Saturday, November 17, 2007
Eugenesia
«¿Para qué sirve un ciego?», me preguntan
quienes degradan al hombre sin necesidad
de atormentarlo, o sacarle los ojos, y acumulan palabras retóricas, herméticas,
delirantes, mentirosas y cobardes;
preferibles es que sean mudos,
¿no, Mr. Jefferson?
si ya las pupilas no son útiles.
Para mucho más que los que tienen ojos y no ven;
Para mucho más que los que tienen lengua
¿Para qué sirve el granjero que depende del más fuerte
que cosecha la riqueza porque él no dobla el lomo?
¿Para que sirve el hombre, cuya única tarea es sacar
de su bolsillo 150 dólares y comprar un esclavo?
¿Qué tal si un árbol cae y lo tulle de piernas,
que tal si un animal lo ataca y le come los brazos,
para qué sirve tal hombre, si es esclavo?
Usted que piensa en estas cosas, Mr. Jefferson,
¿será ante la ley igual el feo que la damita hermosa,
serán los retardados, bien mirados, protegidos,
o serán useless citizens, tratados como cargas impropias
al Estado? ¿Quién hay que hable, con mesura,
sobre las fuerzas productivas y planeación racional
cuando advenga la vejez, la discapacidad,
la artritis, la demencia, la parálisis?
El racismo está pidiendo las soluciones eugenésicas.
El gobierno evade los costos de estos programas
que hacen la compasión asunto público.
Se ha reclamado el fin de las plataformas
de beneficencia, welfarismo.
¿Quién se dará cuenta si soy sordo o ciego
si hay quien teniendo ojos no ve
y, aún con oídos, no escucha
y teniendo lengua y entendimiento,
no discierne ni se expresa?
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