Aquí estoy a un pie
de tenerte o rechazarte, aquí
con un sol que no es
teótl,sino tu espejo, tu otredad sospechada
de
Cihuacoatl Tlacayel.Me gustas, niña.
No has cerrado con tus piernas
el destino; mi sol cercano bajó;
se hundió en tu carne;
chupó la sabrosura en tus costillas;
predicaste tu óvulo de ciclos luminosos
en el curso de las lunas
y las exploraciones celestes.
Ahora, en las selvas perdidas,
tu voz me llama tu amante.
Del libro
Lope de Aguirre y los paraísos soñados
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