Wednesday, June 24, 2009

Neo-colonialismo (3)



La tercera parte de ese pueblo asegura que no necesita ayuda.
Cuelga de los precipicios. Y se acallanta y se jacta:
«Aquí no pasa nada» y la boca se les pudre
con dientes neguijosos. La nación está enferma
desde el cielo de la boca y sus molares crujientes.

En la última jornada de violencia, 75,000 de ellos
se mataron en la guerra, no parecían hermanos
de un proyecto patrio de vecinos; algunos
reclutaron a lo peor del sabotaje.
Llegaron los que minaron caminos, se violaron mujeres
y, llamaron para cómplices a yankees; se multiplicaron
huérfanos y también hambrientos y desesperados.

Los niños de ayer, hoy son maras salvatruchas
que regresaron deportadas a maldicir a las viudas
y, haya sido expatriado el corazón, o no, se ha llegado
contaminado, y por vengar las matanzas.

Los chiquillos ahora son hijos adultos del resentimiento,
delincuentes enardecidos para vocear la muerte,
pandilleros pelones, codiciosos de los dólares fáciles,
nihilistas con rituales de maniobras,
dedos insolentes y tatuajes.

Ya en la patria: han urdido balaceras; quitan paz
de las calles, incendian de angustia cada vecindario;
y Saca-la-cara-dura-saca con la dura-mano
de la vieja arena, moliendo componendas
con yankees y viejos Escuadrones de la Muerte,
porque hay que matarlos, generación enferma..

«Juventud en las cárceles, oye al locutor
y al hijo de la Nueva Empresa, ni El Salvador
les salvará; los sofocará el aliento de su propio vómito
y seguirán proclamando, embusteros:
«No necesito ayuda.
Nosotros no somos enfermos».

Un 3% de grandes propietarios se apropió
de la tierra, la vida productiva en pleno, salud,
la esperanza, el control, el destino. Y no ha dejado nada
para ellos. Tendrán entonces que tomar a la mala
o vender mota, o traficar con niñas que inmigrarán
al extranjero, pasando por sus fronteras,
porque en sus países todo también está enfermo,
huele a muerte; pero los gobiernos aseguran:
Aquí no hay males. Aquí nadie
está enfermo.


Y muchos países hay así, enfermos de neocolonialismo,
más enfermos que El Salvador que ninguno salva
por más Saca-dura-mano, y cambio por arte de magia,
donde un tercio de la gente se largó, se les forzó al exilio
como a ratas bajo muros de púas, en cruzada
sobre oscuros charcos, entre ratas y cieno,
saltando los portales, brincos y pisadas
sobre desértico yermo.
Y dijeron, alcanzada la huída: «Que la Migra
nos permita la existencia, oh Dios mío:
Pero no estamos enfermos. No necesitamos
otra cosa que trabajo, sólo quedarnos».


Allá la tercera parte vive bajo umbrales de miseria;
pasa delante de las catedrales
y se hinca ante los dioses
y cuando hablan con Dios dicen:
«Aquí no pasa nada. No necesitamos ayuda
ni de izquierda ni derecha; Dios provee».

Con el 44% de la riqueza patria, unos pocos
de ese 3% hace pactos morbosos
con ladrones, chupasangres extranjeros;
pero no los llaman el común, viejo enemigo.
En países como éstos la epidemia
se niega. Es una Anosognosia grave.
Es una profunda negación.

Se ha convertido en la pandemia
de los que abjuran el derecho a la tierra
y territorio como uno inalienable.
Lo mejor es irse y dejar a los indígenas
sin reinvindicaciones y no preguntar.
por desaparecidos, ni hurgar en las sospechas
de cadáveres quemados, arrojados a los ríos
o enterrados en fosas comunes.

Nunca ha habido tal cosa como poblaciones afectadas
por injusticia acumulada. «Aquí no pasa nada.
No necesitamos ayuda ni de izquierda
ni derecha; Dios provee».
Nadie domina el país con la violencia
como algún foráneo habrá que diga, no falta
quien encienda la gresca y ni volver a los pasados.
No hay tal cosa como influencia de un imperio poderoso.
No hay invasión militar por más sutil que sea.
De veras que ya no se interviene por la fuerza.

Se ha adoptado el disimulo por sabiduría.
Un mal notorio, nunguno...
No se quiere saber algo que deberia saberse
[acaso se hiere la autoestima: nadie quiere ser
de una colonia}... Hay que desconocer
la acusación del que grita: Abajo explotación,
ultraje neocolonialista...
porque aquí todo está bien.
Instálese en Palanquero, si les place, una base
de operaciones contra-narcos, comunistas,
guerrilleros; nada que ver conmigo,
Uribe.
Que se orden matanzas en El Frontón,
Lurigancho, Los Molinos, otro sabrá, no yo.
... aquí no pasa nada y si la boca se pudre
y se nos caen los dientes; no es la nación enferma.
Es que llueve desde el cielo de la boca
y los molares crujientes.
Mire que en boca cerrada no entran moscas.

21-03-2006 / El libro de la guerra

____

Yo amo a mis semejantes / Fanny G. Jaretón: Una visión del erotismo / Homenaje a Benedetti en Sequoyah / 29 / Indice: Libro de la amistad / Delirios de un demonio real / Internautas / Iñaki / Fanny G. Jaretón: Una visión del erotismo / A Fanny G. Jaretón

No comments: