Wednesday, December 17, 2008
El desencanto con la transmundanería
Por sed de escrúpulos infinitos
(para explorar el agua y bautizar
ante riesgos dispuestos
por el dogma oficial
del abismo, ¡ay! los infiernos)
la liberación trepida
con el rostro del secularismo.
Dios / Zeus / deidades todas,
Minerva / Hera / lo sagrado,
despojándose de caracteres misteriosos
bajaron, se muestraron in situ.
Lo incomprensible de los super-Entes,
los miedos naturales, las adoraciones
(disfrazado el amor, presuntamente
ultramundano y místico)
el anhelo de las salvaciones
se derramó en las calles y los parques.
Fue crucificado en lo objetivo
y de la sombra salió como cadáveres
de los diablos azules.
Y eso que naciera como inconforme tránsito
de la curiosidad a los anhelos, fue apropiándose
de ímpetus y nuevas emociones hasta la hora crucial
en que, al fin, se dejara lo absoluto
y falsamente trascendente
por el simple chapotear,
estar en las aguas que la piel redescubre,
que los ojos abren y al tacto magnifica.
Por explorar el agua y bautizarse
en riesgos, secularizándose,
ya no hay despotismo
ni transmundanería.
El guerrero Baby Boomer jugó
en los senos fluyentes de sus categorías.
02-07-1989 / Memorias de la contracultura: Indice
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