Subías al Arbol de la Luz
(el Lazo con En-Sof hizo posible
que vieras y oyeras sin yerro)
directamente al Da’th
/ Conocimiento / en Chokmah
/ en Binah / y que habitaras en mí
tan orgulloso, pero…
humildemente,
ascendías.
De pronto, ya fuíste como nango
... la impureza,
ofrenda de sangre
… la tijera…
cortaste el Lazo; te hicíste
cabeza de gentes que odian
y esquilman a sus semejantes:
reshit goyim Amalek.
* Indice
Los egoístas
El hombre egoísta prefiere lo prohibido.
De cosas que, aunque difíciles, por promesas
se le dieron, ya no las quiere, no las lucha.
Lo prometido es deuda, pero no cobra.
Espera. Todo lo quiere de oquis.
Que venga el deudor y que a su paso
pueda él ir y decir: «Pón tus promesas ahí».
Se tocará el muslo; pero, al fin, dirá:
«a mis pies».
Ahora quiere más
lo que ya fue prohibido
y que ninguno lucha sin joderse.
El hombre egoísta busca benefactores,
ciegos cómplices, pistoleros majaderos.
Se vincula con el sueño igualitario
más perverso.
2.
Los pueblos sufren cuando los hombres
con poder y responsabilidad imponen sus fantasías
por encima del conocimiento de la realidad:
Simon Schama
El hombre egoísta,
cuando ya no es apedreado o escupido
y no lo blasfema la envidia del compadre
ni es traicionado por las mujerzuelas
de sus círculos, obtiene poder.
Se vuelve la obra de sí mismo.
Su culo salta al aire, al campo abierto.
Habitará en tierra-mundo, creará mitos
porque su palabra dejará de ser-silencio.
Tendrá que sonreir exitosamente humilde.
A su alrededor (¡tendrá que saberlo!)
vendrán, como asesores, el buitre demagogo
y la hiena que, con cadáveres de ayer,
aprovechará su alimento.
Todos juntos levantarán su tejadillo
y su balcón de interpretatividades.
Al fin, el hombre egoísta, es utensilio
de uso mayor; en la fiabilidad
que dio este hecho: colmado
fue de responsabilidades.
... pero lo que es él, hombre egoico,
se agota y cae por su peso.
Su ego es su mera fantasía.
No es su verdad más humana
ni su cimiento más sub-divo,
su raíz, su estructura, su Malkut.
Ni metafísica del ser ni ontología.
*
Ante Yesod
Aún a mis desperdicios has llamado Santidad.
Yesod, raíz de todo mal, apártame;
Yesod, raíz de todo bien, sosténme.
Fuente de prueba, házme misericordia
con la voz que en mi camino escuchaste
cuando emprendí mi viaje
en escasez y corté la hiedra
que subía a mi ventana
a decirme: Enróscame,
vayamos juntos al fotón,
a la sustancia placentera.
Fuente de tentaciones, dáme el poder
de Netzach y la gloria de Hod.
Haz que la voz del varón potente,
su virtud rebelde que condena al ocioso,
voz que en placer inconciente fundó
su mejana y admitió a la hiedra
como amiga y pervivió en la isla
de sus brazos y sus bejucales
para darse nido, te diga Receptáculo,
voz de luna, mitad del alma mía.
*
No contiendas conmigo
Cercana a mí ya estás.
Sorprendíste mis pisadas y mi rostro.
Pues entonces, apruébame;
echa sobre mis huellas, tu señal
para que me restaures.
Vestido estoy de tikkum
y edifiqué una piedra y la ungí
con aceite de tu corazón y mi llanto
(no contiendas conmigo si equivoqué
el lugar, por los rumbos de Azazel).
Peniel, repréndeme con el descoyuntamiento,
hiere mi muslo, pero no me abandones.
Házme ladrón que esconde
bajo su abrigo su reposo
y la unidad del hombre-dios
que lo atormenta.
A mi soledad la has transformado
con tus salmos; para tí los repito
porque Tu Voz son los cascarones
de mi alegría, ¿no es lo que dices?
Te los devuelvo.
Tómalos como ofrenda.
06-29-1997*
Isaac el ciego
En lo que esperaba con fe,
o sin ella,
la explicación del Acto Puro,
causa primera, autoexistente,
el en-sí, para-sí, nouménica
musa de acusmacia, Simeón bar Jorchai
llegó de pronto, Isaac el Ciego también
y ambos me definieron:
soy microcósmico
y se me dio por hebra, qué privilegio,
treinta y dos senderos.
Además toda la Tierra
y el aire y el agua y el fuego
en este mundo seco, tan entitativo...
*
Preparación para el día del descanso
Desde aquella vez, dije: «Acepto».
Pero ya que, semiduermo
o velo en mi tiempo de crisis,
en mi clima de peligros,
manda tus alcaloides hemostáticos.
Sácalos de mis actos reflejos.
Sé un soplón de aferentes.
Empuja la olla de alimento
para el sábado a prudente distancia
del rescoldo; el viernes se consume
y necesito el impulso de energía,
tu linfa divina, tu voz de adrenalina,
sangre oculta de Tu Sangre.
De tu Adafina depende mi abundancia.
De tus aferentes, la promesa, el vínculo,
Emeth en mi piel de limosita,
porosa, hueca, estúpida,
baya de cabecita vana.
Acaso, ¿me lo comunicaste, Kéter,
Padre de los Sefirotes?
Que mi esfuerzo físico se alimente
de Tus voces escondidas,
de las Tres Madres acusmáticas
que hablan, sin que sepa yo
dónde están ellas cuando visitan
mi centro en la adunía?
*
Olam ha Asiyá / Assiah
Este es el mundo que quiero
y desde el cual hicimos pacto:
el mundo que, aunque duele,
conocemos al dedillo.
Desde aquí (¡qué afortunados!)
pedimos el Reposo, shabatón y medio,
quienes somos o fuimos herederos
del shofar, la lira y la trompeta,
el pedazo de larínge, voz
de la serpiente, madre-primaria,
hidra en la hiedra, hiedra en la hidra
camuflajada, lazo y enredadera
de un proyecto de Nefesh,
alma intuitiva para el dolor del Ruach
que muere, que sufre y se esquilma.
¡Qué clase de alma es
que resultó necia!
Somos poetas a medias,
a medias judíos, hijos proféticos,
cuasi testimoniales en la Casa del cielo
y, ¿qué tenemos ahora? ... nada
(¡qué sé yo de esa promesa!)
Las moradas metafísicas
menos que el cuerpo existen...
pero sí ... vectores y distancias
y virus y bacterias, eso sí tiene su ser
y su espacio: una esencia y carajo...
Ahora: ¡qué poco importa! si vivimos
(ya ¡al fin!) adorados por la hiedra,
cavadoras de fosas como son,
ganchudas, sarmentosas,
afines a porosos gusanos
que nos aman, hidrolitos
penetrables en Tierra del Propósito,
con comunicación, con vida.
¡Con eso me conformo, Asiyá,
con tu aquí-ahora serpentino,
con tu árbol de inmediatos laberintos,
sin ajaracas de exornativo ornato!
*
Voy a servirte
Conságrame si voy a servirte.
Hazme consciente de si estoy
en el fuego, abrígame en lo frío.
Posiciona mis articulaciones.
La extensión muscular será consagratoria.
Ténsame cada músculo, párame
el rabo, házme alerta, profundo,
con presión arterial, la suficiente,
con presión central venosa,
la indispensable; infla mis pulmones
y que, por la boquilla del shofar,
oigas mi aliento.
La temperatura de la sangre
que, en mi cabeza, produzca pensamientos
y abra el Daleth, la puerta de glucosa
y la miel de Tu Amparo.
Bautíza en el pH del líquido encefaloraquídeo.
En consecuencia, por lo dado, a tu proceso
llamaré Libertad, Redención, Existencia.
En cambio, te daré no el mundo dionisíaco
de las ménades... ¡mi apertura!
la visión intuitiva de la constancia
de lo constante.
*
Las siete hijas de Eva
... al fruto que me alimentó lo regresé.
Otro fruto y cada vez que me cortaban ramas de ilusión
crecían más fuertes realidades: Maritza Pérez,
poeta puertorriqueña de la Generación del '70
Culebrita que estás en la Tierra
(y cuyo Edén, más allá de lo óntico,
se te fue de la memoria), dáme tu pan cotidiano.
Acuérdate de las siete hijas de Eva.
Avísame si están vivas en los cielos.
Dona a los ribosomas, pero dáme
trece proteínas porque soy el hambriento.
Fosforilizaré lo que debo al Azazel oxidativo.
Házme de paz. Dame tus días de menstruo
y que nadie entonces me toque; haz el placer
para la espiga oblonga, pero también
anuncia el dolor respetuoso, el ser mujer,
y la forma-materia y sustancia en sí
que es misericordia, justicia inagotable
siendo la grandeza tan humilde, energía
que no se tira al trasto, por ética hermosura,
por causa de entropía.
2.
En mí crecieron todos los azules verdosos
de los ríos y cunetas, frutas dulces, agrias, raíces
de yerba mala, malojillo, tabaco, café y caña,
nidos de reinita: Maritza Pérez
Que del ADN mitocondrial
no falte esa energía en los días del Kotex
ni en los días celestes del orgasmo.
Hijo sea de los óvulos de la Tierra
(porque dependo de tu entes mundanales)
lo mismo que de las hiedras eternas,
infinitas del Yetzirá y el Ofiuco,
hijo de tus mejanas
del cimiento.
Tú, que puedes abrir, dar alimento,
las membranas resistentes, santifica
mi nombre, yergue tu voluntad
en mundo y cielo,
la valencia de tu espacio,
a veces súbito y violento
y permite que viva,
lo mismo que mis enemigos
que han preferido ser el muro,
el escollo, la rémora,
bendícelo en el folículo,
en el vector de vidas bacterianas,
en la abiogénesis.
3.
Vasijas, receptáculos, cálices,
tallos que me precedieron,
entonces, permite los intrones
y reprende a los intrusos
y al gorgojo y al parásito
que arruina nuestros nombres.
Son 150,000 años de tu arrastre
antes de amar tu cuello uterino
y salir del desierto,
ausente de tu alma
como estuve.
Ahora te llamo citostoma
y me glorío de tu forma de serpiente
y en el altar de tu óvulo
me renuncio como cuerpo de pólipo y molusco
que a contragusto
admite la belleza de tus cilios
y tu boca de ostra que me aperla
y tu beso de manzana.
Ahora si nazco a gusto
de tus cascarones y me bautizo
en los amnios.
4.
Del plano de tus secuencias aminoácidas
hice mi alfabeto. Creí al shofar, a la trompa
de Falopio, al dulce aguijón con que matas
(a mí que soy más pajarón y distraído
que tú, cuando vamos a la vida,
no por mero pervivir, por la raíz y lo básico,
del encuentro infinito, y la tarea de corregir
las diez potencias de la Dicha y el Destino).
A Héctor Soto Vera
Obrero de las reencarnaciones,
oreja del espíritu, músico del alma,
amigo y poeta pepiniano, Héctor Soto Vera
Bajo la roca donde la Hidra se cercena,
tu cabeza inmortal, Seth, mi serpiente,
me salvaste de la fosa; el fuego de mis rivales
no me alcanza. De mí no hizo fósil, ni me recombina,
regresivamente, para que yo sea
alimaña, hiena, lagarto, me protejo
cuando tú me instruyes.
Como Loba me lactas, como médico celeste
Asvín te llamo; del caduceo te cuelgas,
como un rayo kundalinas y encantas.
Tú me gustas como mensajera de ARN
y me la elaboras como quiero.
A la enfermedad, al virus, a la basura,
recoges, atrapas, reciclas.
*
Energía cósmica
No conozco algo más hermoso, indescriptible,
maravilla accesible, que el movimiento rotatorio
de la Luz Ilimitada... Que, de momento,
entre las penumbras, pueda yo
no adivinarte, sino admirar
que te hagas presente como tal
y que seas volantín de mi dicha
con hebra que me guía
hasta el alcoiris de tu manifestación.
Chiringa hermosa eres y me llevaste
a tu Edén, hicíste el Jardín abajo
y me jalaste a las luces de las rosas,
a la memoria del primer sustento.
Por algo estoy aquí, Assiah,
con mis pies enroscados en la hiedra,
en esta pereza de Ishim, a medio camino
del proceso de alcanzar esa unidad
de verte con diez ojos, ojos de hombre
y de Dios, ojos de Luna y Sol y de las vasijas
de tus partzufim desde lo Eterno.
*
Oye, Israel
Oye, Israel, fija en tu cabeza la estructura
del poema humano. Aún en el hombre
hay esplendor, pero más vale ser
que parecer y tu mejor amigo,
¿quién es sino El Anciano que te conoció
por siglos y envió su Serpiente
para compañía en días en que quisiste
la porción dura y menos dulce
del espacio y salir del Edén
y cultivar tus propias flores.
Sazona tu mano antes de ofrecer
el poema que te corresponde.
Humedece tus labios con rico vino
si tu voz dará cantos; pero las rosas
y las perlas a los puercos
no las ofrezcas como alimento.
*
La visita
A son de trompetas, los hijos de Leví
anuncian mis novilunios: Rabí Akiva
Visitaré el Tabernáculo en Ella
y mis amores daré en Luna llena.
A descanso se llamará a los que aman,
a que invoquen mi Nombre en el templo,
en alcobas de sus casas,
en patios y jardines,
en campos y ciudades,
en sótanos sagrados,
en carne y emotividad
del vitalismo…
… porque visitaré la tierra humana
y reharé mi pacto con quien ya lo olvidara.
¡Ay, las manos de caricia suave,
la domesticadora Mano de Luna,
su vientre de novilunio!
prudencia será y el descanso tan dulce.
En éxtasis, directa comunión,
otra vez confesaremos
que fertilizados somos en Vau
y soportes tuvimos y tendremos en Samekh.
La Puerta de Daleth el Fiel nunca cerró.
Abierta está, ¿la has cerrado tú?
¿Acceso das a la Serpiente que te envié?
¿Restablecíste tu coito con la eternidad?
¿Abres de par en par puertas
y ventanas a la sincronzación?
*
Areito
Hoy es día de areito en Borinkén.
La luna nos reunió con viejos siglos
y el Edén está despierto en el centro de mi cama.
Con el coquí se adormila la niña
de mis ojos, cuya piel como bauxita
recuerda los colores y la oscura memoria
de la noche, el reposo, la intuición, lo perenne,
y a pistos, poco a poco, nos Habla
aquel que nos habló.
Sea o no acabado el rito de cojoba,
¿quién duda que ve, con nítido fulgor,
la figura del Espíritu mayor,
si aquí la vemos, quien dará mangonada
a lo que oye, si una Ceiba crece
más alta que los ocultos esplendores
y en su Belleza expresamos la paz
y el amor de Hessed?
¿Quién habla a quién que están
felices todos?
La danza comenzó…
Y no hay amo ni siervo,
ni pequeños ni grandes
ni tiesos de cogote ni cosijos
malditos por Circe
ni marranos ni cisnes
en la fiesta de hoy.
Sólo un Gran Rostro
y un habla original.
08-02-1989
*
El novilunio
El novilunio es el descanso
del taíno y se escuchan el tamborcillo
y las maracas en el barrio que llamaron
Espinar y la Cruz del Culebrinas
mostrada es para aquellos
hijos del Valiente que cerca
están de la mar y de formar
el templo de su interior
porque se regocijan
en la esfera oscura de Daath.
Precomprenden
su Dios.
08-07-1989
*
Bendición
Leshaná Tova Tikatev vetejatem…
Para un buen año, que seas inscrito/a y sellado/a:
Bendición tradicional al prójimo durante
la primera noche del Rosh Hashaná
Abrí la puerta y me hallé
con esta situación determinada:
el desafío que no pedí se exhibe,
impuesto, el padecimiento que siento
no lo aprendí de nadie, la culpa primordial,
la insuficiencia sin fIn de la Existencia,
no son nihilismo. En el me tiempo,
me existo, libre y necesario.
No fui ni soy ni seré (lo dudo)
atemporal, mero gránulo soy
del cascarón más roto, picoteado,
pero, en esta finita sensación,
lo sensible, dialogo,
comunico, me trasciendo.
El amor del verdadero ser,
el Numen, quien creó su Fuente,
Des Selbe, es mi cayado,
mi abrevadero.
09-09-1999
*
El reposo
Ahora reposará el Olam ha Asiyá.
Se completará en tí y con mi parto
estará disponible. La mucha miel
no es buena, la mucha luz
nos ha cegado.
Alguna vez, Arbol de Vida,
tendrías que ser mi ciencia
y mi fruto de conocimiento.
Dentro de la materia, El todavía fluye
como un río que para nuestra fortuna
ha manado, Adam.
¡Qué ricamente nos circula!
El es justo, distribuye los opuestos.
Nos atempera. Equilibra los rivales
de las sombras. Es luz y son muchos sus ojos
en sus cielos, las estrellas nos bendicen
a distancia y son muchos los peces
que son ojos en el denso fondo
de los mares. Arriba y abajo, Adam,
el Todo es Nuestro.
5-9-1998*
Descansa
Para leer en la Fiesta de Pésaj
Desde que salíste de Egipto,
¿qué has hecho, si no quejarte?
con ese impulso malo, perverso,
ietzer hará.
Todo el acto entitativo te lo dí,
la Existencia real, tu aquí y ahora,
y aún actos subliminales, intuitivos,
¿querías más? Olvidas que te ordené
descansa, el mundo así ya es suficiente.
¡Ah, pero si amaras, si aprendieras
a hacerlo, confía... yo llenaré
la olla del rescoldo, nuestra cena
de adafina; tú me darás la aguja
y yo te haré sacar miles de rejas.
Dáme treinta y seis justos / tzadikim
de tus generaciones, plasma
un hermano de verdad con veintidós letras
de mi alfabeto santo y te llamaré
Hijo de Pacto y te hebronaré.
Hijo de las tres madres, niñajo
de aire, agua y fuego, te conectaré
con lo sublime cuando completes el viaje
a través de la Cueva de Majpelá.
* Indice
La ostra de la sabiduría
Vivenciarás la muerte absoluta y te haré vencer
sobre los demonios rojos de Seth;
no quedará carbuncio en tí: Sepher Jedzirath
Esto es lo que eres, piedra bruta,
limosita sobre el musgo. A veces
me pareces la cabeza de Hidra
bajo el frío de la roca.
Y tu paciencia es inmortal porque
yo filtro el agua, te hago agujeros
y quemo lo sucio que hay en tí
cuando no sabes que hasta el Aire
te abre y te visita. Sólo deja que yo
examine tus sámagos
y que me alimente con tu muerte.
Esto es lo que eres, Carlos,
un pedazo de ahebah, amor,
que desprendí de mí
para que me adores, en Unidad
/ Achad de mi No-Ser
que en tí será.
Yo soy la Ostra de la Sabiduría
y todos los ojos de los peces
en lo más profundo de la mar
y en sus arrecifes y para que seas
una perla más de mi Universo
ya te tragué, Carbuncio.
Te ensalivo,
te lavo y serás una perla
de mi Novena Esfera.
* Indice
¡A tocar el shofar!
... pero el día de juicio se anuncia
en mi pequeño abecedario de senderos.
El poema es mi pedacito laríngeo
de verdad, mi salmo de consolación.
La serpiente canta en el Shofar
y su juicio es: Dejarás abierta la puerta,
Universo cerrado, porque aún circulo
y soy la intuición para tus días
de alabanza y de Yom Hadín.
Mi propia voz es la voz de Ella
y mi trompeta invisible canta la formación
y el mundo y la abundancia de Itra.
El rumor de las aguas de mi Isla /
la risa y la dulzura de la Amada / Ella,
con humildad, las ofrezco en el Altar
y, por ésto, serán inscritas y selladas
las madres,
las vecinas /os,
los patriotas, los cantores,
los rebeldes y sus causas
en el Porvenir de Adam.
Entre los que son vistos por los peces
de los ríos, aquellos que no aprendieron
a nadar contra corriente, Justicia verdadera
verán y el Destino necesario
que fue, es y será,
les será revelado en el amanecer
después del Yom Terúa.
05-11-1992
*
SensualidadTeth, la serpiente del Fohat,
la Amada es una fuerza real y tan poderosa
en la destrucción como en la integración:
Alonso Berrío Cárdenas
Toda la tierra que conozco
y me fue dada será por tí el décimo amor
si me bendices, árbol a tu izquierda
que la Gloria une a la victoria de Netzach
sobre las tribulaciones.
Toda soy yo para el hombre placentero.
Tú lo hicíste ya, Yesod,
al darme la vagina de la ramera ardiente;
tú que me hicíste sensitiva en las esquinas
de delicia, y aún frágil ante el golpeador
que, entre canallas, busca mi disfrute.
Tú me darás lo más pulcro, deseable,
y mi anatomía virginal será tu premio.
Por tí ya no seré llamada Adolorida
y con mis bayas negras te daré
alimento y flores; alegraré tu fuerza;
improvisaré, como guardiana, lo que te aloca
y te priva del sueño y del control;
sujetarás al león en descarrío,
porque a veces
lo crucial está oculto, tras un velo,
el inconsciente.
06-19-1997
*
La amada / La reina
Para conocer el éxtasis, o la divina vibración,
Shiva debe abandonarse a la percepción sensual de la mujer.
Cada mujer es la esposa de Shiva: Rita Ashby
... pero la mujer que ama y juega
con este mundo de varones y el valor
de sus colores y penumbras,
desde los cuatro puntos cardinales,
a todo lo que él percibe, ella lo triplica
para formular los tres tiempos de su control.
El mismo sol exaltado sobre las geografías
que ha dicho su cosecha de futuro,
con ella y por ella, será perfeccionado.
La luna que recicla sus presentes,
el relámpago que aconseja sus futuros,
de la mujer que más ama
será la recompensa.
Todo lo sabe esa madre
que es negra, como su umbral uterino,
y, desde el espacio interior, lo externa
y enrosca al hombre y lo echa a pique
cuando ya es su cadáver.
Ella se adelantó y cortó su cabeza
con la espada que decapita al ego
y las fuerzas restrictivas del destino.
*
Beth / Señora de la casa
Desde cualquier jardín que cultives,
a su propio paraíso, lo llamarás
la señora de la Casa.
Beth será su nombre.
Se esconderá entre lirios de verdad
y, al verte, se fundará la rosa
y los cinco sentidos con que tú,
el Amante, la nombra.
Cuando a ella digas, «Yo quiero / te amo»,
piénsalo bien: las experiencias observadas
se permutan, los jardines son mágicos
y ella está desnuda, la Eva serpentina
atrae y repele; a todo lo refulgente
que víste en cielo y tierra,
sólo Ella se lo traga desde el principio
por su linda boca de manzanita,
lo regresa a lo oscuro.
*
Madre de todo lo viviente
¿Dónde estás, Amante, que,
desde Yetzirah, predios de las formaciones,
se arrastra la mujer que salió de tu esencia?
Nachash entró al jardín de tus lirios y tu rosa
y entre pilares del Ser está la ambición
que rompe el estrecho paradigma
Vida y Muerte, Verdad y Silencio.
¿Dónde estás que el encantador
que es la Madre de todo lo viviente
te ha revelado el Libre Albedrío
por la vía de la hiedra y la serpiente?
*
Tierra mía
Matría, patria, te buscan los amalecitas.
Enemigos míos son. Condenan tu hembritud.
Se transforman en ácaros, en pulgas
que te comen el útero, que buscan el cobre
en el fondo de tus minas y cordilleras.
Quieren prostituirte y hacerte cascarón
y tikkum, residuo de mundos
de vasijas rotas y vestíbulos demónicos.
A tus enlaces los llamaste santos,
pero con doctrinas de la muerte
te dan besos de Judas. Te afligen.
Te venden en la esquina de piratas.
Te incendian en Arecibo, en San Juan,
en San Germán, en Añasco.
Te bombardean con doctrinas falsas
para que se destruya el Estado Nacional
y soberano de tu Altar en la Tierra.
Amada mía, estás llena de ladrones,
ganapanes que por monedas
te machetean el alma
y te vuelven la crédula de las proclamas
de Miles y siervos de los Imperios coloniales.
TERCERA PARTE: EL ENAMORADO
Consolación
Borínquen, la tierra del Edén,
la que al cantar el Gran Gautier llamó
la Perla de los Mares, mira que si te mueres
por mis pesares...: Canción popular puertoriqueña
Yo Soy el hondero que lanzó
la piedra y te eligió. Herí la frente
donde no está el sello de tu bendición;
yo dije Soy en el Caribe.
En las perlas de tus mares
te adelanté un pedacito del Edén. Mi Promesa.
Ve y reposa. Consuélate que el Gran Gautier
está conmigo. Lo besé y al pequeño moshé,
Ramón Emeterio Betances, quien te dio
Diez Mandamientos de los Hombres Libres
y un conato isleño de antiguo drama,
cuando entre Soco, que es Judá, y Azeca,
desafiada fue Israel, también
lo recibí en mis brazos. Lo guardo.
*
Enamorándola
Desde hoy, Amada, serás la ñorsa,
la mein, la efectiva y yo seré tu buey
y tu metal de plata, seré el segundón
de tu luna, y en el útero donde se gesta
la palabra, en el cuello de tu larínge,
empujaré el nabo violáceo,
jiruto sobre tu desnudez,
porque eres quinta y tapada
y de mi ojo de payaso no hicíste burla.
Seré yo quien ponga rata a tu Luz
(pero ya eres tú... ¡la Luna misma!)
y yo, tu sol opaco, evolutivo.
Ya me díste pan de pancho, pan bolillo,
pan ahogaperro, hic et nunc,
por mis traiciones y has sangrado,
durante la noche que más quise tu cuerpo.
*
Socialización
La ausencia de bien (ietzer hará) se expandió y como consecuencia, el mundo se transformó. Si el hombre es capaz de llenar ese minúsculo punto de falta de bien, con su voluntad e impulso por el bien (Tov), el mundo que sin la participación del Hombre Adam heredera, entonces la Creación estaría completa y el objetivo de la creación se cumpliría: Abraham Goldberg
Orgulloso de tí, el Sol te saludó.
Ha sido generoso, siempre leal,
¿qué serías sin El si no lo amaras?
Una mirada suya tienes cada día.
En la noche con luna de mujer,
el Sol esparce el cotidiano arrullo.
Cuando nacíste, tras el big-bang
del Bereshit Bara,
Sol y Luna te dijeron: ¡Qué bueno!
Tov meod. ¡Vive!
Crecerás, tendrás frutos.
Venus quiso dártelo todo
con formas de su belleza y vino a verte
y a Ella / Amada / energías delegadas,
la hice ajustadora de la Urania,
para que, con la Luna y la serpiente,
cuidaran tus hortales;
para mucho quererles; advertí:
Con Tiphareth / Belleza,
Mi socialidad enseño;
con Yesod de Luna, dispuse la base, tu cimiento.
A todos tus vecinos convoqué
¡vengan, vengan!
y que no haya muchitanga de nangos
sin su primera oportunidad de abrazo,
vengan y aprendan, pero no finjan
con metagnomía. Jamás.
Ante tus Hijos y cada coparticípe,
de la sangre del Toro
manaría la vida, permití que sean mis Mitras,
mediadores, ángeles con mi luz.
Adam Harishon, a las tribus
que nazcan en Malkut, díles hermanos
porque a todas doy el Arbol de la Vida.
Multiplicáos, les dije.
Organicen los pueblos del porvenir.
*
Dáme más mundo
Tranfiero mi energía, tú díme donde.
Dáme pues más mundo.
No sólo un cristal, tumba bacteriana,
alárgame, ensánchame, sistema complejo
seré, puedo-serlo, proyecto.
Súrteme con lo inmenso
de Tu Espejo Oscuro y dáme
olfato, sabor, oídos, ojos
en las tinieblas, pupilas
que se traguen las luces,
el tacto, rótame
y acelérame en lo lineal de lo vivo.
