Thursday, December 18, 2008

Ser varón dionisíaco / Ser el padre / Varones imperiales


A mí, porque soy varón
y quiero serlo y es hermoso el dolor en rijo,
explorar las raíces, oler a la mujer y abundarse
en semillas, verse en el reto del azar
como pez-espermajo, el primer amor dijo:
Voy a ser como el gozo,
echada originaria, abandonarse
al salto cuántico,
y querré a tus hijos y besaré
sus huesos antes que tú
quieras besarlos
y por ellos amarme.

Entonces, con su primer amor,
me lamieron los pómulos,
cerraron mis ojos y eran felices,
las apasionadas
y con alardes secretos, intersubjetivos,
me amaron y yo las quise.

Quiera yo, o no, vino la fe,
o de ella el vino,
el cachondo trago
y lo desconocido.

Mi boca bendijo los muslos abiertos
y el vientre que a mi sangre acunara
y a mi pasión y apellido
que llamaron, no fui yo quien lo hizo,
identidad y orgullo; nuestra familia,
Carlos, tu ser-con posibilidades,
julepe dionisíaco, Tu látigo,
tu salida de tí mismo,
tu noche y mi escándalo.


2.

A mí, porque soy varón
y quise serlo antes que llegara
la noche con sus hijos, las estrellas,
antes que se apresurara la mostración
a seducir todo lo oculto,
me dieron amor en su espejo circular
los astros y yo especulaba,
sin oir a las ménades del mundo
y me sabía padre de imágenes
no devueltas por sílice,
acaso sólo promisorias todavía.

Las voces soterradas de las ménades
aprendieron a mentir
y eran sólo miradas, indocumentadas,
palabras, en aparente desfasaje,
vidrios simulados en interrogatorios,
espejos chuecos, donde otros
distorsionados, mentidos, quedaban
con chumbas extremidades
y chata credulidad,
barrigón que no tenían semblante
y con información deshonesta
se permitieron certidumbre.

Estéticas mostrencas: Indice


Ser el padre

Yo no. Yo era padre antes del menstruo
y escapé de la luna volátil
y sus correspondencia de aséptica lujuria
y del rumbo de penumbra
y a esos espejos, mentirosos,
tolvaneras cognitivas de lo impuro,
dejé como a Sara en la sal
de la hecatombe
y fuí el rejego que pulsa
los mecanismos transgresores.

En los espacios unívocos, lineales,
que la Razón instrumental supuso únicos,
antes de que nacieran los que me llaman,
Carlos, Abram, padre mío,
me armé del hacha divisoria
y ví al hijo glorioso y deseado.
Yo ví más allá que el espejo
de los días.


03-01-1990 /
Estéticas mostrencas: Indice

Varones imperiales

Como obseso demonio
del sol y, por soles dementidos,
se aupó el hombre de gran vitalidad,
el héroe que rechaza la muerte
y las tristezas, el varón aprobado,
el que dice pirámides
y dioses inmortales,
el que no ve a ninguno
sino yéndose al traste, pero...
se ve a sí mismo, eternizado...

Bravo en la cuencas del Tigris,
dijo: La mujer no existe.
En Nínive, fue gestor de reyes
y por ello hizo alardes babilónicos.

El varón se extendió desde el Cáucaso.
Rebasó el Caspio y echó de manga
a las niñas de los campos.
Sacó ventaja de ellas y ahora existen,
pavitontas, en riesgo,
y son como la ramera de Judá,
nueras para la guasca,
a la puerta, esperan su infamia
lo mismo que su gozo)
y con Asarhaddón e hijos,
corruptores al mando,
invadieron a Egipto
e imitaron los látigos
de Asiria.

2.

En el guiso de las horas
varones del imperio han sido
y van para el conteo
y aman el pillaje
en el rodaje de los días.

Desde el nuevo alfolí
(donde no descansa la codicia)
se mide la riqueza y el lucro
de hombres que huelen todavía
como sus cuevas y lo saben:
Dios, si es fe, no embellece nada.
El sol es enemigo de tu casa.
No hay fácil consolación
si al enemigo hay que amarlo.

27-06-1985 /
Estéticas mostrencas y vitales: Indice

________

Memorias de la contracultura: Indice / La nueva estetica

No comments: