencito. Su memoria se fue a los años en que piscó en campos de limones y naranjas, en lo que hoy es el lujoso mall de South Coast Plaza; mas lo que trae una sonrisa significativa, con algunas carcajadas, es que él mismo fue boxeador aficionado y su manejador fue Raoul Solisas. «¡Yo fui boxeador, Gustavo!», ríe. «¡Soñé que boxeando la compraría a mi madre la primera casa!» Y sí, lo hizo, pero siempre con la comprensión de que sólo el camino de la educacióm daría a él y su famlia una vida holgada y decente.

En aquellos tiempos, el británico quería un mercado de opio. Los 'boxers' no interesaban ese mercado. En los últimos 50 años del tráfico de narcóticos a los EE.UU., una de las consecuencias catastróficas vividas es el pandillismo. Y las pandillas, como el crimen organizado, lo que ha creado en este país, aquí en los EE.UU., como en América Latina, es una cultura de resentimiento, tan grave como la que el chino ha expresado contra el británico. «Drug culture has its role in generating hatred for the United States throughout the world», apunta Esqueda.

La actitud filosófica fundamental de Esqueda es su preocupación por la educación. Esto lo hace un aliado natural con Gustavo. Sin embargo, Esqueda le lleva un gran camino recorrido, aunque no es un educador en el salón de clases. Es un educador en las vecindades, en sus relaciones con adolescentes, urgidos de oportunidades educativas, una vez salen de la preparatoria. El ha venido tomando el relevo de maestros que graduán, o están por graduar a sus estudiantes; pero que, una vez que salgan del campus, no tendrán los ojos buenos del maestro en el aula. «Tiene que haber maestros que, no siendo por el título, lo sean por la intención de ayudarlos en lo que resta del camino, porque la High School no es todo, el fin del camino», explica Esqueda. El es uno de esas personas.

Gustavo lo sabía, mas hoy don Manuel le ha hablado que, además de resentimiento por exclusión idiomática, ha visto exclusión racial, por color de piel. Y se ha referido a un caso que tiene calificado como un victorial legal suya. El puso un grano de arena alguna vez. «Unos 60 años atrás, el matrimonio de Felícitaa y Gonzalo Méndez Jr. y el caso de sus hijas, a las que se negaba su entrada a una escuela de las llamadas 'all-white'? El tiempo en que por el color de su piel, se te cerraban puertas. Hay casos locales que hubo que luchar para cambiar la historia... por eso creo en eso que hablas de filosofía beligerante... ¿Has visto la escuela intermedia en Santa Ana que se abrió en el 2000 en honor a los Méndez?», preguntó Esqueda. «¿Has visto en la Calle French la Escuela Elemental «Wallace R. Davis»?

Lo que ha recordado, en el caso de los Méndez y de otras cuatro familia demandantes es que Wallace R. Davis, entonces, un jovem abogado, fue uno de los becarios que él animó, a los que dio consejo para que se involucraran esn este tipo de lucha y, que el abogado David Marcus, fue valioso en este proceso. Es interesante que, durante la Segunda Guerra Mundial, por causa del ataque japonés a Pearl Harbor, el mismo sistema que trató a los mexicanos como residentes de tercera clase, trató al japonés al que llegó a internarlo en campamentos de vigilancia militar. Una de esas familias, la Munemitu, arrendó sus tierras a los Méndez en lo que cumplían este tipo de prisión inesperada, por ningún delito, a no ser que el ancestro japonés se ha convertido en delito de repente.

Esta vez, para contar sus anécdotas, Don Manuel se retrotrae. Viaja a lo profundo en su memoria, al año de 1947. Es gesto imporrante que agradece porque el viejo, aún fuerte como se ve, sobrepasa los 80 años de edad. Gustavo sabe que harán una escuela en su nombre. Se construye aún y sabe que es un homenaje a lo que ha venido haciendo, ante sin la ayuda de nadie, ahora con copatrocinios con el equipo de baseball de Gene Autry y una organización que se llama «Serafines de Orange County». Hoy los donativos corporativos se han elevado a casi un millón de dólares para becas colegiales en bveneficio de unos 1,200 alumnos del Condado.