Hazme consciente de si estoy
en el fuego, abrígame en lo frío.
Posiciona mis articulaciones.
La extensión muscular será consagratoria.
Ténsame cada músculo, párame
el rabo, házme alerta, profundo,
con presión arterial, la suficiente,
con presión central venosa,
la indispensable; infla mis pulmones
y que, por la boquilla del shofar,
oigas mi aliento.
La temperatura de la sangre
que, en mi cabeza, produzca pensamientos
y abra el Dalet, la puerta de glucosa
y la miel de Tu Amparo.
Bautíza en el pH del líquido encefaloraquídeo.
En consecuencia, por lo dado, a tu proceso
llamaré Libertad, Redención, Existencia.
En cambio, te daré no el mundo dionisíaco
de las ménades... ¡mi apertura!
la visión intuitiva de la constancia
de lo constante.
*
Oye
… y estarán estas palabras que yo te ordeno hoy sobre tu corazón. Y las enseñarás a tus hijos, hablarás sobre ellas, cuando estés sentado en tu hogar y cuando vayas por el camino y al acostarte y al levantarte. Y las atarás como señal sobre tu mano y serán como frontales entre tus ojos y las escribirás sobre las jambas de tu casa y en tus portones (de tus jardines y ciudades): Dt. 6: 6-9
Shemá Israel
.
Que nadie quiera en tí…
un Ser desfigurado, menos de lo que seas
en justicia y verdad; aléjate de quien
lo pidiere de este modo
y evita comer con sus víboras
(por las puertas traseras del olvido
no entres; como ladrón, no entres).
En la mesa del mentiroso y el infame
no te sientes, a su casa no vuelvas.
Entra como rey, príncipe, sacerdote
del que Te dio Puerta Ancha en su corazón
y libre albedrío, árbol de Ciencia
y Conocimiento, árbol de paraíso
y Belleza, Verdad, Misericordia.
Que nadie te maltrate
porque la memoria de Teth ya no vive en él.
Pon en tu frente el sello de quien Te amó
primero que tú a El, el Sello de tu Tefilín.
Saca de ronco pecho tu verbo,
tu aliento de Shofar, suena trompetas
porque Novilunio tuvíste
con el Rey del Universo.
*
Oye, Occidente
Oye, Occidente, que apenas conoces
la tradición oral de los tannaim
en el corazón del bueno se origina
un Libro de Esplendor y las primeras
serpientes para regocijo nacen
y no para temor; oye, hijo del Oriente,
consuélate en belleza, no sólo de ley,
porque el pacto sigue ahí,
la esfera oculta vuelve
y redención verdadera
hay y se cantará en los puentes,
en los dormitorios,
en jardines,
en calles donde jamás
se cantó,
y la declararán los circunscisos
en su corazón, llevándola
a las aldeas donde por causa de miseria
no fue obispo alguno, ni predicador
de vanidades, ni envangelista
de espada escondida y charafote
de hoja ancha de etnocidio
y crueldad.
*
Oye, Israel
Oye, Israel, fija en tu cabeza la estructura
del poema humano. Aún en el hombre
hay esplendor, pero más vale ser
que parecer y tu mejor amigo,
¿quién es sino Dios?
El Anciano que te conoció
por siglos y envió su Serpiente
para compañía en los días que quisiste
la dura y menos dulce porción
del espacio y salir del Edén
y cultivar tus propias flores.
Sazona tu mano antes de ofrecer
el poema que te corresponde;
humedece tus labios con rico vino
si tu voz dará cantos; pero las rosas
y las perlas a los puercos
no las ofrezcas como alimento.
Ante las velas encendidas del Yom Tov
Oye, hijo de Adam, oye tú
que una estrofa hicíste con tu cuerpo
y salíste a la gravedad, fuera del paraíso:
el corazón es lo más dulce del Sendero.
Acuérdate que la energía de Guph
mueve la bestia, pero tú eres Ruach,
espíritu para alabanza y el Gran Fuego
que para endulzarte ha venido.
Oye, tú díste los altos de las jambas
y los frontones de tu casa,
por tí es posible la canción.
No serás avergonzado.
En la esquina de tu jardín
escribíste el poema que te dio
tu corazón abierto.
Oye, hijo de Adam,
con el lenguaje y el Shofar
ya no hablas para las hienas
(ya no eres ni nunca ha sido una alimaña).
De las moscas nunca fuíste hijo.
Con el Rey de Universo
te hijifiscate, pedíste espacio
para tu destino, espacio vital
para cantar el Lazo de su amor.
Ven, pues, con la garganta del Shofar.
Ven con el beso sonoro al día
del Yom Teruá, canta para que seas
inscrito y sellado; repite con los niños de Adam
la eficiencia de más años en el espaciotiempo:
Bendita sea la fruta nueva
que soy, bendito el fruto de mis días.
Trae la guayaba, el durazno.
Pon en la mesa mangos, quenepas,
abre la guanábana, añade el melón.
Conversa con labios de ajonjolí.
Rememora el maví de Cayayo.
Invita a tu casa al que canta
y goza, con cuica de alegría,
su danza de shamán,
su ritmo en regocijo de amor.
Que coman el pan con miel
junto a sabios cuyos labios
son Jalá, actos del Pan consagrado.
En el Libro de la Vida nos bendicen
los humildes, ofendidos, burlados
ávidos de perdonar y ser perdonados
aún en el dolor del Yom Kipur.
*
El vínculo de Emeth
¿Cuál es el lazo que,
aún por temor a la blasfemia,
prescindo yo de llamar tranquilla,
sujetadura, esclavitud, chantaje?
¡No, no, es vínculo tan solo!
¡Es teleología!
Me díste guinda
y como niño me colgué de Tu brazo!
Me pregunté, no sé cómo,
si me asocias a lo que dijo
Romagnosi: natural condición,
imprescindible, deseable,
sea como tal la sociedad
para los sapiens; o lo que Vasili Rozanov
concluyó, porque filosofaba:
El instinto sexual es el reflejo
del espíritu creador del Universo.
07-07-1994
*
Los amantes desiguales
Ustedes, en los Valles de Maasith,
apenas han logrado tenderlas
sobre la pella de los puercos
y abrir sus mitos como muslos deliciosos.
Ellas sí saben guardar sus pies
de sombras, cuidarse
del sucio de la ciénaga.
Ustedes han visto poco
porque buscan con el dedo en el buraco
el clotis de los goces y el ombligo.
Apenas saben cómo herirlas sin matarlas
sobre el aditón para que sean para ambos
los beneficios de las generaciones.
Ni chicha ni limonada sublime han ofrecido
para sus labios sedientos de madre.
Se creyeron muy listos
por sus espadas anchas de homicidas.
17-06-1991
*
Seth, evificante
Otra modo de fundarse la verdad es el sacrificio esencial...
una proximidad de aquello que no es absolutamente un ente,
sino lo más ente de lo ente: Martin Heidegger
Ella es el ovum de los entes,
canción de agua y vitamina,
red de aminoácidos.
Afirma con las luces del cristal
la melodía incesante del HAGASE.
Ella es la mujer ovitesticular de la sombra acuática.
Limpia los manantiales del sedimento oscuro
donde el NO-SER dijo presente y me abandona.
Por las grietas de la noche original,
fluye como nereida en la hormiga
y hormiga viscosa de las olas,
sirena caprichosa con escamas,
blanca carne, afrodisíaca,
con aletas y fotones.
Es la imaginación líquida de la espiral iluminada:
la que vive del ovario de las ondas
al amarrar bosones y hadrones que le brinda
el que se fue de sí, sediento de su propia dulzura.
En las curvas del riachuelo está su talle
y, al paso de las grutas, ovula.
Como llamas ardientes son sus labios.
Como musas al viento, sus canciones.
2.
Ella guarda el recuerdo del caos como agonía;
pero su escondite es lecho de miel
que algún día su varón vendrá a beber
o a hacerla amarga el que no quiere
la existencia del NO.
Y allí, por cierto es donde descansan
los consuelos endocrinos
y la creación, enamorada y lúbrica,
sin edades, sin referencias, sin voces...
06-07-1989
*
CUARTA PARTE: LOS VECINOS SOLIDARIOS
La niña esplendorosa
(Estar) en el mundo, pero fuera del mundo: Zohar
Estás en la Tierra, el mundo, y así quiero
que sea, hijita mía. Un ser social, armonioso y gregario.
Llena de luz la recámara, pequeño Bien,
tesoro de la cuna. Sé mi lámpara y luz
para muchos candeleros.
Para cielo y tierra has nacido.
Confirma los milagros del Sinaí y sé,
por rechazo a la esclavitud y la opresión
del mundo, como Moisés, el Maestro...
mira qué profunda expectativa:
eres el potencial oculto en lo real,
nueva voz en el desierto,
milagro con voz en el útero de Egipto.
¿O acaso no has de ser, como yo te sugiero;
serás vasija rota?
No lo eres. Esto has de ser
... simultáneamente, sociológica, aquí y ahora
rectificadora y mundana, y, por otro lado, divina,
fuera del mundo, fiel a Quien se ocultó dentro
de Su Creación como forma oculta en la materia
y nueve niveles de paz y de alegría;
Quien preña al mundo no es otro que el que obsequia
la vida desde Jesed, la Energía, base de toda realidad,
acto donante de su benevolencia.
Sé de El, como de la paz universal y de su lucha.
Aprende a tiempo que hay vasijas que se colman
de impureza; tú no eres una. Se te forjó
con el útero virginal / Obra / Nombre Oculto
del Supremo Tzadik, el que no miente
y en tu preñez latente se puso paz
entre el agua y el fuego, el aire y la tierra.