Mas cuando Esqueda hizo recaudaciones solo, con organizaciones como «Tiempo sobre Tiempo», entre los becarios que recibieron sus estímulos se cuenta Miguel Pulido, primer Alcalde latino de la Ciudad Más Pobre, Fred Aguirre, quien sería un Juez de la Corte Superior del Condado, Manuel Gómez, quien ha sido Canciller de la Universidad de California, campus de Irvine, y son muchos y van a los tiempos estudiantiles de Davis.

Este litigio en la Corte Suprema fue Méndez v. Westminster Supreme Court: o más bien, Mendez v. Westminster School District, 64 F.Supp. 544 (C.D. Cal. 1946), aff'd, 161 F.2d 774 (9th Cir. 1947), lo siente suyo, porque, en él, en alguno de los casos asociados, Wallace Davis, padre de Nidia María, ex-fideicomisaria educativa, estuvo. No prediqué en el desierto. Es como un abuelo o padrino de educadores y combatientes por la comunidad.

Según leyó Gustavo al regresar a casa esa noche, este caso de desafío a la segregación racial en las escuelas del Condado Más Rico en California y fue histórico y, en consecuencia del mismo, el Noveno Distrito de la Corte Federal de Apelaciones sostuvo que «the segregation of Mexican and Mexican American students into separate 'Mexican schools' was unconstitutional».

El día que el Juez Paul J. McCormick, desde Los Angeles, falló a favor de Gonzalo Méndez y otras familias (co-plaintiffs») y dedujo que las escueklas segregadas son la denegación encarnda del principio de igual protección ante la ley, esto es, violatoria a la Constitución, en muchos hogares de Santa Ana se festejó con «fiesta a la mexicana».

Las casas en festejos de victoria representaron a otros 5,000 niños de ancestro mexicano, aquellos que eran forzados a matricularse en las llamadas 'escuelas para los mexicanos', escuelas dispersas por Westminster, Garden Grove, Santa Ana y El Modena.

«California law does not include the segregation of school children because of their Mexican blood», ésto fue lo que se festejó: Que sepa toda California, no sólo Westminter y Santa Ana, «that it was unlawful to segregate the Mexican children».

«No creas que el resultado fue inmediato. Hubo que esperar otros precedentes; pero empujamos. Desde acá, desde gente de Delhi y Westminster. Aquí teníamos aves que saben volar y que, no son como el kiwi, que es mucha pluma y mucha ala y nada de vuelo», dijo.

Don Manuel ha definido la comunidad con metáforas que al maestro le gustan y las comparte en la escuela, como ahora con su amigo. «¿Con qué clase de pájaros nos identificamos y qué clase de nidos fabricamos y ante qué tipo de dirigencias?», le pregunta ahora que le dijo: «It's true that Britain leased Hong Kong from China for 99 years, but that territory shall be returned to Chinese rule in 1997, I hope. That's the plan».

Don Manuel y Gustavo que, al parecer, hablan sobre aves, en realidad, conversan sobre personas e idiosincracias. Avienen en la idea de que a los niños no se les permita, al educarlos, sólo asumirse como «aves rateras», unas que sólo vuelan a flor de tierra. Tampoco que sean, por siempre, como «aves migratorias», aves de paso. No se les induzca a ser, tan pesadas, pagadas de sí mismas, que sean como el kiwi de Nueva Zelandia, ave que no vuela.

El octogenario y el joven maestro van divertidamente ocurrentes. Gustavo imita al 'pájaro loco' de las caricaturas. El entende que mucho del minimalismo y arte representantivo de hoy, ese arte de las tirillas cómicas, las caricaturas, el grafito, viene del New Wave. Y la televisión ya lo hizo tan popular e intenso que aquí, camino a Artesia-Pilar, se va a mirar a los Pájaros Locos del vecindario y uno es El Buddy.

Han coincidido en que niñez y juventud, en toda sociedad, sea minoritaria o mayoritaria, deben ser como los pájaros carpinteros. Individuos preparados para edificar, picoteando en troncos duros, proveerse un nido con trabajo. Si el pico es duro y largo, su función es más fácil y no duele. Hay aves – don Manuel las menmcionó como aves rateras – que sólo construye sus nidos en el suelo, por donde pasa la rata y toda bestia, don hay zarzas y los incendios siempre el peligro, con otros acechos; pero, en lo alto de un tronco, donde el pájaro carpintero quiere, alimento y protección para sus críos, no cualquier garra o mano intrusa alcanza cumplir con robo y con depredaciones. Camparan a esta avecilla con la persona que no edifica sobre arena, sino sobre unas bases más sólidas, madera en ramaje alto. Arboles ya veteranos en su crecer, frondosos; aves de esta sabiduría edificadora, se defienden de las aves rapaces, o aves de presa, y el tipo de sociedad que originan, tiene la gente qie no firma en barbecho. Antes de estampar firmas y lealtades, examina el documento.

«Quien quiera forzar a una comunidad a firma sin leer, a dejarse engañar, se declara enemiga en los hechos. Si se deja engañar, lo pierde todo. Si no la engañas, pero firma, obligada por agentes poderesos, por conyunturas inevitables y desafortunadas, pasa la voz para la resistencia. Y alerta a sus vecinos que no es que estuvo en las batuecas, ajeno al engaño al que fue sometida, es que hay momentos de prueba, difíciles momentos para las comunidades. Son los momento en que arriban bandadas de otros pájaros, aves de presa, águilas de distinta laya...»

Gustavo comenta que, en cierto modo, lo que sucedió en los '60, en los nidales de Los Angeles, cuando familias de avecillas se hallaron sin lo necesario para salir avante, sin buenos líderes, en comunidades como la afroamericana y las mexicoamericanas, es que los jóvenes con poco bizcocho, apenas anhelantes de su tajada de pastel, pero aún inexpertos para asumir liderago como protectores de sus vecindarios locales. «Se les comenzó a llamar pandillas, antes eran sólo palomillas», apostilló Esqueda.

Las crisis de liderazgo, después de ciertas batallas en la comunidad negra, ciertamente es lo que da auge a la actividad de las pandillas. Crecerá para ocupar el vacío y se diseminarán por el Condado de Los Angeles y verá que el pastel está en el negocio: la distribución de drogas y el conquistar mercados para este vicio en otras ciudades. Y la Crips propuso tal misión en otras ciudades y las avecillas adoptaron el nombre y el estilo de vida de los Crips. Los expertos aseguran que Crips en casi todas las ciudades más importantes de los Estados Unidos. Unos 800 grupos y entre 30,000 y 35,000 miembros en todo el país, de los cuales un poco menos de un tercio operan en Los Angeles. «Aún tenido estos crecimientos por éxitos, no es otra cosa que el embarcarse con poco bizcocho, con la triste opción de la muerte. No es ese tipo de adrenalina lo que necesario para salir avante. No se edifica fuera de la arena. El tener oficio y beneficio verdaderoi viene por el estudio. No con vender drogas como los Crips», explica Gustavo.

Para Gustavo y Manuel, la experiencia de los afroamericanos no es muy distinta a la que hizo que surgiera la pandilla y la dirigencia de jóvenes, «sin oficio ni beneficio», en barrios del Sur y el Norte de California. Hablan sobre el negocio ilícito de drogas como el discurso problemático de unos jóvenes que escupieron en dirección del cielo. Mas escupir al cielo es ocasionarse un daño a la postre. El daño cae, por ley gravitacional. Baja y baña como gargajo al mismo que lo esputa. Se coloca en la misma edad mental del niño / adolescente pandillero / el padre que lo admite y festeja. En este detrimento que prohijja el igualamiento de las edades mentales del padre cómplice y su hijo delincuente es que nace la chusma. La gentuza y, a decir de Gustavo, una equivoca apreciación que hacen los conservadores de la generación rebelde del Cincuenta. Creen que, con su crítica a los valores tradicionales, desprecian el trabajo, la familia y el dinero y eso no es cierto. «Desprecian la codicia, no el dinero; desprecian la autoridad familiar monológica, el padre tirano y, desprecia el trabajo alienante, explotador, del capitalismo salvaje», dijo Gustavo.

Antes de bajarse en El Salvador Park, se había enfrascado en una exígesis sobre el sobre el aumento del crimen durante la administración de Richard Nixon, a pesar de que juró que ley y orden sería su «Top Priority» de gobierno. El aumento de las inmigraciones (por causa de la Ley de Inmigración de 1965) hace que el afroamericano se sienta agredido. Querían ser la Minoría Principal, la políticamente más promisoria, pero, sus líderes eran un montón de Crips cantando jácaras, textos-ritmos-rapports en torno el bajo mundo. El Pueblo Hermano de la Black Nation acumuló muchos mártires, del Dr. Martin Luther King, Jr. a Malcolm X, y al fin. su una presencia étnica comenzaba a sentirse. Aumentos en el número de negros en el Congreso y en ciudades como Los Angeles, Detroit y Atlanta, como los primeros alcaldes. Al mismo tiempo, el mensaje de una revancha. El mensaje del resentimento, no el mismo de los rebeldes del '50. Otro menesaje más rebelde aún es el que trae las revueltas, con pandillas, el fenómeno desde que nace. Este el de quienes escupen al cielo, aunque después su propio gargajo los ahogue.

Estos nidos / barrios / ghettos / de los que Gustavo y Esqueda hablan son zonas de depauperización para una subclase urbana negra («black, urban, underclass»). En definitiva, el ave ratera no sabe volar alto, a veces es peor que kiwi, y viendo su pobreza, como se divide la Nación entre Folks y Nación Negra, cunde un lamento de resentimiento. Mas el Ave Ratera también es el Latino. Y puede ser el Asiático en pandillera, el Boricua, el Cubano en el extremo sur de la Florida.

Cuando Gustavo dice que jóvenes de estos grupos escupen al cielo y el salivero los sorprende escupidos, la deducción la toma de sus experiencias magisteriales. Observa cuán tribalmente se oponen y rivalizan entre ellos. En cada lugar que va, distingue padres y niños, con la misma edad mental, que permiten que escupan al cielo. Menosprecian la Unidad Latinoamericana, la Raíz, la Armonía. «Es, como en las pandillas negras, del '60, unos con Folk Nation, otros con Black Nation; pero ninguno, sin dejar de escupir Paz, Diálogo, Aprecio del Prójimo y de su Vecindario». A la hora de vender Daño / Vicio / Delito / «usted lastima a los cuyos, no es cierto que su droga y su pandilla ofrezca poder a nadie. Usted instiga que venga la Policía del Blanco a cometer practicar su brutalidad policíaca con el niño negro, o con el anciano; alguien negro que sea más débil que un pugilato derecho, entre iguales... La pandilla es como una solicitud que se tramita para que al niño se le haga un busca un récord de delincuente precoz, diploma de criminal de mañana. Crips daba la opción: La muerte o la cárcel, pero siempre el despretigio colectivo». Y las familias, presas en estos mundos depauperados de los vecindarios angelinos, piensan con desesperanza. El suicidio es alto y el miedo, por igual. El daño y la sorpresa se dan la mano. Estallan en brotes inesperados.

Indice

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Indice / Novela de tesis / pedagógica / 1. Preámbulo / 2. El Estado Dorado y Exitoso / 3. ¿Cuál es «El divino tesoro»? / 4. La cazapremios que vive entre ratas / 5. La llaman Meteorito o La Gorda / 6. «Usted es un progresivista, no un trascendentalista» / 7. Dos papas podridas / 8. El certificado de defunción / 9. Un demonio vestido de santito / 11. El hijo de un guerrillero / 12. La exportación del miedo / 13. «Soy de donde mejor me convenga» / 14. «Y de mí, ¿qué va a decir?»: La Shakira / 15. En el submundo de la Rosa Salvaje / 16. «Los marcianos llegaron ya»: Miss Meteorito / 17. «Tras viciosos, malagradecidos»: Rosie / 18. Cruzarse de brazos / 19. Sobre conejas, premios y el Título X / 20. «Por amor a mi cantón»: El cholo / 21. «Naomi, ese hijo pudo haber sido el mío»/ 22. ¿De qué sueño americano estará hablando? / 23. El sabotaje y la historia / 24. El desaliento / 25. El toiletazo y los 'Homies' / 26. Se harán averiguaciones / 27. El robo y la palabra del día / 28. En defensa de Fa Boulon / 29. Gustavo y el padre de Fa Boulon / 30. El régimen de vigilancia / 31. El detalle de 2,000 caballos muertos / 32. «¿Lo expulsan por feo?»: Gustavo / 33. «Para despolitizar este asunto»: Frazier / 34. Vivencias del padre del alumno laosiano / 35. Por un poquito de digndad, no quiso la etiqueta para sí / 36. En el terror de una micronación / 37. El régimen de la secretividad / 38. La fotografía de la Princesa / 39. El equívoco del investigador / 40. Fa Boulon, la Princesa Bui Dou y los padres / 41. La amistad y la política en el plantel escolar / 42. Amigo es el que aprende a oir / 43. Conversaciones magisteriales

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