*
No te dejaré solo
La propia tierra debe ser traída a la presencia y ser usada como aquella que se cierra a sí misma... para liberarse para ella misma: Martin Heidegger
Escardo entre simbiontes.
Escupo las espinas y no siembro abrojos.
Hijo mío, ¡si no soy manco!
No te dejo a solas con falsas serpientes.
Como sal del mundo te designo.
En la muerte no te lamerán escarabajos.
Soy la sal del Universo, incorruptible,
vivaracho y adenoide, para así quererte.
2.
Ne quid nimis / nada con demasía
a Yván Silén, Joserramón Meléndes y
Néstor Barreto
Como altar eficaz, Yo dí la dualidad;
mi presencia, mis ángeles
entonces reales en tus ojos.
Tu tiempo en el Edén fue casi el mío,
relojes de sol, ciclos planetarios.
Nada en el cosmos es caos.
En la tierra que te dí
puse el Silencio de tu ser-aprendiz,
niño de Sol, sostuve en tí la Alegría
del Loco de verano y la humildad
del que oye y ve y obedece.
Te dí la bicameralidad neural:
la hermosa esquizofrenia del poeta,
el mecanismo de los que alaban
al Dios de sus cimientos.
Nada tenías escondido,
nada que esconder de Quien
te dio su Voz todos los días
para que hablaras Verdad
desde la izquierda del Pilar
de la Sabiduría.
*
La cajita negra
Barúj atá Adonai E-lo-heinu mélej haolán asher
kidshanu bemitzvotav vetzivanu likboa Mezuzá:
Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey
del Universo,
que nos has santificado con Tus Preceptos y nos has
ordenado fijar la Mezuzá. Mitzvot #15: Dt.6:19
Asomará el Viviente que me ve
su Corona / su Nariz / sus Ojos
por la puerta de entrada
donde mi corazón es
mi mezuzah.
En la jamba derecha de mi puerta,
oirá mi voz, mis invocaciones;
en el interior de mi casa, verá
la parte donde inclino y fijo
la válvula de aliento
de nuestras mutuas bendiciones:
escritura es para memoria
en tiempos de Amalek.
Y, cuando salgo al espacio
donde su impureza persiste,
me escondo en la Voz, Tu Voz
que habita dentro de mí,
memoria de la Casa que El me dio.
*
A los herederos de Jerusalem
a Ravenu Bejaié, cabalista judío
Son todos ustedes, hijos de Adam,
mis amados. Conexos son de mi pacto.
Como un solo pueblo de Urania, les observo.
Mi geografía no es mínima.
Son los vecinos de mi ciudad.
Heredad adquirieron en Jerusalem.
Cuatro niveles de kedushá
mi ciudad tiene, nación de naciones
ha de ser Su Templo.
Quien quiera ser hombre universal
bájese del camello de su orgullo.
No transgreda mi paz. No tome
en vano mi propósito.
Despójese del cuerpo del marrano.
Desnúdese y lávese porque sarna
y vómito es la hipocresía de quien come
los desperdicios de la vanidad.
Los idólatras, vestidos de shafán,
no entrarán aquí, porque antes el mar
vendrá con sus dragones y las olas inmensas
los perseguirán y el carro de Neptuno
arreciará sus caballos gigantescos.
Al fondo de las aguas irán
como pizcas de sedimento, reducidos
a más pequeñas dimensiones
que el granito de sal.
Quien con la honda de David
y cinco piedras lisas del arroyo
lave su voluntad y pula su fe
más fuerte será que el arcabuz.
Vencerá a los filisteos con la mano
del Control que es, por fuero del Hacedor.
En el salmo del amor, el corazón es acepto.
El arma verdadera será con paz.
Y morirá el hijo rebelde,
bien sorer umoré.
El rival morirá junto
a los perros bravos de la temeridad.
Con pequeños corderos,
sin práctica de espada, en Jerusalem
edificaré fortalezas, castillos de amparo.
En nación de naciones tendré mi sustento
porque, no para siempre, existirán
los herederos de Amalek.
*
Daleth / La puerta
God sends the marvelous Adjusters
to indwell the minds of men: The Urantia Book
Dejen la puerta abierta
que la persona universal no los olvida.
Habitaré en su corazón y al paisaje
lo llenaré de paraíso; comunícalo, poeta.
En el espacio,
matriz de las formas exógenas
de extensión, sustancia y premateria,
desde el Edén, les amé con mi aliento
y con obreros de similar amor
y con Verdad, edificamos la biología.
Con ramas del Arbol de Vida,
dimos salud a las naciones.
Organizamos la evolución.
Esparcimos al Adam, evificamos.
Caín hizo su clan.
En aislamiento espiritual
se contuvo. En Urania
halló su camino a Nod.
Tú, hijo de Teth, escribe
en las crónicas de la Novena Esfera,
que Yo que te saqué de las zonas
quintaesenciales, inmóviles,
donde el espacio no existe.
Te dí la Puerta a la Isla de lo Eterno.
En el Caribe escondí los paraísos
desde los cuales el pasado,
presente y futuro, se coinciden.
Escribe, poeta de Olam ha Asiyá,
que la puerta del pacto
es el corazón abierto.
*
El Gran Ajustador
Tu Padre, Causa primaria de las causas,
Centro de todo Universo, el primer Padre,
Dijo: ¡Abre tu matriz a mi palabra, oye bien!
Lame el clavo que fertiliza,
chúpalo como nabo, bebe sopas
de mi alfabeto santo, por algo te lo dí.
Abre tu corazón al centro geográfico
de lo Infinito, y mira
que por algo te organicé
el corazón desde Tipareth.
El centro de mi Arbol está en tu árbol
y el ¡Ay del parto es tu corazón quebrantado
y tu cabeza ancha, ojos de zorro y hocico agudo!
¡Carlos, ve! Y comunica a tu pueblo:
el pacto sigue en tu tierra
cuyas aguas me ofrendaron su sal.
Hábláles acerca del corazón otra vez
porque Amalek trajo ya su impureza,
pero el pacto sigue.
Ve salta y chapotea sobre las aguas,
abundancia de Dios, dulzura
de Guajataca, da tu Tashlij,
y toca alto, sonoramente, tu Shofar.
Anuncia: El pacto sigue en pie
como la Cruz del Culebrinas
sobre las aguas de tu esplendor
y ante las ruinas tristes del Espinar.
08-17-1989
*
Los inmaduros
¿Qué saben ellos de Jachin y Boaz
cuando son chicorrotines, impúberes
de bla-blá, sin alfabetos, sombras
aterradas con por las Mayas de dualismo?
Su entusiasmo, tumba-loncos,
su guerra santa, vale lo que vale
un grano de comino y cada cabeza
que cercenan más valiosa
es que todos ellos;
por eso cada cuerpo se repite
y ellos lo ven, con ojos ciegos,
en ropas de deshonra,
en vasos rotos.
Nada cambian.
Son héroes del pillaje.
Espadachines de la muerte.
Hijos del quebranto.
Batallan por las nenorras
de algún ilusionismo,
alienaciones del trascendentalismo.
*
Formando el carácter
Una representación dialéctica es también su contrario... El lugar abierto en medio de lo ente, el claro, no es nunca un escenario rígido con el telón siempre levantado en el que se escenifique el juego de lo ente. El claro sólo acontece como doble encubrimiento, pero la esencia de la verdad reside en el combate primiginio en que se disputa el claro, o centro abierto, donde se vence el doble encubrimiento y el mundo se funda sobre la tierra: Martin Heidegger
Cocina para mí. Satisface mi olfato.
Dáme ofrenda aunque por acusmia cósmica
te pienses abatido, solo y engañado.
Háblame desde aromas feromónicas.
En los vuelos nupciales de la abeja, participa.
Házte celda real, privilegio de zángano.
Muere orgullosamente; pero, aprende
la alarma de los mensajes químicos;
pide lo tuyo, vence la subsconciecia.
No seas huérfano ni fosa ni pajarón distraído.
Segrega tus hormonas, como Varona, evificada.
Díle, fiel, que la hallaste, eres su compatible.
Ata al mundo, huele al Ofiuco, siempre atractivo,
en interacción gravitatoria, eres el sabio
que puse Arriba y Abajo como heredero.
*
Hermano mío
a Federico Nietzsche .
Torturado por las contradiciones
de la realidad te encontré, hermano mío.
Para mí, el más querido de todos los románticos.
Juntos tratamos de escupir al Hombre Neutro,
a su mejor construcción, los rebaños.
Quitaríamos el poder a su mentira.
Dejaríamos el arte y nada más que el arte.
En la multiplicidad de miles de impresiones
(percepciones de datos inauténticos), me hallaste.
Yo lleva el Shofar y el tuyo, nada que ver
con la serpiente como el mío. El tuyo fue
conocimiento relativo, provisorio, precario.
Un cúmulo de la gnoseología del que dijíste:
«Son estímulos necesarios si entendemos
que el nihilismo es la misma moral que nos infecta,
la que organiza a Jacob como gusano».
La moral es la Circe que te vuelve marrano
y ronchas da tu a tu piel, sarnas de prohibiciones.
Arrancaste de mis manos la flauta que era mía.
Despojaste mi shofar de un arrebato... pero ocurre
que yo jamás he sido pesimista por decreto.
Y de ninguno huyo ni de tí ni de la verdad
ni del arte, aunque con éste, tantas veces
por norma, claudicamos, simulamos intelecto.
2.
Dios ha muerto:
Federico Nietzsche
No me has quitado todo, Federico.
Inventaré más flautas, hallaré otras
serpientes ígneas, renovaré mis cantos.
«Vamos a matar el Ser del Ente»,
me dijo, «a dios y al platonismo»,
a la Idea, la cosa-en-sí.
«Viraremos el mundo patas arriba.
Lo verás si andas conmigo, tú que crees,
como yo, que el arte tiene más valor
que la verdad, amigo Carlos».
Fue, por lo que anduve en fachas,
como él, escarbando en las cloacas
por los restos divinos.
Vestido de ateísmo en los panteones
con rameras y vedettes de falsos pies ligeros
en vitalismo, borracho de proyectos y vino.
Presupuse entonces todo objeto,
cada ente en el fondo fijo, inerte,
acumulado, «pero la vida sin objeto
no es vida», sí... saqué a De Hostos
del escurrajo de una copa de vino.
¿Con qué misión arrastraré este cuerpo?,
le pregunté al filósofo que ripostó:
«Con arte, Carlos, nihilismo activo.
Eterno poder, sin meta, voluntad edificante
de tu odio; desoyendo los metafísicos
del pueblo, huyendo, vapuleándolas
como moscas venenosas, con desprecio».
«De los torturadores, su sermón no oigas.
A Ecce homo, cocido por el látigo, crucificado,
no vuelvas a imitarlo; del Aparato Simplificador
que ha mancillado el destino de confianza
y que ha creado entendimiento,
no consumas un ápice».
No hay acceso a la verdad, poeta.
El entendimiento es poder de un pobre diablo
que vive de pedir la obediencia del más necio.
El entendimiento es el trono de los demagogos.
Ese saber del metafísico y el moralista
son el sarcasmo perfecto del Estado.
3.
La vida debe infundir confianza: la tarea así planteada es enorme. Para
resolverla, debe el hombre ser un mentiroso (Lügner) por naturaleza; debe
ser más que otra cosa, un artista: Federico Nietzsche
Lo que el engendro de la ciencia sea
voy a tomarlo como arte, Federico.
No elaboraré conceptos nuevos
ni me fiaré de lo abstracto.
Deja que tenga mi dosis de fe
y anda conmigo, como el hermano mentiroso
que admití; yo debo amarte; es parte de mi ser.
Mira que te llamo hermano mío;
no porque sea un misvot;
te amo para darte mis sueños,
un poquito de mí.
Clama, pregunta y dí ¡la vida vive!;
debe infundir confianza, voluntad, hedonismo;
yo te responderé: ¡pero también la muerte!
clama, pregunta y dí: ¡no hay espíritu,
sólo el eterno retorno, sin metas,
lo oscuro y dionisíaco!
Te responderé: ¡el azar existe,
pero no es tan libre y poderoso!
clama, pregunta y dí: el autoengaño
se comió a los hombres, la filosofía
acaba de morir; no hay vuelta de hoja
ni intuición intelectual, nos jodimos;
yo te responderé: Que las automentiras
no duran para siempre y que el Universo
origina muchas paradojas.
Neo-amalacitas
al Cacique Aymamón, neo-amalecita
Llegó la sangre al río.
Los taínos la vieron fluyendo por Aymaco.
Donde nadie esperaba, Valle del Culebrinas,
tierra de inocencia y sedimiento, edén
del trópico, el caín manchó los aguas de consciencia.
Distorsionó semblantes, ensombreció la tierra.
El ADN fue maldito, un mensaje del código
diría: Se suspendió lo eterno.
Don Diego Salazar, de la Villa de Sotomayor,
intensificó su venganza, hirió a 300 indios.
Salcedo murió en cercanías de Añasco;
Aymamón estuvo en vela. La inocencia
había jugado a la pelota con el cielo
y una mancha purpúrea persiguió
a todos, a Salazar, al extranjero,
como en tiempos de Amalek,
sacrílega sombra, trágico ejemplo.
De Caparra llegaron más gendarmes,
hombres con hopeantes perros,
caballos que parecía demonios,
espadas filosas, ávidas de sangre.
El cautivo tenía escrito en la frente,
amalecita, Aymamón lo tomó
como compadre, lo admiró como a héroe
y le pidió su nombre por causa de la espada.
En menos de un día de luz,
a los predios de Aymaco, el nuevo amalecita
llevó la sangre al río; con la espada de Salazar
vencía a los santos, se aliaba al enemigo.
Adoctrinaba el vicio de la muerte,
la traición, ay mamón, su treta infame.
El mal taíno entregó como cuartel el Culebrinas
y de Caparra llegó terror de artillería.
Nació la esclavitud desde el Aymaco.
En algún lugar del monte y valle,
más tarde, tierra mal llamada la Isabela,
el cacique Mabodamaca fue atacado
y un imperio de guasábaras izó su ira.
La Villa de Sotomayor fue arrasada.
Se quemaron bohíos, en represalia,
se violaron mujeres, niñas. Mataron ancianos.
Se cruzaron las flechas a la muerte,
al suicidio colectivo y al oprobio.
Con ventaja amalecita vencieron las espaldas
y nació la esclavitud, desde el Aymaco.
Miles de miles de taínos en genocidio
sojuzgados, te clamaron Jaber, pueblo santo.
9-9-1999
*
Ansiedad del pequeño cordero
Y, porque entre 700,000 y cuatro millones
de personas son esclavizadas en el mundo,
en la fecha que yo designé mi hoy,
aquí y ahora, me despertó
el dolor, la diabetes y las lágrimas
y, aún humillándome ante el conexo
que Revenu Bejaié juró como verdad
del pacto de mi conexión, descreí
y él me dijo: Pez, vuelve al agua.
Halla la Ostra que te tragó.
Cordero, vuelve al aramio.
Polluelo, el cascarón del que salíste
fue endulzado; pasó por tibias alas
y no requiere tikún, rectificación.
¿Qué contigo? ¿Eres o no poeta?
¿Tuvíste o no el color y la verdad
de una perla examinada
por los ojos de Ivhe?
La promesa
Vuelve a la cama, pez de la Diáspora,
hijo del exilio, peregrino, circunsciso
de Borikén, que el niño de Isaí,
el menor, rubio, hermoso de ojos
por tí y tu pueblo golpeó la cabeza
de Goliat y el manto de los violentos
fue rasgado.
Los fieros amorreos, amalecitas,
filisteos, la jungla del perverso,
están siendo vencidas una a una
por la justicia que es por siempre
y por causa de la porción de Tu Heredad.
Acto creativo
Supremo entre los verbos soy:
la densidad de los quarks.
Dueño de la compresión infinita sobre el punto
de cada singularidad que se dispersa y se ondula,
soy el que condena a la mónada
y la ejecuta sobre sí
y la colapsa como avellana seca
en la mano del Destrizador que habita el Caos.
A las sombras de la impermanencia, desafío.
Al universo quiero como fruta del caimital,
con más blandura que dureza,
con más agua que plasma,
con más canción que lamento.
Cada fruta es dulce para que se hienda
al toque de mis uñas cochambrosas.
Yo soy Eros desnudo en búsqueda de espacio,
vibración y cobija, el que invento la forma
con delicia, partícula fundamental de una belleza,
que es mi único sentido, mi sublime miseria.
*
Mi pesadilla
Ve, destruye a los pobladores de Amalec, y házles las guerra hasta que les acabes:
1 Samuel 15:18
Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shut, que está al Oriente de Egipto. Y tomó vivo a Agag, rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada: 1 Samuel 15: 7-8
... pero, ¿cómo ha de ser que duerma yo
si los nangos, forasteros necios y aguerridos,
se asoman por mis ventanas como mozalbetes
mocarros, vanidosos de bronca,
y maldicen mis dioses y sistemas;
se burlan del cayado que con mi paso
se arma y quiere afirmarte
y ser caribe, como aquellos ancestros
que me díste con el ejemplo de Saúl
y Samuel, el juez, que cortó la cabeza
de Agag, el perdonado…
¿Qué? ¿No sabes que donde estoy
(como David cuando fuera perseguido
por Saúl en la tierra de Nod)
más de 20,000 inocentes cada año
son traídos con engaño para explotación,
son forzados a trabajo, a sexualidad ilícita,
en la Tierra del Sueño Americano?
¡Al narcotráfico involucran,
a darse dicha falsa con el dólar,
a instigar la metagnomía,
a burlar la visión intuitiva
del Altísimo con el escapismo,
el juego, el fraude, el consumo!
¿Qué? ¿No sabes de los nuevos mercaderes
de paraíso, que blasfeman los regocijos
de tu pacto, tu ley universal,
tus reales formas de misericordia?
Gato por liebre dan al perjurar
en el lenguaje de los dólares:
In God we trust,
en Dios la democracia y el delito.
¿Qué? ¿No sabes qué difícil es decir
como David: Dios que me ha librado
de las garras del león
y de las garras del oso,
él también me librará
de la mano de este filisteo?
*
El desfigurador
El hombre mutilado no quiere
el viaje en que se te hallará, Alma mía;
no carga las copas con que se ha de beber
en libertad y en gozo. Rechaza
la espada luminosa con que tendrán
que protegerte de las hienas hambrientas.
Niebla de sangre cubre los picos blancos,
la Abstracta Trayectoria, que son fondo
del paisaje fecundo.
El hombre mutilado es un bufón,
sin inocencia; querrá lo mismo siempre,
lo cómodo, lo canónico, lo predecible,
su ventaja, su lodo.
Desfigurador del Am Soph,
Sin Fin de la abundancia de Jerusalén,
te repite: No subiré al risco
donde te escondes y desafías, serpiente
de Lerma; no existe un hoy que mediré
con mi vara, porque tampoco existe
el mañana que merezca la pena.
No hay nuevos comienzos.
Oriente y Occidente dan lo mismo.
En solitario, comeré mi alegría;
no hay canto ilimitado;
los días son grises
y las Tablas de la Ley,
duras y tenebrosas.
08-02-1997
*
A paso de afanes
Los fracasos son como encrucijadas en nuestras vidas,
donde nos detenemos para escoger nuestro camino...
Gracias a nuestros
fracasos nos convertirnos en hombres: Aksel Sandemose
Mañana, cuando estemos a paso de afanes
y bajo edicto de gaviotas en marcha,
diremos sobre el mundo lo que vimos:
veremos qué decir y qué el mundo
permite que digamos.
Te quejarás, supongo.
Te quejas siempre por la mala suerte,
porque la vida es un mendrugo
más amargo que sabroso.
No se vale soñar. Es una escoria,
escapismo, cobardía que traiciona,
una hazaña asesina, Amalek
en el arte «how-to-do-it» de Occidente.
Un ideal fascina a tantos corazones
que, cuando oprime su cuchillo al fin
y afirma su fracaso, se lleva en limpia sangre
lo más tibio y optimista del Aliento.
Mañana (porque yo confío que la vida
nos ofrece un camino y dos ruedas
de carreta), te invitaré a que imagines
que merecemos cuatro bueyes al menos.
Vamos a distribuirnos, Federico.
Inventemos dos incansables y mansas
válvulas por alma.
Al menos yo, oxiginaré mi sangre
con delicias azules y diré que la vida
me da aire, agua roja, sangre
de alborada melenuda,
porque soy contracultural,
sí, casi fui hippy, hoy que sé yo,
todo menos nihilista, pobre tú.
¡Soñamos mucho!
¿Pero mentirnos?
* Indice: Teth, mi serpiente
Las esperanzas
Me las paso pintando mis bueyes
flácidos y opacos, adornándolos
para que sean alazanes robustos
(dignos de tus ojos, hermano)
y dignos toros mítricos, alusivos
a la conservación de la energía,
la entropía, lo inagotable.
O, al menos, dignos de los corrales
de Minos y Guisando.
Subo a la carreta de las esperanzas.
Más vale ese seguir que quedar tirado.
Si voy a pie, con exceso
de pisadas ilusones, no importa.
Mañana, cuando estemos más corpóreos,
menos sentimentales que hoy,
objetivados en biología y graduados
de subjetividad por cada poro,
has de quejarte menos, Federico.
Aprenderás como yo que una esquina
en el Universo nos toca.
Podemos vivir otra vez y agradecerlo
o simplemente acabar de morirnos.
Pero insistes en preguntar al Universo:
¿por qué siendo tan grande das tan poco?
¡Ay, Federico! tú y las cifras, el cuento
del Eterno Retorno, sí, tu pesimismo
tan orgánico, inepto, sin meta, dionisíaco.
* Indice: Teth, mi serpiente
Levántate, Lázaro
Canto NO SEA, desaparezca,
deshágase la ostra, deténgase
el parto de las perlas. siendo yo
el ataúd temporal de la arena,
y sepárese la hoja del sepulcro
y ascienda a los cielos de los soles.
Levántese el tallo como Lázaro
y muévase en la palanca de lo vivo,
porque yo soy el más secreto NO SEA,
el recuerdo permanente del ser,
el que deshago el olvido de lo sido,
el que aclaro la noche del todavía-NO.
*
Quedan por quebrantar
a Donald Rumfeld y Dick Cheney
Los que sufren lo miran a distancia.
En la uniformidad de lo acaecible,
adviene la mascarada
del evento malcontento.
La habitualidad malogra frutos.
Del juicio nadie se exime;
el ojo avizor acusa, caza-egoico.
El ego es sólo un disfraz en el patíbulo;
un vuelo de cabeza fascinada
que se estanca en su viaje de naufragio.
Andrajo de memorias de quebrantamiento,
el ego es y fue llamado a la humedad
del sedimento, a la espada de Heraclés,
el tumba-loncos, a que tronchara
la décima cabeza de la Hidra,
la inmortal. Llamado fue
el ego al hachazo de Abram
que iba directo contra el hijo, allí
donde la Ira-Piedad de Dios
fundó la pira del Moriah
y su olor ingrato
de Destino.
*
QUINTA PARTE: ANECDOTARIOS
Narcisismo
a Narciso, quien se miró
en oro y azul
... pero uno había en Gal Edén que no quiso
otro rostro que el suyo en la perennidad de las aguas,
uno autosatisfecho de sus propias ondinas.
Apreció las ofertas ilusorias de sí mismo.
Y se vio en oro y azul por sus propias vanidades.
Uno que, por desbordamiento ilimitado
de la existencia, ahí donde lo puse,
no halló su libertad en el prójimo,
ni en el amor, que es ser-para-otros.
Uno había (que no los quiso bien).
Uno había, desajustado, uno pije,
sin polilla en la lengua y capaz
del homicidio, por todo lo bajo.
De la necesidad hizo virtud al desplazar
la líbido en el Estanque de las Neurotonías.
Ni la sangre de sus venas quiso, en rigor.
Uno fue que hablaría raboneras
y cerró sus puertas por la tarea
de amarse a sí mismo.
Alguien que, con carlangas, se urdió
entre los mansos y recogió
pajas de las eras, siendo tan sublime
lo que abundara sobre la tierra que dí:
A ramal y media manta, Sol,
me tienes: y amenazó:
Tomaré un niño, una paloma,
y lo haré mi ofrenda
y me oirás, al fin, porque en el retablillo
de mis pajas esparciré cenizas
y para las hembras de mi casa
traeré jorros, juguetes óseos
que mis hijas vestirán de trapo.
Fue entonces que supe
lo que él guardara en secreto:
impulso malo y que es (¡lo supe!)
un nango-lango de Nequencia,
el que anda a nones, ofreciendo
el monipodio de su oferta
y en la ringlera de vidas se torna
en capitoste de la náusea
y el Gran Visir de trifulca y escándalo.
Descubrí el encubrimiento y le llamé
ben sorer umoré:
el ángel rebelde y el golem innecesario.
06-09-1999
*
La rebeldía
¡Ay, Adam! el por qué restauración Te demando
a tí y las simientes que hoy derraman
lágrimas de Nánaco
y en Pilar del Juicio, tarugo
y bobarrón te Sé...
... el por qué no te observo querendango
ni te río las berzotas, hijo de Adam,
ni el olor de báquira y jabalí te soporto,
el por qué tu ofrenda ya no es grata y no es para mí,
el por qué, Narciso,
te rufugias en Nob y luchas
contra la Estrella de David,
yo lo conozco, tu causa juzgo.
Es que no amas ni bendices
el amor que te dimos, mis palabras oíste
y te instruí, te senté en mis rodillas.
Mas soltaste el lazo y asaltaste
la Casa de Nuestras Palabras
con espada de incredulidad.
*
Levántate
El impulso del mal, el por qué
está cautivo Adam Kadmon,
hijo de mi Verdad, varón primordial
(a cuya frente sellé con Emeth
y a quien dí Tres Madres
de mi esencia y de mi semejanza),
fue la rebeldía…
Dí el Lazo de Peniel, mis dos brazos,
Hessed y Geburah
y mi Gran Rostro, Arik Anpin…
Caído él sobre la camucha
asaltada por lobos, su catre-nido
ahíto con carrochas de ácaros
y huevos de pulgón, advertí: ¡Levántate!
porque mi nombre es Esperanza y Amparo.
*
¿Qué de malo tiene una taza de café?
a Shaddai el Chai
Un día, cuya fecha olvidé
y que hoy recuerdo, confesé
Tu Nombre, tu concupiscente, manido,
marranoide nombre, en evangelios
del goyyim, Tu nombre
de pandereta ruidosa, Tu Nombre
que oraliza e interpreta lenguas de ángeles,
curvas y aisladas fenomenologías
con sus necesidades jocosas, de escándalo,
Tu Nombre ante el cual se prohíbe el café
Donostia de Laurnaga Jaunarena y Labayen
y el Yaucono, que prohibido fue,
Tu Nombre que censura el cuajito
y el chorizo y que visitara La Lechonera,
a flor del único semáforo en Pepino,
aunque sea el ritual de las Fiestas Patronales.
Un día me sentí tan pobre que la Teta de Vidrio
y la caja de las pendejadas me llenó de sed
por las ofertas de Absoluto y me quise
morir y hacer renunciaciones.
Todo te lo quise dar por un perdón
y una invocación a ciegas que me dejara
sin gollate, más blando que la breva,
sin sarna que con gusto me pique,
sin espacio adunco, sin curvo tiempo
que me engañe... ¿Y qué sabía yo
del Olam de las emanaciones?
*
Semen de levirato
El único mundo fue mi angustia,
la sensación de náusea, la asfixia,
ese pánico de piedra que la ostra traga
(por causa del pedruzco que se pierde
entre los arrecifes), ese ocioso pervivir
que no da fruto, ese silencio
de niñajo índigo, hundido, naufragado
en el morado oscuro, cautivo
de mandrágoras y sueños de sandalias
que caminan sin nadie que las calce
por los rumbos de los tiempos imposibles.
... pero, ¿qué perderé?
Descubrí un día antes que fui circunscidado.
¿Quién me llenó de sangre los calzones?
La Mujer Eléctrica de un cartel,
la mujer enjaulada con serpientes.
Ellas me rompieron la inocencia.
Flujo, el Zav
descrito en levirato júzgame
inmundo hasta la siguiente madrugada
Derramé el semen, pero clamé por Tu mano.
... sólo por eso, llamé Tu Mano
a darme causas, a ser auxilio,
fuerza generatriz, delicia contributiva
de mis horas ante el que juega al abejón
con tu ser, tu sentido.
Ojo al pillo, Ayín, que ya me díste
el conocimiento: soy microcosmos
y hombre en la décima esfera del Malkut.
Soy el varón, pero estoy en el pilar
del centro, ¿qué darás sino la llave
a quien no quiere regirse por la Espada?
¿Quién me dirá que no interprete el pilar
del equilibrio por la puñeta diaria
o las fascinaciones?
Shevues Shav
Entonces, posé mi mano para que fuera
Tu Mano, Shaddai el Chai, la alternativa
con tus entretejidos de metáforas,
tus paradojas, puse mi mano
sobre esa tele de las predicaciones,
bemba visual-sonora de los caganidos.
Del Shevues Shav hacen burla.
Toman Tu nombre en vano
y me incitan a llorar
y sufro y lloro de verlangas
pero ellos juran con blasfemia
y me perforan, aunque es un lucro
y un cagar el palo con tu nombre.
No sé si a tí te engañan,
pero con gato por liebre a mí
me pasan y respondo,
me confieso en Tu Nombre.
*
La menstruación
Cuando la mujer tuviera flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada, y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche: Mizvot 106: Lev. 15: 19
Me contuve ante tu chango descalabrado
y la jamaicona que se escurría
entre tus muslos y tuve miedo
y, siendo que desde el olfato, me gustas,
hoy y todavía y siempre,
desde el altar de tu Zavah, me atemorizas
me chispo, salgo huyendo
y me lavo, tumah.
2.
Por eso te he censurado,
Sacerdotisa, y de mis altares te alejo.
¡Tuvimos miedo; la sinagoga duerme
cuando te dejas caer la guara
en divinos manatiales del Origen!
y quieres ser igual a Dios
de tanto amarlo, Mujer-Sacerdotisa.
¡Sin embargo, Serpiente de Yetzirah,
ángel ardiente, desconciertas,
encantas, bruja, guaifa de mi jardín,
media naranja, te encumbras,
rucaila de mis entretelas,
te enroscas, cautivas, Eva,
y desobedeces!
04-06-2005
*
Vecinos infrasexuales
Entonces, conocí al planchador.
¿Quién lo puso, pregunto, tan cercano,
a mi alcance, vecino de Mayito, el zapatero,
en la Calle Ruiz Belvis, a sólo pasos
de mi escuela, Ramón María Torres?
Enfrente estuvo la residencia de los Castro.
A los bajos ví, por años, la mueblería,
el Cementerio Viejo, la esquina de Don Nayo,
y el tentador, espiritista, Tista el Viejo.
Nayo, vecino del tentador,
también planchaba junto al que conoce
el dolor de la mirada de cada pubertario
y mascaba un malojillo de condena,
un chicle asqueante, ambos putoides,
artífices de ardor subhumano, subsexual,
como ácaros de sarna y desfiguración
en los paisajes de la abiosis.
Por eso estaban allí,
a pocos pasos de un viejo cementerio,
a pocos pasos de celadores negros
para el descanso blanco de la Muerte:
los Atanes.
* Indice: Teth, mi serpiente
Sexta parte: Los demonios bajo el abrigo
Rebelión contracultural
Mitsvah bli kavenah keguf bli neshamah:
Shoulchach Aroukh
Un mandamiento sin intento es como un cuerpo sin alma:
Código de Ley
Todos quisimos, ¿recuerdas? y aún queremos
hacer trocitos de las Tablas de la Ley.
El Relato hegemónico valdría dos cacahuates.
Los rufianes no corrigen nada, sólo se nombran
entre las oquedades de nuestros estruendo.
De nada ha servido la rebelión contracultural.
Desconcentrar el poder, no por deseo
de acentuar mucho más lo ingobernable,
putrefacta y cínicamente que se ejerce
contra el mundo, en vano fue,
pero hoy, como ayer, nos gusta.
El ego duerme más tranquilo.
... aún somos egomaníacos, amigo mío.
Unos, la mayoría, por chupar más del Estado
y pulir las miserias que los atañe; otros,
los menos, tú y yo, por la prisa
de hallar estructura y raíz al alma
que nos anima y nos inquieta
hasta que zozobramos en la carne,
con la nariz golpeada en la pared,
con el instinto aún cachodón
arropándonos para que un día nos culpemos
en la Pascua y ante los sefirotes.
El clandestinaje del resentimiento
¡Qué egoístas somos!
Ya no rebeldes, pero rebeldes aún,
seguiremos en consumos, cazados
por la tendencia de la pose, tercos
en el clandestinaje del resentimiento.
En cada consigna, nos pretendemos
héroes; por cada batalla que damos,
queremos un monumento, una etiqueta
de honra, o al menos un cartel
que declare nuestros hombres
sin humillación.
¡Qué egoístas! ... y aún si no fuese así,
egoístas porque vivimos olvidándonos
unos a otros, fragmentándonos,
preseleccionándonos,
hasta que la liberación moral
quede en la burla, o en círculos
de estatus cimentados en odio
o lucro, porque los hábitos
y promesas de guirsa-yankuta
pudrió pan entre hermanos,
todo lo jodió
como guiso de lentejas
por los siglos en las ollas
de su pudrición.
Como mártires falsos
Un egoísta esconde el arma.
Ante la masificación de sus gestos,
la esconde. Quiere ser puro, original,
el único, porque se replica sin gracia
el himno de su espora, se proletariza
en un sentido asqueante, mecánico,
indisciplinado, como hormiguero
en que se posa un zapato.
Escondida el arma, sea cual sea,
el ciudadano tranquilo y dulce dice
'no hay nada que temer'; te da respeto;
si al cigoto va solo, si a la celda real
(donde el zángano suele verse
conspirado por una reina que aguijona
y lo besa con la miel de la muerte),
de algún modo, trasciendes como mártir...
...pero muchos días hay de por medio,
hermano que escondes el arma,
soldado del Underground.
Días obreros, de miles de nulíparos
y avispones, vivarachos, que amenazan
al ego como un camaleón;
ahí es cuando más sufres, te cagas
de miedo, cabrón.
La ansiedad no permite que escuches.
El protagonismo es quien arma
con navajas, harpones,
metralletas, espadas,
palabras viscerales
que nunca aprendíste
ni quisíste llegar a decir
como Nechalev.
El nihlista
El nihilismo no aprende.
A cualquier gesto dice Sí,
a cualquier tris dice No.
Después de un cigarro del No,
a pócimas de opio dice SI,
con agujas viaja, heroínicamente dicho,
a la Nada, a la galaxia cercana
por intersticios de maníacos gravitones
y poros solidarios que le vendan el NO.
Entonces admite, pide por la bocaza
que el mundo le dio: «Súrteme,
dáme más, házme cristal y abre
con cuchillo de pedernal la Fuente
de este gozo endorfínico».
*
Disparando a todos y a nadie
... esconde el arma, alguien susurra.
Se oculta en la acusmia por completo.
En el anonimato, en la masa,
en el ojo con más paja que bien.
La luz del mundo la apagas tú
bendito por los Diggers de tus días.
¡Maldito eres por los sustantadores
del economicismo y los cantores
de paz con orden,
progreso sin Rivalidad!
En días obreros, de marchas y caravanas
de la Familia Libre, en días de peregrinación
(porque mucho dolieron años sin consuelo
en desiertos de cuarenta años
de soledad y ante imágenes
del Becerro de Oro, tentador
de rodillas de clasemedieros
y plebe de Pitón), te dirán:
Házlo, pues, ya es
el ahí del entonces y el entonces del ahí.
El arma se ontifica con el ego
que hay en tí; de los ocultamientos
sacas las premuras, disparas a TODOS
sin disparar a Nadie.
*
Los rechazados
A los que son como tú no los quiero.
No les doy la ficción presencial
del Nombre Santo, espíritu matemático
de mi Eternidad, comunión
en mi Gloria Shekinah.
Sobrevivan como perros
porque su mundo será duro
aún con sus normas de menor esfuerzo
y su culto al Becerro de Oro.
Del aliento barato no escucho melodía
(no doy el shofar ni el baile santo,
no les permito que ninguno toque
o corte la madera con que se edifican
mis tabernáculos, panderos y tambores).
Soy celoso.
Los cínicos que con auxilio no cuenten:
aborrezco al que siendo obrero de tareas
circula en las cantinas vendiendo flores
y echando mis rosas a los puercos.
Aborrezco a los que llaman canción
cualquier graznido de su boca
El albañil que toca acordeón
vuelva como el zapatero a sus zapatos.
El conjunto que pesetea en las esquinas
más misericodia merece que el triunfador
en auditorios, donde derrama su escoria.
Al versificador que Mi Nombre
utiliza para encubrir, ocultar, desmerecer
mis salmos, mis verdades,
al que no glorifica otra cosa que su nombre,
al pitirre caganido, al que grazna,
lo llamaré a dar cuentas,
no lo contaré entre los míos.
*
No comments:
Post a Comment